AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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¿Amigo o Enemigo? [Reservado]
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¿Amigo o Enemigo? [Reservado]
El hombre que escucha la razón está perdido.
La razón esclaviza a todos los que no son bastante fuertes para dominarla.
La razón esclaviza a todos los que no son bastante fuertes para dominarla.
Abrí los ojos y pude notar como las ramas de los árboles se mecían de un lado a otro suavemente, el viento había aumentado mientras mi ensoñación se llevaba a cabo, mi cuerpo totalmente cubierto de nieve yacía helado, mas diría yo que estaba petrificado. Me refregué la cara con mis frías manos que aun no las podía sentir del todo, moví los dedos intentando entrar en calor, pero hasta los huesos me dolían. Moví la cabeza de lado a lado intentando hacer memoria de lo ultimo que me había paso esa tarde pero nada venia a mi recuerdo suspire algo confundido y me senté quedando con el torso despejado de nieve ya que el frío seguía penetrando en mi cuerpo. Me levante con algo de dificultad la nieve comenzó a caer por alrededor de mi cuerpo quedando al fin libre de nieve, me estire y sentí como algo caía en la nieve. Me agache y vi hundida en la nieve mi petaca, la mini botella que normalmente contenía Whisky pero al parecer contenía otro licor menos mi favorito.
Nunca antes me había ocurrido esto, el alcohol no hacia estragos en mi cuerpo era moderado en ese aspecto volví a olfatear, la boca de la botella y quede pensativo nunca ningún licor me hacia caer en sueño. ¿Veneno?, ¿Ponzoña? No, quizás algún extraño elixir, levante la pequeña botella que estaba cubierta de cuero y tenia grabado el apellido de la familia Sinclair, a medida que pasaba el tiempo el aroma proveniente de la botella se hacia fuerte haciendo mi nariz comenzara con una picazón algo fuerte; cerré los ojos y tape la botella la volví a guardar y mire a mi alrededor aun me sentía confuso, en un momento mi mente se fue de un lugar a otro, ¿Quien había hecho esto? ¿Un enemigo? ¿Quien seria capaz de hacer esto? una sonrisa extraña preocupada se pozo en mi rostro. Cerré unos instantes mis ojos y el viento suave comenzó a correr por el lugar.
En ese momento cuando el viento se alzo repare en el lugar donde me encontraba, Cruces, ángeles, el aspecto tétrico, oscuro, desolado y lo mas notorio en ese lugar, lapidas. Estaba seguro que cuando salí por la tarde había llegado al bosque, si el bosque, repetí para mi me apoye en una lapida algo destruida y comencé hacer memoria, "Estaba caminando por el bosque, cauteloso, sabia que algo había ahí pero no lograba predecir que era; la nieve comenzaba a caer suavemente sobre el bosque un extraño ruido me guió hasta un extraño árbol, apoye mi cuerpo ahí mientras sacaba mi petaca, y entonces fue cuando bebí un poco de ¿Whisky?, luego saque mi ballesta y..." ahí estaba eso recordaba, aun me daba vuelta todo.
¿Como llegue al cementerio? ¿Que hora es? ¿Cuanto tiempo pase durmiendo? El oscuro cielo se ilumino los relámpagos comenzaban hacerse presentes, haciéndose el lugar aun mas tétrico y el ruido que venia después hacia que hasta mis cabellos temblaran. La majestuosa noche me hacia compañía pero mis instintos me advertían que algo había no estaba solo en el cementerio, tome entre mis dedos el crucifico de plata, aquella joya heredada de mi madre que me tranquilizaba en momentos que no sabia que ocurría a mi alrededor. Tome mi arma hecha a medida por un antiguo herrero, hecha a medida en el interior poseía balas de plata con agua bendita, fabricadas de mi misma mano.
Algo no calzaba en mi cuadro, seguía pensando intentando pensar por que había ocurrido todo esto, ¿Me habían descubiertos? ¿Seria el cazador cazado? ¿Esto era una trampa? alguien andaba tras mis pasos, sonreí de lado eso me enorgullecía a pesar de sentir el temor a lo desconocido.
Me oculte tras un mausoleo bastante grande que poseía como cúpula un ángel sin ojos que parecía observar mis pasos, necesitaba concentrarme y encontrar el sentido a todo esto. Aguarde silencio y me centre en todo lo que pasaba a mi alrededor, esperando a la presa.
Nunca antes me había ocurrido esto, el alcohol no hacia estragos en mi cuerpo era moderado en ese aspecto volví a olfatear, la boca de la botella y quede pensativo nunca ningún licor me hacia caer en sueño. ¿Veneno?, ¿Ponzoña? No, quizás algún extraño elixir, levante la pequeña botella que estaba cubierta de cuero y tenia grabado el apellido de la familia Sinclair, a medida que pasaba el tiempo el aroma proveniente de la botella se hacia fuerte haciendo mi nariz comenzara con una picazón algo fuerte; cerré los ojos y tape la botella la volví a guardar y mire a mi alrededor aun me sentía confuso, en un momento mi mente se fue de un lugar a otro, ¿Quien había hecho esto? ¿Un enemigo? ¿Quien seria capaz de hacer esto? una sonrisa extraña preocupada se pozo en mi rostro. Cerré unos instantes mis ojos y el viento suave comenzó a correr por el lugar.
En ese momento cuando el viento se alzo repare en el lugar donde me encontraba, Cruces, ángeles, el aspecto tétrico, oscuro, desolado y lo mas notorio en ese lugar, lapidas. Estaba seguro que cuando salí por la tarde había llegado al bosque, si el bosque, repetí para mi me apoye en una lapida algo destruida y comencé hacer memoria, "Estaba caminando por el bosque, cauteloso, sabia que algo había ahí pero no lograba predecir que era; la nieve comenzaba a caer suavemente sobre el bosque un extraño ruido me guió hasta un extraño árbol, apoye mi cuerpo ahí mientras sacaba mi petaca, y entonces fue cuando bebí un poco de ¿Whisky?, luego saque mi ballesta y..." ahí estaba eso recordaba, aun me daba vuelta todo.
¿Como llegue al cementerio? ¿Que hora es? ¿Cuanto tiempo pase durmiendo? El oscuro cielo se ilumino los relámpagos comenzaban hacerse presentes, haciéndose el lugar aun mas tétrico y el ruido que venia después hacia que hasta mis cabellos temblaran. La majestuosa noche me hacia compañía pero mis instintos me advertían que algo había no estaba solo en el cementerio, tome entre mis dedos el crucifico de plata, aquella joya heredada de mi madre que me tranquilizaba en momentos que no sabia que ocurría a mi alrededor. Tome mi arma hecha a medida por un antiguo herrero, hecha a medida en el interior poseía balas de plata con agua bendita, fabricadas de mi misma mano.
Algo no calzaba en mi cuadro, seguía pensando intentando pensar por que había ocurrido todo esto, ¿Me habían descubiertos? ¿Seria el cazador cazado? ¿Esto era una trampa? alguien andaba tras mis pasos, sonreí de lado eso me enorgullecía a pesar de sentir el temor a lo desconocido.
Me oculte tras un mausoleo bastante grande que poseía como cúpula un ángel sin ojos que parecía observar mis pasos, necesitaba concentrarme y encontrar el sentido a todo esto. Aguarde silencio y me centre en todo lo que pasaba a mi alrededor, esperando a la presa.
Xavier Sinclair- Cazador Clase Alta
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Fecha de inscripción : 03/01/2011
Localización : Detras del enemigo
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Re: ¿Amigo o Enemigo? [Reservado]
Tic, tac, tic, tac. Las manecillas del segundero de su preciado reloj de bolsillo, una reliquia que contenía grabado la inicial de su apellido, completan su ciclo y obligan al minutero a seguir su camino. Tic, tac, tic, tac. El sonido se interrumpe mientras el vampiro salta de lo que parece ser la copa de un árbol. Las suelas de sus zapatos dejan huellas en la espesa blancura. Una ventisca agita su cabello y endulza sus fosas nasales con el olor a sangre. Sus colmillos se alargan al reconocer que su víctima se encuentra a pocos metros de distancia. La herida que le ha provocado no ha sido solo superficial, Argeneau es malditamente consciente de que ha errado solo por muy poco en el órgano que debe perforar; su presa no podrá continuar a ese ritmo, no con aquélla herida. Su mano empuña la daga ensangrentada y, como si estuviera sincronizado con el sonido de los hilos rojos recorriendo la hoja, desliza su mirada hacia abajo en el momento exacto en que la gota hace impacto con la nieve que abriga al bosque. Es solo una pequeña mancha que crece y crece con cada segundo de ese reloj que rompe el silencio que le envuelve. Tic, tac, tic, tac. Las hojas han dejado de bailar con él para susurrarle secretos al viento que las acaricia como si fuesen de terciopelo. Su víctima se ha detenido, está saboreando su miedo... El miedo a la muerte... La que ha estado burlando desde hacía muchos años. ¿Quién es él para jugar a Dios? No lo sabe, pero ese propósito es el único que le ha mantenido cuerdo. Cierto, esa cordura pende de un muy frágil hilo pero mientras pueda moverse, empuñar su daga y recolectar almas, el hilo se quedará estático y no tendrá que preocuparse por caer al vacío.
La gota de sangre que ensució a la nieve es ahora una mancha. ¿Es posible que en medio de la cacería, de la adrenalina y del poder que siente emerger de su pecho, no pueda sentir el corte que ha sufrido desde la muñeca hasta el centro de su palma, la misma que empuña la daga? El vampiro levanta su mano herida y la desliza por su rostro. Una fea cicatriz cubre su ojo. La ira se retuerce en sus entrañas y recuerda cómo ha llegado hasta el vampiro que morirá finalmente esa noche. En ese mismo bosque, hacía un par de semanas, se había encontrado cara a cara con un vampiro y había perdido. El mismo que le había hecho la herida en su rostro... Esa ira era la que le controlaba mientras atacaba. La debilidad que había mostrado en esa reciente batalla aún lo atormentaba. Apartó la mano de un tirón y dio un paso en la dirección donde se había tumbado aquél vampiro. O sí. Su trabajo estaba terminado... Excepto que cuando se acercaba, le llegó la esencia de un humano. No fue él el único que lo advirtió. Los ojos de su víctima llamearon conscientes de que si conseguía su sangre, tendría una oportunidad contra él. – Yo lo pensaría dos veces antes de... Un rápido vistazo a su mente le mostró lo que había estado escondiéndole. Iba tras el humano y, no era cualquier humano. Argeneau desvió la mirada hacia el hombre, solo para notar por su perfil, que el vampiro se lanzaba contra él. Un limpio golpe y su trabajo había finalizado. ¿Qué sucedía con ese humano?
Darius Argeneau- Condenado/Hechicero/Clase Alta
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Re: ¿Amigo o Enemigo? [Reservado]
Necesitaba un poco de concentración, respire fuerte intentando que la calma volviera hacia mi cerré los ojos e intente concentrarme en lo que ocurría a mi alrededor, muchas veces creí que mi sexto sentido me ayudaría para intentar ver un poco mas allá de lo que mis ojos veían. Las sombras crecían, se movían y parecían tener una vida propia, pero seguían siendo sombras. Mi corazón estaba inquieto pocas veces no sabia que hacer y eso me atormentaba de alguna forma. Los ruidos del cementerio podían espantar a cualquier mortal, pero a mi esa noche no me espantaría. Hay algo lo sé.
Apoye mi cabeza en la lapida que tenia a mis espaldas y solo me concentre en sentir, en escuchar mas allá de los simples ruidos nocturnos. Tome entre mis manos la ballesta artesanal que había fabricado, hace algún tiempo y la acerque a mi quería estar preparado para cualquier bestia que apareciera, aunque ya había descartado a licantropos, un vampiro era el único que podía haber hecho esto y tenia fe en aquello. Aun con los ojos cerrados comencé a separar los ruidos, hasta que di con el que necesitaba, alguien ¿arrastrándose?.
Abrí los ojos como si alguien me hubiera alertado vi el movimiento, la gran rapidez y se abalanzo sobre mi, me tomo por sorpresa, no esperaba aquel actuar. ¿Que estoy pensando? no debería pensar en nada. Estaba el vampiro débil , su fuerza no era tan sobrehumana como otros enfrentamientos que había tenido, logre separarle para disparar la ballesta y darle justo en su corazón ¿ Corazón? esboce una sonrisa cuando callo sobre mi y con un empujón le saque de encima, seguidamente busque mi daga en mis ropas pero... ¿donde estaba? Me levante de un brinco y mire el cuerpo del vampiro, - Maldito chupasangre, la mi sangre esta prohibida - torcí un media sonrisa a un lado de mi cara y saque unas cerillas para prenderle fuego y verle quemarse ante mis ojos.
El olor del azufre emanar de aquella bestia era demasiado fuerte y como cenizas quedo el maldito. Me senté en el mismo lugar que anteriormente estaba y apoye mi cabeza, no estaba agotado pero si aun me sentía un poco extraño. Volví a quedarme en silencio mientras el viento me envolvía con ese olor del Azufre. Pero tenia que levantarme y seguir mi camino, irme a casa, era una noche extraña.
Apoye mi cabeza en la lapida que tenia a mis espaldas y solo me concentre en sentir, en escuchar mas allá de los simples ruidos nocturnos. Tome entre mis manos la ballesta artesanal que había fabricado, hace algún tiempo y la acerque a mi quería estar preparado para cualquier bestia que apareciera, aunque ya había descartado a licantropos, un vampiro era el único que podía haber hecho esto y tenia fe en aquello. Aun con los ojos cerrados comencé a separar los ruidos, hasta que di con el que necesitaba, alguien ¿arrastrándose?.
Abrí los ojos como si alguien me hubiera alertado vi el movimiento, la gran rapidez y se abalanzo sobre mi, me tomo por sorpresa, no esperaba aquel actuar. ¿Que estoy pensando? no debería pensar en nada. Estaba el vampiro débil , su fuerza no era tan sobrehumana como otros enfrentamientos que había tenido, logre separarle para disparar la ballesta y darle justo en su corazón ¿ Corazón? esboce una sonrisa cuando callo sobre mi y con un empujón le saque de encima, seguidamente busque mi daga en mis ropas pero... ¿donde estaba? Me levante de un brinco y mire el cuerpo del vampiro, - Maldito chupasangre, la mi sangre esta prohibida - torcí un media sonrisa a un lado de mi cara y saque unas cerillas para prenderle fuego y verle quemarse ante mis ojos.
El olor del azufre emanar de aquella bestia era demasiado fuerte y como cenizas quedo el maldito. Me senté en el mismo lugar que anteriormente estaba y apoye mi cabeza, no estaba agotado pero si aun me sentía un poco extraño. Volví a quedarme en silencio mientras el viento me envolvía con ese olor del Azufre. Pero tenia que levantarme y seguir mi camino, irme a casa, era una noche extraña.
Xavier Sinclair- Cazador Clase Alta
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Re: ¿Amigo o Enemigo? [Reservado]
El dolor drogaba a la voz en su cabeza y se sentía bien, maldita y perfectamente bien, ¡lo cual era perfecto! El estado trance en que su mente se mantenía le habría obligado a sonreír de poder hacerlo. Esa voz que machacaba su cabeza daba la apariencia de estar en medio de un cementerio completamente borracho, intentando tocar a la puerta pero desvaneciéndose en el intento. ¿Pero importaba realmente? Podía sentir ese vacío, pero ahora podía ser llenado con lo que él quisiera, no con lo que se le impusiera y hablando de ello... Recordar lo que había pasado tras ir en búsqueda de ese vampiro no resolvería la cuestión acerca del humano que había arrastrado al único otro lugar que patrullaba cuando la << Guardiana >> Luna le asistía. Desde su llegada a Paris había tenido los encuentros suficientes como para convencerse que los lugares más transitados por ese tipo de “depredadores” se ceñían a lugares desolados y tétricos como el Bosque o el Cementerio. Lo cual le daba a Darius la oportunidad de tener en la mira al humano y estudiar los alrededores. Necesitaba encontrar algo con qué entretenerse, necesitaba infligirse más dolor para mantener su mente como ahora, de él y solo de él. En cambio, todo lo que podía oír era el viento golpeando las hojas de los árboles, enviando mensajes, bañando las lápidas que se alzaban como pequeños gigantes. Su mirada se clavó en una de las inscripciones, el apellido Ralph estaba grabado en la piedra y con ello, el rostro de ella nubló sus pensamientos, los olores desaparecieron y pudo sentir, oler y saborear - como si realmente estuviera junto a él – la belleza de la gitana que agitaba su mundo, dándole un propósito, uno que iba muy ligado a lo que hacía.
¿Cómo diablos había terminado acostado sobre una de las lápidas? No lo sabía. Ni tampoco notó como un par de ojos negros se posaban en él ni percibió que el humano se movía. “Hablando de mantener la conciencia, aquí estás como un mariquita pensando en una mujer que nunca podrás tener” ¡Maldición! Ahí estaba de nuevo, la herida que se había hecho en la última pelea se había cerrado y no quedaba más que el olor de la sangre y la voz en su cabeza. “Yo también te extrañé. ¿Hoy es una de esas noches en que te sentarás sobre tu culo a esperar a que ocurra algo interesante? Si es así, ponte bajo techo. El Sol se pondrá y no queremos que tu cuerpo estalle en fuego. ¿A dónde iría sino? Nadie es tan divertido como tú” Darius estuvo sobre sus pies en menos de un segundo. El olor de la sangre no era todo lo que sus fosas nasales apreciaban. ¿Azufre? “Creo que alguien ya se está divirtiendo y no te invitó” La carcajada dentro de su cabeza produjo un ensordecedor eco, pero Darius estaba mas interesado en el humano que ya había despertado. Se detuvo antes de entrar a su campo visual. ¿Cómo demonios le haría para hacer creer que él no era otro de sus enemigos? En ese aspecto se parecían tanto y estaba seguro que, si él hubiese sabido de la existencia de vampiros en aquélla época donde aún latía su corazón, se habría dado a la tarea de ser un ejecutor. ¿Qué podía perder? Dejó al descubierto su ubicación y esperaba no tener que hacer uso de sus dones para retenerlo. Pero eso estaba lejos de suceder, el humano no tenía intención de dejarle hablar y defenderse era todo lo que Darius podía hacer.
¿Cómo diablos había terminado acostado sobre una de las lápidas? No lo sabía. Ni tampoco notó como un par de ojos negros se posaban en él ni percibió que el humano se movía. “Hablando de mantener la conciencia, aquí estás como un mariquita pensando en una mujer que nunca podrás tener” ¡Maldición! Ahí estaba de nuevo, la herida que se había hecho en la última pelea se había cerrado y no quedaba más que el olor de la sangre y la voz en su cabeza. “Yo también te extrañé. ¿Hoy es una de esas noches en que te sentarás sobre tu culo a esperar a que ocurra algo interesante? Si es así, ponte bajo techo. El Sol se pondrá y no queremos que tu cuerpo estalle en fuego. ¿A dónde iría sino? Nadie es tan divertido como tú” Darius estuvo sobre sus pies en menos de un segundo. El olor de la sangre no era todo lo que sus fosas nasales apreciaban. ¿Azufre? “Creo que alguien ya se está divirtiendo y no te invitó” La carcajada dentro de su cabeza produjo un ensordecedor eco, pero Darius estaba mas interesado en el humano que ya había despertado. Se detuvo antes de entrar a su campo visual. ¿Cómo demonios le haría para hacer creer que él no era otro de sus enemigos? En ese aspecto se parecían tanto y estaba seguro que, si él hubiese sabido de la existencia de vampiros en aquélla época donde aún latía su corazón, se habría dado a la tarea de ser un ejecutor. ¿Qué podía perder? Dejó al descubierto su ubicación y esperaba no tener que hacer uso de sus dones para retenerlo. Pero eso estaba lejos de suceder, el humano no tenía intención de dejarle hablar y defenderse era todo lo que Darius podía hacer.
Darius Argeneau- Condenado/Hechicero/Clase Alta
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Re: ¿Amigo o Enemigo? [Reservado]
A pesar de los años como cazador el olor que emanaban de ellos cuando eran quemados aun causaban sensaciones extrañas en mi cuerpo, abrí y cerré los ojos reiteradas veces acostumbrándolos a aquel viento azufroso que llegaba, inspire y sentí como se devolvió en mi interior contuve aquel revoltijo y tome nuevamente mi petaca Demonios pensé no podía tomar de ella estaba con algún somnífero y claramente no quería volverme a dormir de la nada. Apreté mis mejillas como si las estuviera succionando era una buena manera para aguantar aquel vomito que se veía venir en cualquier momento. Lleve una de mis manos a mi boca y me aleje de ese lugar mientras intentaba seguir con aquella contención ¿Cuánto duraría?. Solté mi mano y Deje salir lo que había en mi interior, un líquido verde algo más fuerte que cualquier otro salió de mi interior, dejando un gusto agrio y un olor horrendo sabor en mi boca; escupí varias veces para intentar que el sabor amargo se fuera de una buena vez. – ¿A caso nunca me acostumbrare? – me pregunte a mí mismo mientras alzaba la vista para poder encontrar la orientación que necesitaba.
Y como si todo fuera una verdadera obra de arte vi a un hombre plantado a unos cuantos metros de mi ¿vampiro? Si, era lo más probable moví la cabeza de lado a lado en busca de algo para defenderme. No era de dar tregua ni mucho menos de arrancar, pero si en parte me cuestionaba el hecho de ser un humano y por consiguiente ser un maldito débil. La pregunta ahora era ¿Podría yo acabar con aquel vampiro? Seguía algo desorientado, mi rostro dejo de mostrar algo de pasividad sentía la adrenalina correr por mi cuerpo, sentir como aquello me hacía hacer cosas que en realidad en mi mente no caían del todo. El vampiro seguía parado en el mismo lugar y yo lentamente comenzaba a moverme en su dirección, no podía dejar pasar oportunidades como esta y dos vampiros en una noche era mejor que uno. Y si estaba en lo correcto aquellos habían tenido un enfrentamiento y el que yacía lejos había triunfado por que el anterior digamos estaba más débil y por eso había sido tan ¿fácil? Matarlo. Me acerque lo justo para que pudiera observarle mejor y si hubiera un enfrentamiento estaría listo, listo para lo que fuera a pasar. – Pero que tenemos aquí…- dije sin mostrar en mi rostro ni sorpresa, ni miedo absolutamente nada, el tiempo me había enseñado a ser así, impulsivo, serio, frio y sin remordimientos.
¿Acaso aquel maldito no me atacaría? ¿Por qué se había dejado ver? De seguro algo tenía planeado, siempre había algo detrás de todo lo que pasaba en la oscuridad de la noche más si se trataba de seres sobrehumanos que amados por algunos y odiados por otros venían a estas tierras por alguna presa fácil. ¿Quién era aquel? Solo un vampiro sediento.
Y como si todo fuera una verdadera obra de arte vi a un hombre plantado a unos cuantos metros de mi ¿vampiro? Si, era lo más probable moví la cabeza de lado a lado en busca de algo para defenderme. No era de dar tregua ni mucho menos de arrancar, pero si en parte me cuestionaba el hecho de ser un humano y por consiguiente ser un maldito débil. La pregunta ahora era ¿Podría yo acabar con aquel vampiro? Seguía algo desorientado, mi rostro dejo de mostrar algo de pasividad sentía la adrenalina correr por mi cuerpo, sentir como aquello me hacía hacer cosas que en realidad en mi mente no caían del todo. El vampiro seguía parado en el mismo lugar y yo lentamente comenzaba a moverme en su dirección, no podía dejar pasar oportunidades como esta y dos vampiros en una noche era mejor que uno. Y si estaba en lo correcto aquellos habían tenido un enfrentamiento y el que yacía lejos había triunfado por que el anterior digamos estaba más débil y por eso había sido tan ¿fácil? Matarlo. Me acerque lo justo para que pudiera observarle mejor y si hubiera un enfrentamiento estaría listo, listo para lo que fuera a pasar. – Pero que tenemos aquí…- dije sin mostrar en mi rostro ni sorpresa, ni miedo absolutamente nada, el tiempo me había enseñado a ser así, impulsivo, serio, frio y sin remordimientos.
¿Acaso aquel maldito no me atacaría? ¿Por qué se había dejado ver? De seguro algo tenía planeado, siempre había algo detrás de todo lo que pasaba en la oscuridad de la noche más si se trataba de seres sobrehumanos que amados por algunos y odiados por otros venían a estas tierras por alguna presa fácil. ¿Quién era aquel? Solo un vampiro sediento.
Xavier Sinclair- Cazador Clase Alta
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Re: ¿Amigo o Enemigo? [Reservado]
"¿Qué lo motivaba?" La pregunta se colaba entre la voz que machacaba su cabeza. La cicatriz en su ojo era un recordatorio de que incluso él siendo uno de ellos, podía ser destruido. ¿Qué podía esperar un humano cuando en todo lo que tenía para subsistir a una batalla eran sus armas? La máscara que cubría el rostro de Darius era la misma que mostraba el hombre frente a él, pero esa era la máscara que siempre vestía cuando se encontraba con desconocidos y dado que no tenía amigos, era la única que podía mostrarle al mundo. Despojado de sentimientos, un leve asentimiento de cabeza bien era el equivalente de que le agradabas lo suficiente como para tomarse la molestia en hacer algún gesto. – He visto lo que eres capaz de hacer. A esas alturas, estaba claro que era un vampiro. La posición del humano solo se lo confirmaba. - Y tengo que admitirlo, me has dejado bastante impresionado. Seguro que lo mandaría al diablo, pero se necesitaba más que eso para que Darius se molestara en dar marcha atrás. Quizás podría estar invirtiendo su tiempo en la búsqueda de algún otro no-muerto, pero si sus movimientos resultaban como esperaba; solo tendría que preocuparse por pasar el día enjaulado en una cueva, con la voz en su cabeza y la imagen de la mujer que deseaba batallando con ésta. – Fui yo quien te trajo hasta aquí y antes de que intentes algo estúpido en ese estado, tienes que comprender que YO no soy el enemigo.
La mirada que le brindaba a esa distancia, bien podía significar un ¡Jodete! O un ¡Muérete! No importaba que palabra empleara. – No tienes porqué creerme ahora. Incluso puedes no creerme nunca, realmente no me importa. El vampiro frunció el ceño. El problema se presentaba ahora. Jamás había creado alianzas, con ¡nadie! Ser un observador de la vida, le había demostrado que tu mejor amigo, tu pareja e incluso tu hijo podía empuñar la daga que te clavarían en la espalda. Pero era nuevo en Paris y si él llevaba el tiempo suficiente estudiando los alrededores, la ventaja que obtendrían sería de mucha ayuda. - Puedes bajar la guardia. Tuve la oportunidad de acabar contigo mientras estabas inconsciente. Así que dime, ¿realmente crees que me molestaría ahora que puedes defenderte? Darius no se movió. Lo último que necesitaba era que pensara que iba a atacarlo.
La mirada que le brindaba a esa distancia, bien podía significar un ¡Jodete! O un ¡Muérete! No importaba que palabra empleara. – No tienes porqué creerme ahora. Incluso puedes no creerme nunca, realmente no me importa. El vampiro frunció el ceño. El problema se presentaba ahora. Jamás había creado alianzas, con ¡nadie! Ser un observador de la vida, le había demostrado que tu mejor amigo, tu pareja e incluso tu hijo podía empuñar la daga que te clavarían en la espalda. Pero era nuevo en Paris y si él llevaba el tiempo suficiente estudiando los alrededores, la ventaja que obtendrían sería de mucha ayuda. - Puedes bajar la guardia. Tuve la oportunidad de acabar contigo mientras estabas inconsciente. Así que dime, ¿realmente crees que me molestaría ahora que puedes defenderte? Darius no se movió. Lo último que necesitaba era que pensara que iba a atacarlo.
Darius Argeneau- Condenado/Hechicero/Clase Alta
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Re: ¿Amigo o Enemigo? [Reservado]
Estudie de pies a cabeza al vampiro que hablaba prestándole atención a cada palabras, el odio y la ira crecían a medida que hablaba más el desconcierto se apoderaba de mí. El tenia ventaja siempre la tendría el poder que tenía un vampiro triplicaba y mucho más al de un simple mortal, pero no negaría que bajo mi mano varios habían muerto. Aunque siempre a punto de acabar con mi propia vida. Suspire algo confundido, el líquido aun corría por mis venas y el olor del azufre no me ayudaba en nada. Tosí involuntariamente y una suave sonrisa se posó en mis labios – No has visto nada – mi orgullo iba por delante y aquel vampiro estaba herido… había sido fácil así que no contaba como mérito propio, mi respiración hacia que mi pecho se inflara más de lo acostumbrado, la debilidad humana… Dios como me odiaba ser un simple mortal, solté una suave carcajada e intente moverme hacia el pero mi estómago seguía revuelto, me apoye en una lápida desgastada – ¿Si tu no lo eres quien lo es?... ¿Eres un vampiro… por que no acabaste conmigo cuando tuviste oportunidad?... ahora ya nunca más la tendrás – No me quedaría callado aun cuando todo fuera en mi contra, todo mi ser me lo impedía. Necesitaba alguna especia de líquido, whisky sería la mejor opción… pero qué demonios estoy pensando… apreté mi puño y seguí acercándome al vampiro si ni un poco de miedo.
Te creo - ¿Qué mierda pasaba conmigo? La experiencia hacia al maestro y aquella ya tenía mucha no la suficiente pero la necesaria para saber quién podría ser de fiar y quien no – No me pidas que baje la guardia… porque todo en mi exterior me dice que tú eres una amenaza - ¿Un aliado? Que estupidez, uno como aquel nunca lo pensaría de esa forma pero yo… siempre tenía ayuda cazar en pareja era más fácil y estar aquí en Paris ya era difícil sobrevivir, las muertes sin causa alguna abundaban y los rugidos de las noches de luna solo tenían una explicación. Con el ceño fruncido quedo casi frente a frente a una distancia de algo más que un metro del vampiro. -¿Qué quieres de mí?- si lo había traído acá solo tenía un fin… y eso estaría pronto a saber o al menos eso creía.
Te creo - ¿Qué mierda pasaba conmigo? La experiencia hacia al maestro y aquella ya tenía mucha no la suficiente pero la necesaria para saber quién podría ser de fiar y quien no – No me pidas que baje la guardia… porque todo en mi exterior me dice que tú eres una amenaza - ¿Un aliado? Que estupidez, uno como aquel nunca lo pensaría de esa forma pero yo… siempre tenía ayuda cazar en pareja era más fácil y estar aquí en Paris ya era difícil sobrevivir, las muertes sin causa alguna abundaban y los rugidos de las noches de luna solo tenían una explicación. Con el ceño fruncido quedo casi frente a frente a una distancia de algo más que un metro del vampiro. -¿Qué quieres de mí?- si lo había traído acá solo tenía un fin… y eso estaría pronto a saber o al menos eso creía.
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Re: ¿Amigo o Enemigo? [Reservado]
Habría sonreído sarcásticamente ante el orgullo que destilaba el cazador acerca de sus habilidades, si esos labios fuesen capaces de formar tal gesto. Otro en su lugar seguramente se habría detenido a sermonearle sobre la arrogancia que mostraba ante sus enemigos, pero no Darius. Cada quien era dueño de su propio destino y si el humano se sentía cómodo dándoles caza a los suyos, ¿qué mas daba? Otro par de manos clavando estacas y arrastrando a los inmortales a la luz solar eran jodidamente bienvenidos. La ceja de Darius se elevó lo suficiente que se arrugó su frente. La carcajada de... ¡Demonios! Quizás preguntar su identidad era el siguiente paso. – Tu nombre... Exigió. No era una pregunta. Todo lo que el cazador tenía que hacer era llenar el vacío a lo que sería una frase. El vampiro podía fácilmente meterse en su mente y obtener toda la información que reuniría preguntando, pero si lo que buscaba era que el humano no se sintiera amenazado, la mejor forma de llegar a él era a través de... “Preguntas”, bufó, no muy contento por tener que recurrir a lo único que odiaba con todas sus fuerzas - y no incluía vampiros. Pero la carcajada que emitió profundamente el caballero ante él, no solo dejaba en claro que se reía de algún pensamiento sarcástico, sino que su cuerpo le hacía recordar el dolor por las magulladuras recibidas hora atrás. – No seas arrogante. Estás muy por debajo de esta jodida estirpe a la que me veo sujeto, aun con todas esas habilidades de por medio. La mano de Darius se dirigió a su bolsillo.
– Las oportunidades no existen, las hacemos. El vampiro le reconocía ese temple y por un momento flaqueó, aunque los recuerdos de su vida humana eran pequeños retazos que no encajaban en absolutamente nada, las del humano se le presentarían a él como si fuese el dueño de cada suceso. Esa pregunta golpeaba su cráneo como un martillo. ¿Por qué elegir una vida tan... vacía? Cierto era que no eran los únicos cazadores, pero la fortaleza de éstos siempre era impulsado por un pasado trágico. No importaba que fuera por tradición entre familia, el odio a los vampiros no se transmitía realmente hasta que ellos se involucraban en tu vida. Una vez más, rechazó echar un vistazo a su mente. – No me cabe la menor duda de que ya sabes la respuesta a esa pregunta. La mirada sagaz del humano no tenía nada que envidiar a la del vampiro. Eran exactamente las mismas. Darius podía ver su reflejo en él. – Los humanos no son los únicos que se lanzan a la guerra cuando el crepúsculo llega. Sus ojos destellaron ante la poca distancia que los separaba, sus colmillos se desnudaron como una advertencia de que no podía cambiar lo que era.
FDR: {Un mes después, lo sé. Disculpa la tardanza :/ Espero que aún quieras seguir con el tema, sino lo entenderé... Soy muy lento en los post. Eso sí, tarde pero seguro. Saludos }
– Las oportunidades no existen, las hacemos. El vampiro le reconocía ese temple y por un momento flaqueó, aunque los recuerdos de su vida humana eran pequeños retazos que no encajaban en absolutamente nada, las del humano se le presentarían a él como si fuese el dueño de cada suceso. Esa pregunta golpeaba su cráneo como un martillo. ¿Por qué elegir una vida tan... vacía? Cierto era que no eran los únicos cazadores, pero la fortaleza de éstos siempre era impulsado por un pasado trágico. No importaba que fuera por tradición entre familia, el odio a los vampiros no se transmitía realmente hasta que ellos se involucraban en tu vida. Una vez más, rechazó echar un vistazo a su mente. – No me cabe la menor duda de que ya sabes la respuesta a esa pregunta. La mirada sagaz del humano no tenía nada que envidiar a la del vampiro. Eran exactamente las mismas. Darius podía ver su reflejo en él. – Los humanos no son los únicos que se lanzan a la guerra cuando el crepúsculo llega. Sus ojos destellaron ante la poca distancia que los separaba, sus colmillos se desnudaron como una advertencia de que no podía cambiar lo que era.
FDR: {Un mes después, lo sé. Disculpa la tardanza :/ Espero que aún quieras seguir con el tema, sino lo entenderé... Soy muy lento en los post. Eso sí, tarde pero seguro. Saludos }
Darius Argeneau- Condenado/Hechicero/Clase Alta
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Re: ¿Amigo o Enemigo? [Reservado]
¿Yo arrogante? Aquel comentario me había tomado total y enteramente por sorpresa, mi risa había sido solamente porque no ser por el vampiro que tenía en frente no se me hubiera hecho tan fácil acabar con el vampiro, no era idiota como para atacar a un vampiro recién alimentado ni mucho menos sin tomar ciertas medidas al respecto, siempre les tenia medianamente vigilados, aun no deseaba que mi vida terminara bajo una de las especies que más odiaba en esta vida. Él no me conocía y yo tampoco, solo hablaba de lo que acababa de ver. Mis ojos se detuvieron en el buscando quizás algo más de lo que vagamente podía observar.
Mi cabeza comenzó a procesar todo lo que había ocurrido esta noche, desde el comienzo había sido diferente primero estaba en el bosque, luego había tomado de mi supuesto whisky después de aquello no recordaba absolutamente nada si no hasta que desperté y me encontré en medio de una gran confusión, dos vampiros y uno más extraño que el otro, suspire mientras las ideas se acortaban en mi cabeza – Xavier Sinclair – presentarme no era lo mío, mas por que tras mi apellido venia una gran herencia de cazadores, desde el primer Sinclair hasta yo, no tenía herederos pero sabía que mis hijos seguirían con el gran linaje de cazadores. Entre moje mis labios, el gusto amargo que tenía en mi boca me estaba secando por dentro, claro hipotéticamente porque secarme aún no.
Pensar en lo que él quería de mi era tan extraño como saber los pensamientos de un infante, pero las dudas se aclaraban más con sus últimas palabras que dejaban en claro que los cazadores no estábamos solos en la lucha en contra de la oscuridad – Me causa curiosidad saber por qué tu cazas a los de tu especie, al fin de cuentas eres uno de ellos. Tienes más en común que con un humano.- hice una mueca no de desagrado sino más bien de pensar, necesitaba aclarar ciertos puntos un vampiro cazando vampiros ¡que locura! Aunque tenía más ventaja que yo eso claro estaba, a pesar de que intentaba consolarme de cierta forma aun no me podía explicar cómo podía confiar en uno de mis enemigos naturales no solo de mi sino de toda la especie humana.- Como puedo confiar en alguien que se alimenta de sangre… de humanos – Sabia que también bebían de animales pero según tenía entendido no había como la sangre humana, que los hacia más fuertes y aún más letales para nosotros mismos, las personas comunes y corrientes.
Desconfiar, hasta de mi propia sombra más si estaba en medio de la oscuridad y en plena noche frente a un vampiro que parecía amigable a simple vista. ¿Qué mierda estaba pensando? ¿Vampiros amigables? A veces lograba sorprenderme de mis propios pensamientos, al final me quede en completo silencio tanto en mi mente como de mis palabras.
Mi cabeza comenzó a procesar todo lo que había ocurrido esta noche, desde el comienzo había sido diferente primero estaba en el bosque, luego había tomado de mi supuesto whisky después de aquello no recordaba absolutamente nada si no hasta que desperté y me encontré en medio de una gran confusión, dos vampiros y uno más extraño que el otro, suspire mientras las ideas se acortaban en mi cabeza – Xavier Sinclair – presentarme no era lo mío, mas por que tras mi apellido venia una gran herencia de cazadores, desde el primer Sinclair hasta yo, no tenía herederos pero sabía que mis hijos seguirían con el gran linaje de cazadores. Entre moje mis labios, el gusto amargo que tenía en mi boca me estaba secando por dentro, claro hipotéticamente porque secarme aún no.
Pensar en lo que él quería de mi era tan extraño como saber los pensamientos de un infante, pero las dudas se aclaraban más con sus últimas palabras que dejaban en claro que los cazadores no estábamos solos en la lucha en contra de la oscuridad – Me causa curiosidad saber por qué tu cazas a los de tu especie, al fin de cuentas eres uno de ellos. Tienes más en común que con un humano.- hice una mueca no de desagrado sino más bien de pensar, necesitaba aclarar ciertos puntos un vampiro cazando vampiros ¡que locura! Aunque tenía más ventaja que yo eso claro estaba, a pesar de que intentaba consolarme de cierta forma aun no me podía explicar cómo podía confiar en uno de mis enemigos naturales no solo de mi sino de toda la especie humana.- Como puedo confiar en alguien que se alimenta de sangre… de humanos – Sabia que también bebían de animales pero según tenía entendido no había como la sangre humana, que los hacia más fuertes y aún más letales para nosotros mismos, las personas comunes y corrientes.
Desconfiar, hasta de mi propia sombra más si estaba en medio de la oscuridad y en plena noche frente a un vampiro que parecía amigable a simple vista. ¿Qué mierda estaba pensando? ¿Vampiros amigables? A veces lograba sorprenderme de mis propios pensamientos, al final me quede en completo silencio tanto en mi mente como de mis palabras.
OffRol: Darius, entiendo que todos tenemos una vida fuera de este foro. Mas la tardanza es lo de menos mientras tenga una respuesta puedo esperar mas aun si la espera lo vale.
Xavier Sinclair- Cazador Clase Alta
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Re: ¿Amigo o Enemigo? [Reservado]
Desde que había despertado como un maldito inmortal dentro de un ataúd, Darius no se había encontrado con un vampiro que odiase y juzgase con su misma pasión y severidad ser un bebedor de sangre. No era como si él se detuviese a charlar mientras intentaba dar el golpe mortal, así que... ¿por qué se sorprendía? ¿O porqué pensaba en ello? Cierto era que él se había levantado con una sed inhumana, incapaz de contrarrestar, incapaz de dejar atrás... Los gritos de aquéllos niños hicieron eco en su mente. Había una gran diferencia entre matar por necesidad que por placer. “¿La hay Darius? ¿O es solo la mentira que te cuentas para sentirte mejor con quien eres?” Darius ignoró ese pensamiento como cualquier otro que proviniese de la voz que jodía en su cabeza, concentrándose en las palabras que Sinclair pronunciaba. – Define común, Sinclair. ¿Dirías tener algo en común con un asesino serial solo por pertenecer a la misma especie? Aunque dado tu oficio... Hizo una pausa deliberadamente, su cabeza inclinándose levemente. Desde su posición no se podía divisar la Luna. La furia de Zeus era puesta a prueba, un rayo rompió el firmamento, el zigzag perdiéndose a lo lejos... quizás lo esté sobrevalorando. Devolvió su cabeza a la posición inicial, su mirada penetrando con un brillo extraño al cazador. – Simplemente no puedes. Respondió tajantemente. Darius no podría hacer su trabajo sino se alimentaba de humanos. La fuerza que obtenían de la vitalidad que les arrebataba a ellos marcaba la diferencia a la hora de la batalla. Sinclair lo sabía, no había duda de ello. – Ni siquiera yo confío en mí, ¿así que importa?
Le dio la espalda, consciente de que el cazador podía encontrar una oportunidad y herirlo. Sacó la mano de su bolsillo y giró con agilidad, sentándose sobre una de las lápidas. – Los cazo por una simple y sencilla razón. Sus palabras, fuertes y concisas, dejaban en claro que no había olvidado su primer comentario. – No me dieron elección. Lo que soy. Sus recuerdos pasaron en rápidas secuencias, algunas más borrosas que otras. Su boca formó una sonrisa de medio lado. Cuando pensaba en vengarse, era tan fácil inventarse gestos como aquéllos. – Quizás solo me divierto llevándoles la contraria. Darius raramente se detenía a pensar en porqué los cazaba. Él siempre lo había tenido claro, o al menos empezó a ser claro después de los primeros años. No era tan arrogante como para aceptar que no había cedido a los impulsos de ser un vampiro. Muchas vidas habían perecido por su culpa, era imposible saber cuándo iba a aparecer las ganas de alimentarse. Las voces no era todo lo que le había dejado el vampiro que lo había transformado, había un instinto asesino que no solo tenía que ver con ser un inmortal. – Odio lo que soy, Sinclair y jamás lo he ocultado. ¿Es suficiente para alimentar tu curiosidad? Enarcó una ceja expectante, aquélla era una muy extraña noche.
Le dio la espalda, consciente de que el cazador podía encontrar una oportunidad y herirlo. Sacó la mano de su bolsillo y giró con agilidad, sentándose sobre una de las lápidas. – Los cazo por una simple y sencilla razón. Sus palabras, fuertes y concisas, dejaban en claro que no había olvidado su primer comentario. – No me dieron elección. Lo que soy. Sus recuerdos pasaron en rápidas secuencias, algunas más borrosas que otras. Su boca formó una sonrisa de medio lado. Cuando pensaba en vengarse, era tan fácil inventarse gestos como aquéllos. – Quizás solo me divierto llevándoles la contraria. Darius raramente se detenía a pensar en porqué los cazaba. Él siempre lo había tenido claro, o al menos empezó a ser claro después de los primeros años. No era tan arrogante como para aceptar que no había cedido a los impulsos de ser un vampiro. Muchas vidas habían perecido por su culpa, era imposible saber cuándo iba a aparecer las ganas de alimentarse. Las voces no era todo lo que le había dejado el vampiro que lo había transformado, había un instinto asesino que no solo tenía que ver con ser un inmortal. – Odio lo que soy, Sinclair y jamás lo he ocultado. ¿Es suficiente para alimentar tu curiosidad? Enarcó una ceja expectante, aquélla era una muy extraña noche.
Darius Argeneau- Condenado/Hechicero/Clase Alta
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Re: ¿Amigo o Enemigo? [Reservado]
Le puse la atención requerida a cada palabra que de la boca de aquel vampiro salía, era extraño que aun después de tanta confusión esa noche seguía en pie, con aquel sabor amargo en la boca que no se iba con nada, ¿él tendría algo para beber? Aquella idea se había pegado en mi cabeza, pero como había dicho minutos antes, ¿Cómo podía confiar en alguien como él? Levante mis cejas cuando el hablo sobre común, ni yo mismo tenia respuestas para aquello pero algo sabia no me quedaría callado, claro que no. Me lleve mi mano derecha hacia la frente necesitaba saber que no tenía fiebre ya que el estómago me rugía como una bestia y mis pies estaban más congelados que nunca. Yo querer ser como él o como un vampiro cualquiera ja! Pensé mientras media los pro y los contra de aquellas palabras; no paso mucho cuando mi cabeza bloqueo tan solo tener eso como opción, no, claro que no prefería ser un humano cualquiera que vivir bajo la sombra de la noche – Común… - dije saboreando mi propia saliva – Común es igual a todos – esboce una tonta sonrisa mientras sentía que volvería a vomitar ante los pies de aquel chupasangre – Pero algo tengo que decir, preferiría morir en batalla antes de ser lo que estoy cazando… No todos los vampiros son iguales y ningún otro humano es igual entre si… común cae en el montón que solo viven para alimentarse y matar a humanos sin siquiera medir nada – admitía que ni yo mismo había entendido lo que acababa de hablar pero puesto en un punto muy lejano sabía que algo de razón existía en mis palabras. – Bueno tenemos otra cosa en común, yo tampoco confió en mi – dije como si fuera una de las conversaciones más naturales que pudiera existir.
Mientras el vampiro se acomodaba no aguante más y volví a regurgitar mire el aspecto de lo que había salido de mi interior un verdoso brillante que hizo que todo mi estómago se contrajera, maldecí en silencio por todo aquello ¡Qué diablos me estaba pasando! - Es primera vez que escucho algo así – tenía razón a mi parecer nadie tenía la elección aunque existían aquellos casos que deseaban ser chupasangres. Mi cuerpo lentamente se movió involuntariamente apoyándose en una lápida que me llegaba a la cintura eché mi cabeza hacia atrás y volví a mirar al vampiro –suficiente… suficiente – las palabras de aquel retumbaban en mi cabeza causándome un dolor casi insoportable, estaba siendo un maldito humano vulnerable a lo que fuese que me hubiera sucedido entre dientes y respirando con algo de dificultad, abrí y cerré los ojos varias veces estaba viendo algo borroso – tienes – dije apretando mi puño – algo – trague el de saliva – agua – ¿¡yo pidiendo agua!? Sí que me sentía mal, muy mal el fuego crecía en mi estómago y escalofríos repetitivos corrían por mi cuerpo de pies a cabeza. Claro ahora era un cazador que parecía una niñita, fruncí el ceño intentando poner orden alguno en mi cabeza. Respire profundamente – A pesar que eres un vampiro… cazador – dije con algo de dificultad - Tienes la ventaja que yo nunca tendré – aquellas palabras salieron como si fuera un niño ingenuo que pedía a gritos un poco de ayuda, mi cabeza comenzó a zumbar, sentí un pitido en mi oído y ya no vi nada más…
Mientras el vampiro se acomodaba no aguante más y volví a regurgitar mire el aspecto de lo que había salido de mi interior un verdoso brillante que hizo que todo mi estómago se contrajera, maldecí en silencio por todo aquello ¡Qué diablos me estaba pasando! - Es primera vez que escucho algo así – tenía razón a mi parecer nadie tenía la elección aunque existían aquellos casos que deseaban ser chupasangres. Mi cuerpo lentamente se movió involuntariamente apoyándose en una lápida que me llegaba a la cintura eché mi cabeza hacia atrás y volví a mirar al vampiro –suficiente… suficiente – las palabras de aquel retumbaban en mi cabeza causándome un dolor casi insoportable, estaba siendo un maldito humano vulnerable a lo que fuese que me hubiera sucedido entre dientes y respirando con algo de dificultad, abrí y cerré los ojos varias veces estaba viendo algo borroso – tienes – dije apretando mi puño – algo – trague el de saliva – agua – ¿¡yo pidiendo agua!? Sí que me sentía mal, muy mal el fuego crecía en mi estómago y escalofríos repetitivos corrían por mi cuerpo de pies a cabeza. Claro ahora era un cazador que parecía una niñita, fruncí el ceño intentando poner orden alguno en mi cabeza. Respire profundamente – A pesar que eres un vampiro… cazador – dije con algo de dificultad - Tienes la ventaja que yo nunca tendré – aquellas palabras salieron como si fuera un niño ingenuo que pedía a gritos un poco de ayuda, mi cabeza comenzó a zumbar, sentí un pitido en mi oído y ya no vi nada más…
Off: harás que termine muriendo en el post haajajaja broma, broma ahora creo que yo me demore su resto en contestar.
Xavier Sinclair- Cazador Clase Alta
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Re: ¿Amigo o Enemigo? [Reservado]
La muerte no significaba nada para Darius, durante tantos años se había hecho a la idea de su amarga y jodida existencia. Era un arma para matar. No había cabida para el remordimiento que debería sentir al arrastrar almas retorcidas y pútridas hasta las puertas del infierno. Su profesión como cazador no lo permitía, el hecho de pertenecer a una raza maldita y vorazmente sedienta, le había grabado a fuego la razonable idea de que era un demonio, a diestra y siniestra. Era un ser solitario por naturaleza, ni siquiera podía recordar otra forma de vida, estaba desconectado del mundo, de cualquier ente disfrazada, descarriada, manipulada. Darius era consciente de que una vez su bestia interna se desatara no habría vuelta atrás para él. ¿Establecer una relación con Sinclair era su forma de asegurarse de que éste podría finalmente asesinarle? ¿Se atrevería a confiarle a ese humano su paradero? ¿Era su comodín en caso de que se convirtiera en aquello que cazaba? El Sol no era la única amenaza que se cernía fuera, Darius era plenamente consciente de aquéllos que cazaban a “su gente” cuando eran vulnerables. Ensimismado como estaba, sus sentidos estaban atentos a todo lo que le rodeaba, especialmente en el cazador que se debatía entre confiar o no en él. ¿Qué era peor? ¿Conocer a un humano y verse obligado a alimentarse de él por alguna extraña razón? ¿Tomar la vida de un desconocido? ¿Qué demonios estaba pensando? – Morir en batalla. Muy noble de tu parte, cazador. ¿No crees que esa sería la mejor venganza para uno de mi especie para aquéllos que atentan contra sus inmortales vidas? ¿Qué sentirías si de pronto despertaras siendo uno de los demonios que cazas? La voz de Darius estaba lejos de verse matizada. No era amenazadora, simplemente establecía un hecho, después de todo él mismo había despertado en un vampiro, jah, donde antes solo había leído de ellos o quizás escuchado, se había transformado.
– Me temo que te has juntado con un tipo pesimista. Es extraño, ¿sabes? Hacía mucho que no intercambiaba palabras... Había olvidado lo que era conversar con un igual. Sabía que esa última palabra no era realmente cierta, pero por un momento la fantasía de creérselo era intensa. Se movió con rapidez, usando su cuerpo como punto de apoyo para el humano. - ¿Qué demonios te ha pasado? Maldijo entre dientes. ¿Y había pensado que no le permitía saber sobre su guarida? No tenía opción, no iba a dejarlo a su suerte. Sabía como se sentiría él cuando despertara... vulnerable... tenían mas en común de lo que cualquiera de ellos les gustaría admitir. ¿Qué era de Sinclair? ¿Tendría un lugar al que volver? Seguramente tendría padres, quizás una esposa e hijos. ¿Por qué ponía su vida en peligro? La idea de buscar en su mente era una tentación muy fuerte, poder compartir esos sentimientos que para él eran desconocidos era una compulsión que... No. Darius no se dejaba vencer por el deseo, compartía la idea de que la vida privada era eso. Sinclair decidiría cuándo y qué valía la pena hacerle de su conocimiento. Le cargó justo cuando las nubes se abrieron y dejaron caer un torrente aguacero. La vieja mansión que había adquirido en las profundidades de los bosques, aislada de cualquier otro ser en la redonda, invisible para el ojo humano que no sabía buscar, era su destino. No sabía cómo podría ayudar, pero cuando despertara al menos agua iba a encontrar.
– Me temo que te has juntado con un tipo pesimista. Es extraño, ¿sabes? Hacía mucho que no intercambiaba palabras... Había olvidado lo que era conversar con un igual. Sabía que esa última palabra no era realmente cierta, pero por un momento la fantasía de creérselo era intensa. Se movió con rapidez, usando su cuerpo como punto de apoyo para el humano. - ¿Qué demonios te ha pasado? Maldijo entre dientes. ¿Y había pensado que no le permitía saber sobre su guarida? No tenía opción, no iba a dejarlo a su suerte. Sabía como se sentiría él cuando despertara... vulnerable... tenían mas en común de lo que cualquiera de ellos les gustaría admitir. ¿Qué era de Sinclair? ¿Tendría un lugar al que volver? Seguramente tendría padres, quizás una esposa e hijos. ¿Por qué ponía su vida en peligro? La idea de buscar en su mente era una tentación muy fuerte, poder compartir esos sentimientos que para él eran desconocidos era una compulsión que... No. Darius no se dejaba vencer por el deseo, compartía la idea de que la vida privada era eso. Sinclair decidiría cuándo y qué valía la pena hacerle de su conocimiento. Le cargó justo cuando las nubes se abrieron y dejaron caer un torrente aguacero. La vieja mansión que había adquirido en las profundidades de los bosques, aislada de cualquier otro ser en la redonda, invisible para el ojo humano que no sabía buscar, era su destino. No sabía cómo podría ayudar, pero cuando despertara al menos agua iba a encontrar.
Darius Argeneau- Condenado/Hechicero/Clase Alta
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Re: ¿Amigo o Enemigo? [Reservado]
Las palabras fueron llevas con el viento, escasamente escuche sobre que él había muerto en batalla, su pregunta perturbo mi cabeza que ya estaba al borde de caer aún más debajo de donde me encontraba, no veía nada, no podía distinguir absolutamente nada, despertar como vampiro… hablar con un igual… que estaba escuchando, los ecos se apoderaron de mi cuerpo al momento que deje de oír, en ese momento mi cuerpo cedió a lo que venía soportando hacia un par de minutos, aquello que había tomado que no era agua me había producido esto ¿Qué seria? Sentía como por dentro todo se estaba apagando lentamente, podía oír mi corazón latir con menor frecuencia, respirar me costaba más de lo normal y por más que intente abrir mis ojos no pude hacerlo estaban pegados, mis oídos eran lo que al parecer podían ayudarme no sentía mis piernas mi cuerpo, mi alma se había alejado y el frio me inundo en ese momento. Minutos, segundos… horas, todo estaba perdido entre recuerdos de ese lugar, el cementerio, el vampiro era lo único que recordaba.
Y la pesadez de mi cuerpo me tomaba prisionero, en ese instante mis piernas comenzaron a reaccionar ¿o era un sueño? No, no… yo nunca soñaba jamás lo había hecho por que las pesadillas me invadían, había, hecho que… no me acordaba, mis recuerdos parecían alejados de todo sentido lógico y la tormenta comenzaba a perturbar mi cabeza, mi cuerpo si estaba temblando ¿Frio? ¿Dolor? En realidad no sabía que mierda pasaba, mi cabeza daba vueltas en mi nariz sentía el azufre y en mi garganta algo amargo que me estaba consumiendo no había agua en mi boca, necesitaba pasar de esta realidad, necesitaba respirar como lo haría en cualquier momento. Mis ojos estaban abiertos pegados en una oscuridad inminente no sabía que era lo que sucedía, no sabía dónde estaba la lluvia pegaba contra aquel lugar oscuro, cerré mis ojos, ¿un segundo? Al parecer no, de un salto quede sentado en algo y buscando un punto de referencia no lograba ver aun nada más que nada. – Demonios – salió una voz seca y comencé a toser, no podía parar de toser, hasta que mi garganta ardió, hasta que mi saliva volvió a hacerse presente mi corazón agitado por el hecho saltaba y mi vena en el cuello palpitaba con esa mezcla de miedo y adrenalina – Demonios – volví a decir y sin más me levante de aquel lugar, pero todo volvió a darme vueltas y caí al piso golpeando mi cuerpo la madera sonó y note que mis piernas estaban a adormecidas.
Desesperación, aquello no era bueno – ¡¡Argeneau!! – grite golpeando el suelo con mi puño, ¿acaso estaba pidiendo ayuda a un vampiro? Si, luego habría tiempo de aclarar ciertas cosas, ahora necesitaba que mis piernas reaccionaran como todo mi cuerpo lo estaba haciendo, volví a golpear el suelo y apoyando mis manos sobre en levante mi tronco, era un completo inútil sin mis piernas y como pude intente volver, mientras de mis labios salían las palabras en hebreo de mi juramento a la sociedad de la noche, sociedad de cazadores la que había abandonado hacía ya más de un año, no sabía por qué pero aquello me traía la tranquilidad necesaria. -בשם אלוהים אני מצווה אתכם להקריב לארץ, שם הוא מחכה לך ... בשם רוח האב, הבן ורוח הקודש ... ניחא
Y la pesadez de mi cuerpo me tomaba prisionero, en ese instante mis piernas comenzaron a reaccionar ¿o era un sueño? No, no… yo nunca soñaba jamás lo había hecho por que las pesadillas me invadían, había, hecho que… no me acordaba, mis recuerdos parecían alejados de todo sentido lógico y la tormenta comenzaba a perturbar mi cabeza, mi cuerpo si estaba temblando ¿Frio? ¿Dolor? En realidad no sabía que mierda pasaba, mi cabeza daba vueltas en mi nariz sentía el azufre y en mi garganta algo amargo que me estaba consumiendo no había agua en mi boca, necesitaba pasar de esta realidad, necesitaba respirar como lo haría en cualquier momento. Mis ojos estaban abiertos pegados en una oscuridad inminente no sabía que era lo que sucedía, no sabía dónde estaba la lluvia pegaba contra aquel lugar oscuro, cerré mis ojos, ¿un segundo? Al parecer no, de un salto quede sentado en algo y buscando un punto de referencia no lograba ver aun nada más que nada. – Demonios – salió una voz seca y comencé a toser, no podía parar de toser, hasta que mi garganta ardió, hasta que mi saliva volvió a hacerse presente mi corazón agitado por el hecho saltaba y mi vena en el cuello palpitaba con esa mezcla de miedo y adrenalina – Demonios – volví a decir y sin más me levante de aquel lugar, pero todo volvió a darme vueltas y caí al piso golpeando mi cuerpo la madera sonó y note que mis piernas estaban a adormecidas.
Desesperación, aquello no era bueno – ¡¡Argeneau!! – grite golpeando el suelo con mi puño, ¿acaso estaba pidiendo ayuda a un vampiro? Si, luego habría tiempo de aclarar ciertas cosas, ahora necesitaba que mis piernas reaccionaran como todo mi cuerpo lo estaba haciendo, volví a golpear el suelo y apoyando mis manos sobre en levante mi tronco, era un completo inútil sin mis piernas y como pude intente volver, mientras de mis labios salían las palabras en hebreo de mi juramento a la sociedad de la noche, sociedad de cazadores la que había abandonado hacía ya más de un año, no sabía por qué pero aquello me traía la tranquilidad necesaria. -בשם אלוהים אני מצווה אתכם להקריב לארץ, שם הוא מחכה לך ... בשם רוח האב, הבן ורוח הקודש ... ניחא
[traducción: En nombre de Dios te mando en sacrifico a la tierra donde él te espera… en nombre del padre, del hijo y del espíritu santo… que así sea… ]
Xavier Sinclair- Cazador Clase Alta
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