Meredith Schoonmaker

Nombre del Personaje: Meredith Cornelia Schoonmaker.

Edad: 22 años.

Especie: Humana.

Tipo y Nivel Social: Clase alta.

Sexualidad: Heterosexual.

Lugar de Origen: Londres, Gran Bretaña.

Descripción Física: con la juventud y lozanía en flor, no es difícil de imaginar que Meredith tiene un futuro prometedor, pues tiene todo dispuesto para ello. Físicamente es todo lo que se puede esperar en una joven casadera de aquella elite social inglesa en la que nació y que se ah desenvuelto. De rostro ovalado en el cual residen unos perfectos rasgos finos; en el se posan un par de piedras preciosas de tonalidad azul deslumbrante, sus ojos. Como si necesitase resaltar la belleza de los mismos, el creador fue benevolente con esta joven y fue por ello que adorno tal perfección con unas pestañas largas y espesas, haciendo de su mirar algo que simplemente resulta un deleite. Sus cabellos son largos y la tonalidad de estos es de un dorado pálido, mismos que se encuentran de un largo pertinente además de poseer un ondulado natural. Su contextura física es menuda, sin embargo exhibe las características necesarias para poderle catalogar como hermosa; posee los atributos físicos que cualquier dama podría envidiar, su cintura es estrecha y su las curvas que generalmente quedan disimuladas por el vestir de la época, siempre quedan de manifiesto, de modo sutil y fino, mas no por ello menos provocador.

¿Qué es lo que vuelve a miss Schoonmaker diferente al prototipo ingles de belleza? Probablemente aquello que muchos catalogarían como pequeños detalles que no son tomados seriamente en primera instancia; pero, por otro lado, tal vez lo sea todo. Como se ah mencionado, sus ojos so hermosos; la intensidad de su mirada resulta ser un delicioso espectáculo dado que puede denotar toda clase de sentimientos en ellos, siempre envueltos en una seguridad plena, tal como si jamás su ser hubiese enfrentado titubeo alguno. Por otra parte, su sonrisa es encantadora, deleitando a aquel interlocutor al que ella brinde tan sencillo pero poderoso regalo.

Su piel, como es de esperarse en una dama inglesa es blanca y suave, por lo que en sus mejillas suele posarse de vez en cuando un rubor exquisito no demasiado contundente, pero si lo necesario para volverla un poco más encantadora. Aun así.. el porte y postura que lleva por naturaleza propia la hacen lucir como una joven dama que evidentemente tiene conciencia plena de su belleza y que se mostrada orgullosa, casi soberbia lo cual la lleva a ser un misterio dado que, aquella belleza casi etérea en la que miss Schoonmaker surge como gran resultado, puede contener en un solo ser la soberbia, elegancia y porte por un lado y, por el otro, resultar la joven más inocente y frágil.

Descripción Psicológica:
Una sola mirada, un gesto lleno de ternura, una sonrisa irresistible, una mirada coqueta, atrayente y picara; eso es lo que se recuerda de ella apenas se le conoce y se le deja, dama con unos modales exquisitos dada su educación y cuna, es frecuentemente definida como una dama exquisita. Sin embargo para su época, Meredith pudiese sonreír más de lo necesario, y ser coqueta, más de lo correcto en algunas ocasiones.

Meredith tiene temperamento decidido y determinado, sabiéndose primogénita de la familia Schoonmaker sabe lo que debe de esperar, todo lo que debe enfrentar y siendo mujer sabe bien como funcionan las cosas.

Es una mujer que se sabe manejar en las esferas de la alta sociedad con encanto y gracia, teniendo ese no se que la hace ver como una heredera ejemplar. Es estratega nata y astuta, consigue lo que quiere por medios sutiles o por medios directos según la situación lo amerite. Y así como puede conducirse con gracia se impone en cuanto ella lo desee. Tiene un fuego interno intenso.

Se sabe bella, tiene en mente que no nació para alguien promedio, ella no busca algo promedio si no algo sublime. Miss Schoonmaker fue educada bajo ese delicado y siempre bien cuidado ambiente de élite, la clase alta, donde siempre se le inculco quien era que es lo que se esperaba de ella, lo que debía realizar y también lo que sería impensable en sus acciones. Quizá eso mismo sea lo que la atraiga de manera imperiosa. Alguna ve su tía la describió como dos señoritas opuestas habitando un solo cuerpo pues, si bien Meredith puede tener un comportamiento impecable, llega a hastiarse de ello, de la falsedad (misma que ella usa con una sorprendente facilidad en algunas ocasiones) y de las obligaciones que conllevan sus privilegios. En ocasiones siente que de no haber un cambio contundente en su vida, algo que desvíe el rumbo de la misma, se asfixiará y que aquello que reconoce como su fuego interno, terminará por sucumbir.

Su expresión corporal goza de estar llena de gracia y coquetería, sacándole provecho de forma inconsciente a el porte y estilo heredado por su familia. Dicha condición es explotada por la joven.

Tiene un encanto natural para atraer, tal como el canto de las sirenas, y, a primeras luces se cree en la inocencia de sus miradas y limpieza de sus sonrisas; de tal modo que Meredith es todo un ángel ante la sociedad. Esta “cualidad” es perfecta para ella, porque puede utilizar esa encantadora apariencia mantener un bajo perfil y que de realizar actos que no en principio no serían bien vistos, sale avante y airosa.

En ocasiones es tierna y en otras tantas, fría y sin inhibiciones. Siempre glamorosa, siempre inteligente, siempre siguiendo sus ideales. Es vanidosa y ególatra, y del mismo modo puede ser divertida, y alegre, e incluso inocente.

Meredith tiene talento y encanto para lograr sus objetivos por naturaleza y la destreza de los Schoonmaker inundando sus venas. Puede ser el demonio personificado o puede ser un ángel dependiendo de con quien trate y que signifique para ella.

Ególatra e idealista a un solo tiempo, le gusta ser admirada, que se luche por ella, pero al mismo tiempo desea con toda su alma ser la heroína de alguna historia aún no escrita pero sin embargo épica. El que es lo que busca aún no lo tiene claro, pero de momento sabe donde no lo encontrará y esta segura, que cuando este algo llegue lo reconocerá de manera inmediata. Se obstina en creerlo.

Amable y sonriente, sea esta sonrisa franca o bien llena de sarcasmo e ironía. Sus movimientos son sensuales y llenos de coquetería, mucho ayuda su físico en ello, y dado que disfruta tanto de ser admirada incita a que los demás lo hagan, siendo una herramienta básica el fino arte de la seducción. Gusta de leer y, durante su niñez y adolescencia su temperamento fue meramente soñador, creyendo que la vida era diferente, y que para ella, había una historia diferente que la que su institutriz se empecinaba en establecer en su mente.


Historia: Nace en Londres, la capital inglesa, una fría mañana del mes de Octubre, proveniente de un matrimonio bien ejecutado entre mister Edward Schoonmaker heredero de un linaje ingles cuyo capital se encontraba en la industria y mistress Rose Schoonmaker perteneciente a una distinguida familia italiana que hacía tres generaciones radicaban en la gran Bretaña. Como de costumbre, aquel matrimonio formaba parte de los muchos matrimonios arreglados. Meredith llego al mundo ocupando el segundo sitio de aquel matrimonio, precedida por un hermano. El apellido Schoonmaker tiene un peso fuerte en Londres, la unión con los Sordenilli (apellido de soltera de mistresss Rose Schoonmaker) tan alejados en cuanto a geografía otorgaba más poderío al se unificados y, como bien se sabía, las relaciones y parentescos lo eran todo.

Meredith creció en aquel ambiente donde se le enseño desde siempre costumbres y el lugar de las mujeres en la sociedad, se le mostró además cuan importante era ella, cuan bella era ella y que tan valioso e importante era, de modo tal que solo se manejara con los de su nivel. No obstante algo un ímpetu mayor a lo que se consideraba saludable en una joven señorita se reflejo dese temprana edad en Meredith. Si, era delicada y fina, pero Meredith no se limitaba en sus acciones.

Desde pequeña parecía una pequeña princesa, una princesa de ojos llameantes, su espíritu se encontraba en iguales condiciones. Intrépida y traviesa, más de lo que se esperaría. Voluntariosa, coqueta naturalmente y risueña desde pequeña también la inteligencia y estrategia se asoman en su personalidad.
Debido a su buen apellido y linaje, en cuanto tuvo edad suficiente se le instruyo bajo tutelas estrictas, clases particulares, lecciones, y todo lo que debía conocer para pulir y forjar el carácter de cualquier ser humano.

Esa parte de su infancia no es de su agrado, sin embargo lo llevo bien, debido al incentivo de sus padres, específicamente su padre. De su madre cierto es que recibía cariño pero también recibió lecciones sobre quien era, cuan bella era y lo que debía de exigir como suyo, sin más ni menos.

Pronto tomo actitudes de liderazgo y estrategia, siendo así que inclusive en los mismos juegos de infancia repartía papeles y bandos, Sus hermano le sobreprotegía en demasía al ser la pequeña de la familia además de ser la única flor de entre ellos. Ese hecho a Meredith no le agradaba, sabía que era una doncella y aún así siempre creyó tenerlo todo bajo control, algo en ella marcaba un alto para que se le respetara. Jamás recibió una reprimenda o un azote, al parecer resultaba demasiado encantadora para que alguien lo lograra, había en ella algo que la hacía ver como intocable cuando ella lo deseara.

Conforme se hacía mayor aquella señorita inglesa comenzó a ser admirada por los caballeros, fina hermosa y recatada (en apariencia), había algo en su mirar, en su sonrisa y manera de estar presente, no escandalosa pero si inevitablemente localizable, sus palabras siempre fueron bien recibidas, además de hermosa, Meredith era inteligente, profunda y algunos decían que demasiado estratégica.
Llegado el momento fue presentada en sociedad en una fastuosa puesta de largo, como era tradición y fue en ese momento en el que se cruzaría con alguien importante en su vida, Enzo Belluscio. Pese a esto miss Shoonmaker no lo noto dado que ella se encontraba disfrutando y eligiendo, provocando y evadiendo cuando ya no deseaba más de la compañía masculina, parte de su naturaleza, pero Enzo si había notado ese pequeño detalle, interesante sin lugar a dudas, que una doncella pudiera elegir cuando atraer y ser cortejada y de un momento a otro pareciera que nada la pudiese tocar.

En teoría estaba todo bien, en la practica, su padre falleció poco después de que aquella velada se llevase a cabo. El golpe para la familia fue devastador y, a partir de ese momento se vio en aquella joven inglesa el pretexto perfecto para que la familia Schoonmaker siguiera teniendo el estatus que hasta entonces había llevado. Si bien Meredith conocía de elo y que no le restaba demasiado tiempo antes de tener que elegir, no le agradaba ninguno de los partidos que se le imponían, y, teniendo en cuenta esto, hizo todo lo posible por desilusionar cuanto antes a cada cual, de diferentes maneras, aparentemente todas inocentes hasta que mistress Schonmaker decidió pactar un compromiso entre su hija y un antiguo amigo de su finado esposo, con el cual compartía una gran cantidad de negocios. El hombre era todo lo que una joven no quisiera tener para si, su juventud se había ido al igual que demasiado de su sentido del humor, y aún así había visto crecer a miss Schoonmaker y por ende, Meredith no pudo escapar ante tal suerte. Le parecía imposible que de entre todos los candidatos se le comprometiese con un anciano, pero su madre se vio enérgica en el asunto.

A su favor tenía a su tía, hermana del finado mister Schoonmaker que compartía en parte el carácter de la joven, dado que esta, era una solterona. Supo ver entre líneas los disgustos constantes de su sobrina así como aquella mirada triste. Sabía que de no hacer algo, su querida sobrina escaparía y que probablemente no le iría bien. Y ese fue el argumento suficiente para convencerla de que podría alejarla una temporada de su Londres natal.

Cualquier dama no podría tener mejor enseñanza que la parisina enguanto a modos, costumbres y refinamiento y por ende, Meredith bien podría gozar de los beneficios de esta educación, para su futuro… partió así bajo la encomienda de su tía y no demasiado beneplácito de su mare rumbo a Francia, donde lamentablemente el destino fue cruel con su pobre tía. Poco después de su llegada y no antes de alguna gala en la que fue vista por primeras ocasiones, el par de mujeres fueron atracadas, siendo así que la dama mayor perdió la vida. La suerte de miss Schoonmaker pudiese haber sido la misma, de no haber sido por una intervención del caballero que hacía años la había conocido, el mismo Enzo Belluscio.

La forma en que había actuado no era humana, eso le quedo claro antes de perder el conocimiento y, cuando despertó lo hizo postrada en una habitación que no era la suya. Después del sobresalto inicial y una larga charla acerca de lo que había visto y el paradero de su tía, Meredith rompió en llanto, tanto por el fallecimiento así como de que al dar aviso a su familia, evidentemente debería regresar a Londres, y con ello su enlace matrimonial se vendría. El que paso por la mente de Enzo es un misterio para miss Schoonmaker, pero a partir de ese día recibió su apoyo, convirtiéndose en su protegida. Se presento ante la familia de la joven y explico lo loable de sus intenciones, además de hacer una ligera manipulación mental, de tal manera que ante los ojos de mistress y el nuevo mister Schoonmaker (su hermano, Enzo no era más que un pariente lejano pero también un buen amigo de la familia. Logro que Meredith aplazara su compromiso y que mientras tanto el mismo la conduciría en Francia para ser presentada ante sociedad y con la buena de Dios, pudiese tener un destino mejor y más interesante que el que le vaticinaba el matrimonio con un hombre mayor.

Protegida de Enzo, Meredith sigue buscando lo extraordinario que para empezar ah encontrado en su protector… desea ser conversa y frecuentemente insiste a Enzo que la transforme con lo que la negativa siempre es la misma. Enzo desea cumplir su palabra, concertarle un mejor futuro aquella joven.

Datos Extras:
Le gusta leer aquellas comedias ligeras o dramas épicos
Tiene una fascinación en los caballeros templarios y el santo grial
Es demasiado obstinada para su propia seguridad.
Pese a todo sigue siendo esa mezcla de vanidad y ensoñación.
Se considera una libre pensadora para su época
No le gustaría regresar a Londres, a menos que sea buena la causa.