AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Ficha de Bernard Trevillette
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Ficha de Bernard Trevillette
por Bernard Trevillette Mar Mar 08, 2011 9:46 am
FICHA DE BERNARD TREVILLETTE
-Nombre del Personaje: Bernard Lawrence Trevillette
-Edad: 49 (nació en 1751)
-Especie: Humano
- Tipo y Nivel Social: Clase Media
- Sexualidad: Bisexual
-Lugar de Origen: Metz (Francia)
-Descripción física: Es alto, de complexión normal, aunque con una incipiente barriga cervecera (curva de la felicidad, según él mismo). Siempre lleva bigote francés y a veces deja crecer su barba, aunque por lo general la lleva perfectamente afeitada. Tienes unos ojos enormes y una nariz también bastante grande, que personalizan el rostro de este perfumero francés.
Suele vestir de una manera muy extravagante, puesto que ama llamar la atención. Adivinar el color que llevará cada día su pelo es algo difícil. Puesto que es un auténtico rey de los cosméticos, los prueba y utiliza todos y cada uno de ellos con su piel y su cabello.
-Descripción psicológica: Quizá una de las partes más difíciles a la hora de describir a Bernard, es hablar de su mente. Todo en él, sus acciones, gestos, o pensamientos, forman parte de un impulso que procede de la parte más animal que siempre deja aflorar en sí mismo. Es una mueca a la realidad, un tipo sin problemas que sonríe a la vida y a las circunstancias que lo rodean. Es tremendamente ambicioso, casi rozando la codicia, y sólo puede decir al respecto que en el mundo en el que vive, cada vez es más importante la imagen que das. Eres lo que tienes, y lo que dicen de ti, y ese es precisamente el pilar de su personalidad.
Feroz, sentimental, y sobre todo, tremendamente maniático y excéntrico, Bernard Trevillette pasa largas horas de cara al público, tal y como su negocio se lo exige, lo que lo ha convertido en un tipo carismático y elocuente, de pluma fácil y con muchos recursos en lo que a la oratoria se refiere.
Él mismo se describe como la gran mujer que hay detrás de cada hombre, haciendo una parodia de sus formas chifladas y un poco disparatadas, además de sus amanerados modos de hablar y moverse.
-Historia: El 14 de febrero de 1751, Bernard Trevillette nació de la unión entre Rose y Antoine Adonis Trevillette. Fue el primer hijo de la pareja, y el único durante cinco años. Después, nació Adonis, el hermano pequeño de Bernard. Ambos llevaron una vida normal en el seno de una familia de comerciantes. Sus padres comerciaban con telas y especias en un buen mercado que los convirtió en una de las mejores familias burguesas de la época.
Sin embargo, nada de esto satisfacía a Bernard, al contrario que su hermano pequeño. Él adoraba la pintura y la escritura, y no le bastó con acudir a la escuela parroquial. Quería más, y comenzó a tener ideas demasiado liberales para entonces. Sus padres acabaron pidiéndole que dejase aquellos extraños gustos por la ropa de las mujeres y por las bellas artes, y lo enviaron a estudiar química y farmacia a París junto a unos frailes, esperando que esos estudios y la religión le quitasen los pájaros de la cabeza.
Mientras tanto, su hermano Adonis encontró a una mujer de buena familia y se casó con ella, con la que tuvo tres hijos: Leslie, Adrianne y Louis. Adonis heredó el negocio familiar, y con su padre muy enfermo, Bernard regresó a Metz a cuidar de él y de su madre. Sin embargo, en París ya había aprendido todo lo que le gustaba sobre la química y la farmacia, y lo aplicó a la perfumería. Comenzó a soñar con tener su propio negocio externo al de su familia, un negocio que él mismo crearía y con el que disfrutaría de autoridad, autonomía, y por qué no, éxito. Y todo ello, haciendo lo que le fascinaba: la perfumería y la cosmética.
Su padre murió, y su madre comenzó a hacerle preguntas sobre su soltería. Bernard no quería casarse, a pesar de que sus furtivos romances con damas eran más que sonados. Dejando a su madre y a la familia de su hermano en Metz, Bernard regresó a París, donde abrió su negocio. Poco a poco, las excentricidades del francés y su particular forma de tratar tanto a hombres como a mujeres hicieron que se hablase mucho de él. Todas las mujeres querían tener un perfume de B. Trevillette en su colección, y por qué no, un baúl de cosméticos realizados por el maestro perfumero. Pero este negocio, al comienzo, fue posible gracias a su hermano Adonis.
Bernard no devolvió nunca ese dinero a su hermano, puesto que la fortuna que amasaba –y sigue amasando- se la gastaba en fiestas y orgías, en caros banquetes y en codearse con la alta sociedad. Se olvidó por completo de su familia, y poco después lo sorprendió la noticia de la muerte de la mujer de su hermano. Cuando ella murió, su hermano se quedó sólo con sus cuatro hijos (habían tenido una niña más). Así pues, su hermano cayó en el alcoholismo y sus negocios en Metz empezaron a flaquear. Adonis veía como única solución deshacerse de sus hijos, así que casó a su hija mayor y lo mismo intentó con la segunda, Adrianne, pero ésta huyó en plena celebración, deshonrando a su familia.
Así pues, Bernard se llevó a Adrianne a vivir consigo a París, y envió a su sobrino Louis a la universidad a estudiar artes. Con Adonis sólo quedaba ya la pequeña de la familia, para que pudiera estar con él hasta que tuviese edad para casarse. Bernard también pagó a una mujer para que se quedara en casa de su hermano, como una ama de llaves o una encargada de la casa.
Con esto, Bernard tomó la deuda que debía a su hermano completamente pagada.
Desde entonces, él no ha vuelto a tener contacto con su familia, excepto con su sobrina Adrianne, con quien vive en París. Reniega del resto de su familia, y se ha inmiscuido en una alta sociedad que, aunque no es la suya, le viene como anillo al dedo.
-Edad: 49 (nació en 1751)
-Especie: Humano
- Tipo y Nivel Social: Clase Media
- Sexualidad: Bisexual
-Lugar de Origen: Metz (Francia)
-Descripción física: Es alto, de complexión normal, aunque con una incipiente barriga cervecera (curva de la felicidad, según él mismo). Siempre lleva bigote francés y a veces deja crecer su barba, aunque por lo general la lleva perfectamente afeitada. Tienes unos ojos enormes y una nariz también bastante grande, que personalizan el rostro de este perfumero francés.
Suele vestir de una manera muy extravagante, puesto que ama llamar la atención. Adivinar el color que llevará cada día su pelo es algo difícil. Puesto que es un auténtico rey de los cosméticos, los prueba y utiliza todos y cada uno de ellos con su piel y su cabello.
-Descripción psicológica: Quizá una de las partes más difíciles a la hora de describir a Bernard, es hablar de su mente. Todo en él, sus acciones, gestos, o pensamientos, forman parte de un impulso que procede de la parte más animal que siempre deja aflorar en sí mismo. Es una mueca a la realidad, un tipo sin problemas que sonríe a la vida y a las circunstancias que lo rodean. Es tremendamente ambicioso, casi rozando la codicia, y sólo puede decir al respecto que en el mundo en el que vive, cada vez es más importante la imagen que das. Eres lo que tienes, y lo que dicen de ti, y ese es precisamente el pilar de su personalidad.
Feroz, sentimental, y sobre todo, tremendamente maniático y excéntrico, Bernard Trevillette pasa largas horas de cara al público, tal y como su negocio se lo exige, lo que lo ha convertido en un tipo carismático y elocuente, de pluma fácil y con muchos recursos en lo que a la oratoria se refiere.
Él mismo se describe como la gran mujer que hay detrás de cada hombre, haciendo una parodia de sus formas chifladas y un poco disparatadas, además de sus amanerados modos de hablar y moverse.
-Historia: El 14 de febrero de 1751, Bernard Trevillette nació de la unión entre Rose y Antoine Adonis Trevillette. Fue el primer hijo de la pareja, y el único durante cinco años. Después, nació Adonis, el hermano pequeño de Bernard. Ambos llevaron una vida normal en el seno de una familia de comerciantes. Sus padres comerciaban con telas y especias en un buen mercado que los convirtió en una de las mejores familias burguesas de la época.
Sin embargo, nada de esto satisfacía a Bernard, al contrario que su hermano pequeño. Él adoraba la pintura y la escritura, y no le bastó con acudir a la escuela parroquial. Quería más, y comenzó a tener ideas demasiado liberales para entonces. Sus padres acabaron pidiéndole que dejase aquellos extraños gustos por la ropa de las mujeres y por las bellas artes, y lo enviaron a estudiar química y farmacia a París junto a unos frailes, esperando que esos estudios y la religión le quitasen los pájaros de la cabeza.
Mientras tanto, su hermano Adonis encontró a una mujer de buena familia y se casó con ella, con la que tuvo tres hijos: Leslie, Adrianne y Louis. Adonis heredó el negocio familiar, y con su padre muy enfermo, Bernard regresó a Metz a cuidar de él y de su madre. Sin embargo, en París ya había aprendido todo lo que le gustaba sobre la química y la farmacia, y lo aplicó a la perfumería. Comenzó a soñar con tener su propio negocio externo al de su familia, un negocio que él mismo crearía y con el que disfrutaría de autoridad, autonomía, y por qué no, éxito. Y todo ello, haciendo lo que le fascinaba: la perfumería y la cosmética.
Su padre murió, y su madre comenzó a hacerle preguntas sobre su soltería. Bernard no quería casarse, a pesar de que sus furtivos romances con damas eran más que sonados. Dejando a su madre y a la familia de su hermano en Metz, Bernard regresó a París, donde abrió su negocio. Poco a poco, las excentricidades del francés y su particular forma de tratar tanto a hombres como a mujeres hicieron que se hablase mucho de él. Todas las mujeres querían tener un perfume de B. Trevillette en su colección, y por qué no, un baúl de cosméticos realizados por el maestro perfumero. Pero este negocio, al comienzo, fue posible gracias a su hermano Adonis.
Bernard no devolvió nunca ese dinero a su hermano, puesto que la fortuna que amasaba –y sigue amasando- se la gastaba en fiestas y orgías, en caros banquetes y en codearse con la alta sociedad. Se olvidó por completo de su familia, y poco después lo sorprendió la noticia de la muerte de la mujer de su hermano. Cuando ella murió, su hermano se quedó sólo con sus cuatro hijos (habían tenido una niña más). Así pues, su hermano cayó en el alcoholismo y sus negocios en Metz empezaron a flaquear. Adonis veía como única solución deshacerse de sus hijos, así que casó a su hija mayor y lo mismo intentó con la segunda, Adrianne, pero ésta huyó en plena celebración, deshonrando a su familia.
Así pues, Bernard se llevó a Adrianne a vivir consigo a París, y envió a su sobrino Louis a la universidad a estudiar artes. Con Adonis sólo quedaba ya la pequeña de la familia, para que pudiera estar con él hasta que tuviese edad para casarse. Bernard también pagó a una mujer para que se quedara en casa de su hermano, como una ama de llaves o una encargada de la casa.
Con esto, Bernard tomó la deuda que debía a su hermano completamente pagada.
Desde entonces, él no ha vuelto a tener contacto con su familia, excepto con su sobrina Adrianne, con quien vive en París. Reniega del resto de su familia, y se ha inmiscuido en una alta sociedad que, aunque no es la suya, le viene como anillo al dedo.
Bernard Trevillette- Humano Clase Media
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