Paseo nocturno (Yohann)

por **Shanon Owen** Sáb Jun 26, 2010 6:34 am

Hacía poco rato que los rayos de sol finalmente habían decaído, desapareciendo de escena para dar lugar a la inminente noche. Hora perfecta para darse un paseo por las concurridas calles parisinas. Bueno concurridas de día, porque lo que era al anochecer el flujo de gentes paseando bajaba bastante más. A ciertas horas podías encontrar a los grupos que salían de los teatros, miembros de las clases altas a los que por las noches les gustaba acudir a esos espectáculos no solo para divertirse sino también para poder hacer amplia ostentación de sus riquezas y posición social.

Por mucho que yo fuera de aquella clase, las ostentaciones de poder no iban mucho conmigo, yo prefería simplemente un paseo nocturno, observando el panorama.
Otra de las cosas que te podías encontrar era a la gente que salía de los bares y tabernas, incluso de los burdeles. En este caso eran los hombres, ebrios en su mayoría y la verdad es que muchos daban un espectáculo lamentable. Pero en fin a todos se les acababa perdonando todo y al día siguiente ninguno recordaba nada, por lo que era como si nada hubiera ocurrido al fin y al cabo.

Por lo que así me encontraba, paseando por las calles parisinas, abrazada por el manto de la noche, protegida por el de todo descubrimiento de mi ser. No sabía bien que buscaba esa noche, si una presa, socializar o simplemente matar un aburrimiento que poco a poco se iba instalando en mi, ya fuera con una charla amistosa o a saber, el caso es que me apetecía hacer algo sin saber que exactamente, y eso muchas veces lograba exasperarme.

Ya cansada de andar sin ir a parar a ninguna parte me paré en mitad de una calle, recostándome en la pared. Al lado tenía el portal de una casa en el que justo se acababa de meter un matrimonio, hubiera sido tentador matarlos a ambos en ese momento para saciar mi sed, dado que nadie me hubiera visto, pero algo me hizo no hacerlo. Me quedé allí recostada hasta que un poco más lejos la silueta de un chico joven llamó mi atención. Suponía que me miraba a mi dado que no había mucha más gente al rededor y además que una dama anduviera sola a esas horas siempre llamaba la atención de los caballeros. Cuando el chico estaba lo suficientemente cerca de mí le comenté con voz suave, mirándole fijamente - Hace una exquisita noche para pasear, ¿no cree caballero? - una leve brisa corrió en ese momento, trayéndome su aroma, dulce y embriagador.... sería un reto no beber de su sangre en ese momento, pero me gustaban esos retos, me ponían a prueba y además me apetecía más socializar que matar esa noche.

por **Yohann Moreau** Sáb Jun 26, 2010 7:15 am

Nunca he terminado de comprender la razón por la cual la mayoría de los brujos temen a la noche. Es cierto que en ella nos convertimos en presas fáciles, pero si vives dependiendo de lo que temes nunca podrás disfrutar de los verdaderos placeres de la vida. Si no hubiese dado uno de mis numerosos paseos nocturnos no hubiese descubierto a aquellos vampiros sanguinarios de Lille. Algunos dirían que encontrar un grupo de vampiros sanguinarios no es algo de de lo que estar orgulloso, yo digo que si en lugar de vampiros son vampiresas que se quedan prendadas por tu magia, realmente es algo que no se puede olvidar. No puedo negar que los vampiros sean unos seres interesantes, pero son muy difíciles de descifrar. Por lo que se de ellos, al segundo pueden estar dándote todo tu amor y al siguiente te arrancan la cabeza. Pero sinceramente creo que a los brujos nos ven como seres interesantes, incluso diría que nos tienen cierto respeto ya que como ellos somos capaces de superar los límites de lo mortal. Eso si, enfrentarse a un vampiro es como tirarte desde un barranco de 30 metros, tienes que estar dispuesto a sufrir el mayor dolor que seguramente jamás hayas conocido ni vuelvas a conocer.

Pero como es costumbre en mí, me gustan los riesgos y apostar fuerte, por lo que no me rechazaría encontrarme con un vampiro de París, he escuchado rumores de ellos pero hasta ahora no me he encontrado a ninguno. Lo que mas me ha llamado la atención de esta ciudad es que el clasismo es una tónica habitual, y aunque he podido hablar con alguna dama respetable, si no tuviese una cara bonita estoy seguro de que estas conversaciones no se hubiesen producido. Sea como fuere, y pese a que he intentado investigar las altas esferas de esta ciudad, no tengo ninguna pista ni del asesino de mujeres ni del próximo objetivo de este; se que será una mujer respetable, más que saberlo es lo que siento. Otra ventaja de la noche es que las calles están prácticamente vacías, y eso me alivia. Tengo la mala costumbre de intentar destacar e impresionar a la gente, de emocionarla y de hacerla disfrutar, por lo que cuando estoy en soledad me relajo bastante.

Detengo mi paseo al observar a una mujer apoyada en una pared. En ese mismo instante no puedo evitar tener la necesidad de observarla y acercarme a ella, y no es la primera vez que siento esta sensación, sin duda ella es una vampiresa. La mayor debilidad de un hombre es una mujer, pero si encima es capaz de provocar una atracción sobrenatural, se puede decir que estamos totalmente indefensos. Podría marcharme y evitar el peligro que supone acercarme pero el temor no es uno de mis recursos, nunca se sabe si puedo sacar utilidad al encuentro con una vampiresa. Es realmente hermosa, todas las vampiresas lo son, incluso demasiado. Va vestida de forma elegante, la mayoría visten así, no obstante, son los verdaderos dueños de las ciudades, por lo que París no es una excepción. El suave tono de su voz explota en mi mente y me acelera el corazón, yo, que normalmente siempre tengo el control, ante estos seres me siento totalmente indefenso. Se que intentar disimularlo es inútil, ella sabe que me pone nervioso pero aun así mantengo un gesto de aparente normalidad en mi rostro. Me acerco a ella y sujeto levemente su mano derecha, atento a cualquier signo de rechazo.
-Sin duda bella dama, una noche perfecta-Deposito un beso en su mano derecha y esbozo una sonrisa-.- Soy Yohann Moreau, a su servicio.
Se que no es la frase más adecuada, si yo fuese un vampiro estoy seguro de que desearía que un humano llegase y me dijera esas mismas palabras, pero como he dicho antes, soy de los que apuestan fuerte.

por **Shanon Owen** Dom Jun 27, 2010 3:26 pm

Sonreí levemente al ver cómo aquel joven se acercaba a mi. Sin duda pude notar el acelerado ritmo de su corazón al verme, había algo en su actitud y en un forma de mirarme, una mirada de reconocimiento, que me hizo saber que él ya se había percatado de qué clase de ser era yo, por lo que imaginé que él no se trataría de un humano normal y corriente. Mucho mejor, así este encuentro sería realmente prometedor.
Conforme se iba acercando a mi posición podía ver como aparentemente mostraba un rostro sereno, en calma, como si nada raro ocurriera. Sus andares eran firmes y seguros, todo lo contrario de lo que su pulso denotaba. Poco le ayudó mi comentario a serenarse ya que lo único que este causó es que se pusiera más nervioso. Me encantaban los hombres así, por fuera querían aparentar la más absoluta tranquilidad y confianza, dominación de la situación, pero en verdad normalmente estaban que no podían con sus nervios.

Mi mirada se tornó divertida cuando cogió mi mano derecha depositando en ella un beso, escuchando cómo contestaba a mi inicial comentario. Asentí levemente y apunto estuve de esbozar una amplia sonrisa con lo último que me dijo, ¿a mi servicio?, ¿acaso él no sabía que la afirmación de esa proposición supondría su muerte?, sí si que lo sabía pero parecía que a él también los retos, pero estaba apostando muy fuerte y él lo sabía.
Ah ah ah, la avaricia rompe el saco muchacho, pero allá tú. - Un placer conocerle Señor Moreau, mi nombre es Shanon Owen... - Me presenté mirándolo fijamente, realizando una leve reverencia a modo de saludo.
Parecía atento por si acaso lo rechazaba, pero no tenía ninguna intención de hacer tal cosa, una oportunidad como esta no se presentaba todos los días, y si era lista no la desaprovecharía ya que de este encuentro podía salir algo interesante.

Me solté de su contacto, deslizando suavemente mi mano hasta su posición inicial y le pregunté - ¿Qué hace un caballero como usted paseando solo a estas horas de la noche por las calles Parisinas?, ¿Acaso no ha oído sobre los peligros que la noche encierra bajo el velo de la luna?... - mi voz sonó suave y melodiosa, perfecta para atraer su atención y comprobar tal y como yo pensaba él sabía que era yo, de ser así no tendría que andar con muchos fingimientos pero lo más racional por su parte en ese caso sería alejarse de mí antes de que acabara con su vida ya que su sangre me llamaba demasiado y no sabía cuánto iba a poder aguantar sin atacarle, aunque si lograba mantenerme lo suficientemente interesada y entretenida, podría lograr salvas su vida.-...¿O por el contrario el Caballero es un temerario y no me había dado cuenta? - terminé mi pregunta enarcando una ceja curiosa. La luz de la luna incidía ahora sobre nosotros, dando a mi piel un aspecto mucho más pálido y misterioso que de costumbre. Este ambiente era el que más me gustaba y la cosa se ponía mejor teniendo en cuenta la poca gente que transitaba por el lugar.

por **Yohann Moreau** Dom Jun 27, 2010 4:55 pm

Puedo sentirlo, esas ansias irrefrenables de matar que tanto me habían fascinado en el pasado. Sin duda esta vampiresa es muy peligrosa, quizás demasiado, pero no puedo perder esta oportunidad. Desde siempre he sentido afición por acercarme al peligro, es como si algo dentro de mí me incitase a retar a la muerte una y otra vez. El nerviosismo se torna en emoción, la emoción que pocas humanas son capaces de hacer nacer dentro de mi.

-A mi modo de entender señorita, quizás sea usted la que deba tener cuidado. Una mujer de su belleza puede ser una tentación demasiado fuerte para cualquier indeseable de los bajos fondos de esta ciudad-Por su mirada de depredadora se que ella lo sabe, sabe que se que ella es un vampiro.-En cuanto a mi no hay nada que tema más en este mundo que esconderme por simples habladurías.

Esbozo una sonrisa y lanzo una mirada cargada de intensidad. No intento ponerla nerviosa, Dios sabe que eso sería imposible, pero si demostrarla que está ante alguien que ni mucho menos se siente abrumado ante su poder.

-Si no es mucha indiscreción, ¿qué hace una bella y respetable dama como usted paseando a estas horas por las calles de París?

por **Shanon Owen** Lun Jun 28, 2010 1:08 pm

Su respuesta a mi pregunta era la que me había imaginado desde que la formulé, pero ambos sabíamos que conmigo se producía justo la situación contraria. Eran los humanos los que deberían tener cuidado conmigo si no querían tener un trágico final, aunque muchas veces lo buscaran o no lo acababan encontrando, ya que si tenía que alimentarme me daba igual de quien se tratara, hombre o mujer, joven o mayor, el caso era que acababan sirviendo a mis propósitos igualmente. Eso sí, había una cosa que seguía a rajatabla, y es que nunca atacaba a niños, eso de ningún modo lo haría.

-Estese usted tranquilo por mi bienestar, puede tener por seguro que se cuidar muy bien de mí misma… - Sonreí de medio lado maliciosa por la verdad latiente en mis palabras mientras escuchaba lo siguiente que me decía. Su comentario hizo que me picara la curiosidad de por qué afirmaba tal cosa - ¿Es cierto eso de que teme más a las habladurías que a un ser peligroso como yo? – le pregunté sin mencionar qué era pero sin rodeos, ambos podíamos dejar de fingir con ese tema, pero ello no involucraba que no tuviéramos en cuenta a la demás gente que paseaba por las calles y que no podían descubrir qué era yo. – De verdad que esa afirmación me sorprende de sobremanera, ¿podría usted explicarme por qué ha dicho tal cosa?.

Mi mente se andaba formando ya una idea bastante acertada sobre qué podía ser él, ya que no parecía un humano normal y corriente como los demás. En él se podía percibir algo más, algo que le hacía especial, una chispa de magia… correcto magia. Debía ser un brujo y por eso temía a las habladurías, por simple supervivencia ya que era muy sabido qué les ocurría a aquellos que eran tachados de brujos, les quemaban vivos en las hogueras, una muerte muy espantosa y lo peor es que muchas de aquellas víctimas a veces eran inocentes.

Su mirada intensa era una muestra de su valentía, muestra de que en realidad no me temía, ya que si con ella pretendía ponerme nerviosa iba por mal camino, pero había de reconocer que era un chico valiente si de verdad quería quedarse aquí a hablar conmigo en mitad de una calle prácticamente desierta y en plena noche. Si señor, solo por eso se merecía que le tuviera algo más de respeto y que tal vez le perdonara la vida, sólo tal vez ya que una nunca podía asegurar una cosa como esa al cien por cien.

Su pregunta consiguió sacarme una sonrisa en la que mostré una pequeña parte de mis colmillos que rápidamente volví a esconder -¿Acaso no se lo imagina? – Negué de forma divertida con la cabeza y le contesté – Es hora de cenar…. – Dije simplemente, mirándole fijamente a los ojos con picardía, travesura y mucha malicia. Con solo esa afirmación tenía de forma exacta la información requerida, no me hacía falta decirle nada más. –Ahora me toca a mí y la verdadera pregunta es…¿cómo es que se encuentra usted solo paseando a estas horas por las oscuras y peligrosas calles?, un caballero tan apuesto es extraño encontrarle sin la compañía adecuada. – Le pregunté observándolo de arriba abajo sin pudor alguno, en verdad era muy atractivo y ese dato de que anduviera solo me extrañaba. Casi todos los jóvenes de su edad andaban siempre rodeados de jovencitas que se morían por su atención, pero él parecía ajeno a ello, diferente en resumidas cuentas y eso me gustaba. Definitivamente yo era una seguidora incondicional de todo lo que se encontrara fuera de lo normal, ya que era siempre lo mejor.

por **Yohann Moreau** Lun Jun 28, 2010 1:29 pm

Tratar con un vampiro siempre es una situación que hay que llevar con delicadeza. La primera regla es saber que en cualquier momento puede atacarte, y por lo tanto matarte, la segunda, es que su capacidad para percibir lo que sienten los mortales está fuera de lo normal. En muchas ocasiones sus poderes no se detienen en ese límite, sino que trasciendan hasta llegar al campo de los pensamientos, por suerte, como brujo he sido entrenado para proteger mi mente de visitas no deseadas. Esbozo una sonrisa y respondo a sus preguntas.

-¿Usted peligrosa?, yo lo único que veo es una vampiresa hermosa que me está permitiendo vivir, y que por lo tanto, no es tan peligrosa como ella misma afirma. Los vampiros de Caen son mucho más toscos y agresivos, no permiten mediar palabra alguna, Dios sabe que jamás volveré a ese lugar.

Peino mi cabello hacía atrás, cada vez me siento más tranquilo y cómodo con la situación. Incluso la visión de sus enormes colmillos no consigue despertar ningún ápice de nerviosismo en mi. Supongo que es lógico, para alguien que sabe que la muerte no va a tardar demasiado tiempo en visitarle, es más fácil encarar a seres de esta calaña. Pongo un gesto serio y miro directamente a los ojos de la hermosa chupasangre.

-Si estoy aquí a estas horas es para tener la posibilidad de encontrarme con seres tan formidables como usted. Mujeres que rebasan la belleza mortal, y por lo tanto, se convierten en Diosas para seres mortales y simples como yo.

Quiero que sienta que la deseo, quiero que se sienta deseada. A estas alturas de mi vida, no tengo tiempo para pensarme las cosas, poco me importa si esta vampiresa quiere beberse toda mi sangre o no, pero siento unas ganas irrefrenables de conocerla en su totalidad.

por **Shanon Owen** Lun Jun 28, 2010 3:40 pm

Hacía ya rato que me había dado cuenta de que me era imposible acceder a su mente. Ahora si que tenía seguro de que se trataba de un brujo ya que solamente ellos podían ser capaces de bloquear su mente de tal manera que no pudiera entrar en ella y poder obtener más información sobre él. Muy bien, chico prevenido, si quería información iba a tener que dármela él entonces. Y la situación se ponía así más interesante.

-No me subestime joven. Si le estoy dejando con vida es por que está logrando interesarme y distraerme así. Sé lo que es usted, no hace falta que lo diga en voz alta, pero créeme que en cualquier momento puedo cambiar de parecer y acabar con su vida en cuestión de segundos... por lo que yo que usted no abusaría de su suerte en hacer suposiciones sobre cuán peligrosa soy o dejo de ser. - Le dije no como una amenaza exactamente, más bien como un aviso y eso lo podía considerar como todo un privilegio ya que yo nunca avisaba sobre los peligros de la conducta de nadie, simplemente actuaba, pero sentía que de aquel joven todavía podía sacar y conocer mucho más, por lo que decidí darle el preciado aviso que si era listo sabría como utilizar.

Verle con esa tranquilidad en mi presencia era algo atípico. Desde luego que cada día se veían cosas nuevas.
Su respuesta a mi pregunta sobre por qué estaba allí me dejó sorprendida. No sabía qué quería él exactamente de ese encuentro, ¿saber más de nosotros, de mi especie?, ¿conocerme más a mi?, ¿jugarse la vida o pasar un buen rato?, desde luego que no sabía por donde cogerle.
Le miré con evidente interés mientras cavilaba sobre la situación - No creo que Diosas sea el término más correcto para definirnos Caballero. Demonias de la noche, monstruos... quizás, ¿pero Diosas?, ¿de verdad puede verme como tal?.... no es por subestimarle... pero no yo me puedo considerar a mi misma como tal, por lo que no entiendo como un mortal puede hacerlo.... - Eso todavía me tenía confusa, que pudiera verme como una Diosa era algo extraño.

Me separé un poco de la pared, acercándome más a él y recortando la distancia entre ambos mientras le preguntaba con voz tentadora - ¿Qué es lo que encuentra interesante en mi Caballero?, dígame sin miedo alguno porque quiero saber - esta vez mis palabras eran certeras, le aseguraba que de momento no iba a matarle con tal de que saciara mi curiosidad, ahora más potente que mi sed, y es que mediante estas preguntas también conocía más sobre él, que era lo que de algún modo quería también. ¿El por qué de eso?, no lo se... que me interesara por un humano era raro en mi....pero así era, pero no iba a darle más vueltas a ello para tener una mayor concentración en el momento y así disfrutarlo más.

por **Yohann Moreau** Lun Jun 28, 2010 4:25 pm

La vampiresa no muestra ningún resquicio en sus palabras, sinceramente tampoco esperaba que apareciesen, estos seres son prácticamente imperturbables. Su aviso lo tomo como debo tomarlo, un comentario que no va a cambiar mi forma de proceder, sea vampiro, humano, noble o plebeyo aquel al que debo dirigirme, siempre lo hago según me dicta mi corazón. Tampoco quiero pecar de idiota, por lo que decorando adecuadamente las palabras soy capaz de hacer parecer creíble lo increíble o cortés lo burdo. La vampiresa acorta la distancia y yo respondo dando un paso hacía delante, situándome a escasos centímetros de ella.

-Siempre he pensado que vuestras habilidades os dan la oportunidad de convertiros en Dioses si lo deseáis. Para mi un Dios es aquel ser que es venerado, la maldad no influye en este sentido. Sinceramente, siempre he pensado que la maldad es una característica muy interesante-Esbozo una sonrisa-, ya que yo nunca he tenido la oportunidad de sentirla dentro de mi.

Elevo la mano derecha y a sitúo a la altura de la cara de Shanon. Doy un chasquido con los dedos y de repente todo lo que hay a nuestro alrededor desaparece y en su lugar, aparecemos flotando en un cielo estrellado, con nuestros cuerpos totalmente iluminados por la luz de la luna.

-Yo se lo que eres, ahora debería decirte lo que soy yo. Algunos creen que soy un ilusionista, otros me toman por un brujo, pero yo diría que no soy ninguna de las dos. Quizás encontrate con el mundo a tus pies te sirva para considerar la posibilidad de creerte una Diosa, porque mas haya de tu belleza, lo que me fascina de ti es que por mucho que tus instintos te están empujando a asesinarme, en realidad lo que quieres es encontrar a alguien que de algo de vida a tu existencia.

Pronuncio un último comentario consciente de que he rebasado la línea que la vampiresa me había puesto.

-Y creo que estás empezando a considerar que ese alguien puedo ser yo.

por **Shanon Owen** Mar Jun 29, 2010 8:10 am

El humano respondió a mi anterior acercamiento haciendo lo mismo, quedando así ambos a escasos centímetros uno del otro. Una distancia demasiado tentadora, pero aún podía aguantar más sin atacarle, o al menos eso creía.
Su comentario hizo que la expresión de mi rostro se tornada divertida. - Sois entonces un joven que no sabe de lo bueno de la vida. La maldad muchas veces proporciona los mejores goces, te hace disfrutar como nunca lo hubieras imaginado, crea sensaciones insospechadas en tu interior que te hacen querer siempre más y más. Particularmente la maldad es parte de mí, mi mano derecha por así decirlo - Comente esbozando una torva sonrisa.

Miré el camino que hacía su mano derecha hasta parar a la altura de mi rostro, mi mirada se clava en la suya intentando averiguar qué es lo que se propone y tras un chasquido de dedos observo que todo a nuestro alrededor ha desaparecido.
Al bajar la mirada me quedo sorprendida, nuestros cuerpos se hallaban flotando en el cielo, iluminados plenamente por la luz de la luna que desde nuestra posición se veía imponente y más bella que nunca. - ¿Esto es una ilusión o es real? - no pude evitar preguntar aún con sorpresa.
Escuchando sus palabras regreso de nuevo mi vista hacia él, me acababa de confirmar mis sospechas sobre qué es él, aunque ni él mismo pudo definirme bien que era. - No creo que esto me ayude a considerarme como una Diosa ya que no me siento como tal, pero si es agradable la sensación de tener el mundo a tus pies.... - Dije suspirando, mirándole para después bajar la vista y tener así una panorámica de la ciudad desde un punto de vista que dudaba volver a tener alguna vez más.

El final de aquel comentario en el que expresaba su hipótesis sobre qué era lo que buscaba era acertado, y eso me molestó ya que que lo hubiera descubierto en apenas un encuentro, cuando yo misma me lo llevaba preguntando mucho tiempo, más del que se podía imaginar me dejó molesta. Y mucho más me irritó lo último que dijo. El chico era atrevido sin duda pero ese comentario había estado totalmente fuera de lugar. Fruncí el ceño, dejando que esa molestia se reflejara en mi mirada, pero aún manteniendo la calma le dije con voz fría - ¿Y cómo se atreve usted a afirmar esa creencia?, pues yo creo que eso que acaba de decir se lo podría haber ahorrado señor mío. Vale que le considere interesante, pero....¿y usted?, ¿que siente estando aquí ahora conmigo?, ¿miedo, excitación, interés?, ¿o solamente busca algo de diversión?, porque le advierto que los que solo buscan el simple placer carnal acaban en malas condiciones. Y aún peor acaban los que me sacan de quicio diciendo cosas que no vienen al caso.- le dije como última advertencia.
Y lo que peor me hacía sentir, y más furiosa conmigo misma era.... que quizás tenía razón, pero ¿cómo podía pasar eso?... mi cabeza era un completo lío en ese momento y simplemente cerré los ojos para ordenarlos como pudiera, sintiendo la brisa correr, mientras trataba de calmarme o sino acabaría descabezándole ahí mismo, cosa que me daría pena... o eso creía.

por **Yohann Moreau** Mar Jun 29, 2010 8:35 am

Esbozo una sonrisa como respuesta a las preguntas de la vampiresa. Es maravilloso ver como un ser tan poderoso entra en campos que desconoce, y no solo eso, ver como poco a poco pierde el control de la situación.

-Lo que siento estando aquí contigo, con el mundo a nuestros pies, es lo que sentiría el telonero de una estrella del violín en un concierto, o lo que sentiría un humilde figurante que se acerca a la estrella de una obra de teatro... me siento especial por el simple hecho de que me permitas estar a tu lado.

Acerco mi mano derecha a su rostro, y lo recorro con el dorso de los dedos, sintiendo en todo mi cuerpo la perfección de su piel.

-Sin duda estoy excitado, sin duda te deseo, pero sin duda, quiero conocerte...-Uso las palabras adecuadas para mostrar cercanía, por lo que elimino las formalidades de mis frases-. Y tu quieres matarme, pero también quieres descubrir que escondo, quieres encontrar ese resquicio que te convenza de que no soy ese que puede cambiar tu mundo-Bajo la mirada unos segundos y vuelvo a subirla convencido de lo que quiero hacer-. Pero en el fondo sabes, que soy ese tipo de persona que jamás podrás encontrar en la inmortalidad, un hombre que es consciente de su mortalidad pero que no la teme, y eso, es algo nuevo para ti.

No puedo soportarlo más, puede que solo sean una enfermizas ganas de morir las que me empujana lo que voy a hacer pero, lo necesito. Coloco la mano derecha en la parte posterior de su cuello y con un leve movimiento de mi cabeza, convierto toda la pasión de mi interior en un beso enmarcado en el más bello de los escenarios.

por **Shanon Owen** Mar Jun 29, 2010 10:26 am

Sonreí incrédula ante su respuesta para después contestarle en apenas un leve susurro - No creo que debas sentirte especial solo por encontrarte aquí conmigo, eso solo lo podría decir un demente y no creo que usted lo sea. - Esa era mi opinión, nadie debería sentirse así por estar con un ser frío y sin sentimientos como yo.

Miré atenta cada uno de sus gestos, viendo como acercaba su mano derecha a mi rostro, recorriéndolo con sus dedos con una suave caricia. Sentí su piel cálida contra la mía fría, una sensación extraña pero agradable, cosa que no me esperaba sentir.
En sus palabras había eliminado todo rastro de formalidades, tratándome de tu, por lo que me tome la libertad de hacer lo mismo con él - Si quieres conocerme solo tienes que preguntar, siempre con cautela. Tienes razón con que eres algo nuevo para mí, un joven como tu no se encuentra en cualquier sitio, pero aún no se si lo que tu dices es lo que estoy buscando dado que ni yo misma lo se.

Veía en su mirada que tenía ganas de hacer algo, notaba como algún tipo de impulso recorría su ser. De repente cambió la posición de su mano, podándola ahora en la parte posterior de mi cuello para con un solo movimiento de cabeza elimina toda distancia entre ambos para acabar fundiéndonos en un apasionado beso. Al principio lo repentino del beso no me dejó reaccionar, dos sensaciones contradictorias luchaban en mi interior, una las ganas de matarle por su osadía y la otra no sabía cual era, pero en apenas unas milésimas de segundo me encontré a mi misma correspondiendo a aquel beso de forma muy apasionada. Poco a poco entendía en mi interior que lo que él me había dicho apenas unos momentos antes pudiera ser más cierto de lo que pensaba, pero era algo totalmente absurdo ya que nos acabábamos de conocer.
Por inercia una de mis manos se posó en su cuello mientras la otra iba a parar a sus lumbares, atrayéndolo hacia mi. Mis labios se entreabrieron para dar rienda suelta a mi lengua y finalmente nos separamos, tras darle un leve mordisco en el labio inferior sin llegar a herirle. - ¿Por qué has hecho eso? - le pregunté con voz átona, sin expresar sentimiento alguno, confundida por lo que acababa de pasar, pero más aún por mi reacción, la verdadera pregunta en mi cabeza era, ¿por qué yo había contestado de ese modo?, pregunta a la que todavía no podía contestar.

por **Yohann Moreau** Mar Jun 29, 2010 3:57 pm

El contacto de mis labios con los suyos no se extiende demasiado en el tiempo pero es lo suficientemente intenso como para recorrer todo mi cuerpo. Nuestras lenguas contactan poco tiempo pero lo suficiente como para excitarme hasta límites que creía olvidados. Este sentimiento de deseo que siento lo creía perdido, pensaba que no volvería a emocionarme tanto por una mujer, y es cierto, no ha sido por una mujer, ha sido por una vampiresa. Tras un mordisco sutil en mi labio inferior la vampiresa se separa y me pregunta porque he actuado así. Doy un chasquido con los dedos de mi mano derecha y regresamos a las calles de París, mantener la ilusión tanto tiempo me había fatigado en exceso. Tengo que dejar de sobre esforzarme de esta manera, de lo contrario, puede que no vea la luz del día de mañana. Esbozo una sonrisa y respondo a Shanon.

-La pregunta que yo te haría es, ¿por qué no has matado a un humano que ha osado besarte sin tu permiso?. Y la respuesta a mi pregunta y a tu pregunta es la misma, porque lo deseabas.

Me cuesta mantener la compostura debido al desgaste que me ha producido la ilusión por lo que hago una respiración profunda e intento relajar todo mi ser.

-Y ahora señorita Owen, ¿qué es lo que va a hacer con este humano tan insolente?

por **Shanon Owen** Mar Jun 29, 2010 4:36 pm

No permití que aquel beso se prolongara demasiado, separándome de él al poco tiempo pero algo que no podía negar era que en mi interior nuevas sensaciones habían cobrado vida. Sensaciones que pensaba que habían muerto hacía más de trescientos años y que ya apenas recordaba, pero esto claramente no se lo dejé saber a él.
Con un chasquido suyo de dedos la ilusión desapareció, encontrándonos de nuevo en medio de las calles de París. Había una pareja ya mayor que se nos habían quedado mirando escandalizados por lo que acabábamos de hacer, y es que para ellos besarnos de aquella manera en público era algo trasgresor y provocador, pero sinceramente eso a mi me daba igual. Lo único que me importaba en ese momento era saber por qué en vez de matarlo por osar besarme a su placer, le había correspondido de tal modo.
Escuché la respuesta a mi anterior pregunta y por ende a la que él mismo había formulado y para mayor confusión mía... tenía razón, pero no pude evitar intentar contradecirle - Quizás no, igual lo único que quería era experimentar algo nuevo y ahora si que debería matarte por lo que acabas de hacer, demasiado atrevido en mi opinión ya que no deberías haberlo hecho sin yo permitírtelo - le dije con voz fría, enfadada con él y conmigo misma.
Sabía que se sentía ahora más débil y cansado puesto que el mantener aquella ilusión por tan prolongado tiempo requería un gasto de energía. Le miré enarcando una ceja ante su nueva pregunta a la que contesté meditabunda - Lo primero que haré será esto.... - acto seguido le pegué una bofetada que aunque sonó casi haciendo eco, controlé mi fuerza lo justo para que le doliera y recordara que no debía jugar conmigo, pero no partírsela de un solo golpe, ya que si hubiera desatado toda mi fuerza no tendría ahora mismo la cabeza en su lugar.
-Y lo siguiente.... - añadí sonriendo traviesa para después siguiendo un impulso sin pensar, le atraje hacia mí firmemente, en un movimiento rápido, casi con violencia en un arrebato de pasión para volverle a besar esta vez por un periodo mucho más prolongado de tiempo, besándole como debía de ser, apasionadamente, dando rienda suelta de nuevo a mi lengua que se adentraba en su boca para juguetear con la suya, haciendo el beso mucho más interesante, mientras mis manos iban a parar a su cuello, entrelazando mis manos con su pelo, cerrando los ojos para sentir más intensamente las sensaciones que ese beso, que él y su contacto estaban provocando de nuevo en mi y que para mi sorpresa me gustaban.
Después de un largo rato así nos separamos, dejando que cogiera de nuevo aire ya que yo ni lo necesitaba y en voz baja, pensativa y curiosa le pregunté - ¿Y usted qué es lo que opina y quiere hacer ahora?, hágamelo saber.... - le dije esperando paciente su respuesta, poniendo mis pensamientos en orden o al menos haciendo el intento.

por **Yohann Moreau** Mar Jun 29, 2010 5:03 pm

En medio de la excitación del segundo beso que me doy con Shanon algo diferente comienza a removerse en mi interior. Es la misma sensación que siento cuando una persona está a punto de ser asesinada, un escalofrío que se abre paso a través de mis sentimientos y destruye mis pensamientos. Pero en esta ocasión es algo diferente, siento como mi alma suelta un alarido de dolor, y no puedo hacer nada por evitarlo. Caigo al suelo de rodillas y mi mirada se pierde en el cielo estrellado para dejar paso a la mas pura y densa oscuridad.

Abro los ojos y me levanto. Observo a la vampiresa que me ha permitido volver a salir de la celda de incompetencia a la que me veo sometido la mayor parte del tiempo. Ha pasado mucho desde que asesine a esos pueblerinos, prácticamente dos años, y no puedo decir que no tenga ganas de volver a matar. Miro a mi alrededor buscando a la primera víctima que pueda encontrar, y mis ojos se iluminan cuando veo a una mujer de unos cuarenta años caminando hacía nuestra posición. Rastreo rápidamente la calle, buscando un punto ciego para atacar, calculo el momento preciso y comienzo a caminar hacía la mujer. En mi mano derecha se materializa un cuchillo y con un certero y ágil movimiento de mi mano la rajo el cuello. Siento el impulso de seguir cortando, pero tengo algo más interesante que hacer con su cuerpo. La agarro de un brazo mientras va dejando un reguero de sangre en el suelo y vuelvo frente a Shanon, Levanto el cuerpo de la mujer que he asesinado y pongo mi boca en el corte que acabo de realizar, Lleno mi boca de sangre y suelto a la mujer. Sin dudarlo me acerco a Shanon y la beso soltando toda la sangre dentro de su boca. Nuestras lenguas se entrelazan con intensidad, y puedo sentir como se alimenta de la sangre y como ansía alimentarse de más. Aparto su cabeza levemente y dejo al descubierto mi cuello mientras esbozo una sonrisa

-Sírvete.

por **Shanon Owen** Miér Jun 30, 2010 6:14 am

Mientras seguíamos besándonos con intensidad podía notar como poco a poco algo en su interior iba cambiando, amenazando con salir al exterior. Nos separamos y vi inmóvil como cayó al suelo de rodillas, alzando la vista al cielo. Era como si en su interior estuviera surgiendo un intenso dolor, algo que duró poco, puesto que enseguida volvió a levantarse y mirarme fijamente. Pero ya no era el mismo Yohann de hacía unos instantes. Su mirada estaba teñida de oscuridad y su gesto y forma de estar no era la misma.

Un halo de maldad le envolvía y eso me atraía mucho más de lo que me podía imaginar. Le miré interesada, enarcando una ceja queriendo saber qué le había ocurrida, mas no tuve tiempo de articular palabra ya que enseguida su mirada recorrió las calles buscando..¿qué?. Poco tardé en averiguarlo ya que empezó a caminar lenta y sigilosamente hacía una mujer que se nos acercaba a pocos metros. Un cuchillo se materializó en su mano y no creía posible que fuera a hacer lo que se me estaba pasando por la mente, pero definitivamente este chico era una caja de sorpresas ya que con una maestría y habilidad digna de ser envidiada por el mejor de los asesinos, rajó el cuello de la mujer, trayéndola hasta donde me encontraba yo observando con sumo interés la escena, sintiendo el dulce olor de la sangre que emanaba de aquella herida, deliciosa como pocas cosas en ese momento. No pude evitar que una macabra sonrisa se extendiera por mi rostro, dejando entrever mis colmillos. Deseaba tener en mi poder esa sangre y ya. Vi como dirigía su boca hacia la herida de la mujer, llenándola con el dulce y atrayente líquido que me llamaba a gritos para volver a envolvernos en un beso inimaginable. A la vez que nuestras lenguas se entrelazaban en medio de lo que parecía una batalla campal aprovechaba para alimentarme con ansía de aquella sangre, sintiendo como mi fuerza y mi ser cada vez eran más poderosos. Me sentía mucho más fuerte y la maldad que campaba a mis anchas en mi interior iba aflorando poco a poco.
Cuando nos separamos del beso pasé mi lengua por su labio inferior, limpiándole de los restos de sangre y luego la pasé por los míos, deseando más, mucho más.

Él pareció adivinar que era lo que quería y me mostró su cuello, dándome vía libre para servirme de él.
Las ganas que tenía de hacer lo que me ofrecía eran inmensas, pero con el último hálito de cordura que me quedaba le dije con voz maliciosa, filtrando en cada palabra la maldad inherente en mí - No dudes que lo haré, pero no aquí.... es mejor en un sitio más...privado - me reí en voz alta y le cogí de la mano, dirigiéndole hasta un callejón cercano.
Ya allí, lejos de miradas ajenas y de curiosos le empujé contra una pared, recorriendo con mis manos su cuello ágilmente, echándole la cabeza hacia un lado para volver a descubrir su cuello. Pasé mis colmillos primero de forma suave por él, recorriendo todo el arco, profundizando al final un poco más hasta hacerle una pequeña herida de la que apenas unas gotas de sangre surgieron de ella. Pasé mi lengua por ellas y ya no lo soporté más, mi fuerza de voluntad acabó desmoronándose y clavé los colmillos en su cuello firmemente, notando cómo su sangre brotaba y llenaba mi boca. Una sangre deliciosa como pocas otras que había probado, y la situación en la que nos encontrábamos lo hacía aún mejor. Mientras la saboreaba, vivificándome por dentro hasta estar completa y satisfecha, escuchaba sus gemidos, no se si de dolor o de alguna otra sensación. Parar para no acabar desangrándole allí mismo me costó mucho, fue duro, al menos ayudó que antes me hubiera servido de la otra mujer sino no hubiera corrido esa suerte. Me separé de él, dejándole para que se recuperara ya que sin duda ahora estaría débil o eso creía.

Le miré con los ojos brillantes, más atrayentes ahora que volvían a tener todo su poder y con un dedo recogí una gota de sangre que se escurrió desde su cuello yendo un poco por su pecho. La llevé hasta sus labios para que la probara, no le iba a gustar tanto como a mí pero era una forma de hacer esto más divertido. Me acerqué nuevamente a él, en posición parecida a la de antes, pero esta vez para alcanzar su oído y susurrarle juguetonamente - ¿Qué tal la experiencia?. - Ya casi estaba recuperado por lo que el juego podría continuar. Antes de volver a separarme de él le mordí el lóbulo de la oreja de forma tentadora, mirándole con una media sonrisa traviesa pícara como ninguna otra.

por **Yohann Moreau** Miér Jun 30, 2010 8:14 am

Siempre había querido sentir en mis propias carnes a una vampiresa alimentándose de mi sangre. Acercarte a la muerte pero sin alcanzarla, percibir como te arrancan la vida poco a poco, ser engullido por el mal más puro...estoy en el paraíso. Una vez saciada su sed, Shanon me deja recuperarme, y pese a estar algo mareado, siento mi cuerpo mejor que siempre. Me alimento del mal, mi magia se alimenta de la propia oscuridad, la razón por la que mi otra conciencia consume a esa velocidad mi cuerpo es porque no es la que debería dominar mi ser. Mis padres decidieron encerrar mi verdadera conciencia debajo de esa farsa, aún a costa de matarme más rápido, por eso, el día que desperté, los asesine. Respondo a la pregunta de Shanon con una sonrisa.

-Ha sido magnífico, pero, ahora hay otra cosa con la que disfrutaría mucho más.

Me peino el cabello hacía atrás y me acerco a ella.

-Tu has estado dentro de mí, y ahora yo quiero estar dentro de ti vampiresa-Miro al cielo, no queda demasiada noche por delante, por lo que el tiempo de la vampiresa se acaba-. Si nos separamos ahora mi otro inútil ser volverá a tomar la iniciativa, así que me gustaría acompañarte a tu lugar de descanso.

por **Shanon Owen** Miér Jun 30, 2010 8:51 am

Cómo no volvió a sorprenderme con su actitud posterior a que me alimentara de él. Pensaba verle débil, más mareado que como lo encontré. Al parecer esa parte maligna suya disfrutaba de lo lindo de esta situación y se hacía más fuerte y eso era lo mejor ya que ambos disfrutaríamos mucho más con ello. La verdad es que esto era completamente nuevo para mí, encontrar a un humano tan singular, que a parte de tener una doble cara no le temía a la muerte, es más disfrutaba con las situaciones de riesgo casi tanto como yo.
Enarqué una ceja ante su respuesta, cruzándome de brazos curiosa, con la duda en la mirada. Su propuesta, lejos de lo convencional, era tentadora y atrayente como ninguna otra e inclinando un poco la cabeza hacia un lado, cruzada aún de brazos le contesté - Así que eso es lo que te gustaría....¿y de qué manera quieres estar dentro de mí?, con mi experiencia se me ocurren demasiadas y me gustaría que fueras un poco más....explícito.
Una sonrisa torcida curvó mis labios, retornando mi cabeza a su posición normal mientras me acercaba de nuevo a él, acariciando con una mano su rostro y cabello, despeinándoselo un poco ya que así le quedaba mejor. Sabía que nos quedaba ya poca noche por delante y su propuesta de ir hasta mi castillo era la mejor opción si queríamos continuar lo que habíamos comenzado y no acabar muerta por ello. - Me parece lo más acertado, no quiero que esta nueva parte tuya desaparezca tan rápido, no aún porque nos queda mucho por disfrutar juntos.... - le dije en un travieso susurro, depositando un suave beso en la comisura de sus labios mientras le sonreía divertida.
Cogí su mano para salir de aquel callejón a plena calle, donde podríamos hacernos con un carruaje que nos llevara hasta mi hogar, en las afueras de París.

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Paseo nocturno (Yohann)

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