AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Noche de tormenta [ Vinicius]
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Noche de tormenta [ Vinicius]
Acababa de salir del teatro y era de noche, como de costumbre había negado a el señor Di Cesare su ofrecimiento para llevarme en carruaje, eligiendo mejor las riendas de mi yegua negra, Lune. No quería ir a mi mansión pues todo era triste y vacío en ella por lo que me dirigí a trote rápido hacia la taberna donde me divertía tanto aunque a veces también tenía malas experiencias con borrachos que se intentaban sobrepasar. Al menos el tabernero había aprendido a aceptar que porque fuese una señorita con título no quería decir que no bebiese ni me gustara pasármelo bien con la gente de clase media-baja e incluso a veces me invitaba a alguna copa.
Casi cuando había llegado comenzó a llover empapándome entera y cuando entré en la taberna estaba completamente mojada y a mi parecer hoy si podría pasar por una muchacha pobre, cosa que no me importaba pero sí lo hacía la posibilidad de enfermar con las ropas empapadas.
Me senté en un taburete frente a la barra ignorando las miradas y comentarios habituales de los hombres acerca de mi aspecto. Probablemente porque la falda mojada y sin vuelo insinuaba la forma de mis muslos y mi trasero. Me recogí la falda hasta las rodillas para poder sentarme.
- Por favor, algo fuerte para entrar en calor.- le dije al tabernero que me sirvió un whisky con una sonrisa.
- Deberías ir a casa y cambiarte, Duna.- me dijo con voz amable mientras limpiaba unos cuantos vasos.
Ignoré su comentario mientras me escurría el agua del pelo.
Casi cuando había llegado comenzó a llover empapándome entera y cuando entré en la taberna estaba completamente mojada y a mi parecer hoy si podría pasar por una muchacha pobre, cosa que no me importaba pero sí lo hacía la posibilidad de enfermar con las ropas empapadas.
Me senté en un taburete frente a la barra ignorando las miradas y comentarios habituales de los hombres acerca de mi aspecto. Probablemente porque la falda mojada y sin vuelo insinuaba la forma de mis muslos y mi trasero. Me recogí la falda hasta las rodillas para poder sentarme.
- Por favor, algo fuerte para entrar en calor.- le dije al tabernero que me sirvió un whisky con una sonrisa.
- Deberías ir a casa y cambiarte, Duna.- me dijo con voz amable mientras limpiaba unos cuantos vasos.
Ignoré su comentario mientras me escurría el agua del pelo.
Duna Di Bello- Humano Clase Alta
- Mensajes : 226
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Re: Noche de tormenta [ Vinicius]
Vinicius había decidido dar un paseo por las calles de Paris. Sus olores, las personas y los problemas despertaban en el ruso satisfacción. Prefería no ir a casa, no soportaba ver a su hermano tan enamorado . Últimamente hablaba en poesía, en unos verdaderos enigmas que ni Vinicius ni su querida novia entendía. Era molesto y por eso prefería no estar tan cerca de el . Tal vez en aquella noche su hermano estaba acompañado de la hermosa Abigail o de sus amantes, los libros. ¿Qué le atraía en ellos?. No poseían ningún dibujo, eran un tanto aburridos. Un trueno, dos truenos y la lluvia comenzaba a golpear con fuerza la capital de Francia. Hizo una mueca y con pasos rápidos se dirigió hacía la primera puerta que encontró. La taberna. Un lugar caliente. Los lobos no soportaban la lluvia, por lo menos el no la soportaba.
Gracias a su rapidez solo unas gotas mojaron el cabello del ruso rebelde. El poseía un cabello liso, en cambio su hermano unos rizos rebeldes que le daban un aspecto mucho mas inocente. Vinicius dirigió sus pasos hacía la barra para sentarse en una de las butacas cercanas a una mujer bien mojada. Pasó su vista por el cuerpo de ella , deslizando una sonrisa pícara . La voz del tabernero fue lo único que hizo al lobo despertar de sus imaginaciones perversas.
Un vaso de vermú blanco , por favor..
Un vino fortificado y mareado con hierbas y flores. Tenían un aroma embriagador, característico a los hombres y mujeres de clase alta ,los que solían desprender la sensualidad y la elegancia necesaria para atraer todas las miradas. Mientras esperaba su bebida, clavó mejor la vista a la dama que tenía al lado. Su rostro tomó unos cuantos gestos pensativos y por inercia, mordió su labio inferior con sensualidad. Ahora la conocía, era una señorita bien educada pero un tanto rebelde. Su sangre, podía percibir que era dulce pero a la misma vez un tanto agri-dulce , como los vinos que amaba el lobo.
Vaya vaya, la taberna no es un lugar apropiado para una dama..
Dijo colocando sus codos sobre la barra y girando el rostro para mirar a Duna.
Gracias a su rapidez solo unas gotas mojaron el cabello del ruso rebelde. El poseía un cabello liso, en cambio su hermano unos rizos rebeldes que le daban un aspecto mucho mas inocente. Vinicius dirigió sus pasos hacía la barra para sentarse en una de las butacas cercanas a una mujer bien mojada. Pasó su vista por el cuerpo de ella , deslizando una sonrisa pícara . La voz del tabernero fue lo único que hizo al lobo despertar de sus imaginaciones perversas.
Un vaso de vermú blanco , por favor..
Un vino fortificado y mareado con hierbas y flores. Tenían un aroma embriagador, característico a los hombres y mujeres de clase alta ,los que solían desprender la sensualidad y la elegancia necesaria para atraer todas las miradas. Mientras esperaba su bebida, clavó mejor la vista a la dama que tenía al lado. Su rostro tomó unos cuantos gestos pensativos y por inercia, mordió su labio inferior con sensualidad. Ahora la conocía, era una señorita bien educada pero un tanto rebelde. Su sangre, podía percibir que era dulce pero a la misma vez un tanto agri-dulce , como los vinos que amaba el lobo.
Vaya vaya, la taberna no es un lugar apropiado para una dama..
Dijo colocando sus codos sobre la barra y girando el rostro para mirar a Duna.
Vinicius-Valentin Ivasaki- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 152
Fecha de inscripción : 13/03/2011
Re: Noche de tormenta [ Vinicius]
Bebí un trago de mi vaso mientras me revolvía el pelo para que secase , despeinándolo un poco con mis dedos. Las miradas de aquellos hombres empezaban a hacerme sentir incómoda por lo que me abracé un poco el cuerpo intentando ocultar la visión de mis senos mojados que sobresalían un poco por el escote del vestido.
Entonces un hombre me hizo volverme un poco asustada al no haberme dado cuenta de que se había sentado a mi lado.
Respiré hondo recuperando el aliento y rodé los ojos por su comentario. Estaba harta de ese tipo de comentarios, tantos prejuicios , tantas distinciones sociales...
- ¿Acaso una dama no tiene derecho a divertirse , señor? - le pregunté alzando una ceja aún con los brazos ocultando una parte de mi cuerpo que sabía podía volver locos a muchos hombres y hacerles arder en deseo por poseerme.
El tabernero soltó una risa y se fue más a la derecha dejándonos más intimidad.
Observé el rostro de aquel joven con curiosidad, sus ojos eran increíblemente hermosos y la expresión de éstos le hacían parecer temerario. Fruncí el ceño observando sus ropas, parecía que él tampoco era de clase baja por lo que sonreí con altanería.
- Los señores de prestigio tampoco acostumbran a frecuentar lugares como este, por lo que parece que tenemos algo en común señor....- dejé la frase sin acabar esperando que me dijese su nombre.
Entonces un hombre me hizo volverme un poco asustada al no haberme dado cuenta de que se había sentado a mi lado.
Respiré hondo recuperando el aliento y rodé los ojos por su comentario. Estaba harta de ese tipo de comentarios, tantos prejuicios , tantas distinciones sociales...
- ¿Acaso una dama no tiene derecho a divertirse , señor? - le pregunté alzando una ceja aún con los brazos ocultando una parte de mi cuerpo que sabía podía volver locos a muchos hombres y hacerles arder en deseo por poseerme.
El tabernero soltó una risa y se fue más a la derecha dejándonos más intimidad.
Observé el rostro de aquel joven con curiosidad, sus ojos eran increíblemente hermosos y la expresión de éstos le hacían parecer temerario. Fruncí el ceño observando sus ropas, parecía que él tampoco era de clase baja por lo que sonreí con altanería.
- Los señores de prestigio tampoco acostumbran a frecuentar lugares como este, por lo que parece que tenemos algo en común señor....- dejé la frase sin acabar esperando que me dijese su nombre.
Duna Di Bello- Humano Clase Alta
- Mensajes : 226
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Re: Noche de tormenta [ Vinicius]
El tabernero trajo la bebida de Vinicius con cierto gesto molesto. Vinicius arqueó una ceja con sensualidad. No debían de retar al ruso, siempre lograba meterse en serios problemas debido a su personalidad tan ….grotesca. Tomó el vaso entre sus dedos, dándole un sorbo largo para luego dejarlo en la barra mientras escuchaba a la joven. Una carcajada resonó en la taberna haciendo que los hombres borrachos se dieran la vuelta para mirar al que molestaba ,ciertamente a Vinicius. Pero a el poco le importaba ya que seguía riendo de una manera sarcástica y malévola.
Claro, depende como quiere divertirse la dama..
Aquellas palabras, como era costumbre, estaban acompañadas de la típica sonrisa pícara del ruso. Sus ojos volvieron a desnudar a la joven y sintió un suave calentón al ver sus pechos redondos llamándole con desesperación. Se revolvió el cabello produciendo en aquel gesto el comienzo de un aspecto mucho mas descontrolado, rebelde, que le daba una sensual apariencia física . Se quitó el abrigo dejándolo en la otra butaca . Ignoró sus palabras mientras se permitía el lujo de acariciar el hombro de ella con dos dedos. ¿No le conocía?. Por favor! Se le daba bien el teatro pero el ruso no iba a seguirle la coriente. Acarició su brazo hasta llegar a su mano donde la tomó para acariciar el dorso de su mano con sus labios .
¿Acaso no me reconoce? .Vinicius..
Murmuró depositando un beso sobre aquella mano de porcelana. Se incorporó acabando el vaso de inmediato y haciendo una seña para que le trajera otra.
Creo que tenemos muchas cosas en común, Duna..
Siseó pasando la lengua por sus labios con lentitud , robando aquellas gotas del alcohol que parecían escaparse. De nuevo los ojos de el se fijaron en el cuerpo de la dulce princesita. La deseaba en aquel lugar, ahora. No iba escapar con facilidad. Dos veces tuvo que obligar a las chicas para satisfacerse carnalmente, en pocaspalabras las violó.
Claro, depende como quiere divertirse la dama..
Aquellas palabras, como era costumbre, estaban acompañadas de la típica sonrisa pícara del ruso. Sus ojos volvieron a desnudar a la joven y sintió un suave calentón al ver sus pechos redondos llamándole con desesperación. Se revolvió el cabello produciendo en aquel gesto el comienzo de un aspecto mucho mas descontrolado, rebelde, que le daba una sensual apariencia física . Se quitó el abrigo dejándolo en la otra butaca . Ignoró sus palabras mientras se permitía el lujo de acariciar el hombro de ella con dos dedos. ¿No le conocía?. Por favor! Se le daba bien el teatro pero el ruso no iba a seguirle la coriente. Acarició su brazo hasta llegar a su mano donde la tomó para acariciar el dorso de su mano con sus labios .
¿Acaso no me reconoce? .Vinicius..
Murmuró depositando un beso sobre aquella mano de porcelana. Se incorporó acabando el vaso de inmediato y haciendo una seña para que le trajera otra.
Creo que tenemos muchas cosas en común, Duna..
Siseó pasando la lengua por sus labios con lentitud , robando aquellas gotas del alcohol que parecían escaparse. De nuevo los ojos de el se fijaron en el cuerpo de la dulce princesita. La deseaba en aquel lugar, ahora. No iba escapar con facilidad. Dos veces tuvo que obligar a las chicas para satisfacerse carnalmente, en pocaspalabras las violó.
Vinicius-Valentin Ivasaki- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 152
Fecha de inscripción : 13/03/2011
Re: Noche de tormenta [ Vinicius]
Observé la forma que tenía aquel señorito de mirarme incomodándome de forma desmesurada. Entrecerré los ojos mientras intentaba ocultar la mayor parte de mi cuerpo inútilmente. Observé sus gestos que parecían ser de un depredador intentando seducir a su presa para devorarla después. Ese hombre sin duda me hacía estremecer. Lo que tenía de atractivo lo tenía de temerario.
Aparté su mano de mi hombro con desprecio de mi hombro.
- No de la forma en la que usted está pensando.- le hablé con voz fría haciendo notar mi desagrado por su comportamiento. Esperaba que aquel chico no me confundiese con una cortesana.
Todos sus gestos tenían la intención de seducirme, pero no eran esos hombres los que a mi me agradabn ¿ o quizás si ? No ahora mismo, su egocentrismo me crispaba.
Sentí sus labios suaves en mi mano y la retiré con brusquedad.
-Ya, bueno ...pues siento si para usted es doloroso o avergonzante pero no, no le conozco. ¿Acaso debería?- le contesté de manera violenta cruzándome de brazos. Era de clase alta, eso era de notar pero llevaba poco tiempo en París y no conocía a todos los condes y señores de la ciudad. Quizás metía la pata con mi comportamiento pero era mi respuesta a su atrevimiento y descortesía.
Sus acciones me ponían nerviosa pues realmente no podía negarse el atractivo de aquel hombre pero su actitud me sacaba de mis casillas.
- Puede que si, puede que no. Al menos yo no acoso a jovencitas.- le solté con valentía mientras bebía de mi vaso.
No quise darle mi nombre pues en cierto modo temía a ese hombre, algo en el me acobardaba aunque no dejaba que él lo percibiese.
- Creo que un burdel queda cerca de aquí.- sugerí con ironía soltando una pequeña risita mientras bajaba mi falda de nuevo , precavida aún cohibida por la forma en la que Vinicius me desnudaba con la mirada fría de depredador.
Aparté su mano de mi hombro con desprecio de mi hombro.
- No de la forma en la que usted está pensando.- le hablé con voz fría haciendo notar mi desagrado por su comportamiento. Esperaba que aquel chico no me confundiese con una cortesana.
Todos sus gestos tenían la intención de seducirme, pero no eran esos hombres los que a mi me agradabn ¿ o quizás si ? No ahora mismo, su egocentrismo me crispaba.
Sentí sus labios suaves en mi mano y la retiré con brusquedad.
-Ya, bueno ...pues siento si para usted es doloroso o avergonzante pero no, no le conozco. ¿Acaso debería?- le contesté de manera violenta cruzándome de brazos. Era de clase alta, eso era de notar pero llevaba poco tiempo en París y no conocía a todos los condes y señores de la ciudad. Quizás metía la pata con mi comportamiento pero era mi respuesta a su atrevimiento y descortesía.
Sus acciones me ponían nerviosa pues realmente no podía negarse el atractivo de aquel hombre pero su actitud me sacaba de mis casillas.
- Puede que si, puede que no. Al menos yo no acoso a jovencitas.- le solté con valentía mientras bebía de mi vaso.
No quise darle mi nombre pues en cierto modo temía a ese hombre, algo en el me acobardaba aunque no dejaba que él lo percibiese.
- Creo que un burdel queda cerca de aquí.- sugerí con ironía soltando una pequeña risita mientras bajaba mi falda de nuevo , precavida aún cohibida por la forma en la que Vinicius me desnudaba con la mirada fría de depredador.
Duna Di Bello- Humano Clase Alta
- Mensajes : 226
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Re: Noche de tormenta [ Vinicius]
Debía de admitir que la chica poseía aquella característica de las chicas que se hacían las difíciles para luego caer como una pluma en tus brazos. Pero el solo iba a jugar, al fin y al cabo eso hacía con cada una de ellas. Raras veces tenía chicas favoritas, porque nadie podía otorgarle aquel placer extremo que tanto buscaba. ¿Quién sabe?. Tal vez Duna iba a formar parte de las chicas favoritas sexualmente de Vinicius. Con un gesto bruto, Duna apartó la mano de Vinicius, no insistió, por el momento. Se limitó solo en escuchar su primer comentario.
¿A no?. Y que sabe usted en que estoy pensando?
Preguntó arqueando con suavidad una ceja. El pensaba en sexo, dinero, satisfacción, peor que una puta. Una risa fuerte, algo irónica se escuchó de nuevo y la gente, esta vez no dijeron nada. El ruso negó con la cabeza.
Deja los juegos, no creo que quieras jugar conmigo..
Aquel tono seductor había desparecido, dejando paso a un tono mucho mas serio y frío. Al contrario que su hermano los nervios los tenía por el suelo. Si la situación requería violencia física, el iba a hacerlo, sin importarle de que era una mujer, hombre, niño o niña. Su bebida había llegado de nuevo. Vinicius se mordió el labio, si había venido a una taberna era para tomar mas de la cuenta . Sabía que su imagen iba a ser pisada por la gente con facilidad, pero lo salvaje que era, el ruso dudaba de aquello. Levantó un poco la mano, llamando de nuevo al tabernero.
Tráeme toda la botella..
Ordenó con las cejas totalmente arrugadas y a la misma vez escuchando las palabras tan violentas de la joven. El tan solo la dejaba hablar, con tranquilidad bebía del vaso que antes le había traído el tabernero, tomándose el tiempo necesario , jugando con el a su merced. Tras un gran trago se volteó , simplemente mirando mas allá de su vestimenta.
¿Qué esta diciendo?. ¿Es que estoy encima de usted y no me e dado cuenta?
Río entre dientes. Una risa malvada. Sus dedos jugaban con el vaso mientras su vista estaba posada en la jovencita. La botella había hecho su presencia, el ruso no tardó en llenar su vaso y beberlo todo de un trago. Era seco, un aroma que amaba de por sí. Hizo una mueca, relamiéndose de nuevo los labios.
No necesito ir a un burdel para acostarme con mujeres..
Murmuró con seriedad. Cualquier hombre se llevaba a una mujer en la cama, solo debían saber las tácticas necesarias. Lo importante de la visita en la taberna, Vinicius pensaba que el único importante de aquel lugar era su persona. Alrededor solo veía unos hombres sin principios en sus vidas, unos miserables y por otra parte mujeres, fáciles, tal cual unas zorras que amaban el dinero y el placer.
¿A no?. Y que sabe usted en que estoy pensando?
Preguntó arqueando con suavidad una ceja. El pensaba en sexo, dinero, satisfacción, peor que una puta. Una risa fuerte, algo irónica se escuchó de nuevo y la gente, esta vez no dijeron nada. El ruso negó con la cabeza.
Deja los juegos, no creo que quieras jugar conmigo..
Aquel tono seductor había desparecido, dejando paso a un tono mucho mas serio y frío. Al contrario que su hermano los nervios los tenía por el suelo. Si la situación requería violencia física, el iba a hacerlo, sin importarle de que era una mujer, hombre, niño o niña. Su bebida había llegado de nuevo. Vinicius se mordió el labio, si había venido a una taberna era para tomar mas de la cuenta . Sabía que su imagen iba a ser pisada por la gente con facilidad, pero lo salvaje que era, el ruso dudaba de aquello. Levantó un poco la mano, llamando de nuevo al tabernero.
Tráeme toda la botella..
Ordenó con las cejas totalmente arrugadas y a la misma vez escuchando las palabras tan violentas de la joven. El tan solo la dejaba hablar, con tranquilidad bebía del vaso que antes le había traído el tabernero, tomándose el tiempo necesario , jugando con el a su merced. Tras un gran trago se volteó , simplemente mirando mas allá de su vestimenta.
¿Qué esta diciendo?. ¿Es que estoy encima de usted y no me e dado cuenta?
Río entre dientes. Una risa malvada. Sus dedos jugaban con el vaso mientras su vista estaba posada en la jovencita. La botella había hecho su presencia, el ruso no tardó en llenar su vaso y beberlo todo de un trago. Era seco, un aroma que amaba de por sí. Hizo una mueca, relamiéndose de nuevo los labios.
No necesito ir a un burdel para acostarme con mujeres..
Murmuró con seriedad. Cualquier hombre se llevaba a una mujer en la cama, solo debían saber las tácticas necesarias. Lo importante de la visita en la taberna, Vinicius pensaba que el único importante de aquel lugar era su persona. Alrededor solo veía unos hombres sin principios en sus vidas, unos miserables y por otra parte mujeres, fáciles, tal cual unas zorras que amaban el dinero y el placer.
Vinicius-Valentin Ivasaki- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 152
Fecha de inscripción : 13/03/2011
Re: Noche de tormenta [ Vinicius]
Las acciones, gestos y formas de aquel desvergonzado comenzaban a crisparme. Miraba la forma de beber que tenía, como si lo que bebiese fuese agua y me recordó a los borrachos de la taberna. Los borrachos no me importunaba hasta que decidían ponerse violentos, era algo que no soportaba. La violencia de un hombre borracho era peor que la de cualquier bestia. Se cegaban por la ira y no entendían de razones.
- No entiendo a donde quiere llegar a parar con ese comportamiento insolente, pero no se confunda conmigo, Vinicius. -le advertí mientras cogía mi copa y me levantaba de la silla donde estaba para acercarme a una mesa en un rincón donde no había nadie, intentando huir de su despiadada mirada.
Temblé pensando en su forma de recorrer mi cuerpo mojado con la mirada cuando algo me sacó de mis pensamientos.
Un hombre con barbas y muy desaliñado con una jarra de algún tipo de bebida alcohólica se me acercó con un olor desagradable a alcohol en abundancia.
Me tapé la nariz y la boca con la mano observándole.
- ¿Está sola, preciosa? Porque yo te hago compañía .- me abrazó cayendo sobre mi cuerpo todo su peso. Intenté empujarle pero pesaba demasiado.
-¡Quítese, cerdo! - aproveché que dejaba la jarra en mi mesa para golpearle con ella en la cabeza, haciendo que se desplomara al suelo. Me asusté un poco pero vi como su panza se movía indicando que respiraba y estaba vivo.
Miré a mi alrededor pero nadie parecía inmutarse por la escena , salvo ese hombre, Vinicius que la observaba con algo de diversión en su mirada. Me volví a escurrir el pelo del agua empapada mientras golpeaba mi pie contra el suelo debido a mi nerviosismo.Realmente su forma de actuar me incomodaba pero si tenía que romper cervezas en cabezas aquella noche, lo haría.
- No entiendo a donde quiere llegar a parar con ese comportamiento insolente, pero no se confunda conmigo, Vinicius. -le advertí mientras cogía mi copa y me levantaba de la silla donde estaba para acercarme a una mesa en un rincón donde no había nadie, intentando huir de su despiadada mirada.
Temblé pensando en su forma de recorrer mi cuerpo mojado con la mirada cuando algo me sacó de mis pensamientos.
Un hombre con barbas y muy desaliñado con una jarra de algún tipo de bebida alcohólica se me acercó con un olor desagradable a alcohol en abundancia.
Me tapé la nariz y la boca con la mano observándole.
- ¿Está sola, preciosa? Porque yo te hago compañía .- me abrazó cayendo sobre mi cuerpo todo su peso. Intenté empujarle pero pesaba demasiado.
-¡Quítese, cerdo! - aproveché que dejaba la jarra en mi mesa para golpearle con ella en la cabeza, haciendo que se desplomara al suelo. Me asusté un poco pero vi como su panza se movía indicando que respiraba y estaba vivo.
Miré a mi alrededor pero nadie parecía inmutarse por la escena , salvo ese hombre, Vinicius que la observaba con algo de diversión en su mirada. Me volví a escurrir el pelo del agua empapada mientras golpeaba mi pie contra el suelo debido a mi nerviosismo.Realmente su forma de actuar me incomodaba pero si tenía que romper cervezas en cabezas aquella noche, lo haría.
Duna Di Bello- Humano Clase Alta
- Mensajes : 226
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Re: Noche de tormenta [ Vinicius]
La atención de Vinicius estaba posada mas en el cuerpo de ella que en el vaso que tenía en frente , y por supuesto, la botella que acompañaba la soledad del ruso. Duna parecía molesta. ¿Por qué?. ¿Acaso la había agredido físicamente para tener el valor de comentar?. Con la misma tranquilidad que antes, siguió bebiendo de su vaso para luego relamerse los labios con satisfacción. Solía poner a las chicas en una situación insoportable, pero el era así. Deseoso de ver como la furia crecía dentro de ellas, parecía alimentarse de aquello. Le excitaba, de alguna manera. Su comentario, realmente, estaba cegado de la ira que podía producir el lobo en aquella chica. Divertido, la observaba hablar con aquel aire arrogante pero a la misma vez educado. Vinicius apoyó un brazo en la barra , para apoyar su barbilla, aun mirando a Duna.
El comportamiento es un espejo en el que cada uno muestra su imagen,querida Duna.
Comunicó el joven aun con aquel aire seductor y arrogante que formaba parte de su vida , hace muchos años atrás. No esperaba que ella le dejará allí, para luego alejarse a una mesa donde nadie podía divisarla a la perfección. Vinicius se giró mirando su cuerpo desde una perspectiva mucho mas buena. Se mordió el labio inferior recorriendo su espalda con la vista, hasta abajo y viceversa. Si no fuera aquel lugar, un lugar público, Vinicius estaría encima de ella en dos segundos, con o sin permiso de ella.
Mientras en la cabeza de Vinicius se formaban imágenes de las mas eróticas, un hombre se acercaba a Duna. Su estado era ,obviamente, ebrio. Su aspecto físico era totalmente descuidado y horrible. Vinicius tan solo se limitaba observar la escena con diversión y con un brillo en los ojos. Si iba a tocar a Duna, el ruso le daría una buena lección o iba a procurar encontrarse con aquel hombre las noches de Luna llena. Duna iba a ser suya de todas las maneras, solo suya. Así que el borracho debería esperar hasta que el ruso acabaría con lo que se había propuesto. Se notaba que la joven sabía defenderse sola, Vinicius deformó su sonrisa en una pícara. Las chicas rebeldes…Dios tendría que cuidar a Duna por todos los medios posibles!. Estaba destinada a una vida dolorosa al lado de Vinicius, bueno, conociendo a Vinicius. Se levantó perezoso, con la botella , acercándose hacía la mesa de Duna. Al pasar al lado de aquel hombre, hizo una mueca de desagrado y se sentó aun sonriendo.
Que salvaje..
Susurró con aquella sonrisa desquiciada, volviendo a crear aquellas imágenes perversas que atravesaban su mente.
El comportamiento es un espejo en el que cada uno muestra su imagen,querida Duna.
Comunicó el joven aun con aquel aire seductor y arrogante que formaba parte de su vida , hace muchos años atrás. No esperaba que ella le dejará allí, para luego alejarse a una mesa donde nadie podía divisarla a la perfección. Vinicius se giró mirando su cuerpo desde una perspectiva mucho mas buena. Se mordió el labio inferior recorriendo su espalda con la vista, hasta abajo y viceversa. Si no fuera aquel lugar, un lugar público, Vinicius estaría encima de ella en dos segundos, con o sin permiso de ella.
Mientras en la cabeza de Vinicius se formaban imágenes de las mas eróticas, un hombre se acercaba a Duna. Su estado era ,obviamente, ebrio. Su aspecto físico era totalmente descuidado y horrible. Vinicius tan solo se limitaba observar la escena con diversión y con un brillo en los ojos. Si iba a tocar a Duna, el ruso le daría una buena lección o iba a procurar encontrarse con aquel hombre las noches de Luna llena. Duna iba a ser suya de todas las maneras, solo suya. Así que el borracho debería esperar hasta que el ruso acabaría con lo que se había propuesto. Se notaba que la joven sabía defenderse sola, Vinicius deformó su sonrisa en una pícara. Las chicas rebeldes…Dios tendría que cuidar a Duna por todos los medios posibles!. Estaba destinada a una vida dolorosa al lado de Vinicius, bueno, conociendo a Vinicius. Se levantó perezoso, con la botella , acercándose hacía la mesa de Duna. Al pasar al lado de aquel hombre, hizo una mueca de desagrado y se sentó aun sonriendo.
Que salvaje..
Susurró con aquella sonrisa desquiciada, volviendo a crear aquellas imágenes perversas que atravesaban su mente.
Vinicius-Valentin Ivasaki- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 152
Fecha de inscripción : 13/03/2011
Re: Noche de tormenta [ Vinicius]
Cuando aún no me había recompuesto del ataque de aquel borracho y el susto que me había llevado al creer que le había matado pude ver como el atractivo hombre con el que había hablado en la barra se acercaba caminando lentamente en mi dirección.
Me retiré unos mechones que cubrían mi cara detrás de la oreja. Por muy extraño y aterrador que pareciese, el hombre de piel morena no me había atacado ni intentado abusar de mi como aquel viejo con tripa desmesurada.
Intenté pensar de forma positiva, al menos aquel joven espantaría a los borrachos si se sentaba junto a mí.
Escuché su comentario mientras observaba con mis ojos claros como se acomodaba a mi lado.
- No es salvaje quien se defiende de un salvaje, señor.- le recriminé mientras señalaba con la mirada el cuerpo inconsciente de aquel hombre.
Había visto como Vinicius contemplaba toda aquella embarazosa situación con aquel hombre sin moverse ni un milímetro para ayudarme , en cambio ahora que ya había quitado de en medio a aquella bestia venía a reírse de mi, o algo parecido.
- En cambio es de indecentes y de cobardes no socorrer a las doncellas cuando lo necesitan. - volví a atacarle verbalmente mientras le miraba alzando una ceja con arrogancia y empezaba a temblar a causa de la humedad de mi cuerpo en contacto con las frías y mojadas ropas que se pegaban a mi cuerpo.
Busqué con la mirada una chimenea con la esperanza de que hubiese una en aquella taberna. Al mirar por la ventana pude observar que la lluvia caía incesante , no parecía querer parar y si salía ahora aún me empaparía más. No sabía que hacer, pues aunque mi cabello comenzase a secarse mi cuerpo seguía humedo y las ropas empapadas por lo que podría enfermar con facilidad.
De repente sentí que me tiraban de la falda mojada hacia abajo y solté un gritito de sorpresa mientras llevaba mis manos a la falda tirando de ella. El hombre ebrio había comenzado a despertarse y tiraba de mi falda para incorporarse. Colocó una mano en la mesa soltándose de mi prenda y luego otra para comenzar a elevarse mientras se tocaba la cabeza maldiciendo.
- ¿ Qué has hecho mujer? ¿ cómo te atreves a tocarme, perra? - comenzó a gritar mientras se enderezaba e inconscientemente me fui echando hacia el lado de Vinicius buscando protección. Me agarré a su brazo al darme cuenta de que no tenía objetos cerca para volver a defenderme. - Mire ..es su oportunidad para limpiar su nombre.- me levanté de la silla con rapidez viendo como el hombre se acercaba a mí ignorando la presencia de Vinicius . Su rostro parecía endemoniado debido a la furia que sentía.
Me retiré unos mechones que cubrían mi cara detrás de la oreja. Por muy extraño y aterrador que pareciese, el hombre de piel morena no me había atacado ni intentado abusar de mi como aquel viejo con tripa desmesurada.
Intenté pensar de forma positiva, al menos aquel joven espantaría a los borrachos si se sentaba junto a mí.
Escuché su comentario mientras observaba con mis ojos claros como se acomodaba a mi lado.
- No es salvaje quien se defiende de un salvaje, señor.- le recriminé mientras señalaba con la mirada el cuerpo inconsciente de aquel hombre.
Había visto como Vinicius contemplaba toda aquella embarazosa situación con aquel hombre sin moverse ni un milímetro para ayudarme , en cambio ahora que ya había quitado de en medio a aquella bestia venía a reírse de mi, o algo parecido.
- En cambio es de indecentes y de cobardes no socorrer a las doncellas cuando lo necesitan. - volví a atacarle verbalmente mientras le miraba alzando una ceja con arrogancia y empezaba a temblar a causa de la humedad de mi cuerpo en contacto con las frías y mojadas ropas que se pegaban a mi cuerpo.
Busqué con la mirada una chimenea con la esperanza de que hubiese una en aquella taberna. Al mirar por la ventana pude observar que la lluvia caía incesante , no parecía querer parar y si salía ahora aún me empaparía más. No sabía que hacer, pues aunque mi cabello comenzase a secarse mi cuerpo seguía humedo y las ropas empapadas por lo que podría enfermar con facilidad.
De repente sentí que me tiraban de la falda mojada hacia abajo y solté un gritito de sorpresa mientras llevaba mis manos a la falda tirando de ella. El hombre ebrio había comenzado a despertarse y tiraba de mi falda para incorporarse. Colocó una mano en la mesa soltándose de mi prenda y luego otra para comenzar a elevarse mientras se tocaba la cabeza maldiciendo.
- ¿ Qué has hecho mujer? ¿ cómo te atreves a tocarme, perra? - comenzó a gritar mientras se enderezaba e inconscientemente me fui echando hacia el lado de Vinicius buscando protección. Me agarré a su brazo al darme cuenta de que no tenía objetos cerca para volver a defenderme. - Mire ..es su oportunidad para limpiar su nombre.- me levanté de la silla con rapidez viendo como el hombre se acercaba a mí ignorando la presencia de Vinicius . Su rostro parecía endemoniado debido a la furia que sentía.
Duna Di Bello- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 20/03/2011
Re: Noche de tormenta [ Vinicius]
Su mirada fue directamente posada sobre aquel hombre que estaba borracho. ¿Qué le había determinado en aquellos actos?. Tal vez en su casa tenía problemas familiares y financieros, siendo un pobre como el. Pero..¿que le importaba a Vinicius?. A el no le importaba nadie, salvo su persona, y aunque el no admitía. El bien de su hermano también. Por lo tanto , los demás no existían para el. Escuchaba con una atención falsa las palabras de Duna, llevando la botella hacía sus labios y bebiendo de ella un trago bien largo. La apartó de los labios cerrando los ojos ,sintiendo como su garganta ardía como una bruja arde ante todo el mundo, por sus servicios al diablo. Con cierto gesto despreocupado , abrió los ojos posándolos sobre la señorita que tenía en frente. Tenía razón, pero sus actos habían dejado el rastro y la impresión de que parecía haber venido de alguna jungla. Ni quiso comentar ante aquello, no daba importancia por lo tanto no iba a discutir con ella lo que significaba la palabra “salvaje”. Aunque el se refería mucho mas a otra definición ….un tanto perversa.
La noche no a acabado…
Murmuró ante su segundo comentario, como si supiera que aquel hombre iba a vengarse. No quería ayudarla, se había defendido de ese hombre sola. No era el héroe de nadie y no deseaba salvar a nadie sin recibir a cambio algo.
No suelo hacerme el héroe, de eso se encarga mi hermano..
Aquellas palabras habían sido mas bien para el que para ella. Tenía aquellos ratos donde solía hablar con el mismo, le gustaba compartir unos de los pensamientos con los demás. Vinicius, siendo un lobo, sentía , percibía su estado. Y mas su estado de sangre, estaba casi helada y eso no le agradaba. Perdía la dulzura que ella tenía. Debía de hacer algo para que ella entrara en calor. Hizo una seña a un hombre que estaba al lado de el, este se levantó y se acercó a Vinicius. Sin importarle las miradas de aquella señorita que parecía preguntarse que demonios deseaba hacer ahora el demonio, Vinicius susurró unas palabras . Aquel hombre se acercó hacía donde había estado antes Vinicius, y le entregó el abrigo. No estaba mojado, se había secado por completo y sin tardar , dejó la botella sobre la mesa y colocó por detrás el abrigo sobre los hombros de Duna. Se acercó a su oreja , susurrando ..
De nada, hermosa..
Aquellos susurros fueron fríos , mas frío que un hielo en invierno. Se separó con unas caricias sobre sus brazos, volviendo a estar de frente a la joven. Quiso dar otro trago pero el hombre se estaba levantando , volviendo a hablar. Vinicius dejó la botella sobre la mesa , con una paciencia limitada. Escuchaba sus conversaciones y también como Duna, intentaba buscar protección detrás de el. Se levantó de la silla, acercándose casi pegando su cuerpo a Duna para mirarla a los ojos y volviendo a comunicarle.
Mis servicios deben ser pagados como se merece..
Ante tales palabras esbozó una sonrisa maliciosa, depositando un beso en la comisura de los labios y dándose la vuelta para encargarse del grandullón. Juntó ambas manos como si estuviera rezando, comenzó a gesticular mientras hablaba.
Así no se habla a una señorita..
Reprochó haciendo una negación con el dedo mientras ladeaba la cabeza. El grandullón parecía mucho mas furioso que antes e intento decir algo.
Me importa bien poco, apártate si no quieres salir herido.
Vinicius soltó unas carcajadas. ¿Cómo podía herir a una bestia?. Era repugnante oír eso. Vinicius negó una vez más golpeándole con el puño , con todas sus fuerzas. Siendo un licántropo, sus fuerzas no tenían limites por lo tanto el hombre se golpeó con la pared sorprendido. Había sido algo sobrehumano y aquello podía llamar la atención de los demás con facilidad , podía poner en peligro a todos los lobos de París. Se acercó de nuevo, con la botella en sus manos y volviendo a beberla toda de un trago, se puso de cuclillas, observando al borracho que intentaba preguntar algo.
¿Qué..es..usted?
Vinicius esbozó una sonrisa enseñando su dentadura.
Shh, soy un licántropo..
Susurro volviéndose a incorporar. Sabía lo que hacía, nadie creería a un borracho . Le volvió a golpear con la botella , sin querer el también fue herido de inmediato. Su mano sangraba y aun de espaldas, su herida se cicatrizo y desapareció con rapidez. Se volteó observando a Duna y olvidándose del borracho que acababa por dejar inconsciente.
La noche no a acabado…
Murmuró ante su segundo comentario, como si supiera que aquel hombre iba a vengarse. No quería ayudarla, se había defendido de ese hombre sola. No era el héroe de nadie y no deseaba salvar a nadie sin recibir a cambio algo.
No suelo hacerme el héroe, de eso se encarga mi hermano..
Aquellas palabras habían sido mas bien para el que para ella. Tenía aquellos ratos donde solía hablar con el mismo, le gustaba compartir unos de los pensamientos con los demás. Vinicius, siendo un lobo, sentía , percibía su estado. Y mas su estado de sangre, estaba casi helada y eso no le agradaba. Perdía la dulzura que ella tenía. Debía de hacer algo para que ella entrara en calor. Hizo una seña a un hombre que estaba al lado de el, este se levantó y se acercó a Vinicius. Sin importarle las miradas de aquella señorita que parecía preguntarse que demonios deseaba hacer ahora el demonio, Vinicius susurró unas palabras . Aquel hombre se acercó hacía donde había estado antes Vinicius, y le entregó el abrigo. No estaba mojado, se había secado por completo y sin tardar , dejó la botella sobre la mesa y colocó por detrás el abrigo sobre los hombros de Duna. Se acercó a su oreja , susurrando ..
De nada, hermosa..
Aquellos susurros fueron fríos , mas frío que un hielo en invierno. Se separó con unas caricias sobre sus brazos, volviendo a estar de frente a la joven. Quiso dar otro trago pero el hombre se estaba levantando , volviendo a hablar. Vinicius dejó la botella sobre la mesa , con una paciencia limitada. Escuchaba sus conversaciones y también como Duna, intentaba buscar protección detrás de el. Se levantó de la silla, acercándose casi pegando su cuerpo a Duna para mirarla a los ojos y volviendo a comunicarle.
Mis servicios deben ser pagados como se merece..
Ante tales palabras esbozó una sonrisa maliciosa, depositando un beso en la comisura de los labios y dándose la vuelta para encargarse del grandullón. Juntó ambas manos como si estuviera rezando, comenzó a gesticular mientras hablaba.
Así no se habla a una señorita..
Reprochó haciendo una negación con el dedo mientras ladeaba la cabeza. El grandullón parecía mucho mas furioso que antes e intento decir algo.
Me importa bien poco, apártate si no quieres salir herido.
Vinicius soltó unas carcajadas. ¿Cómo podía herir a una bestia?. Era repugnante oír eso. Vinicius negó una vez más golpeándole con el puño , con todas sus fuerzas. Siendo un licántropo, sus fuerzas no tenían limites por lo tanto el hombre se golpeó con la pared sorprendido. Había sido algo sobrehumano y aquello podía llamar la atención de los demás con facilidad , podía poner en peligro a todos los lobos de París. Se acercó de nuevo, con la botella en sus manos y volviendo a beberla toda de un trago, se puso de cuclillas, observando al borracho que intentaba preguntar algo.
¿Qué..es..usted?
Vinicius esbozó una sonrisa enseñando su dentadura.
Shh, soy un licántropo..
Susurro volviéndose a incorporar. Sabía lo que hacía, nadie creería a un borracho . Le volvió a golpear con la botella , sin querer el también fue herido de inmediato. Su mano sangraba y aun de espaldas, su herida se cicatrizo y desapareció con rapidez. Se volteó observando a Duna y olvidándose del borracho que acababa por dejar inconsciente.
Vinicius-Valentin Ivasaki- Licántropo Clase Alta
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Fecha de inscripción : 13/03/2011
Re: Noche de tormenta [ Vinicius]
Agradecí el gesto de Vinicius un poco confusa con su comportamiento pues negaba ser un héroe pero se preocupaba por mí en cierto modo arropándome con su abrigo. Me oculté en el, pues estaba seco a diferencia de mis ropas.
- ¿No es usted un héroe pero si un caballero?
Mis palabras sonaron con ironía acompañadas de una risita melódica que resonó por la taberna, siendo el único sonido enternecedor de aquel lugar.
Pensaba en qué clase de hombre era aquel joven que tenía frente a mí, en realidad pues a pesar de su caballerosidad sus palabras tenían un deje malvado y perverso que me confundía y en parte me atraía. No había hombres así , o al menos yo no me había cruzado con ellos. Siempre había extremos...o eran hombres educados y valientes, el fiel caballero o eran rudos y bastos con los que no se podía conversar.
Después de levantarme y buscar protección tras Vinicius su actuación me sorprendió, me había tratado como una cortesana y aunque me sentía insultada porque me hubiese besado sin permiso...pero otra parte de mi, mi parte más salvaje y atrevida estaba celebrando lo ocurrido y deseando vengarme ahora siendo yo la que robara el beso a Vinicius de una forma nada cortés.
Salí de mis pensamientos al ver lo que ocurría después y cómo golpeaba a aquel hombre de una forma inhumana. No es que no fuese un joven fuerte pero el golpe había lanzado despedido al hombre que le doblaba el peso. Abrí los ojos de par en par sin creer lo que veía. Luego el hombre miró a Vinicius con ojos desencajados susurrándole algo que no logre entender , ni la respuesta de Vinicius.
Al ver como la gente empezaba a arremolinarse me acerqué hasta Vinicius tomando su mano y tirando de él hasta el exterior de la taberna donde nos resguardamos de la lluvia bajo el tejado huyendo de la multitud y de los murmullos de la gente de dentro.
- ¿ Cómo puedéis tener tal fuerza? -
pregunté sin poder ocultar mi curiosidad mientras acariciaba el hocico de Lune que me esperaba allí atada fuera de la taberna empapada por la lluvia realzando el brillo de su pelaje oscuro.
Después recordé lo que había hecho Vinicius en la taberna, cómo había rozado casi mis labios con los suyos haciendo que el bello de mis brazos se erizara
- Oh...se me olvidaba, yo también tengo un precio
Antes de que contestara mi pregunta anterior le golpeé con mi mano en la mejilla pero pareció no inmutarse mientras que yo solté un pequeño aullido de dolor pues me había destrozado la mano con aquel golpe.
Le miré con el ceño fruncido esperando su respuesta, capaz era de golpearme él en su defensa.
- ¿No es usted un héroe pero si un caballero?
Mis palabras sonaron con ironía acompañadas de una risita melódica que resonó por la taberna, siendo el único sonido enternecedor de aquel lugar.
Pensaba en qué clase de hombre era aquel joven que tenía frente a mí, en realidad pues a pesar de su caballerosidad sus palabras tenían un deje malvado y perverso que me confundía y en parte me atraía. No había hombres así , o al menos yo no me había cruzado con ellos. Siempre había extremos...o eran hombres educados y valientes, el fiel caballero o eran rudos y bastos con los que no se podía conversar.
Después de levantarme y buscar protección tras Vinicius su actuación me sorprendió, me había tratado como una cortesana y aunque me sentía insultada porque me hubiese besado sin permiso...pero otra parte de mi, mi parte más salvaje y atrevida estaba celebrando lo ocurrido y deseando vengarme ahora siendo yo la que robara el beso a Vinicius de una forma nada cortés.
Salí de mis pensamientos al ver lo que ocurría después y cómo golpeaba a aquel hombre de una forma inhumana. No es que no fuese un joven fuerte pero el golpe había lanzado despedido al hombre que le doblaba el peso. Abrí los ojos de par en par sin creer lo que veía. Luego el hombre miró a Vinicius con ojos desencajados susurrándole algo que no logre entender , ni la respuesta de Vinicius.
Al ver como la gente empezaba a arremolinarse me acerqué hasta Vinicius tomando su mano y tirando de él hasta el exterior de la taberna donde nos resguardamos de la lluvia bajo el tejado huyendo de la multitud y de los murmullos de la gente de dentro.
- ¿ Cómo puedéis tener tal fuerza? -
pregunté sin poder ocultar mi curiosidad mientras acariciaba el hocico de Lune que me esperaba allí atada fuera de la taberna empapada por la lluvia realzando el brillo de su pelaje oscuro.
Después recordé lo que había hecho Vinicius en la taberna, cómo había rozado casi mis labios con los suyos haciendo que el bello de mis brazos se erizara
- Oh...se me olvidaba, yo también tengo un precio
Antes de que contestara mi pregunta anterior le golpeé con mi mano en la mejilla pero pareció no inmutarse mientras que yo solté un pequeño aullido de dolor pues me había destrozado la mano con aquel golpe.
Le miré con el ceño fruncido esperando su respuesta, capaz era de golpearme él en su defensa.
Duna Di Bello- Humano Clase Alta
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Re: Noche de tormenta [ Vinicius]
La gente, al ver tan espectáculo montado por el lobo, se levantaron curiosos por el estado del grandullón. Vinicius sonrió con un aire de superioridad, a sabiendas de que el había causado un desastre que no iba a pagar . Todos estaban aplaudiendo al ruso, una extraña reacción ya que el no se hacía llamar un héroe . Arrugó su frente con arrogancia, esquivando a ciertas mujeres , entre ellas las bailarinas, intentando tocarle el pecho . Vale, el hombre era uno muy irresistible, sensual y todo lo que deseaban llamarle pero..no tenía ganas de mujeres fáciles, para eso estaba el burdel. Las apartó sintiendo como una mano ágil y suave le sacaba de aquel círculo. Al principio no entendió de que iba la cosa y cuando vio la melena de la joven, una sonrisa malvada deslumbró en su rostro , siguiéndola hacía afuera. Vinicius no entendía el porque de la privacidad y porque deseaba ir hacía afuera, donde hacía frío. Bueno, tal vez el tendría que dar explicaciones. Una mentira era la mas adecuada para la joven . No deseaba poner en peligro su naturalidad ,por lo tanto, la señorita debía de guardar su curiosidad y preguntar a otras personas. Se apoyó en la pared de la taberna, esquivando la lluvia que tanto le disgustaba. Con un aire despreocupado y metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón, habló.
-La naturaleza nos sorprende –
Respondió secamente sin alargar aquella respuesta tan misteriosa. Con eso era suficiente para calmar sus ansias sobre la fuerza del ruso. En aquel paisaje , un caballo estaba esperando a su dueño y lo mas curioso, era que el dueño o la dueña era nadie mas ni nadie menos que Duna. Aquella sonrisa irónica, malvada y arrogante apareció en el rostro perfecto y masculino de Vinicius. No prestaba atención a las palabras de la joven y ese era un punto menos para el, le daba una oportunidad a los demás aprovecharse de su momento. En aquel mismo minuto, la joven le había golpeado tras la acción que el había hecho en la taberna. Su cuello , instantáneamente se giró . No hizo movimiento alguno, solo mantenía la sonrisa burlona. No había sentido dolor alguno, tan solo un roce , unas cosquillas por parte de ella. ¿Es que la joven no sabía que el era un maldito masoquista?. Le excitaba y eso se lo iba a enseñar, para que la proxima vez , aprendiera a no levantar la mano a un conde respetado. La tomó con fuerza del brazo , pegándola hacía la pared de la taberna con brutalidad. Ahora mismo, iba a olvidar lo que era un caballero en toda su palabra. Pegó con fuerza su cuerpo al de ella, demostrándole como su miembro estaba duro , por el simple golpe que ella había hecho. Para evitar que ella se escapase, la acorralo , aun con aquella maldita sonrisa pintada en sus labios.
-¿Ves lo que acabas de hacer?-
Preguntó burlón refiriéndose a Vinicius Junior. Pegó aun mas su cuerpo, en totalidad y no pudo evitar gruñir por lo bajo. Ella no tenía ni una posibilidad de escapar. Sus pies no tenían como golpear a su miembro y sus manos, ahora estaban presas del ruso . Iba a hacer algo que a ella , la acompañaría toda su vida y su perfume iba a acompañarla de igual manera, tanto como su nombre .Ella era la que había causado aquello, tenía que pagar por sus actos.
-La naturaleza nos sorprende –
Respondió secamente sin alargar aquella respuesta tan misteriosa. Con eso era suficiente para calmar sus ansias sobre la fuerza del ruso. En aquel paisaje , un caballo estaba esperando a su dueño y lo mas curioso, era que el dueño o la dueña era nadie mas ni nadie menos que Duna. Aquella sonrisa irónica, malvada y arrogante apareció en el rostro perfecto y masculino de Vinicius. No prestaba atención a las palabras de la joven y ese era un punto menos para el, le daba una oportunidad a los demás aprovecharse de su momento. En aquel mismo minuto, la joven le había golpeado tras la acción que el había hecho en la taberna. Su cuello , instantáneamente se giró . No hizo movimiento alguno, solo mantenía la sonrisa burlona. No había sentido dolor alguno, tan solo un roce , unas cosquillas por parte de ella. ¿Es que la joven no sabía que el era un maldito masoquista?. Le excitaba y eso se lo iba a enseñar, para que la proxima vez , aprendiera a no levantar la mano a un conde respetado. La tomó con fuerza del brazo , pegándola hacía la pared de la taberna con brutalidad. Ahora mismo, iba a olvidar lo que era un caballero en toda su palabra. Pegó con fuerza su cuerpo al de ella, demostrándole como su miembro estaba duro , por el simple golpe que ella había hecho. Para evitar que ella se escapase, la acorralo , aun con aquella maldita sonrisa pintada en sus labios.
-¿Ves lo que acabas de hacer?-
Preguntó burlón refiriéndose a Vinicius Junior. Pegó aun mas su cuerpo, en totalidad y no pudo evitar gruñir por lo bajo. Ella no tenía ni una posibilidad de escapar. Sus pies no tenían como golpear a su miembro y sus manos, ahora estaban presas del ruso . Iba a hacer algo que a ella , la acompañaría toda su vida y su perfume iba a acompañarla de igual manera, tanto como su nombre .Ella era la que había causado aquello, tenía que pagar por sus actos.
Vinicius-Valentin Ivasaki- Licántropo Clase Alta
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Fecha de inscripción : 13/03/2011
Re: Noche de tormenta [ Vinicius]
Mi mirada cambió horrorizada por todo aquello, mi mano comenzó a temblar por el dolor mezclado con el temor que me producía Vinicius en aquel momento. Di un paso hacia atrás de forma inconsciente como una presa huyendo de un animal salvaje que se prepara para engullirla.
Nunca antes había experimentado algo así, ese temor...una mirada que transmitiera tanto.Tragué saliva cuando sentí que se acercaba a mí .
Me quejé con un gemido cuando me golpeó bruscamente contra la pared sintiendo un fuerte dolor en la espalda. La agresividad y la descortesía de aquel hombre no entendían de límites. Observé asustada su rostro intentando zafarme de él pero me había apresado con su cuerpo que se sentía caliente sobre el mío. A pesar de las ropas que llevaba podía sentir su miembro viril empujando sobre mi cuerpo. Aquello me asustó . Había jugado con muchos hombres y sabía perfectamente lo que era aquello pero jamás había permitido a un hombre entrar en mi cuerpo de aquella forma y podía leer en su mirada que eso era exactamente lo que deseaba en ese momento.
Se apretó aún más contra mi pero no hice amago de soltarme de él intentando aclararme y salir de aquel sentimiento temeroso. Por un lado tenía ganas de gritar, llorar y pedir ayuda pues parecía dispuesto a poseerme a la fuerza allí mismo pero otra parte de mí pedía que aquel contacto no se esfumara, me gustaba el calor que producía su cuerpo y la poca vergüenza de aquel chico. Siempre me había gustado que los hombres no preguntaran y se arriesgaran pero siempre habían sabido aceptar los no por respuesta. Vinicius no parecía conocer el significado de aquella palabra.
Me preguntaba qué me pasaba, no podía permitir aquello, era algo soez y sucio...una cosa era que me permitiese hacer travesuras en las caballerizas con los guapos y musculosos mozos pero no que me atreviese a regalar mi virginidad a un hombre que probablemente había robado muchas más. Por mi orgullo no dejaría que ese atractivo hombre se saliese con la suya. Yo no iba a ser una mas de sus doncellas conquistadas. No sería uno más de sus trofeos.
Cogí aire y cambié mi rostro a uno mucho más seguro y firme hablando con el mentón alzado con superioridad. dando a entender que ese comportamiento no me asustaba lo más mínimo.
- Aún está a tiempo de no cometer una estupidez, Vinicius. No me asusta lo que tiene entre las piernas pero tampoco deseo palparlo así que apártelo de mi cuerpo, señor. - Si, ese era mi plan, pedirle por las buenas y con modales que me soltase y no se dejase en evidencia su persona, pero ¿funcionaría? por si no era así ya me había encargado de pensar en un plan b. Vinicius parecía ser de los hombres a los que les gusta forzar a las jóvenes , un depravado por lo que si me hacía la fácil quizás me dejase en paz.
Nunca antes había experimentado algo así, ese temor...una mirada que transmitiera tanto.Tragué saliva cuando sentí que se acercaba a mí .
Me quejé con un gemido cuando me golpeó bruscamente contra la pared sintiendo un fuerte dolor en la espalda. La agresividad y la descortesía de aquel hombre no entendían de límites. Observé asustada su rostro intentando zafarme de él pero me había apresado con su cuerpo que se sentía caliente sobre el mío. A pesar de las ropas que llevaba podía sentir su miembro viril empujando sobre mi cuerpo. Aquello me asustó . Había jugado con muchos hombres y sabía perfectamente lo que era aquello pero jamás había permitido a un hombre entrar en mi cuerpo de aquella forma y podía leer en su mirada que eso era exactamente lo que deseaba en ese momento.
Se apretó aún más contra mi pero no hice amago de soltarme de él intentando aclararme y salir de aquel sentimiento temeroso. Por un lado tenía ganas de gritar, llorar y pedir ayuda pues parecía dispuesto a poseerme a la fuerza allí mismo pero otra parte de mí pedía que aquel contacto no se esfumara, me gustaba el calor que producía su cuerpo y la poca vergüenza de aquel chico. Siempre me había gustado que los hombres no preguntaran y se arriesgaran pero siempre habían sabido aceptar los no por respuesta. Vinicius no parecía conocer el significado de aquella palabra.
Me preguntaba qué me pasaba, no podía permitir aquello, era algo soez y sucio...una cosa era que me permitiese hacer travesuras en las caballerizas con los guapos y musculosos mozos pero no que me atreviese a regalar mi virginidad a un hombre que probablemente había robado muchas más. Por mi orgullo no dejaría que ese atractivo hombre se saliese con la suya. Yo no iba a ser una mas de sus doncellas conquistadas. No sería uno más de sus trofeos.
Cogí aire y cambié mi rostro a uno mucho más seguro y firme hablando con el mentón alzado con superioridad. dando a entender que ese comportamiento no me asustaba lo más mínimo.
- Aún está a tiempo de no cometer una estupidez, Vinicius. No me asusta lo que tiene entre las piernas pero tampoco deseo palparlo así que apártelo de mi cuerpo, señor. - Si, ese era mi plan, pedirle por las buenas y con modales que me soltase y no se dejase en evidencia su persona, pero ¿funcionaría? por si no era así ya me había encargado de pensar en un plan b. Vinicius parecía ser de los hombres a los que les gusta forzar a las jóvenes , un depravado por lo que si me hacía la fácil quizás me dejase en paz.
Duna Di Bello- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 20/03/2011
Re: Noche de tormenta [ Vinicius]
Vinicius estaba totalmente perdido. Esa era una palabra que describía su “bondad”. Desde muy pequeño había adoptado una personalidad diferente, los buenos modales no los poseía y la vergüenza menos. Sentía como su cuerpo entraba en calor mas de la cuenta, seguía siendo un masoquista y un adicto al sexo. ¿Quién había pensado que tras unos años volvía a ser el mismo gilipollas de siempre?. Sentir la piel de ella y aquellos roces no hacían mas que provocar a la fiera que tenía encadenada. Pedía a gritos tomarla en aquel lugar y lo haría, no tenía limites, su excitación, su placer..debían ser alimentados como era debido. Llevó sus labios al cuello de la joven, besándola con lentitud y acariciando los poros de su cuello con los carnosos labios del ruso. Fue subiendo poco a poco mientras sus manos poseía aquel cuerpo, obligándola a quedarse, prohibiendo la salvación de su pureza. Llegó a sus labios, donde no dudó ni un segundo en abrazarlos con los suyos. Los mordió y los saboreo con locura ,bañándolos con aromas y caricias que ella nunca iba a olvidar. El joven mordía con lentitud cada trozo de su labio inferior, despertando en el sensaciones de excitación que hacía vibrar su piel . Un leve gemido fue arrancado de sus labios, un gemido suave . “Joder” pensó el con la respiración entrecortada. No le sucedía cada día aquello, y menos cuando alguien le hablaba de aquella manera. Iba a abordar a la joven cada noche, cada día que el iba a desear saciarse, iba a ser suya un millón de veces y aunque el era un Don Juan de primera y deseaba acostarse con otras, ella no iba a hacer lo mismo. Su mano izquierda otorgaba caricias que podían elevar a la señorita con facilidad al cielo, conocer los ángeles y el paraíso. La volvía a moldear, crearla de nuevo, sintiendo el un creador . Metió la mano por debajo de su vestido húmedo pero sin llegar a la zona tan deseada, solo acariciando la pierna. Deseaba hacerla sudar, deseaba que ella pidiera aquello y el complacido , iba a darle todo y cuanto deseaba de el. Escuchaba sus palabras , como si fuera poco despertaban muchas mas sensaciones en el. Rugió como un autentico animal mientras seguía con las caricias y levantaba la pierna que estaba acariciando, acorralándola en su cintura . Una risa burlona salió de sus labios .
-Ya es..tarde para eso –
Susurro entrecortadamente producto a lo que estaba pasando. Volvió a besar sus labios con desesperación. Dudaría que ella fuese a gritar, porque si iba a hacer eso, primero iba a apoderarse de su cuerpo y su mente y luego tendría que deshacerse ce ella. Algo en el pedía a gritos no hacer lo segundo, por alguna razón su cuerpo la necesitaba no solo una vez, si no demasiadas veces.
-Ya es..tarde para eso –
Susurro entrecortadamente producto a lo que estaba pasando. Volvió a besar sus labios con desesperación. Dudaría que ella fuese a gritar, porque si iba a hacer eso, primero iba a apoderarse de su cuerpo y su mente y luego tendría que deshacerse ce ella. Algo en el pedía a gritos no hacer lo segundo, por alguna razón su cuerpo la necesitaba no solo una vez, si no demasiadas veces.
Vinicius-Valentin Ivasaki- Licántropo Clase Alta
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Fecha de inscripción : 13/03/2011
Re: Noche de tormenta [ Vinicius]
Sentía como mis ojos empezaban a escocer. Yo no quería aquello que parecía irremediable. Había visto a ese hombre lanzar al gordo de la taberna metros atrás sin apenas esforzarse. ¿Qué podría hacer contra aquello?
A pesar de mi nerviosismo y el pánico que sentía al imaginar lo que dentro de poco pasaría los labios de Vinicius parecían calmarme, a pesar de todo no me trataba de forma agresiva salvo su presión en mis brazos para evitar que me escapara. Sus caricias eran suaves e incluso parecían las de cualquier enamorado pero yo sabía que no era así, que esto seguramente lo hubiese hecho muchas veces antes con muchas chicas y yo había sido una idiota al alejarnos del lugar llevándole a su territorio.
Forcejeé al sentir sus labios apresando los míos, no quería que robara mis besos sin mi permiso por muy bien que lo hiciese. No era una cualquiera, era una dama.
Suspiré intentando pensar mientras sentía su mano subiendo por mi pierna debajo de mi falda, esto ya era demasiado. No iba a conseguirlo de esa forma. Pondría en marcha el plan B. Mi respiración era agitada, a punto del desmayo. Me preguntaba cómo reaccionaría si me desmayase en sus brazos. Probablemente disfrutaría igualmente de mi cuerpo inconsciente.
Me relajé poco a poco imaginando que él era otra persona, una persona que me había cortejado y era digna de mí. No tenía necesidad de imaginar otro rostro pues el de Vinicius era realmente hermoso. Comencé a reaccionar ante sus besos como una criatura cae en las redes del cazador. Emitiendo pequeños gemidos, intentando engañarle. Mis labios jugaban con los suyos e incluso me atreví a jugar con mi lengua sobre su labio superior para luego apartarme un poco. Sabía que no me iba a desagradar del todo aquella situación pero las consecuencias serían nefastas. No podía olvidar lo que era.
Acerqué mis labios a su oído con dificultad debido a la presion de sus brazos.
- Vayamos a otro sitio más tranquilo, no me gustaría que nos viesen aquí.- intenté que mis palabras sonaran lo más creíbles posibles buscando una opción, una salida.
Por muy atractivo que Vinicius fuese, por mucho que hubiese deseado a ese hombre con sus nefastos modales, no quería que me tomase sin permiso. No le permitiría aquello y lucharía contra mis deseos sexuales si era preciso. Mi interior le había deseado en esos besos y palpitaba llamándole a gritos pero mi cuerpo y mi mente esa noche iban separados.
Intenté soltarme de las manos que me apresaban lentamente sin mostrar intención de escapar, esperando a que él mismo me soltase pensando que me había conseguido y ganado esa batalla.
A pesar de mi nerviosismo y el pánico que sentía al imaginar lo que dentro de poco pasaría los labios de Vinicius parecían calmarme, a pesar de todo no me trataba de forma agresiva salvo su presión en mis brazos para evitar que me escapara. Sus caricias eran suaves e incluso parecían las de cualquier enamorado pero yo sabía que no era así, que esto seguramente lo hubiese hecho muchas veces antes con muchas chicas y yo había sido una idiota al alejarnos del lugar llevándole a su territorio.
Forcejeé al sentir sus labios apresando los míos, no quería que robara mis besos sin mi permiso por muy bien que lo hiciese. No era una cualquiera, era una dama.
Suspiré intentando pensar mientras sentía su mano subiendo por mi pierna debajo de mi falda, esto ya era demasiado. No iba a conseguirlo de esa forma. Pondría en marcha el plan B. Mi respiración era agitada, a punto del desmayo. Me preguntaba cómo reaccionaría si me desmayase en sus brazos. Probablemente disfrutaría igualmente de mi cuerpo inconsciente.
Me relajé poco a poco imaginando que él era otra persona, una persona que me había cortejado y era digna de mí. No tenía necesidad de imaginar otro rostro pues el de Vinicius era realmente hermoso. Comencé a reaccionar ante sus besos como una criatura cae en las redes del cazador. Emitiendo pequeños gemidos, intentando engañarle. Mis labios jugaban con los suyos e incluso me atreví a jugar con mi lengua sobre su labio superior para luego apartarme un poco. Sabía que no me iba a desagradar del todo aquella situación pero las consecuencias serían nefastas. No podía olvidar lo que era.
Acerqué mis labios a su oído con dificultad debido a la presion de sus brazos.
- Vayamos a otro sitio más tranquilo, no me gustaría que nos viesen aquí.- intenté que mis palabras sonaran lo más creíbles posibles buscando una opción, una salida.
Por muy atractivo que Vinicius fuese, por mucho que hubiese deseado a ese hombre con sus nefastos modales, no quería que me tomase sin permiso. No le permitiría aquello y lucharía contra mis deseos sexuales si era preciso. Mi interior le había deseado en esos besos y palpitaba llamándole a gritos pero mi cuerpo y mi mente esa noche iban separados.
Intenté soltarme de las manos que me apresaban lentamente sin mostrar intención de escapar, esperando a que él mismo me soltase pensando que me había conseguido y ganado esa batalla.
Duna Di Bello- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 20/03/2011
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