El significado de la palabra libertad

por **Zuriè La Fère** Lun Mar 21, 2011 9:17 pm

Es por todos sabido que una joven dama posee más entusiasmo, curiosidad y predisposición de lo debido si no cumple rigurosamente su rutina de labores y clases particulares. ¿Pero qué hacer cuando todo aquello sabe insuficiente? ¿Cuándo la vida parece agitarse en aquello inadmisible para una dama de buena cuna?

Los últimos días se le habían ocurrido monótonos y fríos a pesar del buen tiempo, ni siquiera los paseos por el jardín, su pasatiempo predilecto cuando el clima lo permitía, habían logrado acallar esa pequeña voz que se alzaba cada vez con más insistencia pidiéndole algo que aún no lograba entender. Tal vez se debía a que las altas paredes que la habían separado del resto del mundo comenzaban a resquebrajarse o que por primera vez entendía que debía haber algo más que sólo destacar en el arte y la música para conseguir un hombre digno con el cuál comprometerse para que el apellido no cayera en desgracia. No... ella nunca había creído ciegamente en aquello pero debía admitir que por algunos años le había servido de excusa suficiente para no indagar más en sus propios sentimientos.

Esa mañana se alistó como siempre, peinó su cabello y se vistió con sus ropas de salir cumpliendo con lo que se esperaba de ella. A la hora pautada el carruaje la esperó en la puerta y emprendió el camino a su clase de piano matutina pero sus pensamientos estaban en otro sitio más alejado que las simples notas que su profesor se esmeraba por que ella memorizara. Media hora después y excusándose por sentirse indispuesta abandonó la clase no muy satisfecha consigo misma, no era propio de ella escudarse en falsedades pero no había encontrado en su confuso corazón ninguna otra razón valedera para ausentarse. El carruaje aún no había arribado debido a que era de uso familiar y ella, a diferencia de su hermano, aún no disponía de uno propio.

Con la adrenalina de saberse por primera vez sola en medio de una calle transitada, sin la supervisión ni compañía de la dama con la que habituaba pasear cuando se encontraba fuera de su casa, comenzó a caminar disfrutando por primera vez de lo que significaba a palabra libertad. Cada sonido, la risa de un niño o la conversación pasajera de un grupo de damas que la observaron con desaprobación al encontrarla sin compañía todo aquello parecía deliciosamente nuevo aún cuando lo hubiera escuchado muchas veces antes.