Diosa de seda [DOREEN]

¿Qué busca el mundo?... en ¿Qué debería creer ahora? Si esa clase de preguntas se unían en ideas utópicas, ¿Por qué se hieren los unos a los otros?, ¿Qué camino debo tomar al verles? Pero el mundo es así las personas lo son, hay y debe de haber un equilibrio, entre herir y no ser herido, entre el amor y el odio. A lo largo de estos años que llevo aquí, he enfrentado tantas tristezas y promesas que se rompieron, los sueños no pueden volver, un corazón mitiga bajo el dolor, el ama se ahoga en cenizas, las lagrimas se llenan de vacío, soledad, dolor…
¿Cómo pueden hacernos esto?, rompernos el corazón y hacernos llorar… dejándonos en soledad, sin embargo bajo la luz tenue, deseo tomarte, agarrarte, protegerte, abrázate para amararte a mi lado sin temor a que te vayas. Aun no soy capaz de olvidar todos aquellos días, todas esas veces, aun no soy capaz de olvidar por completo.

Así de esta manera, quiero permanecer, fui encerrado tanto tiempo, dentro de murmullos, que musitaban <<Te quiero, Te amo, Te deseo>> hasta que se tornaron fríos, tan fríos como el viento que ahora me golpea, me refresca, hace que las emociones se me estremezcan, porque sé que algo, estará a punto de venir, en una noche como esta. La mezcla perfecta de sentimientos de emociones, de caricias, los sueños son tan utópicos y eso es lo único que el mundo busca, sin embargo, seguiré aquí por más tiempo viéndolos, quizá hasta forme parte de ellos.

Siento una acaricia en el cuerpo, como si me recorriese por dentro con un aire, con una paz, con una tranquilidad como si me trasportara a aquel lugar donde añoro ir, donde el sol brilla tranquilo, donde la paz no se corrompe, aquel lugar, donde puedo escapar de estas emociones en soledad, el tacto de aquella persona es único, debo admitirlo, ¿estaría bien decir divino?, es como si una diosa, me tomara en sus mantos de seda, si justo así me siento ahora, en vuelto en la más pura suavidad de paz, mi corazón se detiene por un momento, el viento sigue golpeándome, pero esto se va controlando conforme escucho aquella palabra, aquella voz que se penetra como un canto, de una sirena, un canto fresco, hechizante como el mar, no soy capaz de verle, solo unos minutos me quedo en silencio, para saber que una diosa me ha tocado, pero en aquellos ojos, la tristeza he encontrado, aquella mirada se pierde en la mía, como si de una absorbente esponja azul se tratara.

Me acerco con sigilo a su silueta, y esta vez… No le doy una, si no un ramo de rosas, jamás a nadie le había regalado con tanto encanto algo como eso y ahí está de nuevo la sensación que me transporta en el tiempo, como si la escena fuera ambientada por el sonido de un arpa vieja, el sonido de la flauta y del piano de fondo aquellas palabras que se repiten en mi mente, le miro con algo de ternura, con emoción, con el deseo de ver a través de su corazón, pero sus ojos me lo revelan todo.

Es tan fresco este aroma, tan hermosa su mirada, tan bella su expresión, que sigo siendo capturado cada vez más, sensualidad, hermosura a cada movimiento, sus largos cabellos y los míos, se revuelven con el viento, como si nos incitaran a bailar.

- Soy tan real como la belleza misma que posee usted, como el sufrimiento que sus cristalinos ojos me provocan, y me hacen identificarme con ansias locas de acompañarle.

Cuando tomo aquellas rosas, me incline ante ella, para besar su dorso, me sentí incapaz de aquel acto, pero al final termine haciéndolo.

- Asagi Dunkelheit, Es un honor Madame encontrarnos bajo la luz y sombra de un farol, que extrañamente nos “atrae” por alguna razón que estoy ansioso de conocer.

No pude decir más, me quede mirándole, era digna de un lienzo perfecto, sosteniendo aquellas flores que se quedaban muy cortas ante su galantería.