Ya estoy aquí...¿ahora qué? [Privado Fenrir]

por **Joao Alves C.** Dom Mar 27, 2011 9:10 pm

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Un enésimo suspiro. Decepción. Incertidumbre. Todo parecía inalcanzable, al menos lo que yo quería conseguir. Los precios no eran comparables con los de Brasil...aquí yo prácticamente soy un hombre de clase baja, cuando en el llamado Nuevo Mundo se me consideraba (y considera, si es que no se han olvidado de mí...) de los más ricos, al menos en la provincia donde vivía. Y ahora ni siquiera podía comprarme algo de ropa para no parecer un pordiosero. Menuda vida.

Salí de una de las tiendas de ropa que poblaban aquella zona comercial con mueca de tensión, estaba bastante preocupado no sólo por no poder comprar vestimenta, el dinero que me había traído desde Brasil no tenía demasiado valor en Francia y me complicaba aún más las cosas, considerando que todavía no encontraba un trabajo relativamente decente que no implicase esclavitud ni alguna privación de derechos importantes. Pero a pesar de todo no perdía las esperanzas. Sólo tenía que seguir intentando, y si no resultaba, tendría que conformarme con lo más decente dentro de lo que hubiere. Pero eso era en caso extremo.

Retomé mi caminata tras ajustarme los botones del abrigo que tenía puesto (que, a decir verdad...era un milagro que no se rompiese por mi contextura física) y busqué perderme entre la muchedumbre, pero una vez más algo me llamó la atención. Era una tienda de antiguedades. Me paré frente a la vitrina y me quedé hipnotizado con una estatua de lo que parecía ser un animal con una extraña melena, quien permanecía glorioso y triunfante sobre una roca. No podía reconocer el material del que estaba hecho, pero me encantaba. Quería tenerlo...pero en cuanto vi el precio mis ilusiones se fueron abajo. Era un tonto al estar pensando en tener todas esas cosas...pero prefería tener la esperanza al menos de obtenerlas. No había caso en ser pesimista, siempre todo con una sonrisa...aunque ahora no apareciese.

por Invitado Sáb Abr 02, 2011 8:42 pm

El valor del dinero..quien lo podría cuestionar?, quien podría negar la importancia de dicho articulo en la vida de gente común y ordinaria..realmente creo nadie podría hacer semejante análisis.

Desde el interior de la tienda observe de reojo como alguien observaba la pieza de bronce que estaba apunto de comprar para mi morada, no era un hombre originario de acá, se le notaba en como se paraba y también en su complexión física, la gente pasaba de el sin mayor cuidado, como si fuera un pordiosero ¿lo era realmente?.-No es humano....-fue la primera impresión que me dio..pero no podía asegurarlo, mientras seguía con la compra podía notar que aquel hombre estaba levemente alterado pero no de una forma común, si no mas bien angustiante...y era molesto realmente.

por **Joao Alves C.** Lun Abr 04, 2011 2:26 pm

Era un hecho, ese adorno no podría sumarse a mis enseres en Brasil, tanto por el precio como por el hecho de que al parecer ya iban a comprarlo, según lo que pude ver increíblemente desde el lugar donde estaba. No sabía cómo, pero pude ver cómo un hombre (de apariencia rara...) apuntaba hacia el objeto que yo estaba mirando, escuchando su deseo de llevárselo (increíblemente también...considerando el ruido que había afuera...). Con eso ya mis esperanzas estaban prácticamente en el suelo, por muy optimista que fuera sería difícil conseguir el dinero para comprar otro si existiera, así que decidí retomar mi camino que no tenía rumbo definido al menos ese día.

Me quedé en una esquina esperando para cruzar a la calle siguiente y presté atención a mi alrededor. La gente me miraba raro. Quizás les parecía poco común ver a alguien tan alto y tan...bueno...distinto. Todos eran como muñecos de porcelana...era realmente extraño. Y bueno, no sé por qué me sorprendo, soy un hombre del Nuevo Mundo en el Viejo Mundo...

por Invitado Sáb Jul 02, 2011 11:11 pm

Aquella escultura se vería realmente bien en la casa ademas el precio estaba muy por debajo de lo que realmente valía pero que mas daba! el dinero todo lo solucionaba y si fuera por ello podría vender hasta mi propia madre si fuera necesario..pero claro yo no tenia madre..o al menos no tenia recuerdo de una. Salí de la tienda y decidí caminar un poco mas, quizás podía encontrar otra cosa para la casa y adornarla al menos mi parte según mis gusto..el resto daba igual. A la distancia note nuevamente a aquel hombre extraño que permanecía corbado como si la vida se le fuese solo en respirar, un poco mas atrás una mujer lo miraba de pies a cabeza como si lo comiera con la mirada...osada pero a final de cuentas mirada..JÁ yo ya conocía esos ojos, que mujer tan vulgar, ni siquiera por respeto a ella misma podía controlar sus lívido.

A veces, sola a veces las personas se dejaban llevar por esa naturaleza tan animal que guardaban en su interior y por lo general trataban de apaciguar de manera carnal o con "terapia" pero lo único que hacían era posponer lo inevitable ¿por que se empeñaban en hacer lo contrario a su propia voluntad? es decir.. si yo tuviera ganas de matar al hombre que tenia a mi lado en esos segundo lo haría...pero no ahora..mas adelante bajo el amparo completo de la noche ..pero lo haría! no me detendría por nimiedades. ¿Por que me había puesto a reflexionar de esta forma?..a si ..la mujer que miraba con deseo ..todo había sido por ella. Pronto me di cuenta del real motivo por el cual lo miraba con esos ojos...aparte del deseo que comenzaba a ser tan evidente en ella ..que sorpresa! le estaba intentando robar! ..pero que perra tan astuta!!!, ¿como no me había dado cuenta?.

Ahora me presentaba frente a un nuevo dilema ¿dejar que le robara y observar? ó hacer de buen ciudadano...uhm .. difícil tarea y ambas opciones eran..aburridas pero entre mirar y participar claramente prefería participar, así que apresure el paso y me ubique detrás de aquel hombre de aspecto maldito y le toque el hombro con mi bastón como si nada.-te van a robar lo poco y nada que traes encima...-dije con calma esperando la reacción del momento.

por **Joao Alves C.** Mar Ago 09, 2011 3:01 pm

A partir de cierto momento, empecé a tener la sensación de que me estaban observando. ¿Qué había hecho? Nunca había tenido aquellas percepciones y eso en parte me ponía más tenso y más nervioso de lo que ya estaba...además de frustrado. Miré a mi alrededor tratando de averiguar el origen de esa sensación, pero no fue hasta que sentí un golpecito en el hombro que me hizo voltearme y ver, para mi sorpresa, al mismo hombre que estaba comprando aquel adorno en la tienda. ¿Me había espiado? ¿Por qué estaba allí? Su voz no parecía amenazante, más bien era de advertencia...y en eso miré rápidamente a un costado a causa de un leve revuelo que se había formado. Una mujer corría chocando contra varias personas, hasta que finalmente se perdió en la multitud. Ahí estaba la respuesta.

Rápidamente revisé mis pertenencias y estaban todas allí. La mujer no me había alcanzado a robar. Miré al hombre y sonreí de lado. Parecía alguien de muy buena situación, aún mejor que la mía en Brasil...pero no iba a reverenciarme ni mucho menos. - Merci... - le dije con un poco de inseguridad, tratando de darme a entender de la manera más clara. No le había entendido nada de lo que me había dicho antes, pero el lenguaje de los movimientos sumado a lo poco y nada que había aprendido de francés me había permitido dar una respuesta acorde al momento a aquel hombre, cuya postura corporal y vestimenta me recordaban a un patrón que había conocido en mi tierra. Ya estaba demasiado nostálgico...

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