La historia detras de Marko.... Eris

…En los comienzos de la vida ha existido las creencias de las reencarnaciones, que un alma, mente, energía o consciencia que adopta un cuerpo material…

Esta historia comienza con un niño de tan solo diez años que sufre un impacto al ver como toda su familia muere ante sus ojos, independiente de quien haya cometido aquellas mutilaciones… pero la verdadera historia empezó mucho antes…

¿Quién es Eris?

Conocida como la Diosa de la Discordia, quien tras su personalidad egocéntrica y malévola siempre a traído mas de un problema en la historia del mundo, de la vida y del arte… Una de las cuantas historias es, que gracias a ella la Guerra de Troya comenzó, extraño pero cierto…

La leyenda más famosa protagonizada por Eris cuenta cómo inició la Guerra de Troya. Tanto los dioses y diosas como diversos mortales fueron invitados a la boda de Peleo y Tetis (que luego serían padres de Aquiles). Sólo la diosa Eris no fue invitada debido a su naturaleza problemática. Así que Eris (en un fragmento de la Cipria, como parte de un plan urdido por Zeus y Temis) apareció en la fiesta con la Manzana de la Discordia, una manzana dorada con la palabra kallisti (‘para la más hermosa’ o ‘para la más bella’) inscrita, que arrojó entre las diosas provocando que Afrodita, Hera yAtenea la reclamasen para sí, iniciándose una riña. Zeus, para no tener que elegir entre las diosas, puesto que una era su esposa y las otras dos eran sus hijas, encargó ser juez a Paris. Entonces Hermes le transmitió al desventurado Paris, príncipe de Troya, que tendría que elegir a la más hermosa. Siendo como era la moralidad mitológica griega, cada una de las tres diosas intentó sobornarle para que la eligiera: Hera le ofreció poder político, Atenea le prometió destreza militar y Afrodita le tentó con la mujer más hermosa de la tierra, Helena, esposa de Menelao de Esparta. Siendo Paris un joven apasionado, y aunque no se sabe cuánto tiempo meditó sobre la cuestión, terminó por conceder la manzana a Afrodita, raptando luego a Helena y provocando así la Guerra de Troya.

Interesante historia a decir verdad, pero esta no es la que nos trae a este lugar, pasaron años, siglos, de cuerpo en cuerpo, de alma en alma, de mente en mente, vago por los años siendo solo una energía la discordia en todas partes de mundo a estado pero, hace catorces años exactos llego a la mente de un niño, un simple niño con una energía en su interior con grandes capacidades Marko Santini. La razón ni el mismo Marko la sabe, más su Eris como le llama él, si, un hombre con dos mentes, una loca vida en la mismo camino del limbo una lucha del bien y el mal. ¿Quién ganara? Eso nadie lo sabrá.

Conversación entre Eris y Marko

“Ha llegado el día, en que me apodere parcialmente de otro cuerpo que no sea el tuyo, tan solo necesito una semana Marko lejos de ti, para lo que necesito” No, no puedo dejarte ocupar otro cuerpo, me perteneces Eris. “ No, tú me perteneces Marko siempre ha sido así, vague mucho tiempo en busca de alguien inocente hasta llegar a ti, un simple niño cuando te conocí pero ahora eres más que eso, eres un hombre y un brujo que aún no ha demostrado todo el poder que tiene dentro” La conversación en la mente del brujo era relajada aun cuando el mismo sabía que los planes de Eris siempre salían victoriosos, Marko temía por el otro cuerpo no quería que sucediera lo mismo que con él, un cuerpo y dos mentes… “No te preocupes que no será lo mismo, el cuerpo que ocupare será entero mío, o mejor dicho yo me apoderare del cuerpo, alma y mente, la mujer no sabrá nada, más lo único que necesito es que la busques y convenzas de que juegue contigo para hacer magia, pero de tanto que te conozco sé que le contaras todo, pero ella aceptara lo vi en tu mente junte tus visiones y si la has visto pero no la conoces, tienes afinidad con las de su calaña. Es una prostituta, una cortesana que recién inicia sus juegos de seducción, ¿no es así como te gustan las mujeres?” la risa que se oyó en el interior de la cabeza del brujo retumbaron por todas partes, pero al brujo no le causaba gracia más la curiosidad por conocer a su Eris en persona era lo que más le atraía, aun en silencio para con el mismo sigo escuchando como un alumno escucha a su maestro en la primera lección. “Nunca he sido una santa, pero si una diosa que ha querido perdurar por los siglos, después de tu muerte encontrare a otro u otra y asi hasta el fin de los tiempos” ¿Por qué ahora? “Por qué me he interesado en alguien, y ese alguien tiene que ser mío es mi destino y el tuyo a la vez… no le haré daño así que no te preocupes, solo serán siete días y al séptimo me tendrás de vuelta en tu cabeza, no pretendo dejarte ir tan luego Marko, claro que no.” Que recibiré yo a cambio de esta ayuda… “Recibirás mi consentimiento para que estés con la golfa que dice quererte” Una sonrisa se vislumbró en el rostro de Marko y le hizo pensar en que tentó podía confiar contar con esa promesa, si algo conocía bien era la historia ya que le apasionaba la lectura y uso eso a su favor. Eris, acepto pero tienes que prometer que así será “Eres más astuto de lo que pensé mi querido, pero acepto, una promesa nunca se rompe y por muy pocos valores que yo tenga cumplo con lo que prometo”.

Aquella promesa ni el mismísimo demonio podía romper o el caos seria aún mayor en la vida del brujo, satisfecho con aquello comenzó a preparar lo que necesitaba. Eris le había dicho que tenía que convencer a la chica que ella usurparía el cuerpo, de eso se encargaría más tarde ya que había otra cosa que le costaba poder encontrar una virgen en Paris, no por el hecho de que no hubieran si no que Eris era la que hacia las elecciones a la hora de elegir a la dama que necesitaban. El hecho de que fuera una virgen era porque la sangre más pura después de los niños eran de ellas, libres de pecado y malos pensamientos justo lo que necesitaba, con unas gotas de aquella sangre y todo volvería a la vida.

También necesitaba uno o dos brujos más que le ayudaran con los hechizos, ya que una reencarnación no era fácil eso lo sabía Marko, y por eso ya tenía en mente a quien acudir, conocía a un par de brujos que le serian de ayuda entre más poder más fácil saldrían las cosas.

[Supuestamente la búsqueda es en el Puerto]

El día parecía ser normal, todo había ocurrido tal cual se había planeado Marko estaba ansioso por conocer a la chica que había visto en sus visiones la noche anterior. Eris había estado un poco extraña más de lo que era su costumbre pero no alego, tenían un trato, él no rompería por nada de esa forma le daba a entender a Eris lo importante que era ella en su interior y más para su vida en sí, ingenuidad podría llamarse ya que Marko no era de confiar a primeras; pero el trato ya estaba pactado.

Salió del hotel camino al puerto, según había puesto atención ahí encontraría a la mujer en cuestión. “¿Nervioso Marko? Ni que te fueras a casar” En realidad si estoy nervioso, pero no sé de qué, quizás porque aquella mujer no se merezca aquello que le vamos hacer. “Marko solo serán unas gotas de sangre ya y te pones dramático mi querido Brujo”. En completo silencio se quedaron ambas mentes cuando a lo lejos se escucharon las bocinas a vapor de los barcos encallar en el puerto de Paris. Marko siguió su caminar conocía a la mujer la había visto en visiones, solo tenía que ganarse su confianza y luego todo sería fácil. La multitud era bastante grande muchos eran marineros y otros gente común que esperaban a algún ser querido bajar de aquellas maquinas. El brujo busco un farol que tenía colgando un cinto rojo, no tenía idea que podría significar aquello pero así lo había visto y las visiones normalmente eran cien por ciento certeras. “Estas muy ansioso, Marko relájate que todo saldrá bien, confía en tus capacidades… en tus mentiras y en tus verdades” Eris dijo a modo de apoyó al brujo mientras los ojos del mismo buscaban a la mujer, si tendría que estar todo el día esperando lo estaría, de eso no había duda. Un niño de más menos ocho años jalo del pantalón de Marko y este con una sonrisa le quedo mirando el niño quería saber la hora, busco en su bolsillo su reloj y lo saco – Las 10 en punto – hablo en voz alta y todo pareció detenerse. Una nueva visión, en la cual veía a la dama de cabellos dorados acercarse al punto de encuentro, pasaría desapercibida pero para el no.

En un abrir y cerrar de ojos todo volvió a la normalidad el niño se perdió entre la multitud y el se quedó ahí esperando, no tardó mucho en verla mezclarse entre caballeros con sombreros y damas con paraguas para el sol, venia la mujer acercándose lentamente como cual dama pasea por la plaza de Paris, si no hacía algo ella no lo vería y como acto reflejo dijo – Christinne - dijo en voz alta esperando que ella escuchara a su llamado.

Una corazonada sintió el brujo cuando la vio, si se parecía a la de las visiones, el sentía que era ella mas no podía asegurar como el sabia el nombre de aquella mujer, en cosas del destino Marko era más bien incrédulo ya que siempre podían pasar una y mil situaciones en ese momento, justo cuando todo va con claridad había un punto negro que hacía que toda las ilusiones se tornaran diferente a lo que él ya sabía. Pero esta vez era algo contrario todo marchaba de una manera tranquila, la voz de la dama pronto la oyó y sintió como cada bello de su cuerpo se erizaba al instante y como un cantico victorioso escucho a Eris hablar “Christinne lindo nombre para una dama que sabe cuál es su destino, bello nombre para alguien que parece ser otra cosa” No ensucies el momento con tus palabras. Dijo el brujo en su cabeza donde solo Eris lo podía escuchar.

El rostro del Brujo se torno amigable y hasta confiable cuando vio a la dama – Madeimoselle – dijo en tono caballeroso mientras con total delicadeza y educación tomo la mano de ella para darle un beso en el torso de esta, gracias aquello logro notar otro cinto rojo y su sonrisa se ensancho mientras volvía a la postura anterior fijo sus ojos en los ajenos – Créame que la he visto antes, pero no sé donde – la voz del brujo parecía tan segura pero a la vez tranquilizadora, en su interior sentía aquel nerviosismo de que algo malo estaba haciendo, pero el negó a todo lo que sentía, y dijo no, el solo estaba siguiendo lo que Eris quería.

“Algo bueno tiene ser una persona con estudios y educado ¿no crees? Porque de no ser así la hubieras tratado como cualquier otra mujer” Lo caballeroso y halagador no se me ira nunca, aprecio las cosas bellas, los buenos modales y las criticas; a lo largo de los años he aprendido como tratar una flor y como jugar a mi favor. “Si, pero siempre hechas todos tus planes por una borda, recuerda que ahora no se trata de ti si no de mi”. Fueron las últimas palabras de Eris al tiempo que el brujo seguía maravillado por la belleza que emanaba de aquella mujer, una en un millón virgen entre pocas, le dedico una mirada de dulzura – Lamento mi torpeza – dijo llevándose una mano hasta la cabeza – Marko Santini, para lo que usted desee – no se había presentado y eso para él era una falta gravísima.

De cierta manera esperaba que ella supiera algo, el porqué de aquel encuentro, quizás con el tacto ella podría saber las intenciones, Marko no era de presionar a las personas para hacer algo contra su voluntad, pero necesitaba de ella más de lo que ella y el pudieran imaginar, Eris ella era la causante de todo pero no importaba el sabia que ella accedería… que lo entendería y ayudaría a final de cuentas su corazonada seguía ahí picando su corazón diciéndole que lo hiciera que siguiera adelante con todo esto que su voz había dicho.