Before the night Comes (libre)

por **Fernando Montier** Miér Jun 08, 2011 9:45 pm

atardecer, o tormentoso y bello atardecer, hace un año ya no eres el mismo, hace uun año, dejaste de brillar para quemar, yo quiero bailar, cuando tu me ordenas que debo matar, me encuentro ahora caminando con mi vestimenta de hombre rico, parezco un principe salido de una novela, tomo mi carruaje al cual lo guian 4 caballos negros, estrategicamente acomodados, unodetras de el otro, el primero se llama Libertad, el segundo se llama Bello, el tercero se llama Anochecer, y el cuarto, a el cuarto, le he puesto Luz Bella, en homenaje al ser al que yo di mi alma, por esta vida, tan hueca pero llena de vida.

Me deje guiar por mis deceos, por donde mi corazón me indicaba que debía ir, la plaza de paris, la plaza de paris, siempre se viste tan bella en los atardeceres, es tal vez el momento en que encuentran mayor paz interior los habitantes, pues en el día se recuperan de los ataques extraños que ocurrieron la noche anterior, y en las noches, preparan las armas, los crucifijos y todo lo que ellos creen que les servira para protegerse de el "demonio", como ellos denominan a los no muertos, solamente yo, sé la cara que tiene el diablo, y su novia...

me baje de el carruaje, y me quede ahí parado a media plaza contemplando el ir y venir de un atardecer de miercoles, una señorita caminaba cortejada por su novio, a leguas se notaban que apenas estaban en la primeea de el noviazgo aambos, se les nota el amor randiando en sus ojos, en sus ojos no hay recentimientos ni celos, solo eso amor... amor es algo que yo no debo sentir, tengo que reprrimir ese sentimiento si quiero seguir pisando este suelo

depronto senti que alguien estaba detras de mi, tenía la mirada dura era imposible no notarlo

por **Darielle Libberman** Jue Jun 09, 2011 11:37 pm

Aun no sabia si hacia lo correcto de mantenerme sola, la soledad nunca habia sido mi estado natural... y ahora... se me habia ocurrido la gran idea de comenzar a practicarlo, claro, estar sola significaba pasar el día recorriendo las calles en busca de ... nada y las noches en casa.

Y hoy... era un día de esos, en que la tarde significaba regresar a casa, aun cuando traía en la muñeca aquel grillete para "evitar" inconvenientes, parecia insignifcante y representaba el cautiverio propio. Una pieza que hacia total contraste con mis humilde vestido de segunda mano, el brillo del grillete era espectacular en comparación de todo el resto de mi. Llegue a la plaza de Paris y me detuve a contemplar un momento el bullicio del lugar, incluso me lastimaba los oidos tantos ruidos que para un humano parecian insignificantes, y aun así, permanecí ahí, tratando de sentirme adaptada, aunque fuera un instante.

El atardecer marcaba la hora de regresar a casa, regresar a la soledad, a ocultarme como si yo hiciera algo malo.... Camine decidida, claro si a mis pasos se podrian llamar decisión hasta toparme con un sujeto que estaba de espaldas, su aroma... ese aroma no era de un humano trabajador cualquiera, no iba acorde a sus vestiduras, olia muy parecido a esa hechicera... mantuve mis ojos en el más tiempo del necesario embriagandome de un aroma "familiar", reí como tonta mientras bajaba la mirada, un extraño me reconfortaba sin siquiera hablarme.

- Disculpe mi torpeza, estuve a punto de chocar con usted - dije sin tener que hacerlo, mientras me decidia a alejarme, no era bueno estar frente a esa clase de personas... podrian saber lo que era.

por **Fernando Montier** Miér Jun 15, 2011 4:45 pm

tal vez escogería a la joven o al amante que esta a su lado, es censillo mis victamas nunca son personas buenas, siempre son personas que han causado daño a la sociedad, era como una forma de limpiar mi conciencia, y de verme a mi mismo como un vengador, mientras miraba y pensaba sentí un ligero empujón que me hizo trastabilar, y avanzar 3 pasos sin mucha firmeza, pero cuando recupere mi equilibrio mire aquel que me había empujado

Una joven rubia, muy bonita, con ojos color el cielo me miraba y se disculpaba, alejandose un poco tal vez con miedo.... pero en lugar de dejarla ir, la tome de el brazo

no se preocupe... le dije con voz serena y notando en ella un brazalete muy particular donde lo a conseguido? le pregunte observando cada detalle de aquel brazalete, parecía que tenía alguna clase de echizo de protección encima

por **Darielle Libberman** Vie Jun 17, 2011 11:12 pm

Abrí los ojos al sentir como me tomaban del brazo por aquel extraño, su agarre no me lastimaba sin embargo era lo suficientemente fuerte como para que no me pudiera safar a la primera y más aun cuando preguntó donde lo habia conseguido, miré directamente mi muñeca y alcé la mirada para verlo a esos oscuros ojos.

- Es un regalo de mi fallecida madre - contesté estudiando su rostro, sus facciones eran bastante jovenes, pero en su mirada... habia algo que me hacia ¿temerle? tanto que bajé la mirada mientras mi mano libre se posaba en la mano que sostenía mi brazo - aun cuando menciona que no me preocupe, me disculpo - aun cuando pareciera una mujer fragil y debil tenia poco de aquello, pero no hice intento de soltarme, por alguna razón mi corazón latia con fuerza como alertandome de algo... pero si no estaba segura, no podía hacer nada. - Al parecer mis malos modales reinan en esta noche, mi nombre es Darielle Libberman, - miré hacia su mano y nuevamente lo miré.

por **Fernando Montier** Dom Jun 19, 2011 12:37 pm

le solte al instante, era un cambia forma y yo no quería meterme en lios, ademas era mi primera noche devuelta en paris un regalo para protegerle de el mal... asombroso su madre debió quererle mucho sus cabellos eran inmensamente bellos, tal vez mi señor la trajo ante mi tal vez quería que nos encontraramos

hace un poco de frío.... gustaría usted tomar alguna bebida, es para... mientras hablaba movia las manos, algo muy tipico de mi compenzar mi mal comportamiento... le sonreí una sonrisa grande pero antes de todo esto ella se presento

yo hice una reverencia, incline mi cabeza y tome su mano mi nombre es fernando mucho gusto deposite un beso en la palma de su mano

por **Darielle Libberman** Dom Jun 19, 2011 1:07 pm

Escuché sus palabras y complete - o quizás para proteger a otros - desvié la mirada mientras el me ofrecia ir por una bebida, antes que pudiera contestar tomó mi mano colocando un beso en ella a lo cual nuevamente ese sentimiento de precaución nació en mi interior.

- Le acepto un café - contesté de manera tranquila sin denotar la precaución en mis palabras, normalmente era la timidez la que me detenía pero ahora era otra clase de sensación, sus oscuros ojos invitaban a sumergirse en ellos, a olvidarse de todo lo demás y solo escuchar sus palabras sin poder decir que no...¿quizás solo era mi imaginación? - aun cuando conozco muy poco de esta cuidad, hay un café cercano ¿que le parece señor Fernando? - sonreí con cierta timidez al no haberme negado ¿porque lo hacia? ¿mi curiosidad por tal ser era mas fuerte que el temor propiciado por su presencia? "Deberias aprender a decir que no" susurraba la voz en mi mente.. pero no le presté mucha atención.

Tomé su brazo como las damas solían hacer, la plaza estaba semi desierta y prefería caminar por donde las calles fueran mas concurridas... al menos por ahora que la noche aun no caía.

por **Fernando Montier** Dom Jun 19, 2011 1:20 pm

ella acepto mi invitación, es como cuando se acepta la invitación de un ser maligno, aun recuerdo cuando hice mi venta de alma, mi curiosidad era mas fuerte que nada, incluso cuando sabía que aquello terminaria mal

sentí su suave mano dentro de mi hombro y sonreí era muy calida, no le haría daño, aunque en unas horas no sería yo quien controlara mi cuerpo, si no el diablo, caminamos como las pajeras de esta plaza, el atardecer entraba más, pero la oscuridad aun no llegaba en su totalidad, caminamos así hasta mi carruaje, con los cuatro caballos en la misma posición que los deje como estatuas
iremos si me lo permite al de un amigo, es barato y muy bueno cafe español le abrí la puerta de el carruaje como caballero pase, es una cabina muy comoda... espere a que subiera para poder cerrar la puerta...

por **Darielle Libberman** Dom Jun 19, 2011 1:29 pm

Asentí ante su invitación de ir al lugar donde su amigo, miré aquellos caballos que se mantenían demasiado quietos, los miré más de la cuenta mientras un pensamiento cruzaba mi mente "A los animales nunca se les puede contener de ser libres.... " me sabia mas que bien esa frase.

Subí a la carroza decorada como las personas de la clase alta, pero el había dicho que iríamos a un lugar donde el café fuera barato, esperé a que el mismo subiera para poder dejar la plaza "Esa clase de voz, esa mirada... algo no esta bien" pensaba sin demostrar mi inquietud, había aprendido a disfrazar todos mis temores con timidez.

- ¿Es usted de esta región? - pregunté aun tratando de recordar donde había sentido una presencia tan imponente pero a la misma vez ten perturbadora - yo aun no conozco mucho... tengo poco de llegar, bueno, mi jefe y yo tenemos poco de hacerlo- musité mirando como avanzábamos por las calles hasta cierta zona desconocida para mi.

por **Fernando Montier** Lun Jun 20, 2011 11:17 am

"a los animales no se les mantiene en libertad" esa frase la había encontrado en varias ocaciones en protestas hacia el maltrato animal, pero y a los humanos se les puede?, que clase de dios condenaría a sus hijos a mantener un animal en sus interiotes

subió al carruaje y yo cerré la puerta de madera, había notado en su mirada cierto descontento al ver a estos animales atados y al servicio de mi mano diestra, entonces conmo un acto de retorbar sus impulsos golpee a los caballos con el látigo evidentemente estos relincharon de dolor, más sin en cambio conteste sereno a su pregunta soy un mestizo, mi madre es una gitana de paris, y mi padre era un navegante español conteste y los caballos andaron dejando atrás la poca muchedumbre y adentrándonos en callejones estrechos

por **Darielle Libberman** Mar Jun 21, 2011 12:41 pm

Aquella manera de actuar me hizo mirarlo fijamente a los ojos, aun cuando mi rostro se mantuvo totalmente sereno y le dedique una ligera sonrisa, sus acciones hacia los equinos eran totalmente injustificadas, ahora recordaba donde habia conocido una mirada como la de el. - Entiendo.... - contesté mientras giraba mi mirada hacia la pequeña ventana del carruaje admirando las calles parisinas que poco a poco se comenzaban a cubrir de la oscuridad.

Mi mente se transportó hasta mi antiguo hogar, la noche en que el Conde falleció y conocí el rostro de la maldad, en los ojos de la Condesa se reflejaba la misma oscuridad que veia en los ojos de Fernando. Cerré los ojos un instante mientras sentía como el carruaje se detenia - ¿hemos llegado? - mis ojos miraron el lugar donde estabamos, no era tan concurrido incluso podría admitir que era un lugar muy oscuro, esperé por su aprovación para bajar del carruaje.

por **Fernando Montier** Jue Jun 23, 2011 12:20 pm

Era un cambia forma eso ni dudarlo un momento, lo adivine con su mirada de rodio hacia mi persona cuando golpe a los caballlos, no hubo mucha platica en el trayecto, yo me sentía raro, con poder sobre ella, aunque no lo tuviera, pero no debo ser tan malo con ella, debo ganarme su confianza, me detuve en un portón de madera café y que lucía algo viejo, en la puerta colgaba un letrero que decía "Posada Nocturna" un nombre poco original pero muy apropiado

si hemos llegado... me aproxime a abrirle la puerta de la carroza y le tendí mi mano diestra para que se apoyara de ella por favor Madam... permitame debía ser un caballero, y bueno eso se me daba con naturalidad

por **Darielle Libberman** Jue Jun 23, 2011 8:46 pm

Miré aquel portón antiguo, las calles estaban mucho menos transitadas en aquel lugar, suspiré en cuanto se bajo ¿en que problema me habia metido?, al menos agradecia el poder protegerme a mi misma de ser necesario... aunque en el fondo esperaba no hacerlo.

Miré como me tendía su mano y la tomé para descender de la carroza - se lo agradezco monsieur - contesté con una ligera sonrisa al quedar frente a el. Caminé a su lado pasando a un lado de los oscuros caballos y acariciando su crin con los dedos, aquellos caballos eran sumamente hermosos... - son muy bellos... - como si no fueran reales - ¿usted visita muy seguido este cafe? - pregunté mientras aquel portón se abría dando paso a un lugar antiguo pero acogedor, incluso me recordaba la antigua cafetería de mi antigua residencia, lugar donde mi madre en ocasiones me llevaba cuando ganaba algunos monedas extras. Era tan raro sentirse por un instante incomoda, pero después encontrar ciertas cosas buenas en esta noche tan extraña.

por **Fernando Montier** Vie Jun 24, 2011 12:54 am

no agradezca nada es un placer le dije al bajarla, todo estaba tan en silencio que pude escuchar sus zapatillas golpear contra el piso, nos pusimos en marcha hacia el viejo portón, se abrió una rendija y unos ojos oscuros y con ojeras en los parpados se asomaron antes de abrirnos y permitirnos la entrada, note también como se despedía de los caballos hizo un comentario sobre lo elegantes que resultaban ser son españoles de pura raza mi Lady le dije sintiendome orgulloso de el linaje de mis animales

entramos al lugar, había grandes mesas, y unas señoras regordetas (pero elegantes), acompañando a hombres de no muy buen asoecto que cualquiera diría que son piratas, y tal vez no se equivoque

me aproxime a abrirle una silla mientras le contestaba solo cuando tengo ganas de un delicioso café le sonreí y despues de que se sentó, me sente yo enfrente de ella y un muchacho como de doce años, con ropas de autentico niño pobre se nos aproximo y dijo que van a ordenar yo mire a mi acompañante y después me gire al niño con una sonrisa, para volver devuelta la vista a la joven y esperar que ella ordenara su café primero

por **Darielle Libberman** Mar Jun 28, 2011 10:41 am

Al entrar al lugar, el aroma de las bebidas inundaba el ambiente, el lugar no era muy grande por lo cual el clima era bastante cálido y agradable. Las personas que ahí se encontraban tenían pinta de no ser personas de clase alta, por lo cual al menos me sentí un poco en confianza, no había que tener tantas poses, tanto cuidado de no decir o no hacer algo que pudiera hacer que te miraran con rostro enojado.

Agradecí ligeramente en cuanto me ayudó con la silla, era un hombre muy extraño, su mirada reflejaba maldad, pero sus actos eran el de un caballero, pero en la vida las apariencias siempre engañan, y yo misma era prueba de ello. Estaba decidida a dejar de pensar en aquellos momentos extraños y tratar al menos de pasarla bien.

Un pequeño niño con ropas harapientas me hizo mirarlo con compasión, tener que trabajar en un lugar así a tan corta edad, miré a Fernando que no había ordenado nada y sonreí mirando el desgastado menú - un café con leche - pedí con cierta vergüenza, si mis gustos no eran tan refinados... Esperé por que el pidiera algo.

En el momento en que el pequeño niño se fue, lo miré con una ligera sonrisa en el rostro - y dígame Señor Montier ¿desea platicar de algo? - alrededor los hombres iban y venían con aquellas mujeres de compañía.

por **Fernando Montier** Mar Jun 28, 2011 2:59 pm

note como miraba y como su carazón humano se compadecía de el joven poco arropado y con el rostro mugroso, más sin encambio busque no prestarle tanta atención si así lo hacía puede que yo mismo sintiera compasión, y sentir no me esta permitido, Ordeno entionces un café con leche y note que se ponía timida para darle confianza dije al muchacho quiero lo mismo , al instante el joven obedeció y se dio la vuelta marchandose directo a la cocina
me desacomode un poco las ropas, que en aquellos tiempos eran muy apretadas e incomodas hablemos de ti... y un poco de mi sonreí de una manera un tanto socarrona que hacias sola en la plaza por ejemplo le dije mientas con mi mano izquierda jugaba con un palito de madera, que no sé de donde salió tal vez sea una astilla o tal vez algún niño despistado le dejo aquí

por **Darielle Libberman** Mar Jun 28, 2011 3:28 pm

Aquel pequeño andrajoso se retiró con singular rapidez hasta la cocina ¿acaso su madre trabajaría ahí? o el infortunio lo abría orillado a estar en tal establecimiento. Lo miré como se desacomodaba su saco y chalequillo mientras le dedicaba una ligera sonrisa. Me empecé a preguntar si tendría un poco de parecido conmigo, las ropas podrían reflejar cierto estatus, sin embargo no se veía incomodo ante tal lugar.

- Le aseguro que no hay mucho que saber sobre mi - sonreí mientras miré un instante como entre sus dedos se paseaba un palito de madera. Nuevamente presté atención hacia el mientras contestaba su siguiente pregunta - he llegado a esta zona de París hace un par de días, por lo que me tomé la libertad de intentar explorar sus calles y conocer un poco de la clase de gente que vive en este lugar - era totalmente cierto lo que decía. Alisé el faldón de mi vestido deteniendo un instante aquella improvisada conversación, las palabras siempre salían de mi boca aun cuando aquellas me metieran en problemas y claro... eso paso nuevamente - ¿usted siempre invita a mujeres desconocidas a tomar un café? - sonreí tranquila ladeando ligeramente la cabeza y buscando en su rostro alguna emoción, pues hasta el momento no había encontrado alguna.

por **Fernando Montier** Miér Jun 29, 2011 1:49 pm

Era nueva, me pregunto como a sobrevivido al hecho de ser nueva, de seguro muchos la miran como un bicho raro, justo como cuando yo llegue de España, incluso imagino le han puesto sobre nombres, la han llamado de todas las formas, pero algo esta seguro muchos la han visto, es una persona a la cual simplemente no puedes evitar no ver, destaca su belleza quizás no tanto sus ropas
aquí todos son muy, falsos mentirosos, para ellos importa mucho la forma en que te vez más no como eres... le dije y unos minutos después llegaron las ordenes de los café con leche, que le habiamos pedido al muchacho, yo pregunte su nombre supuse que sí me portaba bien con aquel niño me ganaría sobremanera la confianza de mi invitada
Respondio al nomvbre de Alexander, yo con una sonrisa amistosa en los labios saque un par de monedas y se las di al joven, el cual se mostró sumamente contento, minutos después se alejo

había escuchado claramente la pregunta "acostumbro llevar chicas a este lugar?" más sin en cambio decidí no responder su duda y me levante sigueme le pedí de una forma amable le mostraríaa el patio de el lugar

por **Darielle Libberman** Jue Jun 30, 2011 7:54 pm

Sus afirmaciones me intrigaban ciertamente, pero al final de la noche era totalmente cierto, la mayoria de las personas solía juzgar a cualquiera por su vestimenta, por lo que aparentaba... aunque muy en el fondo a pesar de las enormes riquezas y joyas que llevaran consigo, tenían negro el corazón. - No dudo ni un instante de sus palabras, los hu... - corregí de inmediato - las personas aparentan lo que son con brillos y cosas llamativas, aun cuando por dentro no valgan un solo centésimo, pero es bueno que te lo recuerden día a día para que tu no sigas su camino - sonreí ligeramente.

Aquel joven regresó con los cafes a lo cual agradecí con una ligera sonrisa, Fernando lo trató de manera diferente e incluso le hizo un poco de charla, - muchas gracias Alexander - susurré justo cuando se iba con una gran sonrisa que iluminaba su rostro por las monedas que le habian dado. Miré hacia Fernando y miré como se levantaba y decia un muy amable "Sigueme" el café humeaba por lo cual aun no lo podría beber - espero que Alexander guarde nuestra mesa hasta que regresemos- alisé los pliegues de mi vestido y tomé su brazo para aparentar ante todos los que nos miraban tan insistentemente - ¿a donde es que vamos señor Montier? - pregunté en un leve susurro sin mirarlo a los ojos y observando alrededor. Me comencé a preguntar que traía en manos mi acompañante...

por **Fernando Montier** Vie Jul 01, 2011 11:01 am

ella comenzó a afirmar mi comentario acerca de lo que los parisinos aparentaban siempre lo que no eran, pero corrigió a ultimo minuto, lo cual me afirmaba que no estaba ante una simple chica, tomo el café caliente entre sus manos y luego me tomo de el brazo, nunca nadie lo había hecho incluso me sentía por primera vez, acompañado, acompañado de mi propia victima, me dolería demasiado matar le o echisarle, pero esto era un sirviente de el diablo
vamos a la terraza le dije sin mirarle, pues una lagrima se me había escapado de los ojos, me sentía mal conmigo mismo, esto pasa aveces, por eso no debo encariñarme con las personas que me acompañan

caminamos unos metros, saliendo por la puerta y viendo el estrellado cielo nocturno, y metros adelante un barandal perfectamenet bien decorado le gusta... como ya no salían lagrimas me atreví a mirrla a los ojos

por **Darielle Libberman** Vie Jul 01, 2011 2:56 pm

Caminamos de manera tranquila aun cuando las miradas de aquellos hombres de aspecto ruin nos miraban como si desearan asaltarnos en ese instante. Fernando no me contestaba a mis preguntas, sus silencios me hacían preguntarme el porque era en momentos tan amable pero después me dedicaba su silencio.

En ese momento una terraza se alzó ante nosotros, era muy diferente al aspecto de dentro del café, en realidad era un lugar bastante hermoso. Por fin mi acompañante hablaba y me miraba, solté su brazo y caminé hasta donde el barandal estaba giré para mirarlo a los ojos y sonreí de manera totalmente sincera, a pesar del temor que pudiera sentir a momentos, los mínimos detalles eran agradecidos por mi persona - Es muy hermoso - en aquel lugar habían pequeños jarrones con flores, el cielo estrellado daba la iluminación perfecta, incluso la brisa era bastante cálida y agradable por lo cual no había que abrigarse - le agradezco mostrarme este hermoso lugar, ¿a usted le gustan los sitios así? - pregunté esperando que al menos esa pregunta si me la pudiera contestar.

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