Por los limites [Libre]

por **Amadeo Serenaga** Dom Feb 13, 2011 12:13 am

-Otra vez... estoy llegando a mis limites...-
*Eso fue lo que dijo en su mente.
Respiraba agitado, y con una mano al pecho sobre el corazon que no latia, pero eso no impedia el dolor.
sus piernas perdian fuerza... Con mas de cuatro siglos de existencia habia aprendido a pasar hasta cinco dias sin beber sangre, pero el conocia ese limite, ese numero cinco marcaba la linea entre su vida y su muerte definitiva.*
-Creo...-
*Penso, pero una nueva punzada en el pecho le quito las dudas.*
-Creo no... TENGO que hacerlo...-
*Se rectifico.
Pero seguro alguien se preguntaria:
¿Por que un vampiro, con lo orgullosos que son, lograria alargar el periodo limite?,¿Por que un vampiro se negaria a beber sangre?... y ese alguien tendra su deseada respuesta...
Es porque Amadeo odia ser vampiro, y se esfuerza por vivir de la forma mas humana posible, pero es alli donde las posibilidades entran en juego y para un señor de la noche no le es posible vivir sin beber sangre humana.*
-Y... Tengo que hacerlo rapido.-
*Caminaba cansado, con una mano sobre la pared. Tenia fuerzas pero no las queria consumir aun, queria guardarlas para cuando encuentre a esa persona que odiara llamar "victima".
Hacia frio, las paredes estaban humendas, heladas y podia sentir como como quemaba la llema de sus dedos el frio. Procuraba ser silencioso y lo lograba, vestia ropa oscura como era de costumbre, en estos, como en tantos momentos, le era muy util para pararse en medio de la soledad nocturna. De pronto, sus sentidos caracteristecos se agudizaron... Vibraciones, leves sonidos, sabores y aromas, aun no podia ver lo que se aproximaba muy a lo lejos del callejon, pero un alguien se acerca. Decidido, toma los animos y decide que este es el momento de consumir lo que queda de sus energias para tomar de alguen mas las fuerzas que requiere hasta dentro de cuatro o cinco dias mas, asi, con agilidad salta y se sienta en una viga de metal de una casa al lado de callejon, el mismo no tiene otra salida mas que pasando por alli. A Amadeo no le resta mas que esperar... Esperar... Siente como la adrenalina, los nervios de la situacion o algo mas que ignora saber que, le da la energia para mantenerse atento. El tiempo transcurre, y cada caracteristica sensible se hace aun mas cercana, de un momento a otro, esa persona esta a diez pasos y acercandose... Acercandose... Cuando dio un paso debajo de la viga, Amadeo, agarrandose solo con sus piernas al metal, se deja caer parte del cuerpo quedando colgado, ni un sonido provoco, hasta que su tic de tronal el pulgar de su mano izquierda lo hizo prensente y solo esbozo un leve susurro para que solo lo escuche esa persona con su deseada y calida sangre.*
-Perdon... Y buenas noches...-

por **Alai** Dom Feb 13, 2011 11:15 am

La noche había llegado antes de que la cortesana lo prevea, debía llegar al Burdel lo antes posible, o perdería aquella noche de trabajo. Sus tacones resonaban, mientras corría por las sombrías calles.

Se alteraba, por momentos, al ver en su apresurado desfile, sobras o inesperados personajes ocultos de la sociedad, pero intentaba no distraerse, o seguiría atrasando su llegada... Conocía bien los atajos hacia su lugar de trabajo, pues solía retrasarse tras sus múltiples escapadas, y un callejón era el más próximo.

Se resignó a tomarlo, a pesar de la oscuridad que hallaría en él, y el nerviosismo que la misma le causaba. Aceleró aún más el paso y, conteniendo la respiración, se introdujo en él.

El tronar de dedos llamó su atención en forma repentina, obligándola a detenerse. Exaltada, escuchó aquel susurro a sus espaldas, delatando la presencia de aquel extraño.

- ¿Quién está ahí?- dijo en forma entrecortada.

por **Amadeo Serenaga** Dom Feb 13, 2011 1:44 pm

*Una nueva punzada marcaba minutos y segundos, se habia excedido en el tiempo, las punzadas en el pecho eran cada vez mas contunuas, y ésta, tan dolorosa que hizo que cayera de la viga donde colgaba, quedando el, de espalda al suelo, a sus pies.
Definitivamente no era la mejor de sus noches, el rocio pegaba sus cabellos sobre su frente de palida piel, y la luz de la luna resaltaba el marron rojiso del color de sus ojos, pero era en su mirada una fusion de dolor y pena, odiaba estar en ese estado, simplemente no podia decir "Porfavor me permitiria su cuello para tomar algo de sangre" y esperar un "Claro, tome lo que desee", pero ya lo habia arruinado, en sus ojos habia un temor y una leve curiosidad, tenia que pensar rapido, sino, estaria en graves problema*
-Mil disculpas si la manche con tierra al caer... Y reitero, perdon y buenas noches...
Me invitaron a una fiesta a una casa cercana de aqui, pero parece que era una trampa para robarme, he recibido algunos golpes, y por ello no tengo fuerzas... Porfavor... Nesesito salir de aqui, señorita, ¿Cree ser capas de ayudarme?-
*Luego de pronunciar esas palabras solo esperaba retenerla un poco, tomar su confianza... realmente, no la queria alejar.*

por **Alai** Sáb Feb 19, 2011 3:21 am

Sorprendida, apreció al hombre que aterrizó a sus pies, atemorizada como para socorrerlo pero al mismo tiempo llena de curiosidad. ¿Quién o qué era? Lo contempló varios segundos, que se volvieron interminables, contemplando la opción de huir de allí en cualquier instante.

Por fin, le oyó hablar, con un tono de súplica que logró conmoverla. Su explicación le resultó convincente, aunque le costó un poco el asumir que debería ayudarlo... no podía dejarlo allí tendido, a la espera de que volviesen a golpearlo.

- ¿Ayudarlo? Claro, claro caballero...- murmuró, levantando levemente la falda de su vestido, para arrodillarse a su lado y tomar entre ambas manos la cabeza del caballero.

Posó la cabeza del extraño sobre su pierna flexionada, con intención de asegurarse de que todo en él estuviese bien, antes de hacer que se incorpore.

- Puede quedarse tranquilo, cayó en buenas manos- susurró tranquilamente.

por **Amadeo Serenaga** Miér Feb 23, 2011 10:52 pm

*El vampiro la observo desde alli abajo, por un momento se sintio realmente contenido, protegido, por las suaves manos y tierna mirada de la joven... pero no tenia que encariñarse, porque el la tendria que tomar como su alimento y quizas despues de eso ella lo odiaria, le tendria miedo, temia que le tengan miedo... Tenia que pensar, encontrar una manera de que esa mujer no se aleje y al mismo tiempo conseguir lo que nesesita para vivir. Tenia que pensar rapido...*
-Es una alegria saber que cuento con su ayuda-
*Comento mientras se paraba con dificultad. luego le sonrrio, y le rogo*
-¿Me permitiria apoyarme un poco en su hombro, por favor?, solo unos metros, es que creo que me doble el tobillo.-
*Unos segundos despues este ya caminaba con ella, y dio comienzo a su plan...
En un momento, discretamente tomo una piedria y una telaraña. Coloco la tela de araña que saco de una de las paredes sobre el hombro de la joven. El se detubo en seco y pronuncio.*
-Señorita... Por nada del mundo se mueva-
*se le aproximo del lugar de donde habia parado y con la punta daga que siempre lleva encima, rapida y cuidadosamente hizo un corte pequeño en la delicada piel hombro de la mujer, luego paso su mano por el hombro y tiro a unos metros la piedrita que tenia, luego pronuncio con voz algo preocupada*
-Por favor, no se alarme, pero tenia una araña en el hombro, ya se la quite pero ha llegado a picarla... Permitame quitarle el veneno de la sangre... Tiene que ser rapido, sino puede que sea demaciado tarde...-

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