Eudora Katharina Guicciardi

• Nombre: Eudora Katharina Guicciardi.

• Pronunciación: Yiudora Katarina Guichiardi

• Fecha de nacimiento: 6 de Diciembre de 1783.

• Edad: 16 años

• Lugar de Nacimiento: Viena, Austria.

• Especie: Humana

• Clase social: Alta. Hija de Condes.

• Sexualidad: Heterosexual.

• Familia:

- Hija de:
Conde Franz Joseph Guicciardi y Condeza Susanna Guicciardi (Harrach apellido de soltera).

- Nieta de:
Conde Angelo Guicciardi de Trieste y Marietta Guicciardi.
Conde Leopold Maximilian Harrach de Rohrau y Theresa Katharina Brunswick.

- Hermana de:
Giuliette Guicciardi.

• Descripción física:

Spoiler:

• Descripción psicológica:

De apariencia fría e inclusive parca, Eudora es todo lo contrario en temperamento y carácter, una apasionada artista se alberga en el interior de esta joven austriaca que encuentra el deleite en el arte más que en las fiestas de palacio.

Observadora, perfeccionista y analítica, una intelectual de pies a cabeza, amante de la lectura, de la conversación culta, la música, los conciertos, la pintura y todo lo relacionado al arte. Eudora vive y respira el arte de una manera poco común para la época. Devoradora de libros, por lo mismo con una mente muy actualizada y rápida, puede pasar horas entre libros de Voltaire, John Wilkes, Alexander Pope, Matthew Lewis, Sophie La Roche y Yekaterina Dáshkova entre otros; fue su amistad con nobles vieneses bastante interesados en la vanguardia artística las que acercaron a la muchacha a un mundo mucho más progresista que el común de sus contemporáneas, formando ideas de por si demasiado avanzadas para una jovencita de la época. Admiradora de pintores como John Watson, Gorfrey Kellner y cualquiera que denotase una innovación en el arte, por lo que era de esperarse que su apreciación de Beethoven fuese de completa admiración. No hay mayor amante de la música que Eudora Guicciardi y si quieres abordarla en una conversación es probable que el mejor tema para atraerla sea éste.

De carácter fuerte, mente curiosa y astuta, poco dada a los convencionalismos sociales y bastante autista ha de decirse, rechaza la pomposidad de palacio sin embargo es el ambiente en el que debe estar por tanto trata de tolerar. De primera impresión no es alguien que llame la atención por su carisma, de hecho la mayor de los Guicciardi carece bastante de aquello, quizás sea su mirada fija o quizás aquella cabeza llena de pensamientos poco ortodoxos la que hagan que no encaje bien en los ambientes sociales, al menos no como su hermana Giuliette.

Como buen miembro de clase alta sin embargo Eudora disfruta de los placeres que le da su estatus social, la buena comida, las idas a la opera y al teatro y los juegos de cricket están entre sus actividades comunes. Adora las caminatas al aire libre y disfruta del chocolate y las tartas de frambuesa.

Un poco obsesiva con el orden y la limpieza, así como con su apariencia personal, jamás la verás con un mínimo detalle fuera de lugar, le gusta el control y detesta que desarmen sus esquemas o le impongan cosas. De espíritu más bien libre es difícil imaginarla como esposa de algún noble, aún cuando su mano ya esté para Evan Beaufort, lo cierto es que muchos ya ponen en duda que ese matrimonio vaya a realizarse, después de todo los rumores corren y ya no sólo en Viena reconocen que la joven Guicciardi se sale de la norma de lo convencional…

• Historia:

Primogénita del matrimonio de Franz y Susanna Guicciardi, ambos descendientes de dos ramas familiares aristocráticas europeas muy reconocidas e importantes. Como era de esperarse el nacimiento del primer hijo se sucedería en la importante capital austriaca, la presión familiar por parte de la familia materna exigía que cada individuo que llevase sangre Brunswick en las venas naciera en territorio austriaco.

Antes del año de haber nacido el matrimonio volvió a Trieste, por asuntos familiares de Franz, cuyo padre yacía gravemente enfermo. En aquella ciudad italiana nació la segunda hija de la familia, a quien nombraron Giuliette. Con apenas un año de diferencia ambas hijas fueron criadas a la par, sin embargo la evidencia temprana de la excesiva belleza de Giuliette y su enorme encanto y carisma hicieron que el favoritismo por la menor de las hermanas dejase a Eudora en forzoso segundo plano. Las atenciones y elogios nunca fueron parte de su dinámica familiar, Franz sin embargo se encargó de darle a la niña una educación ejemplar, las mejores institutrices y los mejores vestidos y telas jamás faltaron en la vida de la joven, sin embargo aún con temprana edad nunca sintió que eso fuese suficiente.

A la edad de 9 años los Guicciardi volvieron a establecerse en Vienna y esta vez de forma definitiva, Susanna –la madre- opinó que era bueno para las niñas que crecieran en el ambiente vienés y con el lado de la familia que más las conectaba con la realeza y las buenas relaciones. Fue en esta ciudad y en noviembre de 1792 cuando ocurrieron dos sucesos importantes y que marcarían la vida de la joven Eudora, en una de las fiestas dadas por Nicolas Esterházy en su Palacio, conoció al maestro y músico Joseph Haydn y fue a través de una brillante interpretación del anciano compositor que la primogénita de los Guicciardi descubrió su amor y pasión por la música.

Trató de convencer a sus padres de tomar lecciones de aquel nuevo instrumento del que había oído hablar a Haydn: el pianoforte, sin embargo sus padres se negaron, no fue si no hasta que Giuliette mostró el mismo interés que su hermana mayor por aprender que Franz accedió a que ambas comenzaran sus clases con Johann Baptist Schenk. Desde entonces Eudora no paró, y de la mano de su profesor de piano y los encuentros periódicos con el maestro Haydn, Katharina –como la llamaban a veces sus primos- entró en la prematura juventud rodeada de un ambiente de músicos e intelectuales vieneses. A diferencia de su hermana, Eudora jamás fue reconocida por su belleza, de hecho siempre se mantuvo a la sombra de su hermana menor, tanto en las reuniones sociales como en los cotilleos e interés de los hombres, aunque nunca demostró demasiado interés por eso, porque la chica había descubierto algo mucho más gratificante que un vestido caro o una correcta apariencia en fiestas y tertulias nobles: la música.

Pronto el carácter más rebelde y poco “tradicional” de la joven comenzó a ser evidente para sus padres, quien por primera vez pusieron más atención a su primogénita que a Giuliette; una jovencita que estuviese más interesada en pasar horas practicando en vez de asistir a reuniones sociales o pasear por las calles de Viena era algo que debía ser vigilado de cerca, Susanna claramente no se quedaría de brazos cruzados.

Con catorce años y cuando la jovencita Guicciardi demostraba unas dotes de interprete del piano-forte bastante considerables Susanna decidió dar por finalizadas las clases por parte del maestro Schenk., suceso que destrozó la vida de la niña, y el posterior anuncio por parte de Franz, su padre, en que ya tenía pactada la mano de su hija para contraer matrimonio en el futuro con Evan Beaufort, un aristócrata inglés a quién por cierto detestaba desde que conoció, terminó por sepultar en la desdicha a Eudora.

Aquellos fueron los meses más oscuros y tristes para ella, obligada a asistir a todo evento social en compañía de su hermana, Eudora volvía a ser la Guicciardi del segundo plano, porque mientras tomaba clases con el maestro Schenk había descubierto que sí había algo en lo que era mejor que Giuliette, sin embargo privada de su placer que era la música poco y nada relevante había en el diario vivir de la jovencita… hasta conocer a Ludwing van Beethoven.

Era 1798 cuando Eudora conoció a Beethoven, él ya casi alcanzaba la treintena y prácticamente le doblaba en edad pero la joven sufrió un flechazo instantáneo por el virtuoso pianista y compositor alemán. Lo conoció a través de su antiguo profesor de piano, el maestro Schenk quién también había sido maestro de Beethoven en su juventud, fue en un corto encuentro en las calles de Viena cuando Eudora y él conversaron por primera vez, Schenk se encargó de aclarar lo hábil que era la jovencita en el instrumento y Beethoven en ese entonces temperamental y poco ortodoxo sorprendió sugiriendo la idea de querer escuchar a Eudora tocar para verificar las palabras de Schenk.

Lo que comenzó siendo un sutil desafío pasó a formar un creciente interés en la chica por él, y le pidió encarecidamente a Beethoven que la tomase como alumna suya y él luego de un par de meses aceptó, está de más decir que la joven Guicciardi pidió absoluta discreción al respecto, nadie de su familia podía enterarse que Eudora volvía a poner sus manos sobre un teclado, especialmente su madre.

Un año logró mantener esto en secreto hasta que fue su misma hermana menor quien descubrió a qué se dedicaba Eudora durante sus periódicas desapariciones y como era de esperarse –siendo Giuliette la preferida por su madre- Susanna no tardó en enterarse de la desobediencia por parte de su hija mayor. Evitando al máximo un escándalo público Susanna y Franz decidieron que lo mejor era enviar a su hija lejos de Austria, a casa de Beatrice von Hütenbrenner, hermana de Susanna casada con un noble alemán pero establecida en París por varios años, era la mejor opción tomando en cuenta que el prometido y futuro esposo de su hija vivía en esa ciudad.

Y fue así como Eudora abandonó Viena y junto con ello todas sus aspiraciones artísticas y más aún, a quien pasase a ser su primer interés amoroso, meses después estando ya en París grande fue la desolación de Eudora al enterarse que su misma madre había puesto en clases a Giuliette con el maestro Beethoven y por una carta escrita por puño y letra de su hermana enterándose además que el alemán profesaba un abnegado amor por la menor de las Guicciardi.

Lleva pocos meses en Paris y es grande el misterio que rodea a la primogénita de los Guicciardi, poco y nada se le ha visto en las fiestas de palacio y quienes la ven recorrer las calles de Paris aún no saben qué idea hacerse de aquella silenciosa jovencita. Su tía –bajo el encargo de los padres de Eudora- se ocupa que la jovencita no esté sola en ningún momento, por lo que la chica y su ama de llaves prácticamente son una. Paris transformada en la cárcel personal de Eudora Katharina, sólo espera que algo suceda en su vida para escapar de aquella fría y desalentadora monotonía.

Datos extra:

- Gran amiga del historiador de Arte alemán Karl Friedrich von Rumohr. Mantienen una periódica correspondencia, es Karl quien frecuentemente le recomienda autores y libros que leer.
- Su flor favorita es el jazmín.
- Su libro favorito es “Micromegas” de Voltair, publicado en 1752.
- Detesta el alcohol.
- Cuando está sola en su habitación prefiere vestir de manera simple y sin los torturadores vestidos que por cierto detesta.
- Su relación con su hermana es de cínica cordialidad luego que ésta pusiese al descubierto que tomaba clases con Beethoven.
- Habla italiano y alemán dadas sus estadías en Italia y Austria, pero también habla inglés y francés con bastante fluidez.


Ooc: Ficha hecha con base histórica y varios personajes reales, utilizados con el fin de contextualizar el personaje. Los Guicciardi fueron una familia de nobles que vivieron en Vienna y su hija Giuliette existió realmente.