Círculos Viciosos [Charleen]

Corría, el lobo gris aullaba dentro y ella solo corría, ¿Porqué lo limitas?¿porque no le permites salir? agitó la cabeza mientras seguía corriendo, el viento jugueteaba con su cabello el cual se apelmasaba sobre su rostro sudoroso, había perdido ya los zapatos por lo que las pequeñas hojas y ramas quebradizas sobre las que pasaba rompían la piel de sus plantas fisurandolas y sangrandolas, por primera vez el dolor le parecía excitante aunque el matiz de miedo que se asomaba por encima de la adrenalina no se le olvidaba ¿de que corría?¿de que huía? tenía muy clara la respuesta pero no quería admitirla puesto que el lobo dentro de ella seguía aullando lastimeramente por salir.... huía de ella misma, de lo que era y lo que aquel estado conllevaba.

Saltaba las rocas que se cruzaban en su camino, intentando aferrarse con mas fuerza a la tela del vestido que sostenía por sobre sus rodillas para que ésta no cayera enredandose en sus pies; con la mano libre iba surcando entre las ramas que osaban acariciarla intentando detenerla y prohibirle el paso; subía, bajaba, giraba y seguía corriendo, sus pulmónes estallarían por el esfuerzo de jalar aire para mantenerla en pie, su corazón cabalgaba amenazante con salirse de su pecho, las piernas le ardían, y aún así... ella seguía corriendo.

Pasó por un pequeño riachuelo, probable brazo de la laguna que se encontraba más adelante, el agua helada pareció como un millón de agujas clavandose en la piel de sus pies hasta los tobillos desgarrandole la piel salpicando al pasar por ahí para continuar con su camino, no podía más, su cuerpo no le daba para más; aminoró el paso estirando la mano para obtener apoyo en un tronco robusto que se perfilaba alto en el cielo frente a ella a orillas de la melancólica laguna de agua cristalina, llegó hasta él apoyando la espalda intentando respirar el ritmo era tan acelerado que apenas si alcanzaba a meter un delgado hilo de aire a sus adoloridos pulmones.

Echó la cabeza para atrás en la desesperación de querer respirar con normalidad, sus manos a la altura de su cintura pegadas al tronco del árbol, como si fuera el único apoyo existente porque sus piernas no le respondían ya, poco a poco se fué deslizando hacia abajo hasta quedar en cuclillas aún recargada en aquel frondoso encino detrás suyo, las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas evitando que el cabello se separara de su rostro y sin que pudiera evitarlo, los sollozos parecían pequeños espasmos que arremetían contra su cuerpo; se llevó las manos a la cabeza ocultandola entre sus rodillas... comenzando a llorar.

Esuchó el crujir de ramas no muy lejos de ella, eso sobresalto a su ahora calmado corazón levantó la cara retirandose el cabello que aún se aferraba a su piel; quedó a la espera, alerta e inmovil, aunque si hubiese querido correr posiblemente hubiera desfallecido; y allí estaba una figura fornida que se dibujaba del otro lado de la laguna con paso firme y mirada decidida a corromper la virginidad del espejismo de agua que apenas y se agitaba con el roce del viento ¿cómo no lo percibió antes? el aroma ahora inundaba los alrededores, allí había esado desde que llego pero ella jamás lo notó.

A la espera se agazapó mirando fijamente como el espejismo se rompía y la claridad del agua era invadida mientras el sonido del estallido del agua inundaba sus oídos, se pegó más hacia el árbol comenzando a enderezarse apoyandose del amplio tronco, movió ligeramente un pie hacia adelante provocando que una pequeña piedra chocara con otra y rodara; algo más, no era uno aunque el aroma era identico, alzó la mirada intentando echar las orejas para atrás como solía hacerlo mientras estaba transformada, su instinto despertaba mientras la misma figura que había desaparecido en el agua se posaba frente a ella en el otro extremo de la laguna.

Terminó de enderezarse intentando salir de ahí sin hacer ruido, mimetizada con la áspera corteza a sus espaldas Gira lentamente, un pie a la vez... pensó mientras se concentraba en los moviemientos de cada uno de sus músculos CRACK su pie se posó sobre una rama seca que crujió como si se tratase de 20 ¿la había visto?


Cerró los ojos instintivamente queriendo fusionar sus párpados, como si con ese acto pudiera pasar desapercibida, aspiró fuerte y profundo y su aroma la mareo haciendola tambalearse, giró abruptamente para volver a quedar frente a la laguna y mirar a quien quiera que estuviera llamandola, no, no fué el sonido lo que la delató fue su aroma, finalmente era el aroma de una hembra que despierta los sentidos de cualquier animal, y ese hombre de ancha espalda y cuerpo desnudo... era un animal.

Sus piernas las sentía como hilachos por lo que apoyó las manos de nuevo en el que, hasta ahora, era su sostén; tragó saliva podría escapar si fuera necesario, estaba cansada pero resistiría estar en su forma animal lo suficiente como para salir corriendo del bosque, pero si... volvió a respirar impregnandose de ese olor tan fuerte, amargo y penetrante, si él era como ella cabía la posibilidad de que la persiguiera. Un mar de posibles movimientos y la respuesta a ellos cruzo su mente, la única opcion era enfrentar y luchar... si se daba el caso.

- Si a lo que se refiere es al remanzo que han invadido... si, me gusta esa imagen
¿Han invadido? estaría cansada pero no loca, lo había visto aunque fué por tan solo unos segundos, lo percibía esa estela tan fuerte no podía ser producto de solo un hombre, y aunque no había cambio en ella provenían de dospersonas diferentes. No se movió se limitó a mirarlo altiva y despreocupada intentando hacer caso omiso al hecho de que se encontraba sola en mitad de la nada con un hombre aparentemente fuerte y desnudo.

Su respiración se acompasaba a medida que su cuerpo se relajaba permitiendo que sus sentidos se agudizaran aún más, de reojo inspeccionó el lugar haciendo rápidos cálculos sobre la distancia que existía desde el punto donde ella se encontraba hasta el inicio de aquella figura masculina que la retaba con la mirada -De ser necesario...déjala salir otra opción a su favor, su cuerpo ya no se sentía agotado, la adrenalina la había levantado lo que le dejaba una puerta mas de escape si es que su mirada se fijo en el cuerpo desnudo de aquel hombre descifrando en su aspecto el cansancio que le precedía dibujando una pequeña e imperceptible mueca casi como sonrisa en su rostro.

¿Grotesca ha dicho?
Como fantasmal invocación una segunda figura emergió de las tranquilas aguas de la laguna llamando su atención, su cabello húmedo y apelmazado sobre su rostro, las gotas de aquél vital líquido recorriendo aquel rostro tan familiar, su ceño se frunció y su cuerpo por inercia avanzó unos pasos, la mirada la intercaló entre una y otra figura descubriendo que podía jurar encontrarse en medio de dos espejos que le mostraban la imagen de un solo hombre y no la propia.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz atrayente del primero, sus ojos parecían refulgir ante el reflejo nítido del agua sobre ellos; él se movía, sus labios se movían y el segundo a pesar de ser una copia fiel se quedaba inmóvil mirándola como si ella fuera la ilusión que su mente le jugaba -Mi nombre ... se quedó allí de pie mirándolo fijamente a los ojos frunciendo el ceño cuando aquella rama que bien podría servirle de cobertura encontró su lugar a unos metros de él Charleen... y no me molesta, pero tampoco es algo que me agrade; como ya te he dicho hechas a perder el panorama aún no se aventuraba a avanzar más, el temor se había vuelto a apoderar de ella al ver que no se enfrentaba solo a un hombre... sino a dos.