Just you...and me...and the wine [beldandi]

-Su emoción significaba que un crescendo de su humor habia aumentado para acogerme, orgullo de hombre varón que se posaba en mi garganta hasta quedar silenciado con una palabra de ella no porque quisiera callar sino porque quería escucharla. Los hombres olvidaban que cuando no escuchaban a las mujeres eran cuando más se perdían de las rarezas mismas que me habian convertido o galardonado como un monstruo mujeriego pero entre las damas que he tenido en mis brazos ¿quien puede quejarse de abandono? crueldad era una parte pero distinto sin duda era la caballerosidad en la que empleaba en cada uno de mis hurtos.

no temblé de emoción pero si percibí ese aroma extraño que desde un primer momento me habia cautivado convirtiéndome en un esclavo efímero de susencantos, preciosa, hasta los poetas debian de bendecir sus cuadernos si deseaban hablar de ella porque la verdad, nunca podría llamarse así, nunca me encontraria satisfecho si alguien hablase de una forma tan vanal de mi querida beldandi.

No conocia más que su nombre aunque siempre describia eso como un comienzo para la igualdad de recuerdos, compartiriamos bajo la afrutada comprensión de un vino nuestras palabras que sumergirían los deseos, deseo, que palabra tan incestuosa con los significados pues tan pronto quería significar suciedad como pureza e incluso tenia la vergüenza de presentarse como divina y protagonista a aquestos que la reclamasen como yo, como muchos otros que habian acudido a utilizarla a cada momento.

Me separé de ella unos centímetros, necesarios eran para inclinarme cortésmente entregandole el ramo de flores que quería que obtuviera, no me gustaba llegar con las manos vacías eso siempre me habia caracterizado a bien o a mal ya que la miraba de una forma distinta, el dinero, al principio lo suponia todo siendo el limite marcado para cada encuentro en el que plasmaba distintos movimientos para seducir a la persona que habia frente a mí si es que yo no acababa hundido en mi propia artimaña-

Mademoiselle, su belleza acaba de cegarme más espero que aun deseis estar con este pobre ciego, ciego de amor, ante la belleza que me transmitis.

-El aire removió mi camisa que planché con seguridad con las manos asegurándome de que mi aspecto era siempre impecable, no admitía errores en mi comportamiento aunque la cruel rivalidad de mi modo de actuar junto con el egocentrismo y perfeccionismo hacian de mi un reloj a punto de estallar con la más mínima cosa que fuese mal pero no entiendan por aquello que mi figura era más importante que las armas de seducción.

Una cita, era algo importante para mi en lo que aun cuando estuviera despeinado supondría solamente que tendría que volver a peinarme o que por el contrario disfrutaba el momento. Disfrutar un significado extravagante que nunca se habia aplicado a mi modo de ser u de ofrecer la vida...disfrutar, disfrutar, una palabra confusa porque para mi el tiempo era dinero, el dinero era un escalón que subia tan lento que el aire me faltaba por la desesperación.

"No, Leonard. Esta noche es de tu dama y tuya, no la descuides" me sonreí, con la sensualidad masculina que modificó mi rostro de silencioso a más natural, tomando la mano de Beldandi depositando un beso en la palma de su mano dirigiendo finalmente su mirada a sus ojos-

Soy vástago de sus orbes, guiame entonces mademoiselle pues no me perderé. Estaré a vuestro lado cuanto vos deseeis porque me habeis convertido en esclavo de vuestra belleza.