Caperuza y su lobo... ¿Feroz? (Blake)

por **Zaskya Cassabel** Miér Mar 23, 2011 1:03 am

Plácidamente a media tarde estaba danzando entre las flores conjuntas en el bosque dándome la pauta para hundirme entre ellas para no salir en buen rato pues estaba encantada escribiendo sobre los encuentros amorosos de mi doncella con su príncipe. Había sido sin duda una mañana muy agitada pues el lago frente a nuestro hogar siempre tanquilo mostraba cierto aire escandaloso, por supuesto no me había quedado con las dudas tal como lo supuesto del otro lado el amor derrochaba e inundaba cada céntimo de mi hogar. Confesaré, fueron imágenes un tanto aturdidoras pero ellos ni se inmutaron en percatarse de mi presencia cosa agradecida -Ah... pero siempre estaré en los momentos menos indicados- refunfuñé a mis adentros.

Sólo podía recordar el rostro de ella siendo tomada por un hombre, mantenía los ojos cerrados dejándose llevar por esos placeres inmaculados, sus brazos estaban abrazando a ese hombre jamás deseando que se marchase,sus labios se hundían sobre su carne devorándose uno al otrosin límite alguno aprovechando la naturaleza a sus pies para saciar necesidades carnales, el cielo estaba a su favor azulado con algodones esponjosos chocando entre sí, el agua transmitía tranquilidad absoluta y el césped con el rocío de la noche anterior invitaba a disfrutara, ellos no perdían el tiempo pensándolo.

Mi tintero estaba quedándose casi vacío, terminé por sucumbir al comprendimiento de no poseer más tinta disponible para terminar mi relato; en lugar de ello me di cuenta de que la media tarde habíase transformado en una noche particularmente tenebrosa, el aire desprendía emociones siniestras en cada ondeada; los árboles hablaban entre sí su lenguaje propio. Saqué mi libro de un cuento, no tenía mucho de ser publicado e irónicamente se trataba de una chiquilla que iba aver a su abuela con una cesta de panecillos y se veía interceptada por un lobo; al leerlo no pude evitar reír.

Llevaba una capa roja por el frío y el desastre provocado por los vientos para cubrirme, había llevado una canasta con comida para pasar el día fuera. Sacudí la cabeza pensando en las ironías entre las utopías con la verdad.

Pero pronto esa tranquilidad se vio amenazada, a esa hora no había muchos humanos disponibles en los bosques, ruidos se acechaban envolviéndote en un súbito trance misterioso...