Athina A. Bricassart

por **Athina A. Bricassart** Jue Jun 09, 2011 9:56 pm

Nombre del Personaje: Athina Anya Bricassart.
Edad: 19 años.
Especie: Humana.
Tipo y Clase Social: Extranjera - Cortesana.
Orientación Sexual: Heterosexual.
Lugar de Origen: Grecia.

Descripción Física:

Athina, goza de un cuerpo atlético y delgado. Aunque en la época el estereotipo de mujer era "rellenita" y no tan flaca, ninguno de sus clientes se había quejado nunca de su estado físico. No es de cuidarse mucho en las comidas, ya que desde niña era más bien menuda. Quizás por el estado socio-económico de sus padres (que más de una vez le tuvieron que hacer saltarse comidas), o por simple genética.
No mide más que un metro setenta, una medida que muchas veces sobrepasa la media de las mujeres de la época, haciéndola un poco más esbelta y hasta a veces, resaltante. Sus piernas, largas y delgadas, no tienen nada significativo, más que algunos pequeños vestigio de cuando era pequeña, sobre todo en sus rodillas, pero al llevar siempre medias largas o red no se le notan esos detalles.
Sus curvas no se destacan entre sus compañeras. Sus senos no son demasiado grandes y tampoco pequeños, suele renegar de ellos. Plano vientre. Su trasero, acompaña la medida de sus senos, no siendo excesivamente grande, ni muy pequeño.
Su rostro, puede entrar en la categoría de ovalado, aunque su marcada mandíbula podría sacar a su rostro de esa sección. Unas finas y oscuras cejas, acompañan a sus ojos. Ojos, a los cuales es difícil encontrar un color adecuado. Suelen acelerarse o oscurecerse depende del tiempo en la región, por lo que pueden ir de un azul oscuro hasta un marrón muy, muy, claro. Su nariz, tiene una longitud media, con un puente fino y liso. Y aquí llegamos a su aspecto más resaltante, sus labios. Grandes, carnosos y rosados. Suele pintárselos de un color rojizo que hace definir y resaltar sus cualidades, haciéndolos todavía más grandiosos.

Spoiler:

Descripción Psicológica:

No es muy expresiva. Suele guardarse sus emociones, quizás, porque teme ser lastimada ya sea por burla o por no tomarsela en serio. Por lo que, si siente algo bueno como algo malo nunca lo expresa por ese temor. Por eso mismo, suele ser muy callada y hablar en los momentos justos y necesarios. Sobre todo en el burdel, en donde era nueva y necesitaba ser aceptada de alguna forma, y la manera que encontró fue siendo casi invisible, hablando poco con sus compañeras y siempre esperando un gesto de ellas para empezar la conversación. Puede ser miedo, timidez, o querer ser aceptada de esa forma.
Aunque no demuestra sus pensamientos y menos sus sentimientos, por la cabeza de Athina pasan millones de cosas. Es soñadora, creativa y se cuestiona muchas de las cosas del mundo en el que vive. Esas cuestiones que se hace, llega un momento en que las deja de lado, sabiendo que ella no podría hacer nada para que el "sistema" cambie.
Suele tener un halo infantil, pero sensual sin proponerselo al mismo tiempo. Esa especie de aura infantil y aniñada le hace llegar clientes con algún tipo de fetichismo o simplemente les excitaba ese rostro inocente durante el sexo.
Es alegre y dulce con las personas allegadas, que, aunque ahora no tiene, solía serlo.
Uno de los puntos débiles de su personalidad, es la poca autoestima que tiene. No se valora tanto como debería, cosa que haga que, desde sus ideas y pensamientos, hasta sus acciones, ella las vea como poca cosa y se rete internamente. Llega a no hacer cosas simplemente por su falta de estima.

Historia:

Athina nace el 16 de abril, hace 19 años, sobre las costas del mar Egeo, en Grecia. Sus padres constituyen la totalidad de su familia, por lo que era lo único que ella tenía. Creció en un ambiente social bajo, en el cual no podía acceder a una educación mínima (como leer y escribir en su idioma) y menos a otras más exquisitas (como el piano, la pintura, la danza y aprender otros idiomas). Su padre trabajaba por monedas, para un comerciante, haciendo recados y ese estilo de cosas, mientras que su madre, cada tanto, iba a vender vegetales al pueblo más cercano a su vivienda. Al no entender sobre ello, Athina nunca le importó demasiado la situación económica por el hecho de que ella no conocía otra vida más que esa, sus vecinos tenían la misma condición de vida y las pocas veces que había visto gente de clases sociales más altas, los veía como fenómenos.
A los catorce años de Athina, el comerciante con el que su padre trabajaba para ganar el dinero suficiente para vivir fundió. Eso hizo que todos los empleados quedaran sin trabajo, algunos fueron reubicados o pudieron conseguir otro trabajo provisional. El padre de ella no. Por lo que el alimento comenzó a escasear y la madre de Athina ya no podía inventar más cosas para hacer que la comida dure por más tiempo. Por lo que la Sra. Bricassart empezó a ganar dinero de la forma más antigua que podría haber conseguido, sin saber que años después la hija se ganaría la vida de la misma forma.
Ya se cumplían las quince primaveras de Athina cuando la madre cayó enferma terriblemente. El médico al cual la familia pudo acudir, no sabía cómo tratar lo que la madre tenía: sus defensas habían caído a tal punto en el que cualquier refrío podría causarle la muerte. Lo que Athina no pudo prever fue que en cuestión de semanas, el padre de ella estuvo en la misma situación de su padre. Días después de que su madre falleciera, ella esperó la inevitable muerte de su padre. Sola.
El dinero que su madre había recaudado, se comenzaba a acabar y la vida ya no era tan fácil. Por eso, al cumplir los dieciséis ella dejó su país natal, comprando boletos de tercera clase para un barco que la llevaría hasta Italia. Roma, Italia, un lugar lleno de oportunidades, un lugar en donde ella podría reconstruir su vida y podría superar la muerte de sus padres. O por lo menos era lo que ella tenía en su cabeza.Estaba errada. No era fácil para una mujer sin reputación, ni estudios, ni familia abrirse camino sola en un país que no conoce, en otra lengua y sin lugar donde dormir. Las primeras semanas pudo dormir en una especie de pensión a la cual pagaba mucho más de lo que valía el lugar por día. Entre pagar la pensión, las comidas y todo lo que costaba una vida en ese lugar, Athina tenía que considerar todas las opciones de trabajo. Y cuando hablaba de todas, eran... todas.
Por eso, meses antes de cumplir los diecisiete años, entregó su virginidad a un precio elevado a un hombre del cual, ahora, ya ni recuerda su nombre.
La primera vez fue incómoda, no tanto por el dolor causado sino por el acto de venderse de esa forma. La segunda vez, no fue muy diferente a la primera, pero sabía que tenía que hacerlo para sobrevivir. La tercera... la cuarta... la quinta... los hombres iban pasando por sus sábanas y cada vez se le hacía más común ver pares de piernas entre las de ella y rostros diferentes cada día. Pero se resignó a eso.
Ella iba mudándose de lugar, ya que cuando las pensiones se daban cuenta de su trabajo se "ofendían" y le pedían que se vaya. El lenguaje de Athina era pobre, pero entendía que si ponían tus cosas en la puerta de tu habitación significaba lo mismo en todos los idiomas. Por lo que iba de Roma a Venecia, a Florencia y a distintas ciudades de Roma, sin quedarse más de dos meses por lugar. Luego de pasar por Milán, pasó directamente a Lyon, una ciudad, por ese entonces, pequeña pero que prometía mucho... y para su trabajo, sea una ciudad grande o pequeña, siempre se necesitaban de sus servicios.
A pesar de que estaba en Francia, su sueño era ir a Paris, sabía que estando en su condición no podía ni tenía que soñar mucho, pero no le hacía mal a nadie y se imaginaba paseando por esos lares. De Lyon, se fue moviendo de apoco, por distintos pueblos con nombres desconocidos.
Estaba próxima a cumplir los diecinueve años cuando llegó a Paris, no le resultó tan impresionante una vez que estuvo allí, y pensando las cosas que tuvo que hacer para llegar hasta allí. Pero tampoco se podía quejar, la comida no le faltaba y había podido sobrevivir luego de lo de sus padres.
La oportunidad de ingresar al burdel llegó cuando ella misma se presentó al mismo. Al enterarse que la mayoría de los hombres iban a ese lugar para satisfacer sus necesidades y que las mujeres trabajaban pagandoles fijamente, no pudo concebir una mejor opción para instalarse en un lugar. Se presentó y cuando quiso contar en todos los lugares que estuvo, la lengua la traicionó. Claro, algo de italiano había aprendido, pero el francés otra lengua completamente distinta y con una pronunciación más rebuscada, por la falta del idioma no le entendieron, pero ellos sabían claramente porqué estaba allí. La pusieron unas semanas de prueba, al principio sin darle ningún cliente, sólo estando allí dando vueltas, sirviendo algunas comidas, y bailando alguna que otra vez. Pero cuando quedó contratada totalmente, empezó a atender.

Datos Extras:
#No suele comunicarse mucho con sus compañeras, por el idioma y por timidez.
#Tiene el deseo de regresar a Grecia para visitar las tumbas de sus padres.

por **Nigel Quartermane** Jue Jun 09, 2011 10:02 pm

FICHA APROBADA
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Athina A. Bricassart

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Re: Athina A. Bricassart