Sólo están prolongando lo inevitable [Varg's relations]

Varg no es complejo, Varg es un ser (difícilmente puede ser llamado hombre) de una sola lectura, es malvado, así es de sencillo, no recuerda haber tenido nunca un rastro de humanidad, no recuerda la supuesta inocencia de su infancia, lo único que recuerda es lo que es ahora, el vampiro, el guerrero, el autoproclamado Dios. Está enfermo de soberbia, se cree iniciador de una época nueva que regirá al mundo, cree que por ser viejo como el tiempo mismo nadie más que él tiene derecho sobre el destino de la tierra.

Con el pasar de los años se ha forjado su propia leyenda, y su propia mitología, en la que él es el centro del gran vacío que debe comenzar para iniciar de nuevo, en su retorcida visión del mundo, su deber es acabar con todo para renacer y él coronarse Dios. Es profano y herético, no cree en nada ni en nadie, más que en él y su inmenso poder, blasfema de todos los dioses, pero suele referirse a sí mismo con características del panteón escandinavo de deidades. Es inteligente aunque no lo aparente, y sabe que a pesar de saber autosuficiente necesita de otros para escalar y seguir ascendiendo, aunque después se deshaga de esos estorbos que sólo fueron instrumentos, para ese fin creó al Conde Grishnackh, una forma más contenida y civilizada de él mismo, una mofa de otros vampiros (de todos los vampiros), la fachada para parecer medianamente coherente si sus fines así lo requieren.

Difícilmente pierde el control, es muy difícil que alguien lo haga enojar en serio, aunque suele decir que ese es su estado de ánimo permanente, furioso con absolutamente todo. Le gusta matar, pero también sabe cuando no hacerlo en aras de un avance mayor hacia su meta.

A pesar de su apariencia adusta es sagaz, cínico, burlón y sarcástico, también sádico, sociópata, psicópata, nihilista y ególatra, carece de cualquier virtud, todo en él es maldad pura, sin motivaciones, sin historias detrás, es malo por serlo y lo disfruta, según su visión, él está al centro, como un sol obscuro (más como un agujero negro) orbitado por todo lo demás, odia a todo y todos sin distinción, no importa si son vampiros como él o simples mortales, todos son indignos; es incapaz de hacer alianzas y cree no necesitarlas, pues nadie es merecedor de su divinidad, sin embargo, artero como es, a veces hace creer a la gente que está de su lado, cuando en realidad es sólo un movimiento más en su tablero. Carece de capacidades como amar o hacer amistades, tampoco cree en tener siervos, sólo cree en el poder que él mismo se ha forjado, y al que llama “Svartmetall” (Metal Negro), sólo cree en el poder de “Tomhet” (Vacío) su hacha, sólo cree en su propio mito.