me parler, l'amour (noah)

por **Cristin Lemaire** Mar Jul 05, 2011 8:47 pm

Tarde de verano alas afueras del poblado mas cercano ala laguna , quería un lugar tranquilo para sacarse toda esa porquería que tenia en su ser, esperaba poder estar en paz , una relativa y por que no recordar que después de todo es "humana" siempre que llegaba a esta fecha 10 de julio para ser exactos , la fecha de muerte de su Madre , no iba a ponerse melancólica ahora pero recordar ese tipo de cosas siempre saca lo humano de uno .

Aquel día estaba saliendo del burdel con una vestido de lo mas sencillo y aunque austero revelaba sus prominentes curvas con la delicia de un pintor , su larga cabellera estaba trenzada cayendo a un costado de su hombro derecho , el chal que estaba en sus brazos le quitaba algo de provocador al sencillo atuendo , llevaba una especie de bolsa donde había echado unos cuantos libros que un cliente le había regalado, decidio ir ala laguna ese lugar tranquilo lejos del barullo de la gente , el burdel siempre estaba tan lleno de gente , de risas y hablaban sin parar que de vez en cuando le gustaba relajarse un poco .

Como lo había predicho no había ni una sola alma en el lugar , la laguna estaba azul como el cielo en esa tarde , algunas nubes a lo lejos le recordaban que tal ves llovería pero sin temor a mas se sentó ala sombra de un árbol donde poder descansar y tratar de leer un poco el cual estaba a unos dos metros del agua fresca del lago , hay que recordar que Beu Ribe no sabía leer , pero , como suele pasar con las personas astutas ella se las había ingeniado para rodearse de gente culta e instruida , uno de ellos había sido el hombre que le dio aquellos libros esperaba poder entenderlos , saco uno del bolso el cual tenia una doble pasta , lo tomo con cuidado mientras sonreía algo perversa al recordar la sipnosis que el joven caballlero le había descrito .

El titulo era JULIETA , el autor era uno que fue perseguido y hasta encarcelado muy famoso como para ser un marques según su agraciado cliente la heroína se le parecía bastante , estaba intrigada mientras hojeaba el libro y se dio cuenta que leer en si sería toda una odisea , cerro los ojos frustrada aun pero suspiro , esperando poder siquiera deducir algunas cosas , por lo que empezó a recordar las variadas lecciones que entre jadeos y gemidos le dio ...si eso sería mas dificil de lo que pensaba .

por **Noah Dómine** Dom Jul 10, 2011 6:18 pm

Una tarde más en la que dejaba a un lado sus deberes como actor y se abandonaba al placer de deleitarse con los paisajes, o el ambiente, de la ciudad. Tampoco es que fuera alguien egoísta: se había encargado que hubiera alguien en el Teatro que le sustituyera, cosa que no fue difícil de conseguir ya que muchos de sus compañeros le guardaban ciertos celos y envidia por su gran capacidad dramática. Claro que él contaba con algunas décadas más de experiencia que gran parte de los actores y actrices, de modo que era como si hubiera hecho trampa en el mundo del espectáculo.

Decidió dar un paseo por la Laguna, pues el ambiente le ayudaba a sentir una libertad que creía que carecía desde tantos años atrás. Llevaba una camisa de color básico azul claro, bien ceñida y con su peculiar toque de rebeldía al llevarla desabotonada. Sus pantalones, de lino, tenían una tonalidad oscura que hacían juego con su prenda superior, y una capa cubría sus hombros y le tapaba la espalda. Por primera vez, se había recogido sus cabellos rizados en una singular cola de caballo que no lograba ocultar sus mechones carmesíes, que tanto destacaban en sus cabellos de azabache.

Al acercarse por la zona, vio que no había nadie... bueno, no exactamente: sólo había una persona, a la sombra de un sauce, pero por lo demás la zona estaba desierta. Aquél día era raro que pudiera haber nadie más por aquellos lares, pues las festividades varias de la zona lo impedían, puesto que la gente preferiría el bullicio de la ciudad al caer la noche que no una zona apartada. Además, desde lejos casi podía adivinar que la persona que se hallaba reposando bajo el árbol estaba leyendo un libro, por la posición que había adoptado.

Por el hecho de ser un actor de teatro, no pudo evitar sentir curiosidad acerca del título que podría estar leyendo, y decidió acercarse. A medida que la distancia que lo separaba se reducía, pudo observar cómo se trataba de una damisela de figura esbelta y cuyas vestiduras no sólo realzaban su figura sino que le resultaban familiares, aunque sería demasiado suponer que pudiera provenir del Burdel sólo por sus vestiduras, pero ciertamente le daba esa imagen. Su cabello, de color castaño claro, caía en leves rizos y contrastaba con su piel broncínea. No podía adivinar el color de sus ojos, pero sin duda haría juego con semejante obra de arte que resultaba ser su visión.

− ¿Sería demasiada molestia preguntarle qué está leyendo? No he logrado reprimir mi curiosidad al verla aquí, tan sola y en calma… − su voz era, como de costumbre, sensual e incitante: toda una delícia para los oídos.

por **Cristin Lemaire** Jue Jul 14, 2011 8:49 pm

Palabra por palabra empezó a leer , con demasiada lentitud pero aun así se dejo llevar por lo que las letras le decían; ladeo el rostro intrigada quería leer mas deprisa pero como no era algo que hiciera a menudo tuvo que limitarse a la velocidad de una tortuga , el aroma fresco del lugar y el suave pasto debajo de ella eran una cómoda cama en la que se encontraba decidió recargar su cuerpo en el tronco de aquel árbol levantando un poco las piernas doblando las rodillas de modo que estas le sirvieran como una mesa para apoyar el libro.

Un susurro , no , fue una voz bastante varonil y seductora la que escucho el tono de esta estaba tan bien proporcionada que podría decirle mil cosas con tan solo hablar , "Por vida mía , que voz tan masculina " , pensó mientras giraba el rostro para buscar la fuente de tan deliciosa música . Con su hombro levantado dejando caer el vestido desnudando la perfecta y sedosa piel con sorpresa recibió al invitado cerrando el libro como si estuviera leyendo algo prohibido , bueno era prohibido pero pensó que estaba sola disfrutando de una lectura algo morbosa y pervertida ante los ojos de las personas "normales" para ella era algo mas sutil , era , depravación indecente , si traviesa era esta mujer .

Alzo los preciosos ojos para admirar ala escultural figura que estaba acercandose a ella , sintió un cosquilleo al verificar que al aceto de la voz coincidía con la imagen que su cerebro elaboro, los largos cabellos recogidos dejando escapar rebeldes pero sexis mechones en la amplia frente , la mirada audaz y salvaje le hizo morderse el labio inferior , la bien formada boca , y ni que decir del cuerpo que dejaba ver , pronto se sintió acalorada , producto tal ves del joven que se acercaba y en parte de la lectura .

-Tratando de leer - corrigió - es algo un poquito diferente a lo que hay en las librerías de parís Mi Lord , no hay nada mejor que un buen libro para hacer juego con la calma del lugar , no le parece ?

Su voz , se dejo llevar con aquel acento insinuante por alguna razón se sentía atraída a ese hombre .

por **Noah Dómine** Dom Jul 24, 2011 2:28 pm

A Noah no le pasó desapercibido el sutil, casi inconsciente, gesto que hizo la joven, desnudando con delicadeza parte de su hombro y su brazo, hasta tal extremo que casi se podían adivinar otras zonas más íntimas de aquél cuerpo tan femenino y apetecible. Además, apenas un instante después observó cómo la damisela cerraba de forma apresurada el libro que sostenía en su regazo, como si la hubiera interrumpido en algún momento con la guardia baja.

Aquello no hizo sino aumentar más la curiosidad del varón. Había conocido muchas, por no decir una incontable multitud, de obras prohibidas o destinadas a un público más bien selecto, por catalogarlo de alguna manera.

Al contemplar aquellos ojos del color de la miel, pensó que de buen seguro que más de uno (y dos) habrían sido presa de la hermosa trampa que suponía aquella mirada tan cautivadora. Sus propios ojos, de un índigo claro, parecían una burda imitación del mar mientras que los de la doncella hacían palidecer el refulgir del sol del atardecer.

− ¿Tratando? Espero no haberla importunado con mi interrupción, pues –se disculpó con una voz aterciopelada que no tenía nada que envidiar a la de ella, respondiendo a su mirada manteniendo la vista en los ojos, por muy fácil que pudiera resultarle desviar la mirada para deleitarse−. Pero estoy completamente de acuerdo con su opinión: raras veces hay sensaciones que sólo se puedan vivir en los libros.

Claro que también pensaba que había muchas otras sensaciones que podían recordarse al ser leídas. Él, como buen actor, lo sabía de sobras.

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