Audiencia imaginaria (Yohann)

por Invitado Mar Jul 20, 2010 2:57 pm

Era de noche, pero no lo suficientemente temprano como para encontrar muchas personas caminando por la calle ni lo suficientemente tarde como para sentarte y ver como amanecia sin tener que esperar mucho tiempo. Pero el cielo estaba lo suficientemente bello como para ser admirado. No llevaba mucho tiempo en la cuidad y mi entretenimiento de los últimos días había consistido en recorrer calles y rincones. Esa noche encontré una especialemnte vacía y fue mi excusa perfecta para recordar no tan viejos tiempos. Hacer piruetas y controsciones que desde siempre me habían costado trabajo y nunca me atrevía a hacerlas en público. Esta era mi oportunidad de hacerlas bien y ser aplaudida por una audiencia imaginaria o bien hacer el ridículo en privado.

Caminé sobre las palmas de mis manos. Mi audiencia imaginaria aplaude. Controsción básica. Aplausos imaginarios y algunas caras de sorpresa. Di una pirueta en el aire. La audiencia se pone de pié.

¿Por que no combinar la pirueta en el aire y caer sobre las palmas de mis manos? Si había podído con los tres retos anteriores este no debía costar mucho trabajo. A ese punto podría hacer cualquier cosa con mi cuerpo que se me ocurriera. O al menos eso era lo que quería y esperaba. Corrí, giré en el aire, y mi espalda pegó contra el duro concreto. Ya no había rastros de la imaginaria audiencia, solo yo intentado incorporarme después de la caída. Mi ridículo en privado. No fui capáz de levantarme, pero si de sentarme. Intenté levantarme nuevamente, pero cada que hacía el esfuerzo sentía un fuerte dolor. Me resigné y continué sentada, tenía las piernas estiradas. Con las manos me arrastre para poner la espalda contra la pared. Y ahora la cuestión que atormentaba mis pensamientos "¿Que fue lo que falló?" Mi falta de práctica era algo poco probable. Arriesgarme a hacer algo que jamás había hecho antes era mas viable. Que se me ocurriera hacer ese tipo de pirueta prácticamente imposible (Me doy cuenta ahora que la analizé) era la opción por la que apostaba.

No tuve el valor de mirar al rededor para saber si había tenido algún espectador, prefería quedarme con la idea de que había sido privado y solo yo había sido testigo de mi pésima actuación. No podía moverme de donde estaba, mi plan era buscar un buen callejón donde pasar la noche, pero si me levantaba dolería. No quería sentir ese dolor, preferí quedarme ahí, con la espalda contra la pared de algúna casa o local, no lo sé con seguridad. No es mi costumbre dormir en medio del paso público, pero no tenía otra opción, tenía miedo de que alguien pudiera robarme, es por eso también que prefería los callejones, eran un buen escondite, aunque pensandolo bien no hay mucho que robar. Miré el cielo, al menos tenía una bella perspectiva de la estrellas desde mi posición.