AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Desenterrando viejos recuerdos... [ Lorraine & Luther]
3 participantes
Página 1 de 1.
Desenterrando viejos recuerdos... [ Lorraine & Luther]
Era una tarde como otra cualquiera, el sol estaba regresando timidamente a su escondite entre los cielos para ceder su trono a la bella luna y poder así comenzar una nueva noche, llena de oscuridad y nuevos temores. La gente comenzaba a regresar a sus casas tras un largo y tedioso día de duros trabajos en la ciudad y las señoritas y señoritos de la alta sociedad o bien dormían entre mullidos almohadones y sábanas de seda sin ninguna otra preocupación más que la vestimenta del día siguiente o bien se dirigían en majestuosos coches de caballos hasta los bailes o reuniones sociales
Yo, al contrario, me dispuse a vestirme con uno de mis vestidos menos ostentosos, deslicé unos sedosos guantes por mis manos, perfume mi cuello y me dispuse a salir de mis dominios. Caminaba sin rumbo, evitando el lugar al que debía ir, el cementerio. Hacía días que soñaba con el rostro de mi madre, un rostro tierno y joven que había muerto sólo por traerme a mí al mundo... y eso era algo que jamás podría olvidar y por lo que siempre me sentiría algo culpable. Compré un ramo de rosas entremezcladas con margaritas por el camino y al fin llegué a mi lúgubre destino, el cementerio de Montmartre.
Un incómodo escalofrío recorrió mi cuerpo sacudiéndolo desde la punta de mis pies, hasta los cabellos de mi cabeza, no lo podía evitar, sin duda ese era un lugar que aborrecía, y al que tenía demasiado respeto. Era el lugar que te recordaba que la vida no era más que un breve camino con una única salida de la que nadie puede escapar... Deambulé por numerosas tumbas hasta que, al fin divisé el panteón de mi familia. Entré y descubrí la tumba de mi madre, cubierta de polvo, el polvo de los años y el progresivo olvido... Saqué un pañuelito de mi limonera y me dispuse a uitarlo y a sustituir las marchitas flores por aquellas llenas de vida que acababa de comprar.
Yo, al contrario, me dispuse a vestirme con uno de mis vestidos menos ostentosos, deslicé unos sedosos guantes por mis manos, perfume mi cuello y me dispuse a salir de mis dominios. Caminaba sin rumbo, evitando el lugar al que debía ir, el cementerio. Hacía días que soñaba con el rostro de mi madre, un rostro tierno y joven que había muerto sólo por traerme a mí al mundo... y eso era algo que jamás podría olvidar y por lo que siempre me sentiría algo culpable. Compré un ramo de rosas entremezcladas con margaritas por el camino y al fin llegué a mi lúgubre destino, el cementerio de Montmartre.
Un incómodo escalofrío recorrió mi cuerpo sacudiéndolo desde la punta de mis pies, hasta los cabellos de mi cabeza, no lo podía evitar, sin duda ese era un lugar que aborrecía, y al que tenía demasiado respeto. Era el lugar que te recordaba que la vida no era más que un breve camino con una única salida de la que nadie puede escapar... Deambulé por numerosas tumbas hasta que, al fin divisé el panteón de mi familia. Entré y descubrí la tumba de mi madre, cubierta de polvo, el polvo de los años y el progresivo olvido... Saqué un pañuelito de mi limonera y me dispuse a uitarlo y a sustituir las marchitas flores por aquellas llenas de vida que acababa de comprar.
Melinda Chavànnell- Humano Clase Alta
- Mensajes : 194
Fecha de inscripción : 06/05/2011
Localización : Perdida en tu mirada
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Desenterrando viejos recuerdos... [ Lorraine & Luther]
Caída la noche las bestias salen de sus aposentos para atemorizar las ciudades, son esos monstruos quienes plagan las historias de terror que se cuentan a través del tiempo, sin importar cuantos milenios transcurran, el mito de los demonios seguirá existiendo mientras los labios mortales se dignen a susurrar las proezas del infierno. La cárcel que representa el astro rey sobre el firmamento, para Lorraine pereció con la llegada del crepúsculo. Salir a las calles de París para aspirar el envidiable olor de los humanos bañados con el rocío de la noche, es simplemente una delicia que no desperdiciará. Embriagarse con la sangre juvenil de algún mocoso, suena bastante apetecible, ya puede sentir esa dulzura recorrer su garganta, el sabor traspasar hasta sus entrañas para hacer germinar esa maldición de eterna belleza a la cual fue condenada. El infierno toca a sus puertas y ella simplemente lo abraza, para ver si así siente, aunque sea por un efímero instante, el calor de las llamas en su piel. Falacias.
Idealizando en su mente el platillo que derrochara en un sacrificio para los Dioses y su sed, es arrastrada por los azares del destino hasta el cementerio ¿Qué demonios encontrará allí? Es evidente que nada, no existe cosa alguna que realmente valga la pena en un maldito camposanto. "Las mejores rosas, se encuentran en el jardín, el mejor festín en la ciudad…" - Y los muertos en el cementerio de Montmartre – Dice en un tenue susurro, sin pretenderlo, ha jugado con su propia condición en un chiste tan amargo y cruel que a cualquiera le causaría pena o dolor, a ella le es indiferente “Dime Lorraine ¿No es aquí donde tienes que estar?” se cuestiona, sabe que murió hace décadas, está consiente que su cuerpo no es más que la carroña escupida por el mismo Lucifer, ese monumento a la belleza que fue simplemente desterrado del mundo de los muertos – No hay lugar para mi en este sitio… Muerta, sin alma, pútrida, pero jodidamente hermosa… ¿Cuál de todos los cadáveres aquí puede hacerme frente? Ninguno. No pertenezco a este lugar – Se responde, su espectral figurilla danza entre los sepulcros, aferrada a sus pensamientos olvida la sed que le invade. Un error que aún suele cometer, al ignorar su hambre durante un tiempo, explota a la mínima señal de sangre en las cercanías. Afortunadamente para los humanos, el cementerio esta plagado con cadáveres y no con costales de sangre o ¿Si?
Idealizando en su mente el platillo que derrochara en un sacrificio para los Dioses y su sed, es arrastrada por los azares del destino hasta el cementerio ¿Qué demonios encontrará allí? Es evidente que nada, no existe cosa alguna que realmente valga la pena en un maldito camposanto. "Las mejores rosas, se encuentran en el jardín, el mejor festín en la ciudad…" - Y los muertos en el cementerio de Montmartre – Dice en un tenue susurro, sin pretenderlo, ha jugado con su propia condición en un chiste tan amargo y cruel que a cualquiera le causaría pena o dolor, a ella le es indiferente “Dime Lorraine ¿No es aquí donde tienes que estar?” se cuestiona, sabe que murió hace décadas, está consiente que su cuerpo no es más que la carroña escupida por el mismo Lucifer, ese monumento a la belleza que fue simplemente desterrado del mundo de los muertos – No hay lugar para mi en este sitio… Muerta, sin alma, pútrida, pero jodidamente hermosa… ¿Cuál de todos los cadáveres aquí puede hacerme frente? Ninguno. No pertenezco a este lugar – Se responde, su espectral figurilla danza entre los sepulcros, aferrada a sus pensamientos olvida la sed que le invade. Un error que aún suele cometer, al ignorar su hambre durante un tiempo, explota a la mínima señal de sangre en las cercanías. Afortunadamente para los humanos, el cementerio esta plagado con cadáveres y no con costales de sangre o ¿Si?
Hela Von Fanel- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 1445
Fecha de inscripción : 02/02/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Desenterrando viejos recuerdos... [ Lorraine & Luther]
Ninguna ente se cruzó en su camino y no estaba sorprendido, a esas alturas sabía que callejones frecuentar para evitar las miradas que hacía algún tiempo se clavaban en su espalda. Jah. Si tan solo hubiesen sabido lo que tenía bajo su abrigo o sobre su rostro, habrían salido despavoridos. Era una bestia – no solo por su apariencia, sino por lo que habitaba en su interior - sobre la cuál se cernía una maldición. Obligado a ser prisionero del Sol, había fusionado su cuerpo con las sombras del pasado, pasando siempre disfrazado. El astro jugaba a camuflarlo, no se molestaba en meterse en su camino, no desperdiciaba sus rayos sobre la fealdad que se cernía sobre el ejército compuesto por sus hijos. En su bolsillo llevaba un anillo que Von Fanel había perdido y con el tiempo tirado al olvido, pero para Luther ese objeto era el único que le era valioso. Una brújula que siempre apuntaba hacia ella y jamás sería de otro modo. Mientras daba un paso y luego otro, sonrió al recordar cómo había esperado que su cojera desapareciera. No había empeorado pero tampoco mejorado y después de aquéllos meses como neófito terminó aceptándolo. Se detuvo al llegar a la esquina, los casquillos de un par de sementales le obligaron a detener sus pasos. Los animales fueron los únicos que notaron su maligna presencia y en cuanto el carruaje desapareció, el viento le golpeó en el rostro, trayendo consigo el olor inconfundible de la hembra que se había convertido en su obsesión.
Su garganta rugió, advirtiéndole a Luther que haría de las suya sino encontraba un cuello donde enterrar sus colmillos. Le ignoró. Cuando perdía el control, sus pies le llevaban a incrementar la distancia para ir en busca de diversión. Ver a Von Fanel en acción implicaba que su bestia se pusiera celosa por no ser el protagonista de tan aberrantes actos que Luther le aplacaba cometiendo otros tanto. El Cementerio de Montmartre le abría las puertas a cualquier clase de demonio para que bailara sobre las tumbas de sus esclavos. Él no podía hacer menos que aceptar la invitación... La cortesía era solo otra norma dentro de su código. Una vez más, el viento sopló en su dirección. Un ave negra se posó sobre una de las ramas que parecía estar en el núcleo de aquélla última morada, atravesándole con la mirada. Luther asintió como si aquello fuera lo que esperara. Sí. La presencia de la muerte le acompañaba mientras que Von Fanel le buscaba.
FDR: {Solo aviso que estaré jugando entre las sombras por el momento}
Su garganta rugió, advirtiéndole a Luther que haría de las suya sino encontraba un cuello donde enterrar sus colmillos. Le ignoró. Cuando perdía el control, sus pies le llevaban a incrementar la distancia para ir en busca de diversión. Ver a Von Fanel en acción implicaba que su bestia se pusiera celosa por no ser el protagonista de tan aberrantes actos que Luther le aplacaba cometiendo otros tanto. El Cementerio de Montmartre le abría las puertas a cualquier clase de demonio para que bailara sobre las tumbas de sus esclavos. Él no podía hacer menos que aceptar la invitación... La cortesía era solo otra norma dentro de su código. Una vez más, el viento sopló en su dirección. Un ave negra se posó sobre una de las ramas que parecía estar en el núcleo de aquélla última morada, atravesándole con la mirada. Luther asintió como si aquello fuera lo que esperara. Sí. La presencia de la muerte le acompañaba mientras que Von Fanel le buscaba.
FDR: {Solo aviso que estaré jugando entre las sombras por el momento}
Luther Sigismund- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 72
Fecha de inscripción : 08/05/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Desenterrando viejos recuerdos... [ Lorraine & Luther]
Me pareció escuchar algún ruido, quizá el leve crujir de las hojas tras unas pisadas quizás fuera tan sólo el lúgubre canto de una lechuza o de un cuervo... Este lugar me producía escalofríos pero sin duda era el único lugar que tenía para visitar de cuando en cuando a mi madre e imaginar aquellos dulces recuerdos de los que mis hermanos siempre hablaban y que yo.. por desgracia no podía recordar...
Había deseado tantas y tantas veces saber cómo era su risa o si simplemente me parecía a ella... no me bastaba con la frase consoladora de toda mi familia de que era igual que ella cuando era joven... no, pues ésto me hacía sentir incluso más culpable... la echaba tanto de menos... echaba de menos que me hubiera acunado entre sus brazos en las noches en las que las pesadillas me invadían, la eché de menos en mi primer acto social y la echaba de menos cada vez que veía a mi padre contemplar con melancolí su retrato en el salón.
Una tímida y pequeña lágrima se escapó de mis ojos para recorrer el tortoso camino de mis mejillas, y tras ésta le siguieron una, y otra y otras muchas más, hasta que al final... la lágrima se convirtió en un llanto silencioso por las cosas que pude haber tenido y no tuve. Me incorporé lentamente y contemplé la tumba hasta que las lágrimas fueron poco a poco extinguiéndose de mis ojos, y sólo entonces tuve fuerzas suficientes para salir a la oscuridad de la noche del cementerio.
Salí de aquel lúgubre panteón y me dispuse a cerrar la puerta, pero desafortunadamente el bajo de mi sedoso vestido se quedó enganchado entre las clavijas. Me aproximé y tiré de él, consiguiendo arrancarlo, aunque desgraciadamente no sin daños, un clavo, había entrado en contacto con mi piel y con el tirón me había producido un pequeño corte en la pierna. Ah, maldición me he hecho un corte dije con cierta rabia.
Caminé unos pasos más hasta llegar a la calle central del cementerio, iluminada pobremente con farolas, pero lo suficiente como para comprobar que mi herida no dejaría cicatriz alguna, era un simple y superficial rasguño que me escocería un par de días, eso era todo.
Había deseado tantas y tantas veces saber cómo era su risa o si simplemente me parecía a ella... no me bastaba con la frase consoladora de toda mi familia de que era igual que ella cuando era joven... no, pues ésto me hacía sentir incluso más culpable... la echaba tanto de menos... echaba de menos que me hubiera acunado entre sus brazos en las noches en las que las pesadillas me invadían, la eché de menos en mi primer acto social y la echaba de menos cada vez que veía a mi padre contemplar con melancolí su retrato en el salón.
Una tímida y pequeña lágrima se escapó de mis ojos para recorrer el tortoso camino de mis mejillas, y tras ésta le siguieron una, y otra y otras muchas más, hasta que al final... la lágrima se convirtió en un llanto silencioso por las cosas que pude haber tenido y no tuve. Me incorporé lentamente y contemplé la tumba hasta que las lágrimas fueron poco a poco extinguiéndose de mis ojos, y sólo entonces tuve fuerzas suficientes para salir a la oscuridad de la noche del cementerio.
Salí de aquel lúgubre panteón y me dispuse a cerrar la puerta, pero desafortunadamente el bajo de mi sedoso vestido se quedó enganchado entre las clavijas. Me aproximé y tiré de él, consiguiendo arrancarlo, aunque desgraciadamente no sin daños, un clavo, había entrado en contacto con mi piel y con el tirón me había producido un pequeño corte en la pierna. Ah, maldición me he hecho un corte dije con cierta rabia.
Caminé unos pasos más hasta llegar a la calle central del cementerio, iluminada pobremente con farolas, pero lo suficiente como para comprobar que mi herida no dejaría cicatriz alguna, era un simple y superficial rasguño que me escocería un par de días, eso era todo.
Melinda Chavànnell- Humano Clase Alta
- Mensajes : 194
Fecha de inscripción : 06/05/2011
Localización : Perdida en tu mirada
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Desenterrando viejos recuerdos... [ Lorraine & Luther]
Miles de pensamientos y un único causante. Lorraine es un mar de sensaciones que creyó nunca poder sentir. El cementerio es tan simplemente un acogedor claustro para los difuntos que han pactado con su vida el eterno descanso y para ella ¿Qué hay allí? Absolutamente nada, la verdad es que deseaba correr hasta esa mansión en medio del maldito bosque infernal que lo separaba de su abrazo. Es una obsesión, un deliro que amenaza con terminar su vida, ¡Que insolencia! Años, décadas, siglos de buscar el punto débil de esa mujer infernal y ahora estaba allí, tan presente que… ¡Maldita sea! Su sonrisa se extiende a través de sus labios, el recordarlo sobre su piel, sentir como el aire que la rosa con ese rocío nocturno es tan sólo una patética imitación de sus imborrables caricias. ¿Qué demonios hace allí? Si tiene tanta hambre, si tiene tanta sed… ¿No se supone que debería estar saciándose? – Si, sí… lo sé. Pero no es sangre… - Susurra casi para si misma, sabe que su cuerpo no suplica el veneno que viaja en las venas de un mortal, este implora la sangre derramada de su hombre, ese ser que logro apaciguar su ansiedad… - ¿sangre? – se pregunta. Hasta sus fauces llega, como un copo de nieve derritiéndose sobre el fuego. Una gota de ese líquido escarlata que fue viajero del viento que se escabullía entre las lápidas del camposanto. Como la locura de un demente encerrado en el manicomio, como la explosión de galaxias en el firmamento, como las vivas llamaradas del fuego en el infierno… de la misma intensidad, sus pupilas y su ser reaccionan ante tal atrevimiento.
El reflejo de su cuerpo es agazaparse, sobre una lápida esculpida por las manos de un artesano, para un desconocido que, sin embargo, le regala una silueta celestial para el lugar donde sus resto yacerán perpetuamente. Un ángel. – Hermoso – Pero los ángeles no existen en este mundo, de ser así ella no se habría convertido en ese monstruo, de ser así… La lengua de Lorraine pasa por la gélida mejilla de la estatuilla, provocativa, sensual y blasfema. Las sombras no son capaces de ocultar su belleza y el brillo de la luna lo único que provoca es darle un aura realmente infernal. Es allí que recuerda las palabras de Lucern “Cuidarás de ti por mí, por los dos”. Beber esa noche de un humano es lo más racional que puede hacer, sí, por él más que por ella misma. Si tratara de cumplir sus deseos más bestiales, entonces estaría en su mansión junto a su amado que en ese pedazo de tierra presumiendo a la soledad como un fruto jugoso. Las pupilas de la lamia buscan con desesperación al dueño de ese dulce elixir, la visión nocturna para los demonios no es la misma que para los humanos. Ventaja. Sus sentidos se agudizan, su sonrisa es una mueca desfigurada… La encuentra. Una bella dama que no tiene nada que hacer allí en la mitad del cementerio, en la media noche… Pero Lorraine no esta como para juicios estúpidos, se la comerá de todas formas. Agazapada, decide correr al igual que la niebla ocultando el peligro en su interior. Como fantasma, se posa a un lado de la mortal, tan silenciosa, tan… ella. La observa, la estudia, puede escuchar los latidos de su corazón - Sangre joven… una delicia – Se asegura que la escuche.
El reflejo de su cuerpo es agazaparse, sobre una lápida esculpida por las manos de un artesano, para un desconocido que, sin embargo, le regala una silueta celestial para el lugar donde sus resto yacerán perpetuamente. Un ángel. – Hermoso – Pero los ángeles no existen en este mundo, de ser así ella no se habría convertido en ese monstruo, de ser así… La lengua de Lorraine pasa por la gélida mejilla de la estatuilla, provocativa, sensual y blasfema. Las sombras no son capaces de ocultar su belleza y el brillo de la luna lo único que provoca es darle un aura realmente infernal. Es allí que recuerda las palabras de Lucern “Cuidarás de ti por mí, por los dos”. Beber esa noche de un humano es lo más racional que puede hacer, sí, por él más que por ella misma. Si tratara de cumplir sus deseos más bestiales, entonces estaría en su mansión junto a su amado que en ese pedazo de tierra presumiendo a la soledad como un fruto jugoso. Las pupilas de la lamia buscan con desesperación al dueño de ese dulce elixir, la visión nocturna para los demonios no es la misma que para los humanos. Ventaja. Sus sentidos se agudizan, su sonrisa es una mueca desfigurada… La encuentra. Una bella dama que no tiene nada que hacer allí en la mitad del cementerio, en la media noche… Pero Lorraine no esta como para juicios estúpidos, se la comerá de todas formas. Agazapada, decide correr al igual que la niebla ocultando el peligro en su interior. Como fantasma, se posa a un lado de la mortal, tan silenciosa, tan… ella. La observa, la estudia, puede escuchar los latidos de su corazón - Sangre joven… una delicia – Se asegura que la escuche.
Hela Von Fanel- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 1445
Fecha de inscripción : 02/02/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Desenterrando viejos recuerdos... [ Lorraine & Luther]
Allí me encontraba yo a la luz de la blanca luna de forma que se me podía divisar casi desde cualquier punto del cementerio, a mi y al río de sangre roja que se deslizaba por mi suave y delicada pierna. Escuché el viento pasar de forma rápida y sútil y miré hacia los lados sintiendo un gran escalofrío que recorrió todo mi cuerpo, había algo que no me daba una buena sensación y lo peor de todo era que no sabía muy bien el por qué de ésto.
Giré lentamente mi cabeza algo más aliviada al no ver nada, pero sentí a los pocos segundos el gélido aliento de alguien sobre mi nuca y aquellas palabras "sangre joven una delicia". Tragué saliva bastante asustada y sin explicarme cómo, reuní el suficiente valor para girarme y contemplar a una mujer de cabello negro como el azabache y con una mirada algo desesperada casi semejante a la de los mendigos cuando caminabas por St.Germain con un croissant y te perseguían con el único afán de conseguiro. Exacto, esa era su mirada, la mirada de una persona hambrienta.
Bajé la vista, bastante asustada notando como mi joven corazón repicaba en las paredes de mi caja torácica con fuerza, casi sin dejarme respirar, y sin duda ésto era fruto del inexplicable miedo que sentía en ese momento pero... ¿Por qué debía estar aterrorizada de una mujer de caras ropas? No lo sabía, sólo una frase cruzó mi mente: "corre". De nuevo tragué saliva y levanté el bajo de mi vestido y, apretando bien fuerte las manos sobre él comencé a correr todo lo aprisa que pude en dirección contraria a donde me encontraba.
Corrí durante varios minutos, volviendo la cabeza de vez en cuando para comprobar que no me seguían. Y cuando al fin pensaba que estaba en lo cierto me apoyé en la corteza de un árbol para relajar mi respiración... ¿qué demonios había ocurrido? No lo sabía pero el odio reflejado en los ojos de aquella mujer sólo me hizo recordar a una cosa: los cuentos de vampiros que me contaba mi hermano para asustarme cuando era niña. Pero... los vampiros eran eso ¿no? tan sólo cuentos o... quizá había vivido una realidad incompleta?
Giré lentamente mi cabeza algo más aliviada al no ver nada, pero sentí a los pocos segundos el gélido aliento de alguien sobre mi nuca y aquellas palabras "sangre joven una delicia". Tragué saliva bastante asustada y sin explicarme cómo, reuní el suficiente valor para girarme y contemplar a una mujer de cabello negro como el azabache y con una mirada algo desesperada casi semejante a la de los mendigos cuando caminabas por St.Germain con un croissant y te perseguían con el único afán de conseguiro. Exacto, esa era su mirada, la mirada de una persona hambrienta.
Bajé la vista, bastante asustada notando como mi joven corazón repicaba en las paredes de mi caja torácica con fuerza, casi sin dejarme respirar, y sin duda ésto era fruto del inexplicable miedo que sentía en ese momento pero... ¿Por qué debía estar aterrorizada de una mujer de caras ropas? No lo sabía, sólo una frase cruzó mi mente: "corre". De nuevo tragué saliva y levanté el bajo de mi vestido y, apretando bien fuerte las manos sobre él comencé a correr todo lo aprisa que pude en dirección contraria a donde me encontraba.
Corrí durante varios minutos, volviendo la cabeza de vez en cuando para comprobar que no me seguían. Y cuando al fin pensaba que estaba en lo cierto me apoyé en la corteza de un árbol para relajar mi respiración... ¿qué demonios había ocurrido? No lo sabía pero el odio reflejado en los ojos de aquella mujer sólo me hizo recordar a una cosa: los cuentos de vampiros que me contaba mi hermano para asustarme cuando era niña. Pero... los vampiros eran eso ¿no? tan sólo cuentos o... quizá había vivido una realidad incompleta?
Melinda Chavànnell- Humano Clase Alta
- Mensajes : 194
Fecha de inscripción : 06/05/2011
Localización : Perdida en tu mirada
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Desenterrando viejos recuerdos... [ Lorraine & Luther]
La Luna, aburrida de ver una vez más el juego de persecución entre sus hijos y su fuente de vida, corrió al abrigo de la neblina. Los rayos plata que bajaban hasta la tierra donde los muertos moraban, iluminando las inscripciones que sus seres amados se encargaban de grabar sobre la piedra, fueron aplastados en esa cápsula que se burlaba en sus caras. La furia de la bestia se percibe en la forma en la que sus fauces se abren, dejando escapar un gruñido sordo. ¿No es así como el camaleón logra pasar desapercibido? ¿Siendo uno mismo con el silencio? Los espectros se apretujan entre ellos en una retorcida maraña para dejarle el espacio al vampiro que desde el principio se proclamó el Señor de las Sombras. Los pensamientos de la vampiresa le llegan claros y precisos. ¡Cuánto han cambiado! Las olas que una vez chocaron contra las rocas de la orilla sin dejarle encallar han mutado. No hay mas rocas, excepto las del pasado que finge arrogantemente hundir cuando no hace mas que pararse de puntillas, asomando la cabeza, anclándose a un presente que el destino parece haberle ofrecido. El conde Ralph no es uno de sus favoritos. Es cuestión de halar el cordón y abrir el telón para descubrir las mentiras en las que se baña. ¿Es que ha tardado en darse a conocer ante ella? ¿O todo forma parte de una elaborada estrategia? Todo tiene un porqué cuando Luther está tras él.
La humana ha empezado a correr, el rastro de sangre que alimenta a los gusanos y funciona como un cordón invisible para Von Fanel y él, tira, aclama, aplaude por ellos. ¿Cuál es la manía del humano al luchar contra lo inevitable? El brillo de la muerte no hará más que eso, brillar... mientras que las intenciones de los vampiros son puestas a juicio por un igual. ¿Quién es el cazador? ¿Von Fanel? ¿Él? ¿Quién es la víctima? ¿La humana? ¿La obsesión que se fortalece con cada noche que acontece? Los eslabones son fáciles de identificar. Luther se mueve a sus espaldas, siguiendo el juego con su mirada. Siempre ha disfrutado verle moverse como gacela. La humana se ha detenido, el retumbar de su corazón es su enemigo... el delator. Y las estrellas en el firmamento abren dos senderos, el camino a la muerte o el camino a la salvación. La víctima camina por la cuerda floja, ¿hacia dónde empujara Von Fanel? La respuesta... esa la sabe reconocer.
La humana ha empezado a correr, el rastro de sangre que alimenta a los gusanos y funciona como un cordón invisible para Von Fanel y él, tira, aclama, aplaude por ellos. ¿Cuál es la manía del humano al luchar contra lo inevitable? El brillo de la muerte no hará más que eso, brillar... mientras que las intenciones de los vampiros son puestas a juicio por un igual. ¿Quién es el cazador? ¿Von Fanel? ¿Él? ¿Quién es la víctima? ¿La humana? ¿La obsesión que se fortalece con cada noche que acontece? Los eslabones son fáciles de identificar. Luther se mueve a sus espaldas, siguiendo el juego con su mirada. Siempre ha disfrutado verle moverse como gacela. La humana se ha detenido, el retumbar de su corazón es su enemigo... el delator. Y las estrellas en el firmamento abren dos senderos, el camino a la muerte o el camino a la salvación. La víctima camina por la cuerda floja, ¿hacia dónde empujara Von Fanel? La respuesta... esa la sabe reconocer.
Luther Sigismund- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 72
Fecha de inscripción : 08/05/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Desenterrando viejos recuerdos... [ Lorraine & Luther]
¿Cómo se mide la torpeza de un individuo? No importa cual sea la respuesta, Lorraine está convencida que esa humana es mucho más idiota de lo que esperaba. Correr, correr, correr sin parar para salvaguardar una vida, la propia… ese es un juego que a la morena le fascina, le encanta, le hace derrochar la excitación en su cuerpo al igual que el rocío impregna con su sabia a las flores nocturnas. Los labios de la bestia se mojan con el veneno de su boca, saborean el calor de la sangre derramada y de la que aún no se aprecia. Una carcajada sonora deja el estruendo del monstruo a su paso, los árboles se estremecen, las aves de rapiña huyen de sus nidos, el viento se caya, las ánimas se ahogan del pavor que ella les provoca, la luna… la luna ha decidido ignorar las plegaras de la mortal, le da la espalda, se va a hacer el amor con las estrellas tras el manto obscuro de la niebla… Víctima y victimario, cazador y presa… al fin juntos, al fin solos.
Y el estruendo de la noche aúlla como los lobos en el bosque, es la cúspide orgásmica previa a la desfachatez de la muerte ¡Oh, Lorraine, Lorraine! ¿Hace cuánto que no juegas con la psiquis de alguien? Gime, como una maldita ramera en la cama de Lucifer, ella tiene espasmos de placer que recorren todo su cuerpo. El nombre de su amado provoca sensaciones que le hacen estremecer, pero no sólo es recordar y anhelar a Lucern, también es sentir como esa sangre virgen baña su desnudez en una ofrenda a la lujuria que le apetece esta noche. ¡Maldición! ¡Si él estuviese aquí! Un berrido con descomunal pasión, le hace abrir los ojos e iniciar su juego. No fue difícil adivinar en donde es que repararía la pequeña. Las pupilas de Lorraine dan una voltereta con anticipación a lo que la mortal había pensado. Se desliza a través de la penumbra de la misma manera en que la muerte se apodera de la tierra, tan silenciosa, tan inesperada y sutilmente desgarradora. Los movimientos de su vestido crean olas de infinita belleza que se pierden con el colorido panorama de las rosas muertas, su cabello es la enredadera perfecta donde las arañas crean sus nidos para jugar a las viudas por un momento, matar a sus machos y darles de tragar a sus hijos… La piel aceitunada que, presume en sus hombros, mitad de sus pechos, cuello y rostro, es el sendero al infierno por el que demasiados caballeros han soñado con transitar pero sólo uno recorrió para proclamarse su dueño.
La mustia se agazapa en una de las ramas de ese árbol, cien veces más rápida, cien veces más fuerte, cien veces más letal que un hombre cualquiera; esa es Lorraine, única en su especie, no por lo que es… pues “Femme fatale” existen y muchas, pero claro esta que ninguna como la que ahora pende desde lo alto de un árbol con mirada frenética y sed del todo. Sus colmillos destellan en las sombras, independientes a la luz lunar que, con el descaro de la indiferencia, ha abandonado a la humana a su suerte… ¿Su suerte? No, a la condescendencia de Lorraine, no es necesario articular que es nula ¿Cierto? – Mon cherie… - Susurra dejando que el viento transporte su lúgubre voz hasta los oídos de la pobre infeliz – Escapar de las pesadillas es una reverenda tontería… - Con cada palabra la tonalidad de su voz se escucha más reseca y mucho más cercana al cuello de Melinda – estas, te perseguirán a donde quiera que vayas – Su gélido aliento busca la forma de llegar hasta su piel y ofrecerle un escalofrío agónico a la mortal – y, la única forma de erradicarlas por completo de tu cuerpo es… - Sonríe – No, no es enfrentándolas y venciéndoles – Hace un puchero que solo un condenado podría apreciar sin ninguna dificultad – ¡es morir junto con ellas! – Dicho esto, baja de la copa del árbol con un simple salto, posicionándose tras ella, aspirando su dulce y delicado aroma. Pasa su dedo índice por la columna vertebral de la chiquilla, acariciando con deseo y hambruna su cálida piel… escurriendo saliva por el simple hecho de pensar en la virginal joya que se esconde celosamente en sus venas. Sujeta su cabeza con una mano, su hombro con la otra, se aproxima peligrosamente al arco de su cuello, sus colmillos resuenan al salir de sus fauces al igual que una espada desenvainada, apesta a muerte… La primera gota de sangre brota tras el contacto de su canino con su fina piel. Aún no la muerde, disfruta del trauma psicológico en el cual está ganando terreno y en ese instante...
Y el estruendo de la noche aúlla como los lobos en el bosque, es la cúspide orgásmica previa a la desfachatez de la muerte ¡Oh, Lorraine, Lorraine! ¿Hace cuánto que no juegas con la psiquis de alguien? Gime, como una maldita ramera en la cama de Lucifer, ella tiene espasmos de placer que recorren todo su cuerpo. El nombre de su amado provoca sensaciones que le hacen estremecer, pero no sólo es recordar y anhelar a Lucern, también es sentir como esa sangre virgen baña su desnudez en una ofrenda a la lujuria que le apetece esta noche. ¡Maldición! ¡Si él estuviese aquí! Un berrido con descomunal pasión, le hace abrir los ojos e iniciar su juego. No fue difícil adivinar en donde es que repararía la pequeña. Las pupilas de Lorraine dan una voltereta con anticipación a lo que la mortal había pensado. Se desliza a través de la penumbra de la misma manera en que la muerte se apodera de la tierra, tan silenciosa, tan inesperada y sutilmente desgarradora. Los movimientos de su vestido crean olas de infinita belleza que se pierden con el colorido panorama de las rosas muertas, su cabello es la enredadera perfecta donde las arañas crean sus nidos para jugar a las viudas por un momento, matar a sus machos y darles de tragar a sus hijos… La piel aceitunada que, presume en sus hombros, mitad de sus pechos, cuello y rostro, es el sendero al infierno por el que demasiados caballeros han soñado con transitar pero sólo uno recorrió para proclamarse su dueño.
La mustia se agazapa en una de las ramas de ese árbol, cien veces más rápida, cien veces más fuerte, cien veces más letal que un hombre cualquiera; esa es Lorraine, única en su especie, no por lo que es… pues “Femme fatale” existen y muchas, pero claro esta que ninguna como la que ahora pende desde lo alto de un árbol con mirada frenética y sed del todo. Sus colmillos destellan en las sombras, independientes a la luz lunar que, con el descaro de la indiferencia, ha abandonado a la humana a su suerte… ¿Su suerte? No, a la condescendencia de Lorraine, no es necesario articular que es nula ¿Cierto? – Mon cherie… - Susurra dejando que el viento transporte su lúgubre voz hasta los oídos de la pobre infeliz – Escapar de las pesadillas es una reverenda tontería… - Con cada palabra la tonalidad de su voz se escucha más reseca y mucho más cercana al cuello de Melinda – estas, te perseguirán a donde quiera que vayas – Su gélido aliento busca la forma de llegar hasta su piel y ofrecerle un escalofrío agónico a la mortal – y, la única forma de erradicarlas por completo de tu cuerpo es… - Sonríe – No, no es enfrentándolas y venciéndoles – Hace un puchero que solo un condenado podría apreciar sin ninguna dificultad – ¡es morir junto con ellas! – Dicho esto, baja de la copa del árbol con un simple salto, posicionándose tras ella, aspirando su dulce y delicado aroma. Pasa su dedo índice por la columna vertebral de la chiquilla, acariciando con deseo y hambruna su cálida piel… escurriendo saliva por el simple hecho de pensar en la virginal joya que se esconde celosamente en sus venas. Sujeta su cabeza con una mano, su hombro con la otra, se aproxima peligrosamente al arco de su cuello, sus colmillos resuenan al salir de sus fauces al igual que una espada desenvainada, apesta a muerte… La primera gota de sangre brota tras el contacto de su canino con su fina piel. Aún no la muerde, disfruta del trauma psicológico en el cual está ganando terreno y en ese instante...
Hela Von Fanel- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 1445
Fecha de inscripción : 02/02/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Desenterrando viejos recuerdos... [ Lorraine & Luther]
Traté de calmar el ritmo frenético de mi corazón pues si aquella criatura... ¿criatura? no, los vampiros eran bestias de la noche sedientas de sangre, sangre como la mía dulce y virgen... ¿estaría acaso soñando? Los vampiros habían sido siempre un mito, una leyenda, un cuento que se contaba por la noche a los niños que no querían dormir para asustarlos y... justo ahora parecía que tenía a una vampira tras mi pista deseando hincar sus afilados colmillos en mi sedoso cuello... ¿Cómo había llegado a aquella situación? Miré hacia un lado y hacia otro tratando de averiguar si por allí podría haber alguien, quizá algún hombre que pudiera protegerme, quizá un viejo conocido... no parecía haber nadie ¡Maldición! Sólo a mi podía ocurrirseme la genial idea de visitar la tumba de mi madre cuando el sol llegaba a su zenit.
Me agaché lo más sigilosamente que pude para rasgar con cuidado la parte baja de mi vestido y poder huir más fácilmente si, de nuevo, se presentaba la ocasión en la que debería correr. Silencio, un silencio sepulcral inundaba el cementerio, sin duda aquello no podía ser una buena señal. Caminé con sumo cuidado de no pisar alguna hoja seca que pudiera delatar mi posición y salí de aquel pequeño refugio que era el tronco del árbol. De nuevo, miré a un lado y otro y no divisé a nadie, parecía buena señal, pero sin duda mi instinto decía que no, que no era para nada un buen augurio. Me dispuse a correr de nuevo, pero esta vez en dirección hacia la salida. No pude dar ni un sólo paso... el simple sonido de aquella mortífera voz congeló todos y cad auno de mis músculos impidiendome avanzar... tragué saliva y cerré mis ojos, intuía que aque sería mi final... me desgarraría mi precioso y atreciopelado cuello para despuir fenecer... sólo esperaba que al menos, no fuera muy doloroso.
Por favor... no, no me mateis... os lo ruego dije con mi inconfundible voz en un intento desesperado por salvar la vida, una vida que apenas había tenido tiempo de disfrutar. Podía notar su gélido aliento en mi cuello y segundos después algo más desgarrador que una cuchilla, sus colmillos. La simple y leve presión que ejercieron fue suficiente para que un pequeño y delgado reguero de sangre comenzara a viajar por mi cuello hasta manchar el cuello de mi vestido.
Me agaché lo más sigilosamente que pude para rasgar con cuidado la parte baja de mi vestido y poder huir más fácilmente si, de nuevo, se presentaba la ocasión en la que debería correr. Silencio, un silencio sepulcral inundaba el cementerio, sin duda aquello no podía ser una buena señal. Caminé con sumo cuidado de no pisar alguna hoja seca que pudiera delatar mi posición y salí de aquel pequeño refugio que era el tronco del árbol. De nuevo, miré a un lado y otro y no divisé a nadie, parecía buena señal, pero sin duda mi instinto decía que no, que no era para nada un buen augurio. Me dispuse a correr de nuevo, pero esta vez en dirección hacia la salida. No pude dar ni un sólo paso... el simple sonido de aquella mortífera voz congeló todos y cad auno de mis músculos impidiendome avanzar... tragué saliva y cerré mis ojos, intuía que aque sería mi final... me desgarraría mi precioso y atreciopelado cuello para despuir fenecer... sólo esperaba que al menos, no fuera muy doloroso.
Por favor... no, no me mateis... os lo ruego dije con mi inconfundible voz en un intento desesperado por salvar la vida, una vida que apenas había tenido tiempo de disfrutar. Podía notar su gélido aliento en mi cuello y segundos después algo más desgarrador que una cuchilla, sus colmillos. La simple y leve presión que ejercieron fue suficiente para que un pequeño y delgado reguero de sangre comenzara a viajar por mi cuello hasta manchar el cuello de mi vestido.
Melinda Chavànnell- Humano Clase Alta
- Mensajes : 194
Fecha de inscripción : 06/05/2011
Localización : Perdida en tu mirada
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Desenterrando viejos recuerdos... [ Lorraine & Luther]
La Muerte es una reina sin corona para los inmortales que le dieron el último aliento envuelto en un beso. ¿Acaso el vampiro pisotea las lápidas que funcionan como castillos para los cuerpos que se deterioran solo para demostrar su superioridad? Inconscientes, arrastran las almas hasta su trono. Él mismo ha metido sus manos en las entrañas de los humanos, tomado de la sangre fresca que se arremolina entre los órganos, cedido a los impulsos hambrunos. Luther ama a su bestia, incluso cuando dice no sentir nada es una vil treta. La forma en que la moldea solo es una prueba. La suelta por amor, sin ella sabe que el vacío explotará en su cabeza y es mejor tenerle a ser un recipiente que camina por inercia. Los labios deformados se curvan y estando entre la obscuridad, cualquiera aceptaría que se trata de una flamante y no terrorífica sonrisa. El corazón de la humana está conectando con su bestia interna, se puede escuchar el sonido lastimero que forma para convencer al vampiro de ir a su encuentro. ¿No es así como el perro convence a su amo de salir de paseo? Luther ignora el rugido porque como un padre que adora a sus hijos, está por ceder a sus caprichos. Sus zancadas siguen llevándolo en la dirección donde las damas juegan a esconderse tras el vigilo de los gigantescos árboles. No hay arrastrar de pies aun con esa cojera. La noche también está durmiendo, la forma perezosa con la que se mece sobre ellos le pone en evidencia. Von Fanel le está cantando para que sus párpados no se levanten y pueda declararse la Señora de la Noche. Una lástima que Luther no lo vaya a permitir. El vampiro ha dado un paso fuera de las sombras y, ellas sin saber de su presencia, no han notado en que una estrella escapó de la jauría para revelar que quien camina no es una sombra sino un vampiro que sediento, ha estado formando parte del juego.
Las plegarias de la humana fueron escuchadas y mientras Luther se movía con completo sigilo entre los árboles y terminaba exactamente en el mismo lugar donde Von Fanel había estado observando, sus orbes se alimentaron de la imponente imagen de la vampiresa y la víctima que esta noche finalmente enlazaba el eslabón que durante años y años ambos habían estado arrastrando. La caída de Luther fue limpia. Ese grueso y fino abrigo fue abrazado por el viento mientras derribaba a la vampiresa. Sabía perfectamente lo que tenía que hacer. Sus piernas encarcelaron sus rodillas. Era inmortal pero un golpe en su entrepierna bien podía darle una ventajosa oportunidad a la hembra. Su única mano atrapó y retorció sus muñecas sobre su cabeza. El abrigo no le permitiría saber que le faltaba un brazo sin importar lo que hiciera. – Buenas noches, madame. Finalmente frente a frente. Su rostro siempre inescrutable escondía fuertes emociones. ¿Cuánto hacía que le había visto? Desafortunadamente, no estaba ahí para rememorarlo, no cuando la humana estaba de por medio. – Ha intentado coger mi presa. Esos ojos azules se clavaron en la abrasadora oscuridad que proyectaban sus pupilas. Aquello era una mentira pero nadie mejor que Luther sabía lo que aquello equivaldría. ¿No era así como se habían conocido ella y el vampiro al que llamaba compañero? La historia no se repetiría y aún así, ahí estaba... – Ahora si me disculpa. Se levantó con la misma rapidez en que le había derribado. Se posicionó tras la humana para no darle oportunidad de continuar con un escape que no le llevaría a ningún lugar...
Las plegarias de la humana fueron escuchadas y mientras Luther se movía con completo sigilo entre los árboles y terminaba exactamente en el mismo lugar donde Von Fanel había estado observando, sus orbes se alimentaron de la imponente imagen de la vampiresa y la víctima que esta noche finalmente enlazaba el eslabón que durante años y años ambos habían estado arrastrando. La caída de Luther fue limpia. Ese grueso y fino abrigo fue abrazado por el viento mientras derribaba a la vampiresa. Sabía perfectamente lo que tenía que hacer. Sus piernas encarcelaron sus rodillas. Era inmortal pero un golpe en su entrepierna bien podía darle una ventajosa oportunidad a la hembra. Su única mano atrapó y retorció sus muñecas sobre su cabeza. El abrigo no le permitiría saber que le faltaba un brazo sin importar lo que hiciera. – Buenas noches, madame. Finalmente frente a frente. Su rostro siempre inescrutable escondía fuertes emociones. ¿Cuánto hacía que le había visto? Desafortunadamente, no estaba ahí para rememorarlo, no cuando la humana estaba de por medio. – Ha intentado coger mi presa. Esos ojos azules se clavaron en la abrasadora oscuridad que proyectaban sus pupilas. Aquello era una mentira pero nadie mejor que Luther sabía lo que aquello equivaldría. ¿No era así como se habían conocido ella y el vampiro al que llamaba compañero? La historia no se repetiría y aún así, ahí estaba... – Ahora si me disculpa. Se levantó con la misma rapidez en que le había derribado. Se posicionó tras la humana para no darle oportunidad de continuar con un escape que no le llevaría a ningún lugar...
Luther Sigismund- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 72
Fecha de inscripción : 08/05/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Desenterrando viejos recuerdos... [ Lorraine & Luther]
Saborearse la sangre joven, poder predecir el instante en que se derrapa por su garganta, para caer hasta el vacío de su pútrido estomago. Un manjar. Lorraine puede olfatear la inocencia en el sudor de la chica, con cada gota de sudor provocada por sus miedos; el apetito voraz de la desgraciada vampiresa incrementa. En sus pupilas se refleja la desesperación por degollar su cuello y beber al fin del elixir maldito que no la podría condenar más. Desafortunadamente, los planes del destino le tenían preparado algo más que una simple cena ataviada de agonías mortales, en esta noche se toparía frente a frente con la esa sombra que se ha adherido a ella como la eternidad misma… Las plegarias de la chica le hacen esbozar una sonrisa llena de regocijo. – Cherie… - La mira con desdén. Los humanos suelen implorar por sus vidas antes de conocerla, pero en el acto, ruegan por que la muerte llegue y les de el último de sus besos, esperan impacientemente que les robe el aliento. Pero Lorraine era tan desgraciada que, les hiciera lo que les hiciera, ellos continuarían vivos el tiempo suficiente como para saciar su demencia. - ¿Quién te dijo que te mataría? – La nota dulce de su voz esconde una realidad latente, es el demonio que se ha disfrazado de la más perfecta pesadilla. Quién no la conoce, apostaría su alma a que es una de esas apariciones del bosque, una ninfa, un hada, una sílfide, una sirena… ¡Maldición, es una arpía!
Rodea el cuerpo de su víctima, observando de arriba hacia abajo, deliberando cual sería la forma más práctica de engendrarle en máximo dolor con la mínima cantidad de esfuerzo. Repara una vez más ante su frágil estructura. El rostro de la rubia envenena lentamente a la pobre de Lorraine, verla así, sumergida en un pavor descomunal, es el paraíso, el jodido edén que cualquier idiota con aires de maldito disfrutaría. Sí, Lorraine lo hacía perfectamente. Estuvo a punto de tomar su muñeca para desmembrarla del resto de su cuerpo, pero justo en ese preciso momento es derribada. ¿Quién ha cometido semejante tontería? Un volcán a punto de estallar, así es precisamente como comienza a sentirse. Nadie, repito, nadie debe arrancarle la cena de las manos a esa mujer. ¿Las razones? ¿No tiene que existir justificación en todo o sí? Fulmina con su mirada al imbécil que le ha caído encima. Sería un principiante de no haberse dado cuenta que alguien más acechaba en las sombras. A decir verdad, es maldito olor que desprende por debajo de su chaqueta es idéntico al que… “¡Concéntrate maldita sea!” Se reprime a si misma, quizá por eso la tomo con la guardia baja, tal vez fue su ensimismamiento, tratando de recordar el origen de ese efluvio, que él la hizo besar el suelo. La rapidez con la que se movía le trae como el azote de un látigo en la espalda al desnudo, una memoria que según ella, había olvidado. – Valentine… - Susurra. Ese fue el nombre con el que identificaba a su Sire, por supuesto un siglo antes de que ella le arrancara la existencia.
Aturdida se incorpora lentamente sobre unas lápidas. Agazapada en ellas, le ruge al engendro que aparto el aperitivo de sus labios - ¿Su presa? Discúlpeme, pero no veo nombre alguno grabado sobre su piel – Señala con la barbilla a la atónita mujer. La ceja de Lorraine genera una lucha en su rostro, quiere elevarse por encima de su frente, pero tanta altanería no es una buena impresión y menos cuando se trata de la primera – De cualquier modo, siempre se puede compartir la cena… de lo contrario – “Se arrepentirá” añade en sus pensamientos a la par en la que una mueca aparece en sus labios. Salta desde las lápidas, para postrarse tras él. El vestido no es ningún maldito impedimento para que se deslice entre las sombras como el vil espectro que es. Con un soplo en la nunca del vampiro se dispone a iniciar una batalla por la comida – No hay nada más molesto que un idiota tratando de salvar a una humana de mí – Golpea las rodillas de Luther con sus piernas para hacerlo caer – Ahora si usted me lo permite… - Sonríe socarrona - y aunque no lo haga... - Alcanza a la mortal con una de sus garras, esquiva el cuerpo del vampiro y clava, al fin sus colmillos sobre el hombro de Melinda, el único punto al que tuvo acceso en ese maldito segundo.
Rodea el cuerpo de su víctima, observando de arriba hacia abajo, deliberando cual sería la forma más práctica de engendrarle en máximo dolor con la mínima cantidad de esfuerzo. Repara una vez más ante su frágil estructura. El rostro de la rubia envenena lentamente a la pobre de Lorraine, verla así, sumergida en un pavor descomunal, es el paraíso, el jodido edén que cualquier idiota con aires de maldito disfrutaría. Sí, Lorraine lo hacía perfectamente. Estuvo a punto de tomar su muñeca para desmembrarla del resto de su cuerpo, pero justo en ese preciso momento es derribada. ¿Quién ha cometido semejante tontería? Un volcán a punto de estallar, así es precisamente como comienza a sentirse. Nadie, repito, nadie debe arrancarle la cena de las manos a esa mujer. ¿Las razones? ¿No tiene que existir justificación en todo o sí? Fulmina con su mirada al imbécil que le ha caído encima. Sería un principiante de no haberse dado cuenta que alguien más acechaba en las sombras. A decir verdad, es maldito olor que desprende por debajo de su chaqueta es idéntico al que… “¡Concéntrate maldita sea!” Se reprime a si misma, quizá por eso la tomo con la guardia baja, tal vez fue su ensimismamiento, tratando de recordar el origen de ese efluvio, que él la hizo besar el suelo. La rapidez con la que se movía le trae como el azote de un látigo en la espalda al desnudo, una memoria que según ella, había olvidado. – Valentine… - Susurra. Ese fue el nombre con el que identificaba a su Sire, por supuesto un siglo antes de que ella le arrancara la existencia.
Aturdida se incorpora lentamente sobre unas lápidas. Agazapada en ellas, le ruge al engendro que aparto el aperitivo de sus labios - ¿Su presa? Discúlpeme, pero no veo nombre alguno grabado sobre su piel – Señala con la barbilla a la atónita mujer. La ceja de Lorraine genera una lucha en su rostro, quiere elevarse por encima de su frente, pero tanta altanería no es una buena impresión y menos cuando se trata de la primera – De cualquier modo, siempre se puede compartir la cena… de lo contrario – “Se arrepentirá” añade en sus pensamientos a la par en la que una mueca aparece en sus labios. Salta desde las lápidas, para postrarse tras él. El vestido no es ningún maldito impedimento para que se deslice entre las sombras como el vil espectro que es. Con un soplo en la nunca del vampiro se dispone a iniciar una batalla por la comida – No hay nada más molesto que un idiota tratando de salvar a una humana de mí – Golpea las rodillas de Luther con sus piernas para hacerlo caer – Ahora si usted me lo permite… - Sonríe socarrona - y aunque no lo haga... - Alcanza a la mortal con una de sus garras, esquiva el cuerpo del vampiro y clava, al fin sus colmillos sobre el hombro de Melinda, el único punto al que tuvo acceso en ese maldito segundo.
Hela Von Fanel- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 1445
Fecha de inscripción : 02/02/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Desenterrando viejos recuerdos... [ Lorraine & Luther]
Escuché las palabras de aquella dama... no ba a matarme... pero eso no significaba ningún consuelo para mí, pues deducía que sin duda, tenía reservado para mí algún destino peor que la muerte, un destino que sin duda me haría suplicar, rogar y llorar porque me mataran de una vez y dejara de hacerme sufrir... Aquello me provocaba pavor.
Aquella danza infernal entre la vida y la muerte, la agonía y la desesperación se vio interrupida por alguien. Alguien a quien yo no había visto ni oido llegar, pero sin duda aquello no me importaba, pues si conseguía salvarme de las terribles garras de aquella criatura de la noche me era más que suficiente.
No me atreví a mirarlos a los ojos ni a uno ni a otro debido al temor que me infundaban. Temor a que me torturaran de aquella manera, temor a que jugaran con mi vida como si de un juguete nuevo se tratara... pero sobre todo, temor a que me convirtieran en uno de ellos, en una de esas crueles criaturas... Mi mente no tuvo apenas tiempo para reaccionar y apartar mi cuerpo de las fauces de aquel monstruo, pues el hombre me empujó poniédome delante de él, tratando de protegerme, tratando de evitar que yo fuera un bocado delicioso para aquella mortífera mujer... Aunque todas mis esperanzas cayeron al vacío en picado cuando escuché aquellas horribles palabras "mi cena"
Había pasado de ser el juguete de una vampira sedienta de sangre a serlo de un vampiro que cojeaba ligeramente... esperaba que, al menos él fuera compasivo y me matara con rapidez. Noté sus robustos brazos cercanos a mi cuerpo ya diviné que no me dejaría escapar y echar a correr.
De nuevo, un giro inesperado de la situación, aquella mujer saltó o corrió o no se muy bien qué hizo, pues lo hizo con tanta rapidez, sigilo y sutileza que parecía que sólo hubiera pasado por allí una leve brisa. Se puso delante de nosotros y golpeó al vampiro para de nuevo atraparme con sus mortíferas garras y atraerma hacia ella, pudiendo notar la presencia de la muerte sobre mi cuerpo. Miré a aquel hombre aterrorizada en un último intento de esperar lo más parecido a un milagro... y entonces sucedió
Ahhhhhhhhhhhh! un grito desgarrador salió de mi garganta por culpa de aquel insufrible dolor que hacía que mis piernas se tambalearan y las lágrimas comenzaran a resbalar por mis mejillas Por... por favor se lo ruego Monsieur... susurre en un último intento de despertar compasión en él y ser salvada de las garras de la muerte.
Aquella danza infernal entre la vida y la muerte, la agonía y la desesperación se vio interrupida por alguien. Alguien a quien yo no había visto ni oido llegar, pero sin duda aquello no me importaba, pues si conseguía salvarme de las terribles garras de aquella criatura de la noche me era más que suficiente.
No me atreví a mirarlos a los ojos ni a uno ni a otro debido al temor que me infundaban. Temor a que me torturaran de aquella manera, temor a que jugaran con mi vida como si de un juguete nuevo se tratara... pero sobre todo, temor a que me convirtieran en uno de ellos, en una de esas crueles criaturas... Mi mente no tuvo apenas tiempo para reaccionar y apartar mi cuerpo de las fauces de aquel monstruo, pues el hombre me empujó poniédome delante de él, tratando de protegerme, tratando de evitar que yo fuera un bocado delicioso para aquella mortífera mujer... Aunque todas mis esperanzas cayeron al vacío en picado cuando escuché aquellas horribles palabras "mi cena"
Había pasado de ser el juguete de una vampira sedienta de sangre a serlo de un vampiro que cojeaba ligeramente... esperaba que, al menos él fuera compasivo y me matara con rapidez. Noté sus robustos brazos cercanos a mi cuerpo ya diviné que no me dejaría escapar y echar a correr.
De nuevo, un giro inesperado de la situación, aquella mujer saltó o corrió o no se muy bien qué hizo, pues lo hizo con tanta rapidez, sigilo y sutileza que parecía que sólo hubiera pasado por allí una leve brisa. Se puso delante de nosotros y golpeó al vampiro para de nuevo atraparme con sus mortíferas garras y atraerma hacia ella, pudiendo notar la presencia de la muerte sobre mi cuerpo. Miré a aquel hombre aterrorizada en un último intento de esperar lo más parecido a un milagro... y entonces sucedió
Ahhhhhhhhhhhh! un grito desgarrador salió de mi garganta por culpa de aquel insufrible dolor que hacía que mis piernas se tambalearan y las lágrimas comenzaran a resbalar por mis mejillas Por... por favor se lo ruego Monsieur... susurre en un último intento de despertar compasión en él y ser salvada de las garras de la muerte.
Melinda Chavànnell- Humano Clase Alta
- Mensajes : 194
Fecha de inscripción : 06/05/2011
Localización : Perdida en tu mirada
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Desenterrando viejos recuerdos... [ Lorraine & Luther]
No. Von Fanel no lo defraudaba, realmente nunca pensó que lo haría. Esa mirada que se alimentaba de sus ágiles movimientos, de la forma en que su vestido se ondeaba por las caricias del viento y de la mirada asesina que teñía sus pupilas, estaba perfectamente oculto, eclipsado, enmascarado... Era cuestión de práctica y Luther había tenido la suficiente como para caminar sin mostrar un ápice de emoción. – Ciertamente, no soy Valentine. La voz de Luther era tirana, provista de un derroche de diversión. Si había algo de hermoso en la forma en que había quedado su rostro era en que nadie podría confundirlo. – Ni un idiota. Esta vez su voz salió en un gruñido. El golpe en sus rodillas seguramente lo habría derribado de tratarse de cualquier otro. La verdad sea dicha, le hizo perder el equilibrio pero su orgullo no le habría permitido caer de rodillas. Su brazo se movió con rapidez, su abrigo extendiéndose para permitirle tal movilidad. Su mano cerrándose con fuerza sobre el antebrazo de la vampiresa. – Puede pensar en ello mientras termino de alimentarme. Su boca estaba bajo su oreja, su aliento golpeando con atrevimiento la piel aceitunada. La fuerza que aplicó se extendió al oír el crujir del hueso, acompañado por las palabras impresas de dolor de una víctima que les había hecho tan excitante invitación.
No le debes suplicar a un vampiro que disfruta de la cacería. Jamás. Mucho menos rogarle a uno que arrastra una historia escrita en sangre y venganza. Aldous no escuchó a su familia cuando suplicaban que les perdonaran sus vidas. ¿Por qué habría de oír los ruegos de una dama? Edwin tenía solo 9 años, ¡maldición! Nadie los había ayudado y él ciertamente no era más que la sombra del muchacho que los había encontrado. Los labios de Luther formaron una sonrisa altanera, una fiel copia de la que Von Fanel hacía aparecer. Su juicio cayendo al precipicio. Empujó a la vampiresa fuera del camino. Esto no era el encuentro que había esperado. Su mirada era fuego, todo lo que quería era arrastrar con todo lo que se le cruzaba. Las súplicas siempre lo llevaban a ese día sino se auto controlaba. - ¿Por favor? Escupió con odio. – Esas palabras nunca tienen efecto, mademoiselle. Sus dedos se mojaron con la sangre que se derramaba del hombro. – Nada jamás es tan sencillo. Giró su rostro para clavarse en la mirada de la vampiresa. - ¿Lo haré? Enarcó una ceja. Por supuesto que se refería al hecho de que los pensamientos de ella gritaban que iba hacerlo arrepentirse. – ¿Su orgullo no le permite retirarse? Su belleza no es lo único que ha quedado intacto, Von Fanel. En todo momento, la mano de Luther acariciaba el cuello de la humana, su dedo sobre la vena que latía descontroladamente. No era así como había esperado rebelar tanto, pero luchar contra ella no era algo que estuviese muy ansioso de seguir librando.
No le debes suplicar a un vampiro que disfruta de la cacería. Jamás. Mucho menos rogarle a uno que arrastra una historia escrita en sangre y venganza. Aldous no escuchó a su familia cuando suplicaban que les perdonaran sus vidas. ¿Por qué habría de oír los ruegos de una dama? Edwin tenía solo 9 años, ¡maldición! Nadie los había ayudado y él ciertamente no era más que la sombra del muchacho que los había encontrado. Los labios de Luther formaron una sonrisa altanera, una fiel copia de la que Von Fanel hacía aparecer. Su juicio cayendo al precipicio. Empujó a la vampiresa fuera del camino. Esto no era el encuentro que había esperado. Su mirada era fuego, todo lo que quería era arrastrar con todo lo que se le cruzaba. Las súplicas siempre lo llevaban a ese día sino se auto controlaba. - ¿Por favor? Escupió con odio. – Esas palabras nunca tienen efecto, mademoiselle. Sus dedos se mojaron con la sangre que se derramaba del hombro. – Nada jamás es tan sencillo. Giró su rostro para clavarse en la mirada de la vampiresa. - ¿Lo haré? Enarcó una ceja. Por supuesto que se refería al hecho de que los pensamientos de ella gritaban que iba hacerlo arrepentirse. – ¿Su orgullo no le permite retirarse? Su belleza no es lo único que ha quedado intacto, Von Fanel. En todo momento, la mano de Luther acariciaba el cuello de la humana, su dedo sobre la vena que latía descontroladamente. No era así como había esperado rebelar tanto, pero luchar contra ella no era algo que estuviese muy ansioso de seguir librando.
Luther Sigismund- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 72
Fecha de inscripción : 08/05/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Desenterrando viejos recuerdos... [ Lorraine & Luther]
Una mueca desfigurada se comporta como la reina en el rostro de Lorraine, es sádica, socarrona, petulante y se atreve a desafiar todo tipo de suceso que ocurra de allí en adelante. Sí, él no puede ser Valentine, ella misma se aseguro de envenenarlo con sangre de muerto para debilitarlo y así conseguir arrancarle la cabeza. Sus restos fueron depositados en su propio ataúd, mismo que fue entregado al alba donde las cenizas se confundieron con el viento. No, ese hombre frente a ella no podía ser él, pero su presencia era idéntica a la de ese vampiro y sus movimientos igual de rápidos a los de Valentine. El gélido aliento de Luther choca contra su lóbulo, es fúnebre sentir los latidos del corazón mortal frente a su cuerpo y a la muerte detrás de ella. Jodidamente Excitante. Apreciar las habilidades del vampiro es estimular el orgasmo que Lorraine encuentra en la cacería, esa lucha de sus oponentes por sus vidas, ese derroche de energía por mantener la esperanza en lo alto y no dejar que su fe decaiga a causa de un demonio como ella ¡Al fin alguien que puede hacerle frente! ¿Morir o no morir?, ese es el dilema eterno. ¿Así que no es un idiota? Ella tampoco, criaturas que se jactan por ser tan antiguos como la creación misma, han perecido en sus encantos femeninos, engatusados por su debilidad de neófita y hechizados por su belleza mortífera. Por los colmillos de Lorraine Von Fanel ha circulado tanta sangre inmortal como humana, la primera siendo una delicia que pocos pueden presumir dentro de su mundo y la segunda un hábito que se ha convertido en su completa dependencia.
Las suplicas de la humana no son más que las partituras de una fúnebre sinfonía dedicada a la más obscura de las noches, a la más terrible de las tormentas, su muerte. Aprovechándose de la situación, se hace perdidiza entre las sombras del cementerio. En un instante está frente a ellos al otro se encuentra lo suficientemente lejos como para que la llamen cobarde. ¡Imbéciles! Su carcajada hace eco en las esquinas de los mausoleos, es allí donde la pesadilla comienza, anunciando a la muerte con cada tétrico “Ja, ja, ja” que hace acelerar los latidos de un corazón, al mismo tiempo en que la histeria amenaza con arrastrar un cuerpo hasta el borde de la locura. Pero su burla es interrumpida por el reto de ese infeliz. “¿Lo hare?” Pudo leer en su mente a lo que se refería con exactitud. No le temía a la dama y eso hace de su juego algo más interesante “¿Qué escondes bajo ese rostro inmaculado de frialdad?” Piensa la mujer con un aire coqueto y atrevido. De la misma forma en la que él osa mirarla, ella lo observará… Lo que Lorraine nunca adivinó es que ese vampiro, conocía su nombre “Von Fanel” Sus ojos se entrecerraron para fulminarlo con la mirada. Su mano acariciando el cuello de la humana y su sonrisa tajante abriéndose paso para retarla. ¿Quién demonios era él? ¿Qué hacía allí y por que carajo sabe su nombre? Sólo existe una forma de averiguarlo y no es preguntándole. Sin tener tiempo para meditarlo, se arroja sobre él. A su paso avienta el cuerpo de Melinda hacia una lápida ¿Se golpeará? Depende del equilibrio de la chica ¡ojalá que sí! Derriba a Luther, aprisiona su cadera entre sus piernas y busca amarrar sus manos con las de ella. Sorpresa… Sólo tiene una. Pierde el control durante un segundo - ¿Cómo es que sabes quien soy? – Llamarle de usted es una burla cuando ella se encuentra en desventaja. Clava sus orbes negros, sedientos, coléricos… en los suyos - ¡Habla, maldita sea! – Su puño se cierra por encima de su cabeza con un único objetivo, golpearlo. En ese instante gira su cabeza hasta la chica - ¡Corre! – Le ordena. Ideas se han cruzado en sus pensamientos, juegos sádicos en donde ni él, ni la chica ganarán. Eso hay que tenerse por seguro.
Las suplicas de la humana no son más que las partituras de una fúnebre sinfonía dedicada a la más obscura de las noches, a la más terrible de las tormentas, su muerte. Aprovechándose de la situación, se hace perdidiza entre las sombras del cementerio. En un instante está frente a ellos al otro se encuentra lo suficientemente lejos como para que la llamen cobarde. ¡Imbéciles! Su carcajada hace eco en las esquinas de los mausoleos, es allí donde la pesadilla comienza, anunciando a la muerte con cada tétrico “Ja, ja, ja” que hace acelerar los latidos de un corazón, al mismo tiempo en que la histeria amenaza con arrastrar un cuerpo hasta el borde de la locura. Pero su burla es interrumpida por el reto de ese infeliz. “¿Lo hare?” Pudo leer en su mente a lo que se refería con exactitud. No le temía a la dama y eso hace de su juego algo más interesante “¿Qué escondes bajo ese rostro inmaculado de frialdad?” Piensa la mujer con un aire coqueto y atrevido. De la misma forma en la que él osa mirarla, ella lo observará… Lo que Lorraine nunca adivinó es que ese vampiro, conocía su nombre “Von Fanel” Sus ojos se entrecerraron para fulminarlo con la mirada. Su mano acariciando el cuello de la humana y su sonrisa tajante abriéndose paso para retarla. ¿Quién demonios era él? ¿Qué hacía allí y por que carajo sabe su nombre? Sólo existe una forma de averiguarlo y no es preguntándole. Sin tener tiempo para meditarlo, se arroja sobre él. A su paso avienta el cuerpo de Melinda hacia una lápida ¿Se golpeará? Depende del equilibrio de la chica ¡ojalá que sí! Derriba a Luther, aprisiona su cadera entre sus piernas y busca amarrar sus manos con las de ella. Sorpresa… Sólo tiene una. Pierde el control durante un segundo - ¿Cómo es que sabes quien soy? – Llamarle de usted es una burla cuando ella se encuentra en desventaja. Clava sus orbes negros, sedientos, coléricos… en los suyos - ¡Habla, maldita sea! – Su puño se cierra por encima de su cabeza con un único objetivo, golpearlo. En ese instante gira su cabeza hasta la chica - ¡Corre! – Le ordena. Ideas se han cruzado en sus pensamientos, juegos sádicos en donde ni él, ni la chica ganarán. Eso hay que tenerse por seguro.
Hela Von Fanel- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 1445
Fecha de inscripción : 02/02/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Temas similares
» Paseando con viejos recuerdos
» Viejos recuerdos [reservado]
» Viejos Recuerdos [Lucrezia]
» Desempolvando viejos recuerdos (Leviathan St Jacques)
» Todo comenzó en una noche de lluvia: Con una rosa roja en una mano, y en la otra los viejos recuerdos [Jacqueline S. Ritchway]
» Viejos recuerdos [reservado]
» Viejos Recuerdos [Lucrezia]
» Desempolvando viejos recuerdos (Leviathan St Jacques)
» Todo comenzó en una noche de lluvia: Con una rosa roja en una mano, y en la otra los viejos recuerdos [Jacqueline S. Ritchway]
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour