Un reencuentro, dos vampiros, tres acciones (Alessa Windsor)

por Invitado Jue Feb 17, 2011 7:56 pm

Deje el palacio de Escocia hace dos noches, me encontraba tan ansioso de volver a ver a mis hermanos que no me contenía la risa, la burla, la satisfacción de tan solo molestarlos con mi presencia. Ya hacían seis años sin verlos, desde que Dorian me había encomendado hacerme cargo del territorio de Escocia, una de las pocas sabias decisiones que había tomado pues estaba claro que yo era el indicado para mantener el orden en ese lugar una vez principal oposición de la corona inglesa. Mis métodos a veces cuestionables partían del principio de que el temor duraba más que cualquier otra cosa, sabía recompensar a quienes eran fieles, sabía castigar con una muerte dolorosa a quienes no lo eran. Todo era cuestión de 'educar' a la gente.

El carruaje paro, mis sirvientes abrieron la puerta del carruaje esperando que yo bajara para luego hacer una escolta de camino a la puerta principal del palacio Windsor. Serian las tres de la mañana, dentro de un par de horas llegaría el amanecer, había llegado justo a tiempo. No esperaba que nadie me recibiera, en la única carta que respondí en esos seis años les decía que llegaría dentro de una semana pero quería 'sorprenderlos' con mi presencia, era siempre tan agradable ver sus caras desfiguradas cuando se percataban de mi presencia. Por otra parte sabia que me esperaría un discurso de parte de Eliz, Dorian y Stephen, bla bla bla bla y mas mierda de esa en la cual me querían hacer entrar en 'razón' lo cual no era más que tratar de implantarme las mismas creencias que ellos tenían, podían guardárselas para los cretinos, yo hacia lo que quería y mientras mantuviera mi tarea en su meta no tenían de que quejarse.

Por otra parte, Aimee y Alessa, mi hermana 'adoptada' y mi prima, me daba igual verlas aunque tal vez a esta ultima le agarrara el gusto especial como la última vez en la que nos encontramos. Sirvientes en los pasillos, sus ojos fuera de las orbitas al verme tratando de disimularlo, tal vez alguno de ellos fuera de inmediato a comunicar mi llegada pero le dije a uno de los mayordomos principales que iría directo a mi habitación y que no quería ver a nadie hasta la siguiente noche. Mi equipaje ya estaba allí, no me detuve en ningún lugar del castillo mas que en la sala del rey, donde observe por unos minutos los retratos familiares, el de Dorian, Stephen y el mío estaban juntos como siempre. Una sonrisa sarcástica se dibujo en mi rostro al recordar a los herederos Windsor, un trío desigual, un libertino, un responsable con aires de santo y yo, ¿el desquiciado?, eso decían ellos, prefería creer que el lado inteligente estaba de mi lado al nunca haber pensado como ellos, ni en vida ni en muerte.

-Retírense- ordene y todos salieron de mi habitación, deje mi capa de viaje y la chaqueta caer sobre el piso, la camisa la desabroche y camine de un lado al otro de mi habitación reconociéndola, la misma de siempre, por lo menos respetaban mi espacio personal y lo mantenían intacto solo limpio. En el lado este del castillo se encontraban mis aposentos, los de Alessa también, me preguntaba si mi prima estaría allí o regresaría recién de alguna cacería o diversión nocturna. Faltaba para el amanecer, pensé que una visita rápida podría ser entretenida, salí de mi habitación, camine hasta el final del corredor y doble a la izquierda donde estaba su puerta. La abrí despacio y entre cerrándola inmediatamente -Alessa Windsor, ¿princesa no es cierto?-

por **Alessa Windsor** Mar Feb 22, 2011 12:40 am

Absorta en turbios pensamientos, Alessa circulaba dentro de su habitación, recordando el súbito encuentro con Anthian, aquel foráneo con quien tuvo tal feroz enfrentamiento, y el deseo de volver a cruzarle por los caminos del tiempo le sugerían un capricho descabellado, más aún cuando estratégicos acontecimientos estaban próximos a suceder...
Sonrió mientras tomaba, entre los lánguidos dedos, una copa llena de líquido vital que cometidamente los sirvientes habían dejado para ella. Y aproximándose hacia el ventanal de la alcoba, murmuró...
- Noches tan calmas, solo son el introito de sucesos inesperados...- suspiró dando un corto sorbo...

Debía responder una carta recibida del mismísimo monarca de Francia, confirmando la asistencia de los miembros familiares a un evento social a realizarse en Versalles, aún no había decidido si dar parte a Dorian y Stephen, puesto que antes que nada, las relaciones entre las coronas eran asunto a tratar con suma cautela, y la aceptación a tal fiesta debía ser cuidadosamente planeada.
Corrió las cortinas para dar una bocanada de aire fresco, y mientras la delgada tela se hinchaba por el viento, circuló el cuello a ojos cerrados para relajar un poco los laberintos que poco a poco armaba en su mente. De repente, y con las campanadas del reloj de pared que daban las 3 de la mañana, atestiguó desde lo alto, el eco del estampar de unos caballos que arribaban al castillo.
Desde el interior del carruaje, emergió un sujeto bien parecido que ante la curiosidad de la princesa, no hizo más que robarle una sonrisa de retorcido placer...
-Y justo cuando pensaba que las cosas no podrían tomar mejor color... llegas tú...- murmuró nuevamente mientras cerraba las delgadas cortinas.
No faltó mucho para que Aidan llegara hasta su alcoba:
-Alessa Windsor, ¿princesa no es cierto?-

La voz, atrajo perdutas reminiscencias a la vampira, quien volviéndose hacia él respondió:
-Miren lo que el acuoso mar del tiempo trajo consigo...-sorprendida y circulando aún la copa medio llena, continuó- efectivamente, soy Alessa Windsor, ¿y Ud. es?-
Las miradas encontraron un punto fijo, y mientras una sonrisa cómplice se dibujaba en el marfil rostro de ella, las ansias de saber se apoderaban mas y mas de su curiosidad, aguardando respuesta de su visitante.

por Invitado Jue Mar 03, 2011 9:21 pm

6 años atras, tal vez un poco mas

Veia por la ventana mientras ella se encontraba frente a mi, desde alli podia ver el carruaje que esperaba a que llegara a las puertas del castillo porque era hora de partir hacia Escocia. Solo una cosa tenia pendiente y no podria cumplir, relacionado con esa mujer, esa supuesta prima que desde hace meses pretendía poseer como si me fuera tan facil dado el derecho de poder reclamar lo que queria.

-Esta noche partire a Escocia mi 'estimada' prima, lamento no poder cumplir con mi promesa de hacerte por una noche mia- dije bromeando, tal cosa nunca habia existido pero con ello le hacia saber que el deseo por ella existia y que era una de las cosas que me hubiera gustado hacer antes de partir -No digas nada, no hay tal familia entre nosotros, estoy seguro que mis hermanos piensan igual pero lo ocultan tras una máscara de recato- me acerque a ella y la tome del rostro con brusquedad depositando un beso igual de brusco sobre sus labios.

Llevaba mi porción para el camino, satisfecho de siquiera haberlos provado aunque a ella le enfadara que se lo robara sin su consentimiento, esa era la mejor parte entre todas, no habia que pedir permiso, ni perdón, era un atrevimiento como dirian pero ese era yo, quien se atreviera a juzgar primero deberia atreverse a probar. Me dirigí hacia la puerta de su habitación -Cuando regrese a Londres tomare lo que me plasca de tu cuerpo, quieras o no- fueron mis últimas palabras y sali de alli.

Aquella noche deje el castillo Windsor, desde entonces nombrado principe de Escocia como muchas veces antes, una vez mas me regresaba el turno de dirigirme a aquella región, mis hermanos estarian satisfechos al librarse de mi presencia y molestia constante en sus vidas, extrañaria esa parte, era un placer exquisito tener que hacer de sus eternas existencias cada vez mas miserables.

En la actualidad

-Me han dicho que somos primos- una sonrisa burlona se dibujo en mi rostro mientras cerraba la puerta detras mio seguro de que en adelante no seriamos interrumpidos. Me acerque hacia la ventana donde estaba ella parandome en frente, mire hacia afuera por donde se veia el camino que acababa de transitar. Aquella deliciosa tentación regresaba al mismo lugar, con la misma mujer a la que unos años atras antes de partir me tome le libertad de besar, prima, hermana, me daba igual.

-En aquel entonces no me importo, no me importa ahora, dime princesa si aun recuerdas lo que te dije aquella noche- mi mirada se volvio hacia ella quien obviamente no habia envejecido ni un segundo desde aquel dia, lucia igual de prohibida, eso era lo que me atraia. Mi llegada al castillo una vez mas no era algo bueno que mis hermanos pudieran presagiar, estaba seguro que Alessa pensaba a su propia manera, nunca nos habiamos entendido mal pero lo que realmente queria saber era que pensaba ella de lo que con mis buenas intenciones planeaba esa noche hacer.

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