You, me...¿us? [Privado-Hiroshi]

por **Yohann V.Wood** Dom Mar 06, 2011 10:41 am

La saliva bajó por su garganta mientras sus pasos resonaban con frecuencia, altos, bajos, colocó las manos en sus cabellos cuando el aire nocturno le liberaba de cierta tensión que su rostro no era capaz de mostrar, empezó a cerrar los ojos con las manos abiertas en forma de cruz para empezar a caminar por las calles de paris oliendo el aroma de los caballos, las ruedas de los coches hasta que los abrió mirando a donde habia llegado, a la entrada del puerto.

Dios no le quería pero el infierno le seguía diciendo “no se te ocurra entrar aqui” porque cuando miró hacia abajo estaba a solo un paso para caerse al agua, lo ojeó relamiendose los labios como si saborease ahora el sabor salado, volvió su rostro a otro lado colocando las manos en los bolsillos de su pantalón mirando a todos los inferiores que pasaban a su lado, dudaba que la mayoria fueran humanos-

Dudo de la existencia de la duda, todos entran en un saco, un mismo saco que me excita contradiciendome

-Sacó una pipa colocándola en su boca para encenderla, era un tabaco suave que apestaba a menta, los hombres de hoy en dia estaban sobrevalorados porque todos creían que nada más por fumar un tabaco fuerte ya eran verdaderos machos, el sonido de una trifulca le hizo voltear descubriendo a algunos hombres que estaban metiendose con una mujer, eso, eso era lo que le colocaba en un nivel superior porque el cuando bebía sabia tener sus sentimientos a ralla y no se dejaba domar por aquellos deseos animales-

por **Hiroshi Ikeda** Miér Abr 06, 2011 3:20 am

Su vida de ver el mundo cambio gracias a una mujer que debería ser su rival, la vergüenza de pensar que un ser que no tiene ni rastro de vida, le enseñará sus defectos. No, no era de esa forma el enojo que ahora invadía a aquel ser de mirada penetrante era el solo hecho que había estado mal gastando cinco años de su vida en lamentos sin sentido comiéndose su sueño y volviéndolo una persona temerosa de su diosa, sí su diosa ahora permanecía con un túnica menguante sin representar peligro alguno.

Los vagos sonidos de las calles desiertas de Paris eran desesperantes y molestos, las ruidosas tabernas y cabaret ¡vulgaridad total! En un arranque de curiosidad se llegó a internar en ese lugar de mala muerte lleno de vicios y servicios toscos, algo que le dejo muy mal sabor de boca y juró que jamás entrar si no era de vida o muerte.

Dejo atrás el bullicio de esa zona de “diversión” – Vicio maldito que llena de veneno y convierte al hombre más noble en un ser despreciable y sin voluntad – dijo al momento que dejo de escuchar sonido alguno. Llevo su vista hacia su amor, la cual, tan fiel como toda noche le esperaba con aquel manto negro - ¡Ho Vida mía, Mujer cruel a la cual le gusta ver mi sufrimiento a flor de piel! ¡DIME! ¡¿Por qué tuviste que mandar a un ser de la oscuridad para que me enseñara que aun mi corazón late?! Vida mía como te gusta mi sufrimiento – tenso la mandíbula y una sonrisa tenue adorno su rostro. Camino sin pensar hasta que sintió la brisa en su rostro el sabor a sal se posó en sus labios provocando que se diera cuenta la distancia que había recorrido sin darse cuenta. El muelle se encontraba vació o es lo que le pareció hasta que un olor a menta capto su atención, al parecer en su caminata había pasado de largo a unas cuantas personas paso su vista por cada una de ellas, todos con olor a humanos sonrió maliciosamente si saber por qué y su vista se clavó en un joven el olor de su tabaco era diferente, envolvente, seductor o al menos eso le pareció.

Off: Lamento la tardanza, mi mente no había querido cooperar

por **Yohann V.Wood** Jue Abr 07, 2011 3:27 pm

-El sonido de alguien se adentró en el silencio que el mismo puerto tenia de por si, aunque al principio lo habia ignorado el propio Yohann fué sencillo sonreir de medio labio cuando alguien se dispuso a decir aquellas palabras, no era su delito el curiosear la vida de las otras personas porque sinceramente no le importaba demasiado lo que hicieran o dejasen de hacer solo que la curiosidad siempre habia predominado en su caracter. Elevó la vista fijandose en sus ojos conforme ahora otro nuevo silencio se instalaba entre ambos sin sorprenderse de que se quejase de alguna mujer.

Los hombres que iban al puerto bebian para olvidar a las mujeres, los hombres siempre qu querian olvidar acudian al camino mas sencilla que era la bebida pero eso siempre habia sido aquellos que no tenian ¿como decirlo? que no era fuertes, pues si cada vez que alguien te hacia algo ibas a por una botella de alcohol lo unico que esperarias de esa persona era que muriese de lo mismo que pensara olvidar. En cambio otras personas preferian gritarlo para que de una vez por todas el mundo se enterase de lo que sucedia, la pregunta era ¿le importaba al mundo? y la respuesta ya se sabia, era una negación en rotundo-

Buenas noches, monsieur.

-Asi se iniciaba una conversacion segun los cánones del diálogo, aunque no los seguia al pie de la letra siendo como era el menor, de un caracter tan único como poco sociable. Así habia sobrevivido hasta ahora dejando que las personas no se acercasen a él y las pocas que le conocian bastaba una conversación para que se les quitase de la cabeza el querer tener entre sus amistades a alguien como al propio Yohann. Hecho el humo a un lado, saboreando el tabaco que quedaba en sus pupilas gustativas mientras una sonrisa se formaba en sus labios sin decir nada más acerca de lo que habia escuchado o dejado de escuchar ya que despues de todo la intimidad de las personas era lo unico que respetaba el menor, de haber sido otra cosa se habria burlado tan rápido y tan mordaz...pero habria preferido el camino del silencio como de una conversacion ¿Tranquila? aun era muy pronto como para decirlo -

por **Hiroshi Ikeda** Dom Abr 10, 2011 1:53 am

Había estado demasiado ocupado hablándole a su amor, la cual lo veía desde el cielo con tanta arrogancia y su manto negro la adornaba como siempre solo que esta vez no lo convertiría en lobo.
No sabe cómo sus palabras sonaban al punto de vista de las demás personas, no es que le importará demasiado pero no quería que se le fuera tachado de loco tan rápido o que lo comiencen a perseguir por el solo hecho de estar enamorado de la luna. La única que le robaba los pensamientos, la única que se encontraba en las noches más tristes al lado de él, la única que lo aceptaba y le entendía, si solo ella, a la que tenía que gritarle en las noches para poder ser escuchado.

La vida no le era muy grata pero eso es algo que no quiere cambiar, además de que no tiene nada por que luchar en la vida solo le dedica cada instante a su amor, pero… ¿por qué no intentar vivir por una vez? Después de todo eso es lo que quería antes de ser convertido en Licántropo ¡Vivir!, no es necesario que recuerde esas cosas ahora. El olor a sal y el sonido de las olas lo mantuvieron en silencio hasta que escucho hablar al joven que le acompaña está noche.

Inclino su cabeza aceptando el saludo –Buenas noches joven... – le miro detenidamente como examinándolo un poco y sonrió – Lamento haber interrumpido su momento de soledad, no era mi intención – se excusó y las miles de cosas que invadían su mente se esfumaron tan drásticamente, no pensó en llegar a ese lugar y mucho menos llegar a entablar una conversación, con lo antisocial que podría llegar a ser pero… quedo pensativo por un momento sin quietar la sonrisa de su rostro ¿qué habría pensado por lo que dijo hace un momento? En realidad no le importaba mucho pero no quería llegar a ser atacado con miles de preguntas. Las olas se escuchaban romper y unas cuantas voces más seguían en el muelle junto con ellos – Linda noche – fue lo único que se le ocurrió decir en un absurdo intento de entablar una conversación.

por **Yohann V.Wood** Dom Abr 17, 2011 4:46 pm

No importa realmente

-Dijo con voz suave mientras sus orbes miraban los de aquel hombre con la misma seriedad que siempre, tenia la costumbre de que el hieratismo de su rostro jugase un poco más porque a fin y al cabo Yohann era considerado un monstruo y como tal todos se alejaban de él por eso era raro que alguien quisiera hablar o decir algo...otra persona se habria alejado porque habia sido descubierto pero sin embargo aquel hombre se habia acercado intentando entablar una conversación donde la noche era la protagonista.

El silencio no habia durado algo que le gustaba, porque aunque fuera su fiel amante a veces el silencio no era capaz de llenar el hueco que dejaba la soledad cuando no deseaba estar con nadie más que no fuera él mismo. Sacó un cigarrillo colocandolo en sus labios aun sin encenderlo cuando dejo su mirada en la noche asintiendo sin jugar al papel que solia hacer siempre el de cruel dictador que siempre solía haber en su mirada-

Si, es hermosa

-Caminó hacia atrás encendiendo el cigarrillo y dando su primera calada, hechando el humo hacia otro lado no tardó en apagar de nuevo el cigarrillo cuando se empezó a remangar los pantalones dejandolos hasta por encima de sus rodillas, de paso se quitó los zapatos y se sentó en el borde de nuevo pero esta vez notando la frialdad del agua gracias a la crecida del agua, seria gracioso imaginar que una mano le apretaba del tobillo y le tiraba con fuerza hasta llevarle al propio infierno de donde seguro no debia de haber salido, pero ni la muerte le deseaba ya de tantas ocasiones en las que habia entrado sin permiso alguno a su hogar, o la habia nombrado en ocasiones...por eso, ya no tenia que temer a la innombrable porque él, a pesar de ser mortal, tendria una vida larga solo porque la muerte quería molestarle-

por **Hiroshi Ikeda** Jue Abr 21, 2011 2:07 am

Al parecer el joven no era más sociable que Hiro en un intento inútil por entablar una conversación había sido fallido, no demostraba un gran problema pero ahora que estaba en el muelle sintiendo la brisa salada y con las olas marinas coreando una dulce canción no quería irse y solo esperaba no molestar demasiado. Su amabilidad era demasiada los viejos hábitos son difíciles de eliminar y ese era un defecto en muchos casos, solía preocuparse por las demás personas antes de sí mismo, solo que poco a poco se fue ensimismándose y aprendió a mala gana que no todo lo que brilla es oro y no toda cara amable lo es.
Lo único arraigado que mantuvo fue su educación lo demás lo veía con recelo a pesar de siempre mostrar una sonrisa aparentemente sincera y… muchos la han catalogado como bondadosa.

El olor a tabaco inundo sus sentidos dándole una extraña calma, observo como se sentaba en la orilla del muelle su idea no le parecio tan mal pero era demasiado frío como para poder soportarlo -¿Te molesta si me quedo un poco? No quiero molestar pero la vista es mejor desde este lugar –llevo sus ojos hacia el cielo como si espiara de nueva cuenta a la luna brillante. Disfruta de la noche a pesar de que su compañía (un joven no mayor a veinte o veintiún años) ni le mirase si quiera, eso no era muy importante solo deseaba no sentirse tan solo. Sí puede que esta sea una de las noches en la que Hiroshi se pone sentimental y necesita la compañía de un extraño pero por más que desease a alguien a su lado no quiere decir que le contará de buenas a primeras sus penas, no, solo quiere distraer su mente, despejarla un poco, olvidar.

Se sentó en el malecón y recargo su cabeza en uno de los palos en los que los barcos eran amarrados, cerro momentáneamente sus ojos respirando tranquilamente intentando descansar un poco –Puede que no me quiera aquí pero…- dijo sin moverse de su posición -¿Podría decirme su nombre? Ya sabe, mera formalidad- giro su cabeza para poder observarle, claramente se distingue a alguien con posición, porte elegante y a primera vista se podría colocar como un tanto arrogante aunque Hiro no tiene ninguna derecho a juzgar antes de conocerle.

por **Yohann V.Wood** Lun Abr 25, 2011 1:15 pm

¿Te dedicas a juzgar a la gente?

-Sus palabras eran suaves, no eran ariscas como en algunas ocasiones habia forzado la voz especialmente cuando alguien no le gustaba, cierto, su mente le estaba recordando que no conocia para nada a ese hombre asi que ¿para que demonios iba a enojarse si se quedaba a su lado? era el unico que se sentaria cn él ya que el resto de la sociedad practicamente no queria saber nada de Yohann, paseó los dedos alrededor de su mentón cuando sonrió acerca de las vistas eran realmente hermosas con el mar y la luna bañandose en ella mientras los ojos de ambos se posaban en ella ¿le gustaria que le mirasen a la luna? seria una mujer de blanca piel que desnuda recorreria el mar mientras los enamorados como el hombre que tenia al lado suspiraban por ella, ladeó un poco el rostro por curiosidad sin evadir la mirada cuando examinó al hombre que tenia a su lado, atractivo para que iba a negarlo, de un porte serio pero galante, parecia que no le gustaba el silencio incomodo o eso daba a entender porque cuando menos se lo esperaba estaba hablando de nuevo-

No me molesta tu presencia aunque mi cara diga lo contrario, siempre la tengo asi aunque es evidente que asusto a los hombres...eres el primero que se ha acercado a sentarse asi que no tienes que decir que tu presencia no me gusta ya que si hubiera sido asi no hubiera dudado en hecharte de mi lado que es lo que usualmente hago con la gente que no me cae bien

-Como si nada miró los ojos de aquel hombre dejando las manos a ambos lados de sus caderas, su silueta se notaba atavés de la camisa aunque si hubiera sido de dia se hubiera delineado su torso ahora en cambio era los rastros lunares lo que iluminaban su rostro añadiendo algo mas de palidez a los rasgos que normalmente tenia, él, aquel hombre se veia mucho más moreno asi con el cuerpo bien formado..tuvo una ligera envidia de su cuerpo debido a la figura delgaducha que portaba Yohann, sonrió de pronto ladeando el rostro hacia la luna cuando pregunto su nombre lo cualera interesante ya que la mayor parte de los demás habrian encogido los hombros habrian seguido a losuyo hasta que la incomodidad les hubiera podido finalmente habló tendiendo la mano la sonrisa habia desaparecido de sus labios aunque no del todo se podia insinuar un rastro de ella en la comisura de sus labios-

Yohann ¿y el tuyo?

por **Hiroshi Ikeda** Mar Mayo 03, 2011 12:41 am

Esa eterna sonrisa se dibujó en sus labios y negó con la cabeza, no supo porque le dijo tal cosa pero le cayó en gracia su pregunta. Puede que su mirar le delatará, no quiso parecer grosero o ¿fue su actitud recelosa lo que provoco ese pensamiento? No, el joven simplemente es demasiado inteligente para entender sus movimientos, para comprender esa actitud la cual le hace colocarse en guardia cada que conoce a alguien nuevo, aunque, así es Hiroshi ya no confía tan fácil en las personas su instinto se lo dice a cada instante, como perro herido por más de un dueño –No, no creo ser alguien como para juzgarle– su tono fue amable, no tenía por qué ser de otra forma. Sus ojos se clavaron en el joven pero a pesar de eso su mirar parece vacío, como si nada estuviese detrás. Después de todo no es la clase de persona que tiene remordimientos, sí, la tristeza de un pasado le persigue y puede vivir con eso, su presente es incierto, su futuro es borroso, oscuro e inexplicable.
Pensamientos que recorren su mente de un lado a otro analizando esas palabras. Por motivos desconocidos está noche (en que la luna peina su plateada cabellera y el inmenso mar le sirve como espejo) necesita un consuelo, alguien que no le conozco y no huya al verle como había pasado en sus interminables viajes por el mundo.

-Entonces debo sentirme alagado por tal acto- Mira a su alrededor –Aún no me has echado… creo yo- Su sonrisa se ensancho más sin preguntarle el por qué la gente no se detenía a conversar con él –Pero me alegra que llegue ser tan directo usualmente yo no diría nada, aunque la presencia fuera insoportable– alzo los hombros pensando que a pesar de aquellas experiencias amargas Hiro aún mantiene esa sonrisa esperanzadora y no deja de ser un niño bueno con exceso de amabilidad. Al final de esa manera se puede catalogar a Ikeda como un niño con deseos de que el mundo no sea como lo conoce y que solo haya sido un mal sueño, espera despertar en su hogar con su cuerpo sobre el futón y el olor a flores de sakura inundando su habitación.

Aquella mirada se perdió en recuerdos y sueños sin cumplir. Enfoco en automático a su acompañante dejando todo recuerdo y sus ojos por fin pudieron distinguir el color azul de los del joven de nombre Yohann que ahora le tendía la mano estrechándosela –Ikeda – estrecho su mano dando un leve apretón –Hiroshi Ikeda un placer – así como Yohann (chico delgado, con ojos azules y al parecer extremadamente honesto) a Hiroshi no se le solían acercar mucho, sus rasgos asiáticos eran un mal augurio para muchos o simplemente le consideraban demasiado extraño para estar a su lado –Últimamente he conocido demasiada gente en parís cosa que no había logrado en toda mi vida. Puedo considerar que mi suerte está cambiando o que la gente es lo suficientemente extraña como para dirigirme la palabra – río levemente ante esto aun manteniendo el apretón de manos.

Spoiler:

por **Yohann V.Wood** Lun Mayo 23, 2011 12:54 pm

Eso creemos todos pero solo unos pocos podemos decir abiertamente que nadie juzga

-Sonrio al decir aquello que seguramente la mayor parte de la poblacion estaba pensando el hecho de que l agente siempre dijera "no, yo no soy asi" pero cuando menos lo esperabas te descubrian aquel otro lado el hecho por eemplo era la homosexualidad pues muchos decian que estaban a favor de ella pero no soportaban ver a dos hombres u dos mujeres besándose asi como el hecho de que algunas mujeres tuvieran que hacer el trabajo de cortesanas porque no tenian para vivir, muchos usualmente expresaban su deseo de poder ayudar pero no solo no ayudaban sino que las comenzaban a mirar de una manera extraña e incluso como si cada mirada dijese "yo soy superior" en cualquier caso sonrio observando al hombre que tenia al lado, era sin duda alguien atractivo y sincero la compañia que más le gustaba especialmente por lo de la sinceridad.

Se habia rodeado de personas que solo querian su dinero incluso las habia puesto a prueba por si acaso podía escuchar de algunos de ellos que querian algo más que su dinero, pero nunca habia dado resultados asi que siempre gustaba de poner nerviosos a los hombres sinceros asi como a las mujeres porque de ese modo podía sacar toda la verdad a relucir con una sola palabra, se escucho una suave sonrisa al mencionar su acompañante que no seria capaz de hechar a nadie de su lado eso seria lo que le traeria problemas en el futuro...Yohann sin embargo decia quien le gustaba y quien no, claramente, sin tapujos pues lo que mas odiaba era las personas que se tomaban siempre "su tiempo" antes de decirle a una persona algo-

Hiroshi, no te tienes que preocupar por si te hecho o no si sigues a mi lado significa que me caes bien

-Mencionó mientras estaban estrechándose las manos con una sonrisa en los labios, ultimamente gustaba de quedarse un poco más acariciando aquella sonrisa, nunca sonreia y si podia lo evitaba para que la gente no le tomase demasiado aprecio, el amor, ¿que era? asi como la amistad nunca habia tenido el placer de conocer a gente que pudiera meterse en su corazon y decirle si podian ser amigos o si simplemente debia de guardar silencio, miró sus ojos, de nuevo estaba pensando en otras cosas ¿hiroshi era del tipo soñador? eso parecia-

Creo que eres tu el que cree que la gente es extraña, por lo que veo eres sincero algo que suma muchos puntos, el hecho de que no quieras hechar a la gente que conoces denota que eres encantador con una pizca de humildad y sumisión aunque eso no evita que tengas caracter

-Bostezó, solo un poco mientras volvia a mirar al cielo nunca dormia más de unas pocas horas dado a que siempre habia estado despertándose a altas horas para lograr a su madre una presa fresca como ella decía, o simplemente el hecho de que tuvieran que cazar a los vagabundos o borrachos de la noche habia hecho que su cuerpo automaticamente se despertase despues de unas pocas horas como si de ese modo ya hubiera descansado todo lo que tenia que descansar-

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