Persiguiendo una mariposa azul { Ainara}

Fuego, pasión, expresión, el vuelo del alma. Son las palabras que describen la danza de una gitana . Era una noche no tan fría como solía ser la mayoría de las noches en invierno. Una noche perfecta para danzar, cantar, contar cuentos y toda clase de tradiciones que tenían los gitanos. Lyuba, como cada noche, no faltaba de aquella reunión, fijándose en sus movimientos y escuchando el ritmo de la música . Sus ojos danzaban al compás de las notas que se escuchaban y su sonrisa se prolongaba con cualquier movimiento de cadera de la gitana que estaba complaciendo al grupo retirado de la sociedad.
Como cada noche la morena relucía con cualquier traje gitano que poseía de su madre y de algunas personas cercanas a ella. Poseía una falda larga , y colorida , de un color morado y negro con ciertos adornos llamativos en su falda larga hasta los pies, una blusa pequeña ajustada a su cintura y dejando ver el ombligo a pesar del tiempo no tan adecuado para aquella vestimenta, pero estando cerca del fuego ..el frío no existía para ella. Los brazos estaban cubiertos de brazaletes coloridos , ruidosos haciendo juego con sus aretes grandes. El cabello lo tenía suelto , escondiendo el escote llamativo que demostraba lo que la naturaleza había trabajado . El maquillaje era uno mucho más llamativo, extravagante , pero ponía en evidencia los ojos celestes tal cual las olas del mar .


La gitana parecía acabar su número y como agradecimiento de su esfuerzo, todos la aplaudían y le echaba piropos. Lyuba fue vista reírse por primera vez en aquel círculo y eso alegró al jefe , por eso mismo decidió que la siguiente en demostrar de lo que era capaz, sería la nueva gitana apenas llegada a París. Iba a protestar pero eso significaba falta del respeto, aquel hombre había abierto sus brazos de una manera amable, acogiéndola como si fuera la hija pequeña que nunca había tenido. Aun sonriendo, la morena se levantó de su asiento , colocándose en el centro del círculo y esperando que la música empezara. Al principio era lenta, otorgándole el tiempo perfecto para sorprender al público. Lyu , como una profesionista, comenzó a mover su cadera y sus brazos de una manera suave, aprovechando tan solo del espacio que poseía en aquel momento. Tan solo de aquel. Hasta que la música comenzaba mucho más acelerada, donde ella empezaba a mover la falda de una manera simpática, caminando en el espacio que poseía y que se hacía dueña de el de un momento a otro. La danza se desarrollaba al mismo tiempo que los ojos de los gitanos se abrían curiosos al ver de lo que era capaz la pequeña gitana.

Realizaba saltitos alegres al son de la música, batía los pies en movimientos delante y de lado. Se sentía libre y con ello expresaba tantos sentimientos negativos como podía, se ahogaba de alguna manera y se sentía como si fuera la gitana mas feliz de todo el mundo, sin pensar en el pasado. Creyéndose tal cual una mariposa que vivía un día en la tierra, hacía todo lo que ella deseaba y al día siguiente moría dolorosamente, pero feliz..había descubierto muchas cosas y con ello, la libertad. La parte final de Lyuba parecía irresistible, sensual, la música y la danza se estaba acelerando. Lyuba parecía absorber toda la energía de ella, haciendo vibraciones con su espalda ,rotaciones e infinitos de dibujos con la falda . Tal cual había empezado el ritmo, volvía a repetirse. Dejando de ser tan acelerado a uno más lento, permitiendo a Lyuba tranquilizar su respiración y el esfuerzo que había expuesto para alegrar al público. Sus muñecas se movían al lado de su cuerpo .en círculos , sus hombros parecían flexibles y alguna que otra vez sus pechos se movían jovial . El final de la danza de Lyuba había sido uno glorioso , unas cuantas vueltas rápidas, enérgicas , hasta que la música se había parado junto con el cuerpo de Lyuba .


Sonriente miró a los demás que la aplaudían y gritaban más fuerte que antes. Parecía que el corazón iba a salirse del pecho al escuchar aquello pero sin mas, sin dar explicaciones se apartó de la pista de baile hacía otro lugar, lejos de la “manada”. Mientras dejaba paso libre a sus pies ,por delante pasó una mariposa de un color azul . En el rostro de Lyuba se dibujó una sonrisa dulce mientras comenzaba a correr detrás de aquella mariposa tan preciosa. No se había dado cuenta de que la mariposa la había llevado hacía el cementerio. Se posó sobre una tumba y jovialmente, Lyu se acercó a ella para tomarla pero esta prendió su vuelo hacía otra parte. Fue entonces cuando Lyuba miró alrededor , observando aquel lugar tan triste y tan cínico.

Sus pupilas como olas, huracanes , observaban aquel lugar tan real y tan..triste. Si recordaba bien, no había estado en un cementerio mas de dos minutos. Prefería no pasar por aquellos lugares cínicos, donde el miedo, los recuerdos de aquellos muertos te envolvían y te llamaban en su mundo caótico. Un susurro, una voz que te incitaba a los juegos mas macabros que podían existir , se escucharon desde una de las lápidas que estaban detrás de la gitana. Ella, de espaldas, se dio la vuelta con tranquilidad y con la respiración agitada. Pero su cuerpo, su corazón estaba cobrando la razón y miró a la bruja que entregaba sus servicios para unas pocas monedas que permitía a nuestra gitana vivir.

Ladeó su cabeza con las cejas arrugadas y sus labios, secos, entre abiertos observando su figura y preguntándose que mensaje estaban transmitiendo en aquel momento. ¿Pensaba que Lyuba iba a bailar en medio de un cementerio?. No entregaba sus servicios a los muertos, no deseaba perturbar su tranquilidad, su descanso eterno – Aquí estoy.. – su voz, firme y segura de si misma. Su cabeza estaba bien alta y sus facciones mostraban la seriedad que ,muchos años atrás, no había demostrado. Los pliegues de la noche cubrían a la morena en su manto mágico ,sintiendo su contacto pegado a ella como una segunda piel. Una piel luminosa, cálida, que la encierra en sus húmedas pegajosas tinieblas, entre sinuosidades cerebrales.

La gitana se acercó cautelosa a la mujer ,con unos pasos lentos y silenciosos , tal cual los de una bailarina que atraviesa el escenario en un salto, para subyugar a sus admiradores. Una sonrisa salpicada de flequillos de nebulosa y polvos de diamantes se observó en el rostro pálido de la joven – ¿Cuánto a pasado desde mi última danza , madame? – preguntó con aquel tono tranquilo pero a la vez serio. Hacía tiempo que no danzaba a la mujer que había jurado danzar hasta reventar. Era algo que deseaba hacer, que amaba hacer. Se desahogaba con cada vuelta que su cuerpo daba al timo de la música, con cada movida de sus curvas escépticas de su cuerpo. Parecía liberarse de cualquier mal que llevaba dentro y con ello, los malos recuerdos desaparecían abriendo paso hacía una vida gloriosa. Solo existía ella , en un campo con miles de flores diferentes que danzaban al igual que ella.

La voz fina de la bruja parecían una melodía de lo mas tranquila, engañadora como cualquiera que intenta atraer a sus victimas. Lyuba la conocía, sabía que ella no era tan mala. Su maldad , a veces lograba superarla pero Lyuba se parecía a ella. Por alguna extraña se sentía un tanto encadenada con ella. Sus palabras eran escuchadas a la perfección por la gitana, entrecerrando los ojos con suavidad ante cada sílaba que esta dejaba escapar de sus labios. Negó dos veces con la cabeza para luego responder – No es cierto, olvidarme de usted nunca podré – aseguró clavando su mirada cristalina en los ojos de la bruja poderosa. Era cierto, aquella mujer por lo mas malvada que aparentaba ser, tenía una iniciativa buena, agradable cuando de la morena se trataba. Todos los esfuerzos que hacía, todo lo que había hecho por la morena iba a agradecérselo como podía, mediante bailes y también estando a su lado por cualquier problema o golpe que la vida solía jugar. De nuevo su voz estaba haciendo un eco vacío en aquel triste paisaje, escaso de colores vivos. Tristes matices estaban floreciendo entre las lápidas nombradas con nombres olvidados y personas que ya estaban lejos de la realidad.

Se humedeció los labios parando al tiempo como si tuviera aquel poder, esperando unos ratos para comentar ante tales palabras . Era algo trágico. La nana de la bruja era una buena persona que conocía todos los secretos de la rubia, solo de pensar en su perdida un escalofrío recorrió la espalda de la morena – Es una ..- comenzó bajando la vista hacía la tierra que estaba pisando. Al mismo tiempo permitía a la rubia colocar aquellas flores tan bonitas en la cabellera larga de la morena. Una sonrisa tierna destalló en su pálido rostro, mostrando aquella parte que solía ocultar, la ternura. Lo mejor era acabar lo que había empezado y con una voz casi apagada prosiguió – lástima.. – terminó levantando su vista de aquel punto para nada interesante , volviendo su vista hacía los ojos de la bruja. Ir a su casa. Tal vez necesitaba uno de sus servicios. ¿Pero aquel tono lo había dicho para quedarse en su casa unos días o solo aquella noche ?. Las caricias parecían tener un efecto en el cuerpo de la morena ,la cual ,torpemente asintió con la cabeza – Claro, como usted desee , madame – dijo con educación aun con la sonrisa brillando en su rostro. Era lo único que parecía dar vida a su cuerpo, sus ojos y su sonrisa tierna. Lo demás parecía muerta, tanto su pálida apariencia como sus pensamientos.