Nadie sabe lo que depara el futuro (Gary Bravo)

Me encontraba demasiado sola y angustiada por el hecho de que los recuerdos volvían a mi mente, hasta podía sentir como si la misma cicatriz hiciera maña para que no la dejara de sentir, en esos momentos sabia que estaba lejos y que comenzaba una vida pero que podía tener sabiendo que era un monstruo ante los ojos humanos quien podría aceptarme con lo cual el mismo carácter se endurecía para no llegar a consumirme a mi misma en mis propias penalidades sabia que tarde o temprano todo se desapareciera olvidado como mismo había venido esos años de torturas, podía volverse en su contra, nunca consiguieron dominarme y no lo deseaba en ningún momento. Me dirigía ya hacia otra nueva cuidad en la cual ya esperaba no volverme a mover jamás pero todo dependía de cómo me fuera en cada momento que comenzaba a avanzar. Aun no conocía nada por la zona pero igual no tardaría después de lo que me gustaba saber los lugares que me rodeaba. No tanto la gente pero me seria de gran utilidad.

Seguia un por el mismo sendero donde sabia que todo el mundo circulaba ya fueran carruajes como los mismos paisanos que vivian por la zona, no podía evitar tomar el puro aire que me gustaba saborear al llegar, podía oler el aroma fresco de los arboles como los diferentes aromas que salian de la zona del bosque. La verdad que me llamo bastante la atención con lo cual me aproxime a el dejando todo detrás de mi. Comencé a moverme entre los arboles poco a poco mas adentrada hasta que me sente bajo de uno prestando atención a los hermosos sonidos que pasaban a mi alrededor. Me encontraba tan relajada que aun no lo podía creer que fuera un lugar asi, aunque podía decir que en parte me alegraba despejarme e todo no podía evitar posar mi mano en la misma cintura donde llevaba la marca del desastre que había sido mi vida y quienes me había encontrado. Sabia que tal y como era la sociedad una mujer no tenia casi ni voto por eso el silencio de muchas aunque eso me había servido para hacerme mas fuerte.

Deje que mis ojos se cerraran a penas un momento con el cual una furtiva lagrima recorría mi mejilla ahora que podía desahogarme en silencio y pensar con tranquilidad, no sabia porque me habían abandonado pero algún motivo tendrían, la cuestión era dejar el pasado atrás y cuando nadie me pudiera ver soltar todo lo que tenia dentro. Mis cambios de estado no eran tan bruscos pero hacerme tanto tiempo la fuerte podía afectar a mis propias ideas de cómo seria una vida en paz. No quería que nadie me viera como débil sino siempre dando por delante hacia los demás dándoles la cara y afrontando todo lo que pudiera venir en cualquier momento. Esperaba que nadie pudiera verme y era por lo que había entrado en el bosque, flexione mis rodillas apoyando a penas mi frente en ellas para suspirar profundamente dejando mis pensamientos en cada uno de los momentos que siguiera en una vida sin pensarlo.

Cuando abri los ojos estaba en el bosque completamente desnudo, -sera que nunca me iva a librar de esta maltida maldición- al parecer no pero al menos me preparo para noches asi.

Intente reconocer el que parte del bosque estaba, no me encontraba muy lejos de uno de los lugares donde habia escondido ropa, no me gustaba despertarme desnudo y tener que esperar a que anocheciera para volver a casa por lo que habia tomado la precaución de esconder ropa en varios sitios del bosque y marcalos. Me puse en marcha para ir a vestirme, caminaba escondido entre los árboles por si habia gente en los alrededores, no creo que ver a alguien desnudo en el bosque les parezca muy normal.

Cuando llegue al lugar, me di cuenta de que habia una joven hay -Que suerte tengo yo, tendre que esperar a que la chica se vaya para poder vestirme porque el otro lugar donde hay ropa esta bastante lejos- Mientras caminaba de espaldas para ocultarme de la chica tropeze con una ramita que crugio. Me quede completanmente en silecio para que la chica no me escuchara de nuevo y me encontrara.

Deslizaba mis dedos entre mis cabellos mientras en mi cara sin expresion alguna estaba metiendo pensamientos y mas pensamientos, de como seria este lugar y que personas podria encontrarme. No sabia con exactitud la respuesta a tales preguntas pero en parte debia de admitir a mi misma que me daba miedo el comienzo de algo nuevo que pudiera volverme a hacer daño. A la soledad ya me estaba acostumbrando pero mi caracter se habia vuelto bien cerrado. El jugar con mi pelo me ayudaba a tranqulizarme un poco y el pensar que estaba completamente sola en ese mismo momento.

De repente algo extraño llamo mi atencion al oir crujir una rama, me puse en pie mirando con atencion en busca de quien lo habia provocado, comenzo a llegarme un extraño aroma a penas conseguia distinguir que es. Lentamente me acerque quedandome apoyada en uno de los arboles cuando visualice a un chico de cabellos oscuros. Me quede pensando si dirigirle la palabra o no pues no sabia que buscaba y si quizas podria hacerme mas daño. Pero en ese momento pense que su aroma noe ra muy normal al menos no el de un humano... podria ser que fuera alguien como en ese momento lo era yo... especial. No podria ir preguntandolo asi como asi pues estaba castigado y la gente temia a lo qe no conocia, debia admitir que el chico estaba de buen ver sobretodo cuando lo tenia asi ante mis ojos.- Sueles ir como dios te trajo al mundo por la penumbra del bosque? si es asi deberia de saber que con gusto vendria a este bosque.- sonrei a penas sonaba de mala forma pero es que nunca me habia podido contener las palabras siempre deica lo que pensaba.- necesita ayuda?.- No sabia quien seria pero nunca se le negaba a nadie el saludo y menos ofrecerle una mano.