Just...a pleasure [Libre]

por **Yohann V.Wood** Dom Mar 06, 2011 10:38 am

-Los gemidos eran excitantes hasta cierto punto, el perder la cabeza por una mujer no habia sido su estilo pero los de su alrededor lo era, la orgia de sonidos que se estaba escuchando a su alrededor era suficiente para mantenerle ocupado, ¿porqué estaba parado alli ignorando los suculentos senos de las pueblerinas? En otro momento las habria apretado, las habria malogrado con toques no muy dulces...vió a un vampiro que estaba alli disfrutando como el que más acabando a tener una jodida sonrisa en sus labios.

No se levantó, ni se movió ni alejó la mirada porque bajó los ojos a un libro que tenia en sus manos volviendo a contener en su cerebro las palabras, un rico que habia inventado una nueva forma de pasarlo bien traer a las chicas y chicos de clases mas bajas para que se ganasen un dinero, hablando de chicos, uno vino arrodillándose entre las piernas de Yohann que apenas se inmutó cuando las caricias se empezaron a dar-

No te lo sugiero

-Habló calmado, el chico era bastante joven se notaba por ese vello que apenas le habia salido en la barbilla, abrió un poco la boca separando las piernas con obscenidad mientras el chico le estaba mirando confuso-

Soy superior a ti, pero hoy me siento generoso

-Volvió a colocar las piernas juntas dandole un fajo no tan marcado de billetes pero si suficiente para vivir unos meses, el sonrió tomando el billete con ganas sonriendo yohann acostumbrado a ver eso hasta que colocó las manos en el mentón de aquel muchacho que miraba con aquella apreciación a yohann-

No dejes que te lo quiten...ya sabes, todos lo quieren, no dejes que lo vean

por **Jazhara Elsbeth** Lun Abr 04, 2011 8:12 pm

-¡Honeeey! Gritaba con la esperanza de que el minino se diera cuenta de que ese era su nombre y viniera corriendo a mi. Lo había visto ir en esta dirección muchas otras veces, tal vez buscando comida en la basura de las residencias, o tal vez simplemente buscando un lugar más calientito para dormir que el que yo tenía. Conforme iba adentrándome en el lugar y llegaba a las residencias los sonidos que se escuchaban por todos lados me hicieron pensar en que seguramente estaba alucinando y que la fiebre había regresado. Llevaba puesta mi falda de siempre y encima el abrigo de Kei que me cubría casi hasta los pies, al menos así no tenía frío. Seguí caminando por la calle hasta encontrarme con una de las residencias que me invitaba a entrar. No entendía de esos sonidos así que pensando que Honey estaría adentro y apoyada por un hombre que me miró raro, entré.

Miré alrededor y fui empujada por un montón de cuerpos que revoloteaban alrededor mío, cuerpos grandes, de adultos que reían y bebían y se juntaban con otros, la vorágine en la que me había metido era inmensa, empezaba a sentir el calor agobiarme y la desesperación de querer salir de ahí a como diera lugar. Intenté encontrar un hueco para hacerme espacio, un pedacito solamente para pasar entre gente, subirme a una silla y ver por dónde estaba la salida. ¿Cómo era posible que me hubiera metido en semejantes aprietos? Una mano se cerró en mi brazo y giré mi cabeza hacia atrás y hacia arriba para ver a quien me tenía atrapada. Un hombre que me miraba. Su aura no se veía muy normal e inmediatamente el impulso de salir corriendo, se me disparó por toda la columna vertebral. Intenté jalar mi mano pero era muy fuerte. Estaba diciendo algo, mientras se acercaba a mi pero entre el montón de gente que había, no lograba descifrar lo que me decía.

Jalé mi brazo nuevamente para desasirme de él y al ver que se acercaba y plantaba su cara apenas a unos centímetros de mi, el pánico entró en escena. Su olor a tabaco y alcohol me inundó las fosas nasales e instintivamente hice un gesto de asco haciéndome hacia atrás. -Suélteme, m-me he equivocado... p-pensé que... Su carcajada cortó mis explicaciones y sentí cómo me arrastraba un poco hacia algún lugar, unos sillones, ¿Qué pretendía hacer conmigo? Intenté gritar pero la afección de la garganta estaba bastante mal y gritar me lastimaría además de que nadie me escucharía por el nivel bajo que mi voz tenía en esos momentos. Pataleé, me sacudí, pero era inútil, fue inútil hasta que lo mordí. Incisivos y caninos en la carne de su mano, hundiendo con toda la saña del mundo con la intención de sacarle sangre. Un grito, un empujón y una sacudida, el hombre estaba echando chispas por los ojos, yo aproveché para echarme a correr sin rumbo fijo mirando hacia atrás. Me siguió unos pasos pero luego se lo pensó cuando una mujer corpulenta se le puso frente a su espacio visual.

Yo seguí corriendo. ¿Dónde me había metido? Seguí corriendo hasta estamparme fuertemente con alguien y caer hacia atrás en una lluvia de billetes acompañada por una maldición y un insulto hacia mi persona. ¿Dónde estaba la salida? Al momento del golpe me cubrí los ojos con los brazos por si el insulto venía acompañado de un golpe, miré hacia atrás instintivamente para ver si el hombre no venía tras de mi y luego al que recogía sus billetes y al de los ojos azules dispuesta a pegar de golpes si se atrevían a tocarme. -L-lo siento... Intenté levantarme, echándome hacia atrás por pura precaución y mirando los billetes que volaron por todos lados. Recogí uno y recibí un fuerte golpe en la cara y otro insulto sintiendo cómo se deslizaba de entre mis dedos. Me cubrí el golpe y miré al ojiazul. La salida, ¿Dónde estaba la salida?

por **Yohann V.Wood** Vie Abr 08, 2011 6:22 am

-Un hombre que presuntuosamente gritaba,le llamó la atención porque despues de todo sobresalia de los gemidos que no estaban dispuestos a parar, era como el efecto dominó que una vez que empezaba no tenia muchos deseos de poder detenerse, finalmente elevó la mirada con cierto hastio conservando la paciencia ante las preguntas que el muchacho estaba haciendo mientras era evidente que miraba a un lado y a otro como si los billetes fueran a volar por arte de magia, habria sido tan gracioso tirarlos y dejar que los recogiese...emitió un suspiro algo incomodo, una niña, una niña ¿que niña? los niños le producian espasmos parecidos a las nauseas pero mucho más evidentes, no se podia mostrar indiferentes a ellos.

La pureza de esas almas, como les miraban con una sonrisa y como al parecer eran los unicos que podian ser capaz de enojar tan fácilmente al "dictador" de Yohann, la respuesta vino rápida como si alguien de arriba hubiera señalado en su dirección, vió al muchacho caer al suelo mientras los billetes se esparcian al suelo, era como el deseo hecho pesadilla, una niña estaba apareciendo alli mientras escuchaba las risas de otros hombres y los gritos finalmente se habian cesado, no seria dificil si habria encontrado algo en lo que entretenerse. La niña estaba dispuesta a recoger los billetes pero recibio un golpe-

No te he dado la orden de pensar por ti mismo

-Dijo friamente, contemplando como el muchacho apretaba los billetes contra su cuerpo e intentaba golpear de nuevo a la niña pensando que iba a quitarselos, era la avaricia, la pobreza, el espectáculo más deplorable al que se habia acostumbrado la totalidad de la raza humana especialmente los ricos, era muy fácil para el poder ordenar a ese chico que hiciera las cosas mas sucias por un monton de dinero, el se sentiria bien tendria su dinero y el rico se sentiria como si tuviera un juguete nuevo, el olor ya le estaba desagradando, no supo porqué pero apretó la muñeca de aquel muchacho antes de que pudiera propinarle otro golpe a la desconocida niña. ¿Algo parecido a un salvador? más bien era el puto demonio en persona pero el muchacho bajo la mano avergonzado mirando al suelo como si hubiera hecho algo malo o como si se hubiera dado cuenta de su comportamiento.

Las hebras rozaban incautas el rostro del malhumorado Yohann mientras dedicó ahora una mirada a la jovencita, tenia algo en su favor, que era gitana. Los gitanos ayudaron en sus momentos a Yohann cuando era un crio asi que por ahora le iba a ayudar nada más que por ello, la tomó de la mano mirandole fijamente a los ojos con un suspiro en los labios mientras comenzó a andar sin dejar que se preguntase a donde iban, lo primero que habia que hacer era curarle esas heridas aunque lo que mas era o se trataban era de moretones...¿porque hacia eso? seria tan facil colocarle delante de una pareja que estuviera en pleno acto sexual para que sus ojos infantiles supieran lo que era el terror, seria incluso muy sencillo hacer que perdiese la...inocencia por decirlo de ese modo, pero no lo hizo, sino que la llevo a una esquina en la que pudieran estar en silencio sacando algunas cosas que sus manos hábiles habian podido tomar. Yohann era hábil en el hurto como lo seria cualquier ladron aunque tenia más dinero del que los ladrones pudiesen imaginar.

Acarició por un momento la mejilla adolorida de la niña mirando los desinfectantes que se habia traido, oh genial, como iba a usar eso si solo se trataba de un moreton, aquello que deberia de servir para curarla fué tirado al suelo sin temor, ni pena, ni gloria masajeandose la sien, por eso odiaba a los niños porque se obligaba a ser suave con ellos cuando deberia de imponerles algo de temor y no todo lo contrario-

¿De que campamento eres niña?

-Hablo por primera vez colocando sus propios cabellos trás la oreja para poder mirarla mejor, ahora el olor a niña llegaba a sus fosas nasales, podia escuchar algunas risotadas y otros gemidos, era evidente que ya habian encontrado una nueva diversión a lo mejor los voyeristas estarian mirando solamente, era lo bueno que solamente ellos dos estaban recuperando la cordura en ese mal de cuerpos lascivos, Yohann porque no era un descerebrado solo preocupado por el sexo y ella...era evidente que ella era porque era una cria. Se conocia todos los campamentos situados en Paris asi que si le decia de donde era podria dejarla en su "casa" para darse luego una ducha bien fria y dejar que estos recuerdos se marchasen levemente-

por **Jazhara Elsbeth** Vie Abr 08, 2011 7:06 pm

Había un montón de auras grises ahí dentro, tonalidades oscuras que denotaban que las energías negativas abundaban en el lugar, un montón de manchones negros alrededor de las personas. Gritos, gemidos, de pronto me di cuenta de que varias personas iban desnudas o semi desnudas, o corriendo con ropas apenas cubriéndolos tratando de escapar como yo. O más bien no como yo, en sus rostros había sonrisas. ¿No tenían miedo? ¿Esto era una fiesta? ¿Qué tipo de fiesta? Miré por encima de mi hombro cubriéndome con la mano el ojo afectado sintiendo en mis venas la necesidad de correr sin detenerme para salir de ahí, mi cuerpo sentía la adrenalina correr por cada centímetro y mis pies sólo esperaban una dirección para empezar a actuar.

Giré justo para ver cómo el chico volvía a levantar la mano para golpearme encogiéndome sobre mí misma para evitar que lo hiciera pero esperando de todas maneras el golpe en mi cuerpo. Parpadeé cuando se tardó más tiempo del necesario y miré el puño del ojiazul cerrándose en la muñeca del chico. Estaba tan aturdida que no me dio tiempo de absolutamente nada y cuando me di cuenta estaba siendo prácticamente arrastrada hacia otro lado. El pánico se apoderó de mi y traté de resistirme pero ¿Qué oportunidad tenía yo? Mi respiración se agitó y mi corazón golpeaba tan fuerte que parecía querer hacerme un hoyo en el pecho y salirse por ahí para echar a correr y escapar de su dueña.

Intenté no mirar a nadie más que la mano que se cerraba en mi muñeca hasta que me soltó en una esquina lejos de todos los demás. ¿Y ahora qué? Quería gritar, quería escaparme, quería suplicarle que no me hiciera nada pero tan sólo atiné a mirar hacia arriba de su cabeza para mirar los colores que se entremezclaban intentando acordarme lo que me habían enseñado antes. Su caricia me tomó por sorpresa pero más allá de hacerme hacia atrás o intentar huir de su contacto, lo miré a los ojos sin abrir la boca. ¿En serio iba a poder salir de aquí? ¿O era que ahora me quería para él? Al volver a escuchar gemidos clavé mi mirada en el suelo sin intenciones de moverla de ahí hasta que saliera, esperaba más caricias, incluso golpes pero yo quería irme. -Yo... yo no quiero... Dejé el comentario a medias señalando el lugar de donde venían los gemidos y las risas, de donde todos estaban cuerpo contra cuerpo embarrados en sudor. Yo no quería que me tocaran, ni ver eso, ni nada parecido.

Al escuchar su voz me atreví a levantar la mirada clavándola ahora en sus ojos buscando burla o engaño en ellos pero sólo encontrando un insondable mar, el más azul que yo había visto en mi vida. ¿Estaba jugando conmigo? Decidí tomar la oportunidad y negué al principio aunque seguramente en cualquier campamento estaría más segura que aquí yo no formaba parte de ninguno de ellos, en realidad vivía yo sola entre dos tejados. -Ninguno, vivo sola-

por **Yohann V.Wood** Dom Abr 17, 2011 3:38 pm

-Tsk, los crios...eran apestosos y siempre arruinaban todo por ejemplo el buen humor de Yohann habia desaparecido porque queria que esa niña se alejase de allí, era cierto que antes no estaba haciendo nada más que sentirse cruel como un monstruo de ficción que obligaba a los demás a hacer las cosas que el quería pero no podía hacer, habria hecho que ese chico se humillase de tal forma que se acordase del dinero con asco pero ya lo haría en cuando se encontrase de nuevo con él porque estaba seguro que guardaria o gastaria el dinero de una sola sentada y luego iría a buscarle.

Dejó las manos en las rodillas aguantando el peso en ellas, esto le recordaba a cuando era pequeño pero el olor a sangre no era tan fuerte como en aquel entonces, Yohann se vió de pequeño alejandose de todos porque no queria que le tocasen mientras que los gemidos luego fueron sustituidos por sonrisas y gestos de dolor de los corderos que no habian resultado ser sino niñas pequeñas o mujeres o incluso hombres que no eran muy fuertes. Lo bueno que tenían los monstruos es que nadie se tiene que acercar a ellos porque todos le temen y es cuando consiguen su ansiada libertad.-

No te van a tocar, de eso me encargo yo ¿me ves? pues he sido el unico al que nadie ha puesto un dedo encima

-Es más, estaba seguro que nadie lo intentaría solo habia sido aquel muchacho y los demás como ya le conocían pasaban claramente de él porque hasta los esclavos solo pensaban en el sexo ¿lo dudaban? primero se iban de morales diciendo que lo hacian para sobrevivir pero cuando los gemidos les nublaba la cabeza hasta quien servia las bebidas la tenia dura. Pensaba en tantas cosas que dejo su mirada fijamente en la ajena, ¿ninguno? mentirosa, niña mentirosa encima de repelente le habia tocado alguien que no estaba sino haciendole hervir la sangre, elevó el rostro, respiró una y dos y tres veces y luego volvió a bajar el rostro con una sonrisa en los labios que no era demasiado hermosa en su rostro, cuando sonreía al instante se arrepentia asi que eso hacia ver algo parecido a una mueca en su rostro-

En fin niña, vamos a salir de aquí y luego irás a donde te apetezca ¿entendido?

-Le tendió la mano esperando que ella la tomara, el plan era muy sencillo encontrar algun lugar en esta apestosa casa que tuviera pinta de salida trasera, no pensaba bien de los ricos especialmente de sus manías porque las conocia muy bien al menos en su casa siempre tenia una puerta trasera por la que los cadaveres desaparecían mientras el dulce olor a olvido le atragantaba la garganta...en fin, eran recuerdos pasados que mejor no llevar de nuevo al cerebro porque estaria todo un dia con dolor de cabeza de pensar tanto si es que no se estaba volviendo loco ya despues de todas estas personas haciendo el idiota...el olor a gemido a sexo, le repugnaba mucho más que a ella pero era un espectaculo digno de ver "la decadencia humana"-

por **Jazhara Elsbeth** Mar Abr 19, 2011 8:49 pm

Dejé caer mi mano a mi costado cuando me aseguró que no me tocarían, el problema era si él me tocaría y yo no estaba muy segura de querer poner suma atención en los manchones de color que revoloteaban alrededor de él. Tenía miedo de que de pronto él se volviera el enemigo y tuviera que huir otra vez, ahora tendría que buscar a alguien más que le ayudara o encontrar la puerta por la que había entrado ¿y dónde estaba Honey? -Eso es porque eres grande y tienes cara de malo... Dije sin pensar basándome en el hecho de que nadie lo había tocado a él pero yo no era ni grande y seguramente tampoco tenía cara de mala, al menos no lo bastante como para ahuyentar a nadie de ese lugar pero supuse que si él e lo prometía tendría que confiar en él.

Entrecerré los ojos encogiéndome sobre mí misma cuando pasó un hombre corriendo detrás de una mujer desnuda que reía, era todo tan morboso que hasta yo sabía que no debía estar viendo nada de eso. ¿Qué le pasaba a la gente? Ignoré la mirada del ojiazul e incluso la mueca de sus labios porque estaba más concentrada en evitar ver más de lo que debía y en que no me tocara nadie. Asentí con la cabeza con la opción que me dejaba en bandeja de plata. Salir de aquí e ir donde me apeteciera era precisamente lo que estaba buscando desde que me di cuenta de que este lugar era casi como un pequeño infierno en el mundo. Miré su mano, no era precisamente como Anuar, como Lestat o como Kei, ni tampoco como Stephen quienes eran de esas personas a las que yo quería tomarles la mano pero no perdía nada con intentarlo y él se estaba mostrando bueno conmigo.

Un segundo, dos segundos, tres segundos. Una risa macabra a un lado de nosotros disparó mi mano hacia el frente aferrándome a la suya y siguiendo el ritmo que él marcaba casi andando a ciegas por tener los ojos clavados en el suelo y a veces incluso los párpados apretados fuertemente. Una mano se aferraba a la suya y la otra había cogido al vuelo la tela de su camisa para no soltarlo ni aunque me obligaran, iba a morder incluso a quien intentara separarme de él. -¿Tu sabes dónde está la salida? Porque de tanta gente que había yo había perdido mi capacidad de orientación geográfica, o mejor dicho, me había perdido totalmente pero tenía fe en que en un momentito estaría fuera de ahí, aun cuando no lo conociera ni supiera su nombre y básicamente fuera un desconocido, sabía que me llevaría a la salida.

por **Yohann V.Wood** Lun Abr 25, 2011 1:14 pm

Soy un demonio malo no tengo intencion de sonreir para parecer más dulce

-Dijo tambien como si nada cuando ella estaba dudando acerca de tomar su mano, era evidente que no inspiraba confianza de nadie ni siquiera de una niña pequeña que se suponia eran los que mas se acercaban a las personas sin dudarlo, la veia temblar sin mirar a lo que habia alrededor aunque alguna vez los ojos se escapasen a esos cuerpos desnudos de las mujeres que estaban llenas de sudor de los hombres, los senos danzando, las piernas enredandose, el pudor habia desaparecido para solo quedar la furia sexual animal ¿le importaba? ¿le gustaba? todo era asqueroso segun su punto de vista pero no tenia intencion de perderse en los instintos, habia dicho un filosofo que los instintos nos hacian ser quienes realmente eramos pero que los sentidos nos volvian cultos...no tardó en dejar un suspiro caer de sus labios mientras miraba como de la forma mas extraña habia sujetado su mano-

Estas personas tambien me tienen miedo

-No era algo para animarla ¿o si? le estaba diciendo que no tenia que preocuparse precisamente por nada ya que la gente tampoco deseaba tocar a Yohann, en cualquier momento otro en su lugar habria mirado al mundo con gesto impasible e incluso con gesto macabro de desintoxicación a una soledad que no le comprendia pero el mayor lo que portaba era un aire de indiferencia que se notaba a leguas, el rostro serio ya le hacia suficientemente lejano para que una prostituta pensara tocarle, la niña era otro caso, siseó al hombre que rió macabramente, era un hombre gordo que estaba imitando a los romanos con la sabana blanca, la tipica escena de borracho que siempre se veía en todos los lugares...fue gracioso ver al hombre alejarse ante ese siseo y volver corriendo a donde estaba tropezandose con los demas, tardaria unos segundos en olvidar el siseo y en volver a entrar en una mujer u hombre quien sabia.

Tomó a la menor de la mano con firmeza caminando por un pasillo en donde los gemidos se notaban firmes, fuertes pues habia algunas habitaciones ya ocupadas, otra persona habria corrido con la niña tapandole los ojos pero el no era asi, ya haba suficiente como para taparle los ojos u los oidos porque no le quitarían los gemidos de la cabeza, señalo hacia una habitacion que parecia en peor estado, era la más silenciosa asi que la abrió escuchandose en ella efectivamente el silencio y la oscuridad, cuando encendió la luz unas mujeres escondidas emitieron un ligero sonido, seguramente serian prostitutas que se habian escapado de la locura, resopló mientras indicaba con la mano que no iba a pasar nada y cerró la puerta tras de si-

Literalmente ya hemos pasado el peligro

-Las mujeres le vieron y resoplaron tranquilas, le conocian bastante bien como para saber que no era un hombre borracho que iba buscando a alguien en las habitaciones, Yohann se habia publicado una fama que no era precisamente buena...oh vamos quien deseaba a la sociedad, miró de nuevo a la niña percatandose de si estaba bien, estaban en un sitio totalmente distinto, con polvo, olor a maquillaje, mugre, colonia, jabon, practicamente todos los olores y ninguno-

por **Jazhara Elsbeth** Mar Abr 26, 2011 9:15 pm

Volví a mirar encima de su cabeza y alrededor de su cuerpo para saber si en verdad era un demonio malo, podía ver manchones pero en ese momento era mi única salvación y si él conocía la salida prefería salir con él que quedarme ahí y ser víctima de cualquier otra persona que quisiera tocarme o hacerme daño. Tomé una decisión rápida. Tal vez las personas le tuvieran miedo, yo también le tenía un poco de miedo, esos ojos azules se veían tan fríos que a veces, con la luz correcta, parecía que se iban a salir de sus orbes para comerte... o algo. Si me sacaba, no tendría más miedo, sabría que era una persona que al menos tiene la suficiente bondad como para no dejar que me hicieran daño. -No me sueltes-

Me encogí cuando el hombre se acercó, me encogí porque probableente había visto en mi un buen botín y algo me decía que no debía mirarlo, algo me decía que no debía mirar nada que no fuera el chico que se ofrecía a llevarme a un lugar seguro. El chico de los ojos de cielo despejado. Pude escuchar un sonido raro y entonces las risas se alejaron, tal vez fue parte de mi imaginación pero decidí no mirar de nuevo, ya se había ido y eso era lo más importante. Dejé que básicamente me arrastrara por los pasillos escuchando esos sonidos que te hacían pensar que estabas en medio de algo prohibido, sucio, indecente, algo que no debía ver y que no debía de hacer. Iba con la cabeza gacha esperando que las visiones no se metieran dentro de mis ojos sin mi permiso, que se inmiscuyeran en mi cabeza y no me dejaran dormir.

Una vez que entramos en la habitación sentí el cambio del ambiente, de escuchar gemidos, risas y sonidos de las diferentes camas en donde todo el mundo se divertía, entramos en un lugar en donde todo estaba silencioso, abrí los ojos parpadeando por el contraste entre el pasillo oscuro y la habitación iluminada y pude ver a unas mujeres que se habían asustado de nosotros. Yo hice exactamente lo mismo, me encogí un poquito esperando gritos, algo que nos lanzaran, exclamaciones o insultos pero nada de eso ocurrió y en lugar de eso vi el alivio en las caras de las chicas. ¿Quienes eran y qué estaban haciendo ahí? Eso nadie lo sabía, o al menos yo no lo entendía. Aun así hice un movimiento de cabeza saludando a las chicas que nos habíamos encontrado quedándome parada en donde estaba y solamente mirando alrededor, aspirando el aroma que despedía el lugar, absorbiendo el ánimo que se respiraba, mirando las expresiones de quienes estaban ahí. Me giré hacia mi salvador todavía con su mano en la mía y le sonreí. -No eres tan malo como dices ser- Susurré dispuesta a que nadie más que él me escuchara, tal vez quería ser visto como una persona mala, despreciable, un demonio malvado que solo esperaba hacerte pasar un muy mal rato. Yo no iba a ser quien le tirara el teatro ahora mismo. -Gracias-

Difícilmente era una salida, según como yo lo veía, estábamos aún más encerrados que al principio pero tenía algo en claro: Con él a mi lado, difícilmente se me acercarían para hacerme daño.

por **Yohann V.Wood** Lun Mayo 02, 2011 8:05 am

-Lo primero que hicieron aquellas mujeres que estaban encerradas junto con algun hombre de orientacion sexual dudosa fué temblar apretandose a todo lo que podian incluso a las paredes, tuvo una visión de ese mismo entonces pensando que si su madre hubiera estado alli junto a él lo primero que habria hecho seria ordenaro que trajera un cuchillo porque esta noche iba a haber un festin de sangre tambien penso en su padre que con lagrimas en los ojos pero cada vez más insensibilizado golpearia a cada ser viviente de esa habitacion y los tirturaria hasta matarlos pero eso era el pasado, siempre habia formado una parte vivia de su pasado pero tambien de su presente porque el olvido llegaba lento, indoloro pero realmente lento.

Vigiló los movimientos de la pequeña, hasta que los qu estaban escondidos se dieron cuenta de que eran otras personas más que estaban intentando esconderse, se relajaron pudo sentir algunos ojos de miedo especialmente de las vírgenes que no las miró solo acaricio la mano de Jazhara ¿que no era tan malo? seguro que era porque tenia debilidad hacia los niños eso le hacia más debil de lo que realmente es, mordió sus labios volviendo a vigilar la habitacion, esto era una especie de pasillo habia una puerta detrás pero al parecer estaba atorada, seguramente el dueño habria pensado que iban a escapar ese dia y tenia a alguien vigilando para que nadie se fuera-

No me des tan pronto las gracias, al parecer atoraron la puerta por eso hay tanta gente aqui

-Muchos asintieron, mas relajados sonriendo especialmente a la niña, otros miraban a Yohann con miedo pero con confusion ya que ellos mismos habian recibido un golpe del propio Yohann cuando habian pasado por su lado rogando por atencion, habia golpeado a ese chico delgaducho que solo vestia una camisa y que estaba mirando al suelo, ¿como le iria al que le habia dado el fajo de billetes? seguro que estaria corriendo por todos lados, escondiendolos, riendo como un poseso o pidiendo por más, el dinero cambiaba a las personas siempre lo habia sabido era evidente que siempre habia sido de ese modo por ello le gustaba ver ese lado animal de las personas, Jazhara en cierto modo le habia despertado para que no pudiera ver nada más.

Miró alrededor especialmente a un armario en donde parecia que habia algo de comida y bebidas no alcoholicas ese era el motivo por el que nadie les habia descubierto, si esto hubiera sido una bodega o cualquier almacen estarian perdidos, soltó la mano de la pequeña para abrir el armario y sacar algo de comida y una botella de agua que le entregó a la pequeña, vió otros ojos posados en él haciendole chasquear la lengua pasando comidas y alimentos para todos, algunos los devoraban con ansias, Yohann cerro el armario arrodillandose delante de la puerta atorada que seria la salida de todos ellos, acarició el pomo, pero este parecia no inmutarse e incluso negar las caricias-

Parece que la han atorado muy bien.

por **Jazhara Elsbeth** Lun Mayo 02, 2011 7:10 pm

Pude ver que las chicas tenía miedo de él o de lo que podía hacerles si se acercaba lo suficiente pero después de unos momentos se relajaron, probablemente por el hecho de que venía conmigo y yo no le había soltado la mano y los miraba con miedo en la mirada, no sabía si ellos tenían más miedo de Yohann o yo de ellos pero no parecía haber nada en sus auras que delataran a un montón de asesinos a sangre fría que quisieran acabar con adorables niñas de ojos verdes y su ojiazul protector. Una miradita a Yohann y luego una sonrisa tímida hacia los incautos con quienes compartíamos escondite. Miré hacia el fondo del pasillo donde estaba la puerta y arrugué la nariz por instinto. ¿Quién querría encerrar a la gente? Sólo había una respuesta posible: Gente mala.

Me dediqué a mirar a los que estaban con nosotros, chicas jóvenes, chicas no tan jóvenes, chicos, ¿todos huían de lo que se llevaba a cabo allá afuera?, ¿habían llegado aquí por casualidad? Jugué con un mechón de mi cabello enredándolo y desenredándolo en mi dedo índice en un tono de nerviosismo, habíamos logrado llegar hasta aquí pero ahora quedaba la duda de cómo salir, ¿estaríamos encerrados ahí para siempre? Sentí mi mano completamente fría cuando la soltó para ir hacia el armario y yo lo seguí sin saber lo que estaba haciendo, era una especie de instinto que me impedía separarme de él ahora que sabía que no era malo. Tomé la botella de agua que me daba y la apreté contra mi barriga mientras que los demás devoraban lo que les iban pasando. No solamente yo era la que tenía tanta hambre a veces.

Mi mirada se paseaba de la gente que comía a Yohann que iba sacando víveres para todos a la puerta que todos decían que estaba atrancada, volví a moverme hasta quedar junto a él y frente a la puerta apoyando una mano en su hombro viendo el pomo que no se movía. -¿Lo de allá afuera durará mucho tiempo?- Susurré tan bajito que no supe si me había escuchado, no quería mencionar todo lo que pasaba ahí afuera porque los ruidos seguían sonando amortiguados, sonidos que te hacían pensar en cosas prohibidas que tu no debías ver aun cuando no supieras de qué se trataba en realidad. -¿Y si atrancamos la puerta por donde entramos y esperamos a que se hayan ido todos?- Así al menos no correríamos peligro, ¿Verdad?

por **Yohann V.Wood** Lun Mayo 23, 2011 11:11 am

¿Cuanto va a durar? pues...precisamente mentiría si te dijera que lo se

-Ahora estaba mintiendo, bueno el 50% era una mentira por si misma ya que ahora mismo los sonidos y la lujuria estabn devorando las almas de los hombres ¿cuanto iba a durar? segun cuanto quisieran ellos basicamente pues puede que algunos estuvieran riendo cansados en el suelo mientras estaban manchados de comida o de cosas que no queria ni imaginar mientras que otros estarían aun haciendo esas cositas con todo el que llegase aunque otros solo se divertirían mirando y acariciandose, asi que no sabia cuanto iba a durar pero lo que si sabia era que el ser humano tenia que descansar, aflojar un poco sus instintos para el descanso porque no podrían aguantar mucho tiempo asi que ahi seria cuando aprenderian los primeros movimientos.

Observó como la pequeña ponia la mano en su brazo con mucha más calma cosa que no le habia sorprendido bueno un poco nada más debido a que lo que creia era que se iba a ir con aquellas personas que ahora estaban devorando la comida con miedo, mientras miraban a Yohann y a la puerta al mismo tiempo. Se negaba a permanecer encerrado como una rata esperando a que el amo se durmiese para tomar el queso pero era parte de su orgullo, volvio a pensar, mirando hacia la puerta ya que si ellos habian entrado tan facilmente no queria decir que los otros no podían asi que le parecio una buena idea a tener en cuenta-

Si...si, es buena

-No dudó, sino que se levantó tomando un par de sábanas además de algunos paros de la madera y una silla, primero puso la tela de las sabanas alrededor del pomo haciendo un nudo suficiente como para que no fuera muy facil girarlo, despues colocó la silla apoyada cerca del pomo dejando el palo igualmente atascado en el pomo, no era muy habitual para él cerrar puertas ya que sus padres siempre le habian dicho que tenia que aprender a abrir las cerraduras para atrapar a las victimas, ya se imaginaba a su madre gritand que necesitaba sangre fresca y como su padre corria por todos lados para encontrarla y darle el capricho a su madre...pero ahora ya no estaban vivos e ironicamente los traumas no habian acabado con la vida de Yohann asi que se arrodilló acariciando la puerta-

Será mejor que esperemos un momento, si vemos que aun siguen intentaré abrirla de nuevo

-Se escuchaban los ruidos, sonoros ruidos de placer, de golpes contra las puertas por jovnes prostitutas que se reian, igual que todo lo que le rodeaba parecia que el mundo era demasiado...cruel como para figurar que se podría hacer, taparse los oidos no parecia un buena opcion porque hicieras lo que hicieras se escuchaba hasta el ultimo suspiro enjaulado igual que tu corazon gruñendo con los altibajos necesarios para advertirte que estaba empezando a dudar de si seguir golpeandote el pecho si dejarte en calma. Se sentó cerca de la puerta, con los brazos cruzados mientras indicaba a la pequeña que se sentara para que al menos se relajase un poco-

por **Jazhara Elsbeth** Miér Mayo 25, 2011 6:26 pm

Cuando una persona miente se le puede notar en el rostro, un gestito apenas peceptible, un guiño, el tic de una de sus manos, una forma que el cuerpo tiene para quejarse de que lo contaminas con mentiras, hay veces que son tan buenos haciéndolo que logran controlarlo, dejan de hacer cualquier cosa que los delate pero no pueden controlar las fluctuaciones de su aura, por el movimiento de colores que se veían, podía determinar si eran malos, buenos, si me mentían o si solamente estaban adivinando. En esta ocasión era una pequeñita, probablemente tenía una idea de cuánto iba a durar todo lo que estuviera afuera pero no me quería decir. ¿Por no hacer que me diera más miedo? A saber. De todas maneras me quedé mirándolo un momento calladita sonriendo cuando dijo que mi idea era buena.

-¿Te ayudo?- Dije cuando se levantó y empezó a crear un dispositivo para atrancar la puerta observando lo que hacía con las sábanas y el pomo, luego con la silla y el pomo intentando adivinar cuál era el plan. Había bloqueado sin querer los ruidos de afuera, en su lugar me había concentrado y magnificado los sonidos que se escuchaban dentro de nuestro pequeño escondite, cómo los demás comían, el ruido que hacía la botella de agua al ser abierta, los pasos sobre la alfombra, cómo crujía la madera, todo era una sinfonía que me escondía lo que pasaba detrás de esa puerta que no queríamos que se abriera. Me quedé parada enfrente de él hasta que hizo ese gesto y me acerqué todavía con la botella de agua en las manos para sentarme junto a él, tan pegadita que nuestros brazos se tocaban mientras yo me abrazaba las rodillas.

Podría decir que en ese momento ya no tenía miedo, de alguna o de otra manera ya no estaba en peligro mientras estuviera con Yohann, él había dicho que los demás le tenían miedo pero yo no, así que mientras estuviera con él, había menos probabilidades de que me tocaran. Me caía bien, me había ayudado sin conocerme y no dejó que el niño ese del dinero me siguiera pegando. Con qué facilidad se confunde la amabilidad con las ganas de hacerle daño a la gente. Me pasé la mano por el ojo agredido y sentí el dolor viajar hasta mi cerebro e hice una mueca rara. -Gracias por ayudarme-

por **Yohann V.Wood** Jue Jun 16, 2011 9:58 am

¿esa es tu cara de dar gracias?

-Bromeo por una vez en su vida, el no era persona que controlase las bromas e incluso cuando las soportaba la gente se sorprendian pero no intentaban tentar a su suerte ¿como habia llegado hacia ese sitio? el mero aburrimiento se repitio de nuevo era uno de los bichitos mentales que le habian dicho "anda ve que no pasa nada" eso parecia pero por lo pronto y lo natural lo que seria una campaña viendo como el unico que no perdia la cordura era el se habia convertido en otra parte de su vida en la que huia como si fuera una vil rata una rata a la que necesitaban esconder o eso era lo unico que estaba pareciendo todo.

Pero al menos no era una rata que estaba sola estaba con sus amigas las ratitas cosa que no pudo parecerle mas patetico incluso ahora cuando intentaba pensar optimista no sabía hacerlo se bloqueaban esos pensamientos para dejar paso al pesimismo pensando incluso que era mucho mejor asi a pesar de que le habria gustado robar algunas pertenencias que deseaba para su casa como algunas obras de arte que solo aquel hombre habia pagado para permitirse el lujo de que los hombres pasaran y admirasen su obra de arte, no importaba si se arruinaba e incluso el tener a tantas prostitutas por ahi seria un gasto tremendo si es que no lo habia tenido que pagar por adelantado-

Me aburria alli, aqui al menos tenemos una buena conversacion

-Miró algunas sonrisas cohibidas como si Yohann y la niña fueran los que mandaban en ese sitio ¿acaso no parecia eso? temblando como idiotas...se controló por no golpearles a todos para darles una razon para esconderse ¡ estaban vivos, la puerta estaba atascada ! ¿que mas querian? si algo que no soportaba Yohann era a los débiles aquellas personas que aun sabiendo que tienen suerte preferian hecharse a lloriquear como ineptos, si no cesaban en algun momento les golpearía lo sabia, lo sabia...-

Despues de esto te llevaré a tu casa, o si es muy tarde iremos a mi casa a dormir despues podras irte, en mi mansion solo vivo yo y mi sirviente gitana que casi nunca está alli...asi que lo pasarás bien

por **Jazhara Elsbeth** Miér Jul 06, 2011 6:16 pm

Levanté la mirada cuando escuché su pregunta. ¿Se refería a mi cara de dolor? Había hecho una mueca y de inmediato capté la broma dedicándole una breve sonrisa que probablemente quebró el hielo en el que estaba metida la habitación, no por nuestra culpa sino por la culpa de los que le temían a Yohann. -Es mi cara de me duele mi ojito- Le señalo con el dedo índice lo que probablemente ya era un moretón pero sin dar más muestras de que me duela o de que esté a punto de echarme a llorar. No era afecta a llorar, era algo que no parecía servir de mucho y aunque los niños de las clases altas lo usaban como chantaje para conseguir lo que quisieran de sus padres, no era precisamente una opción para una niña que ni siquiera sabía quién había sido su madre. Parpadeé un par de veces guiñándole un ojo al final volviendo a hacer la mueca. Dolía.

Dediqué una mirada a mi alrededor, rostros asustados y algunos sonriéndonos haciendo que yo devolviera no sólo la mirada, sino también la sonrisa. Seguramente para un niño todo era muy fácil. O tal vez sólo para mi. Estábamos ahí, sin que nadie nos molestara, a salvo por el momento con la puerta trancada. ¿Porqué parecían tener miedo todavía? Yo había aprendido hacía mucho tiempo a vivir según las condiciones porque a veces todo parecía favorable y había que aprovecharlo, y otras veces, de repente, en un segundo, todo se volvía desfavorable, todo cambiaba en un solo segundo y había que vivir de todas maneras, había que amarrarte la tripa y sobrevivir al hambre, tenías que cubrirte con periódicos para no pasar frío por las noches, tenías que cubrirte los pies con tela desgarrada de tu vestido y amarrarlas para confeccionarte unos zapatos que te permitieran caminar por la nieve. Y a todo debías de verle lo positivo. Estar aquí, encerrados en esa habitación calientida, sin que nadie quiera tocarte sin tu permiso y además con comida. ¡Estábamos en la gloria!

Dejé de ver a los hombres y mujeres que nos miraban cuando Yohann volvió a hablar sonriendo cuando mencionó la palabra 'casa'. ¿Me veía como una niña que pudiera tener una casa? Abrí los ojos grandes grandes cuando dijo que tenía una mansión, en la que además de todo sólo vivían tres personas y una de ellas era gitana como yo. ¿Porqué la gente se empeñaba en tener tantas propiedades con tanto espacio estando tan solos en el mundo? -¿Tu mansión es como esta?- Esta era grande, muy grande pero la gente que vivía aquí no era linda, así que por ende, la mansión no era un buen lugar para vivir, aunque fuera mayor al agujero donde vivía yo. Abrí la boca para preguntar otra cosa cuando dos de las personas frente a nosotros comenzaron una discusión. Comenzó con un par de palabras malsonantes por la propiedad de algún comestible pero algo en sus auras me dijo que no tardaban en ponerse a los golpes. Y en un espacio tan pequeño, esto se iba a volver insoportable. -¿Porqué no lo comparten? Pártanlo a la mitad- Dije recibiendo un insulto y luego siendo ignorada. ¿PEro qué podía esperar?

por **Yohann V.Wood** Sáb Jul 16, 2011 5:18 am

-Cuando al instante cambio el rostro se fijo en que sus pensamientos comunes y fuera de lo normal se estaban uniendo como si poco a poco todo formase un caótico intento de estar ordenado, en primer lugar pensaba que al poner ese rostro muchos hombres y mujeres habrian caido, abrazándole e incluso entregandole comida asi como ropa o algunos mimos ya que habia gente para todo, no se podia esperar que alguien rico soltase de la nada todo lo que tenia especialmente a alguien pobre o a un gitano. Siempre se habia tenido esa doble moral o mejor dicho el doble rostro habia alguien incluso que decia que la luna solo nos mostraba su rostro amable porque el otro siempre lo escondia igua que los humanos solo asintio alargando la mano para dejar el dedo indice cerca de esa herida, no la palpo solo la rozó con lentitud. Tenia la piel muy sensible o que el crio habia golpeado con fuerza ¿no era gracioso? la gente cuando queria proteger el dinero eran capaces de todo incluso de sacar una fuerza que no tenían-

Mi casa es mas grande que esta, solo estoy yo y mi sirvienta a fin de cuentas no necesito nadamas que una limpieza a fondo unos dias. No soy muy sociable asi que la gente no acostumbra ni a acercarse a donde vivo además el titulo es bastante para que se alejen.

-Paris estaba llena de excepticos, adoradores del señor y adoradores de satán que se dividían en sus sectas misterioras ya que unos iban a la iglesia en cambio los otros iban a los lugares abiertos y oscuros sintiendo el poder del secretismo e incluso el morbo de estar lejos pero cerca de los demás, aunque la religion no estaba del todo asentada iba ganando fieles dia a dia sin importarle demasiado cuantos perdian si sus arcas estaban repletas, por eso el titulo de su finca "la villa del infierno" no era un titulo muy agradable para una casa especialmente tambien para una que estaba incluso tan alejada de los demás. Se encontraba bien charlando con esa mocosa pero se debia simple y llanamente a que era su debilidad porque no sabia comportarse con los crios, las voces, los insultos le volvieron a hacer elevar la mirada...Asi era el ser humano, cruel y luchando por obtener mas de lo que ya ha obtenido-

Sois como perros, porque habeis visto una cosa que ni os pertenece creeis que teneis el derecho, como ah dicho ella compartidlo porque os guste o no os vais a ver las caras por algunas horas

-Las personas de alli eran un mundo asi que segun el caracter que mostrasen Yohann las clasificaba en por ejemplo las silenciosas que estaban en su mundo seguramente esperando que todo pasara o empleando sus fuerzas para maldecir el hecho de que estuvieran alli, despues estaban los que intentaban simpatizar con el resto, hacer amigos aunque sin mucho exito en algunos caso sy despues estaban los que se peleaban por nada o que estaban deseando obtener mas cosas de los demás con el simple hecho de querer sobrevivir, se escucharon algunos golpes y risas, los borrachos jugaban y se caian en el intento, golpeaban con su cuerpo la pared o las puertas asi que no fue de extrañar cuando golpearon la pared que todos presentaran signos de tension y que los que peleaban corriesen a esconderse por si acaso lograban abrir la puerta, pero no, Yohann sabia que ni se le ocurrira abrir la puerta, solo estaba corriendo detrás de las prostitutas-

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