La incertidumbre de la noche [libre]

por **Circe Sanguinetti** Lun Mar 21, 2011 5:18 pm

Lo cierto era que, por mas que pasaran los años, aquel sentimiento de culpa siempre iba a estar en su interior. Sabia de antemano que no debía sentirse así pues aquel se había marchado no porque algo hubiese hecho mal, si no, porque algo realmente extraño ocultaba, no sabia exactamente que era pero si sabia que no debía pensar mucho en ello a menos que quisiera deprimirse. Amaba pasear por las calles de Paris, recibir el viento golpeando suavemente su rostro o en su defecto, aquellas suaves gotas de lluvia recorrer lo poco que quedaba expuesto de su vestimenta, para ese momento su turno en la taberna ya había terminado, ahora regresaba a casa dispuesta a tomar un baño caliente antes de meterse en la cama.

Suspiro mirando de reojo aquellas personas que salían de aquellos teatros, amaba la literatura y todo lo que tuviera que ver con ella, incluso, habría dado miles de noches de trabajo por ver por lo menos desde la puerta una presentación o alguna que otra cantante de opera en su trabajo, sencillamente la llenaba de emoción escucharlo. Sin embargo, no logro darse cuenta de que alguien a su lado si no hasta que accidentalmente choco con esa persona - Lo siento - murmuro muy apenada, seguramente el color habría subido hasta sus mejillas.

por **Louis J. Bouquet** Lun Mar 21, 2011 5:32 pm

Hacía días que no me pasaba por alli, sabia que mis compañeros habia trabajado duro, y que mi baja dentro de la función, les habia significado un pequeño retraso.
Afortunadamente ya estaba mucho mejor y quizás, pronto regresaría al escenario. lo que más me gustaba, eran los musicales.
La ultima vez que habia cantado algo para alguien, habia sido dentro de una oscura cueva, en mitad de un bosque nevado. Y recién lastimado.
Esa misma herida que tenía en el vientre y me impedía moverme con toda la libertad que deseaba.

Desafortunadamente, no habia podido entrar a la función dado que habia demorado más de lo que esperaba cuando fui a por un poco de medicinas naturales a la tienda de aquella mujer de cabellos negros. Y para lo que habia ido! Estaba cerrado el local. Eso, o me habia perdido, lo cual tampoco estaba muy alejado de la realidad.

Aligeré el paso, queriendo escuchar algún retazo de conversación que me dijera si mi amiga Stefy y los demás lo habia hecho bien o algo así. Entrecerré los ojos, sonriendo al escuchar frases favorables.... Hasta que sentí el choque con algo blando, la dulce voz, me indicaba que era una joven mujer. Abrí los ojos para toparme con una chica de lindas facciones
-Oh, no se preocupe madame, no ha sido su culpa... lo que es más, ¿no se ha hecho daño?

por **Circe Sanguinetti** Lun Mar 21, 2011 6:37 pm

Rápidamente intento recuperar el equilibrio para no dejarse caer sobre el suelo, aquello si seria mucho peor pues el traje que llevaba aquel día gracias al trajín del día no era que estuviese en muy buenas condiciones, tenia algunos retoques hechos manualmente por la rubia quien después de haberlo recibido de su tía necesito algunos ajustes para que se amoldaran a su figura. Era una joven mujer, bastante agraciada y de finas texturas, quizás con un poco mas de arreglos y finos trajes aparentaría ser una dama de sociedad.

- no... claro que no. Disculpadme por favor... - repuso nuevamente intentando controlar el color de sus mejillas, era de noche, algo que sin lugar a dudas le favorecía en ese momento. Suspiro mirando al caballero que estaba frente a ella, sintiéndose de manera un tanto... peculiar, sin saber bien a que se debía, quizás era solo vergüenza o solo producto del cansancio de la jornada tan larga que había tenido - Me distraje viendo hacia el teatro... por eso, mis mas sinceras disculpas Sr - añadió agachando un poco la cabeza como sinonimo de respeto, procuraria ser mas atenta en el camino y evitar estar chocando con desconocidos, sobre todo, porque alguno no tendria tanto reparo en disculparse y por el contrario pdoria abusar del poder que tuviese.

por **Louis J. Bouquet** Lun Mar 21, 2011 11:23 pm

La luz tenue de las farolas de la calle, no me dejaba ver con total plenitud a mi ahora, interlocutora. La sencillez de sus ropas, me indicaban que no venía del interior de aquel lugar en el que trabajaba. Pero se notaba que no era mala persona. Pues tenía una buena presencia. Un semblante dulce y cuidado. Como una hermosa rosa que florece en un páramo salvaje.

Ante aquella nueva disculpa, solo me limite a negar con suavidad. No estaba bien. Ese tipo de pequeños accidentes los tenía cualquiera. Y nadie deberia ser culpable de cosas tan infimas como aquellas. Que, dicho sea de paso, podrían llegar a ser verdaderas casualidades y bendiciones. Nunca se sabe si aquellas cosas te traen alguna buena oportunidad, o una persona especial. Ya lo habia aprendido, una tarde en la Iglesia, no era asi? Con cuidado, esperando no tomase a mal mi acción tomé su barbilla con la punta de mis dedos. No me gustaba que la gente se pusiera así...

-No se preocupe, a cualquiera a podido pasarle. Es un edificio realmente encantador, por fuera y dentro...-Suspiré, antes de yo mismo desviar la mirada con aire anhelante a aquel edificio -Por cierto, mi joven dama, ¿no teme pasear por las calles a esta hora? O... es que se ha perdido? O... bueno, yo... lo siento... a veces, creo que hablo sin pensar... --Le sonreí un poco, cruzando los brazos sobre el pecho, mirándole de manera discreta.--¿Le podría acompañar?

Off: siento lo de hace horas, me corrieron y no me dieron tiempo a cerrar mi sesión, en verdad, una disculpa

por **Circe Sanguinetti** Sáb Abr 02, 2011 8:38 am

Fue inevitable que la rubia sintiera como sus mejillas empezaban acalorarse un poco en el mismo momento que el caballero tomo su mentón con una de sus manos, era normal que se sonrojara, una maldición habría jurado mil veces ella, pero su padre lo consideraba la bendición mas apropiada para alguien de su condición pues en muchas ocasiones tendía a ser bastante llamativo y como su mejor amigo alguna vez le había dicho "bastante enamorable". Sin embargo, logro tranquilizarse en cuanto aquel hombre menciono algo sobre aquel edificio que había estado observando con detenimiento tiempo atrás, ladeo un poco la cabeza tratando de escucharle mejor.

- no señor, no me he perdido... he salido de turno y por consiguiente me dirijo hasta mi casa - confeso dando un paso hacia atrás tratando de alejarse de aquel tacto que bien podría causar que perdiera el ritmo de sus pensamientos o como comúnmente le ocurría, empezara a decir cualquier cantidad de cosas sin pensar bien el porque de ellas. Era cierto, Circe era una muchacha bastante tímida con los desconocidos, cambiando completamente cuando ese desconocido formaba a ser parte de la vida de la joven - no se preocupe ...- completo en cuanto escucho las disculpas del hombre con facciones curiosas, hasta ahora, no había conocido a muchos extranjeros pero viéndolo a el parecía serlo. Aquel gesto le causo algo de gracia por lo que una sonrisa y una risa baja dejo escapar.

Después de escuchar su siguiente pregunta, recupero aquella leve compostura que había perdido con anterioridad, bajando un poco la mirada - vivo algo lejos de aquí... ¿esta seguro de querer acompañarme? - pregunto un poco curiosa, mordiendo con suavidad su labio inferior elevando un poco la mirada al dirigirse aquel hombre.

off: perdoname la demora, user terminaba examenes -.-

por **Louis J. Bouquet** Vie Abr 08, 2011 11:02 am

Desvié la mirada a un punto sobre el fondo de la calle. Sus mejillas dl color de las cerezas que se ponen sobre los coloridos pasteles, me atraían, como si fueran una bola de estambre. Le daban aún más ese aire de inocencia. Pero.. tambien sabia por viva experiencia, que si ese color se acumulaba en el rostro, solo habia dos explicaciones, una, estaba molesta, o dos, un poco apenada. Opte por tomar la segunda como una verdad, además, era mas viable, dado que de ser la primera, quizás ya hubiese sentido su mano en mi mejilla. Aunque ver como se alejaba con sutiliza de lado, lo hizo sentir descorazonado por unos instantes.
A veces se olvidaba que no todo el mundo acepta a bien una acción asi de un completo desconocido, por mucho que no lleve segundas intenciones.
Seguro que lo que ella deseaba era llegar a casa y descansar, no toparse con un idiota como yo. Ella si trabaja duro, mientras o hacia dias que no lo hacía –Y si vivía bien era por ser mascota de un amo tremendamente consentidor….

Escuché su ultima frase, y sonrei pronto, volviendo a ser aquel hombre siempre… ¿animado? No era la palabra, quizás, entusiasta fuera mucho más con lo que realmente pensaba de mi, al menos en ese momento.
-Oh, no, eso no es ningún inconveniente, mi estimada dama. Tampoco tengo mucho que hacer por esta noche… Asi que… Bueno, sería agradable sentir que le soy útil[-Repuse medio azorado. Pasé una mano por mi nunca en un acto ansioso. Y después le volví a amirar--Asi viviera hasta Holanda, yo la acompañaria.

Le aseguré, con mi mejor sonrisa, para hacerla senitr menos timida, y más en confiaza.

Off. no te preocupes, mira que yo tambien tardo >>U pero no dejo mucho un tema, no los abandono, te lo juro :33

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