Calor humano [Libre]

por **León Gerôme Marchessault** Lun Abr 04, 2011 2:16 pm

Me encontraba dando bandazos por las calles de las afueras de parís. A penas un pequeño bosque me rodeaba, me encontraba dolorido, cansado de andar tras mis objetivos. En la mañana anterior intenté robar unos caballos con tan mala suerte que uno de ellos me dió una coz brutal que hizo que se me rompiesen varias costillas.
Era una noche de primavera, pero hacía algo de fresco en el lugar, evité ingresar en algun hospital, no me gustaban aquellos matasanos, apestaban! solo necesitaba un poco de relax, un tiempo sin pensar en asesinar a alguien, un momento en el que la noche pasase de ser asquerosa y aburrida a ser algo mas interesante, digno de mención.
Me tambaleé hacia uno de los lados del camino apoyando la espalda en uno de los árboles que rodeaban el sitio, ojalá mi suerte cambiase a mejor.

por **Mircalla La Rouge** Lun Abr 25, 2011 8:29 am

Andaba esa noche por las afueras de París, evadiéndome del ambiente del Burdel que tanto me agobiaba a veces. Me tranquilizaba el poder escaparme algunas noches y pasear por aquellos caminos solitarios y tranquilos...
Sobretodo en una noche como ésta, en la que el frío invierno se rendía ante la primavera, moribundo. Era una buena noche, sin duda, y eso me alegraba.
Mientras andaba sumida en mis pensamientos escuché algo más adelante... era curioso, pues poca gente paseaba por las afueras a estas horas de la noche. Aceleré mi paso, curiosa, y vi la sombra de un hombre apoyado en la pared.
Cuanto más me acercaba, más me daba cuenta de que algo no iba bien...

-¿Se encuentra bien, monsieur?

por **Triana** Vie Jun 10, 2011 9:56 am

Mi sonrisa se volvió macabra conforme veía aquella figura acercándose hacia mi posición actual. Con una mano aun en mi dolorido costado, y maldiciéndome por no poder seguir con aquella trama me separé de la pared.
Si me hubiese pillado en otro momento en el que estuviese en mis plenas facultades mentales, podría haber temido por su vida, pero hoy, esta noche, era muy distinto muy a mi pesar.

- Perfectamente mademoiselle.

Me quejé del costado. Tomé la opción quizás correcta, y proseguí con aquel engaño, procurando dar pena para que la mujer cayese en mi juego. Lo cierto era que en realidad si estaba herido gracias a la coz de aquel maldito caballo.
me acerqué hacia la mujer intentando no aparentar ser nadie que la pudiese asustar, aunque con el olor a maquillaje barato que provenía de la brisa que me traía de ella, me decía que tan solo era una fulana.

por **Mircalla La Rouge** Jue Jun 16, 2011 2:21 pm

A pesar de sus palabras me sentía preocupada, pues era obvio que alguna herida en su costado le estaba procurando un gran dolor.

-Venga, dejadme ver... quizá pueda ayudaros...- No había pensado en mi apariencia de prostituta, pero en un principio no había parecido afectarle, así que no le di más importancia.

Me acerqué a él esperando su aprobación para continuar, aunque algo siniestro en su mirada me inquietaba desde que le vi aparecer a la lejanía. Aquella mirada... ¿qué intentaba expresar exactamente?. Mi corazón se aceleraba sin razón aparente a cada centímetro que rompía entre nosotros y él seguía en silencio, observándome.
No podía ni adivinar en qué estava pensando, lo que hizo que un escalofrío recorriera mi cuerpo.

-Eh... ¿puedo?

por **León Gerôme Marchessault** Vie Jun 17, 2011 2:12 am

- P.. por favor...

Asquerosas palabras que jamás hubiese pensado que pronunciaría alguna vez. Con la mano en mi costado abrí mi camisa mostrándole aquella herida, que mas bien parecía un moretón enorme.
Volví la vista hacia la mujer con aquellos labios rojos color sangre que hacían que desease morderlos, quizás lo hiciese mas adelante, primero debía curarme y si iba de forma abrupta hacia ella podría bien salir corriendo y yo no tendría la cura que necesitaba en aquellos momentos.

- Necesito ayuda, podría...?

Ante la mirada de la mujer y el descaro que yo estaba cometiendo en aquellos instantes cerré mi camisa. La mujer no aarticulaba palabra a lo que respondí con una mueca y me di media vuelta para tomar otro camino distinto, era algo débil pero podía serme de ayuda, no soportaba las indecisas sería porque yo solo actuaba, no pensaba.
Refunfuñé por lo bajo intentando no maldecirme por aquel mal encuentro.

off: sorry por la errata anterior Razz

por **Mircalla La Rouge** Vie Jun 17, 2011 5:32 am

-¡Esperad! Dejadme ver...

Preocupada me acerqué a él y le abrí la camisa rápidamente para observar la zona afectada. No había estudiado medicina pero bien sabía que en un Burdel se aprenden cosas de utilidad, sobretodo relacionadas con heridas, alcohol, drogas y hombres... La herida aparecía de un color intenso, morado y con tonos verde azulados, por lo que le miré asombrada de que se mantuviera en pié con semejante dolor en el cuerpo.

-Vaya... parece que ha sufrido un gran golpe, monsieur. ¿Qué le ha ocurrido?

Acaricié suavemente con los dedos la herida esperando a ver en qué grado reaccionaba ante mi tacto. Al ver su cara de dolor cesé enseguida y no pude evitar sentir unas enormes ganas de ayudar a aquél desconocido que tenía delante. Sabía perfectamente que era una cortesana y, por su mirada, podía adivinar que él se había dado cuenta, pero aún así me atreví a proponerle una solución.

-Si lo desea... puede venir conmigo, aunque supongo que sabrá donde "vivo", ¿me equivoco? - Esperé su respuesta, pues era obvio que una de las habitaciones del Burdel me pertenecía - Aunque si me responde con una negativa lo entenderé...

off: Tranquilo, no pasa nada Wink

por **León Gerôme Marchessault** Lun Ago 15, 2011 5:59 am

No pude evitar mostrar una mueca de irremediable dolor. Estaba malherido y pese a mis malas costumbres no parecía saciarse mi sed de sangre.

- Necesito que me curen, como verá esta noche no llevo dinero encima.

No pude evitar un quejido de dolor, y entrecerrar mis ojos hasta el punto de que parecían querer desaparecer. Dolor, maldito dolor que en mis entrañas albergaba toda su ansia.

- Lléveme hasta el lugar, por favor.

Miré de nuevo a la mujer con gesto de súplica, necesitaba alcohol para mi para que aquel dolor se disipase lo mas pronto posible de mis entrañas, y para así disfrutar de una buena noche en compañía de la pelirroja que en estos instantes me acompañaba. La seguí en su camino, aquel que me dejaba totalmente desorientado ya que aquel burdel parecía aun mas lejos de lo que imaginaba.

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