Y llegué hasta aquí

por **Alvaro Santillana** Vie Abr 01, 2011 3:23 pm

Los pasos se iban dibujando por las frías calles de París, a esas horas de la noche no quedaba apenas ni la mitad de las personas que por el día habrían recorridos las calles de un lado a otro, ahora...era el momento de nosotros, y esta noche estaba de muy buen humor... necesitaba distraerse y qué mejor que dar una vuelta por la zona céntrica de la ciudad, no sabía especialmente donde ir y seguramente allí se encontraría lo que buscaba, últimamente no tenía que buscar especialmente nada, se lo ponían todo en bandeja y para pasar de la rutina nada mejor que hacerlo en otro lugar .

Hacía mucho que no visitaba aquella parte de la ciudad, una sonrisa se dibujó en su atractivo rostro... un tanto desvergonzada, recordaba las veces que había visitado a una amiga unas calles más atrás del Teatro, tenía algo especial aquella chica pero como siempre, se volvió monótono y dejó de verla, además empezó a ver algo raro y antes de que pasase algo que no le agradaba, cortaba por lo sano.

Con las manos en los bolsillos, pasos pausados sin prisa... y aquellos ojos marrones buscando algo que le llamase la atención. Pero no pudo caminar mucho más, empezó a llover y a cada segundo con más intensidad, le daba igual mojarse pero no era muy normal que alguien caminase tan tranquilo bajo la lluvia, buscó un lugar para resguardarse encontrando no lejos una entrada con una puerta enorme y de madera oscura, entró sin pensar y se giró para observar como el agua cubría las calles de la ciudad.

Aquellas finas gotas de agua que aún adornaban su rostro, caían despacio sobre su piel, causando seguramente envidia de todo aquel que viese tal espectáculo.
Noche de lluvia y eso atraía suerte, lo que no sabía era donde estaba ahora mismo...en el hall del burdel central de París, unos murmullos entre risas y lo que no eran risas le hicieron enarcar una ceja y entender enseguida a donde había ido a parar.

-Interesante, parecen que me llaman con campanilla.

por **Micaela Lamberg** Dom Abr 03, 2011 10:57 pm

Milagros bajaba la escalera principal con un cliente al cual iba a despedir después de un rato de placer. Era extraño pero era una noche lluviosa y todos ahí estaban alegres, llego hasta el último escalón y se despidió de su cliente con los besos en la mejilla. Nos vemos pronto cariño- le susurro al oído de él mientras le sonreía. Vio que se iba caminando hacia la puerta, ella se fue hacia la barra para tomar un Wisky doble la verdad necesitaba algo fuerte, este hombre que se había ido era algo raro.

Pasó un tiempo considerable de descanso para Milagros, ella consideraba que las noches de lluvia eran las más excitantes para los hombres que buscan ciertos placeres y esa era una noche de esa. La tormenta aumentaba al pasar el tiempo y cuando consideraba que su noche había terminado.

Se despide de sus compañeras mientras caminaba hacia la escalera para irse a dormir cuando de repente escucha risas y murmullo. Mira hacia la puerta y ve a un hombre completamente mojado en el hall, fui hacia él para ayudarlo. Venga conmigo por favor-Le dijo mientras lo guiaba hacia la escalera para subir a la habitación de ella. Subíamos la escalera y luego caminábamos por el pasillo hasta que llegaron a una puerta. Ella la abrió y entraron juntos. Esta en su casa ya vuelvo- le dijo caminando hacia el baño para buscar una toalla para que él se pudiera secar. Sale y le da la toalla en la mano.

por **Alvaro Santillana** Lun Abr 04, 2011 12:00 pm

Sintió como alguien le tomaba del brazo, seguramente una de esas chicas o uno de los vigilantes para advertirle de que o entraba o lo echaban de una patada, una bonita joven rubia le invitaba a entrar... se había puesto perdido pero claro, no era conciente de ello... no dijo nada, solo asintió y se dejó llevar por ella. Pero no pudo evitar que mientras subían, sus ojos pardos la recorriesen de arriba abajo, una chica muy atractiva... y vaya muy amable, todo había que decirlo... algunos hombres lo miraron con cierta envidia al ver como se lo subía arriba sin él apenas haber ofrecido nada, cosa que le hizo alzar la barbilla orgulloso...

Una vez dentro de la habitación, la observó con atención... la cama estaba un tanto deshecha y no era para menos puesto que seguramente no hacía mucho que alguien hubiese estado enredado junto con ella en aquel lugar, mientras observaba se fue quitando la gabardina negra de tres cuartos, goteaba...irremediablemente... la camisa se le había empapado otro tanto y no hablemos los pantalones, los charcos habían hecho mella en ellos, empapándolos hasta llegar a las rodillas.

Tomó con una breve sonrisa la toalla, no había despegado el pico en todo el tiempo, se pasó la toalla por el rostro, un tanto por el cuello... abriéndose la camisa un tanto para empezar a desabrochársela, se suponía que era lo que debía de hacer, pero a mitad de medio pecho, dejó de desabrocharse.

La miró a los ojos sin ningún reparo, no quería ponerle todo perdido aquella dama, por lo que se empezó a quitar los zapatos , dejando antes... la toalla alrededor del cuello, los dejó a un lado... también se quitó los calcetines y acto seguido se acercó lentamente a ella dedicándole una le reverencia.

-Gracias mi señora...la lluvia no hizo reparos en ponerme perdido... sois muy amables , pero no quiero tampoco quitaros tiempo...aunque creo que no voy a poder macharme así sin más, aún llueve y todo lo tengo mojado...-se mordió el labio inferior haciéndole un gesto para que se acercase a él- ¿me ayudais? la ropa pesa demasiado.

Que irónico, ¿qué le pesaba la ropa? no podía dejar de ser un don juan... pero le encantaba este tipo de cosas... la miró a los ojos con aquella sonrisita, que podía prometerlo todo... ¿pero el qué? antes de que ella se acercase él lo hizo para que no tuviese otra opción que ayudarlo, ya luego... si él podría hacer algo por ella, es más se lo preguntó.

-¿Puedo hacer algo por vos para pagaros tal cosa?

por **Micaela Lamberg** Miér Abr 06, 2011 5:26 pm

Ella lo mira séquese el rostro, el cuello y acto seguido se comenzó a desabrochar la camisa solo unos botones lo cual era lógico luego ella lo ayudaría a quitársela. Luego se quitaba los zapatos y calcetines. Ella solo le sonreía seguía parada frente a él a una distancia, él comenzó a caminar hacia ella con lentitud y cuando estaba a unos centímetros de él le hablo.

No se preocupe por mi tiempo señor, solo resguardo su salud. Cuando deje de llover se ira-Respondió a lo que le había dicho y lo miro a los ojos con picardía. Lo tenía ahí pero no quería ser tan avasallante pero con él sentía algo distinto que con ningún otro hombre le había pasado pero se contuvo por eso cuando dijo que si podía hacer algo por ella, solo respondió:

No gracias, no es necesario que me page nada-
Le dijo mientras le desabotonaba la camisa y se la quitaba. Luego paso al pantalón desabrochándole los botones para que se los quite para luego llevarlos al tualet para que se seque.

por **Alvaro Santillana** Vie Abr 08, 2011 4:55 am

Al mirarla a los ojos, pudo apreciar aquel toque descarado de picardía, a lo que él le respondió de una manera parecida, le sonrió con cierta picardía y sus ojos pardos la recorrieron de arriba a abajo, de forma no muy simulada, él era así y había hecho muchas veces sonrojarse por aquel gesto, muy natural para él por cierto. Se negaba a ¿pagarle? bueno, no se había referido a eso precisamente pero se podía malinterpretar, claro que... bueno , para quitar hierro al asunto , se volvió a sentar en la cama, mirando por la ventana como no paraba de llover... la tormenta parecía hacerse más intensa.

La miró sintiéndose culpable un tanto por ello, si llovía de esa manera ella seguramente no le dejaría irse... y él se tendría que quedar, de momento se quedaría, estaba muy intrigado por aquella mirada que antes le había dedicado, tenía de todo menos inocencia.

-¿Vuestro nombre? me gusta saber el nombre de la persona con que comparto habitación, en este caso por una jugarreta del tiempo... pero qué le vamos a hacer ¿Verdad?. El mío es Álvaro Santillana... un placer, señorita...

Se levantó tomando su mano, de forma suave sin presionarla y que así no sintiese del todo, el frío de su temperatura corporal, dejando un beso suave en el dorso para volver a sentarse en la cama y mirarla de frente.

-¿Ocurre algo, señorita? Al final sí que tendré que ayudarla de alguna manera puesto que por sus ojos me lo insinuan... ¿Ve algo en que le pueda ayudar o... le guste?- sonrió apoyando ambas palmas de las manos en el colchón, echando su cuerpo hacia atrás, tenía aún la toalla en el cuello , algunas gotas se deslizaban por su suave piel, perdiéndose en ella y dando envidia a todo aquel que pudiese apreciarlo.

por **Micaela Lamberg** Miér Abr 13, 2011 11:31 pm

Escucho su pregunta y le respondió con suma tranquilidad, amabilidad como ella suele hacer y lo miro.
Milagros Lamberg, mi señor, estamos de acuerdo a mi tambien me gusta saber con quien voy a compartir la habitación. Un placer conocerlo aunque sea en estas circunstancias.Él tomo su mano dandole un beso en su dorso y ella hizo una leve reverencia con cortesía ya que pasaria la noche ahí con ella. Observa que se vuelve a sentar en la cama, apoya las palmas de las manos sobre el colchón y se acuesta.

Usted piensa que quiero pasar la noche con usted?-
Le pregunto con curiosidad luego camino hacia la cama y me acosté a su lado viendo como las gotas recorrían su cuerpo y sonreí.

por **Alvaro Santillana** Sáb Abr 16, 2011 6:08 am

Enarcó una ceja por su pregunta tan directa, podía mentir ahora mismo o decir lo que ella quería oír, sonrió con aquella sonrisita suya y se echó a reír después encogiéndose de hombros , sus ojos no se apartaban de ella.

-¿Qué quereis decir con eso, señorita? Porque podría decir que no y no ser de su agrado, decir que sí y lo mismo, la pregunta sería si sois vos quién quereis pasar conmigo la noche...yo estoy aquí por casualidad podría decirse... a pesar de la lluvia es una hermosa noche...

Terminó por tumbarse la cama mirando al techo, era imposible que nadie se pudiera fijar en él, lo hacía de manera inconsciente, la mayoría de las veces era así.

por **Micaela Lamberg** Sáb Abr 30, 2011 11:06 pm

Observo su actitud y lo miro atentamente para responderle pero a la vez se alejo de él.Sentándose en la punta de la cama le dijo- discúlpeme por la insinuación pero la verdad lo traje aquí para que se secara y la verdad es un hombre muy atractivo- le dijo mirándolo mientras el se acostaba en la cama y ella estaba sentada en la cama a un extremo. Ella se mostraba sonriente pero en verdad quería dormir y si estaba acompañada mejor pero era decisión de él- Si quiere lo hacemos o hablamos?- le dijo con tranquilidad y a la ves suspirando para ver que respondía el caballero. Luego de un rato se levanto de la cama y camino hacia una mesa donde había todo tipo de licores y le pregunto- Quiere tomar algo? Ella se sirvió un licor de menta francés y espero su respuesta.

por **Alvaro Santillana** Miér Mayo 04, 2011 11:44 am

Enarcó una ceja a su halago dedicándole un breve asentimiento...pero se suponía que allí los hombres iban a lo que iban y él simplemente estaba allí por un accidente temporal, con gusto habría salido de allí tan tranquilo, bajo la lluvia...era algo que le relajaba pero para parecer relativamente normal... tenía que hacer ese tipo de cosas de los humanos, resguardarse de toda lluvia y de paso... pues si conocía a fondo a más personas mejor, su círculo de humanos era extenso y de toda clase.

-Interesante propuesta, solo que hacerlo con vos... no es que no me gustaría y estuviese encantado, no he venido aquí para eso y supongo que es algo a lo que estéis acostumbrada ¿o me equivoco? vos sois exquisita solo que... no me gusta pagar por dar placer, mi señora... a mí me gusta hacerlo bien... ¿Estais segura de lo que acabais de proponerme? porque quiero que esteis segura...

Negó a su ofrecimiento recorriéndole con la mirada, era atractiva sí... y él bueno, aún estaba recostado en su cama revuelta, le hizo un gesto con la mano para que se sentase con él sonriendo a medias, le gustaba el sabor del licor y más si eran de unos labios femeninos.

-Mi señora... creo que va a tener que mostrarme lo que deseeis, solo lo que deseeis... olvidaos de todo lo demás, imaginad que soy como un genio que os concede un deseo ¿qué quereis hablar? hablemos... cualquier cosa, menos dar un paseo claro... no es que el tiempo nos acompañe-le sonrió mirándole a los ojos realmente curioso...

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