Si la luna fuera generosa (Nicolas)

por **Dana Luminita** Miér Mar 02, 2011 4:46 pm

Su corazón late todavía en la palma de mi mano y la sangre corre como tristeza, mancha la nieve y sus ojos son parte de mi colección, pequeño desafortunado polluelo. Doy una pirueta con la punta del pie, suenan los cascabeles de mi pulcera y si mi corazón no estuviera podrido por la maldad, latería de tristeza, sonrío y canto una melodía, una melodía de felicidad.

El corazón no me sirve, los ojos los coloco en una cajita, azules como el océano, son mis favoritos. El cuerpo inerte de un joven cae a mis pies, lo dejo abandonado en los callejones, con mohín y nieve, desnudo, sin el corazón y sin los ojos; han sido suplidos por dos varas de madera, justo como un ave muerta, ahora volará como las mariposas a su destino, solo debe ser precavido con los grandes árboles de la ciudad.

Mis botas suenan a glamur mientras los cascabeles se mueven haciendo ese tintineante sonido. Me apoyo con mi bastón, sienguiendo los estatutos de etiqueda masculina. Soy un actor, soy un arlequín de lo mundano. Irónico. Escucho los corazones de la gente, el olor a sal del sudor de sus cuerpos, sonrío de forma tétrica, no puedo de otra manera, el maquillaje que uso es de un arlequín en un mal día. Dos hombres corpulentos me escoltan, son mi sombra. La gente se quita a mi paso, siento su temor, es bueno, alimenta, es genial.

Entro al lugar… ¿Juana estás ahí?.. Tomo un lugar como una princesa, ahora mis movimientos masculinos se hacen femeninos, con los más finos modales y clase. Ataviada como un hombre, un catrín de la edad media. Una muñeca aparece de mi sombrero de copa y la dejo a mi lado, es una muñeca vieja vestida de monja, decapitada. Solo observo como un depredador, haciendo música con los corazones, con los murmullos y la música. La gente no se acerca, mi escolta los a parta.

Tal vez el vino, tal vez el hielo, pero nada apaga la sed de Luminita...Vitae vitae vitae...es una melodía que se repite en mi cabeza... ¿Tienes sed Juana?...
-Si la luna fuera generosa, no preguntaría y serviría a mi frente una copa de vino tinto. -le digo al camarero con una sonrisa llena de malicia y regreso a mi posición, mirando con galmour algo que es música para mis oídos-.

por **Nicolás D' Lenfent** Sáb Mar 05, 2011 7:39 pm

Sal, disfruta, goza.Goza todas las maravillas del mundo mira que todo se postra ante tus pies la noche es tu complice "ve", que la noche podra guardar todos tus secretos;Sabes bien que cada uno de tus temores los guarda la luz, el silencio en tus ojos, en tus labios, en tu mente.Nadie podra dominar tus pensamientos "Anda se libre por esta vez".
Todo el mundo transucurria como si fuese un simple abismo al cual le teme encontrar y saber que se enrredara con el.
Antes el era un vampiro que sorbía sangre virgen por las noches y por las madrugadas al mediodía en la cena se alimentaba de vino tinto reunido en su ágora de sombras opinaron que eso era inaudito,¿Pero a quien le importaba eso?. A caso de eso tendria placer.No asi que "callar", que su vida e smas miserable que la vuestra, siempre ignorar era lo mejor y por que no hacerlo hoy. Hoy que el mundo de los malditos vampiros gobernaban los que se sienten tan miserables como yo buscan cosas que ayude a aplacar su dolor. el dolor que a vaces no se aguanta, asi fuese un mueto en vida siempre habra una forma de como matarte por completo donde no puedes sentirte y desear no existir en esa vida.

Todos le miraban aquel loco aquel alucinado podía convencer a los vampiros flojos, esos que liban boldo tras la sangre.Inutiles todo lo querian en sus manos, no vale la pena mirar eso daba hasta verguenza decirles "Vampiros". Aun sentado tomando de su copa de vino, n le importaba lo que pensaran de el. Asi que el creo su propio espectaculo no le importo demostrar lo que era, si fuese por el todos los sabrian sabrian que el es un loco, un miserable, un cobarde que solo quiere desparecer.

Levantandoce a tomar su violin todos le miraron como si estuviese borracho por completo pero nadie se daba cuenta que estaba completamente bien, ni una sola gota de vino podra ponerle borracho. Sonrio con desden ante todos, le agradaba gozar de las miradas, de los miedos que provocaba, disfrutaba de todo eso y es asi como empezo a sonar las melodias mas funebres, con desden se oian y se sentian con un pasivo miedo. De modo que una noche con nubes de tormenta. Cuando por fin la luna pudo asomar sus mas apasionadas luces, era lo mas bello, lo mas hermoso que sentia en ese momento. Acabo de tocar su violin y tomando de su vino, unos pensamientos ajenos se acercaron a el que le llamo la atencion tan solo aquella visita, aquella llegada que le sorprendio. Ordeno que sirvieran otra copa de vino tinto no le importaba que fiese el mas caro solo queria la copa. Tomandola se dirijio en aquel lugar donde se hallaba aquella mujer algo inusual en ese pueblo, en ese lugar. Le sonrio atractivamente como siempre estirando su copa con una reverencia..-Madame aqui esta su orden.Y la mas bella luna esta a su favor.-Rio con locura pero sin mostrar descaro solo por gozar del momento..

por **Dana Luminita** Sáb Mar 05, 2011 11:01 pm

Mis dedos cubiertos con unos guantes blancos se dirigen al centro de mi pecho, desabotonan la levita y me acomodo en aquella butaca de madera con mi momento de música, corazones y murmullos. Son canciones que con los años se hacen familiares y en ocasiones más exquisitas.

Mi lengua relame aquel elixir carmesí que queda en vestigios sobre mi maquillaje de arlequín, con los labios rojos, y ese blanco absoluto, ese negro que cubre mis ojeras y mi apariencia angelical de una mujer que aunque no es mayor, lo aparenta. La locura, se duerme con ella, se nace... ¿Por que perdí la cabeza? ... No Juana. Tú has perdido la cabeza querida. Miro a la muñeca decapitada a mi lado, y me amamanto de los que pasan frente mío, una sonrisa se vuelve a dibujar en mis labios, maligna, disfruto, es divertido.

Se sienten inquietos, mis dos torres, mis sombras, putrifín y mohoso, uno en cada lado vigías de mi merced, su ama tiene sed y solo deseo una copa de vino, para pasar la muerte de mi alma y luego tal vez más vino y más muerte... así es nuestra vida Juana, un alma podrida que se burla de la vida. La soledad es sublime ¿No lo crees Juana? Sin compañía y danzas, solo brebajes de absenta. Siempre estaremos solos.

Y mi mirada curiosa de un arlequín en vela se dirige hacia aquellas manos que le ofrecen una copa. Una de las torres, un hombre altísimo, corpulento, tapa mi paso y solo le pongo una mano en el hombro. Este se quita del camino como si abriera el telón de un teatro. Una sonrisa en mis labios se dibuja, al parecer amable pero se trasforma tétrica.
-Merci Beacoup Monsieur... c’est a plaît -No puedo evitar mirarle y escuchar su risa, con todos los estatus de etiqueta, tomo la copa y asiento de forma educada, me llevo la copa al rostro olfateando el olor robusto del vino y luego, bebo un trago con extrema gracia, un catrín galante con toques femeninos. Tu locura es solo tu sabiduría Luminita.
-Si la luna está a mi favor, entonces no le molestará decir quién es el que trae esta copa a mis manos... Si del vino debemos compartir, será un honor invitarle a que me acompañe esta noche... usted y su acompañante –miro unos segundos su violín– a Juana no le molesta que tome su lugar...–Levanto la muñeca decapitada para dejarla sobre la barra.

por **Nicolás D' Lenfent** Jue Mayo 26, 2011 7:23 pm

Pensamientos, pensamientos, locuras, locuras se posaban a su alrededor como un eco que no paraba de repetirse continuamente, A caso habian dos en aquella mesa?. Miro y aun no podia creer que una dama, una excelente dama la cual fue una especie de desden a ella pero a la vez presentia que serian muy buenos amigos su voz cantarina, sus pensameitnos mas atractivos que alababa tan solo por ser dichosos de gozar con gran pudor. Se levanto terminando su reverencia, mirandole con aquellos ojos tan intensos, tan llenos de oscuridad y ademas de misterio, parecia ver en ella algo que ..Interrumpio sus propios pensamientos no era posible que una mujer, una mujer como ella fuera, fuera tan adorable por dentro y hermosa por fuera, que al fin alguien era como el o al menos en algo se parecian el presentia un gran lazo entre ellos...Mostro una mirada sin igual, como si fuese algo somun, no queria llamar la atencion o que se dieran cuenta de que estaba algo soprendido por ella.
Rio por dentro al gozar mas de sus pensamientos que a la vez fueron pronunciados en voz alta, esas palabras salidas de aquellos labios cual carmin parecian, dulces labios que adoraba el diablo.

Le miro con glamour al cojer la copa de una forma tan sencilla para el pero era mas que eso, y su tomar tan apetitoso que rio aun mas sin decir nada.

Valla, valla. Tenia razon escuchaba dos nombres en aquella mesa el cual solo percato a la dama con la que hablaba, pero al fin Luminita y Juana que era aquella especie de muñeca algo perfecta para si misma, ya que no se podria comparar con nada.

-La luna hechizada por melodias apasionales le mira esperando que usted misma se de cuenta de quien sos el que le trae el vino para compartir ...Le miro con algo de sarcasmo en la mismas palabras pero como siempre nunca podria cambiar por nada, siempre sera asi pese a quien le pesa, A caso alguien pude criticar mas de lo que Lucifer lo ha hecho?...Acudiendo ..-Y digame que le ha dicho la Luna de nosotros?...Cojio a su compañero de la vida y de la muerte, con gran pasion lo deslizo a la otra mano para poder mirar y sentir un poco su presencia. Y como se habia percatado antes, la muñeca se parecia a ella solo que la muñeca era oscura y funesta y ella era un brillar...Tomo vuestra mano inclinandoce para besarle el dorso con delicadeza..-Sos Nicolas D`Lenfent ....Termino su presentacion y solo admiraba aquellos ojos aclamados...

por **Dana Luminita** Sáb Mayo 28, 2011 5:54 pm

Todos los ángeles se revuelcan en sus lamentos y solo nacen blasfemias de sus labios. ¿Estás contenta Juana? Espera... no hay jarabe de cereza, pero pueden haber dulces picantes sobre panes de membrillo. ¿Puedes mirar sus ojos? Yo también, son hermosos, apetitosos, quisiera morderlos. Tienen un brillo extraño, ese brillo que no había visto en mucho tiempo. Me recuerda a los océanos helados, a esos que con el tiempo se van olvidando ¿Te quieres bañar?... Es posible, solo que necesitas encontrar tu cabeza... lo sé, duele, pero para que te preocupas, es mejor no tenerla puesta.

Una sonrisa amable se plasma sobre mis labios, esa sonrisa de un arlequín mal maquillado, sin premura y sin resentimientos de hacerlo mal, sin siquiera importarle lo que diga la sociedad Parisina, mujer vestida de un caballero de época. Reconozco que los pantaloncillos son cómodos, mas cómodos que las fajas, las arandelas, los encajes, la telas brillantes y los demás adornos que no sirven de nada. Un trago de aquel vino llega a mi garganta y disfruto el licor que invade el torrente, me agrada, tal vez bebemos de más, eso hace que nuestra cabeza no se encuentre nunca o solo despierte cuando el sol está besando la aurora y quiere tocarte la cara.

Vuelvo un momento mi mirada cetrina, para mirarle con la intensidad de mis ojos celestes. Le observo los labios al pronunciar cada una de las palabras. Bajo un poco para caer en sus hombros, en su objeto que cuelga, llego a mi copa para ver el líquido escarlata que baila en la copa de cristal y despide ese aroma dulce embriagador. Cada palabra, cada nota tiene un significado y me causa gracia y levanto la copa haciendo un especie de acto de brindis por aquellas palabras que pronuncia el hombre, le agradezco su compañía, pero no digo nada sobre ello.
-El vino se derramará en noches eternas y se danzará sobre copas rotas para compensar un momento en el que se beben los cuentos de una melodía.

Un trago más disfruta mi boca, un trago más de vino y después dejo la copa junto a la muñeca decapitada que su traje de monja presume una cruz bordada en el centro. Asiento ante la presentación y hago una leve ademán actoral imitando a un caballero de época, levantando levemente mi sombrero de copa, también nos mira la gente, porque un hombre está besando la mano de otro hombre.
-Es un placer Monsieur D`Lenfent... y compañía –imito un suspiro con ese movimiento paulatino de hombros, imperceptible, miro su objeto preguntándome si tiene algún nombre, recuerdo a varios violines, varios nombres. Inclusive mi instrumento tenía uno, lo había nombrado el inmaculado Hamelín, irónico. - Las noches me nombraron Luminita... -Miro todos aquellos movimientos de un cortesano y asiento, alargo la mano para tomar la copa con la elegancia que me particulariza y vuelvo a olfatear un momento, le miro mientras bebo un trago más de vino. Dejo la copa junto a Juana la guardiana de elixires de Bacco.
-La luna me contó un relato: La noche borrará las noches en tu rostro y que derramarás aceites de tus párpados. Y tu pensamiento quemará tu frente y atrás de tu pensamiento la memoria. Y entre las sombras nazco como agua que anegan amaneceres. La luna esperaba a que durmieras para despertar y luego conocerme. Y tus ojos nacieron de un relámpago y que de una lágrima nació tu silencio el mismo silencio con el que hablas. Mis tempestades inundaron la arcadia, sin viento, sin mar, sin olas, sin aves, sin bestias. Solo había piedras celestes que se escondían en un bosque. Sin espejos para mirar mi rostro hasta que seguí el rumbo de las melodías, buscando las puertas del más allá, la pulsación del mar a melodía, hasta que llegué a los suburbios donde encontraría un páramo. Escuché el cantar de las hojas y algo me decía que estaba cerca. El viento bebió del viento y movió más aquellas hojas y su lluvia era verde, mojó tus hombros, mordió tu espalda y te desnudó, te quemó y luego te volvió hielo. Fue entonces que encontré la estatua, donde un violín petrificado en tu mano se encontraba, no habían melodías o tonadas que lo animasen, entonces, la luna me contó el secreto... y llevé el otoño a tu nuca con sol y bruma, bajo mi cielo incandescente descongelaría tu cuerpo.

Tal vez el cuento se hizo impersonal, al llamarle de tú, sin ni siquiera conocerle, pero si no fuese así, el cuento no tendría sentido.
-¿Y a usted que le han dicho de nosotros?...

por **Nicolás D' Lenfent** Miér Jun 08, 2011 5:19 pm

Esos pensamientos estaba cada vez mas excitantes, esa forma de hablar, su sarcasmo, su maldita voz era tan sensual aunque no mas que ese maquillaje parecía ser un hombre el cual hacia de esta una tremenda locura, soñar que el fuese un hombre o un niño que jugaba con aquella muñeca, que insolente era pensar e imaginar a gran extremo.

Perfecta noche había escogido para cometer un suicidio, o mejor dicho hacer que la noche temblara de miedo, que se apagaría esa luz y solo hubiera silencio por aquella alma enloquecedora.

La forma en que bebía aquel jugo de cereza, le provocaba, su mirada se posaba en aquellos labios los cuales gozaban de aquella bebida, una gota, una mínima gota se escurría en la orilla de su labio inferior, que seguía su rumbo y deseaba absorberlo, saborearlo para saber que era lo que sentía al tomarle. Si era lo mismo que el sentía cuando probaba el vino además de una especia de droga para el.

Se perdió un poco entre pensamientos. Maldita Juana que no contemplaba el rostro de este demonio que esta a punto de cometer cada pecado en su titiritera. Miserable parecían sus palabras pero que importaba así le gustaba oír los pensamientos, sentir las palabras tal y cuales eran.

Su rostro, un rostro configurado de plena belleza, a pesar de negarse parecía no aceptarse a si mismo como mujer. ¿Por qué?, ¿Por qué la mujer no viste de vestido?. No usa joyas que le hacen verse una muñeca, enseñar el divino cuerpo formado de finas curvas, y aquellas montañitas en donde perdían el camino tan solo con mirarle. ¿Por qué negaba y cubría lo mas bello y hermoso?.

Pero con ese pantalón, esa camisa aun la belleza seguía en ella, “Sencilla pero simple”, Eso era lo único, si que guardaba un gran valor esta dama que se posa frente a sus ojos, y aquella muñeca decapitada, consolando aquella dama perdida en ella.
Sus palabras tan elocuentes, su forma y el don que tenia con la palabra. :-El vino nunca podrá beber una melodía sin mi presencia, ni mucho menos podrá contar la mínima gota danzarina. Le mando un beso alzando su copa para responderle a ese brindis que planeaba sin hacerlo entre pensamientos.

Perfecto, era lo que veían sus ojos, una excelente mujer, pero no debía de nombrar su alma guardada en aquel violín, que jamás revelaría tal nombre. – El claro de luna se oye resonar, tal nombre que palpita sin temor. Luminita, Luminita mujer de la noche, guardiana de espíritus perdidos. Miraba tal muñeca que le causaba curiosidad el de su vestimenta, su nombre, su presencia. Parecía estar enloquecido con aquel cuerpo sin cabeza, una miserable muñeca que no sabía el poder de tal dueña.

Callar, que el poder estaba llamando, estaba dando el verdadero don, estaba reluciendo el por que de su presencia, el por que de tanto misterio.
“Maldita luna”, que hablaba de cierto hombre que conocía, aunque jamás se oía resonar a tal magnitud que lo ignoro, no era el, era desconocido, jamás nadie le conocía, jamás nadie le cancera.

-Temo que no conoce el poder de la luna. La luna descifra verdades no envuelve espejismo que jamás podrán ser revelados. Abrió sus brazos como si estuviese llamándola con su alma, para que se mostrara y viera el verdadero saber, pasión por la luz lunar, por la pasión lunar, por la intensidad de la noche con luna. Cerrando los ojos sin importarle si le viesen, solo se dejo llevar.
-Mi propia alma la persigue, la siente venir, esta muy cerca, muy cerca que su luz irradia a tal mujer con una gran virtud, me alza con su luz sintiéndome libre grandioso. Mi hermosa luna, la guía de mi vida os dice que un alma inquieta, altiva y orgullosa, una pensadora atormentada, poeta suave y exigente al mismo tiempo, hizo suya la concepción de la pasión enunciada.

Detecta una niña perdida entre delirios y sufrimientos. Una niña “perdida llorando” pero “feliz en el cielo con los ángeles” y “viva en la tierra con su alma”. Que había vuelto el cielo de la luz casi a un mismo punto, cuando surgió por vez primera ante mis ojos la gloriosa señora de mis pensamientos, el cual nombre desconocía, le decía “Luz”, mi luz . Pensaba que era la luna en forma del cuerpo de una mujer, le miraba sin entender, parecía ser un amigo querido el cual no sabría si el cielo o el infierno lo alejo de mi, sentía que aquella luna era el, era el pero al sentir el mundo de nuevo fantaseaba, puesto que no había nada. Era solo la noche y la luna soñada.
Pero no era un sueño, todo era real, era una mujer escondida en la luna, ocultaba su belleza por temer ganarle a mi hermosa luz, una luz que cela quien le mira, que llora cuando la niegan.

En aquel punto donde el espíritu de la vida que habita en la cámara mas secreta de su cuerpo, muerto comenzó a temblar con tal fuerza, que repercutía tremendamente en los últimos pulsos y temblando profirió estas palabras: La pasión se apodero de mi alma y tan pronto esta se desposo con el empezó a tomar sobre mi tanto dominio y tanto señorio, por la virtud que mi imaginación le prestaba, que me agradaba hacer su voluntad en todo. Me ordenaba muchas veces que tratase de ver aquel Ángel, tan joven, por la cual lo anduve buscando con frecuencia en mi niñez y me parecía de tan noble y distinguido porte acompañada de un alma guardada en un pedazo de trapos.
Abre los ojos. Me decía la luna y la niña escondida entre sus brazos, los abrí en un oleda, en los truenos que se ajuntaron al cielo destrozado, llevándome ante una majestuosa presencia, de tal dulce genio y sensorial virtud. Y le preguntaba que era lo que la luna le decía pero siempre fantaseaba. Perdido y enloqueciendo. Pues usted era la luna. Usted era la luz que pedía a gritos que apareciera en el silencio, en la noche acompañándome en pleno delirio.

Sonrió entregándose por completo a la radiante luz que veía, mirándole sin saber el por que el silencio dominaba el territorio, y pensamientos brotaban pero de alegría y unos de tristeza. Pero el único que le interesaba era el de ella, ella y su bendita luz radiante.

por **Dana Luminita** Vie Jun 10, 2011 4:46 am

Es un laberinto Juana, uno donde quieres perderte todas las noches con luna, y luego sales donde hay una cascada y caes en un abismo hasta despertar sobre la roca. Bebo un trago más de vino, saboreo ese sabor afrutado y añejo, la copa espera sobre esa barra de madera y mármol. Las torres solo son torres que resguardan mi presencia, sin necesidad alguna, pero ahí están ese par de humanos que solo son fieles sirvientes de Luminita.

No dice el nombre de su violín y lo respeto, puede ser un hombre o una mujer que está guardado ahí como un espíritu, como una quimera etérea, que su música se vuelve palpable con cada nota que gime en sus melodías. Sonrío con levedad ante lo que dice de la “guardiana de los espíritus perdidos” Mi maquillaje se marca sobre mi rostro con ese toque sombrío. Sigo su mirada y observo esos ojos cetrinos llenos de misterio, se dirigen hacia ti Juana, ¿Los ves? Son dignos de mi colección, ojos, quiero adivinar su iris, podría leerlos, estudiarlos largo tiempo en silencio o escuchar el sonido de Hamelín aun mirando y poder sacar de ellos varios relatos... Saluda Juana, levanto la mano de la muñeca de forma teatral haciendo un saludo con aquella manita de porcelana, como si fuese un títere.

Solo observo y escucho cada una de sus palabras, parece una historia, me gustan las historias. Todo aquello me trae recuerdos, las lunas y el océano oscuro con grandes olas agitadas, frío, distante, atrayente. Alguna vez me quitó el sueño, un sueño efímero que solo me hacía pensar en todo lo que tengo prohibido por mi padre, no se habla de ello, no pensamos en ello, silencio. Todo es silencio cuando esa palabra se atraviesa en nuestra cabeza o en nuestro podrido corazón, no tenemos conciencia, nuestra no vida solo está llena de banalidad, se alimenta de lo que no somos y nunca seremos, así es nuestra vida Juana... así debemos seguir en este mundo que no nos pertenece.

La luna la conozco bien, su poder. La luna dice verdades y mentiras. Tiene pasión, esa pasión que desborda por cada uno de sus hijos de la noche, los que caminan en la oscuridad, nos abraza, siempre nos abraza aunque no esté su brillo en nuestros senderos. Suspiro, mi suspiro es profundo y sigo observándole, observando sus gestos cuando habla, mirando sus labios como se mueven cuando relata. Como son sus movimientos actorales. Me pregunto si es actor, todos tenemos un poco de actores o actrices, todos tenemos un poco de locos unos más que otros, pero siempre estamos ahí, con esa cabeza llena de cosas que son una marejada que se agita en tormentas.

Entonces, todo se fue modelando con las palabras y parecían notas de una melodía, me guía su voz, me guía todas aquellas metáforas que parecen hablar de nosotros, aunque en sí, parece un adivino ¿Es un adivino Juana? Hay muchos aciertos y desaciertos, en sí, muchos aciertos de lo que pudo ser en mi vida mortal, la suya, ¿Era la suya?.. .y en esta vida todavía se va desglosando... Me sorprende con sus palabras, y puedo sentir una picazón sobre mis mejillas, un momentáneo color sonrosado se oculta bajo el blancuzco maquillaje. Es mi buena alimentación vampírica, me gustan las historias, me gustan sus historias.
-Entonces... fue nuestro camino...la pasión y el brillo siempre hacen una mancuerna para forjar deseos... ¿Cuáles son sus deseos?... ¿Cuáles son sus sueños?...No, no tiene que decírmelos. Siempre están presentes cuando nos ocultamos en las sombras nocturnas, cuando no hay luna, ella nos bendijo y nos maldijo al mismo tiempo...la sed, el fuego y la noche... y caminando en esa noche, con luna, nos encontramos en un lugar simple, donde no importa nada, donde decidimos que esta noche acabará el mundo y seguimos bebiendo, una copa de vino y contando relatos... no es común encontrar vampiros como usted en los senderos de Luminita, es un placer poder haberle encontrado...

Levanto la copa y bebo el resto del vino. Juana hace una reverencia y choca la copa con su manita.
-Quiero conocer más de sus relatos, quiero llenarme de esa pasión que tiene en su piel... podríamos intercambiar si usted lo desea, un relato por otro relato o solamente dejar fluir aquellas palabras que nos llenen... al menos sabremos que esta noche no estará vacía y si usted lo desea podemos hacernos compañía, con más vino, con más palabras, con más pasión y baños de luz de la luna llena.

por **Nicolás D' Lenfent** Lun Jul 18, 2011 2:21 pm

Hermosas mujeres, hermosa compañía, hermosa noche que se veía en sus ojos bailarines, en esa mirada que cubría la tierra tan solo con sus pupilas que veían pasiones guardadas, pasiones que aun no serán reveladas pero que esta noche saldrán a la luz de la luna. Como la muñeca muerta para todos pero viva para mi ¿Viva? Termino que desconozco pero enfoco al mundo, ¿Vida? Que veo muy en el fondo de su alma Muñeca muévete, sonríe, habla el se imaginaba todo lo que pedía pero será ¿real?

Que mas das locura, estoy loco pero este mundo jamás se verá como yo lo veo, como se guarda bajo el manto de mis ojos, bajo mis pensamientos e ilusiones confundibles, bajo el poder de la destrucción de mi mismo. Este es el mundo real, no hay otro mundo en otra parte, en otro lugar. Solo será Juana y yo hablando, intercambiando pensamientos oscuros, sombríos. Juana permíteme ser tu guía, el guía que te lleve a ver mas allá de lo que ves ¡Ven! Vamos ¡Ven! Conoce mi mundo, tu mundo. Lleno de sorpresas. Deja que tu compañera Luminita sea la que nos guie, la que nos enloquezca mas. Ambos sabemos que dueños no existen, todos son solo compañía. Perdiéndose en Juana, Juana, deja ver tu rostro, deja verte mientras me saludas, deja que este demente sea la causa del por qué esconde tu rostro.

“El poeta maldito” se alejo de sus deseos, de sus peticiones cuando se oyeron resonar oraciones divinas, melodías guardadas en la mente. En esa mente divina, Luminita deja leer tus pensamientos compartamos esa sensación juntos. ¿Juntos? Con el alma, con el alma guardada en la luz, aquella luz inevitable, esa luz que es difícil encontrar.
Juana sigue, sigue de nuevo mi mundo se florece ante tus pensamientos. Me imagino tu mundo, me imagino tu belleza, eres hermosa. Hermosa. Juana ¿Me escuchas?..Escucha mi cantar, mi demencia por tu compañía.

“Esto era imposible pero no imposible” revelar secretos, podre hacerlo si sigo cayendo, envolviéndome en tus palabras. Podrás saber el nombre, mi alma del violín pero esta noche no. Esta noche solo estaremos perdidos, soñando e imaginando la belleza de cada uno.
La mirada se desviaba a Luminita, en algo que compartía en ella eran esas historias que revelaban los secretos de uno mismo. Disfrutando de su voz, de su hermosa voz que se escondían en las palabras que le opacaban. Luminita deja que los ¿Deseos? Se revelen por sí mismos, ambos sabemos nuestros sueños Esos ¿Sueños? Que nos dejan escapar del mundo, viajar a las estrellas mientras el viento nos lleva. Común, nada es común mi querida Luminita al igual que usted mi sendero se dejo ver ante sus ojos por fin. ¿Placer? Es el que me deja usted al seguirla contemplando. Decía finalizando con seducción en esas palabras, haciendo el mismo ademan de ambas damas, el alzo su copa y de igual manera, de igual movimiento bebió, bebió con un dulzón guardado.

Usted pidió y usted tendrá, déjeme soñar mientras usted habla, mientras Juana permanece quieta, mientras ambos nos miramos a los compas de las melodías hechas por nuestras encantadoras voces ¿su voz?, sabía que tiene una voz confundible con melodías. Que mas da de esta noche, esta noche nos ha querido juntar para permanecer juntos mientras los vacios se llenan. Extendiendo la mano para pedir mas y mas vino....

Spoiler:

por **Dana Luminita** Mar Jul 19, 2011 1:56 am

Por unos momentos observo su mirada y me pregunto sobre sus pensamientos. ¿Qué dice Juana? ¿Lo escuchas?... ¿Puedes decirme qué está pensando? El silencio a veces atraviesa atmosferas desconocidas y esta es una atmosfera demencial. ¿Jarabe de cereza? ¿Te duele la cabeza?. Mis ojos azul como un océano tormentoso miran con curiosidad a Galathea... me pregunto si se llama Galathea o se llama Apolo... Tal vez él es Pan, el sátiro... ¿tú crees Juana? Se perdió de la arcadia y ahora camina en este mundo real buscando vino de una bota y buscando, buscando, música y palabras para complementar sus placeres. ¿Cuáles serán sus placeres? Tiene razón y asiento ante lo que dice, los sueños solo son efímeros Juana, si el mundo los abraza, se vuelven pesadillas, me gustan las pesadillas, son geniales, ¿has escuchado cuando gritas en las noches? sí, lo sé.. a tí no te gustan las pesadillas, es que siempre recuerdas cuando perdiste la cabeza.

Su sonrisa se curva garba sobre la comisura de sus labios, ¿Es una sonrisa o es un gesto?... me gustan sus ojos Juana, ¿Adivinas el color?
-Brindo por ello... –una copa vacía, bueno, al menos casi vacía porque la observo unos momentos antes de llevármela a los labios y beber lo que resta. Sé que es bebida de los mortales, pero me gusta ese sabor dulce y amargo... embriagante... solo emite ese escozor en la piel y en el pecho y si bebes mucho te saca algunas risas... –... Se me ocurre algo mejor Monsieur D`Lenfent... -No le detengo ante que pida el vino y me pongo de pie unos momento con elegancia y alargo la mano, tengo unos guantes blancos que cubren mis dedos largos. -Bailemos... -Hago una reverencia levantando un poco mi sombrero, mi cabello rubio cae sobre mis hombros que tiene unas mechas rosadas extrañas para esta época... mis botas rojas de gamuza no evitan mostrar mi naturaleza, un arlequín, suena el tintineo de mi pulsera de cascabeles, espera Juana, espera, que pronto tomarás tu jarabe de cerezas. Choco mis talones y me incorporto para esperar un momento, no importa si no están tocando alguna música, podemos inventar alguna con una ilusisión... –La voz podrá fluir en los sueños dentro de mi cabeza... ¿Escucha? –Pongo el índice en la sien- Aquí es donde están las voces... pero aquí –toco el centro de mi pecho- está el alma que se perdió hace cinco siglos. –La música solo la podemos escuchar ambos, nace de algún punto... ¿La escuchas Juana? Es tu favorita... Miro directamente a sus ojos, ahora sin adivinar su iris, sino percibir el color gris que las luces sombrías me dejan mirar, sus mechas de cabello que caen sobre su rostro...una pregunta nace ¿Quién eres?...

por **Nicolás D' Lenfent** Miér Jul 20, 2011 4:12 pm

Bajo el arco de la vida que se escapa en el murmuro de un alcance siniestro, Juana no reveles aun estos secretos, solo se mi portadora de deseos guardados, No sigas mirándome así, si Juana Luminita no debe de saber aun que estoy enloqueciendo, que estoy loco. Que he perdido la cabeza sin razón alguna, no me veas así Juana aun sin ver tus rostro siento tu mirada. Me haces perder la mirada. ¿Sabes te digo un secreto? Puedo saber que piensa luminita, si si se que piensa, soy un demente que lee mentes, que gracioso verdad Juana, pero así es, Te compartiré secretos pero no es tiempo de hablar es hora de seguir, seguir escuchando a Luminita la poeta perdida entre sueños e ilusiones.

Ahora siento que el terror y el misterio guardan el santuario, sigue luminita puedo escuchar sin que me pidas. Pesadillas, sin pesadillas no soy nada, las pesadillas me han dominado soy parte de una y veme ahora estoy haciendo una pesadilla para ti. Sonreí ante ese brindis, un brindis glorioso y gustoso. Al ver como mi copa ha sido llenada por mas vino el placer fue todo mío- Brindad por todo...Bebí, bebí el vino divino, la más deliciosa aparte de la sangre, una adicción completamente sana. Pero pedir más vino, mas vino para seguir hablando, para seguir celebrando bajo el manto de las uvas que guardan en ese licor.

Hermosa, hermosa, le miro haciendo su ademan de levantarse y en seguida hice lo mismo por cortesía, le mira examinando su belleza, sonreía por dentro pero mi rostro guardaba todo. Sus delicados cabellos, suaves y dulzones al admirarlos, su presencia oscura solo era un espejismo que nadie se atrevía a desafiar y yo he visto aquí a toda una dama de realeza, una dama que vale el trono de cada rey mientras saluda a la gente con su manto cubierto de cenizas. Tome su mano mientras llevaba la mano derecha adentro, todo un caballero correspondiéndole la reverencia, tomándola mientras el mundo desaparece de nuestras vistas, la música se oye resonar, melodías divinas mezcladas de pasión y movimiento sensual. Llevando mi mano a su cadera atrayéndola más a mí mientras damos y damos vueltas, veo el cielo estrellado girando hacia nosotros, siento deseos de seguir volando mientras escucho sus peticiones. No hable solo el momento me dejaba ir al mundo perdido que aun no sé cómo era el camino. Te escucho Juana, ¿Puedes oírme?, le miraba y aun esperaba sentirla, sentir sus palabras, las melodías hechas.

por **Dana Luminita** Jue Jul 21, 2011 6:07 pm

Es el ensueño oscuro donde habitan las hadas que solo creen en pesadillas. Los sueños se quedaron encerrados en los calabozos de las montañas rojas, donde la bruja es liberada de la piedra por un incauto guerrero, escapa, revela todos los cuentos de terror que corren por la arcadia acuchillando la luz. Las pesadillas dominan, el invierno y la oscuridad. No hay más luz... toda la luz se la devora la bruja en su desayuno. Somos esclavos de la oscuridad y danzamos ante el mandato de la magia, de la ilusión de la música que en un, dos, tres... los ritmos nos llevan a liberarnos. La bruja no existe, los seres oscuros la atraparon de nuevo con su sangre y reinaron con sus pesadillas la arcadia... ¿Lo recuerdas Juana?... ¿Qué te devuelva tu cabeza?... Es mejor así... la locura no sanará si te regreso la cabeza... hoy quiero deleitarme con sus ojos, me gustaría beber de sus ojos, tiene bonitos ojos... me gustan sus ojos... son dignos de mi colección.

Su aroma es una danza que nos lleva a un lugar que conocemos realmente, entre estrellas y voces que acarician la noche. Con mis manos sobre sus hombros sigo los pasos. Tal vez en esta noche te bañes en un océano Juana... ¿recuerdas el mar? A veces creo que lo olvido. No me hago más preguntas de quien es. Solo quiero bailar y seguir sus movimientos al compás de la melodía imaginaria, no hay más mundo el que nosotros nos inventamos, un mundo que se pierde en nuestra cabeza.

Ding, Dong... Es solo un cuento de hadas Juana, uno donde la oscuridad nos esclaviza a las creaturas de la noche ¿Cuánto tiempo me he perdido? ¿Cómo llegué a perder el rumbo? ¿Cuando me di cuenta que nunca sería libre? Todas esas respuestas te las contaré después Juana... pero siempre las sabremos... siempre. Su cuerpo es cálido a pesar de ser un bloque de mármol junto al mío, se amoldan las siluetas en la danza que despierta otras pesadillas, las que se esconden debajo de las rocas.

La música se detiene y la danza con ella. Solo un movimiento nos separa y regreso a esa atmosfera de bar, algunos ojos nos observan y no me importa. Me causa gracia y sonrío.
-¿A dónde nos llevará la noche?... las corrientes se agitan con el viento... las palabras y la música... ¿Puede sentirlas?... –bebo un poco de la copa que se llena del licor dulce que las uvas fermentan. ¿Por qué es tan callado? ¿Qué es lo que pasa por su cabeza? ¿Puede escucharme? Mis ojos se fijan en el buscando un atisbo de respuesta... ¿Juana puedes escucharle?...- Cuando las almas se pierden en la noche, no se encuentran, se buscan otras venas que nos den la fuente de la sangre... –la copa descansa sobre la barra- ¿Cuántas barcas tomó para llegar a la orilla de la playa?...

por **Nicolás D' Lenfent** Jue Jul 21, 2011 8:43 pm

¿Me embriague de aquel vino de miel? Ese capullo lunar que las hadas recogen en copas de Jacinto, los lirones. El mundo se desvanece mientras sus voces se preguntan demasiadas cosas, dudas, respuestas todo en un solo pensamiento, Para Luminita, no sigas me mareo al oírte, oírte es mi alma que se desciende mientras creas mi mundo, el mundo solo que un día pensé que nadie lo vería, pero tú, tu describes con lujo y detalle mis maravillas que anhelo, solo tú has podida descifrar mi propia alma guardada entre palabras y miradas que aun sigues buscando.

Soñando lo que describes, soñando e imaginando lo que piensas es divino, me haces elevarme más alto mientras sigo el paso, tu danzar es exquisito pero aun falta algo, falta el sonido, Ya no escucho nada, ¿Qué pasa?, se desvanece mientras deseas mis ojos. Míralos jamás los obtendrás, solo podrás verlos ahora y después en tus sueños recordándome, Preguntándote si era solo un sueño, todas las noches seguirás haciéndote la misma pregunta encerrada con estos divinos ojos, enloquecerás por verme por seguir esta mirada. ¡Si Luminita sueña, sueña!

Siempre pierdo la cabeza de ahí para allá, de allá para ahí, un mundo que no retrocede, pero que siempre se muestra abrumador al principio pero delirante al final. Puedo saber que solo tú has conocido mi mundo y lo he sentido en tu presencia en tu danzar. El tiempo jamás se cuenta, somos inmortales la vida es plena sigue, sigue que el tiempo jamás dará inicio así como jamás habrá final.

Desaparecemos y la realidad se avecina, sonrió al saber que esto ha acabado. Mientras habla, mientras bebe le mira aun sin decir nada solo disfruta de sus palabras perdiéndose en ellas, riendo por dentro, riendo por fuera, asiente con la cabeza para responderle que puede oírle, puede escuchar todo lo que piensa, lo que tiene en la mente despejando cada detalle de ello.

-Ven conmigo, solo tú has podido oírme alma inmortal, suelo amar a la noche invernal vagar por la noche sin testigos, Ven, camina conmigo no hace mucho existíamos pero la muerte ha robado nuestra compañía. Termino en susurros en aquella oreja que solo disfrutaba del roce del viento que soltaba, sonriendo volvió a su lugar, estando enfrente de ella para continuar su partida.
-No reclames mi presencia puedo revivir luego de muchos años….Termino estirándole su mano para el camino de dos almas enloquecidas…

por **Dana Luminita** Vie Jul 22, 2011 1:35 am

Los segundos parecen caer como copos de algodón sobre la atmósfera y me apoyo sobre mi bastón que tengo a un lado. Descansa un momento mientras Luminita danza y bebe. Me gusta el conejo diabólico de mi empuñadura de plata la observo unos momentos y las torres que están ahí para cuidar la ironía de mi existencia vigilan como lo que son, un par de humanos que me persiguen como sombras. La copa se vacía con el tiempo y con aquellas melodías que solo abruman la cabeza.

Mi mente es una hoja en blanco, mis pensamientos se bloquean. Se queda el vano de los sonidos de un piano lejano y la voz de Juana solo se escucha como niña que tatarea nanas en el fondo, busca, busca su cabeza. Solo son unos segundos mientras le observo nuevamente, estudiando sus movimientos, gráciles, actorales, llenos de garbo. Mi maquillaje seco sobre mi rostro se deforma con una media sonrisa, las marcas que surcan mi rostro como leves lágrimas se mueven con mis gestos. Puedo ver sus dedos de sus manos subiendo por sus brazos hasta sus hombros, llegar a su barbilla y observar nuevamente a esos bellos ojos que me encantan. Nada... sigue la música del piano en mi cabeza disfrazando mis pensamientos. Solo es un Juego donde Juana es la protagonista, la voz de Luminita está apagada. Cierro los ojos al escuchar su voz y alargo mi mano, tengo puesto los guantes y desenfundo uno a uno mis dedos, tomo mi tiempo para desnudar ambas manos. Tomo su mano y en ese momento la voz vuelve.

Se escucha el romper de las hojas en blanco y el sonido de una flauta... ¿Juana estás ahí?... mis pasos se adelantan para sentir el tacto y acompañar un alma errante. ¿Estás segura?... ¿No dices nada? Solo queda recorrer el desierto, mi mano acomoda el sombrero de copa y mis pensamientos fluyen, demenciales como marejadas azotando sobre rocas... no importa el camino, no importa la ruta, el destino o las palabras, solo resta seguir el sendero de la noche, voy a donde nos guie la locura.

por **Nicolás D' Lenfent** Vie Jul 22, 2011 12:05 pm

Sentimientos guardados por el olvido, aun puedo escuchar locuras que me están haciendo enloquecer mas ¡La música! Sonreía su alma al oír el piano interpretarse en los pensamientos de Luminita ¡Sorpresas! Me has dado una idea mi quería Juana hare que encuentres tu cabeza en mi teatro, hare que seas tú aquella muñeca perdida en busca de tu saber, de tu esencia de niña, hare que vuelta tú rostro para verte llorar, reír jugar. Querer ver tu rostro. Qué te parece una obra teatral, es hora de que el libreto este lleno de palabras, que las hojas en blanco estén llenas de pasión por narrar, por describir. Esto hará que mi público desee saber ¿Quién será aquella muñeca inocente que ha perdido la cabeza? Como este demente que aun no deja su locura guardada. Tendré que poner las manos en marcha volver a construir sueños rotos que serán construidos de nuevo.

Encántame, adorméceme y consúmeme con tus deliciosas palabras, déjame arrebatara esa inocencia mujer al igual que tu fiel muñeca, quiero alejarme en tranquilos pensamientos, quiero desaparecer mientras te miro, no deseo leer mas tu mente esto me está haciendo delirar por completo, aun sigo soñando que el mundo es color de rosa con tu compañía. Alivia mi mente enferma, adorna mi lecho, con tu poder libérame de este dolor, hazlo rápidamente aunque no consumas mi fiebre de locura.

¡Hermoso! Bastón. ¡Maldición! Inmensamente hermoso como aquel imbécil que demostraba interés en mí, como aquel hombre que creía conocer y veo que no solo me deje llevar por sus deseo, por su idiotez que me hacían pedir verlas y ayudarle. Sentirme necesitado por alguien y veo que no fue así, pasado, sueños, recuerdos solo eso son y serán siendo.

Desviar la mirada en aquel paso, tomando mi divino violín. Mi ánima abrazada de mí. Con Luminita desapareciendo de aquel lugar, del bar que nos hizo encontrarnos. Ambos sujetado de una sola mano, alguien nos abría la puerta y eso fue hermoso, riendo, solo se libero el aire que soplo en nuestro rostro, la intensa noche nos cubría por completo, dirigiéndonos a lo más oscuro, a lo más lejano

Nuestros caminos eran el mismo, estando bajo el arco de la muerte, donde pasa desapercibido el amor y la vida, sintiendo el terror y el misterio guardando en esos santuarios viendo la belleza en un trono. Con que pasión liberable me hechiza esta noche, como la noche que transcurre a la llegada de mi partida. Mirando a Luminita mientras seguimos volando, desapareciendo juntos, nuestra presencia no sura ni un segundo, el tiempo no existe, la noche se alarga, es hora de cometer travesuras…

por **Dana Luminita** Vie Jul 22, 2011 9:15 pm

No me olvido de ti, aquí estás conmigo, en todo momento, desapareces de la silla y ahora estás guardada en mi sombrero, miras sobre mi cabeza y puedes sentir el mundo como yo lo siento. Juana eres la única junto con Hamelín y Martín que me han acompañado desde que todo empezó, desde que besé la aurora de la sangre. Continuamos caminando a un mundo que no conozco, las sombras están detrás pero no molestan, no puedo evitar que ambos humanos me sigan, es una maldición de mi padre... aunque solo quiere protegerme con su insana ironía al alfil.

No puedo pensar en nada más que no sea aquella melodía de piano, la voz de Juana que juega sobre su taburete, ahora sentada balanceándose sobre un sombrero de copa, desaparece en el fondo para hacer sus actos de presdigitación, sacar las cartas, las monedas o los dados... ¿Qué es la noche?... ¿Qué es el tiempo?... solo hay que mirar en una sola carta.

Mis pasos acompañan a mi bastón encantado por los mancillantes incisivos de mi conejo diabólico. Su aroma se mezcla con el viento nocturno dejando aquellas orquídeas frutos del bosque se peguen a mi piel, su aroma no lo conozco aun lo adivino, puede ser maderas o lavandas, flores de naranja y miel. Es estilo, gracia, mis pasos con mis botas rojas que marcan un paso lento, seguido de su tacto, le miro un momento, preguntándome donde vamos. Le miro unos momentos sonriente y con una chispa cetrina que se despliega de mis ojos. ¿Puedes escucharme? Entonces mírame y dímelo, no tienes que hablar, no tienes que hacer algún gesto, lo sabré solo con un parpadeo. Si no puedes escucharme, entonces seguiré en tu silencio. Me gusta tu silencio, enloquece, no me molesta. ¿A dónde vamos? ¿Al fin del mundo? Encontremos al demonio y desayunémoslo.

por **Nicolás D' Lenfent** Dom Jul 24, 2011 12:34 pm

El aire era silencioso parecía ser omitido por alguno ¡Divino! Era lo que podía oír en ese preciso momento, solo podía oír el sonido de la noche muda, los pasos a pesar de ser marcados con velocidad no se oían, era una especie de intuición solamente de nuestra presencia. ¿Volamos? Pareciera que si aunque aun solo desapareciéramos en unos momentos, nada era eterno solamente lo eterno era el cuerpo que se quedara tal y como esta justamente ahora bello, joven y sin sufrir… ¿A caso esto es la maldición? Ahora comprendía el por qué tantos hombres, tantos vampiros solo se preocupaban por el mañana, por lo que sucederá en toda su eterna vida, pero por que hacerlo si puedes hacer lo que te plazca. Desafiar las leyes, leyes, leyes, orden que mas da podremos ser nosotros nuestros propios jueces de nuestras vidas. Sé que nadie lo toma así pero al menos que esto valga la pena.

Desvié la mirada a Luminita, ¡Quieres saber! Entonces entérate de todo, entérate que te escucho, entérate que soy muy poderoso por ser cautivo del a soledad, de que nadie puede lastimarme ni con una arma. Le sonreí para que sintiera la respuesta, Si, Si, Así es Luminita además de ese don tengo más pero solo será un secreto. Puedo jugar a ser un marioneta pero no me gustan esos juegos. Me gusta saber que la gente se aterra en cuanto a sus pensamientos. Sé que es incomodo pero eso me alaga saber y escuchar es hermoso poder reírse de uno.

El tiempo se había detenido, nada avanzaba en ese lugar así como nosotros nos quedamos parados en ese lugar hermoso donde se podían ver las estrellas bailar, el cielo nocturno ¡Magnifico! Galileo, Aristóteles y demás grandes filósofos eran esplendidos de tanta belleza, su belleza era esa sabiduría pero ahora ni nada de ellos podían seguir contemplando esto. Sabiduría para que se necesita cuando eres un vampiro.

Un vampiro podía ver las cosas fantasiosas, grandes tesoros eran. Dando un gran salto para poder subir a aquel árbol que se hallaba, ni un segundo duro y estaba justamente arriba sintiéndome como un pájaro libre, ¡libre! Por ser parte del mundo, ser parte de esa magia que guarda esta noche. Desvié la mirada a Luminita y a Juana esa muñeca hermosa. Brindándoles mi mano para que me acompañaran, solo espere, ella me miraba pero no decía nada.

-Vienes…Le mencione con encanto contemplando sus ojos brillosos donde podía ver reflejada la luna en ellos…

por **Dana Luminita** Lun Jul 25, 2011 8:34 pm

Los pasos marcan un ritmo junto al sonido de las calles, es música que abarca la atmosfera, mis oídos, el olfato... mis ojos... ¿Escuchas Juana?... ahí están cada una cada estrella observándonos en el techo, están ahí cantando canciones, cobijándonos y seguimos caminando hacia un destino incierto. Silencio de las voces y de los cantos, solo es el viento que silba y mueve nuestro cabello. Desprende de mi cuerpo un suspiro y le miro de soslayo y volviéndome a preguntar cosas. ¿También sientes curiosidad Juana?... me carcome las entrañas... ¿Puede saber lo que pienso? Parece que sí, su mirada parece decir cosas sin que el mueva los labios.

Son cantares que no se encuentran y me siento en un abismo, pero me gusta, me gusta perderme en melodías insonoras, en mundos desconocidos y sentir la intriga que recorre mis venas... puede ser el fin, o puede ser el principio de una historia. No hay más tiempo en el mundo que detenga mis pasos y solo sigo los acorde de las miradas y del sonido... el parece flotar en la acera y bailar entre melodías desconocidas sube baja y se pierde en umbrales del ensueño. Le doy la mano y solo es un salto para llegar donde está en aquel árbol y percibir su aroma de orquídeas negras con maderas dulces.

-Voy... –miro sus ojos de ese verde tornasol y se forma un puente con los míos de un océano tormentoso - ¿Qué sucede?... ¿A dónde vamos?... – Equilibrio perfectamente como una circense y luego con estilo me quedo sobre una rama escuchando el susurro de las hojas. Tiene un rostro sereno y sus labios son escarlata y levanto uno de mis índices para tocarle el pómulo hasta la barbilla rosando la comisura de sus labios- ¿Por qué está tan callado?

por **Nicolás D' Lenfent** Sáb Sep 03, 2011 7:11 pm

Transcurría perfectamente la noche, extrañas sensaciones recorrían por todo mi cuerpo, podría haberme escondido entre las sombras y que nadie me viera pero el intenso brillo que podía dominarme me hacia verme a todas partes, ella parecía ser una mujer sensacional, con ella veía mi mundo perfecto el mundo que un día pude mostrar a alguien y lo destrozo tan solo con sus palabras, sus miradas que parecían ser un juego solamente, un juego al cual yo comencé y deje ir esta vez. Ella brillaba de una forma inigualable, parecía ver en ella un recuerdo muy lejano, cuando yo apenas aprendía a ser violinista, en ella recordaba mi vida de humano y eso jamás había pasado. Mis ojos esperaron poseer su mano para levantarle y mostrarle lo que este demente ve cuando esta solo perdido entre la oscuridad que es mi amante y que solo añoro cada noche que pasa.

No necesitaba hablar, todo era cuestión de ver y sentir, ella me entendía pero no entendía este afecto por ella, una pequeña maravillosa, un alma hermosa que brota desde sus ojos hasta esos labios escarlata que se intensan en cuanto los miran perfectamente, su voz era inevitable me hacia conectarme con ella de una forma que no entendía por qué la noche me ha brindado una compañía tan valiosa.

¿Me he merecido esto? Veía en ella un zumo regaño, un precioso tesoro el cual jamás perdería con una compañía agradable. Si eres tu Juana ambas son unas niñas que me han revivido el afecto. Esta noche me hacía pensar en cosas que no compendia porque un día me negué a hacerlo y ahora lo rechazo por completo. Dejando mi postura al sentir sus divinos dedos recorrerme los labios, me perdía en ese momento que solo le miraba siguiendo su brillo cegador que me cortaban la inspiración al verle.

Con rapidez y un perfecto equilibrio por la rama en donde nos hallábamos, tome sus manos estilándolas a lo ancho, como un par de aves en busca de su vuelo perfecto, estando detrás de ella, podía percibir su exquisito aroma, una fragancia tranquilizadora, cerezas y fresas dulces le acompañaban, terminando con susurros..-Escucha. Deje que ella misma descifrara mi palabra, en cuanto solo esperaba para poder volar a su lado, pero solo quise esperar un momento en cuanto ella sintiera lo que sentía en ese preciso momento. Juana no te olvido aun estas aquí y siempre estarás, ven sigue nuestro camino, ven tómame de la mano. Enrollando sus manos con las mías en el frente de su estomago, abrazándola mientras Juana se sujetaba en nuestros brazos…

por **Dana Luminita** Jue Sep 29, 2011 7:29 pm

No puedo mirar sus ojos desde donde estoy de pie, pero le puedo ver taciturno, lejano, pensativo, mis pensamientos solo danzan entre las estrellas que hay en el firmamento y puedo pensar siquiera en alguna nota, una melodía que lleva esas pintas de melancolía. Puedo mirar brillar su rostro y su cabello que son hilos de oro que caen sobre sus hombros. Entiendo lo que mira y dejo guiarme en esa danza de sus manos, mirando la cuidad de Paris y absorbiendo aquello que se me es entregado.

Nuestra soledad Juana siempre ha sido efímera, nos tenemos a nosotras, tenemos al tiempo y a nuestras memorias a veces por más que tengas compañía estás solo, carcome y te deja en el rincón del abandono. En mi cabeza surgen preguntas con solo viento de respuestas se quedan lentas en ese tiempo mirando lo que el mira y sintiendo la empatía de sus manos y su danza que me enseña su mundo, un mundo que entiendo que veo y quiero comerlo despacio, saborear ese momento, saborear su tiempo, sus ojos y sus memorias.

Dejo mis manos en su lecho, me guían hacia un mundano mundo, uno que solo el encuentra, sus ojos pueden contar historias donde Juana nos acompaña. Puedes formar vínculos con la mirada, con la sangre y con las emociones encontradas, el viento es testigo, junto con la noche y las alas de las aves que se incrustan en nuestros brazos. Se sienten los pasos sobre la rama, un movimiento titubeante y nos quedamos mirando de nuevo, juntos, como aves solitarias, sin la ceguera, escuchando. Somos un par de aves en busca de ese viento del norte, nos llevan lejos, lejos del mundo de nuestra conciencia, respirando el aroma de la urbe, de la noche. Volamos, siguiendo las melodías, dejándonos guiar por nuestros cuerpos, por el infinito y nos perdemos juntos con una muñeca decapitada.

FIN

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Si la luna fuera generosa (Nicolas)

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