Una llegada rodeada de dulzura (Annabelle)

por Invitado Mar Jul 19, 2011 12:51 pm

Nueva llegada a una ciudad. Tras recorrer gran parte de Europa sus planes con el vampiro lo habían trasladado hasta la conocida Ciudad de las Luces. Apenas la conocía, pues se había dedicado a profundizar más en lo norteño y alejado del mundo. Francia era conocida, cuanto menos su capital, París, donde él se encontraba en ese momento recorriendo unas antiguas y hermosas calles que estaban llenas de gentes y de tiendas, en definitiva, de vida. Daze sonreía manteniendo un paso ligero y desparpajo en sus movimientos adoptando así una actitud afable, tierna y despreocupada, casi atrayente.

Comenzó a tomar bifurcaciones de callejones y callejuelas menos conocidas con el fin de conocer el corazón de la ciudad, explorar sus rincones más secretos y deleitarse con nuevas experiencias que le llenaran el pecho y se instalaran en sus recuerdos para siempre.

Dejándose llevar por sus curiosos pasos consiguió llegar en un anaranjado atardecer hasta un paraje que no había podido ver en ningún norte conocido. Un jardín lleno de flores cuyos aromas se entremezclaran en el aire y llegaban a su nariz, provocándole que cerrara los ojos y se imaginara serpenteando entre naturaleza, como tantas veces había hecho. Y guiándose por sus instintos y sus repentinas ganas de ser libre, se adentró en ese mar de aromas que se lo terminó tragando dulcemente.

por **Annabelle C. Lumineuses** Jue Jul 21, 2011 12:19 pm

Era un día diferente ya que Sergei, tenia cosas que hacer y había decidido darme el día libre, estuve caminado por las calles de Paris, vi cosas maravillosas y cada vez que pasa por una calle diferente me enamorada más de tan maravillosa ciudad una lastima que disfrutara de ella sola, cada segundo que estaba sola pensaba en mis padres y en lo bonito que seria que estuvieran conmigo, estuve recordando todo lo que podía de ellos hasta que me di cuenta de donde me habían llevado mis pies, porque este sitio, vale me gustaban las flores pero hoy no quería estar aquí, este lugar me hacia recordar mucho mas a mi madre, ella tan devota con las plantas.

No quería estar en aquel lugar pero ya que estaba en la puerta decidí entrar, el jardín botánico era un lugar que seguro le hubiera gustado a mi madre, camine entre las plantas absorbiendo cada una de las fragancias de tan hermosas flores, al final termine tan cansada que decidí descansar en el césped como no había nadie, pensé que no iba a molestar a nadie, no recuerdo cuanto dormí pero se que bastante porque cuando volví a abrir los ojos ya estaba atardeciendo, me acomode el vestido y me senté observan através del techo de cristal el hermoso atardecer. -Nunca había visto algo tan bonito- pensé para mi misma, decidí volver a acostarme y descansar un poco más.

por Invitado Mar Ago 02, 2011 12:53 pm

Si hubiera sido un animal, en ese instante Daze habría pensado que se encontraba en medio del Amazonas, como mínimo. Lleno de sonidos, de aromas, de colores… Todos tan diferentes a y a la vez tan entremezclados entre sí, compaginados a la perfección. Era un atardecer tan bello y lleno de palabras invisibles…

En ese momento apareció en su cabeza una batalla. Sí, una batalla en la que el enemigo está avanzando y él se encuentra escondido entre la maleza, al acecho, esperando el momento oportuno para atacar. Una fantasía bélica que siempre lo había acompañado desde que descubrió años atrás su don; no por maldad, sino por imaginación. A cada paso que daba prácticamente encontraba una flor nueva distinta de las demás y aquello lo hacía soñar más aún, transportándolo a otro lugar en el que sólo existían él y el aroma que impregnaba esos coloridos pétalos.

Caminaba lentamente, moviéndose de forma sigilosa como la serpiente que era. De vez en cuando su pecho aumentaba su grosor y volvía a disminuir al instante, excepto cuando quería guardar un aroma por más tiempo, alguno que le llamara la atención en especial. Y volviendo al mundo real, cuando casi cayó al suelo al pisar un inoportuno agujero en la tierra, se percató de que se había introducido hasta el mismísimo corazón del jardín. Recordaba el camino, así que no había problema en volver. Siguió caminando un poco más hasta que, en un rápido golpe de vista, divisó algo entre la naturaleza que no era una flor, aunque podría haberlo parecido por la dulzura de su rostro. Daze observó a una muchacha que parecía desperezarse al haberse acabado de despertar, y después se tumbó otra vez, perdiéndose entre la hierba. Entonces la serpiente frunció el ceño y decidió aproximarse; no era normal que alguien se durmiera dos veces seguidas a no ser que estuviera extremadamente cansado por algo.

Sus pasos se escuchaban debido al crujir de algunas ramas secas y caídas que pisaba al avanzar. Quizá por esto algunos animalillos corretearon lejos de él al darse cuenta de su presencia.
Relentizó su avance al acercarse a la muchacha y se la quedó mirando desde arriba, metiéndose las manos en los bolsillos. Entonces suspiró y ladeó la cabeza - Disculpe… ¿Se encuentra bien? - preguntó en un tono neutro y unos ojos entrecerrados, curiosos.

OFF: Siento el retraso, tuve que ausentarme ú_ù

por **Annabelle C. Lumineuses** Sáb Ago 27, 2011 5:20 am

Aun no me habia dormido por completo por lo que podia escuchar todo lo que pasaba a mi alrededor, comenzaba a ver imagenes en mi cabeza cuando unas pisadas me distraen sonaban muy serca pero tal vez era algun visitante que daba un paseo serca de mi lugar de descanso las pisadas se acercaban más a mi y cuando las senti a mi lado una voz me asusto -Disculpe... ¿se encuentra bien?- fueros las palabras que por poco y me matan de un susto, me levanto agitada y nerviosa por el susto de aquella voz, cuando levanto la vista veo a un apuesto caballero mirandome desde arriba -Mmm si estoy bien, porque lo pregunta monsieur- me acomoda en el cesped sin dejar de mirarlo a los ojos y me acomodo el vestido, trate de imaginarme como me veria y seguro no estaria presentable como debe de estarlo una señorita como yo. No me fadaria si cada vez que me quede dormida me levanta un caballero como el que tenia delante de mi ahora mismo, era muy apuesto y elegante

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