AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Blood to Blood [Kei Koizumi]
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Blood to Blood [Kei Koizumi]
- No sabes cuánto te odio, cuanto hubiese pagado para haber sido yo, y no el paso del tiempo lo que acabara con tu vida, habría estado dispuesta a dar lo que quedaba del resto de mi vida con tal de destruirte y desgarrarte con mis propias manos. Pero ya es demasiado tarde para ello, y aunque mi odio no desaparezca… Juro que destruiré a toda tu descendencia, aunque termine destruyéndome a mí misma… Padre –
El rictus de su rostro permanecía impasible, aunque por dentro las muecas de ira desfiguraban la imagen que tenía de ella misma. Por eso lo había citado aquí, a un lugar apartado, aun a sabiendas de que podría ser peligroso, sí, definitivamente sabia a la perfección con quien estaba tratando.
Ya no tenía escapatoria, a las personas como él seguramente no les gustaba que les hicieran perder el tiempo, así que tendría que ser cuidadosa con cada paso que diera de ahora en adelante, o podrían terminar matándola a ella.
Había llegado media hora antes para asegurarse de que nadie estuviese fisgoneando por los alrededores, le había pedido que viniera solo pero no podría estar segura de que así ocurrieran efectivamente las cosas, aunque por otro lado, no creyó que el necesitase a alguien más ara hacer su trabajo.
No habría nadie en por lo menos seis kilómetros a la redonda, nadie que los interrumpiera, nadie que la ayudara en caso de un imprevisto. Esperó puntual y calmada en aquella cabaña en ruinas que estaba al lado del que parecía el roble más alto de aquel bosque. Él sabría cómo llegar al lugar, sino podría guiarse por el característico aroma a rosas del cabello de Carmmine, el mismo que había puesto en la carta que días antes le envió para citarlo en este lugar.
El momento se acercaba y a cada segundo estaba más segura de su decisión, se vengaría de una vez por todas, aun a costa de su propia vida. Aunque secretamente espera ser la excepción ante la masacre venidera, arriesgándose menos, pero no sería en absoluto… divertido, quería disfrutar de todo el proceso.
De pronto sintió la seria presencia del ser al que estaba esperando, ya un poco más impaciente, esta noche iba a ser mediocre por primera vez en su vida, se conformaría con una respuesta, eso sería suficiente, el sí o no a su descabellada idea.
- Lo estaba esperando, Monsieur – dijo mientras jugaba infantilmente con uno de sus rizos – Me alegro que haya decidido acudir a mi llamado –
Soltó aquel mechón de cabello y le regalo una sonrisa ladina, porque estimó que una reverencia en un momento como este sería innecesaria, no quería parecer una mimada presumida, pues no lo era, pero la imagen de la joven dulce y amable que muchos, incluyéndola, tenían de ella se habría destrozado en miles de irrecuperables piezas.
Ya tenía las manos manchadas con la sangre de varios inocentes… ¿Qué mal harían unas manchas, aunque más difíciles de lavar, que en principio jamás debieron existir? Aquella sangre no debió existir, pero la vida había seguido después de ella, y esta era su venganza por todos aquellos años de lágrimas y pesadillas.
Carmmine Von Misson- Vampiro Clase Alta
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Re: Blood to Blood [Kei Koizumi]
Aquella nota le había parecido de lo más curioso. Sobre todo porque al leerla no había podido vislumbrar en realidad el motivo por el cuál había sido escrita, tenía la impresión de que la razón por la cuál había llegado a él no era tan simple. Y eso era justamente porque en las palabras no aparecía explícitamente lo que debía hacer. Reunirse con la persona que la había escrito para saberlo era lo que se le pedía allí.
Leyó el sitio al que debía dirigirse y con el papel en la mano salió de aquella mansión; volar era la forma más rápida de llegar, sin duda alguna... Conocía la ubicación, entre sus paseos había terminado allí en algún momento y lo recordaba con suma claridad.
No necesito mucho tiempo para encontrarse en aquel bosque, solo faltaba encontrar a la persona que le había llamado hasta allí. Se había detenido, levitando en el aire, a varios metros del suelo. Un aroma llegó hasta él. El mismo impregnado en el papel....
... Así que allí estaba... Vio la pequeña cabaña y cerca a la mujer con cabellera rojiza de la cual provenía aquel olor distintivo entre el aroma de la madera y hojas, entre otras cosas características del lugar. Bajó lentamente hasta que sus pies tocaron tierra firme y una vez que lo hicieron se movió tan rápido como podía hacerlo quedando frente a la vampiresa que había escrito aquello.
Le mostró la hoja que había llegado a él en aquel sobre unos días antes. Tal como decía, había decidido ir solo. Después de todo, ahora comprobaba, que no estaba en peligro al acudir de aquella manera. No creía además que le hubiesen citado para algo así...
-Buenas Noches, bella dama... Me preguntaba quién había escrito estas palabras y la razón para necesitar de mi presencia...
Le sonrió al ir hablando. A decir verdad sabía que aquello era como un 'negocio' o eso era lo que había entendido entre líneas. Pero su duda era ¿De qué se trataba? para acudir a alguien como él ¿Qué era lo que deseaba hacer? sin duda alguna su curiosidad se había centrado en aquello.
Ella pertenecía a su misma raza, razón por la cual creía que sus habilidades le permitirían hacer muchas cosas sin ayuda de alguien más, sin embargo, él estaba allí por petición de ella. La cuestión era ¿para qué?
La observó fijamente mientras esperaba que le diera una respuesta. La noche era tranquila y el cielo estaba despejado. La luna iluminaba tenuemente el paisaje en el que se encontraban... Lo había notado en el camino, era una noche hermosa, pero justo ahora no podía disfrutar de ver el firmamento y sus estrellas... Esta noche era diferente de alguna manera...
Leyó el sitio al que debía dirigirse y con el papel en la mano salió de aquella mansión; volar era la forma más rápida de llegar, sin duda alguna... Conocía la ubicación, entre sus paseos había terminado allí en algún momento y lo recordaba con suma claridad.
No necesito mucho tiempo para encontrarse en aquel bosque, solo faltaba encontrar a la persona que le había llamado hasta allí. Se había detenido, levitando en el aire, a varios metros del suelo. Un aroma llegó hasta él. El mismo impregnado en el papel....
... Así que allí estaba... Vio la pequeña cabaña y cerca a la mujer con cabellera rojiza de la cual provenía aquel olor distintivo entre el aroma de la madera y hojas, entre otras cosas características del lugar. Bajó lentamente hasta que sus pies tocaron tierra firme y una vez que lo hicieron se movió tan rápido como podía hacerlo quedando frente a la vampiresa que había escrito aquello.
Le mostró la hoja que había llegado a él en aquel sobre unos días antes. Tal como decía, había decidido ir solo. Después de todo, ahora comprobaba, que no estaba en peligro al acudir de aquella manera. No creía además que le hubiesen citado para algo así...
-Buenas Noches, bella dama... Me preguntaba quién había escrito estas palabras y la razón para necesitar de mi presencia...
Le sonrió al ir hablando. A decir verdad sabía que aquello era como un 'negocio' o eso era lo que había entendido entre líneas. Pero su duda era ¿De qué se trataba? para acudir a alguien como él ¿Qué era lo que deseaba hacer? sin duda alguna su curiosidad se había centrado en aquello.
Ella pertenecía a su misma raza, razón por la cual creía que sus habilidades le permitirían hacer muchas cosas sin ayuda de alguien más, sin embargo, él estaba allí por petición de ella. La cuestión era ¿para qué?
La observó fijamente mientras esperaba que le diera una respuesta. La noche era tranquila y el cielo estaba despejado. La luna iluminaba tenuemente el paisaje en el que se encontraban... Lo había notado en el camino, era una noche hermosa, pero justo ahora no podía disfrutar de ver el firmamento y sus estrellas... Esta noche era diferente de alguna manera...
Kei Koizumi- Vampiro Clase Alta
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Re: Blood to Blood [Kei Koizumi]
No pudo evitar sorprenderse ante la apariencia del hombre. Antes de venir se lo había imaginado como alguien con la piel curtida, quizás un poco más grande y con apariencia intimidante, era lo que en su infantil mente tenía como la imagen de un asesino a sueldo, un verdadero mercenario, pero aun sabiendo que en fondo ella también era de una especie similar de asesino, no podía quitarse esa imagen de la cabeza.
- Me alegro que haya decidido asistir – dijo pensando en si debía acercarse – Lamento tener que robarle parte de su tiempo –
Avanzó un par de pasos más para reducir la distancia y permitiendo que la luz iluminara un poco mejor su figura, permitiéndole ver que no estaba escondiéndose ni nada por estilo, porque lo que estaba a punto de hacer, podría malinterpretarse como una amenaza. Acercó la mano derecha a su escote y sacó un guardapelo con una cavidad suficientemente amplia como para guardar un pequeño pergamino doblado, y estiró el brazo para enseñárselo.
El asunto no era tan complicado, pero sabía que si quería obtener una respuesta favorable debía interesarlo en ello, labor que se veía en extremo complicada cuando se debía tratar con un inmortal. Habían muchas formas más fáciles de hacerlo pero si quería librar su mente de las benditas pesadillas y de todo ese odio de una vez por todas, debía hacerse de la forma adecuada.
- Me gustaría conocer la reglas primero – dijo mientras se enrollaba la cadena del guardapelo en la mano – Si es que las hay, claro, porque no quisiera agraviarlo rompiéndolas –
¿Eso era porque tenía miedo? No, a estas alturas esa no era una opción a menos que quisiera que las cosas se dieran vuelta en su contra, la última que debía sobrevivir en el tablero Von Misson debía ser ella. Aunque pareciera era joven caprichosa, era simplemente el orgullo que se estaba reponiendo desde que llegó a París.
Se preguntaba que pasaba por la cabeza de aquellos que asesinaban sin necesidad ¿Sería placer? ¿Les molestaría en la consciencia? Ella jamás podría hacerlo, por eso lo necesitaba, aunque esta vez se tratara de sobrevivencia en un sentido diferente, su cordura estaba en juego, y si no lo hacía volvería a acabar como aquella madrugada sobre la azotea de un edificio contiguo a la catedral, queriendo inmolarse para que las pesadillas dejaran de atormentarla.
- Si gusta caminar podemos hablar afuera, en un lugar más cómodo – dijo mientras se alisaba el vestido y lo despojaba de unas cuantas motas de polvo que se le habían impregnado.
La cabaña era un buen lugar debido a su privacidad, pero sus horribles condiciones de habitabilidad la hacían algo peligrosa, sin mencionar que su limpieza dejaba mucho que desear, por no decir que carecía de ella. Sería mejor afuera, bajo las estrellas que presagiaban un día algo caluroso, un día que ninguno de los dos podría disfrutar en su esplendor.
- Me alegro que haya decidido asistir – dijo pensando en si debía acercarse – Lamento tener que robarle parte de su tiempo –
Avanzó un par de pasos más para reducir la distancia y permitiendo que la luz iluminara un poco mejor su figura, permitiéndole ver que no estaba escondiéndose ni nada por estilo, porque lo que estaba a punto de hacer, podría malinterpretarse como una amenaza. Acercó la mano derecha a su escote y sacó un guardapelo con una cavidad suficientemente amplia como para guardar un pequeño pergamino doblado, y estiró el brazo para enseñárselo.
El asunto no era tan complicado, pero sabía que si quería obtener una respuesta favorable debía interesarlo en ello, labor que se veía en extremo complicada cuando se debía tratar con un inmortal. Habían muchas formas más fáciles de hacerlo pero si quería librar su mente de las benditas pesadillas y de todo ese odio de una vez por todas, debía hacerse de la forma adecuada.
- Me gustaría conocer la reglas primero – dijo mientras se enrollaba la cadena del guardapelo en la mano – Si es que las hay, claro, porque no quisiera agraviarlo rompiéndolas –
¿Eso era porque tenía miedo? No, a estas alturas esa no era una opción a menos que quisiera que las cosas se dieran vuelta en su contra, la última que debía sobrevivir en el tablero Von Misson debía ser ella. Aunque pareciera era joven caprichosa, era simplemente el orgullo que se estaba reponiendo desde que llegó a París.
Se preguntaba que pasaba por la cabeza de aquellos que asesinaban sin necesidad ¿Sería placer? ¿Les molestaría en la consciencia? Ella jamás podría hacerlo, por eso lo necesitaba, aunque esta vez se tratara de sobrevivencia en un sentido diferente, su cordura estaba en juego, y si no lo hacía volvería a acabar como aquella madrugada sobre la azotea de un edificio contiguo a la catedral, queriendo inmolarse para que las pesadillas dejaran de atormentarla.
- Si gusta caminar podemos hablar afuera, en un lugar más cómodo – dijo mientras se alisaba el vestido y lo despojaba de unas cuantas motas de polvo que se le habían impregnado.
La cabaña era un buen lugar debido a su privacidad, pero sus horribles condiciones de habitabilidad la hacían algo peligrosa, sin mencionar que su limpieza dejaba mucho que desear, por no decir que carecía de ella. Sería mejor afuera, bajo las estrellas que presagiaban un día algo caluroso, un día que ninguno de los dos podría disfrutar en su esplendor.
Carmmine Von Misson- Vampiro Clase Alta
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Re: Blood to Blood [Kei Koizumi]
Realmente, hacer trabajos de se tipo no era algo que le agradase, era solo que servía a los objetivos que tenía ahora; y de cualquier forma siempre podía negarse a hacer lo que le pidiesen, no era como si tuviese que responder a cada pedido, tanto el como su subordinado lo hacían de ese modo. A decir verdad había terminado por hacerse cargo de aquel 'trabajo sucio' porque después de todo, sintió que él chico, siendo humano se ponía en peligro más de lo necesario.
Además, tenía aquel propósito grabado en la mente... no pretendía hacer nada innecesario, que le causara una molestia o que considerara no iba a ayudarle de algún modo a avanzar hacia ello. Era simple si alguien veía en su mente. Hacía aquello porque todo le parecía distante a él. Los humanos u otros seres inmortales con los cuales no tenía ningún tipo de relación o conocimiento de su existencia le eran indiferentes.
Le vio moverse y sacar aquel objeto. Observó sin mucho interés cada uno de sus movimientos. ¿Reglas? Si las había se daban en manera automática, porque la verdad no tenía nada que decir respecto a eso.
-... Es fácil...- dijo clavando su mirada en los ojos ajenos -... me dices que buscabas acudiendo a mi... una vez que lo sepa confirmaré si quiero o no ayudarte...
¿Aquello había sonado un poco arrogante o era su imaginación? Como fuese, lo de caminar no le parecía mala idea, estar allí parado empezaba a molestarle por alguna razón.
-Caminemos entonces... -dijo con simpleza, adelantándose un par de pasos, suponiendo que iba a seguirle.
Antes que cualquier cosa, quería saber el porqué le había llamado, todo este asunto le causaba cierta sensación y simplemente había acudido por curiosidad, generalmente llegaban siendo directos en lo que querían, y sin embargo, ella había enviado una carta y había dejado a quien la recibía sin una pizca de idea de lo que movía todo aquello.
Hacía mucho tiempo, siglos atrás, había hecho algo peor que esto. Ahora tenía a su favor que al haber pasado por ello tenía plena conciencia de hasta dónde era capaz de llegar en un momento dado.
Además, tenía aquel propósito grabado en la mente... no pretendía hacer nada innecesario, que le causara una molestia o que considerara no iba a ayudarle de algún modo a avanzar hacia ello. Era simple si alguien veía en su mente. Hacía aquello porque todo le parecía distante a él. Los humanos u otros seres inmortales con los cuales no tenía ningún tipo de relación o conocimiento de su existencia le eran indiferentes.
Le vio moverse y sacar aquel objeto. Observó sin mucho interés cada uno de sus movimientos. ¿Reglas? Si las había se daban en manera automática, porque la verdad no tenía nada que decir respecto a eso.
-... Es fácil...- dijo clavando su mirada en los ojos ajenos -... me dices que buscabas acudiendo a mi... una vez que lo sepa confirmaré si quiero o no ayudarte...
¿Aquello había sonado un poco arrogante o era su imaginación? Como fuese, lo de caminar no le parecía mala idea, estar allí parado empezaba a molestarle por alguna razón.
-Caminemos entonces... -dijo con simpleza, adelantándose un par de pasos, suponiendo que iba a seguirle.
Antes que cualquier cosa, quería saber el porqué le había llamado, todo este asunto le causaba cierta sensación y simplemente había acudido por curiosidad, generalmente llegaban siendo directos en lo que querían, y sin embargo, ella había enviado una carta y había dejado a quien la recibía sin una pizca de idea de lo que movía todo aquello.
Hacía mucho tiempo, siglos atrás, había hecho algo peor que esto. Ahora tenía a su favor que al haber pasado por ello tenía plena conciencia de hasta dónde era capaz de llegar en un momento dado.
Kei Koizumi- Vampiro Clase Alta
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Re: Blood to Blood [Kei Koizumi]
El hecho de que no existiesen reglas no la alivió como se esperaría, aunque quizás fueran una ventaja. Pero los diecisiete años que pasó bajo el yugo de su padre le habían incrustado en la consciencia que si las reglas, existían por algo, y ese algo era mantener orden de las cosas. Pero ¿Acaso no estaba aquí para vengarse por fin de su padre? ¿Entonces por qué demonios le importaban las reglas? Había que cambiar eso, así que trabajaría en ello.
Al oír que aceptaba su invitación a caminar, simplemente asintió para comenzar a caminar hasta ponerse a su lado luego de que hubiesen salido de la cabaña. Aquella noche veraniega no era tan sofocante como se esperaría, se notaba que la estación acababa de comenzar.
- Disculpe que haya sido tan reservada antes – dijo acompasando los pasos al ritmo de los de su acompañante – Pero no quiero causarle más problemas de los que seguramente le traerá lo que tengo que proponerle –
Luego de unos segundos de sopesar sus últimas palabras, se dio cuenta de que no eran las más acertadas, ya que tal vez lo iban a predisponer para rechazar finalmente aquello que iba a pedirle.
- Le pido que por favor no descarte mi pedido antes de que le explique lo que me motiva – dijo bajando la mirada mientras seguía caminando – Necesito… eliminar por completo la rama de mi familia que siguió luego de mi… transformación – dijo evitando dar detalles de más – Pero necesito hacerlo con mis propias manos –
Y es que sería esto último lo único que lograría calmar sus pesadillas, como si fuese uno de esos sacrificios de sangre que las civilizaciones antiguas hacían a sus dioses para apaciguar su ira. Pues bien, la suya solo iba a calmarse el día en que la sangre del último miembro de aquella familia que había seguido luego de ella, yaciera en sus manos. Quizás muchos de ellos eran inocentes, pero por sus venas corría la misma sangre del hombre que la condenó a cambio de conservar su fortuna, sangre que ella misma llevaba aun en sus venas.
- Hasta ahora pareciera que pudiese hacerlo por mí misma – dijo suspirando antes de confesarle algo que hería un poco su orgullo – Pero la verdad es que matar no es lo mío, por eso necesito que usted me guíe –
Aquello era lo que seguramente la diferenciaba de muchos de los de su especie, el hecho de que ella jamás había matado a nadie a menos que fuese por sobrevivencia, para alimentarse, prefiriéndose siempre personas de poca moral y actitud reprochable, para así permitir que su consciencia se liberara un poco de la culpa. Sabía que muchos de los suyos lo hacían por el mero placer de asesinar, tanto victimas que eran merecedoras de ello, como inocentes que se esperaría tuviesen una vida más plena.
Ahora tendría que apartar ese lado humano, esa consciencia que no le permitía matar ni alimentarse sino el mínimo necesario para sobrevivir. Necesitaba superar aquello, y era por eso que lo necesitaba.
Al oír que aceptaba su invitación a caminar, simplemente asintió para comenzar a caminar hasta ponerse a su lado luego de que hubiesen salido de la cabaña. Aquella noche veraniega no era tan sofocante como se esperaría, se notaba que la estación acababa de comenzar.
- Disculpe que haya sido tan reservada antes – dijo acompasando los pasos al ritmo de los de su acompañante – Pero no quiero causarle más problemas de los que seguramente le traerá lo que tengo que proponerle –
Luego de unos segundos de sopesar sus últimas palabras, se dio cuenta de que no eran las más acertadas, ya que tal vez lo iban a predisponer para rechazar finalmente aquello que iba a pedirle.
- Le pido que por favor no descarte mi pedido antes de que le explique lo que me motiva – dijo bajando la mirada mientras seguía caminando – Necesito… eliminar por completo la rama de mi familia que siguió luego de mi… transformación – dijo evitando dar detalles de más – Pero necesito hacerlo con mis propias manos –
Y es que sería esto último lo único que lograría calmar sus pesadillas, como si fuese uno de esos sacrificios de sangre que las civilizaciones antiguas hacían a sus dioses para apaciguar su ira. Pues bien, la suya solo iba a calmarse el día en que la sangre del último miembro de aquella familia que había seguido luego de ella, yaciera en sus manos. Quizás muchos de ellos eran inocentes, pero por sus venas corría la misma sangre del hombre que la condenó a cambio de conservar su fortuna, sangre que ella misma llevaba aun en sus venas.
- Hasta ahora pareciera que pudiese hacerlo por mí misma – dijo suspirando antes de confesarle algo que hería un poco su orgullo – Pero la verdad es que matar no es lo mío, por eso necesito que usted me guíe –
Aquello era lo que seguramente la diferenciaba de muchos de los de su especie, el hecho de que ella jamás había matado a nadie a menos que fuese por sobrevivencia, para alimentarse, prefiriéndose siempre personas de poca moral y actitud reprochable, para así permitir que su consciencia se liberara un poco de la culpa. Sabía que muchos de los suyos lo hacían por el mero placer de asesinar, tanto victimas que eran merecedoras de ello, como inocentes que se esperaría tuviesen una vida más plena.
Ahora tendría que apartar ese lado humano, esa consciencia que no le permitía matar ni alimentarse sino el mínimo necesario para sobrevivir. Necesitaba superar aquello, y era por eso que lo necesitaba.
Carmmine Von Misson- Vampiro Clase Alta
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Re: Blood to Blood [Kei Koizumi]
Detuvo sus movimientos de ggolpe al irle escuchando. No sabía si estaba entendiendo bien del todo. La observó con cuidado. Si estaba haciendo cosas como esta ahora aún cuando las propias reglas que se había autoimpuesto fuesen en contra, era porque tenía un objetivo. Si bien era cierto que era difícil ver el porqué cambiar su forma de actuar era una forma de conseguirlo eso no era algo que él tuviese que explicar a otros.
-Sinceramente no creo que pueda decir algo por que usted sea reservada al hablar de algún asunto que para usted tengga relevancia... y bien, no rechazaré nada hasta saber todo lo que deba decirme...
Lo raro no fue que quisiese hacer algo como eso o hacerlo ella misma. Lo que no entendía era lo que le estaba pidiendo que hiciera.
-¿A que se refiere con eso? -Más valía no hacerse ideas erróneas, mejor preguntar. Eso hacía las cosas más sencillas, no tenía por qué quebrarse la cabeza. Sobre lo que había dicho, la verdad no le preocupaba demasiado. ¿Traerle problemas? No creía que pudiese hacerlo en este punto. Nada de lo que ocurriese podría superar el haber caído en la trampa de otro ser de la noche. Uno del que no tenía el poder para deshacerse por ahora y que además tenía atrapado a su pupilo de aquella manera tan poco prevista.
La veía con fijeza, esperando le explicase la situación un poco mejor. Él jamás juzgaría a alguien, sobre todo cuando sabía que en sus existencia existían esos siglos de oscuridad, en lo que la persona que era ahora simplemente no existía. Matar nunca había sido algo complicado. Si bien ahora evitaba muchas cosas, era porque quería evitar en caer algo como lo que había hecho en el pasado. No era su conciencia exactamente, solo tenía ciertas ideas y pensaba seguirlas por ahora.
De verdad ¿cómo se suponía que él le guiase? Eso le había sonado de algún modo extraño como pocas cosas se lo parecían.
-Sinceramente no creo que pueda decir algo por que usted sea reservada al hablar de algún asunto que para usted tengga relevancia... y bien, no rechazaré nada hasta saber todo lo que deba decirme...
Lo raro no fue que quisiese hacer algo como eso o hacerlo ella misma. Lo que no entendía era lo que le estaba pidiendo que hiciera.
-¿A que se refiere con eso? -Más valía no hacerse ideas erróneas, mejor preguntar. Eso hacía las cosas más sencillas, no tenía por qué quebrarse la cabeza. Sobre lo que había dicho, la verdad no le preocupaba demasiado. ¿Traerle problemas? No creía que pudiese hacerlo en este punto. Nada de lo que ocurriese podría superar el haber caído en la trampa de otro ser de la noche. Uno del que no tenía el poder para deshacerse por ahora y que además tenía atrapado a su pupilo de aquella manera tan poco prevista.
La veía con fijeza, esperando le explicase la situación un poco mejor. Él jamás juzgaría a alguien, sobre todo cuando sabía que en sus existencia existían esos siglos de oscuridad, en lo que la persona que era ahora simplemente no existía. Matar nunca había sido algo complicado. Si bien ahora evitaba muchas cosas, era porque quería evitar en caer algo como lo que había hecho en el pasado. No era su conciencia exactamente, solo tenía ciertas ideas y pensaba seguirlas por ahora.
De verdad ¿cómo se suponía que él le guiase? Eso le había sonado de algún modo extraño como pocas cosas se lo parecían.
- Spoiler:
- Perdona la tardanza... no era mi intención dejar pasar tanto tiempo...
Kei Koizumi- Vampiro Clase Alta
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Re: Blood to Blood [Kei Koizumi]
El hecho de que su acompañante se detuviera de golpe la alarmó ligeramente, aunque en realidad jamás pasó por su cabeza la posibilidad de que fuese a rechazar aquel “trabajo”, estaba extrañamente segura, y eso era peligroso, porque el exceso de confianza podía jugarle malas pasadas en el momento de obtener una respuesta concreta.
Pero en el momento en que escuchó su pregunta, entendió perfectamente el por qué, así que soltando un suspiro relativamente profundo, cerró los ojos para pensar en una forma menos adornada de explicar el fondo de asunto, pero que al mismo tiempo no sonara de forma tan bruta, aunque en el fondo fuera un acto de lo más básico y animal.
- Le pido me disculpe – dijo inclinando un poco la cabeza para complementar como señal de disculpa – No soy muy buena con estas cosas, y comienzo a crear complicaciones donde no las hay – reconoció.
Se ubicó frente a él para poder verlo a los ojos, ya que pensaba que si se sinceraba de una vez las cosas comenzarían a salir más fluidas, sin mencionar claro, que si él decidía aceptar, tendría que perder esos miedos que formaban barreras a su alrededor. Volvió a suspirar.
- En resumidas cuentas… - dijo dudando unos instantes – Lo que busco es que me enseñe a asesinar de la forma apropiada –
Aquello la avergonzó profundamente ¿Cuándo se había visto alguien de su especie que le tuviese miedo a asesinar? No eran más que meros traumas que la hacían conservar parte de la humanidad que le fue arrebatada décadas atrás. Y eran esos mismos traumas los que quería sacar de su cabeza, quería dormir en paz de una vez por todas, disfrutar con tranquilidad de aquel regalo eterno que se le había otorgado.
Por otro lado, por más que asesinar pareciera un acto básico y simple, habían muchas cosas que la hacían considerar que no era buena en ello. Método, oportunidad, detalles y miles de cosas más. Después de todo, por más que fuera uno de los llamados seres oscuros, se le había, y estaba, instruyendo en ciencias, literatura y otras áreas, jamás se le enseñó nada respecto al arte de asesinar, y si no quería cometer errores… Lo necesitaba.
Pero en el momento en que escuchó su pregunta, entendió perfectamente el por qué, así que soltando un suspiro relativamente profundo, cerró los ojos para pensar en una forma menos adornada de explicar el fondo de asunto, pero que al mismo tiempo no sonara de forma tan bruta, aunque en el fondo fuera un acto de lo más básico y animal.
- Le pido me disculpe – dijo inclinando un poco la cabeza para complementar como señal de disculpa – No soy muy buena con estas cosas, y comienzo a crear complicaciones donde no las hay – reconoció.
Se ubicó frente a él para poder verlo a los ojos, ya que pensaba que si se sinceraba de una vez las cosas comenzarían a salir más fluidas, sin mencionar claro, que si él decidía aceptar, tendría que perder esos miedos que formaban barreras a su alrededor. Volvió a suspirar.
- En resumidas cuentas… - dijo dudando unos instantes – Lo que busco es que me enseñe a asesinar de la forma apropiada –
Aquello la avergonzó profundamente ¿Cuándo se había visto alguien de su especie que le tuviese miedo a asesinar? No eran más que meros traumas que la hacían conservar parte de la humanidad que le fue arrebatada décadas atrás. Y eran esos mismos traumas los que quería sacar de su cabeza, quería dormir en paz de una vez por todas, disfrutar con tranquilidad de aquel regalo eterno que se le había otorgado.
Por otro lado, por más que asesinar pareciera un acto básico y simple, habían muchas cosas que la hacían considerar que no era buena en ello. Método, oportunidad, detalles y miles de cosas más. Después de todo, por más que fuera uno de los llamados seres oscuros, se le había, y estaba, instruyendo en ciencias, literatura y otras áreas, jamás se le enseñó nada respecto al arte de asesinar, y si no quería cometer errores… Lo necesitaba.
Carmmine Von Misson- Vampiro Clase Alta
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Re: Blood to Blood [Kei Koizumi]
No pudo más que reír ante aquello. No quería que sonará a que le parecía gracioso, pero la verdad es que lo era de cierto modo. Desvió la mirada tratando de calmarse. Cuando lo hizo se giró sonriéndole, ella a su parecer se estaba preocupando demasiado por la forma en la que estaba hablándole, no sabía si él había hecho algo para que fuese de ese modo.
-Voy a decirle algo... Usted me cae bien... Si lo que pretende es que le enseñé algo como eso, debo decir que es relativamente sencillo... - Levantó una mano y apenas y tocó su frente con uno de sus dedos -Todos estamos condicionados por nuestra mente... Para mí, matar es sencillo, no le tengo apego a la mayoría de las personas que se cruzan por mi camino... no dudaría en matar si eso trae algo bueno aunque sea en un mínimo sentido... Escuche... - No quería dar vueltas, pero así era él, después de todo.
Alejó su mano y siguió caminando adelantándose unos pasos -...He asesinado a muchos, mi historia no está libre de eso... Sin embargo ha de decirme lo que pretende lograr... Enseñarle, dice ¿Matando a personas al azar? Si tiene alguna relación con quien desea exterminar, algún lazo, entonces nunca será igual que ir tras un desconocido... ¿Quiere desaparecerlos sin dejar rastro alguno de que existireron? Dígame los detalles... y yo veré qué puedo hacer por usted... - Le miró como miraba a veces a su pupilo cuando en sus primeras décadas de vampiro le preguntaba sobre ciertas cosas, nunca pensó en que observaría a alguien más de ese modo.
-Yo no soy la persona adecuada para esto... - dijo en voz apenas audible. No necesitaba pensarlo mucho Era de ese modo. Podía asesinar sin preocuparse, pero aquel lado humanista que aún poseía le hacía detenerse por momentos. Sin embargo, últimamente las cosas se habían desequilibrado en su vida. Comenzó a tararear, esperando ver lo que ella le decía. Era una melodía lenta, y aquel sonido resonaba en aquel lugar que hasta ahora, fuera de los ruidos que ellos hacían había estado en completo silencio. Los animales, las aves, no estarían cerca de ellos...
-Voy a decirle algo... Usted me cae bien... Si lo que pretende es que le enseñé algo como eso, debo decir que es relativamente sencillo... - Levantó una mano y apenas y tocó su frente con uno de sus dedos -Todos estamos condicionados por nuestra mente... Para mí, matar es sencillo, no le tengo apego a la mayoría de las personas que se cruzan por mi camino... no dudaría en matar si eso trae algo bueno aunque sea en un mínimo sentido... Escuche... - No quería dar vueltas, pero así era él, después de todo.
Alejó su mano y siguió caminando adelantándose unos pasos -...He asesinado a muchos, mi historia no está libre de eso... Sin embargo ha de decirme lo que pretende lograr... Enseñarle, dice ¿Matando a personas al azar? Si tiene alguna relación con quien desea exterminar, algún lazo, entonces nunca será igual que ir tras un desconocido... ¿Quiere desaparecerlos sin dejar rastro alguno de que existireron? Dígame los detalles... y yo veré qué puedo hacer por usted... - Le miró como miraba a veces a su pupilo cuando en sus primeras décadas de vampiro le preguntaba sobre ciertas cosas, nunca pensó en que observaría a alguien más de ese modo.
-Yo no soy la persona adecuada para esto... - dijo en voz apenas audible. No necesitaba pensarlo mucho Era de ese modo. Podía asesinar sin preocuparse, pero aquel lado humanista que aún poseía le hacía detenerse por momentos. Sin embargo, últimamente las cosas se habían desequilibrado en su vida. Comenzó a tararear, esperando ver lo que ella le decía. Era una melodía lenta, y aquel sonido resonaba en aquel lugar que hasta ahora, fuera de los ruidos que ellos hacían había estado en completo silencio. Los animales, las aves, no estarían cerca de ellos...
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Re: Blood to Blood [Kei Koizumi]
Aquella risa fue el presagio de lo que creyó iba a ser una rotunda negativa, y por unos instantes se proyectó desde fuera para observar lo ridícula que se veía ella exponiendo aquel amago de plan, solo fue capaz de bajar la mirada avergonzada mientras trataba de interiorizar sus palabras como si fueran un valioso consejo, ya no escuchó una firme negativa. Lo observó solo parpadeando un par de veces, esbozando una amarga mueca en sus labios, porque sabía que tenía razón, era algo sencillo, más aun considerando su condición de seres nocturnos, pero era algo que iba mal en su mente lo que le impedía gatillar aquella ira que le recorría cada milímetro de su cuerpo, de nuevo esas barreras que ella misma se ponía…
Se había quedado en parte paralizada, pensando en sus palabras, pero al notar que comenzaba a caminar lo siguió negando con la cabeza para ella misma, pues era obvio que no podía verla porque iba un par de pasos más atrás. Si bien no era el método apropiado, de matar personas al azar, ella tampoco tenía un lazo ni una relación con aquellas personas que estaban en su lista, simplemente eran extraños que llevaban su sangre.
¿Qué no era la persona adecuada? Pero si había llegado con él era porque sabía perfectamente que podía ¿O había algo más que se lo impedía? No, eso tampoco era un rotundo no, aun podía convencerlo si conseguía reformular sus palabras para darse a entender con claridad respecto a lo que quería y principalmente al método para conseguirlo.
- No es así… - susurró con la mirada baja – Esas personas no son nada para mí, ni siquiera los conozco personalmente – dijo con más firmeza en la voz mientras intentaba justificarse.
Ella que siempre se había considerado una persona centrada y que había leído tanto como para poder darse a entender perfectamente, esta vez comenzaba a desesperarse por encontrar las palabras precisas para hacerle entender que no buscaba aprender asesinando en el sentido bruto de la palabra, ni siquiera en la acción, solo quería tener las herramientas y las técnicas necesarias para hacerlo.
- Yo no busco ir por callejones merodeando y matando a cualquiera para aprender a asesinar de manera perfecta – dijo con una fuerte convicción que hace mucho tiempo no había sentido en su pecho – Lo que quiero es aprender las artes básicas, técnicas que pueda usar llegado el momento, pero usted comprenderá que no puedo ir por ahí buscando a alguien que me enseñe simplemente a empuñar un arma o una espada – dijo argumentando de manera rápida – Mucho menos siendo… lo que somos – dijo no atreviéndose a mencionar la palabra que los definía como especie.
De golpe se detuvo, pensando que tal vez solo seguía haciendo el ridículo y que era mejor que se devolviera a casa con sus libros, incluso llegó a pensar que sería mejor dejar esa idea de vengarse. Pero algo en su interior le decía que no debía rendirse tan fácilmente, que si lo hacía era porque no era capaz ni merecedora de aquella tranquilidad que buscaba.
- Solo necesito que me enseñe como deslizar los pinceles por el lienzo, y la técnica en que debe aplicarse el óleo – dijo ya prácticamente cansada – No que tome mi mano y pinte el cuadro por mí – dijo usando esa casi desesperada analogía para hacerle saber que lo que buscaba era el conocimiento a través del entrenamiento de su cuerpo y su mente, no a través de una brutal matanza al azar.
Se había quedado en parte paralizada, pensando en sus palabras, pero al notar que comenzaba a caminar lo siguió negando con la cabeza para ella misma, pues era obvio que no podía verla porque iba un par de pasos más atrás. Si bien no era el método apropiado, de matar personas al azar, ella tampoco tenía un lazo ni una relación con aquellas personas que estaban en su lista, simplemente eran extraños que llevaban su sangre.
¿Qué no era la persona adecuada? Pero si había llegado con él era porque sabía perfectamente que podía ¿O había algo más que se lo impedía? No, eso tampoco era un rotundo no, aun podía convencerlo si conseguía reformular sus palabras para darse a entender con claridad respecto a lo que quería y principalmente al método para conseguirlo.
- No es así… - susurró con la mirada baja – Esas personas no son nada para mí, ni siquiera los conozco personalmente – dijo con más firmeza en la voz mientras intentaba justificarse.
Ella que siempre se había considerado una persona centrada y que había leído tanto como para poder darse a entender perfectamente, esta vez comenzaba a desesperarse por encontrar las palabras precisas para hacerle entender que no buscaba aprender asesinando en el sentido bruto de la palabra, ni siquiera en la acción, solo quería tener las herramientas y las técnicas necesarias para hacerlo.
- Yo no busco ir por callejones merodeando y matando a cualquiera para aprender a asesinar de manera perfecta – dijo con una fuerte convicción que hace mucho tiempo no había sentido en su pecho – Lo que quiero es aprender las artes básicas, técnicas que pueda usar llegado el momento, pero usted comprenderá que no puedo ir por ahí buscando a alguien que me enseñe simplemente a empuñar un arma o una espada – dijo argumentando de manera rápida – Mucho menos siendo… lo que somos – dijo no atreviéndose a mencionar la palabra que los definía como especie.
De golpe se detuvo, pensando que tal vez solo seguía haciendo el ridículo y que era mejor que se devolviera a casa con sus libros, incluso llegó a pensar que sería mejor dejar esa idea de vengarse. Pero algo en su interior le decía que no debía rendirse tan fácilmente, que si lo hacía era porque no era capaz ni merecedora de aquella tranquilidad que buscaba.
- Solo necesito que me enseñe como deslizar los pinceles por el lienzo, y la técnica en que debe aplicarse el óleo – dijo ya prácticamente cansada – No que tome mi mano y pinte el cuadro por mí – dijo usando esa casi desesperada analogía para hacerle saber que lo que buscaba era el conocimiento a través del entrenamiento de su cuerpo y su mente, no a través de una brutal matanza al azar.
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Re: Blood to Blood [Kei Koizumi]
ah, ah... había muchas cosas que se le cruzaron por la cabeza en ese mismo instante al estarle escuchando, pero como siempre su curiosidad personal pudo más que cualquier cosa.
-Disculpe... pero... si no hay ninguna relación... ¿cuál es la razón de que quiera hacer algo como esto? -No esperaba que se saltara un detalle como aquel ¿cierto? A decir verdad todavía no sabía si podía ayudarle en lo que se proponía, no era como enseñarle a alguien a escribir o a hacer manualidades.
-Debo decir que la técnica y la forma en la que cada persona se deselvuelve es diferente... Tendríamos que descubrir qué es lo mejor para usted... -aún no tenía idea de cómo debía proceder con algo así. Primero, nunca antes alguien me había pedido algo como aquello. Segundo, me parecía más complicado de lo que podía sonar. Tercero, la gente no iba por ahí pidiendo algo así, en eso debía darle razón. Pero su naturaleza, o debía ser la nuestra se suponía nos daba cierta ventaja. Matar a alguien... Eso dependía de muchas cosas, pero realmente, un verdadero asesino, lo era porque no se dejaba dominar por lo que denominan conciencia, porque no tenía esas ataduras que crea la sociedad acerca de lo moral. ¿Qué diferencia había? No mucha si se lo preguntaban a él. Había cosas que los humanos hacían y que no era exactamente correcto, se escudaban en los preceptos sociales y en lo que se decían estaba bien hecho.
-Pero de verdad me gustaría saber más acerca de la historia detrás de esto, más que otra cosa - ¿Para que darle rodeos? Eso era lo que buscaba saber y no quería ir armando ideas por respuestas parciales a el tema. No quería tampoco tener una idea equivocada. No conocía a la persona que estaba delante de él, pero le daba cierta impresión. La forma en la que había hecho las cosas, desde la forma en la que le había contactado, eso era loq ue había despertado en él desde el primer momento la duda y por ello había acudido. Quería ver a la persona que había hecho algo de ese modo y ahora que sabía lo que quería de él, quería saber un poco más de la historia que le había llevado a ese punto, cuando le parecía que no era lo más común que había visto en años.
-Disculpe... pero... si no hay ninguna relación... ¿cuál es la razón de que quiera hacer algo como esto? -No esperaba que se saltara un detalle como aquel ¿cierto? A decir verdad todavía no sabía si podía ayudarle en lo que se proponía, no era como enseñarle a alguien a escribir o a hacer manualidades.
-Debo decir que la técnica y la forma en la que cada persona se deselvuelve es diferente... Tendríamos que descubrir qué es lo mejor para usted... -aún no tenía idea de cómo debía proceder con algo así. Primero, nunca antes alguien me había pedido algo como aquello. Segundo, me parecía más complicado de lo que podía sonar. Tercero, la gente no iba por ahí pidiendo algo así, en eso debía darle razón. Pero su naturaleza, o debía ser la nuestra se suponía nos daba cierta ventaja. Matar a alguien... Eso dependía de muchas cosas, pero realmente, un verdadero asesino, lo era porque no se dejaba dominar por lo que denominan conciencia, porque no tenía esas ataduras que crea la sociedad acerca de lo moral. ¿Qué diferencia había? No mucha si se lo preguntaban a él. Había cosas que los humanos hacían y que no era exactamente correcto, se escudaban en los preceptos sociales y en lo que se decían estaba bien hecho.
-Pero de verdad me gustaría saber más acerca de la historia detrás de esto, más que otra cosa - ¿Para que darle rodeos? Eso era lo que buscaba saber y no quería ir armando ideas por respuestas parciales a el tema. No quería tampoco tener una idea equivocada. No conocía a la persona que estaba delante de él, pero le daba cierta impresión. La forma en la que había hecho las cosas, desde la forma en la que le había contactado, eso era loq ue había despertado en él desde el primer momento la duda y por ello había acudido. Quería ver a la persona que había hecho algo de ese modo y ahora que sabía lo que quería de él, quería saber un poco más de la historia que le había llevado a ese punto, cuando le parecía que no era lo más común que había visto en años.
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Re: Blood to Blood [Kei Koizumi]
De cada pregunta que le iba haciendo él, ella acababa haciéndose mil y una más, hecho que ahora la ponía a dudar de todo. Dudar en haberle pedido ayuda a él, en haber considerado siquiera la idea de comenzar un sangriento camino para obtener la paz que su mente tanto necesitaba, el punto era si la sangre que se estaba proponiendo derramar no sería también un nuevo castigo. Era por eso que lo necesitaba. Era esa maldita sensibilidad tan humana lo que la detenía, esa maldita consciencia que la hacía sentir culpable siquiera de pensar en ello.
Estrechó con fuerza el pequeño relicario que tenía en mano, tanto que pudo escucharse un pequeño crujido que fue lo que a la vez le dio la idea de cómo responder a su pregunta. Lo abrió y se guardó el pequeño papel en que estaban los nombres y le acercó el resto del relicario, en el que había un retrato de ella misma, pero de mucho antes de que fuera convertida en un ser rastrero que debía alimentarse de sangre.
- ¿Cuánto vale la vida de una persona? – preguntó con un tono amargo y tal vez algo sarcástico en la voz, sin responder directamente a su pregunta – La mía costaba menos de la centésima parte de la fortuna de mi padre, pero como puede ver, no la tengo – dijo con un poco de resentimiento al recordar.
Si solo hubiese vuelto por ella, en vez de dejarla a merced de aquellos rufianes no habría acabado convirtiéndose en un frío trozo de mármol sin vida, en un cuerpo lleno de amargura y eventuales pesadillas que venían sagradamente a recordárselo. Cada vez que se ponía a repasar aquellos fatales acontecimientos se sulfuraba y regañaba por no haber vuelto a Alemania en cuanto pudo para cobrar la venganza por todo lo que le sucedió, por cada segundo de miseria que pasó a bordo de ese barco.
- Ya no tengo a la persona a quien podía hacer pagar por ello – continuó contándole, pero esta vez con más calma – Pero aun llevo el odio tan dentro de mí, que solo saber que hay personas que aun llevan mi sangre me hace ver en ellas el vivo reflejo del culpable. Aunque de todos modos… - dijo suspirando al ver que había contado más de la cuenta, porque ella jamás hablaba de sus sentimientos - ¿Necesito una excusa para querer matar? Creo que hoy en día la gente no la necesita ¿No cree? –
Se llevó una mano al cabello para peinárselo hacía atrás y dejar su rostro completamente al descubierto. Preguntándose cómo es que la vería él ¿Tal vez como una desequilibrada? El caso es que comenzaba a pensar que ya había hablado demasiado, y que dilatar el asunto resultaba contraproducente para su propia estima.
Estrechó con fuerza el pequeño relicario que tenía en mano, tanto que pudo escucharse un pequeño crujido que fue lo que a la vez le dio la idea de cómo responder a su pregunta. Lo abrió y se guardó el pequeño papel en que estaban los nombres y le acercó el resto del relicario, en el que había un retrato de ella misma, pero de mucho antes de que fuera convertida en un ser rastrero que debía alimentarse de sangre.
- ¿Cuánto vale la vida de una persona? – preguntó con un tono amargo y tal vez algo sarcástico en la voz, sin responder directamente a su pregunta – La mía costaba menos de la centésima parte de la fortuna de mi padre, pero como puede ver, no la tengo – dijo con un poco de resentimiento al recordar.
Si solo hubiese vuelto por ella, en vez de dejarla a merced de aquellos rufianes no habría acabado convirtiéndose en un frío trozo de mármol sin vida, en un cuerpo lleno de amargura y eventuales pesadillas que venían sagradamente a recordárselo. Cada vez que se ponía a repasar aquellos fatales acontecimientos se sulfuraba y regañaba por no haber vuelto a Alemania en cuanto pudo para cobrar la venganza por todo lo que le sucedió, por cada segundo de miseria que pasó a bordo de ese barco.
- Ya no tengo a la persona a quien podía hacer pagar por ello – continuó contándole, pero esta vez con más calma – Pero aun llevo el odio tan dentro de mí, que solo saber que hay personas que aun llevan mi sangre me hace ver en ellas el vivo reflejo del culpable. Aunque de todos modos… - dijo suspirando al ver que había contado más de la cuenta, porque ella jamás hablaba de sus sentimientos - ¿Necesito una excusa para querer matar? Creo que hoy en día la gente no la necesita ¿No cree? –
Se llevó una mano al cabello para peinárselo hacía atrás y dejar su rostro completamente al descubierto. Preguntándose cómo es que la vería él ¿Tal vez como una desequilibrada? El caso es que comenzaba a pensar que ya había hablado demasiado, y que dilatar el asunto resultaba contraproducente para su propia estima.
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Re: Blood to Blood [Kei Koizumi]
Sonrió aunque no era una expresión feliz en realidad –La vida de una persona no tiene un precio monetario… aún cuando muchos lo impongan según su conveniencia…- Haber guardado el odio durante ese tiempo, eso le parecía algo por lo que nadie debiese pasar. Al fin y al cabo, el odio solo carcomía a las personas, el de algún modo lo sabía bien. Te iba deteriorando, tal vez no visiblemente, no de una manera en la que alguien pudiese darse cuenta…
Le escuchaba con total atención. Estaba allí tratando de distraerse, de no pensar en ciertas cosas, y ella le había pedido ayuda y ahora que sabía la causa, no podía más que seguir indagando. Él había sido un asesino en algún momento, uno que no había pensado en nada ni nadie, pero esos tiempos, a pesar de todo, habían quedado atrás, ahora su forma de comportarse, las reglas que él mismo se había impuesto, aún cuando no lo sintiera de conciencia, le impedían liberar a esa parte de él que solo se dejaba llevar por el instinto que despertaba en él la sangre.
-La gente parece no necesitarla, pero me parece que usted si la necesita… y parece querer a alguien que le diga que no está mal querer algo como esto… -Tal vez estaba hablando de más, tal vez se estuviese equivocando o hacía mal en decirlo de aquella forma.
-Lo que yo creo es que está bien, siempre y cuando esté segura de que no se arrepentirá de ello. Si desea hacer esto, entonces habrá que llevarlo a cabo, pero si tiene dudas puede ser algo problemático. Yo puedo enseñarle, cómo blandir una espada o alguna otra arma, decirle como puede hacer las cosas con deliberada calma… describirle lo que puede hacer si quiere hacerles sufrir y verles morir en sus manos… puedo hacer muchas cosas, pero no es cosa mía si su conciencia siente la carga de derramar y acabar con las vidas humanas… -Porque al fin y al cabo el no podía inmiscuirse y alterar su mente para ello. Eso era parte de su personalidad, si quisiera podría borrar sus recuerdos, pero eso no servía de nada en un caso como este, por eso no tenía ni intención de proponerlo, era una salida vaga y que no cumplía con lo que se esperaba.
-Si lo que quieres es ir por venganza dudo que alguien pueda detener esa idea en tu mente, las razones que tienes, la intensidad con la que lo sientes… Yo estoy aquí y te mostraré lo que esté en mis manos poder enseñarte… Mi conciencia no vacilará, sin importar si son vidas inocentes las que ayudo de forma indirecta a exterminar… - No podía importarle, si no se alimentaba de ciertas personas no era por el cargo de conciencia que podía ocasionarle, ahí estaban sus propias normas, intentando hacer un bien tal vez innecesario…
Le escuchaba con total atención. Estaba allí tratando de distraerse, de no pensar en ciertas cosas, y ella le había pedido ayuda y ahora que sabía la causa, no podía más que seguir indagando. Él había sido un asesino en algún momento, uno que no había pensado en nada ni nadie, pero esos tiempos, a pesar de todo, habían quedado atrás, ahora su forma de comportarse, las reglas que él mismo se había impuesto, aún cuando no lo sintiera de conciencia, le impedían liberar a esa parte de él que solo se dejaba llevar por el instinto que despertaba en él la sangre.
-La gente parece no necesitarla, pero me parece que usted si la necesita… y parece querer a alguien que le diga que no está mal querer algo como esto… -Tal vez estaba hablando de más, tal vez se estuviese equivocando o hacía mal en decirlo de aquella forma.
-Lo que yo creo es que está bien, siempre y cuando esté segura de que no se arrepentirá de ello. Si desea hacer esto, entonces habrá que llevarlo a cabo, pero si tiene dudas puede ser algo problemático. Yo puedo enseñarle, cómo blandir una espada o alguna otra arma, decirle como puede hacer las cosas con deliberada calma… describirle lo que puede hacer si quiere hacerles sufrir y verles morir en sus manos… puedo hacer muchas cosas, pero no es cosa mía si su conciencia siente la carga de derramar y acabar con las vidas humanas… -Porque al fin y al cabo el no podía inmiscuirse y alterar su mente para ello. Eso era parte de su personalidad, si quisiera podría borrar sus recuerdos, pero eso no servía de nada en un caso como este, por eso no tenía ni intención de proponerlo, era una salida vaga y que no cumplía con lo que se esperaba.
-Si lo que quieres es ir por venganza dudo que alguien pueda detener esa idea en tu mente, las razones que tienes, la intensidad con la que lo sientes… Yo estoy aquí y te mostraré lo que esté en mis manos poder enseñarte… Mi conciencia no vacilará, sin importar si son vidas inocentes las que ayudo de forma indirecta a exterminar… - No podía importarle, si no se alimentaba de ciertas personas no era por el cargo de conciencia que podía ocasionarle, ahí estaban sus propias normas, intentando hacer un bien tal vez innecesario…
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Re: Blood to Blood [Kei Koizumi]
Un dejo de enfado comenzó a arremeter dentro de ella al oír aquello con lo que parecía subestimarla por completo. Su consciencia era eso, suya y por lo tanto un problema propio, y le atacaba el orgullo al decir que necesitaba de la aprobación de alguien más para poder continuar con aquel cometido, y si él no iba a ayudarla no importaba, buscaría la forma de hacerlo por si misma o de encargarlo a alguien que no la humillase de aquel modo. Por primera vez en mucho tiempo estaba comportándose como una mujer caprichosa, aunque solo fuese en su fuero interno, en parte la avergonzaba pero era la misma humillación que el arrebolaba las mejillas la que no le permitía darse cuenta de ello.
Se limitó y empuñar los puños con fuerza, haciéndose daño con las uñas, tanto que podía llegar a sentir al aroma de un pequeño resabio de sangre que salía de la palma de su mano, momento en que disminuyó la presión para seguir escuchándolo con toda la atención que disponía en aquel momento.
No lo entendía. Definitivamente no lo entendía, aunque tal vez fuese cosa de la seguridad desquebrajada que conservaba, a ratos parecía que rechazaría todo trato con ella y a otros parecía estar aceptando tácitamente. Esta última interpretación de sus palabras fue la que acabó primando en ella, aunque difería en el uso de término “Inocentes”, no, esas personas no eran inocentes porque su sangre al igual que la propia estaba maldecida desde el momento en que el árbol genealógico se ramificaba desde su progenitor.
Lanzó con rabia el relicario cerca de sus pies, y luego lo pisoteó con la misma fuerza con el taco de sus zapatos, destrozando el metal desgastado y el pequeño retrato de su interior, pero no era solo eso, no solo destrozaba una joya, sino que también destrozaba toda comunicación con la Carmmine que quería conservar parte de su humanidad, con la que añoraba los días en que podía retozar bajo el sol sin ningún peligro. Estaba decidiendo abandonar lo poco que aun la acercaba a los seres humanos…
- Bien – dijo parándose frente a él con un nuevo semblante, con un brillo que destellaba una seguridad que probablemente jamás se había visto en sus ojos – Pero no necesito que me diga que lo que hago esta bien, que esta justificado, porque ya lo decidí –
No sabía exactamente de donde había salido esta fortaleza que le ayudaba a plantarse firmemente al hombre que estaba por convertirse en su maestro, muy diferente a lo que Daniil solía instruirle, pero un maestro al fin y al cabo.
- Solo dígame qué es lo que tengo que hacer – dijo en palabras simples – Qué necesito -
Se limitó y empuñar los puños con fuerza, haciéndose daño con las uñas, tanto que podía llegar a sentir al aroma de un pequeño resabio de sangre que salía de la palma de su mano, momento en que disminuyó la presión para seguir escuchándolo con toda la atención que disponía en aquel momento.
No lo entendía. Definitivamente no lo entendía, aunque tal vez fuese cosa de la seguridad desquebrajada que conservaba, a ratos parecía que rechazaría todo trato con ella y a otros parecía estar aceptando tácitamente. Esta última interpretación de sus palabras fue la que acabó primando en ella, aunque difería en el uso de término “Inocentes”, no, esas personas no eran inocentes porque su sangre al igual que la propia estaba maldecida desde el momento en que el árbol genealógico se ramificaba desde su progenitor.
Lanzó con rabia el relicario cerca de sus pies, y luego lo pisoteó con la misma fuerza con el taco de sus zapatos, destrozando el metal desgastado y el pequeño retrato de su interior, pero no era solo eso, no solo destrozaba una joya, sino que también destrozaba toda comunicación con la Carmmine que quería conservar parte de su humanidad, con la que añoraba los días en que podía retozar bajo el sol sin ningún peligro. Estaba decidiendo abandonar lo poco que aun la acercaba a los seres humanos…
- Bien – dijo parándose frente a él con un nuevo semblante, con un brillo que destellaba una seguridad que probablemente jamás se había visto en sus ojos – Pero no necesito que me diga que lo que hago esta bien, que esta justificado, porque ya lo decidí –
No sabía exactamente de donde había salido esta fortaleza que le ayudaba a plantarse firmemente al hombre que estaba por convertirse en su maestro, muy diferente a lo que Daniil solía instruirle, pero un maestro al fin y al cabo.
- Solo dígame qué es lo que tengo que hacer – dijo en palabras simples – Qué necesito -
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Re: Blood to Blood [Kei Koizumi]
Vio su reacción sin inmutarse ni un poco, le pareció un poco curioso, pero al parecer sus palabras habían causado aquello, aunque tal vez ella había entendido mal lo que le decía -Escucha, yo solo digo que no sé nada, que aún así no me importa demasiado, has pedido mi ayuda y no sé cómo me has localizado- Caminó a paso ligero moviéndose alrededor hasta que se recargó en un tronco -Yo creo que lo único que necesitas es confianza para algo como esto, puedo ver tu decisión y sin embargo has venido a mí... -Le señaló, no decía nada de forma ofensiva, solo quería averiguar la mejor manera de proceder -Eres una vampiresa, como tal tienes lo necesario, yo no te estoy diciendo que esté mal ¿Quién soy yo, cuando tomé la vida de muchos sin pensar ni un segundo si lo merecían o no? No me malentiendas, el bien o el mal son solo un punto de vista- El no veía la diferencia entre matar a un niño o a un asesino, parecía que todos creían que él tenía ese lado humano sumamente desarrollado, cierto era que a veces reaccionaba sin pensar, como al conocer a algún niño o hablar con ciertas personas y si alguien llegaba lo suficientemente lejos pensaba en que tal vez debería protegerlos.
Pero nunca llegaba tan lejos, pocos lazos eran los que podía crear que tuviesen suficiente fuerza para que llegaran más lejos que eso. Podía contarlos con los dedos de una mano y le sobrarían si contase por quién estaba dispuesto a arriesgarse lo suficiente. La mujer frente a él tenía como blanco a humanos, eso le decía que tal vez buscaba ayuda por una razón más bien diferente, porque aunque no hubiese matado indiscriminadamente a alguien, si el odio que parecía tener era real, no debería costarle tanto trabajo, pero algo parecía aún detenerle. Bien, tal vez no debería meterse demasiado en ello -Disculpa, matar no es algo que se enseñe a hacer y estoy seguro que puedes hacerlo sin ayuda si te das cuenta de lo que ya tienes… - Se acercó a paso lento y seguro -Motivación, fuerza, decisión… - Eso era lo que contaba, hasta donde el sabía. Se puso frente a ella inclinándose un poco hasta quedar a milímetros de su rostro -Es que sigo sin entender porque acudir a alguien más, si no va a caer en tu conciencia, no tienes por qué dudar o tener miedos… Este tipo de cosas no se piensan demasiado, puedes planear, pero no perderte en ello- Si, a su parecer solo se lo estaba pensando demasiado, era simple, elegir y levar a cabo, solo eso….
Pero nunca llegaba tan lejos, pocos lazos eran los que podía crear que tuviesen suficiente fuerza para que llegaran más lejos que eso. Podía contarlos con los dedos de una mano y le sobrarían si contase por quién estaba dispuesto a arriesgarse lo suficiente. La mujer frente a él tenía como blanco a humanos, eso le decía que tal vez buscaba ayuda por una razón más bien diferente, porque aunque no hubiese matado indiscriminadamente a alguien, si el odio que parecía tener era real, no debería costarle tanto trabajo, pero algo parecía aún detenerle. Bien, tal vez no debería meterse demasiado en ello -Disculpa, matar no es algo que se enseñe a hacer y estoy seguro que puedes hacerlo sin ayuda si te das cuenta de lo que ya tienes… - Se acercó a paso lento y seguro -Motivación, fuerza, decisión… - Eso era lo que contaba, hasta donde el sabía. Se puso frente a ella inclinándose un poco hasta quedar a milímetros de su rostro -Es que sigo sin entender porque acudir a alguien más, si no va a caer en tu conciencia, no tienes por qué dudar o tener miedos… Este tipo de cosas no se piensan demasiado, puedes planear, pero no perderte en ello- Si, a su parecer solo se lo estaba pensando demasiado, era simple, elegir y levar a cabo, solo eso….
- Spoiler:
- Off: perdona >_< me tardé demasiado, se me pasó... y siento lo corto y que me perdí... lo siento e_e'
Última edición por Kei Koizumi el Miér Abr 18, 2012 2:18 pm, editado 1 vez
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Re: Blood to Blood [Kei Koizumi]
Era frustrante. No sabía si tanto o más como cuando tenía que tratar con su creador, solo que esta vez no tenía que sucumbir a los embates de una lógica infantil, sino que debía enfrentarse con las verdades que no salían de sus labios y que causaban una interpretación diferente a la que tenía en sus reales intenciones. Y eso, era exclusivamente su culpa.
Suspiró cuando le vio apoyarse en un árbol, quien pudiese pasarse por su mente sabría que su interlocutor tenía razón en casi todo, aunque el hecho de que tuviese que repetírselo tantas veces era el golpe que más le dolía. No era una cobarde, solo que respecto a la muerte no podía evitar su espíritu frugal, pero esta vez era diferente, no lo hacía ni por la necesidad de sangre, ni por su consciencia, sino que por venganza, tal vez la menos noble de las motivaciones.
- Creo… - alcanzó a murmurar antes de que aquel frío rostro, y no solo en el sentido físico, se le acercara demasiado, lo suficiente como para que en cualquier otro momento hubiese conseguido intimidarla, pero no, esta vez solo dejó salir un suspiro que fácilmente pudiese rozar la piel ajena – Creo que es mi culpa por idealizar un simple acto humano y en mi cabeza convertirlo en un arte, pero tampoco puedo resignarme a volverlo una mera tarea mecánica ¿Acaso no hay algo más? – preguntó casi para si misma, pero al ver que no tenía la experiencia suficiente para responderlo, volvió a mirarlo de forma inquisitiva - ¿Pero… no pensar demasiado? –
Comentó antes de apartarse sin darse cuenta, mientras dejaba de prestarle atención para concentrarse en esas últimas palabras que se convirtieron en la jarra de agua más fría que le hubiesen vertido jamás. Ese era su gran problema, en toda su vida y no-vida, pensaba tanto las cosas que luego era difícil encontrar motivos para si llevarlas a cabo, cosas que podían reducirse a una decisión tan cotidiana como escoger un vino a cosas tan importantes como acabar con la vida de alguien. ¿Acaso siempre había sido una persona aburrida?
- Tienes razón – dijo antes de llevarse una mano a los labios para reprimir algo de risa, y sin querer derribando la barrera del “usted” – De hecho creo que es uno de los consejos más simples y sabios que me han dado últimamente – dijo suspirando nuevamente cuando recuperó algo de la compostura - Carpe diem quam minimum credula postero –
La cantidad de veces que había leído esa frase eran inversamente proporcionales a las veces en que había tratado de ponerla en práctica, porque siempre acababa pensando a largo plazo, como si alguien en su condición creyese que hacer algo así fuera lógico. Tal vez había sido la estupidez más grande y continua que había hecho en su vida, y había tenido que recurrir a un completo extraño para que le abriera los ojos a ello.
- También creo que ya hiciste suficiente por mi – comentó mientras posaba una mano en el hombro ajeno, creyendo haber aprendido la lección.
Suspiró cuando le vio apoyarse en un árbol, quien pudiese pasarse por su mente sabría que su interlocutor tenía razón en casi todo, aunque el hecho de que tuviese que repetírselo tantas veces era el golpe que más le dolía. No era una cobarde, solo que respecto a la muerte no podía evitar su espíritu frugal, pero esta vez era diferente, no lo hacía ni por la necesidad de sangre, ni por su consciencia, sino que por venganza, tal vez la menos noble de las motivaciones.
- Creo… - alcanzó a murmurar antes de que aquel frío rostro, y no solo en el sentido físico, se le acercara demasiado, lo suficiente como para que en cualquier otro momento hubiese conseguido intimidarla, pero no, esta vez solo dejó salir un suspiro que fácilmente pudiese rozar la piel ajena – Creo que es mi culpa por idealizar un simple acto humano y en mi cabeza convertirlo en un arte, pero tampoco puedo resignarme a volverlo una mera tarea mecánica ¿Acaso no hay algo más? – preguntó casi para si misma, pero al ver que no tenía la experiencia suficiente para responderlo, volvió a mirarlo de forma inquisitiva - ¿Pero… no pensar demasiado? –
Comentó antes de apartarse sin darse cuenta, mientras dejaba de prestarle atención para concentrarse en esas últimas palabras que se convirtieron en la jarra de agua más fría que le hubiesen vertido jamás. Ese era su gran problema, en toda su vida y no-vida, pensaba tanto las cosas que luego era difícil encontrar motivos para si llevarlas a cabo, cosas que podían reducirse a una decisión tan cotidiana como escoger un vino a cosas tan importantes como acabar con la vida de alguien. ¿Acaso siempre había sido una persona aburrida?
- Tienes razón – dijo antes de llevarse una mano a los labios para reprimir algo de risa, y sin querer derribando la barrera del “usted” – De hecho creo que es uno de los consejos más simples y sabios que me han dado últimamente – dijo suspirando nuevamente cuando recuperó algo de la compostura - Carpe diem quam minimum credula postero –
La cantidad de veces que había leído esa frase eran inversamente proporcionales a las veces en que había tratado de ponerla en práctica, porque siempre acababa pensando a largo plazo, como si alguien en su condición creyese que hacer algo así fuera lógico. Tal vez había sido la estupidez más grande y continua que había hecho en su vida, y había tenido que recurrir a un completo extraño para que le abriera los ojos a ello.
- También creo que ya hiciste suficiente por mi – comentó mientras posaba una mano en el hombro ajeno, creyendo haber aprendido la lección.
Carmmine Von Misson- Vampiro Clase Alta
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Re: Blood to Blood [Kei Koizumi]
Claro que no había realmente un secreto en ello. Las técnicas, las formas, todo era un agregado. La verdadera naturaleza del hecho no necesitaba que se enfocase en ello. Sonrió cruzando los brazos sobre su pecho despreocupadamente -Desde que recibí esa nota... pensé que esto sería algo inusual... cuando me has contado lo que querías pensé que yo no era la persona indicada... - Se movió alrededor, escuchando las hojas secas crujir a su paso y sintiendo el fragante aroma de aquel lugar.
-Desde el inicio estaba seguro que tu no necesitabas mi ayuda ni la de nadie... Si quieres hacer algo, solo hazlo y jamás te arrepientas - Esa era su forma de hacer las cosas, simple para él, difícil para muchos -No te atormentes y podrás llegar a donde quieras. Sé lo que quieras... - Empezó a caminar por el sitio donde habían entrado a aquel sitio, lo hizo lento, no tenía prisa o ningún apuro en regresar -Le agradezco sin embargo, haber acudido a mi... - Se giró viéndole. Podría ser que no fuese lo que se hubiese querido, pero lo cierto es que acudiesen a ti tenía un significado.
Volvió a dirigir su cuerpo hacia ella y en un movimiento lento como lo haría un ser humano común, hizo una reverencia -Ha sido un placer... y estoy a sus órdenes, Madame...- Al incorporarse el brillo en su mirada había cambiado y su sonrisa también lo había hecho. Había vampiros mucho más poderosos que él, más antiguos y tal vez su ideología podía discrepar con muchos. Pero así eran las cosas sin importar de qué estuvieses hablando -Espero realmente que esta plática haya tenido un buen resultado- Ladeó ligeramente viendo el rostro de la hermosa vampiresa, había algo en ella que le recordaba a su propio ser. No al que era ahora, pero si a una parte de él que había tenido más fuerza tiempo atrás.
-Desde el inicio estaba seguro que tu no necesitabas mi ayuda ni la de nadie... Si quieres hacer algo, solo hazlo y jamás te arrepientas - Esa era su forma de hacer las cosas, simple para él, difícil para muchos -No te atormentes y podrás llegar a donde quieras. Sé lo que quieras... - Empezó a caminar por el sitio donde habían entrado a aquel sitio, lo hizo lento, no tenía prisa o ningún apuro en regresar -Le agradezco sin embargo, haber acudido a mi... - Se giró viéndole. Podría ser que no fuese lo que se hubiese querido, pero lo cierto es que acudiesen a ti tenía un significado.
Volvió a dirigir su cuerpo hacia ella y en un movimiento lento como lo haría un ser humano común, hizo una reverencia -Ha sido un placer... y estoy a sus órdenes, Madame...- Al incorporarse el brillo en su mirada había cambiado y su sonrisa también lo había hecho. Había vampiros mucho más poderosos que él, más antiguos y tal vez su ideología podía discrepar con muchos. Pero así eran las cosas sin importar de qué estuvieses hablando -Espero realmente que esta plática haya tenido un buen resultado- Ladeó ligeramente viendo el rostro de la hermosa vampiresa, había algo en ella que le recordaba a su propio ser. No al que era ahora, pero si a una parte de él que había tenido más fuerza tiempo atrás.
Kei Koizumi- Vampiro Clase Alta
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Re: Blood to Blood [Kei Koizumi]
“Y jamás te arrepientas”. Aquello volvió a resonar en su cabeza con un grave eco, en parte preocupante. Nada podría prometer respecto a eso, ni siquiera a ella misma, porque todo lo referente a su futuro actuar era incierto. No obstante, habían cosas de las que estaba segura, cosas que dejaría fluir en el máximo esplendor de la espontaneidad y que se obligaría a hacer sin asco, sin permiso y sin pensar demasiado.
Ya mucho tiempo había vivido bajo el yugo de sus propios recuerdos y demonios a los que prácticamente les había armado un altar en su mente, solo por no tener el valor para tomar una decisión que ahora se le hacía más clara con cada vez que pensaba en los detalles. Porque sí, quería que las cosas fluyeran de la misma oscura naturaleza que la había vuelto lo que ahora es, pero eso no significaba que no debiese atar cabos antes de que la masacre comenzara.
- ¿Agradecer? – replicó casi por instinto cuando las nuevas palabras del vampiro de los ojos almendrados le hicieron salir del mundo de las ideas. Aunque sin tener tiempo de responder con palabras, correspondió a aquella reverencia – Para nada, yo debo agradecerle y además disculparme por mi tozudez – agregó – No sabe lo importante que ha sido para mi esta conversación – dijo para finalizar con un profundo suspiro.
Sin duda había tomado la mejor opción al llamarlo. De haber sido alguien más, alguien que n hubiese insistido de manera férrea a su necedad, probablemente habría acabado por volver a aquel típico estereotipo de la muchacha que consigue todo con dinero y algo de persuasión; y no habría aprendido una de las lecciones más importantes.
- Es mejor de lo que tenía pensado – respondió de inmediato – Gracias… por todo – dijo con algo de solemnidad antes de acercarse para depositar un osado beso en la mejilla del vampiro.
¿Estaba feliz? Era impresionante como el pensar cosas tan aberrantes como el asesinato podían hacer feliz a una persona… no, ella no era una persona, y había aprendido a no renegar su naturaleza, la misma que hacía que un acto tan cruel se volviera sobrevivencia y arte. Tendría miedo, tendría rabia, angustia y mil cosas peores, pero no se detendría hasta acabar aquello, ya que finalmente Kei Koizumi había destrozado la última cadena que mantenía encerrado su instinto y al mismo tiempo le había dado el primer golpe a los altares de sus demonios.
Ya mucho tiempo había vivido bajo el yugo de sus propios recuerdos y demonios a los que prácticamente les había armado un altar en su mente, solo por no tener el valor para tomar una decisión que ahora se le hacía más clara con cada vez que pensaba en los detalles. Porque sí, quería que las cosas fluyeran de la misma oscura naturaleza que la había vuelto lo que ahora es, pero eso no significaba que no debiese atar cabos antes de que la masacre comenzara.
- ¿Agradecer? – replicó casi por instinto cuando las nuevas palabras del vampiro de los ojos almendrados le hicieron salir del mundo de las ideas. Aunque sin tener tiempo de responder con palabras, correspondió a aquella reverencia – Para nada, yo debo agradecerle y además disculparme por mi tozudez – agregó – No sabe lo importante que ha sido para mi esta conversación – dijo para finalizar con un profundo suspiro.
Sin duda había tomado la mejor opción al llamarlo. De haber sido alguien más, alguien que n hubiese insistido de manera férrea a su necedad, probablemente habría acabado por volver a aquel típico estereotipo de la muchacha que consigue todo con dinero y algo de persuasión; y no habría aprendido una de las lecciones más importantes.
- Es mejor de lo que tenía pensado – respondió de inmediato – Gracias… por todo – dijo con algo de solemnidad antes de acercarse para depositar un osado beso en la mejilla del vampiro.
¿Estaba feliz? Era impresionante como el pensar cosas tan aberrantes como el asesinato podían hacer feliz a una persona… no, ella no era una persona, y había aprendido a no renegar su naturaleza, la misma que hacía que un acto tan cruel se volviera sobrevivencia y arte. Tendría miedo, tendría rabia, angustia y mil cosas peores, pero no se detendría hasta acabar aquello, ya que finalmente Kei Koizumi había destrozado la última cadena que mantenía encerrado su instinto y al mismo tiempo le había dado el primer golpe a los altares de sus demonios.
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Re: Blood to Blood [Kei Koizumi]
Le siguió sonriendo, veía la decisión detrás de aquella mirada, claro, no solo era eso, esa mezcla que se formaba. Él no era quien para juzgar ni decir si algo era bueno o malo, en manos de cada quien se definía cada concepto. La mayor ayuda que podría haberle ofrecido era esa. Podía ser un asesino, podía ser un alma oscura con la humanidad latente aún en su centro. Podía acabar con innumerables vidas y sentir algo por quien despertara en el esa idea.
Era tiempo de desaparecer, ella encontraría su camino como él lo haría con el suyo. Si aquel encuentro había producido un cambio en ella no podía decirlo de cierto –No hay nada que agradecer- incluso lo más simple a veces puede ayudarnos y no por ello, muchas palabras incluso cuando no llevan la intención pueden producir un cambio. El solo intentaba hacerle ver algo y al parecer ella había encontrado algo que el no había predicho en sus propias palabras. Eso estaba bien y si era suficiente ya no había nada más que hacer.
El haberse encontrado con ella de hecho había ocasionado algo en él también. Los encuentros podían hacer eso, incluso si de lo que hablaban nada tenía que ver, a veces una mirada, algún movimiento podía hacerte entender o hacerte descubrir algo en tu interior que habías de algún modo ignorado. Así, por ello no tenía nada que agradecerle, ella ya había hecho algo por él sin darse cuenta siquiera de ello. Al verle, al escucharle, también le trajo a la mente cosas de antaño, un ser que existió, aún existía y que ahora se sentía tan diferente. No se veía en sus ojos, pero había ese algo que le hacía sentir cierta empatía o algo muy parecido a ello –Le deseo suerte y este llamado ha simbolizado algo para ambos… - Le sonrió una última vez acercándose antes de irse de la misma forma en la que había llegado. La velocidad de uno de los suyos ante alguien de la misma raza no era tan sorprendente, y no había razón para ocultar aquello que se volvía una característica más presente con el aso de los años. Los pasos más ligeros, los movimientos sobrehumanos… Además quería volver a casa, una que sin embargo ya no lo parecía por alguna razón. Y era porque dentro de poco ya no estaría allí. Contrario a lo que había esperado, había aceptado a alguien como la persona con la que quería estar por lo que durara esa efímera eternidad. Y sin embargo, no le había visto. No podía seguir esperando un milagroso encuentro, tenía que crearlo, incluso si no sabía a dónde debían dirigirse sus pasos.
Esta noche, diferente a lo que había pensado, le seguía trayendo aquel sentimiento, uno del que no podía deshacerse… así que sus opciones se habían reducido. Le vio con el aire golpeándole el rostro, ya una silueta lejana. No sabía si volvería a verle, sentía que no, pero esas cosas nunca se saben. Un inicio, un final, ambas cosas en un mismo lugar…
Era tiempo de desaparecer, ella encontraría su camino como él lo haría con el suyo. Si aquel encuentro había producido un cambio en ella no podía decirlo de cierto –No hay nada que agradecer- incluso lo más simple a veces puede ayudarnos y no por ello, muchas palabras incluso cuando no llevan la intención pueden producir un cambio. El solo intentaba hacerle ver algo y al parecer ella había encontrado algo que el no había predicho en sus propias palabras. Eso estaba bien y si era suficiente ya no había nada más que hacer.
El haberse encontrado con ella de hecho había ocasionado algo en él también. Los encuentros podían hacer eso, incluso si de lo que hablaban nada tenía que ver, a veces una mirada, algún movimiento podía hacerte entender o hacerte descubrir algo en tu interior que habías de algún modo ignorado. Así, por ello no tenía nada que agradecerle, ella ya había hecho algo por él sin darse cuenta siquiera de ello. Al verle, al escucharle, también le trajo a la mente cosas de antaño, un ser que existió, aún existía y que ahora se sentía tan diferente. No se veía en sus ojos, pero había ese algo que le hacía sentir cierta empatía o algo muy parecido a ello –Le deseo suerte y este llamado ha simbolizado algo para ambos… - Le sonrió una última vez acercándose antes de irse de la misma forma en la que había llegado. La velocidad de uno de los suyos ante alguien de la misma raza no era tan sorprendente, y no había razón para ocultar aquello que se volvía una característica más presente con el aso de los años. Los pasos más ligeros, los movimientos sobrehumanos… Además quería volver a casa, una que sin embargo ya no lo parecía por alguna razón. Y era porque dentro de poco ya no estaría allí. Contrario a lo que había esperado, había aceptado a alguien como la persona con la que quería estar por lo que durara esa efímera eternidad. Y sin embargo, no le había visto. No podía seguir esperando un milagroso encuentro, tenía que crearlo, incluso si no sabía a dónde debían dirigirse sus pasos.
Esta noche, diferente a lo que había pensado, le seguía trayendo aquel sentimiento, uno del que no podía deshacerse… así que sus opciones se habían reducido. Le vio con el aire golpeándole el rostro, ya una silueta lejana. No sabía si volvería a verle, sentía que no, pero esas cosas nunca se saben. Un inicio, un final, ambas cosas en un mismo lugar…
TEMA CERRADO
Gracias por el tema, Carminne =)
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Kei Koizumi- Vampiro Clase Alta
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