AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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una extraña noche (privado)
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una extraña noche (privado)
Aquella noche era tan tranquila como las anteriores y la estación del año le permitía contar con el clima preciso para que muchas personas circularan por aquellas calles, que se dejaban iluminar por la luna. El invierno ya había pasado y los arboles volvían a florecer, por lo que algunas personas se ubicaban bajo estos y disfrutaban de aquel bello espectáculo.
Un joven caminaba por aquellas calles sintiendo el aroma de victimas jóvenes que pasaban junto a el aunque en su cabeza diversos pensamientos lo atormentaban por lo que no podía disfrutar de esos olores que antes tanto le habían gustado. Algunas casas alrededor de la plaza encendían sus luces mientras otras las apagaban, algunos perros ladraban pero eran tan pocos que su ladrido se perdía en aquella silenciosa noche.
La brisa primaveral movía el cabello de aquel joven en todas direcciones lo que le provocaba un aire extremadamente relajado aquel joven vampiro aunque esto era solo de apariencia.
¿Qué hago en este lugar? Pregunto para si, mientras que se acomodaba el pelo con las manos. Siguió caminado unos momentos y se detuvo en un banco que se encontraba alejado de los demás y donde la luz de la luna era tapado por uno de los arboles mas florecidos que había por lo que se lograba ocultar en sus pensamientos.
Un joven caminaba por aquellas calles sintiendo el aroma de victimas jóvenes que pasaban junto a el aunque en su cabeza diversos pensamientos lo atormentaban por lo que no podía disfrutar de esos olores que antes tanto le habían gustado. Algunas casas alrededor de la plaza encendían sus luces mientras otras las apagaban, algunos perros ladraban pero eran tan pocos que su ladrido se perdía en aquella silenciosa noche.
La brisa primaveral movía el cabello de aquel joven en todas direcciones lo que le provocaba un aire extremadamente relajado aquel joven vampiro aunque esto era solo de apariencia.
¿Qué hago en este lugar? Pregunto para si, mientras que se acomodaba el pelo con las manos. Siguió caminado unos momentos y se detuvo en un banco que se encontraba alejado de los demás y donde la luz de la luna era tapado por uno de los arboles mas florecidos que había por lo que se lograba ocultar en sus pensamientos.
Arthas Walker- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 7
Fecha de inscripción : 29/05/2011
Re: una extraña noche (privado)
Quizás porque necesita aire, o simplemente pasear, despejar la mente. Estar encerrada entre cuatro paredes no era lo más recomendable en ese momento. Aun siendo tarde en la noche, tuvo antojo de café. Se vistió lo más elegante que pudo, y cerró la puerta detrás de ella, tomando una bocanada de la dulce noche en la ciudad de París.
Las ondas coloradas de su cabello flameaban al ritmo de su caminata. Cerró su tapado, aunque sin mayor éxito en evitar la fresca brisa que se levantaba, pues se refugiaba por entre sus piernas, debido a su negro vestido.
Respiró profundo, tratando de encontrar paz, o al menos una sensación similar. Se escuchaban las voces de las parejas que paseaban por la calle, de los jóvenes que reían estando en grupos numerosos, el aroma a primavera y café en cada esquina. El clima se iba asentando de a poco, dando lugar al verano que estaba a la vuelta de la esquina. Todo era una cuestión de costumbre.
La Plaza Tertre se levantaba orgullosa a pocos metros de ella. Una extraña sensación la invadió al recordar vagamente las luces que la iluminaban, las flores que la decoraban. Cruzó la calle para pisar la vereda nuevamente, y admirar las infinitas plantas que la habitaban. Lejos, en el centro de ella, se escondía la fuente de agua. Un escalofrío recorrió su espalda, avisando que tome un camino diferente. Quería llegar al pequeño Café que estaba prácticamente a 3 cuadras de allí.
Entonces aceleró el paso, de vez en cuando mirando hacia delante. Ya estando prácticamente en la mitad, abrió su bolso sin detenerse. Sacó un cigarro, lo sostuvo entre sus labios, mientras con la misma mano buscó por su caja de fósforo. No había rastros de ella. Se detuvo, y revisó detalladamente. Se lo había olvidado.
Soltó un suspiro, tomando el cigarrillo con su mano izquierda, y buscó a alguien que pudiera ayudarla. Fue entonces cuando se percató de la presencia de una persona, sentada en uno de los bancos, a pocos metros de ella. Se encaminó hacia allí, con la intensión de prender su tabaco. Una vez que estuvo lo suficientemente cerca, miró al joven y abrió la boca para hablar en un murmullo.
- ¿Podría pedirle un fósforo, monsieur?
Las ondas coloradas de su cabello flameaban al ritmo de su caminata. Cerró su tapado, aunque sin mayor éxito en evitar la fresca brisa que se levantaba, pues se refugiaba por entre sus piernas, debido a su negro vestido.
Respiró profundo, tratando de encontrar paz, o al menos una sensación similar. Se escuchaban las voces de las parejas que paseaban por la calle, de los jóvenes que reían estando en grupos numerosos, el aroma a primavera y café en cada esquina. El clima se iba asentando de a poco, dando lugar al verano que estaba a la vuelta de la esquina. Todo era una cuestión de costumbre.
La Plaza Tertre se levantaba orgullosa a pocos metros de ella. Una extraña sensación la invadió al recordar vagamente las luces que la iluminaban, las flores que la decoraban. Cruzó la calle para pisar la vereda nuevamente, y admirar las infinitas plantas que la habitaban. Lejos, en el centro de ella, se escondía la fuente de agua. Un escalofrío recorrió su espalda, avisando que tome un camino diferente. Quería llegar al pequeño Café que estaba prácticamente a 3 cuadras de allí.
Entonces aceleró el paso, de vez en cuando mirando hacia delante. Ya estando prácticamente en la mitad, abrió su bolso sin detenerse. Sacó un cigarro, lo sostuvo entre sus labios, mientras con la misma mano buscó por su caja de fósforo. No había rastros de ella. Se detuvo, y revisó detalladamente. Se lo había olvidado.
Soltó un suspiro, tomando el cigarrillo con su mano izquierda, y buscó a alguien que pudiera ayudarla. Fue entonces cuando se percató de la presencia de una persona, sentada en uno de los bancos, a pocos metros de ella. Se encaminó hacia allí, con la intensión de prender su tabaco. Una vez que estuvo lo suficientemente cerca, miró al joven y abrió la boca para hablar en un murmullo.
- ¿Podría pedirle un fósforo, monsieur?
Candice Flamand- Humano Clase Media
- Mensajes : 150
Fecha de inscripción : 15/05/2011
Edad : 33
Re: una extraña noche (privado)
Escucho la voz de la chica pero no le presto atención sus pensamientos estaban en otra parte, ahora la brisa era un poco mas fuerte y su cabello se movió en todas direcciones al igual que el vestido de la chica, pero el no le tomo atención parece que algo mas importante estaba pasando en su cabeza.
-Sientes ese olor esta en todas partes no lo resisto necesito un poco de sangre, necesito sangre- pensó mientras sus ojos se volvían de un color rojo tan fuerte que brillaban en ese oscuro rincón donde estaba. -No, no podemos tomar sangre y lo sabes si empezamos ahora no podremos parar jamás y yo dejaré de existir por favor controlate por favor. Decía una extraña voz desesperada dentro de Arthas.
El camino por donde se encontraban en ese momento estaba desierto, ninguna persona podía ver ese extraño encuentro en el silencio... pudo haber desesperado a cualquiera, pero el sonido de las ramas de los arboles chocando entre ellas permitía que esa situación se volviera extrañamente agradable, sintiendo que por rara vez, por muy extraño que fuera estaba destinado a ocurrir.
Miro a la chica, sus ojos eran tristes parecía que que estaba sufriendo, cada vez mas, pero el resto de su cara así no lo mostraban, se acomodo el cabello y miro al cielo sus ojos seguían siendo rojos pero ahora no brillaban parecían apagados y sin vida - Disculpeme enseguida le pasare los mios - se busco en los bolsillos y saco una pequeña cajetilla se los entrego a la chica y no le volvió a prestar atención parecía que algo en el no le permitia involucrarse con nadie.
-¿Ese olor? esa chica tiene un aroma que apenas me deja controlarme, dejame morderla solo uno vez te aseguro que no la matare pero dejame morderla- dentro de la cabeza de Arthas vivían dos personas una sombra oscuro que dominaba casi todo los pensamientos de aquel chico y un joven asustado que vivía en una pequeña habitación dentro de la cabeza de Arthas, desde que se volvió vampiro estas dos personas vivían dentro de el y siempre discutían la misma cosa.-No te dejaré por favor no insistas todavia podemos aguantar mas todavia mas..-dijo mientras sintió un dolor en su cuerpo, subió sus piernas y sus rodillas casi estaban a la altura de la cara, con la mano derecha se tapo la cara pero el ojo izquierdo aun se poder ver brillaba tanto que parecía que podria estallar - NOOO!! aun no por favor todavía puedo un poco mas por favor aun queda tiempo... - dijo en voz alta sin darse cuenta.
-Sientes ese olor esta en todas partes no lo resisto necesito un poco de sangre, necesito sangre- pensó mientras sus ojos se volvían de un color rojo tan fuerte que brillaban en ese oscuro rincón donde estaba. -No, no podemos tomar sangre y lo sabes si empezamos ahora no podremos parar jamás y yo dejaré de existir por favor controlate por favor. Decía una extraña voz desesperada dentro de Arthas.
El camino por donde se encontraban en ese momento estaba desierto, ninguna persona podía ver ese extraño encuentro en el silencio... pudo haber desesperado a cualquiera, pero el sonido de las ramas de los arboles chocando entre ellas permitía que esa situación se volviera extrañamente agradable, sintiendo que por rara vez, por muy extraño que fuera estaba destinado a ocurrir.
Miro a la chica, sus ojos eran tristes parecía que que estaba sufriendo, cada vez mas, pero el resto de su cara así no lo mostraban, se acomodo el cabello y miro al cielo sus ojos seguían siendo rojos pero ahora no brillaban parecían apagados y sin vida - Disculpeme enseguida le pasare los mios - se busco en los bolsillos y saco una pequeña cajetilla se los entrego a la chica y no le volvió a prestar atención parecía que algo en el no le permitia involucrarse con nadie.
-¿Ese olor? esa chica tiene un aroma que apenas me deja controlarme, dejame morderla solo uno vez te aseguro que no la matare pero dejame morderla- dentro de la cabeza de Arthas vivían dos personas una sombra oscuro que dominaba casi todo los pensamientos de aquel chico y un joven asustado que vivía en una pequeña habitación dentro de la cabeza de Arthas, desde que se volvió vampiro estas dos personas vivían dentro de el y siempre discutían la misma cosa.-No te dejaré por favor no insistas todavia podemos aguantar mas todavia mas..-dijo mientras sintió un dolor en su cuerpo, subió sus piernas y sus rodillas casi estaban a la altura de la cara, con la mano derecha se tapo la cara pero el ojo izquierdo aun se poder ver brillaba tanto que parecía que podria estallar - NOOO!! aun no por favor todavía puedo un poco mas por favor aun queda tiempo... - dijo en voz alta sin darse cuenta.
Arthas Walker- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 7
Fecha de inscripción : 29/05/2011
Re: una extraña noche (privado)
- Gracias - soltó, luego de analizar a la persona que tenía delante, tomando la caja de fósforos con dedos temblorosos, dudando. Él estaba demasiado concentrado o perdido como para prestarle atención, se veía claramente en la expresión de su rostro.
Abrió la caja, sosteniendo el cigarrillo entre sus labios. Raspó uno contra el costado, tapando con la otra mano, en un intento de que la flama no se apagara con el viento. Aspiró mientras acercaba la llama recién nacida, y luego con un rápido movimiento, apagó el fósforo, soltando el humó, tranquilizándose por la adquirida nicotina.
El palillo usado terminó en el piso torpemente. Sus manos aun temblaban, por el frío, los nervios, o quien sabía por qué razón en particular.
Por unos segundos perdió la noción de lo que hacía aquel hombre sentado en la oscuridad. Se encontró con una figura retorcida, sufriendo por algo que desconocía. Dio un paso adelante, para alcanzar la caja que no le pertenecía, pero una voz despidió el silencio que se había apoderado de aquel lugar.
El temblor comenzó a ser incontrolable, estaba asustada pero curiosa. ¿A qué se refería con eso? ¿Tiempo? ¿Tiempo para qué? Lo miró, sin entender, confundida, pensando en seguir su camino rápidamente. Le tendió su cajetilla, estando alerta de algún movimiento de su parte. Ni bien la tomase, saldría corriendo de allí.
Abrió la caja, sosteniendo el cigarrillo entre sus labios. Raspó uno contra el costado, tapando con la otra mano, en un intento de que la flama no se apagara con el viento. Aspiró mientras acercaba la llama recién nacida, y luego con un rápido movimiento, apagó el fósforo, soltando el humó, tranquilizándose por la adquirida nicotina.
El palillo usado terminó en el piso torpemente. Sus manos aun temblaban, por el frío, los nervios, o quien sabía por qué razón en particular.
Por unos segundos perdió la noción de lo que hacía aquel hombre sentado en la oscuridad. Se encontró con una figura retorcida, sufriendo por algo que desconocía. Dio un paso adelante, para alcanzar la caja que no le pertenecía, pero una voz despidió el silencio que se había apoderado de aquel lugar.
El temblor comenzó a ser incontrolable, estaba asustada pero curiosa. ¿A qué se refería con eso? ¿Tiempo? ¿Tiempo para qué? Lo miró, sin entender, confundida, pensando en seguir su camino rápidamente. Le tendió su cajetilla, estando alerta de algún movimiento de su parte. Ni bien la tomase, saldría corriendo de allí.
Candice Flamand- Humano Clase Media
- Mensajes : 150
Fecha de inscripción : 15/05/2011
Edad : 33
Re: una extraña noche (privado)
Por unos segundos miro la cajetilla era tan pequeña e insignificante que poca atención le presto, luego de eso miro a la joven era bastante bella y tenia un aroma que le provocaba querer quedarse cerca de ella.
El control que la bestia había generado ahora estaba completo por lo que su personalidad humana ya no existía, solo era una bestia que quería sangre y su próxima víctima estaba frente a sus ojos y todo el que lo mirara a la cara podía verlo sus ojos eran rojos y brillaban con furia, el deseo de sangre lo domino por completo y ya nada se podía hacer.
-Disculpa lo anterior estaba pensando mucho y fui muy descortés contigo anteriormente, me llamo Arthas un gusto conocerla en un lugar así - Dijo después de tomar su mano y besarla muy educada mente, cuando Arthas se volvía un vampiro su personalidad se volvía la de un hombre que podía acercarse a las mujeres con muchas facilidad a diferencia de su personalidad humana que es mucha mas retraída y rara vez se acercaba a las mujeres.
Mientras todo eso ocurría en el interior de la cabeza de Arthas todo era oscuro ya no estaba la pequeña luz que antes dejaba un poco de esperanza a la parte humana de Arthas y ahora todo era controlado por su "yo" vampiro que desde que el tenia 5 años dominaba su cuerpo y mente.
Aunque todo era oscuro una débil voz se podía oír era tan débil y tenue que apenas el "yo" vampiro la podía escuchar - Todavía no es el momento, no le hagas nada a esa chica no tiene nada que ver con nosotros por favor no le hagas nada. - en el fondo de Arthas se podía escuchar esa voz era su "yo" humano que en esos momentos apenas se mantenía en su cabeza.
El control que la bestia había generado ahora estaba completo por lo que su personalidad humana ya no existía, solo era una bestia que quería sangre y su próxima víctima estaba frente a sus ojos y todo el que lo mirara a la cara podía verlo sus ojos eran rojos y brillaban con furia, el deseo de sangre lo domino por completo y ya nada se podía hacer.
-Disculpa lo anterior estaba pensando mucho y fui muy descortés contigo anteriormente, me llamo Arthas un gusto conocerla en un lugar así - Dijo después de tomar su mano y besarla muy educada mente, cuando Arthas se volvía un vampiro su personalidad se volvía la de un hombre que podía acercarse a las mujeres con muchas facilidad a diferencia de su personalidad humana que es mucha mas retraída y rara vez se acercaba a las mujeres.
Mientras todo eso ocurría en el interior de la cabeza de Arthas todo era oscuro ya no estaba la pequeña luz que antes dejaba un poco de esperanza a la parte humana de Arthas y ahora todo era controlado por su "yo" vampiro que desde que el tenia 5 años dominaba su cuerpo y mente.
Aunque todo era oscuro una débil voz se podía oír era tan débil y tenue que apenas el "yo" vampiro la podía escuchar - Todavía no es el momento, no le hagas nada a esa chica no tiene nada que ver con nosotros por favor no le hagas nada. - en el fondo de Arthas se podía escuchar esa voz era su "yo" humano que en esos momentos apenas se mantenía en su cabeza.
Arthas Walker- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 7
Fecha de inscripción : 29/05/2011
Re: una extraña noche (privado)
Quedó desencajada, sin entender la situación. La expresión de aquella persona cambió como la noche a la mañana. ¿Muy descortés? ¿De qué hablaba? La pelirroja no hizo más que una muca, frunciendo el ceño, perdida y confundida. Él le tomó la mano y la besó. Pudo sentir su frío tacto en su piel, la cual se erizó a penas la tocó. Ese frío familiar y escalofriante que ya había experimentado. Su mente se desvió completamente, olvidándose y dejando el detalle atrás.
Lo miró desafiante y expectante, esperando ver nuevamente esa faceta al borde de la locura, pero nunca sucedió nada. La curiosidad era la que invadía su cuerpo, su mente y sus acciones, y que la hacía actuar de manera extraña. Le sonrió, fugazmente, mirándolo a los ojos, intentando encontrar lo que ella buscaba, pero no tuvo éxito. Parecía una persona normal, en un lugar no muy normal, a horas poco usuales. Se llevó el cigarrillo a la boca, aspirando y largando el humo despacio, sin quitarle la mirada de encima.
- Mucho gusto, monsieur Arthas - su voz sonó cortante, y su rostro reflejaba duda. - Candice - agregó ella. No sabía si continuar su camino, o quedarse. Esos eran los momentos en los que ella se sentía completamente incomoda y desubicada. Había algo en él que simplemente no lograda descifrar.
Lo miró desafiante y expectante, esperando ver nuevamente esa faceta al borde de la locura, pero nunca sucedió nada. La curiosidad era la que invadía su cuerpo, su mente y sus acciones, y que la hacía actuar de manera extraña. Le sonrió, fugazmente, mirándolo a los ojos, intentando encontrar lo que ella buscaba, pero no tuvo éxito. Parecía una persona normal, en un lugar no muy normal, a horas poco usuales. Se llevó el cigarrillo a la boca, aspirando y largando el humo despacio, sin quitarle la mirada de encima.
- Mucho gusto, monsieur Arthas - su voz sonó cortante, y su rostro reflejaba duda. - Candice - agregó ella. No sabía si continuar su camino, o quedarse. Esos eran los momentos en los que ella se sentía completamente incomoda y desubicada. Había algo en él que simplemente no lograda descifrar.
Candice Flamand- Humano Clase Media
- Mensajes : 150
Fecha de inscripción : 15/05/2011
Edad : 33
Re: una extraña noche (privado)
Escucho sus palabras las cuales no eran en un tono muy confiado, parecía tener dudas con aquel encuentro, su voz mostraba algo de preocupación pero así y todo logro decir su nombre Candice dijo ella un nombre muy bello y mas bello la forma en como ella lo decía, realmente es bella pensaron las dos personalidades de Arthas aunque su "yo" vampiro solo quería su sangre, pero el no podía negar que aquella joven le parecía interesante.
Candice es un nombre muy bello- dijo mientras sostenía la mano de la joven muy educadamente, bajando sus caderas y apoyando la rodilla en el suelo quedando en una posición de respeto frente a la joven, luego de hacer eso el vampiro movió su cara y beso la mano de la joven. - Debo admitir que no esperaba encontrarme con alguien como usted. - dijo mirando desde el suelo a los ojos de la joven y entregándole una sonrisa.
Mientras eso ocurría la lucha dentro de la cabeza de Arthas continuaba aunque el "yo" humano ya no controlaba el cuerpo del joven aun podía frenar por unos minutos mas el impulso asesino que su "yo" vampiro tenia - ¿No crees que es interesante? - dijo el vampiro al pobre humano dentro de su cabeza - No te preocupes no la matare o bueno no la matare todavía hay cosas que quiero hacer antes. - dijo de nuevo el vampiro con un tono frió pero relajado hablaba sin importancia de matar a un persona y lo peor de todo parecía disfrutar de esto.
Por favor dejala que se vaya, aunque admito que es interesante no vale la pena deja que ella se vaya aun podemos buscar otra persona pero ella no - El "yo" humano era el lado débil de Arthas su lado sentimental y romántico aquella joven era hermosa y el parecía decidido a salvarla ¿pero como podía salvarla si ni siquiera el pudo salvarse?
Candice es un nombre muy bello- dijo mientras sostenía la mano de la joven muy educadamente, bajando sus caderas y apoyando la rodilla en el suelo quedando en una posición de respeto frente a la joven, luego de hacer eso el vampiro movió su cara y beso la mano de la joven. - Debo admitir que no esperaba encontrarme con alguien como usted. - dijo mirando desde el suelo a los ojos de la joven y entregándole una sonrisa.
Mientras eso ocurría la lucha dentro de la cabeza de Arthas continuaba aunque el "yo" humano ya no controlaba el cuerpo del joven aun podía frenar por unos minutos mas el impulso asesino que su "yo" vampiro tenia - ¿No crees que es interesante? - dijo el vampiro al pobre humano dentro de su cabeza - No te preocupes no la matare o bueno no la matare todavía hay cosas que quiero hacer antes. - dijo de nuevo el vampiro con un tono frió pero relajado hablaba sin importancia de matar a un persona y lo peor de todo parecía disfrutar de esto.
Por favor dejala que se vaya, aunque admito que es interesante no vale la pena deja que ella se vaya aun podemos buscar otra persona pero ella no - El "yo" humano era el lado débil de Arthas su lado sentimental y romántico aquella joven era hermosa y el parecía decidido a salvarla ¿pero como podía salvarla si ni siquiera el pudo salvarse?
Arthas Walker- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 7
Fecha de inscripción : 29/05/2011
Re: una extraña noche (privado)
Su cuerpo comenzó a alertarse, pues había ya demasiados indicios de que algo no estaba bien, algo que estaba completamente fuera de su alcance. Él se arrodilló frente a ella, caballerosamente, besándole la mano. ¿Acaso ese comportamiento era normal? Quizás estaba demasiado asustada o precavida y eso no era nada, sin embargo hizo una mueca para demostrar su poca confianza hacia el desconocido.
- "¿Alguien como yo?" - resonó en su mente, sin entender sus palabras. Se quedó muda, e incluso quitó la mano suavemente, mirando fijo a su acompañante. Aspiró del humo de su cigarrillo, aprovechando a mirar disimuladamente hacia ambos lados. La calle estaba desierta, a penas se veían unas almas en la plaza. Un escalofrío bajó por su espalda a medida que soltó el dióxido de carbono.
Se propuso comenzar a caminar hacia su "supuesto" destino, sin mirar al muchacho, en un intento de escapar. Sentía un peligro eminente y sabía que si realmente lo había, no escaparía ilesa. Sonrió fugazmente y comenzó a caminar.
- "¿Alguien como yo?" - resonó en su mente, sin entender sus palabras. Se quedó muda, e incluso quitó la mano suavemente, mirando fijo a su acompañante. Aspiró del humo de su cigarrillo, aprovechando a mirar disimuladamente hacia ambos lados. La calle estaba desierta, a penas se veían unas almas en la plaza. Un escalofrío bajó por su espalda a medida que soltó el dióxido de carbono.
Se propuso comenzar a caminar hacia su "supuesto" destino, sin mirar al muchacho, en un intento de escapar. Sentía un peligro eminente y sabía que si realmente lo había, no escaparía ilesa. Sonrió fugazmente y comenzó a caminar.
Candice Flamand- Humano Clase Media
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Fecha de inscripción : 15/05/2011
Edad : 33
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