Claudia de Pointe du Lac.

Fecha de nacimiento
1773.

Edad
Aparenta siete años pero en verdad cuenta con veintisiete.

Especie
Vampiro.

Tipo y Nivel Social
Clase alta.

Lugar de Origen
Nueva Orleans.

Fecha de Muerte
1780.

Descripción Física


Descripción Psicológica
Claudia es una niña, sí, pero tiene una gran particularidad.
¿Desde cuándo las apariencias son el perfecto reflejo de la realidad? Todos sabemos que hay engaños en el mundo, pero no conocemos lo severos que pueden ser.
¿Cómo podría explicar la naturaleza de este ángel?
Físicamente, sólo le faltan las alas. Es una adorable niña de cabellos dorados y sonrisa tímida, pero es tan sólo una mujer encarcelada en un pequeño cuerpo engalanado con tiernos ropajes.
En su mente se esconde un secreto tan fascinante como aterrador…
¿Te sorprendes de la frialdad de su mirada?
Es verdad, demuestra cierta sabiduría, cierta experiencia que impresiona. ¿Lo ves? Una niña de mirada que atrapa, hasta podría decir que ella esconde cierta sensualidad.
Y eso que aún no la has escuchado hablar.
Suele ser callada –característica propia del personaje que se ve obligada a encarnar-, pero cuando menciona algo, es directo y específico. Comentarios maduros, sabios. Forma palabras adultas con un susurro de ave.
Es amable y respetuosa. Sabe perfectamente como debe comportarse y por esa misma razón, entre tanta claridad de roles, debes conocer tu lugar y tus deberes. Tú también debes comportarte.
¿Qué es capaz de hacer una niña de manos diminutas cuando le desobedeces? Buena pregunta. Quédate con mi respuesta y no busques la suya, no te conviene, créeme.
Claudia sabe que merece respeto y dedicación.
Sabe que es capaz de mucho más de lo que todos creen. Y pondrá en práctica todos sus deseos. Porque es la niña y siempre lo será. Porque ama apasionadamente y comprende que merece que le devuelvan esa devoción.
Si no cumples con lo que solicita, estallará en gritos. La furia le transformará el rostro. Insistirá comportándose de forma agresiva. Te atacará con palabras y hasta donde pueda llegar a golpearte. Es extraño, pero es capaz de calmarse al instante si aceptas darle lo que ella desea.
La decisión es otra característica. Tiene un carácter fuerte e impulsivo que hace que vaya en pos de lo que busca sin rodeos, sin mucha más dedicación que para hacer un plan para llevar a cabo lo que quiere.
Es inteligente y calculadora. Analítica. Puede contabilizar todas tus debilidades y tus puntos fuertes –que podrían ser utilizados como herramienta en su contra- en tan sólo unas horas, o menos.
¿Egoísta? Claramente, pero, ¿quién podría resistirse a sus encantos? Es obvio que tiene una porción de egoísmo en su ser ya que es vampiro, y como tal, mata para sobrevivir. Y es que el propio instinto de supervivencia es increíblemente divertido para ella porque disfruta jugando con sus víctimas.
También adora el lujo y los buenos momentos, y como mujer que es, tiene un gusto exquisito para ello.
¿Acaso siente amor? ¿Es capaz de tal cosa?
Oh, sí. Claro que siente amor. El amor más puro.
Si pudiéramos tan solo verla al lado de su Louis…
Aquel viejo vampiro es lo que más adora en el mundo. Nada ni nadie podría ser merecedor de su amor que Louis. Su amor por él es devoto. Enfermizo, demente, ciego. Lo ama y le es fiel, porque es su padre, es su mentor. Es quien hizo que ella conociera el verdadero sentido de tener alma, espíritu, de saber lo que es tener sentimientos y vivir con ellos.
Louis fue el único capaz de comprenderla, quien pudo entender que sólo fue una víctima suya y de Lestat. Es totalmente consciente de que le arrebataron la vida a una niña y la condenaron a una congelada eternidad.
Louis fue el único que pudo quererla y dar absolutamente todo por ella.
Louis. Su Louis. A quien tanto ama. Porque es su padre, y sin él, jamás sería nada.
Claudia, entonces, es sumamente afectiva con él, y completamente ciega cuando lo pierde. Por eso lo reclama, por eso lo busca, por eso intenta hacerse dueña de sus pensamientos y decisiones. Lo ata a ella porque teme perderlo.
A veces, sí, es injusta con él. Porque sucede que Louis conserva ciertos sentimientos que le impiden comportarse como Claudia le exige y es ahí cuando se enfada con él y enloquece. Estalla para luego volver a caer en su encanto y amarlo con pasión: abrazarlo y decirle cuánto lo adora y que no puede vivir sin él…
Claudia, es entonces, todo un misterio.
Despierta el sentimiento de curiosidad por descubrir el interior de una muñeca de porcelana.
¿Te atreves a jugar con ella?


Familia
Madre [Desconocida] Fallecida.
Su madre murió días antes del primer encuentro con Louis.
Claudia no recuerda absolutamente nada de ella ni le guarda ningún sentimiento ya que no sabe cómo era su trato ni tampoco puede culparla por morir cuando la culpabilidad de todo fue una enfermedad que se la llevó sin previo aviso.
A veces suele pensar en ella, y no fueron muchas las oportunidades en las cuales la mencionó delante de Louis.
Se pregunta qué hubiera sido de ella si su madre no habría muerto. Tiene la total seguridad de que finalizaría siendo el banquete de dos vampiros y hasta sabe que de no haber muerto ella, Claudia jamás habría sido convertida en vampiro.

Louis de Pointe du Lac
El vampiro que conserva un lugar en su corazón.
Fue quien se encargó de ofrecerle todos los sentimientos y conocimientos que ella ahora tiene.
Es como su padre y su gran amor. Su gran cómplice.
Sabe muy bien que es incapaz de lastimarlo, odiarlo o abandonarlo.
Si algo le sucediera a él, ella no tendría más razones por las cuales vivir su eternidad.

Lestat de Lioncourt
Fue quien la convirtió, o mejor dicho, quien la condenó.
Al principio la relación entre ellos era muy buena ya que compartían pequeños detalles y Claudia al ser pequeña se dejaba llevar por la diversión que Lestat era capaz de ofrecerle –lo único que podía pedirle-.
Con el tiempo, cuando la niña se acercó más Louis, Lestat se alejó de ella al notar el parentesco que veía entre su compañero y la pequeña.
Por su lado, ella ya no podía soportarlo mucho más.
Con el episodio sucedido en Nueva Orleans, el cual parecía ser el último, ella se sintió más tranquila, con la libertad de estar sólo con Louis y poder llevar a cabo lo que ambos deseaban.
Ya con la inesperada aparición de quien se suponía había muerto, Claudia conoció el temor.
Incluso en la actualidad ella guarda un lugar en su mente para la preocupación de su llegada a París pero intenta no pensar demasiado en ello.
No lo extraña ni tampoco tiene algún sentimiento positivo con respecto a él, aunque sabe que de no ser las cosas como fueron, ella no estaría con Louis…
Pero también hay lugar para la esperanza, y comprende que posiblemente la relación se podría haber dado aún siendo ella humana, por lo cual jamás considerará el sentir afecto o compasión hacia él.

Historia
Claudia fue encontrada en Nueva Orleans, en el año 1780 por Louis de Pointe du Lac una lluviosa noche donde el horror contrastaba con las vivas mejillas de la niña que era en ese entonces, puesto que contaba con tan sólo siete años.
Su padre había desaparecido, y su madre había sido víctima de la plaga apenas unos días antes del encuentro con el vampiro.
¿De verdad crees que sería fascinante cruzarte con un vampiro?
Piénsalo bien, o al menos procura que no esté hambriento ni atormentado. Y es que aún ella se pregunta qué sentimientos tenía Louis en aquel momento como para pensar que podría curar sus heridas bebiendo el dulce elixir que corría por sus venas. Sean las razones que tú o yo creamos, ya no tienen tanta importancia como el hecho fundamental que sucedió aquella noche: Louis entró a su casa y permitió que la niña pudiese verlo; Claudia, en su inocencia le pidió que despertara a su madre quien yacía sin vida. El vampiro quiso eximirla de sus angustias y ya sin poder soportarlo bebió su sangre, su vitalidad, su inocencia y casi su vida que se escapaba entre últimos suspiros.
En la escena, más tarde, apareció Lestat enseñándole a su compañero que no podía escapar del instinto natural de su especie y provocó una terrible angustia en el vampiro más joven quien huyó del lugar.
Más tarde, el segundo encuentro de Louis y Claudia sería el obsequio de Lestat a su viejo amigo.
Ella estaba bajo el cuidado de voluntarias que protegían a niños abandonados y enfermos. Lestat se encargó de la pequeña y la llevó a la residencia que compartía con el otro vampiro.
¿Fue acaso compasión o sería el banquete perfecto para ambos?
No. Claudia serviría de mucho más.
¿Sería capaz, Louis, de irse ahora que veía como Lestat le daba a la niña de beber su propia sangre? ¿Podría abandonar a la hermosa niña vampiro ahora que la tenía entre sus brazos, susurrando con alegría el nombre de su nuevo padre?
Recuerda que Louis es de alma pura…
No. No la dejó. Comenzó a adorarla y a cuidarla junto con Lestat. Ambos le dieron los mejores cuidados junto con una educación básica para vampiros. El problema radicaba en que los dos mostraban diferentes caminos y como el sádico padre tenía más poder de convicción y Claudia contaba con el instinto de un ser que aún no sabía contener sus ganas de alimentarse hasta superar el límite de la gula, terminó convirtiéndose en una sádica niña que mataba por diversión.
Con Louis, de todas formas, era distinto. Con él compartía la sed del conocimiento, de la experiencia, quería llenarse el corazón de la vida que no podría llevar.
Los años entonces fueron pasando entre Lestat y Louis. Entre la insaciable sed de sangre, diversión y horror y el elixir salvador del conocimiento del espíritu que no conocía límite. Pero, ¿acaso creían que Claudia sería la niña dulce que sólo conocía la maldad cuando probaba una gota de sangre?
Claudia estaba creciendo… y cuando una niña crece se convierte en mujer. Pero ella jamás podría demostrarlo, porque su figura seguía conservando a la niña que había sido hace muchos años.
Sus pensamientos maduros contrastaban con su sonrisa infantil. Sus ideas ya no eran simples sino que tenían un inmenso grado de complejidad.
La niña era una mujer. Con sentimientos profundos, con ambiciones. Ideas que debía callar en público para no crear sospechas.
Eso le irritaba.
La incapacidad de ser una mujer: no podía usar vestidos gigantescos llenos de lujo; no podía hablar con caballeros de su edad verdadera, con sus iguales.
¿Y la dependencia física? Dependía enteramente de la protección de Louis. No podía ser su igual, estar a su altura, con su fuerza, sus habilidades motrices. Siempre sería menos que él.
Ahora bien… ¿el físico podría ser impedimento para un vampiro? No del todo. No la subestimes. No le creas. No hagas como Lestat.
¿De qué pecó ese sádico vampiro?
¡Oh! Ha hecho tantas cosas… El peor error: ¡condenarla!
Darles las herramientas y no creer en ella.
Claudia, audaz y harta del vacío en el que Lestat hundía a Louis y a ella, optó por cortar los lazos.
El mejor regalo, el más vil.
El plan funcionó: Lestat había recibido con los brazos abiertos su regalo, su propia muerte.
Pareció morir finalmente y ella pudo respirar, a pesar de las preocupaciones de Louis.
“Próximo paso: viajar a Europa y encontrar seres semejantes.”
Un error: jamás subestimes a un vampiro necio, porque si lo haces podría volver. Y así lo hizo Lestat. Sin saber aún cómo, volvió.
Pero padre e hija escaparon en una perfecta complicidad.
Llegaron a Europa sin encontrar rastros de hermanos asesinos.
Viajaron a Francia y se alojaron en París.

¿Qué puede obligarte a hacer la maldición, la condena, cuando habita envenenando tu sangre constantemente?

Datos Extras
*Bebe sangre humana y tiene una sádica forma de obtenerla. ¿Razones? Diversión y desesperación por sobrevivir.
*Le encanta el lujo y el orden: quiere que todo se vea a la perfección y suele ser ella quien elige la decoración de los ambientes.
*Le gustaría poder cabalgar.
*Una de las cosas que más desea es poder tener el cuerpo que en verdad le corresponde: ser una mujer tanto psíquica como mentalmente.
*Le gustan las joyas costosas.
*Sabe tocar el piano.
*Tiene una gran colección de libros. Una parte está compuesta por artículos que cuentan con información que ha sido registrada acerca de los vampiros.
*Disfruta del arte. Tiene cierto talento para dibujar y un gusto exquisito para la pintura.
*Cuando está aburrida y el tiempo parece que se hubiese detenido, suele jugar al solitario.
*Las noches de ópera son sus favoritas.
*Sigue durmiendo en el mismo ataúd de Louis.
*Últimamente llega a hartarse con facilidad de las personas que la tratan como a una niña.