L' Énergie d' un Jardin (Aurora)

por **Philipp Ding** Lun Jun 06, 2011 2:57 am

Definitivamente, hay un placer especial en tratar de imitar a la naturaleza, pensaba mientras recorría sin prisa las intricadas callejuelas del Jardín Botánico de Paris. En estos sitios las ciudades expresan no solo sus gustos, o el de sus curadores jardineros, sino también el calibre de sus poderíos mediante plantas, flores, setos, árboles, fuentes, esculturas y diseños.

Algunas de las plantas a punto de florecer o que ya lo estaban eran las mismas que él disfrutaba cada primavera en su natal Sajonia, sin embargo había otras que nunca había visto y que reclamaron su atención y su tiempo. El clima era espléndido, realmente primaveral, y ya llevaba más de dos horas deambulando frente a los diferentes arreglos, en algunos de los cuales vió las bardas abiertas y osó franquearlas para echar un vistazo más de cerca.

Siguió paseando durante gran parte de la mañana por las asoleadas secciones cuando divisó un jardín que llamó su atención, no por sus plantas, las cuales apenas había detallado, sino por el equilibrio que su diseño le confería. Había algo misterioso que atraía su mirada pero que aún no podía definir. Se acercó para dar un vistazo más detallado y al llegar a la barda y mirar por encima de ella le pareció ver una figura parecida a la de un lobo escabullirse entre los parterres al sentir sus pasos. Sería que el desayuno frugal y la falta de un refrigerio se empezaban a estimular su nunca pobre imaginación?.

Decidió entonces acabar su jornada matutina tratando de ver si la barda del misterioso jardín permitía, en algún punto, su entrada. Al dar el primer paso en este arreglo de plantas sintió que una extraña energía invadía su cuerpo y decidió quedarse quieto para tratar de soportar, dominar y regular tan extraña sensación. Cuando lo creyó logrado y precisamente antes de dar su segundo paso se percató que justo a unos metros de él, y sin darse cuenta aún de su presencia ya que se encontraba de espaldas a él, una mujer de elevada estatura, abundante cabello castaño oscuro y talle estrecho se hallaba inspeccionando el jardín con ese aire que en los frecuentes visitantes se convierte en "de conocedor".

Philipp sintió la agonía de quien está a punto de ser hallado en una acción y un lugar indebidos, y para salir del incidente, antes de que la mujer se percatara de su presencia, decidió referirse a tan atractiva dama. Primero carraspeó para llamar su atención y entonces dijo: - Excuse mi intromisión Señorita, viene usted frecuentemente a este jardín?

por **Orland** Mar Jun 07, 2011 9:44 am

El Jardin Botanico es uno de mis pasatiempos favoritos. Lo camino con detenimiento, sin ninguna prisa, disfruto el olor de las flores en el aire, combinandose unas con otras, en un perfume exquisito. Habia heredado de mi padre, Adrian, el amor exagerado por la botanica. Cada clasificacion taxonomica, cada nombre cientifico, cada hoja y cada flor, la belleza de su fruto, me hacen sentir plena. Por un momento olvido que cualquier error me haria llevar a la hoguera. Absorvi el olor de una flor rara y hermosa, llenandome de su perfume. Mi naturaleza, me hace sentir estrechamente relacionada con las plantas, conocia sus usos, para bien y para mal. Una energia me saco de mis pensamientos. Sentia la presencia de un ser al que podia leer con toda facilidad. Dulce senti el aroma como la de mis amadas flores, y supe de inmediato que era un hombre, temble y fingi estar concentrada con una planta especifica mientras sentia su cercania. No soporte la inquietud que me producia esa persona, que me asome, y al sentir sus pasos me escabulli. Para mi las coincidencias no existen. Senti su voz, que estremecia el viento y cortaba el silencio. En ese instante le daba la espalda. Gire con lentitud y me centre en sus ojos, y en su mirada limpia. Lo note algo angustiado, y con suavidad le respondi

- Si muy amenudo, es una de mis pasiones , Señor... - Le deje un silencio para que tuviera la oportunidad de decirme su nombre.

por **Philipp Ding** Miér Jun 08, 2011 6:34 pm

Al girar lentamente su cuerpo para encontrar mi mirada pude comprobar como su presencia tenía la cualidad de atraer energías y congelar el momento. Ese ser que segundos antes, y visto de espaldas, me atreví a imaginar “agradable” superó mis expectativas al revelarse frente a mí. Cómo no detener mi mirada en esos ojos cuyo color aún no me atrevo a definir y que me miraban fijamente. Cuando habló, pudo entonces mi mirada hacer el salto hacía su boca de la cual cada palabra salía realzada.

Creí que habían pasado horas cuando pude desenfocar mi atención, de la confortable energía que sentía ella emanaba, para articular palabra: - Eso pensé. Tengo que confesarle que mientras miraba la forma como usted se relacionaba con las plantas, y también diría que ellas con usted, concluí que se trataba de alguien con un conocimiento no profano de las mismas.

Sin dejar de mirarla y de experimentar una agradable sensación al llenar mis ojos con tan despampanante presencia, me descubrí, ejecuté un gesto a modo de saludo con mi sombrero y proseguí: Antes que nada, quiero agradecer su deferencia con este desconocido al contestar mi pregunta la cual podría haber pasado por impertinente.

Coloqué nuevamente el sombrero en mi cabeza mientras juzgaba que sería apenas justo y de buenas maneras presentarme: - Me llamo Philipp Ding, llegué hace unos pocos días a Paris procedente de Sajonia y como lo puede ver uno de mis lugares de visita obligado en cada ciudad que tengo la fortuna de conocer es su jardín botánico.

Pero dígame Srta…. Esa pasión de la cual habla es del tipo estético?, profesional? , académico?

por **Orland** Jue Jun 09, 2011 10:17 am

Escuche con detenimiento su pregunta. Su acento extranjero, lo hacia encantador, mientras hacia una reverencia con su sombrero. Su cabello rubio parecia al oro de alquimia, mientras sus ojos parecian dos piedras lapizlazuli. Lo mire con delicadeza y respondi su pregunta.

- Todas y ninguna, caballero- respondi enigmatica- las estudio academicamente, las cuido como una profesional - acaricie un petalo de la extraña flor que tenia al lado, y me dirigi caminando lentamente hacia el- y las admiro esteticamente.

Le sonrei. No tenia muchos amigos en Paris, y ninguno un humano, que solo por la facha, parecia de buenas costumbres y de mi mismo estatus. No soy clasista, pero me sentia comoda, con una persona que no sintiera cierto escosor por mi clase social. Ademas, teniamos ambos aparentemente la misma pasion, que yo usualmente no compartia con nadie. Queria sentirme normal, y olvidarme un segundo, de aquel karma,que comprendia para mi, la magia y los hechizos, y ser por un instante una dama, en el jardin botanico, con una pasion hacia la naturaleza, hablando con un caballero, que sin que el supiera, emanaba una energia dulce como cualquier flor del lugar.

por **Philipp Ding** Dom Jun 12, 2011 10:29 am

Al oír la forma en que desarrollaba su respuesta rápidamente comprendí varias cosas. Se trataba de una mujer que no se confiaba en su impresionante imagen, refinada, tal vez estudiada (pregunta pendiente), pero definitivamente culta.

- Gracias por su respuesta. Sin embargo debo reconocer mi torpeza empezando por señalar que, tal vez, por no entrar en un cliché en cosa de presentaciones, no hice obvio mi interés en saber su nombre – Expresé estas palabras al tiempo que intensifiqué mi mirada aunque tratando de que mi tono fuera el menos acosador posible.

En mi interior ebullían escenarios en los cuales se explicaban los argumentos dados a su primera pregunta por tan fascinante mujer. Se explicaba fácilmente que una mujer hermosa tuviera interés estético por las flores, aunque este placer estuviera igualmente disponible para las menos hermosas. Algunas pocas aparte de disfrutarlas se tomarían el trabajo de cultivarlas en sus jardines, claro a través de sus sirvientes... pero aún no encajaba el hecho de que ella revelara que las cuidaba como “profesional”. Ya tendría la oportunidad de aclarar esta afirmación. En cuanto a estudiarlas, esto la convertía, como ella misma lo decía, en una “académica”, y esto fue lo que más me impactó ya que denotaba un carácter libre e independiente. Pocas mujeres están dispuestas a aventurarse en el mundo del conocimiento a sabiendas de que esto, tarde que temprano, les traerá inconvenientes, no solo con la sociedad, sino en sus relaciones personales.

Caí en cuenta, por el incomodo silencio, que había ido muy largo en mis cavilaciones y decidí proseguir con el curso de la apenas naciente conversación:

- Encuentro su respuesta a la vez interesante y enigmática. Con sus palabras me lleva usted al borde del abismo de la curiosidad. Quisiera entonces preguntarle: ¿me autoriza a saltar al vacío?-

por **Orland** Jue Jun 16, 2011 12:50 pm

Note que el joven hermoso, dejaba diluir su timidez y con gentileza casi imperceptiblemente, daba el segundo paso. Por mas que me esforzaba, no podia paracer una joven normal dama parisina y de ninguna parte. Me sentia en ocasiones fuera de lugar y eso me provoco anteriormente dolorosos rechazos. Pero ahi estaba el, con sus cabellos de oro y sus ojos de lapizlazuli, mirandome fijamente. Se sintio apenado por no preguntar mi nombre, a lo cual sonrei con toda franqueza. Yo tampoco habia preguntado el suyo. Lo mire hundirse en las profundidades de sus cavilaciones, no quise leer su mente, preferia el factor sorpresa. Me agradaba su presencia, ya que no resusltaba un hombre egocentrico, ni misogino como resultaban, los desquiciados hombres de la sociedad que compartiamos. El era distinto, tiene una fina distincion, envuelta en una sencilles sobrecogedora. Me sentia eclipsada, desde que llegue a Paris ningun hombre se habia acercado a mi de esa manera. A su ultima pregunta, despues de un incomodo silencio respondi

- Mi nombre es Aürora Montobello... de la casa Montobello de Florencia..- hize un a venia sin quitar mis ojos de el sonriendo- Tome mi mano y lo guiare a ese abismo- extendi mi mano hacia el- pero antes de saltar desearia saber el nombre de tan especial suicida...- lo mire y quede fija en sus ojos azules.

por **Philipp Ding** Dom Jun 19, 2011 7:50 pm

De todas formas sentía que ya había saltado al vacío. La combinación ante la cual me encontraba, personificada en tan impactante mujer, era la mejor de los dos posibles extremos con los cuales los hombres tenemos dificultades para tratar. Vamos por el mundo con la errónea creencia de que la belleza de una mujer es inversamente proporcional a su intelecto. Una mujer hermosa e inteligente casi siempre se enfrenta a uno de dos comportamientos por parte de los varones: huida o fascinación.

Me encontraba en un estado de indefensa fascinación cuando oí su meliflua voz develando su nombre. Ah! Empezaba a comprender, un poco, la poderosa razón de tan irresistible combinación: Italia tierra de pasiones, y de todos sus terruños Florencia cuna de la estética.

Sentí una extraña urgencia en ser capaz de transmitir con mi mirada lo mismo que la suya hacía sin despegarse de la mía. Me llenaba de una energía franca, plena, transparente. Urgencia que fue mitigada por su maravillosa sonrisa y el bondadoso gesto de su mano al ofrecerse como guía para satisfacer mi curiosidad acerca de ella misma. Esas palabras tuvieron un efecto ensoñador el cual duró poco debido a lo que a continuación escuché.

El hecho de que no recordara mi nombre, debo admitirlo, me preocupó sobremanera. Habría faltado a las normas de la cortesía parisina y ella simplemente hacía caso omiso de mis palabras de presentación para otorgarse el privilegio de preguntar ahora mi nombre?. Posiblemente en Paris se estilaba que si una dama accedía, por vez primera, a contestar las preguntas de un caballero tenía la prerrogativa de revelar su nombre y averiguar el de su interlocutor. Posiblemente yo había faltado a las buenas costumbres y torpemente me había presentado y luego de manera poco galante había tratado de averiguar el suyo. - Oh mon dieu que la maladresse! - .

- Señorita Montobello, soy Philipp Ding, escritor de profesión y ante usted suicida por fascinación!!! - Dije algo torpemente a la vez que tomaba su delicada mano, la cual tuve el deseo de besar, inmediatamente inhibido por mi ignorancia acerca de las buenas costumbres de lugar. A cambio de eso, delicadamente y de la forma más natural que pude, dejé que la palma de su mano descansara sobre el dorso de la mía, y mientras continuaba mirándola expresé: - Creo que su guía me ayudará a contrastar en qué se parece nuestro mutuo interés por la botánica, pero antes quisiera que me contara qué hace que tan distinguido miembro de la casa Montobello haya abandonado Florencia para adornar Paris? - .

por **Orland** Jue Jun 30, 2011 8:22 pm

Sonrei ante el dilema que sus ojos mostraron al tomar mi mano. Habia escuchado antes su nombre, pero me divertia debo admitirlo, oir su delicioso acento diciendolo. Su ultima pregunta me hizo sentir desvalida y esquive su mirada. Que le responderia?... no queria ahuyentar a tan agradable joven con mi oscura historia, atine a responder...

- Simplemente Florencia se torno una ciudad dificil para mi... y usted, noto claramente que no es de Paris... que lo ha traido aqui?- le dije un poco por saber y otro poco por desviar lentamente la conversacion.

Lo mire sin tapujos y senti que me avergonzaba, ya que jamas habia sido tan lanzada con un hombre... que pensaria en ese instante de mi?

por **Philipp Ding** Dom Jul 17, 2011 9:29 pm

Su sonrisa hizo surgir una llamita de confianza en mí, pero su repentina mirada esquiva actuó cual potente ventarrón logrando no solo apagarla sino también…. De repente me di cuenta que ella empezaba a articular una frase la cual estuve a punto de dejar de escuchar por hallarme absorto en valorar mis oportunidades de no ser mal interpretado y mal recibido por tan hermosa mujer.

- Me pregunta usted qué me ha traído a Floren… perdón a Paris. Bien desde lo profesional, digamos que la invitación de ciertos colegas para compartir con ellos mi … dudé un momento si usar la palabra “obra” podría sonar presuntuoso y decidí continuar con: - producción literaria -.

- Ahora, y si me lo permite, Señorita Montobello, me temo que tendré distanciarme un poco de usted y decirle que no podría contarle los motivos personales que me trajeron a Paris empezando mi respuesta con un “simplemente” como usted lo ha hecho. Creo que para cada persona la decisión de cambiar su sitio de residencia no siempre se convierte en algo simple.

En el caso mío sentí la urgente necesidad de un cambio de aire, de gentes, de costumbres, de historias y por eso decidí, por ahora temporalmente, dejar mí bien querida pero provinciana Sajonia por la gran ciudad que se dice es Paris. Por eso no puedo entender, por comparación, si en mi caso no ha sido fácil dejar mi entorno en el suyo cómo simplemente Florencia se tornó difícil para usted? -.

Sin dejar de sostener su mano en la mía, la miré con una mezcla de curiosidad y vergüenza en espera de que ella notara a la vez mi incomodidad por presionar una respuesta más completa de su parte, pero a la vez mi interés en conocer algo más de su vida, la cual desde ya sospechaba apasionante.

por **Orland** Lun Jul 18, 2011 12:26 pm

Por un instante senti que con mis esquivos lo habia alejado y senti por un segundo algo de pena. Pero aquel bello joven de Sajonia llamado Philipp, y escritor, era persistente, y me cautivaba con ello. Nuestras manos seguian unidas, y no iba a ser yo la que rompiera aquel momento. No me atrevia, a pesar que me miraba con sus profundos ojos de lapizlazuli, contarle mi oscuro secreto. Lo mire con dulzura, y algo de magia salio de mi sin intencion. Una brisa suave cruzo el Jardin Botanico, y muchisimas mariposas amarillas cruzaban el lugar envolviendonos a ambos. Noto la cara de sorpresa de mi dulce acompañante, mirando al lugar lleno de mariposas. Lo sujeto fuerte de la mano y lo saco lentamente de ese lugar, aun con las manos juntas, a caminar por el laberinto de pasillos. Le sonrio, y tal vez en un momento de audacia, o en un repentino sentimiento de salir de tantos secretos me atrevi decirle

- Sali de Florencia por que mi familia era perseguida para ser asesinada... una persecucion sistematica para quedarse con nuestros bienes..- le dije mirandolo bajo y llenandose mis ojos de lagrimas. Sabia que le habia dicho una verdad a medias, y esperaba como silos minutos fueran eternos que Philipp dijera algo.

por Contenido patrocinado

L' Énergie d' un Jardin (Aurora)

L' Énergie d' un Jardin (Aurora)

Re: L' Énergie d' un Jardin (Aurora)

Re: L' Énergie d' un Jardin (Aurora)

Re: L' Énergie d' un Jardin (Aurora)

Re: L' Énergie d' un Jardin (Aurora)

Re: L' Énergie d' un Jardin (Aurora)

Re: L' Énergie d' un Jardin (Aurora)

Re: L' Énergie d' un Jardin (Aurora)

Re: L' Énergie d' un Jardin (Aurora)

Re: L' Énergie d' un Jardin (Aurora)

Re: L' Énergie d' un Jardin (Aurora)