¿Amigo o enemigo? [Privado]

por **Lisandër d' Istria** Mar Mar 31, 2015 5:59 pm

Apenas unos días atrás, había hecho al parecer, los descubrimientos en los cuales se centraba su vida. La joven no recordaba nada de manera certera, pero de a poco, creía estar recuperando los fragmentos de su vida perdida, aunque en realidad aquello no era más que una vil mentira, tejida con mucho cuidado a su alrededor para mantenerle presa en un lugar donde pudiera pagar por lo que hizo cuando aún era una mujer mimada y consentida. Claro que Yvonne apenas y tenía el recuerdo de su nombre y para cuando el hombre que afirmaba ser su marido apareció frente a ella, la ahora licántropa estaba tan aterrada que se aferro a él sin pensar en si aquello era verdad o mentira. Dio a aquel hombre toda su confianza y le expreso los temores que existían en su alma. Él le conforto, le hizo ver que no tenía porque estar más sola y que ambos, saldrían de todo aquello por eso fue que acepto ir con él y pese a que se decía que aquel era su lugar, para Yvonne existía aún el temor de poder asesinar nuevamente a alguien.

Llevaba ya cerca de una semana en su nuevo hogar y aquel a quien llamaba esposo se encontraba fuera; tan lejos de ella que no era capaz de calmar sus ansiedades y temores, por lo que ella misma se plateo dar un paseo, liberarse de aquellos sentimientos que su esposo le decía que eran inútiles. Presurosa salió esa mañana de su hogar y se dirigió sin demora alguna a los bosques. Estar a solas le gustaba demasiado, quizás tanto como la compañía de aquellos en los que sentía que podía confiar y empujada por la paz que brindaban los bosques, Yvonne busco un lugar donde sentarse a descansar y alejar los malos pensamientos de su mente.

Encontró para su suerte, lo que era el lugar perfecto para lo que planeaba y recargando su espalda en un árbol cercano fue que dejo que las preocupaciones abandonaran sus pensamientos y su cuerpo, hasta que de manera inconsciente y casi de un instante a otro, se quedo profundamente dormida. El tiempo transcurrió de manera tranquila, pero de la misma manera en que había caído rendida, sus ojos se abrieron y se incorporo de manera veloz. Aquella era una sensación muy extraña, algo que le decía que había dejado de estar sola en aquellos bosques y que por lo tanto, era necesario que se mantuviera a la expectativa.
– ¿Hay alguien ahí? – dijo casi gritando, tratando de hacerse ver que pensar que alguien estaba por aquellos lugares era un error. Quizás debía culpar ese pensamiento a algún sueño o a su mismo temor, la verdad es que no lo sabía pero una vez que no recibiera respuesta alguna, se tacharía a si misma de loca y volvería a sentarse y tratar de relajarse, una vez más.