AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Beast Of Desire [Arianne] (+18)
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Beast Of Desire [Arianne] (+18)
Las sombras se cernían sobre su cuerpo, mientras camina sin abrigo, más que con aquella camisa de encaje negro, y los pantalones de cuero acostumbrados. El chaleco del mismo color y tonos dorados, no cuenta, es un mero adorno. No hace frio, en plena primavera, el clima es perfecto, pues no esta ese molesto calor del verano, la cual, es su menos favorita de las estaciones. ¿Su preferida?
El invierno. Y ya no tenía que esperar más de seis meses para tenerlo de nuevo a su alrededor. No cuando este se habia instalado en su pecho. Un enorme espacio helado, donde si aún quedaba un corazón, palpitaba moribundo. Demasiado lastimado y lleno de odio a si mismo.
Un odio que le hacia querer golpearse, hacerse un daño intenso. En el teatro, lo notaba taciturno. El siempre alegre muchacho de acento extraño y rasgos asiáticos, se limitaba ahora, a cumplir con su papel. Perfecto, impecable. Claro, después de todo, el mundo no tenía la culpa de lo que habia pasado esa noche en su casa, allá en el bosque. Las manchas de sangre, aún estaban en esa habitación. El polvo acumulado en el suelo, muebles y demás neceseres. El no habia entrado a ese cuarto, por que todo tenía el olor de ella.
Toda su casa, el camino y el mismo. Y era tan lacerante, olerla y no tenerla. Saber que la habia perdido… En el salón más amplio de su casa, allí donde todo empezó tomando el té. Alli era donde el dormía. Su cuerpo, no tolera el alcohol. Y eso que?
En un rincón habia varias botellas de ese maldito veneno. Se mareaba y caia literalmente muerto hasta el otro dia. Se lavaba y salia a trabajar. Presentaba ojeras que el maquillaje tapaba, claro esta. Una rutina de viene y va, donde no veía a nadie. Quería estar solo.
A veces tomaba su guitarra y cantaba con voz ronca a la Luna, a su niña perdida. La garganta le raspaba, pero el sentimiento, era más fuerte. Solía no terminar las piezas, para soltarse a llorar como un niño.
No quería ir por las calles iluminadas. Y como si su mente y su cuerpo jugaran con su corazón maltrecho, fue a dar a esos lugares… Y una sonrisa amarga se instalo en su rostro. Un maldito burdel. Y no era cualquiera. Habia buscado otras veces aquel lugar, como una versión más idiota de Romeo, y ahora… ahora era capaz de encontrarlo.
Su olor estaba dentro. Metio una mano dentro de su chaleco, y sacó uno de esos pequeños destructores de pulmones que un compañero le habia dado, ya no recordaba para que. Lo giro en sus dedos de pianista y entró.
Tal como lo recordaba. Las memorias de Londres lo golpearon con fuerza. Camino con paso firme, hasta el fondo. No se detendría. Una o dos mujeres repararon en el y se le acercaron, pero en ni caso hizo. Fue hasta llegar con una mujer que parecía ser la dueña del lugar.
-Quiero a Arianne--[i]Dijo, con voz vacia, rasposa. Por primera vez, parecía un hombre diferente. No el chico timido. La mujer lo miró de arriba a abajo. Louis sabia que Arianne no se vendia a cualquiera. Y la dueña lo estaba analizando. Pero el no tenia ese tiempo.
-El dinero no es problema. Pagaré. Ya lo he hecho antes. Incluso, hice que viniera ella a mi casa- Al decirle aquello, la mujer cambio su expresión por una algo más amable.
Ah! Si… el joven misterioso…. Por lo que se ve, le gustó eh? No ha resistido y viene directo a la mayor escena del crimen…
-Asi es… entonces?
-Suba al segundo piso, la tercera puerta. Ya se la mando… Aguarde paciente…- sonrió de manera maliciosa y yo solo asentí con una media sonrisa vacia. Me dirigí al bar y pedí dos botellas de whisky.
Subí por aquella escalera, acompañado por el rechinido discreto de sus tablas. Y destapé una botella. Bebí un cuarto de corrido, me tambaleé al llegar al cuerto y entre. No repare en el mobiliario, y me senté sobre el borde de la cama, de frente ala puerta. Di otro trago y las dejé sobre una mesita cercana. Al final, prendi el cigarillo y di una calada, dejando el humo entrara en mis pulmones. Tenia años de no hacerlo.
Pasé una mano por mis cabellos, ahora cortos, desordenados. Y la baje hasta mi mejilla y la barbilla. Maldito niñato inberbe…
Aguarde, esperando por volverla a ver. Solo eso queria
El invierno. Y ya no tenía que esperar más de seis meses para tenerlo de nuevo a su alrededor. No cuando este se habia instalado en su pecho. Un enorme espacio helado, donde si aún quedaba un corazón, palpitaba moribundo. Demasiado lastimado y lleno de odio a si mismo.
Un odio que le hacia querer golpearse, hacerse un daño intenso. En el teatro, lo notaba taciturno. El siempre alegre muchacho de acento extraño y rasgos asiáticos, se limitaba ahora, a cumplir con su papel. Perfecto, impecable. Claro, después de todo, el mundo no tenía la culpa de lo que habia pasado esa noche en su casa, allá en el bosque. Las manchas de sangre, aún estaban en esa habitación. El polvo acumulado en el suelo, muebles y demás neceseres. El no habia entrado a ese cuarto, por que todo tenía el olor de ella.
Toda su casa, el camino y el mismo. Y era tan lacerante, olerla y no tenerla. Saber que la habia perdido… En el salón más amplio de su casa, allí donde todo empezó tomando el té. Alli era donde el dormía. Su cuerpo, no tolera el alcohol. Y eso que?
En un rincón habia varias botellas de ese maldito veneno. Se mareaba y caia literalmente muerto hasta el otro dia. Se lavaba y salia a trabajar. Presentaba ojeras que el maquillaje tapaba, claro esta. Una rutina de viene y va, donde no veía a nadie. Quería estar solo.
A veces tomaba su guitarra y cantaba con voz ronca a la Luna, a su niña perdida. La garganta le raspaba, pero el sentimiento, era más fuerte. Solía no terminar las piezas, para soltarse a llorar como un niño.
No quería ir por las calles iluminadas. Y como si su mente y su cuerpo jugaran con su corazón maltrecho, fue a dar a esos lugares… Y una sonrisa amarga se instalo en su rostro. Un maldito burdel. Y no era cualquiera. Habia buscado otras veces aquel lugar, como una versión más idiota de Romeo, y ahora… ahora era capaz de encontrarlo.
Su olor estaba dentro. Metio una mano dentro de su chaleco, y sacó uno de esos pequeños destructores de pulmones que un compañero le habia dado, ya no recordaba para que. Lo giro en sus dedos de pianista y entró.
Tal como lo recordaba. Las memorias de Londres lo golpearon con fuerza. Camino con paso firme, hasta el fondo. No se detendría. Una o dos mujeres repararon en el y se le acercaron, pero en ni caso hizo. Fue hasta llegar con una mujer que parecía ser la dueña del lugar.
-Quiero a Arianne--[i]Dijo, con voz vacia, rasposa. Por primera vez, parecía un hombre diferente. No el chico timido. La mujer lo miró de arriba a abajo. Louis sabia que Arianne no se vendia a cualquiera. Y la dueña lo estaba analizando. Pero el no tenia ese tiempo.
-El dinero no es problema. Pagaré. Ya lo he hecho antes. Incluso, hice que viniera ella a mi casa- Al decirle aquello, la mujer cambio su expresión por una algo más amable.
Ah! Si… el joven misterioso…. Por lo que se ve, le gustó eh? No ha resistido y viene directo a la mayor escena del crimen…
-Asi es… entonces?
-Suba al segundo piso, la tercera puerta. Ya se la mando… Aguarde paciente…- sonrió de manera maliciosa y yo solo asentí con una media sonrisa vacia. Me dirigí al bar y pedí dos botellas de whisky.
Subí por aquella escalera, acompañado por el rechinido discreto de sus tablas. Y destapé una botella. Bebí un cuarto de corrido, me tambaleé al llegar al cuerto y entre. No repare en el mobiliario, y me senté sobre el borde de la cama, de frente ala puerta. Di otro trago y las dejé sobre una mesita cercana. Al final, prendi el cigarillo y di una calada, dejando el humo entrara en mis pulmones. Tenia años de no hacerlo.
Pasé una mano por mis cabellos, ahora cortos, desordenados. Y la baje hasta mi mejilla y la barbilla. Maldito niñato inberbe…
Aguarde, esperando por volverla a ver. Solo eso queria
Louis J. Bouquet- Cambiante Clase Media
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Fecha de inscripción : 20/01/2011
Edad : 33
Localización : In the 13Gate (?) Ok no, pero, posiblemente más cerca de lo que esperas
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Re: Beast Of Desire [Arianne] (+18)
Tuve que detenerme a parpadear para aclararme a mí misma que mi camino había cambiado y no pudo haberlo hecho de una mejor manera, tenía todo lo que quería incluso eso que perdí con Louis. Ahora parecía solo un mal sueño del que afortunadamente desperté, nada me impediría ser feliz, dinero, más dinero y solo eso. Había pasado todo un interesante día entre cosas que no eran nuevas para mí pero no por eso menos espectaculares, vestidos, joyas y telas importadas era el momento exacto para regresar y descansar un poco, pensar que tan buen día tendría mañana, planear como es que conseguiría manejar algo más que el dinero a mi antojo, pronto me mudaría con él y lo más seguro es que me tuviera como mantenida, podría gustarme la idea pero también me gustaban los negocios difíciles. Había llegado solo a presumir mis nuevas adquisiciones a las otras chicas, de una manera sutil las estúpidas no se sabían insultadas por la presencia de tres rubíes en forma de gotas enormes que me colgaban al cuello y todo hubiera ido perfectamente bien si es que no me hubieran llamado.
Al principio me saco del lugar y de las acciones que había llegado a hacer pero después pensé que sería alguien que venía a darme un recado sobre Marko. El corazón me latió fuerte, solo pensar en él ahora era emocionante por mucho más que solo el dinero, deje a las chicas que como perros se habían aglomerado para ver mi nuevo tesoro y me aventure con paso rápido y deseoso hasta mi cuarto…¿Mi cuarto? ¿Por qué tendría un mensajero que llegar hasta mi cuarto para darme un mensaje? Deje de creer que alguien de la servidumbre italiana había venido, incluso ni siquiera me cruzó por la cabeza Marko, no entendía quién me iba a buscar o requerir mis servicios cuando yo prácticamente no ejercía y si lo hacía era con tres o cuatro personas influyentes de las cuales poco a poco comenzaba a desligarme. Yo ya no quería ver a nadie, no lo necesitaba, había forjado mi camino sola y no podía entender cómo es que una persona quisiera seguir aferrada a un NO pero por cortesía tenía que ir y tal vez emborrachar al susodicho, hacer como que me iba a la cama con él y después huir al lecho de Marko.
Tres puertas, dos puertas, una puerta. Tome la perilla, hice presión y empuje para encontrarme nada más y nada menos que con la última persona que en verdad quería ver, hubiera preferido un antiguo cliente…no a él. Solté una risita irónica al verlo de esa forma, no parecía el mismo Louis y así como eso pasaba con él también pasaba conmigo, lo que alguna vez me pudo dar lastima o pena o me pudo provocar amor ahora me daba absolutamente nada, tanto así que la expresión de emoción o hastío fue nula en mi rostro. Me había cubierto de una capa anti Louis, lo repelaba como él había hecho conmigo pero en el fondo, muy adentro de mi humanidad hacia él sabía que se podía amar a dos personas aunque una de ellas no te quisiera como decía-¡Vaya, mira que tenemos aquí!-recargue en el marco de la puerta con una sonrisa de superioridad pintada en todo mi ser-¿Ya eres suficientemente hombre como para venir a este lugar? ¡Ah no, lo siento! Supongo que muchas de mis compañeras ya te conocen ¿Extraño no?-arrugue la frente primero por broma y después por ese olor dulzón y al mismo tiempo fuerte del whisky ¡Ahora apestaría todo el lugar!-Lo gracioso es Louis que…vienes y pagas por este servicio cuando tienes miles de pirujas que lo harían gratis ¿Es bastante dinero no crees? Pero no vas a gastarlo no te preocupes, me reservo el derecho de aceptarte o no ¿Y qué crees? No pienso acostarme contigo así que te puedes ir-cediéndole el pase de salida todo mi cuerpo se fue contra el marco de las paredes.
Tenía toda una vida para esperar que se fuera, podía aguardar pero lo quería lejos cuanto antes.
Al principio me saco del lugar y de las acciones que había llegado a hacer pero después pensé que sería alguien que venía a darme un recado sobre Marko. El corazón me latió fuerte, solo pensar en él ahora era emocionante por mucho más que solo el dinero, deje a las chicas que como perros se habían aglomerado para ver mi nuevo tesoro y me aventure con paso rápido y deseoso hasta mi cuarto…¿Mi cuarto? ¿Por qué tendría un mensajero que llegar hasta mi cuarto para darme un mensaje? Deje de creer que alguien de la servidumbre italiana había venido, incluso ni siquiera me cruzó por la cabeza Marko, no entendía quién me iba a buscar o requerir mis servicios cuando yo prácticamente no ejercía y si lo hacía era con tres o cuatro personas influyentes de las cuales poco a poco comenzaba a desligarme. Yo ya no quería ver a nadie, no lo necesitaba, había forjado mi camino sola y no podía entender cómo es que una persona quisiera seguir aferrada a un NO pero por cortesía tenía que ir y tal vez emborrachar al susodicho, hacer como que me iba a la cama con él y después huir al lecho de Marko.
Tres puertas, dos puertas, una puerta. Tome la perilla, hice presión y empuje para encontrarme nada más y nada menos que con la última persona que en verdad quería ver, hubiera preferido un antiguo cliente…no a él. Solté una risita irónica al verlo de esa forma, no parecía el mismo Louis y así como eso pasaba con él también pasaba conmigo, lo que alguna vez me pudo dar lastima o pena o me pudo provocar amor ahora me daba absolutamente nada, tanto así que la expresión de emoción o hastío fue nula en mi rostro. Me había cubierto de una capa anti Louis, lo repelaba como él había hecho conmigo pero en el fondo, muy adentro de mi humanidad hacia él sabía que se podía amar a dos personas aunque una de ellas no te quisiera como decía-¡Vaya, mira que tenemos aquí!-recargue en el marco de la puerta con una sonrisa de superioridad pintada en todo mi ser-¿Ya eres suficientemente hombre como para venir a este lugar? ¡Ah no, lo siento! Supongo que muchas de mis compañeras ya te conocen ¿Extraño no?-arrugue la frente primero por broma y después por ese olor dulzón y al mismo tiempo fuerte del whisky ¡Ahora apestaría todo el lugar!-Lo gracioso es Louis que…vienes y pagas por este servicio cuando tienes miles de pirujas que lo harían gratis ¿Es bastante dinero no crees? Pero no vas a gastarlo no te preocupes, me reservo el derecho de aceptarte o no ¿Y qué crees? No pienso acostarme contigo así que te puedes ir-cediéndole el pase de salida todo mi cuerpo se fue contra el marco de las paredes.
Tenía toda una vida para esperar que se fuera, podía aguardar pero lo quería lejos cuanto antes.
Arianne C. Wickham- Mensajes : 4237
Fecha de inscripción : 12/01/2011
Edad : 31
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Re: Beast Of Desire [Arianne] (+18)
La mirada en el suelo, el cigarrillo entre sus dedos, la espera se hacia eterna. Tenía un miedo dormido. Pero ya no habia arrepentimientos. No puedes seguir temiendo a la vida, cuando lo más importante que has tenido en ella…
Cuando por tus estúpidas acciones y palabras, has alejado. Le retumbaban en los oidos cada una de las palabras que ella habia dicho en su casa. Y aún, las últimas cuando era un gato. Ya no habia querido insistir. El saco azul, reposaba sobre su pequeño piano.
El ruido del mecanismo de la puerta, le hizo dar una ultima calada al cigarro. A pesar del liquido ingerido, no estaba ebrio. No cuando tu alma esta tan lastimada, y desdichada. Ni el alcohol te da ese estúpido consuelo. Solo terminaba por rasparle la garganta, como lo haría tambien el cigarrillo. Charlotte, su pareja en el escenario, ah, encantadora mujer de cabellos cobrizos y rizados, le habia dicho que notaba algo en su voz que no le gustaba. Sacó el humo con rapidez. Contuve la respiración al verla. Tan esplendorosa como de costumbre, la diosa que no se doblega ante nada. El matiz de su risa, fue como una puñalada, y cada palabra, como el movimiento giratorio, que hacía de aquella herida, una extensión más y más grande.
Apreté las mandibulas, dejando que se regodeara en humillarme. Entornando una mirada que se mantenía firme, para no tornarse acuosa. ¿Me notaba más delgado? ¿Qué veía ella ahora en mi rostro? Ah, Arianne, no sabes lo equivocada que estas. Mi niña perfecta ¿Cómo pude hacerle eso a tu corazón? Solo yo sería capaz de componerlo, lo sabia, podia tener a cualquier otro. Decirme miles de cosas que hirieran, pero ambos sabiamos esa verdad, por mucho que se negara. Ella era mi destino, y yo el suyo. Por que yo, poseía su amor, pequeño, ahora, como un pajarillo herido, oculto de la luz de sol. O de esas llamas de odio en las pupilas turquesa.
Y se equivocaba en otra cosa. Yo no era un hombre. No después del despojo humano en que me hallaba convertido desde esa noche.
Me levanté con lentitud. Movimientos gatunos más que nunca. Suaves y precavidos. Pasé saliva y sonreí de manera algo cansada. Maldita sea, Arianne, no ves que el brillo de mi mirada, se fue? Y que solo contigo se permite titilar, como una estrella fugaz? Pero no me iría. No me importaba que me estuviera diciendo que me largara. No. La vi recargarse en el marco. Y camine hasta quedar a solo un paso. Bajé la mirada y tomé su brazo, jalandola hacia mi, con firmeza, pero sin dejar de ser cuidadoso. Delicado.
-Arianne… No me iré-Le dije con tono firme, seguro de si mismo. Seco, ausente, sin el candor de antes. Tras el, puedes ver el mar de tristeza en el que me tienes hundido, niña? El cabello cayó sobre una parte de mi rostro, pero no cubrío mi mirada por completo. Con la otra mano, sostuve el espacio entre su mejilla y su cuello. Poco más debajo de la oreja. Y le besé como nunca antes. Desesperado. Agonizante. Casi de manera violenta. Y me separé tomandole por los hombros.
Te quiero Arianne…. dejame esta noche estar entre tus brazos… Arianne, por favor…. Perdoname… -Acerqué mi rostro a su cuello, pegandola a mi cuerpo, y aspire su aroma. Sintiendome por un segundo, vivo de nuevo
Cuando por tus estúpidas acciones y palabras, has alejado. Le retumbaban en los oidos cada una de las palabras que ella habia dicho en su casa. Y aún, las últimas cuando era un gato. Ya no habia querido insistir. El saco azul, reposaba sobre su pequeño piano.
El ruido del mecanismo de la puerta, le hizo dar una ultima calada al cigarro. A pesar del liquido ingerido, no estaba ebrio. No cuando tu alma esta tan lastimada, y desdichada. Ni el alcohol te da ese estúpido consuelo. Solo terminaba por rasparle la garganta, como lo haría tambien el cigarrillo. Charlotte, su pareja en el escenario, ah, encantadora mujer de cabellos cobrizos y rizados, le habia dicho que notaba algo en su voz que no le gustaba. Sacó el humo con rapidez. Contuve la respiración al verla. Tan esplendorosa como de costumbre, la diosa que no se doblega ante nada. El matiz de su risa, fue como una puñalada, y cada palabra, como el movimiento giratorio, que hacía de aquella herida, una extensión más y más grande.
Apreté las mandibulas, dejando que se regodeara en humillarme. Entornando una mirada que se mantenía firme, para no tornarse acuosa. ¿Me notaba más delgado? ¿Qué veía ella ahora en mi rostro? Ah, Arianne, no sabes lo equivocada que estas. Mi niña perfecta ¿Cómo pude hacerle eso a tu corazón? Solo yo sería capaz de componerlo, lo sabia, podia tener a cualquier otro. Decirme miles de cosas que hirieran, pero ambos sabiamos esa verdad, por mucho que se negara. Ella era mi destino, y yo el suyo. Por que yo, poseía su amor, pequeño, ahora, como un pajarillo herido, oculto de la luz de sol. O de esas llamas de odio en las pupilas turquesa.
Y se equivocaba en otra cosa. Yo no era un hombre. No después del despojo humano en que me hallaba convertido desde esa noche.
Me levanté con lentitud. Movimientos gatunos más que nunca. Suaves y precavidos. Pasé saliva y sonreí de manera algo cansada. Maldita sea, Arianne, no ves que el brillo de mi mirada, se fue? Y que solo contigo se permite titilar, como una estrella fugaz? Pero no me iría. No me importaba que me estuviera diciendo que me largara. No. La vi recargarse en el marco. Y camine hasta quedar a solo un paso. Bajé la mirada y tomé su brazo, jalandola hacia mi, con firmeza, pero sin dejar de ser cuidadoso. Delicado.
-Arianne… No me iré-Le dije con tono firme, seguro de si mismo. Seco, ausente, sin el candor de antes. Tras el, puedes ver el mar de tristeza en el que me tienes hundido, niña? El cabello cayó sobre una parte de mi rostro, pero no cubrío mi mirada por completo. Con la otra mano, sostuve el espacio entre su mejilla y su cuello. Poco más debajo de la oreja. Y le besé como nunca antes. Desesperado. Agonizante. Casi de manera violenta. Y me separé tomandole por los hombros.
Te quiero Arianne…. dejame esta noche estar entre tus brazos… Arianne, por favor…. Perdoname… -Acerqué mi rostro a su cuello, pegandola a mi cuerpo, y aspire su aroma. Sintiendome por un segundo, vivo de nuevo
Louis J. Bouquet- Cambiante Clase Media
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Re: Beast Of Desire [Arianne] (+18)
Por un momento mi triunfo se hizo presente cuando se levantó de la cama y comenzó a caminar hacia la puerta pero todo había sido una confusión de acciones, él no se iba solo se acercaba peligrosamente. Para no estar ebrio se veía bastante mal pero había dejado de importarme. No opuse resistencia cuando me tomo por el brazo, todo lo contra avancé pequeños pasos de mala gana hacia él, pude aceptar esa pequeña irreverencia de su parte pero lo que sencillamente no pude esconder fue el descontento que tuve cuando me tomo por el cuello, tanta fue mi reacción evasiva que tense todos los músculos para que no se atreviera a hacer nada más, hice la cabeza para atrás y moví la cabeza pero todo eso fue demasiado tarde, ya me había besado. Apreté los ojos y los labios no correspondiendo al beso que algún tiempo atrás me hubiera matado de amor, las cosas cambiaban, las personas también, me tuvo y me perdió. Tome aire cuando se separó armándome de todas las palabra posible para humillarlo, aleje mi rostro e incluso me hice para atrás que evitar que hicieran un mayor contacto con mi cuello, comenzaba a lastimarme la forma en que estaba haciendo presión contra uno de los rubís-¡Basta Louis!-empuje con todas las fuerzas que tenía y camine dos pasos adentro de la habitación.
-Arianne, Arianne, Arianne…Perdóname Arianne ¿Es lo único que sabes decir? Sal de aquí y no regreses, vete…no me importas, dejaste de hacerlo desde esa noche…no quiero tus palabras lastimeras ya es tarde para pedir perdón-suspire antes de volver a caminar hacia el para obligarlo a salir-Vete ya-en otra vida u otro momento ya me estuviera dando golpes de pecho al decirle todas esas cosas pero en esta ocasión ni siquiera una lagrima se asomaba por mis ojos, había superado la etapa de ser Arianne la estúpida que se cree todo. Sonreí ante mi propia fuerza de voluntad, pero no solo lo hacía por mí sino también por esa otra persona que había llegado a enseñarme que no tenía por qué sufrir en silencio por cosas que no valían la pena. Vi una de las botellas de mentado whisky, todo olía a licor, a cigarro pero sobre todo a encerrado, seguía sin creer que él estuviera haciendo eso en mi propia habitación, parecía que quería rebasar los límites de mi paciencia.
Tome la botella entra las manos y me acerque a él para estrellarla contra su pecho, solo para que la tomara-Llévate esto y ve a pedir a otra que esta no te quiere-sonreí ligeramente, cualquiera podría creer que estaba siendo amable y de hecho sí, no había levantado a la voz más de lo necesario para decir lo que tenía que decir de una forma clara y segura. Con dos dedos sobre su pecho me encargue de hacerlo ir de reversa hasta que quedo por completo fuera de la habitación-Emborráchate, haz lo que quieras pero no aquí-después de decir eso lo siguiente fue el silencio de una habitación en donde se había dicho mucho por mi parte. El cerrojo no funcionaba del todo así que tuve que trabar la puerta con uno de las tantas cosas que tenía en el tocador, una especia de tablita que impediría el paso de cualquiera que quisiera entrar.
-Arianne, Arianne, Arianne…Perdóname Arianne ¿Es lo único que sabes decir? Sal de aquí y no regreses, vete…no me importas, dejaste de hacerlo desde esa noche…no quiero tus palabras lastimeras ya es tarde para pedir perdón-suspire antes de volver a caminar hacia el para obligarlo a salir-Vete ya-en otra vida u otro momento ya me estuviera dando golpes de pecho al decirle todas esas cosas pero en esta ocasión ni siquiera una lagrima se asomaba por mis ojos, había superado la etapa de ser Arianne la estúpida que se cree todo. Sonreí ante mi propia fuerza de voluntad, pero no solo lo hacía por mí sino también por esa otra persona que había llegado a enseñarme que no tenía por qué sufrir en silencio por cosas que no valían la pena. Vi una de las botellas de mentado whisky, todo olía a licor, a cigarro pero sobre todo a encerrado, seguía sin creer que él estuviera haciendo eso en mi propia habitación, parecía que quería rebasar los límites de mi paciencia.
Tome la botella entra las manos y me acerque a él para estrellarla contra su pecho, solo para que la tomara-Llévate esto y ve a pedir a otra que esta no te quiere-sonreí ligeramente, cualquiera podría creer que estaba siendo amable y de hecho sí, no había levantado a la voz más de lo necesario para decir lo que tenía que decir de una forma clara y segura. Con dos dedos sobre su pecho me encargue de hacerlo ir de reversa hasta que quedo por completo fuera de la habitación-Emborráchate, haz lo que quieras pero no aquí-después de decir eso lo siguiente fue el silencio de una habitación en donde se había dicho mucho por mi parte. El cerrojo no funcionaba del todo así que tuve que trabar la puerta con uno de las tantas cosas que tenía en el tocador, una especia de tablita que impediría el paso de cualquiera que quisiera entrar.
Arianne C. Wickham- Mensajes : 4237
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Re: Beast Of Desire [Arianne] (+18)
No querías y lo hice. No querías y me partiste el corazón aún más. Las grietas se hicieron más profundas cuando te negaste a respoder el beso en el que se iba una parte de mi alma. Pude haber llorado como muchas veces atrás. Pero quería demostrarle que… que podía fingir ser el hombre fuerte que ella necesitaba. Sin importar que tan maltrecho estuviera por dentro y por fuera.
Mi cuerpo obedeció su orden como un cachorro fiel acata las órdenes de su dueña. La mirada ausente clavada en un punto del sueño. Una mascara inanimada. ¿De que manera le pides perdon al amor de tu vida?
Soy solo un hombre, por los dioses, Arianne, no soy como tu! Tu eres la diosa, y yo el humano insensato que se atreve a amarte! Pero no podia decirle eso de viva voz, sería aceptar sus palabras y tendría que irme. No. Yo estaría con ella si o si. No me importaba que dijera eso “no me importas”, de manera resumida. COMO UN DEMONIO, MUJER! No me engañas. Si no te importara ¿Por qué gastas saliva conmigo? Eh? Por que simplemente, no gritas y haces que me corran? Eh? Esa sonrisa en su rostro, me hizo tambalearme. Inevitablemente, me acordé de aquella mujer tan elegante, a quien admiraba. Ese dia le habia ayudado a encontrar la sonrisa que busca, y hoy yo hallaba una. Y no me gustaba, por que no era la de siempre.
El golpe frio e inesperado del cristal de la botella sobre mi pecho, me sacó el aire. Débil, a pesar de esforzarme por ocultarlo. Noches en vela, sin comer de manera adecuada. El alcohol era lo único que tomaba de manera casi penitente. Y ya no me cegaba. ¿Tan bajo habia caido? Su voz dulce me atontó y dí pasos torpes hacia atrás, mientras trataba de analizar esa frialdad. Cuando estuve a fuera, me recibió la puerta en la cara. ¿Me habia sacado? No lo toleraría.
-Después de todo, el mundo es una mascarada, y tu, niña, no me engañas. Entraré y estaras conmigo.
Empujé la puerta con ambas manos. Nada, la estúpida no cedía, seguramente la habia atrancado. Seguí golpeando con las palmas.
Maldita sea, Arianne, abre la puerta…. Mas golpes y nada ¿te ries en el interior? No lo sé. Tomó la botella y bebo otro trago, me quema el tracto pero no me importa. No me ciega, solo me da algo de fuerza, para seguir golpeando. Incluso suelto dos que tres patadas, pero nada. Empiezo a desesperarme, mientras le clamo en gritos ahogados que me abra la puerta, que me perdone… pero nada. La puerta cerrada es mi única respuesta.
- ¿Qué no lo ves? Solo quiero emborracharme de ti, Ari, de tu cariño… tus besos, tus caricias… dejame amarte… dejame entrar… Escucha la verdad de mis labios, el ruego de este hombre que te ama, y suplica de rodillas tu perdón….-
No me dejé caer, solo apoye la frente sobre la superficie, pensando, mientras una lagrima que no veria, se deslizó hasta caer al suelo, junto a la botella a medias. Una mano colgando a mi costado y la otra aun llamando. Me separé e ideé un plan. Al final del pasillo, habia una ventana, por alli continuaban las escaleras al tercer piso. Caminé hasta ella, y la abrí. Estaba alto, y que! El viento meció mis cabellos, mientras tambaleante por el peso y el dolor, salí, me sostuve con firmeza, mientras mis nudillos se ponían aún más blancos, intentado sostenerme de la cornisa. ¿Por qué sufría de esa manera? Para algo era un maldito gato. Y entraría como tal a su cuarto.
El felino de pelaje blanco, avanzó con más gracia y curiosidad por toda la orilla, hasta llegar, maulló de manera lastimera y esa fue la vez que menos tiempo duró su estado. Con un golpe, rompió el cristal de la ventana. Le ardían los nudillos por el golpe, pero gracias al cielo, no se hizo más daño. Avanzó a trompicones, hasta ella y la rodeo por la espalda, inmovilizandola. Besando su cuello, mientras sus manos aprisionaban las de ella, pegadas a su cuerpo, y sacaba fuerza a saber de donde.
Te dije que entraría, niña. ¿Por qué lo niegas? No me quieres fuera. Lo necesitas tanto como yo…-Y le estreché con amor y deseo. Con más intensidad que en mi cuarto, donde pudo ser mía de otra manera. Pro bien dicen, que solo hasta que lo has perdido, te das cuenta de lo mucho que te hace falta. De lo mucho que lo amas. Y que no puedes respirar sin ella
Mi cuerpo obedeció su orden como un cachorro fiel acata las órdenes de su dueña. La mirada ausente clavada en un punto del sueño. Una mascara inanimada. ¿De que manera le pides perdon al amor de tu vida?
Soy solo un hombre, por los dioses, Arianne, no soy como tu! Tu eres la diosa, y yo el humano insensato que se atreve a amarte! Pero no podia decirle eso de viva voz, sería aceptar sus palabras y tendría que irme. No. Yo estaría con ella si o si. No me importaba que dijera eso “no me importas”, de manera resumida. COMO UN DEMONIO, MUJER! No me engañas. Si no te importara ¿Por qué gastas saliva conmigo? Eh? Por que simplemente, no gritas y haces que me corran? Eh? Esa sonrisa en su rostro, me hizo tambalearme. Inevitablemente, me acordé de aquella mujer tan elegante, a quien admiraba. Ese dia le habia ayudado a encontrar la sonrisa que busca, y hoy yo hallaba una. Y no me gustaba, por que no era la de siempre.
El golpe frio e inesperado del cristal de la botella sobre mi pecho, me sacó el aire. Débil, a pesar de esforzarme por ocultarlo. Noches en vela, sin comer de manera adecuada. El alcohol era lo único que tomaba de manera casi penitente. Y ya no me cegaba. ¿Tan bajo habia caido? Su voz dulce me atontó y dí pasos torpes hacia atrás, mientras trataba de analizar esa frialdad. Cuando estuve a fuera, me recibió la puerta en la cara. ¿Me habia sacado? No lo toleraría.
-Después de todo, el mundo es una mascarada, y tu, niña, no me engañas. Entraré y estaras conmigo.
Empujé la puerta con ambas manos. Nada, la estúpida no cedía, seguramente la habia atrancado. Seguí golpeando con las palmas.
Maldita sea, Arianne, abre la puerta…. Mas golpes y nada ¿te ries en el interior? No lo sé. Tomó la botella y bebo otro trago, me quema el tracto pero no me importa. No me ciega, solo me da algo de fuerza, para seguir golpeando. Incluso suelto dos que tres patadas, pero nada. Empiezo a desesperarme, mientras le clamo en gritos ahogados que me abra la puerta, que me perdone… pero nada. La puerta cerrada es mi única respuesta.
- ¿Qué no lo ves? Solo quiero emborracharme de ti, Ari, de tu cariño… tus besos, tus caricias… dejame amarte… dejame entrar… Escucha la verdad de mis labios, el ruego de este hombre que te ama, y suplica de rodillas tu perdón….-
No me dejé caer, solo apoye la frente sobre la superficie, pensando, mientras una lagrima que no veria, se deslizó hasta caer al suelo, junto a la botella a medias. Una mano colgando a mi costado y la otra aun llamando. Me separé e ideé un plan. Al final del pasillo, habia una ventana, por alli continuaban las escaleras al tercer piso. Caminé hasta ella, y la abrí. Estaba alto, y que! El viento meció mis cabellos, mientras tambaleante por el peso y el dolor, salí, me sostuve con firmeza, mientras mis nudillos se ponían aún más blancos, intentado sostenerme de la cornisa. ¿Por qué sufría de esa manera? Para algo era un maldito gato. Y entraría como tal a su cuarto.
El felino de pelaje blanco, avanzó con más gracia y curiosidad por toda la orilla, hasta llegar, maulló de manera lastimera y esa fue la vez que menos tiempo duró su estado. Con un golpe, rompió el cristal de la ventana. Le ardían los nudillos por el golpe, pero gracias al cielo, no se hizo más daño. Avanzó a trompicones, hasta ella y la rodeo por la espalda, inmovilizandola. Besando su cuello, mientras sus manos aprisionaban las de ella, pegadas a su cuerpo, y sacaba fuerza a saber de donde.
Te dije que entraría, niña. ¿Por qué lo niegas? No me quieres fuera. Lo necesitas tanto como yo…-Y le estreché con amor y deseo. Con más intensidad que en mi cuarto, donde pudo ser mía de otra manera. Pro bien dicen, que solo hasta que lo has perdido, te das cuenta de lo mucho que te hace falta. De lo mucho que lo amas. Y que no puedes respirar sin ella
Louis J. Bouquet- Cambiante Clase Media
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Re: Beast Of Desire [Arianne] (+18)
Las palabras de Louis del otro lado de la puerta comenzaron a asustarme pero después de unos cuantos segundos de palabras que para mí no tenían sentido el ruido cesó. Por fin se había ido. Me acerque hasta el espejo, el cristal se reflejó y pude verme como siempre había querido pero el gusto duró poco, el de la ventana que no tenía mucho de ser reparada se rompió o más bien alguien lo había roto. ¿Quién era ese Louis? El corazón se me detuvo por escasos segundos para después comenzar a latir con fuerza, nunca pensé que Louis en vez de inspirarme ternura ahora me diera miedo al caer en tal grado de acoso, mis pies ni siquiera se acercaron a la puerta porque lo tenía atrás, tratando de que algo más pasara-¡Suéltame! No quiero nada de ti porque no tienes nada para darme-con los puños fuertemente cerrados me atreví a pegar con el codo, tratando de hacerle el mayor daño posible pero era fuerza, parecía un borracho pero nunca preví que tuviera tanta fuerza, de la forma en la que pude me gire para poder morder cualquier pedazo de piel que se cruzara por mi camino-No te quiero-mis dientes localizaron uno de sus hombros y fue en ese lugar en el que clave con todas mis fuerzas desde maxilares hasta colmillos-Déjame en paz Louis…déjame hacer mi vida-la última palabra que dejo que todo se viniera abajo fue esa. Lo odiaba, le tenía un rencor inmenso pero simplemente no lo controle.
Tome la suficiente fuerza como para arremeter contra él hasta una de las paredes y besarlo, morderlo y dejarle cualquier marca que lo clamara como mío incluso después de sus desplantes. Podía prácticamente sentir el sabor del whisky y del tabaco en la lengua, no tomaba y si lo hacía era por ocasiones meramente especiales y esa de entre todas no ameritaba tener el título de “especial”. Volví a besarlo e inundarme del aroma prestado a tantas cosas, no era su olor porque yo lo conocía bien, pudo haberlo perdido pero no estaba segura, en ese momento solo quería causarle un daño inmenso al besarlo, lo usaría como el hizo conmigo, la lengua hizo lo suyo al comenzar a explorar en ese beso salvaje lugares en donde antes no había llegado por su miedo y desinterés no por el mío-¿Cuánto bebiste por estar haciendo esto? ¿A cuántas ya llevaste a tu cama para venir conmigo a fingir?-las yemas de los dedos se instalaron en su vientre, haciendo presión para que no se moviera para tenerlo justo y donde quería-Te odio-no podía llorar aunque quisiera, el corazón se me había armado con miles de protecciones para que no acabara muerta por esa clase de sentimientos.
Otro beso y otro más. Todos cortos y sin mucho sentido más que el de herir, herir con todo lo que pudieran hacerlo, dientes, lengua y mordidas ¿Me quería? Me tendría, ya no me importaba si había pagado o no, no me importaba con quien se fuera después de mí, de él ya no me importaba nada, dejaba una ganancia y yo le dejaba el corazón “roto”, tan roto como se puede estar cuando visites burdeles con frecuencia y te dices el santo. Después de eso no quedaría nada, haría mi vida y el la suya, se podía regresa a Escocía y llorarle a la perra que se le murió, sus lágrimas así como sus palabras ya no me oxidaban.
Tome la suficiente fuerza como para arremeter contra él hasta una de las paredes y besarlo, morderlo y dejarle cualquier marca que lo clamara como mío incluso después de sus desplantes. Podía prácticamente sentir el sabor del whisky y del tabaco en la lengua, no tomaba y si lo hacía era por ocasiones meramente especiales y esa de entre todas no ameritaba tener el título de “especial”. Volví a besarlo e inundarme del aroma prestado a tantas cosas, no era su olor porque yo lo conocía bien, pudo haberlo perdido pero no estaba segura, en ese momento solo quería causarle un daño inmenso al besarlo, lo usaría como el hizo conmigo, la lengua hizo lo suyo al comenzar a explorar en ese beso salvaje lugares en donde antes no había llegado por su miedo y desinterés no por el mío-¿Cuánto bebiste por estar haciendo esto? ¿A cuántas ya llevaste a tu cama para venir conmigo a fingir?-las yemas de los dedos se instalaron en su vientre, haciendo presión para que no se moviera para tenerlo justo y donde quería-Te odio-no podía llorar aunque quisiera, el corazón se me había armado con miles de protecciones para que no acabara muerta por esa clase de sentimientos.
Otro beso y otro más. Todos cortos y sin mucho sentido más que el de herir, herir con todo lo que pudieran hacerlo, dientes, lengua y mordidas ¿Me quería? Me tendría, ya no me importaba si había pagado o no, no me importaba con quien se fuera después de mí, de él ya no me importaba nada, dejaba una ganancia y yo le dejaba el corazón “roto”, tan roto como se puede estar cuando visites burdeles con frecuencia y te dices el santo. Después de eso no quedaría nada, haría mi vida y el la suya, se podía regresa a Escocía y llorarle a la perra que se le murió, sus lágrimas así como sus palabras ya no me oxidaban.
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Re: Beast Of Desire [Arianne] (+18)
Oh mi amor, cuanto más has de golpear mi alma? ¿Qué no tengo nada que darte? Te dí, te doy y te daré todo lo que soy. ¿No te basta con el amor tan intenso? ¿No tienes suficiente con mi corazón y mi alma? ¿El dinero es más importante para tu persona, niña? Si es asi, puedo conseguirlo, sin importar la manera. ¿Quieres las estrellas? Te alzaré para que las toques… ¿quieres ser una con el viento de primavera? Dime, y cantaré para ti…
¿No te acuerdas de aquella noche, de aquella canción que era para ti? ¿Dónde esta mi Arianne? Vamos, mascara, cae de su rostro y devuelvemela. Deja que venga a mis brazos, deja que me ame una vez más.
Dejé escapar una exclamación sorda cuando su codo se hincó por encima de mis riñones. Pero no la solté. “no te quiero” Ah… eso duele más que tus golpes, cariño. Mucho más. Pero aunque tu boca me trasmita esas palabras que salen como cuchillas afiladas de tus cuerdas vocales, yo se que en tu corazón, aún esta la llama del amor por este estúpido gato.
Esa llamita, que quiero proteger. Y que es lo único que impide que te suelte. ¿Dejarte hacer tu vida? Harás verdaderas las palabras que te dije en mi mayor momento de tontera? “Florece, aunque no sea a mi lado”?
NO!, Soy un egoísta, no quiero que hagas una vida lejos de mi. No puedo aceptarlo. Por que no puedes… Simplemente no puedes. El amor se humedece con lagrimas, Arianne, para que tenga esos bellos colores. Para que este limpio. Y yo derramaría un mar entero, con tal de tenerte a mi lado nuevamente, pero no esa noche. Hoy, mi amor, no me veras llorar. Ese es mi regalo, por que yo lo sé. Aunque digas que no te importa nada de mi, terminarías por sentir Algo si me vez asi-
- Quizás, esta sea la noche de la separación. Pero algún dia, te volveré a ver, y las rosas del reencuentro, estaran entre tus brazos. Hasta ese día, mi amor, solo te diré hasta luego.- susurré, con voz dulce, de un angel enamorado. Solo con ella, los latidos de mi corazón tenían sentido. Y fue gracias a ese momento en el que el alma de ¿poeta? Si, asi me habia llamado Magnolia, salio, que logró moverme. Ni siquiera habia sentido la mordida. Pudo haber arrancado ese trozo de la piel d mi hombro y no me importaria. Por que era ella quien lo habia hecho.
Esos besos violentos, eran mi cruel castigo. Pero, dentro de todo, podía jactarme de dos cosas. Yo habia tendido el lujo de conocer las dos caras de Arianne. Y nadie, nadie más las conocería. Solo yo. Por que, mujer, te puedes entregar a otro hombre, pero siempre me recordaras. Y ahora, aunque me odies…. Sabes que soy parte de ti.
-Ni todo el alcohol del mundo puede ahora ponerme ebrio, Arianne. Puedo nadar en el asqueroso licor, y aun asi, no olvidarte. Ni siquiera, caer muerto. Es el cansancio el que me vence… [i]La voz más grave. Este era un Louis diferente. No el mismo chico gato que es una criatura a quien todos quieren cuidar y querer. Pase saliva con dificultad, pero me mantuve firme. No me hace falta buscar, hay quienes pasarian la noche conmigo sin dudarlo. Pero, escúchame y creeme, cuando te digo, que no he estado con nadie. Ni mujer u hombre. Nadie. Por que yo quiero ser tuyo, ser tuyo primero. Y que tu huella quede sobre mi piel, de la misma manera en que esta tu nombre escrito aquí….-Apoyé una mano sobre mi pecho. Respondía los besos con más intensidad que ella, sin importarme que sus dientes mordieran mi piel blanca. Esa piel que yo cuidaba en mis arranques de vanidad, y que ya no me importaba nada, mis manos empezaron a desatar las lazadas del vestido y una acariciaba su talle, me separé, mordiendo su labio inferior, la respiración agitada. Y la mriada más determinada que nunca- Y yo jamás te dejaré de amar…
¿No te acuerdas de aquella noche, de aquella canción que era para ti? ¿Dónde esta mi Arianne? Vamos, mascara, cae de su rostro y devuelvemela. Deja que venga a mis brazos, deja que me ame una vez más.
Dejé escapar una exclamación sorda cuando su codo se hincó por encima de mis riñones. Pero no la solté. “no te quiero” Ah… eso duele más que tus golpes, cariño. Mucho más. Pero aunque tu boca me trasmita esas palabras que salen como cuchillas afiladas de tus cuerdas vocales, yo se que en tu corazón, aún esta la llama del amor por este estúpido gato.
Esa llamita, que quiero proteger. Y que es lo único que impide que te suelte. ¿Dejarte hacer tu vida? Harás verdaderas las palabras que te dije en mi mayor momento de tontera? “Florece, aunque no sea a mi lado”?
NO!, Soy un egoísta, no quiero que hagas una vida lejos de mi. No puedo aceptarlo. Por que no puedes… Simplemente no puedes. El amor se humedece con lagrimas, Arianne, para que tenga esos bellos colores. Para que este limpio. Y yo derramaría un mar entero, con tal de tenerte a mi lado nuevamente, pero no esa noche. Hoy, mi amor, no me veras llorar. Ese es mi regalo, por que yo lo sé. Aunque digas que no te importa nada de mi, terminarías por sentir Algo si me vez asi-
- Quizás, esta sea la noche de la separación. Pero algún dia, te volveré a ver, y las rosas del reencuentro, estaran entre tus brazos. Hasta ese día, mi amor, solo te diré hasta luego.- susurré, con voz dulce, de un angel enamorado. Solo con ella, los latidos de mi corazón tenían sentido. Y fue gracias a ese momento en el que el alma de ¿poeta? Si, asi me habia llamado Magnolia, salio, que logró moverme. Ni siquiera habia sentido la mordida. Pudo haber arrancado ese trozo de la piel d mi hombro y no me importaria. Por que era ella quien lo habia hecho.
Esos besos violentos, eran mi cruel castigo. Pero, dentro de todo, podía jactarme de dos cosas. Yo habia tendido el lujo de conocer las dos caras de Arianne. Y nadie, nadie más las conocería. Solo yo. Por que, mujer, te puedes entregar a otro hombre, pero siempre me recordaras. Y ahora, aunque me odies…. Sabes que soy parte de ti.
-Ni todo el alcohol del mundo puede ahora ponerme ebrio, Arianne. Puedo nadar en el asqueroso licor, y aun asi, no olvidarte. Ni siquiera, caer muerto. Es el cansancio el que me vence… [i]La voz más grave. Este era un Louis diferente. No el mismo chico gato que es una criatura a quien todos quieren cuidar y querer. Pase saliva con dificultad, pero me mantuve firme. No me hace falta buscar, hay quienes pasarian la noche conmigo sin dudarlo. Pero, escúchame y creeme, cuando te digo, que no he estado con nadie. Ni mujer u hombre. Nadie. Por que yo quiero ser tuyo, ser tuyo primero. Y que tu huella quede sobre mi piel, de la misma manera en que esta tu nombre escrito aquí….-Apoyé una mano sobre mi pecho. Respondía los besos con más intensidad que ella, sin importarme que sus dientes mordieran mi piel blanca. Esa piel que yo cuidaba en mis arranques de vanidad, y que ya no me importaba nada, mis manos empezaron a desatar las lazadas del vestido y una acariciaba su talle, me separé, mordiendo su labio inferior, la respiración agitada. Y la mriada más determinada que nunca- Y yo jamás te dejaré de amar…
Louis J. Bouquet- Cambiante Clase Media
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Re: Beast Of Desire [Arianne] (+18)
Me había preparado para escuchar solo lo que yo quería escuchar, lo demás era como el viento que me rozaba pero las palabras se quedaba en el interior de mi conciencia ¿Tanto así me conoces? Eso me hacía odiarlo aun peor porque cuando yo estaba a punto de seguir un camino distinto él llegaba y me recordaba que lo amaba, tan bueno era para las palabras que me hacía recordarlo incluso en ese momento de fuerza pero era un amor peligroso, ese amor no podía ser porque me mataba, era desgastante tener que amarlo de esa forma y yo era una cobarde pero prefería eso a que los dos nos acabáramos poco a poco en ese estira y afloja de sentimientos. El necesitaba una nueva vida y yo ya tenía la mía-Tú no puedes amar no cuando te ofreces sin importar que a otros, esa es la diferencia entre los dos…yo siempre fui honesta-las palabras poco a poco se fueron apagando para dar paso a más besos, más mordidas, más de todo lo que antes no fue capaz de darme ¿Por qué? Ese sería un secreto.
¿Me amaba? ¿Me ama? ¿Eso era cierto? No lo creía pero por si las dudas cumpliría su capricho que decía como cierto, que les quedara a claro a todas las zorras que se atrevieron a llevarnos a este punto que la única, la primera y la que según esto siempre amaría era yo, todas las patéticas estaba por niveles por mucho inferiores al mío-Yo todo lo que quería era tu amor, solo para mí pero como no lo tengo y no lo tendré tuve que buscar al dinero-esperaba que se muriera de gusto y no de miedo por mi confesión, el me había transformado en esa otra, quería escucharlo pues ahí lo tenía pero eso sí, él siempre pudo tener a alguien mejor que cualquier golfa fingida. Las manos hicieron solas el trabajo que en su cabaña apenas y pude lograr, llegaron hasta la tela que cubría su pecho y comenzaron a alzarla…yo no debía de hacer eso, no lo necesitaba, podía ir con Marko, podía ir con cualquier, con la belleza que poseía no necesitaba estar haciendo eso pero lo hacía y suponía que no había marcha atrás.
Pero…también quería a Marko, también lo amaba. No podía traicionarlo “Ojos que no ven, corazón que no siente” tire del collar de rubís pero no se caía, no quería nada que tuviera que ver con Marko sobre mi si iba a hacer eso-Quítalo, quítamelo-di otro beso salvaje antes de girarme para que él lo hiciera, era una hipócrita pero sería la hipócrita que nunca iba a ser descubierta, la sencillez y la humildad son palabras con las que describes a una persona de lo más bajo y yo no lo era, después Louis sería un extraño más que solo había ido a tocarme y a hacer sus cosas ¿Con que dinero? Seguro había pedido prestado ¿A quién? No lo sabía pero si ese futuro me deparaba con alguien que aparte de todo no me quería entonces prefería no quedarme con él, con el “amor” no se come, con el “amor” no se tiene una casa y con el “amor” tampoco se puede dormir en paz, si lo sabía yo que había pasado de todo.
¿Me amaba? ¿Me ama? ¿Eso era cierto? No lo creía pero por si las dudas cumpliría su capricho que decía como cierto, que les quedara a claro a todas las zorras que se atrevieron a llevarnos a este punto que la única, la primera y la que según esto siempre amaría era yo, todas las patéticas estaba por niveles por mucho inferiores al mío-Yo todo lo que quería era tu amor, solo para mí pero como no lo tengo y no lo tendré tuve que buscar al dinero-esperaba que se muriera de gusto y no de miedo por mi confesión, el me había transformado en esa otra, quería escucharlo pues ahí lo tenía pero eso sí, él siempre pudo tener a alguien mejor que cualquier golfa fingida. Las manos hicieron solas el trabajo que en su cabaña apenas y pude lograr, llegaron hasta la tela que cubría su pecho y comenzaron a alzarla…yo no debía de hacer eso, no lo necesitaba, podía ir con Marko, podía ir con cualquier, con la belleza que poseía no necesitaba estar haciendo eso pero lo hacía y suponía que no había marcha atrás.
Pero…también quería a Marko, también lo amaba. No podía traicionarlo “Ojos que no ven, corazón que no siente” tire del collar de rubís pero no se caía, no quería nada que tuviera que ver con Marko sobre mi si iba a hacer eso-Quítalo, quítamelo-di otro beso salvaje antes de girarme para que él lo hiciera, era una hipócrita pero sería la hipócrita que nunca iba a ser descubierta, la sencillez y la humildad son palabras con las que describes a una persona de lo más bajo y yo no lo era, después Louis sería un extraño más que solo había ido a tocarme y a hacer sus cosas ¿Con que dinero? Seguro había pedido prestado ¿A quién? No lo sabía pero si ese futuro me deparaba con alguien que aparte de todo no me quería entonces prefería no quedarme con él, con el “amor” no se come, con el “amor” no se tiene una casa y con el “amor” tampoco se puede dormir en paz, si lo sabía yo que había pasado de todo.
Arianne C. Wickham- Mensajes : 4237
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Re: Beast Of Desire [Arianne] (+18)
Dos segundos de estupor. ¿Qué yo no amaba? Eso fue como una cachetada para mi. ¿Me estaba diciendo que era un mentiroso? No, niña. Aquí nadie miente, aquí nadie dice la verdad. Nadie lastima y nadie es la victima. Por que no lo entiendes?
¿En verdad, eres un eterno brote? Ahora lo miro. Si llegas a abrir tus pétalos, pequeña rosa, serás flor de un día. Lo harás, por que tienes que hacerlo, si. Pero tus colores no serán tan intensos, y tu aroma no será único. Por que si no es tu verdadero amor con quien despiertas cada dia, no puedes tener esa plenitud. Y yo soy tu verdadero amor, Arianne.
-¿me estas llamando ofrecido? -[i]Dije con un tono mordaz, jalando el lóbulo de su oreja, mientras las manos con firmeza atacaban el estorboso corset.-¿Y mentiroso? Otra mordida a su hombro, suave, deslizando mi lengua por su piel delicada y tersa. Yo le tenía muchas respuestas a eso, pero sabia que si seguía poniendo pegas a lo que decia, no acabaría bien. Quizás, fuera tonto, pero… si algo sabia, era que tenía que darle algo de tiempo, que las heridas cerraran. Con besos tiernos desde lejos, mientras arremetía con otra ola de pasión, tomando sus cabellos con fuerza, besandola de manera ruda.
Después de todo… ¿No habia un tigre salvaje en mi?
-Esta noche soy todo lo que tu quieras llamarme, Arianne… No te detengas… Dime cuanto me odias… - aprieto su cintura mientras siento mi corazón dispararse mucho más rapido. Ah, niña vamos, levantate, toma el corazón y exprimelo. Llenate de la sangre de mi cuerpo. Matame. Y dejame nacer de nuevo, esta noche, entre tus brazos. Solo asi se que podré seguir viviendo mañana. No es para arrancarte, como quizás estés pensando. Como tu lo deseas.
No, mi amor, no. Es para que te quedes aún más hondo. Que terminemos de ser uno.
-Siempre tendras mi amor, Arianne, asi te cases con el mismo rey de Francia… Y ya se que de sentimientos no se vive. Pero, Ari… tampoco el dinero lo es todo…
Suspire cuando sus manos frias empezaron a colarse por debajo de la tela de mi camisa de encaje negro. Esa que dejaba partes de mi piel ya visible… ¿Dónde habia quedado el chaleco? No recordaba cuando cayó, pero ya estaba en el suelo.
Empezaban a arderme los labios con tanto beso tan cargado como un golpe en el hígado. Me dio la espalda y me ordeno algo, Yo lo arranqué, con el suficiente cuidado para no lastimar su cuello de cisne y lo arrojé lejos. Dando una fuerte nalgada, que salió a saber como. ¿Te lo ha dado el hombre que te hace dudar? ¿El pobre sujeto que te ha enceguecido con su dinero? Me da pena. El puede amarte, no lo dudo, ¿Quién no? Pero tu… Ari… quizás si sientas algo por el. Pero yo, estoy dentro de tu sangre…. Cuando estés con el, recordaras mis besos, mis caricias. Cuando mires al cielo estrellado, verás mi sonrisa. Por que yo te cuidaré desde cada una de ellas. En primavera, seré canto del ave, en verano, las olas del mar, en otoño, la brisa del cambio, por entre las hojas. Y en invierno, copos de nieve que te abrazaran.
Me cansé de las estupidas telas, asi que tambien las desgarré. Le sonreí de medio lado, girandola nuevamente, para tocar sus hombros desnudos, bajar a sus pechos, apretándolos como momos maduros, entre mis manos pequeñas. Noté el deseo surgir como tifón, recorriéndome la espalda, mientras baja mis manos a sus partes traseras y las apretaba con furia, mis labios se posaron en su cuello, y succione. Si, llevate una marca de mi en tu cuello. No podía pensar con claridad, le hice dar pasos hacia atrás, mientras seguía mordiendo y chupando su cuello, y mis manos hacian suya la piel que tocaban. Le dejé caer sobre el lecho. Terminé por quitarme la camisa, haciendola un bulto, arrojandola sin importarme donde. Me coloqué delante de ella, y le volví a sonreir, arrogante, quizás. En una pasión ciega, por demostrarle esa noche, que nunca podría olvidarme.
Con suavidad, se agachó hasta su rostro, y apoyó su frente en la ajena, mientras una mano sostenía su peso, la otra jugó en su vientre. ¿Algún día, en aquel lugar, en un futuro lejano, habitaria el fruto de su amor? La voz le tambaleó un poco, pero la sonrisa firme, no. Naze hito wa mina ai ni kizutsuku tame dake ni umarete kuru?]Una mirada gatuna y la lengua deslizándose de manera animal sobre su cuello, para decirle al oido.Umarekawareru naraba utsukushii hanabira wo, kizu wo toge ni kaete watashi wa bara to naru… Solo para ti, mi amor… La voz bien modulada, atrayente. Seductora. Un acento propio de su región de origen. Y que hacia a su voz sonar diferente, a cuando hablaba con su normal patético francés, por no decir del inglés…. Araño entonces, de forma suave, la piel de sus antebrazos. Para decir sobre sus labios- Hazme daño, Arianne, tiñe mi piel del rojo carmesí de la rosa madre…
¿En verdad, eres un eterno brote? Ahora lo miro. Si llegas a abrir tus pétalos, pequeña rosa, serás flor de un día. Lo harás, por que tienes que hacerlo, si. Pero tus colores no serán tan intensos, y tu aroma no será único. Por que si no es tu verdadero amor con quien despiertas cada dia, no puedes tener esa plenitud. Y yo soy tu verdadero amor, Arianne.
-¿me estas llamando ofrecido? -[i]Dije con un tono mordaz, jalando el lóbulo de su oreja, mientras las manos con firmeza atacaban el estorboso corset.-¿Y mentiroso? Otra mordida a su hombro, suave, deslizando mi lengua por su piel delicada y tersa. Yo le tenía muchas respuestas a eso, pero sabia que si seguía poniendo pegas a lo que decia, no acabaría bien. Quizás, fuera tonto, pero… si algo sabia, era que tenía que darle algo de tiempo, que las heridas cerraran. Con besos tiernos desde lejos, mientras arremetía con otra ola de pasión, tomando sus cabellos con fuerza, besandola de manera ruda.
Después de todo… ¿No habia un tigre salvaje en mi?
-Esta noche soy todo lo que tu quieras llamarme, Arianne… No te detengas… Dime cuanto me odias… - aprieto su cintura mientras siento mi corazón dispararse mucho más rapido. Ah, niña vamos, levantate, toma el corazón y exprimelo. Llenate de la sangre de mi cuerpo. Matame. Y dejame nacer de nuevo, esta noche, entre tus brazos. Solo asi se que podré seguir viviendo mañana. No es para arrancarte, como quizás estés pensando. Como tu lo deseas.
No, mi amor, no. Es para que te quedes aún más hondo. Que terminemos de ser uno.
-Siempre tendras mi amor, Arianne, asi te cases con el mismo rey de Francia… Y ya se que de sentimientos no se vive. Pero, Ari… tampoco el dinero lo es todo…
Suspire cuando sus manos frias empezaron a colarse por debajo de la tela de mi camisa de encaje negro. Esa que dejaba partes de mi piel ya visible… ¿Dónde habia quedado el chaleco? No recordaba cuando cayó, pero ya estaba en el suelo.
Empezaban a arderme los labios con tanto beso tan cargado como un golpe en el hígado. Me dio la espalda y me ordeno algo, Yo lo arranqué, con el suficiente cuidado para no lastimar su cuello de cisne y lo arrojé lejos. Dando una fuerte nalgada, que salió a saber como. ¿Te lo ha dado el hombre que te hace dudar? ¿El pobre sujeto que te ha enceguecido con su dinero? Me da pena. El puede amarte, no lo dudo, ¿Quién no? Pero tu… Ari… quizás si sientas algo por el. Pero yo, estoy dentro de tu sangre…. Cuando estés con el, recordaras mis besos, mis caricias. Cuando mires al cielo estrellado, verás mi sonrisa. Por que yo te cuidaré desde cada una de ellas. En primavera, seré canto del ave, en verano, las olas del mar, en otoño, la brisa del cambio, por entre las hojas. Y en invierno, copos de nieve que te abrazaran.
Me cansé de las estupidas telas, asi que tambien las desgarré. Le sonreí de medio lado, girandola nuevamente, para tocar sus hombros desnudos, bajar a sus pechos, apretándolos como momos maduros, entre mis manos pequeñas. Noté el deseo surgir como tifón, recorriéndome la espalda, mientras baja mis manos a sus partes traseras y las apretaba con furia, mis labios se posaron en su cuello, y succione. Si, llevate una marca de mi en tu cuello. No podía pensar con claridad, le hice dar pasos hacia atrás, mientras seguía mordiendo y chupando su cuello, y mis manos hacian suya la piel que tocaban. Le dejé caer sobre el lecho. Terminé por quitarme la camisa, haciendola un bulto, arrojandola sin importarme donde. Me coloqué delante de ella, y le volví a sonreir, arrogante, quizás. En una pasión ciega, por demostrarle esa noche, que nunca podría olvidarme.
Con suavidad, se agachó hasta su rostro, y apoyó su frente en la ajena, mientras una mano sostenía su peso, la otra jugó en su vientre. ¿Algún día, en aquel lugar, en un futuro lejano, habitaria el fruto de su amor? La voz le tambaleó un poco, pero la sonrisa firme, no. Naze hito wa mina ai ni kizutsuku tame dake ni umarete kuru?]Una mirada gatuna y la lengua deslizándose de manera animal sobre su cuello, para decirle al oido.Umarekawareru naraba utsukushii hanabira wo, kizu wo toge ni kaete watashi wa bara to naru… Solo para ti, mi amor… La voz bien modulada, atrayente. Seductora. Un acento propio de su región de origen. Y que hacia a su voz sonar diferente, a cuando hablaba con su normal patético francés, por no decir del inglés…. Araño entonces, de forma suave, la piel de sus antebrazos. Para decir sobre sus labios- Hazme daño, Arianne, tiñe mi piel del rojo carmesí de la rosa madre…
Louis J. Bouquet- Cambiante Clase Media
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Re: Beast Of Desire [Arianne] (+18)
Me arrepentí después de pedirle que quitara con tal brusquedad el collar pero como no se podía volver el tiempo atrás un suspiro precipitado salió de mis labios y quedo flotando en el aire-Le gente sin ambición nunca va a salir adelante-un quejido se dejó ver cuando sus manos apretaron esa zona tan sensible que había dejado de crecer cuando decidí volverme una prostituta-Pero cuando te rechazan no te queda más que seguir buscando caminos-las emociones eran como una bomba que explotaría si no lo dejaba salir todo. La rabia de que estuviera actuando de esa forma se apoderó de mi junto con el deseo, aprisione su cuello para que siguiera marcándome, más daño era imposible solo quedaba ver que sería de mi al día siguiente cuando le tuviera que dar la cara a otra personas que no era Louis-No…tan…no tan fuerte-empuje para que levantara su peso del mío, de pronto me encontraba en la cama y el semi desnudo ¿Cuándo paso todo eso? ¿Cuándo di pie? Ya no importaba, quería que terminara-Tengo que complacer a alguien más y no puedo llegar marcada-otra frase cruel que sabía se quedaría en su interior. Cada camino que sus manos hacían suyo dejaba un rastro incandescente en mi piel, era como si los poros reclamaran eso que hacía, una oleada y de nuevo tuve que atráelo hasta mis labios para besarlo, para sentir como los dientes chocaban con la cara interna de la boca, para sentir ese dolor tan amargo y necesario que nos impulsaba a seguir.
-Si es verdad lo que dices-jadee separándome solo un poco para recórrelo sin tapujos-Si es verdad que me amas entonces…serás mío…serás mío para que después vayas con ella quien quiera que sea, para que le presumas que solo a mi podrás amarme de esta forma, que yo fui la primera-jale su labio inferior un par de segundos y solté para seguir hablando de forma pausada y violenta-Y que siempre seré la primera, esa que te provoca miles de cosas con una mirada…te vas a acordar de mi Louis, te vas a acordar de mi cuando estés con esa que te hizo perder el camino…dile que intente superarme-mis piernas se abrazaron a su cuerpo en un intento de no dejarlo escapar antes de que yo le mostrara algo nuevo, poco a poco fui tomando fuerza para hacer que mi torso se levantara y junto conmigo, el-¿Crees que tus pirujas podrán aceptar el reto? ¿Crees que cuando te hagan el amor te vas a olvidar de mí?-las retaba si, las retaba a que me superaran, que lo intentaran, las retaba a que hicieran que Louis me olvidara, las retaba a que hicieran olvidar al imbécil de Louis que me amaba y que seguiría haciéndolo…si eran verdad sus palabras entonces ponía esa prueba: Olvidarse de mi por un segundo.
No lo haría, pues cualquier acto que hiciera de ese día en adelante iba a ser maniobrado por mí aunque no estuviera a su lado. Cualquier decisión tendría que ver conmigo porque yo era el principio y el fin. Sabía muy bien lo que decía y no me retractaba de ninguna palabra que sin querer causaba pequeñas heridas en mi alma-Quítatelo-demande cuando mis manos se toparon con el borde de la tela que cubría la parte inferior de su cuerpo. Empuje un poco, obligándolo a que no me soltara, para que con una de sus manos siguiera tocándome…el corazón me retumbaba en la espalda, haciendo que respirar se volviera doloroso ¿Renacer? Ya no podía, Louis acabo con todo vestigio de vida que quedaba en mi esa noche, no se dio cuenta y ahora solo me quedaba marcarlo, morder y lamer hasta que su cuerpo se incendiara con mi nombre.
Ataque su cuello en un acto salvaje, succione como esa vez, tratando de lastimarlo, mordí y pase la lengua como pequeño remedio a todo lo anterior.
-Si es verdad lo que dices-jadee separándome solo un poco para recórrelo sin tapujos-Si es verdad que me amas entonces…serás mío…serás mío para que después vayas con ella quien quiera que sea, para que le presumas que solo a mi podrás amarme de esta forma, que yo fui la primera-jale su labio inferior un par de segundos y solté para seguir hablando de forma pausada y violenta-Y que siempre seré la primera, esa que te provoca miles de cosas con una mirada…te vas a acordar de mi Louis, te vas a acordar de mi cuando estés con esa que te hizo perder el camino…dile que intente superarme-mis piernas se abrazaron a su cuerpo en un intento de no dejarlo escapar antes de que yo le mostrara algo nuevo, poco a poco fui tomando fuerza para hacer que mi torso se levantara y junto conmigo, el-¿Crees que tus pirujas podrán aceptar el reto? ¿Crees que cuando te hagan el amor te vas a olvidar de mí?-las retaba si, las retaba a que me superaran, que lo intentaran, las retaba a que hicieran que Louis me olvidara, las retaba a que hicieran olvidar al imbécil de Louis que me amaba y que seguiría haciéndolo…si eran verdad sus palabras entonces ponía esa prueba: Olvidarse de mi por un segundo.
No lo haría, pues cualquier acto que hiciera de ese día en adelante iba a ser maniobrado por mí aunque no estuviera a su lado. Cualquier decisión tendría que ver conmigo porque yo era el principio y el fin. Sabía muy bien lo que decía y no me retractaba de ninguna palabra que sin querer causaba pequeñas heridas en mi alma-Quítatelo-demande cuando mis manos se toparon con el borde de la tela que cubría la parte inferior de su cuerpo. Empuje un poco, obligándolo a que no me soltara, para que con una de sus manos siguiera tocándome…el corazón me retumbaba en la espalda, haciendo que respirar se volviera doloroso ¿Renacer? Ya no podía, Louis acabo con todo vestigio de vida que quedaba en mi esa noche, no se dio cuenta y ahora solo me quedaba marcarlo, morder y lamer hasta que su cuerpo se incendiara con mi nombre.
Ataque su cuello en un acto salvaje, succione como esa vez, tratando de lastimarlo, mordí y pase la lengua como pequeño remedio a todo lo anterior.
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Re: Beast Of Desire [Arianne] (+18)
Y alli iba de nuevo. ¿queria bajar mi moral? Maldita sea, que no comprende, que yo ya no tengo más eso en mi? Ya no hay ternura. Por que ya no hay corazón en mi pecho. Solo habita en el, esta noche, la bestia del deseo por poseer su cuerpo y su alma.
Esa que devora tu razon y no te deja ver más alla de tu pequeña presa. De aquel lienzo al que quieres ponerle tu firma como creador. Ah! Louis, que bobo eres! Tu no eres el artista. Tu eres ese lienzo.
Y ella, los colores que te daran forma. -¿Crees que no tengo ambiciones? Ah niña, no seas boba, te sorprenderías…- le dijo con un tono tranquilo, sin dejar de tocar como un critico de arte, con fria seducción. ¿Cómo haces daño a una herida que ya no puede ser más profunda?
Arianne, no me importa que tengas a alguien más. ¿Estaba el antes que yo? No. Pero… me duele saber que has corrido tan pronto a otros brazos, cual chiquilla despechada.-Que el imbécil sepa que eres y serás siempre mia…-Una mordida más fuerte, apenas lamiendo como un gato su cuenco de leche.
Obedecía como un pequeño a sus caricias y si ella deseaba dejar más el veneno de sus labios sobre los mios, no me opondría. Ah, corazón mio, eso es, late más y más deprisa, que mi pecho desnudo baje y suba al compás del ritmo marcado por sus manos.
¿Quieres que te lo firme, con mi sangre, Arianne? Siempre serás mi numero uno. Mi estrella, mi luna, mis lagrimas y mis risas. Tu eres y serás siempre mi cielo…. Una mirada acerada que no daba lugar a ninguna duda sobre que las palabras de ella yo las aceptaba, por que eran todas verdad, arrugue el ceño un momento -Nunca hubo nadie más… Por que gozas diciendome tales cosas? Yo no tengo deseos de otra carne que la tuya. -No, no, con nadie más haré el amor, será solo sexo sin sentimientos. Solo una noche, lo hare al ritmo de mi corazon. Ardiendo como un leño en la hoguera de tu cuerpo. Tu serás la unica a la que ame… “ars amandi”… Tu eres mi arte.
[i]Sonreí de medio lado, por un momento, dejando salir a Louis dulce y tierno de otras veces. Pero asi como llegó, se evaporó nuevamente. Tu mirada me hace colapsar… Caigo abatido. La bestia me invita a pecar, y ya no puedo suprimirla. Entrecerré los ojos con malicia ante su petición. Ah, si si, benditas piernas las tuyas, hechas de algo sublime. No las despegues, atame con ellas. Pegué mi pecho al suyo mientras me mordia y yo enterraba mi mano en sus cabellos, tome una de las suyas que jugaba en el borde de mi pantalón, y la guie dentro de este. Habia notado la presión mucho antes, pero sabia que apenas estaba siendo despertado.Hazlo tu…- rei un poco y ahogue una expresión ante su mordida. Eso es, perfora la vena azul de mi cuello blanco. Que mi sangre tiña tus labios…
Esa que devora tu razon y no te deja ver más alla de tu pequeña presa. De aquel lienzo al que quieres ponerle tu firma como creador. Ah! Louis, que bobo eres! Tu no eres el artista. Tu eres ese lienzo.
Y ella, los colores que te daran forma. -¿Crees que no tengo ambiciones? Ah niña, no seas boba, te sorprenderías…- le dijo con un tono tranquilo, sin dejar de tocar como un critico de arte, con fria seducción. ¿Cómo haces daño a una herida que ya no puede ser más profunda?
Arianne, no me importa que tengas a alguien más. ¿Estaba el antes que yo? No. Pero… me duele saber que has corrido tan pronto a otros brazos, cual chiquilla despechada.-Que el imbécil sepa que eres y serás siempre mia…-Una mordida más fuerte, apenas lamiendo como un gato su cuenco de leche.
Obedecía como un pequeño a sus caricias y si ella deseaba dejar más el veneno de sus labios sobre los mios, no me opondría. Ah, corazón mio, eso es, late más y más deprisa, que mi pecho desnudo baje y suba al compás del ritmo marcado por sus manos.
¿Quieres que te lo firme, con mi sangre, Arianne? Siempre serás mi numero uno. Mi estrella, mi luna, mis lagrimas y mis risas. Tu eres y serás siempre mi cielo…. Una mirada acerada que no daba lugar a ninguna duda sobre que las palabras de ella yo las aceptaba, por que eran todas verdad, arrugue el ceño un momento -Nunca hubo nadie más… Por que gozas diciendome tales cosas? Yo no tengo deseos de otra carne que la tuya. -No, no, con nadie más haré el amor, será solo sexo sin sentimientos. Solo una noche, lo hare al ritmo de mi corazon. Ardiendo como un leño en la hoguera de tu cuerpo. Tu serás la unica a la que ame… “ars amandi”… Tu eres mi arte.
[i]Sonreí de medio lado, por un momento, dejando salir a Louis dulce y tierno de otras veces. Pero asi como llegó, se evaporó nuevamente. Tu mirada me hace colapsar… Caigo abatido. La bestia me invita a pecar, y ya no puedo suprimirla. Entrecerré los ojos con malicia ante su petición. Ah, si si, benditas piernas las tuyas, hechas de algo sublime. No las despegues, atame con ellas. Pegué mi pecho al suyo mientras me mordia y yo enterraba mi mano en sus cabellos, tome una de las suyas que jugaba en el borde de mi pantalón, y la guie dentro de este. Habia notado la presión mucho antes, pero sabia que apenas estaba siendo despertado.Hazlo tu…- rei un poco y ahogue una expresión ante su mordida. Eso es, perfora la vena azul de mi cuello blanco. Que mi sangre tiña tus labios…
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Re: Beast Of Desire [Arianne] (+18)
Si había algo peor que todo era que el negara lo obvio. Cualquiera, cualquier hombre estuviera muriéndose por estar conmigo pero el no, hasta siglos después y sin razón alguna decidió llevarme a la cama. Yo necesitaba la atención que suponía mi persona, el mundo se detenía cuando pasaba por las calle porque la gente no podía soportar que alguien tan bello existiera y ahora me sentía la puta más asquerosa del planeta, Louis no podía volverme tan común y ordinaria como en ese momento, ningún rastro divino quedaba en mi cuerpo a esas alturas-No necesito que me lo firmes Louis…lo sé todo y lo que no se es que no me interesa, puedes dejar de fingir aunque en realidad lo haces bien-tenía bastante conocimiento de lo que pasaba en mi mundo, ese que llamaban “de la prostitución”, por hipocresía y por envidia los chismes corrían rápido, las palabras llegaban a sus oídos sin forma de que ninguna persona pudiera evitarlo y había llegado la hora de cobrarme todo eso que me Louis me había hecho-Pero no te preocupes tal vez tú ya lo olvidaste pero yo no…Yo creo en la venganza no me basta con enojarme-la mano que fue guiada hasta adentro de su pantalón tuvo unos cuantos segundos de vida propia cuando rozó el miembro de Louis, lo toque por un tiempo demasiado porque y volví a sacar la mano, ordenes no aceptaba por muy pagada que pudiera estar-Después de esta noche podrás presumir de que te tiraste a la puta más cara-mis labios avanzaron lentos hasta el lóbulo de su oreja y siguieron su camino hasta encontrarse con sus labios y a pesar de lo mucho que quería ocasionarle un daño me mantuve firme en contra de esos deseos y pase la lengua por afuera, delineando.
La mano que se había visto acorralada entre el calor de su entrepierna se apoyó en la cama para tomar el impulso necesario y quedar encima de él. Me acomode con una pierna a cada lado suyo y lo mire, clavándole la mirada más fría que pude regulando la respiración, un camino de mordidas hasta su pecho se detuvo y otra mano avanzó incluso más abajo, llego hasta el borde de sus pantalones y de un jalón, sin ninguna clase de recato o romanticismo, los bajo. Sonreí maliciosamente, ya nada de lo que hacía pasaba antes por mi cabeza, ahora solo tenía una cosa en la cabeza…
Baje hasta quedar a una posición apropiada para acabar de desvestirlo. Ya no lo veía tan especial como antes, solo era un cliente más…un cliente al que iba a destrozar por dentro para que cuando saliera por esas puertas solo saliera con mi nombre y nada más, me había quitado todo esa noche ahora me tocaba tomar algo. Yo sería la única mujer, la primera y podía haber muchas más pero cuando gritara algún nombre sería el mío y todo para que con cada pensamiento su alma se desgatara de una forma lenta y cruel-¿Feliz?-volví a subir hasta quedar de nuevo en su pecho, lamí una de sus tetillas, pase la lengua, jugué con ella en círculos y me detuve. Le costaría y le costaría mucho.
La mano que se había visto acorralada entre el calor de su entrepierna se apoyó en la cama para tomar el impulso necesario y quedar encima de él. Me acomode con una pierna a cada lado suyo y lo mire, clavándole la mirada más fría que pude regulando la respiración, un camino de mordidas hasta su pecho se detuvo y otra mano avanzó incluso más abajo, llego hasta el borde de sus pantalones y de un jalón, sin ninguna clase de recato o romanticismo, los bajo. Sonreí maliciosamente, ya nada de lo que hacía pasaba antes por mi cabeza, ahora solo tenía una cosa en la cabeza…
Baje hasta quedar a una posición apropiada para acabar de desvestirlo. Ya no lo veía tan especial como antes, solo era un cliente más…un cliente al que iba a destrozar por dentro para que cuando saliera por esas puertas solo saliera con mi nombre y nada más, me había quitado todo esa noche ahora me tocaba tomar algo. Yo sería la única mujer, la primera y podía haber muchas más pero cuando gritara algún nombre sería el mío y todo para que con cada pensamiento su alma se desgatara de una forma lenta y cruel-¿Feliz?-volví a subir hasta quedar de nuevo en su pecho, lamí una de sus tetillas, pase la lengua, jugué con ella en círculos y me detuve. Le costaría y le costaría mucho.
Arianne C. Wickham- Mensajes : 4237
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Re: Beast Of Desire [Arianne] (+18)
Soy actor. Al principio actuamos, Arianne. Tu tambien. Tu orgullo te ciega y no puedes verlo? Alli sobre el escenario blanco, cubierto por los copos de nieve de nuestra confesión. Dos amantes que se aman más allá de la razón, el tiempo y la muerte misma. Caprichosos, haciendo rabietas de niños. Curioso. Tu aún lo eres, tu cuerpo es el de una jovencita. Envidiable. Atemporal por que los dioses te bendijeron. ¿Qué hay de mi? Tu no me ves como el resto? Que es lo que mas te gusta de mi?
Eso era el tipo de cosas que yo quería saber esa noche tomando el té. A mi de ti, me gusta todo, pero mucho más tu hermosa mirada. La cadencia de tu voz, incluso, cuando te he oido hablar en francés, ese acento británico, frio para algunos, ardiente para mi. ¿Soy para ti solo el muchacho de rasgos diferentes?
Arianne, por que te burlaste de mi? ¿Fingir? Jamás lo haria. Pero si, soy un actor esta noche. ¿No ves que quiero hacer de esta una opera a las valkirias, una rapsodia y no un cuento de hadas de final feliz?
-Jamás ovidaría nada sobre ti. Por que, toda tu eres de mi preocupación, me intensas, y quiero saberlo todo… todo… Venganza? No trae eso cura para el alma… Ahogue una expresión en mi garganta al sentir sus caricias ¿casi con desgano? No, Arianne, vamos, se intensa, siente con fuerza… Clava tus uñas. Muerde. Aprieta. Sé ruda. Castigame, como según tu merezco.
-No… No hare eso. Tu no sabes lo que yo pienso de esta noche. Igual si tu solo me das tu cuerpo sin amor. Ya te dije que yo no te veo como una puta. Te veo como mi Diosa, y el amor de mi vida.
Mi cuerpo, de poca masa muscular, se acoplaba a sus acciones. Respondian al unisono. ¿Qué no veia que eramos tal para cual? Ella con un cuerpo poco desarrollado pero sublime para su edad, delgada como espiga de trigo, er capaz de doblegar el mio. Yo no era alto, ni musculoso. Venga, ni siquiera un latino (se engloba aquí a los hablantes de lenguas derivadas del latin, españoles e italianos, por ejemplo) superdotado de esa parte. Esperaba no dijera nada… No lo habia hecho antes… Pero… me dolían sus palabras humillantes. No sabia si podria resistir mas la mascara de hierro sobre mi rostro.
Apoyé la cabeza dejando que el flequillo cayera sobre mis ojos. Sostuve la mirada gelida de ella. Ahora más que nunca, tu mirada turquesa me derrumba. Soy tuyo, arañame. Si, si muerdeme, deja que en cada una de ellas la libido suba. Me removí ante su brusquedad. Proteste quedamente.
Pero me dejé hacer, como un invalido, mirando el techo. Muchas veces las personas no miramos arriba. Que hermoso debe ser el cielo estrellado tras ese muro.
Su saliva dejando ese rastro sobre las tetillas que estaban endurecidas. Sonreí. Asintiendo levemente. Desnudo sobre su cama. No sobre la mia. Era de ella y no podia hacer nada. Le apreté la cabeza contra mi pecho.
-Recuerda siempre ese sonido, Arianne…
Le tomé por los cabellos con toda la fuerza que pude, para levantarle el rostro, le dí uno de mis dedos de músico, que rozaba su labio inferior. Queria mojarlo con su saliva, sentir todo su calor. Lo hice a la fuerza, sin reparar en nada más, y le hice caer de costado, mientras yo mismo levantaba algo mis caderas. Y sin reparo, metía ese dedo de su cuerpo, moviendolo como si creará una melodía furiosa, pero apasionada
Eso era el tipo de cosas que yo quería saber esa noche tomando el té. A mi de ti, me gusta todo, pero mucho más tu hermosa mirada. La cadencia de tu voz, incluso, cuando te he oido hablar en francés, ese acento británico, frio para algunos, ardiente para mi. ¿Soy para ti solo el muchacho de rasgos diferentes?
Arianne, por que te burlaste de mi? ¿Fingir? Jamás lo haria. Pero si, soy un actor esta noche. ¿No ves que quiero hacer de esta una opera a las valkirias, una rapsodia y no un cuento de hadas de final feliz?
-Jamás ovidaría nada sobre ti. Por que, toda tu eres de mi preocupación, me intensas, y quiero saberlo todo… todo… Venganza? No trae eso cura para el alma… Ahogue una expresión en mi garganta al sentir sus caricias ¿casi con desgano? No, Arianne, vamos, se intensa, siente con fuerza… Clava tus uñas. Muerde. Aprieta. Sé ruda. Castigame, como según tu merezco.
-No… No hare eso. Tu no sabes lo que yo pienso de esta noche. Igual si tu solo me das tu cuerpo sin amor. Ya te dije que yo no te veo como una puta. Te veo como mi Diosa, y el amor de mi vida.
Mi cuerpo, de poca masa muscular, se acoplaba a sus acciones. Respondian al unisono. ¿Qué no veia que eramos tal para cual? Ella con un cuerpo poco desarrollado pero sublime para su edad, delgada como espiga de trigo, er capaz de doblegar el mio. Yo no era alto, ni musculoso. Venga, ni siquiera un latino (se engloba aquí a los hablantes de lenguas derivadas del latin, españoles e italianos, por ejemplo) superdotado de esa parte. Esperaba no dijera nada… No lo habia hecho antes… Pero… me dolían sus palabras humillantes. No sabia si podria resistir mas la mascara de hierro sobre mi rostro.
Apoyé la cabeza dejando que el flequillo cayera sobre mis ojos. Sostuve la mirada gelida de ella. Ahora más que nunca, tu mirada turquesa me derrumba. Soy tuyo, arañame. Si, si muerdeme, deja que en cada una de ellas la libido suba. Me removí ante su brusquedad. Proteste quedamente.
Pero me dejé hacer, como un invalido, mirando el techo. Muchas veces las personas no miramos arriba. Que hermoso debe ser el cielo estrellado tras ese muro.
Su saliva dejando ese rastro sobre las tetillas que estaban endurecidas. Sonreí. Asintiendo levemente. Desnudo sobre su cama. No sobre la mia. Era de ella y no podia hacer nada. Le apreté la cabeza contra mi pecho.
-Recuerda siempre ese sonido, Arianne…
Le tomé por los cabellos con toda la fuerza que pude, para levantarle el rostro, le dí uno de mis dedos de músico, que rozaba su labio inferior. Queria mojarlo con su saliva, sentir todo su calor. Lo hice a la fuerza, sin reparar en nada más, y le hice caer de costado, mientras yo mismo levantaba algo mis caderas. Y sin reparo, metía ese dedo de su cuerpo, moviendolo como si creará una melodía furiosa, pero apasionada
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Re: Beast Of Desire [Arianne] (+18)
Solté una risita irónica, podía dejar de prestar atención a sus palabras pero comenzaba a divertirme con tanta palabrería. Sí que las cosas eran diferentes cuando no había un sentimiento totalmente noble en ese acto ¿Por qué Louis? ¿Por qué no me aceptaste cuando aún podía? Pudimos ser perfectos pero ya no, no en ese momento ni en ningún otro. Deje de lamer esa zona que se había colocado dura para poner resistencia en la cabeza cuando sentí sus manos haciendo presión sobre la nuca, enterré los dedos en un acto desesperado para que dejara de hacer eso…Lo odiaba tanto, y lo odiaba porque aun tenia sentimiento hacia él tal vez sentimientos que fueron heridos pero ahí estaban. Contradictoriamente y aun con un poco de fuerza para evitar que hiciera algo más chupe su dedo, sintiéndolo tibio, mordí la punta y después hice la cabeza para atrás-No creo querer recordar algo que…-las palabras se quedaron atorada cuando un nuevo cambio de posiciones me hizo quedar a su lado, fue brusco y rápido, no me dio tiempo ni siquiera de protestar o de hacer algo más. Se suponía que yo era la que tenía las riendas ahí, no él-…que es totalmente falso, como tus personajes en el teatro-si lo sabía todo, sonreí triunfante pero la sonrisa se esfumo y fue reemplazada por un gesto de sorpresa. Trate de hacerme para atrás, eso me decía el cerebro pero una de las piernas se afianzo contra su cuerpo como si buscara un poco más de él y de lo que podía darme.
Un jadeo y seguido de ese sin quererlo salieron mucho más, algunos los retuve y otro no tanto, el cuerpo reaccionaba ante las estimulaciones sin que yo pudiera hacer mucho-Te…odio-escupí la última palabra antes de acercarme a besar sus labios, quería esconder la vergüenza que me daba al sentir como aunque no quisiera ahí me tenía como pajarito mal herido. La humedad se hizo notoria ¿Dónde aprendiste eso maldito? ¿Y yo porque me preguntaba eso? ¡Anda Arianne, úsalo y deséchalo como a los demás, no es que tenga algo distinto y especial! La lucha interna se volvía intensa-¡Ya, basta!-por mucho que me gustara lo que hacía no podía dejarme vencer así tan fácil, lleve una de mis manos hasta la suya y lo obligue a sacar el dedo, trague saliva antes de volver a aventarme encima de él y trazar un camino de saliva con la lengua-¿Te gusta esto?-me detuvo justo en el ombligo-¿Crees que alguna va a poder superarme? ¡Vamos! Cuéntame!-jadee sobre la piel de su cadera antes de depositar besos que bailaban sin llegar más abajo.
-Dime ¿Crees que ella sea tan buena en esto como yo?-baje un poco más y me encontré con esa parte que estaba reaccionando pero no del todo. Lo tome entre mis manos, dándole acaricias que conforme pasaba el tiempo iban aumentando de ritmo-Dime que te gusta-no osaría la boca, no por el momento ¿Así era la tortura no? No se podía tener todo en ese momento y no lo obtendría hasta que yo decidiera que era un buen momento.
Un jadeo y seguido de ese sin quererlo salieron mucho más, algunos los retuve y otro no tanto, el cuerpo reaccionaba ante las estimulaciones sin que yo pudiera hacer mucho-Te…odio-escupí la última palabra antes de acercarme a besar sus labios, quería esconder la vergüenza que me daba al sentir como aunque no quisiera ahí me tenía como pajarito mal herido. La humedad se hizo notoria ¿Dónde aprendiste eso maldito? ¿Y yo porque me preguntaba eso? ¡Anda Arianne, úsalo y deséchalo como a los demás, no es que tenga algo distinto y especial! La lucha interna se volvía intensa-¡Ya, basta!-por mucho que me gustara lo que hacía no podía dejarme vencer así tan fácil, lleve una de mis manos hasta la suya y lo obligue a sacar el dedo, trague saliva antes de volver a aventarme encima de él y trazar un camino de saliva con la lengua-¿Te gusta esto?-me detuvo justo en el ombligo-¿Crees que alguna va a poder superarme? ¡Vamos! Cuéntame!-jadee sobre la piel de su cadera antes de depositar besos que bailaban sin llegar más abajo.
-Dime ¿Crees que ella sea tan buena en esto como yo?-baje un poco más y me encontré con esa parte que estaba reaccionando pero no del todo. Lo tome entre mis manos, dándole acaricias que conforme pasaba el tiempo iban aumentando de ritmo-Dime que te gusta-no osaría la boca, no por el momento ¿Así era la tortura no? No se podía tener todo en ese momento y no lo obtendría hasta que yo decidiera que era un buen momento.
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Re: Beast Of Desire [Arianne] (+18)
Era placentero ver como cedía. Como mi dedo fue lamido y mordido. Puedo haberlo arrancado y yo seguiría en su cama. Hasta el final de esa noche. No importaba que me dijera de nuevo que era un maldito mentiroso. Por que eso no se puede fingir.soy actor, pero esto no es un papel a representar. O… quizás si. Soy tu amante, Arianne… El maldito neko, que quiere poseerte, con este cuerpo maldito, desde antes de nacer. Quizás después de todo, lo mejor sea que muera… ¿Me matarias, tu con esas manos que explorar y queman mi piel?
Pregunté, con un tono apasionado de amor de verano. Un suspiro y una expresión como la que pondría de estar interpretando un drama. Pero no lo era. Solo le decía lo que yo era. Yo, detrás del rostro de piel clara y mirada almendrada. Yo, como habia llegado alli, sin caer como un idiota por la cornisa. Yo, el maldito gato que languidecía en su casa, tumbado sobre el suelo, en la mezcla de lagrimas y alcohol. Ella me despreciaría de saber lo que yo hacia por las noches… De saber lo que se escondía en mi piel
Su pierna en torno a mi cuerpo, obedeciendo al propio deseo de su cuerpo y su corazón, y no a la mente que me aborrecía cual monstruo. Yo no dejaba de meter y sacar esa parte de mi mano, tantas veces empleado para expresar mi arte, mi actuación y mi música. Removiendose, con lentitud, en circulos, apretando ese pequeño punto de placer por fuera. Quería lamer la humedad que mis acciones provocaban. Dulce y amargo. Como el mismo momento. Hermosa decadencia de un amor que debe morir para renacer. No tenia otra cosa en mente. No me podia permitir otro pensamiento.
Nadie me habia enseñado… ¿No habia sido ella la que aquella noche me habia dicho que siguiera a mi corazón, que actuara como mi cuerpo reacionara? Me recordé esa noche. Inexperto y torpe. Dubitativo. Temiendo hacerle daño. Y ahora? Nada. Tenia miedo, si, pero no lo vería nunca más. Con una sonrisa, saqué el dedo y me apresuré a llevarlo a mi boca. No quería que el aire se llevara nada. Probando su sabor. Y la mirada cargada de lujuriaComo gustes amor… - su peso me hizo caer, no tenia fuerza para resistir su impulso fiero, clamante de ¿venganza?
Cerré los ojos, tranquilo, dejando que el aire entrara a mis pulmones para calmar la bullición interna. Una oleada fria me recorrió cuando bajo tan peligrosamente. Negué lentamente con mi cabeza. El rostro sereno y relajado. Más parecido que nunca a muñeco de porcelana, que a un hombre excitado. -Nadie te supera, eres unica. Eres la mejor… Sin querer, mi cuerpo reaccionó. Pero lo mitigue al instante, no deje que mi cuerpo se moviera de más. Pase saliva al sentir sus manos entorno a mi “pequeña” virilidad. Ah, maldita niña… no tan deprisa… no… si… hazlo… más…
Un sonido brotó de mi garganta, y desvie mi rostro. Me sentía con las mejillas quemantes. Intentaba no dejarme por completo a sus acciones, pero era… Mi mano ceñida a las sabanas. Y aún los ojos cerrados…
-Más… más… mas rapido, aprieta… más fuerte… No… no detengas el movimiento de tus manos…-Bajé mi mano diestra, intentado yo mismo terminar de despertarlo, se notaba su aumento de tamaño. La sangre acumulada. Pequeñas descargas, como pinchazos en mis piernas y espalda. -Hazlo de una maldita vez… Arañame, muerdeme… Pero hazlo…- Jadee
Pregunté, con un tono apasionado de amor de verano. Un suspiro y una expresión como la que pondría de estar interpretando un drama. Pero no lo era. Solo le decía lo que yo era. Yo, detrás del rostro de piel clara y mirada almendrada. Yo, como habia llegado alli, sin caer como un idiota por la cornisa. Yo, el maldito gato que languidecía en su casa, tumbado sobre el suelo, en la mezcla de lagrimas y alcohol. Ella me despreciaría de saber lo que yo hacia por las noches… De saber lo que se escondía en mi piel
Su pierna en torno a mi cuerpo, obedeciendo al propio deseo de su cuerpo y su corazón, y no a la mente que me aborrecía cual monstruo. Yo no dejaba de meter y sacar esa parte de mi mano, tantas veces empleado para expresar mi arte, mi actuación y mi música. Removiendose, con lentitud, en circulos, apretando ese pequeño punto de placer por fuera. Quería lamer la humedad que mis acciones provocaban. Dulce y amargo. Como el mismo momento. Hermosa decadencia de un amor que debe morir para renacer. No tenia otra cosa en mente. No me podia permitir otro pensamiento.
Nadie me habia enseñado… ¿No habia sido ella la que aquella noche me habia dicho que siguiera a mi corazón, que actuara como mi cuerpo reacionara? Me recordé esa noche. Inexperto y torpe. Dubitativo. Temiendo hacerle daño. Y ahora? Nada. Tenia miedo, si, pero no lo vería nunca más. Con una sonrisa, saqué el dedo y me apresuré a llevarlo a mi boca. No quería que el aire se llevara nada. Probando su sabor. Y la mirada cargada de lujuriaComo gustes amor… - su peso me hizo caer, no tenia fuerza para resistir su impulso fiero, clamante de ¿venganza?
Cerré los ojos, tranquilo, dejando que el aire entrara a mis pulmones para calmar la bullición interna. Una oleada fria me recorrió cuando bajo tan peligrosamente. Negué lentamente con mi cabeza. El rostro sereno y relajado. Más parecido que nunca a muñeco de porcelana, que a un hombre excitado. -Nadie te supera, eres unica. Eres la mejor… Sin querer, mi cuerpo reaccionó. Pero lo mitigue al instante, no deje que mi cuerpo se moviera de más. Pase saliva al sentir sus manos entorno a mi “pequeña” virilidad. Ah, maldita niña… no tan deprisa… no… si… hazlo… más…
Un sonido brotó de mi garganta, y desvie mi rostro. Me sentía con las mejillas quemantes. Intentaba no dejarme por completo a sus acciones, pero era… Mi mano ceñida a las sabanas. Y aún los ojos cerrados…
-Más… más… mas rapido, aprieta… más fuerte… No… no detengas el movimiento de tus manos…-Bajé mi mano diestra, intentado yo mismo terminar de despertarlo, se notaba su aumento de tamaño. La sangre acumulada. Pequeñas descargas, como pinchazos en mis piernas y espalda. -Hazlo de una maldita vez… Arañame, muerdeme… Pero hazlo…- Jadee
Louis J. Bouquet- Cambiante Clase Media
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Re: Beast Of Desire [Arianne] (+18)
Una sonrisa de placer se asomó en mi rostro al escucharlo decir que era única, no necesitaba las palabras, lo sabía porque las miradas y cuchicheos que se alzaban en las calles, en el mismo burdel eran parte de eso que yo controlaba, no necesitaba más que desviar miradas para que todos actuaran como alfombras, controlaba lo que me rodeaba y eso incluía a Louis porque yo con mi belleza podía lograrlo todo, incluso darle envidia al roció de las flores. Hasta el momento había sido la linda Arianne pero el desamor pego en mi pecho y congelo la sangre que ahora pasaba por mi cuerpo pesadamente-No soy tu amor Louis…le pertenezco a alguien más-mi cabello se acomodó casi al instante en el que yo podía más énfasis en la acción de hacer reaccionar por completo su miembro-¿Te gusta esto?-me rei de forma traviesa cuando sus palabras salieron entrecortada por diversos sonidos que salían de su garganta, al niño le gustaba y yo no podía estar más feliz. Hasta en ese momento supe cómo es que tenía a Louis, comiendo de mi mano, al borde de mi vestido, arrastrando su propio cuerpo detrás de mí lo cual era magnifico.
Un manotazo se apresuró cuando el tratado de tocar esa parte que había crecido notoriamente gracias a los ejercicios de mi mano-¿Qué? No entiendo ¿Qué quieres que haga?-puse el dedo pulgar en la punta de su miembro para ejercer presión en pequeño círculos mientras que la otra mano seguía tocando todo el largo y ancho. Levante la mirada y detuve el movimiento del dedo que jugaba con su punta, lo detuve justo ahí-Dímelo-de nuevo los movimientos con ese dedo comenzaron lentos casi desganados-Dímelo Louis…si fuiste tan hombre como para pagar esta cantidad de dinero por mi quiero que seas suficientemente hombre para decirme lo que quieres-baje la mano que jugaba con su tronco un poco más abajo, a la zona que se debía de tratar con tantos cuidados como un pequeño bebé.
Tantee el terreno con dos dedos, apenas palpando la textura suave y blanda. Sonreí al ver su reacción, si eso era tortura y crueldad yo lo estaba disfrutando incluso más de lo que podría imaginar. Me las debía y me las pagaría. Apreté solo un poco y volví a subir a esa parte que no podía ocultar la excitación, seguí si hacer caso a sus suplicas, quería escucharlo rogar, gemir y gritar mi nombre, quería que se arrastrara cual mortal, quería que me viera y no pudiera contener las lágrimas al recordar lo que había dejado ir y que solo por esa noche sería suyo. Quería verlo sufrir en pleno éxtasis, quería llevarlo a emociones que nunca en su vida podrá experimentar con alguien más que no fuera conmigo. No creía en dios pero de seguro su poder divino, si es que existía, me había encadenado a esa belleza sobrenatural que lo llevaría al límite.
Un manotazo se apresuró cuando el tratado de tocar esa parte que había crecido notoriamente gracias a los ejercicios de mi mano-¿Qué? No entiendo ¿Qué quieres que haga?-puse el dedo pulgar en la punta de su miembro para ejercer presión en pequeño círculos mientras que la otra mano seguía tocando todo el largo y ancho. Levante la mirada y detuve el movimiento del dedo que jugaba con su punta, lo detuve justo ahí-Dímelo-de nuevo los movimientos con ese dedo comenzaron lentos casi desganados-Dímelo Louis…si fuiste tan hombre como para pagar esta cantidad de dinero por mi quiero que seas suficientemente hombre para decirme lo que quieres-baje la mano que jugaba con su tronco un poco más abajo, a la zona que se debía de tratar con tantos cuidados como un pequeño bebé.
Tantee el terreno con dos dedos, apenas palpando la textura suave y blanda. Sonreí al ver su reacción, si eso era tortura y crueldad yo lo estaba disfrutando incluso más de lo que podría imaginar. Me las debía y me las pagaría. Apreté solo un poco y volví a subir a esa parte que no podía ocultar la excitación, seguí si hacer caso a sus suplicas, quería escucharlo rogar, gemir y gritar mi nombre, quería que se arrastrara cual mortal, quería que me viera y no pudiera contener las lágrimas al recordar lo que había dejado ir y que solo por esa noche sería suyo. Quería verlo sufrir en pleno éxtasis, quería llevarlo a emociones que nunca en su vida podrá experimentar con alguien más que no fuera conmigo. No creía en dios pero de seguro su poder divino, si es que existía, me había encadenado a esa belleza sobrenatural que lo llevaría al límite.
Arianne C. Wickham- Mensajes : 4237
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Re: Beast Of Desire [Arianne] (+18)
No seas… no seas estúpida Arianne, Tu eres una puta, le perteneces a otros, si, nunca me importo. Pero que sepas que tu corazon es solo mio… Jamás dejare de repetirtelo. Un corazón, Ari, no se prostituye…
Seguí respirando de una tranquila manera agitada, deleitándose con sus caricias y su voz. Su hermosa y musical risa. Eso era… Asi me recordarías. Yo era la melodía de tu vida, Arianne. Esto solo era un punto más en la sinfonía. Un acto mas de la opera prima que este amor amor tan puro, ardiente, demandante... Agonizante y Renaciente.
Pase saliva, notando mi vista comenzar a nublarse a una decente razón. ¡Claro que me gusta!
Por que eres tu la primera que me toca asi, la unica que sabe como hacerlo. Aunque para ti, no tenga el mismo significado que para mi. Retiré la mano al recibir el golpe, poniendo el pucherito de un niño regañado.
Arianne, ¿Cómo me ves esta noche? Aun… aun te causo… asco? ¿Mi piel sigue siendo tan suave y blanca, como la de un niño? ¿Serás capaz de notar que la cicatriz del vientre ya no esta?¿ Notas que no tengo marcas en el cuerpo? Por mas daño que me provoque, Arianne, no dura lo suficiente.
Claro que sabes, desgraciada, no te hagas, no me tortures… Por favor… Mi espalda se arqueó un poco cuando presionó la punta. Podia estar actuando todo lo hombre que podía, pero… seguía siendo el tierno e inexperto Louis detrás de todo aquello. Apreté mis ojos con fuerza, resistiendome a lo inevitable.No dije nada, y le permití seguir con su torturante manoseo. No quería que se detuviera, maldita sea, hazlo de manera más intensa. Notaba la punta humedecerse, estaba… estaba… un quedo “uhmp”, desde mi garganta, cuando apreto, para seguir tocando toda mi zona. Lo volví a hacer, mientras mis piernas caian debajo de la cama, y las puntas de mis pies tocaban el piso. Me sentía caliente, dentro y fuera. ¿No me estaba consumiendo en las llamas de la lujuria y la vengaza de esa mujer?
-Lamelo… metelo dentro de tu boca, succionalo. Pruebame…. - susurre, con voz entrecortada. Acomodandome. ¿Queria que le dijera lo que queria, no? Pues alli lo tenia. Era un hombre, ella me haria uno. Abrí mis ojos y le mire dolido-Nunca he sido un hombre para ti, verdad? ¿te doy asco? Hazlo de un puta vez.
Seguí respirando de una tranquila manera agitada, deleitándose con sus caricias y su voz. Su hermosa y musical risa. Eso era… Asi me recordarías. Yo era la melodía de tu vida, Arianne. Esto solo era un punto más en la sinfonía. Un acto mas de la opera prima que este amor amor tan puro, ardiente, demandante... Agonizante y Renaciente.
Pase saliva, notando mi vista comenzar a nublarse a una decente razón. ¡Claro que me gusta!
Por que eres tu la primera que me toca asi, la unica que sabe como hacerlo. Aunque para ti, no tenga el mismo significado que para mi. Retiré la mano al recibir el golpe, poniendo el pucherito de un niño regañado.
Arianne, ¿Cómo me ves esta noche? Aun… aun te causo… asco? ¿Mi piel sigue siendo tan suave y blanca, como la de un niño? ¿Serás capaz de notar que la cicatriz del vientre ya no esta?¿ Notas que no tengo marcas en el cuerpo? Por mas daño que me provoque, Arianne, no dura lo suficiente.
Claro que sabes, desgraciada, no te hagas, no me tortures… Por favor… Mi espalda se arqueó un poco cuando presionó la punta. Podia estar actuando todo lo hombre que podía, pero… seguía siendo el tierno e inexperto Louis detrás de todo aquello. Apreté mis ojos con fuerza, resistiendome a lo inevitable.No dije nada, y le permití seguir con su torturante manoseo. No quería que se detuviera, maldita sea, hazlo de manera más intensa. Notaba la punta humedecerse, estaba… estaba… un quedo “uhmp”, desde mi garganta, cuando apreto, para seguir tocando toda mi zona. Lo volví a hacer, mientras mis piernas caian debajo de la cama, y las puntas de mis pies tocaban el piso. Me sentía caliente, dentro y fuera. ¿No me estaba consumiendo en las llamas de la lujuria y la vengaza de esa mujer?
-Lamelo… metelo dentro de tu boca, succionalo. Pruebame…. - susurre, con voz entrecortada. Acomodandome. ¿Queria que le dijera lo que queria, no? Pues alli lo tenia. Era un hombre, ella me haria uno. Abrí mis ojos y le mire dolido-Nunca he sido un hombre para ti, verdad? ¿te doy asco? Hazlo de un puta vez.
Louis J. Bouquet- Cambiante Clase Media
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Re: Beast Of Desire [Arianne] (+18)
Rodé los ojos al ritmo que marcaban mis manos sobre su miembro. Louis, Louis…podía estar tan equivocado aunque luciera increíblemente sexy en esa cama-Louis…te equivocas una vez más, mi corazón si se prostituye-y si lo hacía, se vendía al mejor postor, juraba palabras de amor a quien estuviera dispuesto a pagar más de mil francos por una noche. Si mi corazón un día tuvo dueño esa persona se encargó de congelarlo y luego aplastarlo con las manos, asegurándose de que no quedara ni siquiera un poco de humanidad o razón. ¡Dios! Como disfrutaba de todo eso, verlo engatusado en mi juego era más que placentero, había caído tan fácil como un pequeño niño…lo envolví en la trampa y cayo rendido, no podía pedir más por lo que acepte a sus suplicas después de un buen momento de tortura-Si tú quieres-le sonreí y me agache para dar un lenguazo a la punta de su virilidad, seguí con el movimiento de manos sobre su dureza que ya no se podía esconder ni aunque quisiera, suponía que de cierta forma estar así le dolía no poder descargarse por completo porque yo jugaba con el cual trapo.
Mi lengua comenzó a probar cada vez más de él, desde el tronco hasta la punta daba grandes lamidas solo para asegurarme de que estuviera perfectamente húmedo, esperando la mejor parte. Era como un dulce, uno que tenías que tratar con delicadeza y aunque lo hacía no era precisamente linda sobre él, había aumentad de tamaño y tenía que asegurarme de que entrara todo. Fui deslizándolo poco a poco dentro de mi boca con cuidado de no cerrarla porque eso sería doloroso pero de lo que si me encargue fue de rozar suavemente con los dientes la piel que pasaba por mis labios. No podía creer que tan dispuesto estaba Louis, me sorprendía. Había tocando fondo con Louis, no me iba a detener a jugar e intentar convencerlo de que no me daba asco y que jamás me dio, intente decirle muchas veces todo lo contario y nunca me creyó estaba de más hacerlo en ese momento, en que lo tenía y podía tomar a mi antojo.
Cerré los ojos cuando sentí que la punta tocaba hasta el final, sin querer me había lastimado, no me di el tiempo, ni la distancia ni la rapidez con lo que lo había hecho pero ya estaba en el camino, regresa era imposible. Seguí con el característico movimiento que requería esa clase de arte, sintiéndolo al tope. Una mano subió por su estómago, danzando como si de un niño se tratara y se situó hasta quedar en su pecho el cual comencé a acariciar solo para intentar mitigar esos espasmos que recorrían su piel gracias a la humedad de mi lengua. Deje de profundizar los movimientos, para ir despacio y dejar que saliera. Igual no deje de jugar en su punta, me detuve para mirar su miembro después de todo ese espectáculo-¿Te gusto?-pregunte para después dar un último lenguazo a lo largo y comenzar a subir con la lengua, dejando un rastro brilloso por su piel blanca y suave.
Me acomode encima de él y lo obligue a adoptar una mejor posición en la cama, sin los pies fuera del colchón-¿Te acuerdas de esto?-hice que su mano tocara la cicatriz que yo misma hice a mi piel esa noche en la cabaña-¿Todavía se nota?-baje para besar sus labios y la mano libre la volví a bajar para seguir masturbándolo, esta vez de forma menos notoria como si no quisiera tocar per lo que en verdad quería era que no acabara tan rápido. Había esperado tanto y no iba a durar poco.
Mi lengua comenzó a probar cada vez más de él, desde el tronco hasta la punta daba grandes lamidas solo para asegurarme de que estuviera perfectamente húmedo, esperando la mejor parte. Era como un dulce, uno que tenías que tratar con delicadeza y aunque lo hacía no era precisamente linda sobre él, había aumentad de tamaño y tenía que asegurarme de que entrara todo. Fui deslizándolo poco a poco dentro de mi boca con cuidado de no cerrarla porque eso sería doloroso pero de lo que si me encargue fue de rozar suavemente con los dientes la piel que pasaba por mis labios. No podía creer que tan dispuesto estaba Louis, me sorprendía. Había tocando fondo con Louis, no me iba a detener a jugar e intentar convencerlo de que no me daba asco y que jamás me dio, intente decirle muchas veces todo lo contario y nunca me creyó estaba de más hacerlo en ese momento, en que lo tenía y podía tomar a mi antojo.
Cerré los ojos cuando sentí que la punta tocaba hasta el final, sin querer me había lastimado, no me di el tiempo, ni la distancia ni la rapidez con lo que lo había hecho pero ya estaba en el camino, regresa era imposible. Seguí con el característico movimiento que requería esa clase de arte, sintiéndolo al tope. Una mano subió por su estómago, danzando como si de un niño se tratara y se situó hasta quedar en su pecho el cual comencé a acariciar solo para intentar mitigar esos espasmos que recorrían su piel gracias a la humedad de mi lengua. Deje de profundizar los movimientos, para ir despacio y dejar que saliera. Igual no deje de jugar en su punta, me detuve para mirar su miembro después de todo ese espectáculo-¿Te gusto?-pregunte para después dar un último lenguazo a lo largo y comenzar a subir con la lengua, dejando un rastro brilloso por su piel blanca y suave.
Me acomode encima de él y lo obligue a adoptar una mejor posición en la cama, sin los pies fuera del colchón-¿Te acuerdas de esto?-hice que su mano tocara la cicatriz que yo misma hice a mi piel esa noche en la cabaña-¿Todavía se nota?-baje para besar sus labios y la mano libre la volví a bajar para seguir masturbándolo, esta vez de forma menos notoria como si no quisiera tocar per lo que en verdad quería era que no acabara tan rápido. Había esperado tanto y no iba a durar poco.
Arianne C. Wickham- Mensajes : 4237
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Re: Beast Of Desire [Arianne] (+18)
¿Por qué, Arianne, por que? A todo lo que digo, tienes una protesta, un comentario negativo. Estas en contra de mi. Soy un maldito enfermo. Me duele estar contigo, me duele que me trates y me digas esas cosas, pero aquí estoy, como un perro aceptando todo lo que hace y dices, por que tus palabras son la ley que rige mi corazón. Si tu dices, salta desde el acantilado yo ya habré saltado. Pero, si me dices que me aleje de tu vida, no lo haré.
Por que soy tan terco como tú.
Ah, pero obedeces mi petición. Ha sido la bestia, Ari, ella te lo pidio, por que no soy un hombre. Jamás, en otro tiempo, te lo hubiera podido decir. Pero, a sido ella, Ari, quien lo hizo. El deseo oculto en mi cuerpo. El deseo que se reprimio no desde la noche en la cabaña, si no desde la habitación del hotel. ¿Recuerdas como estaba de nervioso? ¿Recuerdas que te quise hacer mia y no pude?
Intentos fallidos… Al menos, tu logras que él despierte. ¿Ves que si soy un hombre, Ari?
No me importa estar a tu merced, que tu medes lo que quieres. No te voy a pedir nada. Si quieres que te suplique, eso hare, pero complaceme, hazme tuyo. Me removí al sentir su lengua, un acto reflejo. Un acto que no podia controlar. Maldita… ¿Por qué lo haces de manera tan lenta?
Ahogué un gemido, que de nuevo sonaba como un ronroneo, cuando estuve dentro de su boca por completo. Humedo, calido, asi era. Notaba la presión de sus labios, y me dolió sentir sus dientes, pero no me quejé. El niño dejaba de serlo en esos momentos. Reprimí el impulso de mis caderas, no quería lastimarla. Si, a pesar de todo, siempre pensaría eso. Yo quería tratarla como la rosa de cristal que era. ¿Por qué nunca lo entendió?
Mis alas se desplegaron, rumbo al cielo. El viaje comenzaba, y los ronroneos no cesaban. Llevé mis manos a su cabeza, para mantenerle alli, no quería que dejara de hacerlo. Podía… podía… Pero no lo haria. Aguantaría sin importar cuanto dolor o mas bien, incomodidad, me causara…
Mi pecho subía y bajaba, y el sudor empezaba a provocar que mis cabellos se pegaran a mi frente, arremolinandose. Sentia que algo me escocía dentro. Algo que desgarraba y quería más. -Kimochi… Kimochi… fue todo lo que pude balbucear ante su pregunta. Siempre me pregunté, si arianne ignoraba eso que yo le decía en mi lengua natal, o simplemente, me juzgaba como un pobre loco o algo asi. ¿De todas las veces que yo le habia hablado en mi idioma… ¿Qué entendió?. Ah, pero de nuevo, esos pinchazos provocados por su saliva sobre mi piel. Y yo me removí. Me odié por no poder reprimir del todo mis sensaciones. Por ser un niñato de cinco años sin nada de experiencia sexual previa, mas que con ella… y ella, que era toda un maestra en esas artes… Ahogué una exclamación al sentir el aire de mis pulmones más pesado, ella se sentó sobre mi vientre, plano, suave, podía sentir cosas que me hacian sonrojar. Estaba perdiendo…
Y el Louis inocente salía de nuevo… ¡NO, maldito gato, no salgas! Mis dedos rozaron esa piel. Y me sentí terrible. Ella, presentaba esas marcas por mi culpa. Y ella a diferencia de mi, si podia lucirlas y dejarme como el unico villano del cuento. No dije nada, desvié la mirada con gesto dócil. Algun pequeño… alguna palabra… No importaba que le pidiera perdón, me ignoraria.
Gemi en el beso, usando mi cuerpo para impulsarme con furia y quedar sentado, sin dejarla separarse de mi, introduciendo mi lengua, probando…
-No podría olvidar nada, por que yo de ti, ya te dije que quiero saberlo todo… - tomé su mano y besé la cicatriz con ternura
Off: ascoooo de post lo siento ><U
Por que soy tan terco como tú.
Ah, pero obedeces mi petición. Ha sido la bestia, Ari, ella te lo pidio, por que no soy un hombre. Jamás, en otro tiempo, te lo hubiera podido decir. Pero, a sido ella, Ari, quien lo hizo. El deseo oculto en mi cuerpo. El deseo que se reprimio no desde la noche en la cabaña, si no desde la habitación del hotel. ¿Recuerdas como estaba de nervioso? ¿Recuerdas que te quise hacer mia y no pude?
Intentos fallidos… Al menos, tu logras que él despierte. ¿Ves que si soy un hombre, Ari?
No me importa estar a tu merced, que tu medes lo que quieres. No te voy a pedir nada. Si quieres que te suplique, eso hare, pero complaceme, hazme tuyo. Me removí al sentir su lengua, un acto reflejo. Un acto que no podia controlar. Maldita… ¿Por qué lo haces de manera tan lenta?
Ahogué un gemido, que de nuevo sonaba como un ronroneo, cuando estuve dentro de su boca por completo. Humedo, calido, asi era. Notaba la presión de sus labios, y me dolió sentir sus dientes, pero no me quejé. El niño dejaba de serlo en esos momentos. Reprimí el impulso de mis caderas, no quería lastimarla. Si, a pesar de todo, siempre pensaría eso. Yo quería tratarla como la rosa de cristal que era. ¿Por qué nunca lo entendió?
Mis alas se desplegaron, rumbo al cielo. El viaje comenzaba, y los ronroneos no cesaban. Llevé mis manos a su cabeza, para mantenerle alli, no quería que dejara de hacerlo. Podía… podía… Pero no lo haria. Aguantaría sin importar cuanto dolor o mas bien, incomodidad, me causara…
Mi pecho subía y bajaba, y el sudor empezaba a provocar que mis cabellos se pegaran a mi frente, arremolinandose. Sentia que algo me escocía dentro. Algo que desgarraba y quería más. -Kimochi… Kimochi… fue todo lo que pude balbucear ante su pregunta. Siempre me pregunté, si arianne ignoraba eso que yo le decía en mi lengua natal, o simplemente, me juzgaba como un pobre loco o algo asi. ¿De todas las veces que yo le habia hablado en mi idioma… ¿Qué entendió?. Ah, pero de nuevo, esos pinchazos provocados por su saliva sobre mi piel. Y yo me removí. Me odié por no poder reprimir del todo mis sensaciones. Por ser un niñato de cinco años sin nada de experiencia sexual previa, mas que con ella… y ella, que era toda un maestra en esas artes… Ahogué una exclamación al sentir el aire de mis pulmones más pesado, ella se sentó sobre mi vientre, plano, suave, podía sentir cosas que me hacian sonrojar. Estaba perdiendo…
Y el Louis inocente salía de nuevo… ¡NO, maldito gato, no salgas! Mis dedos rozaron esa piel. Y me sentí terrible. Ella, presentaba esas marcas por mi culpa. Y ella a diferencia de mi, si podia lucirlas y dejarme como el unico villano del cuento. No dije nada, desvié la mirada con gesto dócil. Algun pequeño… alguna palabra… No importaba que le pidiera perdón, me ignoraria.
Gemi en el beso, usando mi cuerpo para impulsarme con furia y quedar sentado, sin dejarla separarse de mi, introduciendo mi lengua, probando…
-No podría olvidar nada, por que yo de ti, ya te dije que quiero saberlo todo… - tomé su mano y besé la cicatriz con ternura
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Re: Beast Of Desire [Arianne] (+18)
Hice la cabeza para atrás solo para decirle unas cuantas cosas, ya no me importaba si se iba como la otras vez, en realidad ya había pagado así que, su ida sería lo menos importante-Louis el caso es que yo ya no te creo-suspire y besé sus labios ¿Qué se supone debería de estar sintiendo? Mi amor lo pisoteo, me engaño. Podía dejar actuar al cuerpo pero por dentro me había vaciado, de la Arianne que él conocía, esa que daría todo por él, la que dejaría su vida de puta por estar solo con él se fue son sus engaños, con sus desplantes inconscientes…mi venganza era esa aunque a momentos dudaba que le importara-Lo hice muchas ocasiones y ya no puedo-estaba cansada física y mentalmente de pelear con él de esa forma. Su conciencia pesaría, haría que le pesara. Ya había logrado que entrara en el juego que yo quería, ahora solo necesitaba que lo hiciera, que me mostrara que sus mentiras podían tener algo de verdad.
Mis piernas se abrazaron a su cintura, moví el hombro solo para que dejara de besarme de esa forma, con eso las cosas no volverían atrás. Los caminos fueron trazados y no exactamente por mí, solo era una noche o tal vez una hora. Mientras hacía que me rodeara con los brazos yo misma me convencía que la lujuria pasaría después de eso, que las cosas serían diferentes y que lo olvidaría porque tenía la ilusión de que ´pronto saldría de ese lugar, por fin obtendría el lugar en la sociedad que merecía aunque afortunada o desafortunadamente no sería con él porque él nos llevó hasta ese límite. Me acerque a su la piel de su cuello y succione fuertemente, con agresividad estaba enojada porque la pasión que sentía me hacía enojar-Hazlo ya-hice un pucherito falso, ¡Si, hazlo ya que te quiero lejos! O mejor ¡No lo hagas! Y déjame, prueba que conmigo tu futuro no es nada y sin mí tampoco, arrástrate bajo mis caderas, quiero ver que llores, grites o gimas mi nombre con cualquiera me conformo.
Me asegure dejar una marca grande y notoria, el color blanco de su piel paso por varias tonalidades de color, primero rojo y al final una especie de color vino que se volvió morado, un morado doloroso. Baje los besos hasta uno de sus hombros y mordí, ejecute la acción varias veces dejando pequeñas medias lunas en su piel-¿No lo vas a hacer? ¿Me dejaras esperando como esas veces? ¿Qué hace falta Louis?-lascivamente delinee con la lengua desde su clavícula hasta su oreja, ronronee las palabras ¿Quería tomarme como una piruja? ¿Entonces porque no lo hacía?-Comienzo a creer que no lo quieres del todo-susurre a su oído dejando que toda la intención y maldad del mundo se acumulara en mi e hiciera que moviera las caderas apenas rozando su miembro entre mi piel- Si no quieres puedo traer a una de tus amigas-mordí y succione el lóbulo de su oreja-Solo dime…ya pagaste y ellas no son muy caras ¿O sí? De seguro con parte de lo que pagaste por mi ellas pueden no morir de hambre-pase los brazos por sus hombros, rodeándolo por el cuello y alejándome de su pecho para que viera todo lo que se había perdido, lo que se estaba perdiendo y lo que se perdería mientras otro si lo aprovechaba.
-Solo dime…me tuviste confianza como para rechazarme dos veces, una tercera no sería nada y nos volveríamos muy buenos amigos-solté una carcajada despreocupada, dejando que las caderas se balancearan de atrás hacia adelante. ¿Qué tan descarada podía llegar a ser? Sin esas mascaras…mucho.
Mis piernas se abrazaron a su cintura, moví el hombro solo para que dejara de besarme de esa forma, con eso las cosas no volverían atrás. Los caminos fueron trazados y no exactamente por mí, solo era una noche o tal vez una hora. Mientras hacía que me rodeara con los brazos yo misma me convencía que la lujuria pasaría después de eso, que las cosas serían diferentes y que lo olvidaría porque tenía la ilusión de que ´pronto saldría de ese lugar, por fin obtendría el lugar en la sociedad que merecía aunque afortunada o desafortunadamente no sería con él porque él nos llevó hasta ese límite. Me acerque a su la piel de su cuello y succione fuertemente, con agresividad estaba enojada porque la pasión que sentía me hacía enojar-Hazlo ya-hice un pucherito falso, ¡Si, hazlo ya que te quiero lejos! O mejor ¡No lo hagas! Y déjame, prueba que conmigo tu futuro no es nada y sin mí tampoco, arrástrate bajo mis caderas, quiero ver que llores, grites o gimas mi nombre con cualquiera me conformo.
Me asegure dejar una marca grande y notoria, el color blanco de su piel paso por varias tonalidades de color, primero rojo y al final una especie de color vino que se volvió morado, un morado doloroso. Baje los besos hasta uno de sus hombros y mordí, ejecute la acción varias veces dejando pequeñas medias lunas en su piel-¿No lo vas a hacer? ¿Me dejaras esperando como esas veces? ¿Qué hace falta Louis?-lascivamente delinee con la lengua desde su clavícula hasta su oreja, ronronee las palabras ¿Quería tomarme como una piruja? ¿Entonces porque no lo hacía?-Comienzo a creer que no lo quieres del todo-susurre a su oído dejando que toda la intención y maldad del mundo se acumulara en mi e hiciera que moviera las caderas apenas rozando su miembro entre mi piel- Si no quieres puedo traer a una de tus amigas-mordí y succione el lóbulo de su oreja-Solo dime…ya pagaste y ellas no son muy caras ¿O sí? De seguro con parte de lo que pagaste por mi ellas pueden no morir de hambre-pase los brazos por sus hombros, rodeándolo por el cuello y alejándome de su pecho para que viera todo lo que se había perdido, lo que se estaba perdiendo y lo que se perdería mientras otro si lo aprovechaba.
-Solo dime…me tuviste confianza como para rechazarme dos veces, una tercera no sería nada y nos volveríamos muy buenos amigos-solté una carcajada despreocupada, dejando que las caderas se balancearan de atrás hacia adelante. ¿Qué tan descarada podía llegar a ser? Sin esas mascaras…mucho.
Arianne C. Wickham- Mensajes : 4237
Fecha de inscripción : 12/01/2011
Edad : 31
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