AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Misery [Anuar]
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Misery [Anuar]
Aquella noche me desperté más temprano de lo normal, y como los rayos del sol seguían brillando, me ví obligado a permanecer un buen rato oculto en mi escondite provisional. Cuando finalmente el astro rey decidió ponerse, salí agotado del lugar donde había dormido.
Llevaba días más cansado de lo normal, y no era cuestión de hambre, o algo relacionado con mi trastornada mente... se trataba de mi alma, que necesitaba ser alimentada. A veces me preguntaba si realmente tenía alma o simplemente era un pequeño yo interior que me llevaba a sentirme así.
Caminé hasta el pueblo a paso ligero, debía encontrar alguna tienda abierta y comprar algunas hojas y pinturas, pues las mías, para mi desgracia, no tenían la misma vida eterna que yo.
Me costó encontrar un lugar donde vendieran dichos materiales, pero tras mucho buscar, logré conseguir lo que necesitaba.
Salí de la tienda despidiéndome con profundo acento francés y una risita se escapó de mis labios al cerrar la puerta del local. Qué humano me sentía a veces... no terminaba de saber si aquello me gustaba o no, pero me sentía humano.
Mi carácter parecía completamente apaciguado, y habría jurado que había sido amable con la señora del local... ¿amable? ¿Pero yo podía ser amable?
Una media sonrisa se dibujó en mis labios tontamente y salí de la ciudad al mismo paso que había entrado, pues si quería hacer algo aquella noche, debía apurarme.
Sabía de una laguna cercana a mi escondite provisional, y parecía pedirme a gritos que le dedicase algo... quizá era mi otro yo quién pedía que le prestara un poco de atención y olvidara la sangre y mi dolor. ¿Podía ser eso o simplemente estaba cada vez más loco?
Negué con la cabeza aturdido y llegué a la laguna más pronto de lo que esperaba, perderme en mis pensamientos me llevaba a no darme cuenta de donde me encontraba.
Recorrí el lugar con la mirada para luego sentarme a la orilla del agua y suspirar sin entender muy bien la razón. Pensé por un momento en cómo se vería la laguna al amanecer, ¿qué demonios me pasaba? Yo no solía pensar en esas cosas... me cubrí los ojos con la mano y luego apreté ligeramente el puente de mi nariz, me asustaba la idea de que todo aquello fueran los síntomas posteriores a otra visión que me atormentaría.
Pinta, bastardo estúpido, me dije cerrando los ojos para intentar cesar aquella extraña sensación de "humanidad".
Llevaba días más cansado de lo normal, y no era cuestión de hambre, o algo relacionado con mi trastornada mente... se trataba de mi alma, que necesitaba ser alimentada. A veces me preguntaba si realmente tenía alma o simplemente era un pequeño yo interior que me llevaba a sentirme así.
Caminé hasta el pueblo a paso ligero, debía encontrar alguna tienda abierta y comprar algunas hojas y pinturas, pues las mías, para mi desgracia, no tenían la misma vida eterna que yo.
Me costó encontrar un lugar donde vendieran dichos materiales, pero tras mucho buscar, logré conseguir lo que necesitaba.
Salí de la tienda despidiéndome con profundo acento francés y una risita se escapó de mis labios al cerrar la puerta del local. Qué humano me sentía a veces... no terminaba de saber si aquello me gustaba o no, pero me sentía humano.
Mi carácter parecía completamente apaciguado, y habría jurado que había sido amable con la señora del local... ¿amable? ¿Pero yo podía ser amable?
Una media sonrisa se dibujó en mis labios tontamente y salí de la ciudad al mismo paso que había entrado, pues si quería hacer algo aquella noche, debía apurarme.
Sabía de una laguna cercana a mi escondite provisional, y parecía pedirme a gritos que le dedicase algo... quizá era mi otro yo quién pedía que le prestara un poco de atención y olvidara la sangre y mi dolor. ¿Podía ser eso o simplemente estaba cada vez más loco?
Negué con la cabeza aturdido y llegué a la laguna más pronto de lo que esperaba, perderme en mis pensamientos me llevaba a no darme cuenta de donde me encontraba.
Recorrí el lugar con la mirada para luego sentarme a la orilla del agua y suspirar sin entender muy bien la razón. Pensé por un momento en cómo se vería la laguna al amanecer, ¿qué demonios me pasaba? Yo no solía pensar en esas cosas... me cubrí los ojos con la mano y luego apreté ligeramente el puente de mi nariz, me asustaba la idea de que todo aquello fueran los síntomas posteriores a otra visión que me atormentaría.
Pinta, bastardo estúpido, me dije cerrando los ojos para intentar cesar aquella extraña sensación de "humanidad".
Invitado- Invitado
Re: Misery [Anuar]
Que vida mas curiosa le habia tocado llevar, antes tan monótona, tan vacia y sin sentido antes tan falta de emociones y ahora, ahora parecía no haber descanso parecía ser una carrera contra el tiempo el tiempo y el destino se habían aliado para hacer de su vida una existencia interesante, aquel efímero tiempo sobre la faz de la tierra porque los años que un humano vivía le parecían tan pocos que desde su llegada a Paris habia decidido no seguir ya por ley la palabra de nadie en su infancia le habían atormentado era tiempo de disfrutar un eterno presente, un pasado cercano y un futuro incierto.
Andaba por los alrededores con el astro rey dando sus últimos vestigios, sus ojos aveces color de miel y otras color de oro se fijaron en la puesta del mismo, el cielo matizándose con cálidos colores, anaranjados intensos, rojos pardos, amarillos tenues, viro su rostro al este el firmamento de aquel lado se teñia ya de un azul obscuro que comenzaba a volverse negro, era aquello el arte de la naturaleza de la creación…¿divina? Porque no pretendía no creer en el susodicho Dios que todos bendecían y en el nombre de quien hablaban si existía que la conciencia le remordiese que por su negligencia sus hijos sufrían inconcebible pensar que un padre podia querer tan poco a sus hijos, a sus criaturas pero bien sabia el que un padre no se veia obligado a querer a sus hijos, no a todos.
Necesitaba pensar disipar sus pensamientos y asimilar la nueva vida que habia decidido o no llevar porque en antaño se habia percatado que a la vida le gustaba hacer sufrir el mismo suponía que de tener aquella posibilidad dificultaría también algunas existencias quizá, como muchas cosas al final uno no solia hacer lo que en un principio aseguraba. Y tan inmerso en sus cuestión estaba que no se habia percatando cuando el astro rey habia sido remplazado por el manantial de plata liquida del cual manaban ríos platinados que sobre la tierra parecían hacer brillar todo con aquel peculiar tono, formaba listones luminosos en el camino.
Anduvo pues por impulso y no necesidad, por deseo movido por ese algo que le incitaba en ocasiones a cometer lo impensable sobre todo para el, quien siempre razonaba antes de actuar por la razón era su único aliado y el conocimiento su anhelo…mas no asi ya el único. Llego hasta la laguna observando la calma superficie cristalina como un inmenso espejo se observo en el, los sosegados ojos y rostro inexpresivo, el cabello lacio y rojo cuales apagadas lenguas de fuego no rebosantes de aquella vivacidad propia de los rojizos cabellos fogosos y casi con vida propia el suyo parecía mas el color del vino, opaco. Con el cuaderno de bosquejos bajo el brazo y el carboncillo sujeto a una de las costuras del mismo, el cuerpo diminuto y negro cayo al lago perdiéndose en el acto, suspiro ampliamente cerrando los parpados con desilusión, que mas habia deseado aquella noche que poder reflejar sus sentimientos con las manos, no le alcanzaba ya para las pinturas sino solo carboncillos y ahora, el ultimo habia caído a donde jamás podría ser recuperado.
Suspiro ampliamente sintiendo el viento mecerle, jugar con sus ropas haciéndolas bailar en una perfecta sinfonía, lamiendo su cuerpo y acariciando su cabello escuchando las voces en el viento, se encogió de hombros el gélido aire, andando por la orilla para olvidar a lo lejos un manchón comenzaba a tomar forma ¿una persona? Siguio andando esta vez mirando de soslayo al ajeno, preguntándose si debía seguir de lado o parar y conversar, jamás habia sido bueno abordando conversaciones pero sin poder negar podia decir que se estaba acostumbrado al contacto con las personas y no era del todo, desagradable.
Observo los objetos que llevaba, un pintor, pensó animadamente sabiendo que no podia pasarle de largo y ya porque todo arte era bueno si salía del interior y todo arte merecía ser conocido –buenas noches- saludo una vez cerca de el, con los ojos color de miel resplandecientes contra el brillo platinado de la luna fijos no en el hombre sino en los objetos de arte –lamento el inconveniente…- murmuro apretando el cuadernillo contra su estomago –pero…e perdido mi carboncillo y…¿no traerá uno? Si puede y desea prestármelo claro esta- asevero lamiendo su labio superior –no pude evitar notar que trae usted material mas no se vea en la obligación si decide no prestarme o no trae no cambiara lo que ya era- aseguro alzando la mirada para ver por primera vez el rostro ajeno.
Andaba por los alrededores con el astro rey dando sus últimos vestigios, sus ojos aveces color de miel y otras color de oro se fijaron en la puesta del mismo, el cielo matizándose con cálidos colores, anaranjados intensos, rojos pardos, amarillos tenues, viro su rostro al este el firmamento de aquel lado se teñia ya de un azul obscuro que comenzaba a volverse negro, era aquello el arte de la naturaleza de la creación…¿divina? Porque no pretendía no creer en el susodicho Dios que todos bendecían y en el nombre de quien hablaban si existía que la conciencia le remordiese que por su negligencia sus hijos sufrían inconcebible pensar que un padre podia querer tan poco a sus hijos, a sus criaturas pero bien sabia el que un padre no se veia obligado a querer a sus hijos, no a todos.
Necesitaba pensar disipar sus pensamientos y asimilar la nueva vida que habia decidido o no llevar porque en antaño se habia percatado que a la vida le gustaba hacer sufrir el mismo suponía que de tener aquella posibilidad dificultaría también algunas existencias quizá, como muchas cosas al final uno no solia hacer lo que en un principio aseguraba. Y tan inmerso en sus cuestión estaba que no se habia percatando cuando el astro rey habia sido remplazado por el manantial de plata liquida del cual manaban ríos platinados que sobre la tierra parecían hacer brillar todo con aquel peculiar tono, formaba listones luminosos en el camino.
Anduvo pues por impulso y no necesidad, por deseo movido por ese algo que le incitaba en ocasiones a cometer lo impensable sobre todo para el, quien siempre razonaba antes de actuar por la razón era su único aliado y el conocimiento su anhelo…mas no asi ya el único. Llego hasta la laguna observando la calma superficie cristalina como un inmenso espejo se observo en el, los sosegados ojos y rostro inexpresivo, el cabello lacio y rojo cuales apagadas lenguas de fuego no rebosantes de aquella vivacidad propia de los rojizos cabellos fogosos y casi con vida propia el suyo parecía mas el color del vino, opaco. Con el cuaderno de bosquejos bajo el brazo y el carboncillo sujeto a una de las costuras del mismo, el cuerpo diminuto y negro cayo al lago perdiéndose en el acto, suspiro ampliamente cerrando los parpados con desilusión, que mas habia deseado aquella noche que poder reflejar sus sentimientos con las manos, no le alcanzaba ya para las pinturas sino solo carboncillos y ahora, el ultimo habia caído a donde jamás podría ser recuperado.
Suspiro ampliamente sintiendo el viento mecerle, jugar con sus ropas haciéndolas bailar en una perfecta sinfonía, lamiendo su cuerpo y acariciando su cabello escuchando las voces en el viento, se encogió de hombros el gélido aire, andando por la orilla para olvidar a lo lejos un manchón comenzaba a tomar forma ¿una persona? Siguio andando esta vez mirando de soslayo al ajeno, preguntándose si debía seguir de lado o parar y conversar, jamás habia sido bueno abordando conversaciones pero sin poder negar podia decir que se estaba acostumbrado al contacto con las personas y no era del todo, desagradable.
Observo los objetos que llevaba, un pintor, pensó animadamente sabiendo que no podia pasarle de largo y ya porque todo arte era bueno si salía del interior y todo arte merecía ser conocido –buenas noches- saludo una vez cerca de el, con los ojos color de miel resplandecientes contra el brillo platinado de la luna fijos no en el hombre sino en los objetos de arte –lamento el inconveniente…- murmuro apretando el cuadernillo contra su estomago –pero…e perdido mi carboncillo y…¿no traerá uno? Si puede y desea prestármelo claro esta- asevero lamiendo su labio superior –no pude evitar notar que trae usted material mas no se vea en la obligación si decide no prestarme o no trae no cambiara lo que ya era- aseguro alzando la mirada para ver por primera vez el rostro ajeno.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Fecha de inscripción : 25/06/2010
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Re: Misery [Anuar]
Al cerrar los ojos, las sensaciones extrañas aumentaron en mí y mi mente continuó haciéndose extrañas preguntas humanas. ¡Yo amaba ser vampiro! ¿Qué me estaba pasando? ¿Acaso estaba recordando al fin quién era? Abrí los ojos parpadeando asustado ante esa idea y me quedé paralizado unos segundos. A veces me atemorizaba la idea de saber quién era... pero normalmente, solía pensar que no podía haber sido peor de lo que ahora era, solo que aquel día, parecía que mi parte "vampira" estaba de huelga.
–Buenas noches.- Oí de pronto a mi lado, cogiéndome desprevenido y sobresaltándome ligeramente. Miré al joven que se hallaba a mi lado, sus ojos color miel resplandecían como si estuvieran llenos de... ¿felicidad? Agité la cabeza ante todas aquellas ideas que me abrumaban por momentos. –Lamento el inconveniente….- su voz sonó casi como un murmullo y vi que apretaba un cuardenillo contra su vientre, ¿acaso era otro pintor?–Pero…he perdido mi carboncillo y…¿no traerá uno? Si puede y desea prestármelo claro esta.- me reí tontamente al oír sus palabras, ¿como iba a prestarle yo mis cosas? Sin embargo mi mano ya estaba agarrando mi caja de carboncillos, prediespuesta a entregársela, ¡pero que demonios...!, pensé aturdido para luego prestar atención al joven –No pude evitar notar que trae usted material mas no se vea en la obligación si decide no prestarme o no trae no cambiara lo que ya era.
Noté como su mirada no se separaba de la mía y tuve que bajar la mirada aturdido para poner en órden mis pensamientos, la extraña amabilidad que parecía despertar en mí no hacía más que confundirme. Sin mediar palabra tendí hacia el mi caja con todos los caborcillos que disponía. Le miré para ver cual elegía, tenía curiosidad por saber cual tomaría y si era realmente un pintor, no me había encontrado nunca con uno. Desvié la mirada un momento para ver el reflejo de la luna en el agua y miles de extrañas ideas volvieron a inundarme, tuve que cerrar los ojos agotados para ahuyentarlas y volver a mirar al joven para ver si deseaba finalmente o no utilizar uno de mis carboncillos.
–Buenas noches.- Oí de pronto a mi lado, cogiéndome desprevenido y sobresaltándome ligeramente. Miré al joven que se hallaba a mi lado, sus ojos color miel resplandecían como si estuvieran llenos de... ¿felicidad? Agité la cabeza ante todas aquellas ideas que me abrumaban por momentos. –Lamento el inconveniente….- su voz sonó casi como un murmullo y vi que apretaba un cuardenillo contra su vientre, ¿acaso era otro pintor?–Pero…he perdido mi carboncillo y…¿no traerá uno? Si puede y desea prestármelo claro esta.- me reí tontamente al oír sus palabras, ¿como iba a prestarle yo mis cosas? Sin embargo mi mano ya estaba agarrando mi caja de carboncillos, prediespuesta a entregársela, ¡pero que demonios...!, pensé aturdido para luego prestar atención al joven –No pude evitar notar que trae usted material mas no se vea en la obligación si decide no prestarme o no trae no cambiara lo que ya era.
Noté como su mirada no se separaba de la mía y tuve que bajar la mirada aturdido para poner en órden mis pensamientos, la extraña amabilidad que parecía despertar en mí no hacía más que confundirme. Sin mediar palabra tendí hacia el mi caja con todos los caborcillos que disponía. Le miré para ver cual elegía, tenía curiosidad por saber cual tomaría y si era realmente un pintor, no me había encontrado nunca con uno. Desvié la mirada un momento para ver el reflejo de la luna en el agua y miles de extrañas ideas volvieron a inundarme, tuve que cerrar los ojos agotados para ahuyentarlas y volver a mirar al joven para ver si deseaba finalmente o no utilizar uno de mis carboncillos.
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Re: Misery [Anuar]
Tomo la caja entre sus manos con el cuadernillo bajo el brazo, la abrió con delicadeza propia no mas que de un pintor que en su vida esfuerzo alguno manual a debido hacer, observando la negrura que en su interior era o no visible, desde el punto de vista que se quisiese observar. Revolvió un poco con sus dedos manchando sus pálidas yemas con aquel negro tizón idéntico y opuesto al que habia resbalado dentro del agua porque inclusive dos carboncillos no podrían ser iguales.
Tomo entre sus dedos uno bastante suave, el que a su tacto parecía ser el mas perfecto, sin ningun nudo en su estructura ni imperfección que pudiese arruinar sus hojas de trabajo porque habia aprendido a cuidar de sus cosas dado que no tenia la facilidad de reemplazarlas cada que la situación lo ameritase el carboncillo que habia caído serian varios días de arduo trabajo y poca comida, gajes a su parecer de hacer lo que deseaba sin remediar en si era o no mal visto para la sociedad, porque la sociedad excluía a lo diferente y la diferencia hacia de su dia a dia algo sorprendente.
-muchas gracias- murmuro regresándole la caja con el material, limpiando sus dedos contra su blanca camisa, manchándola asi con aquella sucedia que muy pese a todo no parecía hacerle lucir desarreglado ni mucho menos, relamió sus labios dándoles aquel inusual brillo que desapareciera en cuanto pronunciase la siguiente palabra. Desvio la mirada a los materiales del joven intentando vislumbrar alguna muestra de su arte.
-supongo que es usted pintor y supongo que es obviedad que yo lo sea…si esque se puede hablar con tales títulos, soy solo quien se apasiona por lo que hace- murmuro como una idea al aire aveces hacia aquello, decir cosas sin sentido, extendió su mano hacia el extraño presentándose –soy Anuar Dutuescu por cierto…- indico observando sus aun ennegrecidos dedos, retracto su mano al instante.
Tomo entre sus dedos uno bastante suave, el que a su tacto parecía ser el mas perfecto, sin ningun nudo en su estructura ni imperfección que pudiese arruinar sus hojas de trabajo porque habia aprendido a cuidar de sus cosas dado que no tenia la facilidad de reemplazarlas cada que la situación lo ameritase el carboncillo que habia caído serian varios días de arduo trabajo y poca comida, gajes a su parecer de hacer lo que deseaba sin remediar en si era o no mal visto para la sociedad, porque la sociedad excluía a lo diferente y la diferencia hacia de su dia a dia algo sorprendente.
-muchas gracias- murmuro regresándole la caja con el material, limpiando sus dedos contra su blanca camisa, manchándola asi con aquella sucedia que muy pese a todo no parecía hacerle lucir desarreglado ni mucho menos, relamió sus labios dándoles aquel inusual brillo que desapareciera en cuanto pronunciase la siguiente palabra. Desvio la mirada a los materiales del joven intentando vislumbrar alguna muestra de su arte.
-supongo que es usted pintor y supongo que es obviedad que yo lo sea…si esque se puede hablar con tales títulos, soy solo quien se apasiona por lo que hace- murmuro como una idea al aire aveces hacia aquello, decir cosas sin sentido, extendió su mano hacia el extraño presentándose –soy Anuar Dutuescu por cierto…- indico observando sus aun ennegrecidos dedos, retracto su mano al instante.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Misery [Anuar]
Mi mirada quedó ausente y no percibí nada de lo que hacía el joven. Me llevó un rato volver a concentrarme y agité la cabeza para ver de nuevo al chico.
-Muchas gracias.- murmuró mientras me devolvía la caja con el material, le miré confundido y vi como se limpiaba los dedos a la camisa. Le habría dado uno de mis pañuelos pero fue demasiado rápido... ¿le habría dado uno de mis pañuelos? Qué demonios.... Sentí como su mirada se desviaba hacia mi cuadernillo, pero aún no había empezado a pintar. -Supongo que es usted pintor y supongo que es obviedad que yo lo sea…si esque se puede hablar con tales títulos, soy solo quien se apasiona por lo que hace-murmuró de nuevo, y extendió su mano a modo de presentación –soy Anuar Dutuescu por cierto….
Me levanté y le di un pañuelo para que se limpiase las manos, tras esto, estreché su mano.
-Eric.- dije sin más, ausente.- Dutuescu... suena a Rumanía, he estado alguna vez por allí.- me reí secamente y le miré a los ojos.- Eres el primer pintor que veo en mucho tiempo... .- entorné los ojos hacia la laguna. Limpiate las manos, no soporto la suciedad.- le miré de reojo y volví a centrarme en la laguna, sintiendo que una especie de nostalgia inundándome, suspiré. ¿También vas a pintar aquí?.
En otro momento, esa idea me habría molestado, su propia presencia me habría molestado, pero necesitaba que alguien me distrajese, aunque fuera con conversaciones banales.
-Muchas gracias.- murmuró mientras me devolvía la caja con el material, le miré confundido y vi como se limpiaba los dedos a la camisa. Le habría dado uno de mis pañuelos pero fue demasiado rápido... ¿le habría dado uno de mis pañuelos? Qué demonios.... Sentí como su mirada se desviaba hacia mi cuadernillo, pero aún no había empezado a pintar. -Supongo que es usted pintor y supongo que es obviedad que yo lo sea…si esque se puede hablar con tales títulos, soy solo quien se apasiona por lo que hace-murmuró de nuevo, y extendió su mano a modo de presentación –soy Anuar Dutuescu por cierto….
Me levanté y le di un pañuelo para que se limpiase las manos, tras esto, estreché su mano.
-Eric.- dije sin más, ausente.- Dutuescu... suena a Rumanía, he estado alguna vez por allí.- me reí secamente y le miré a los ojos.- Eres el primer pintor que veo en mucho tiempo... .- entorné los ojos hacia la laguna. Limpiate las manos, no soporto la suciedad.- le miré de reojo y volví a centrarme en la laguna, sintiendo que una especie de nostalgia inundándome, suspiré. ¿También vas a pintar aquí?.
En otro momento, esa idea me habría molestado, su propia presencia me habría molestado, pero necesitaba que alguien me distrajese, aunque fuera con conversaciones banales.
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Re: Misery [Anuar]
Tomo el pañuelo limpiando uno a uno sus dedos con esmero aunque no asi intensión porque no le molestaba tener las manos manchadas de carboncillos o cualquier otro material para crear, estaba acostumbrado y con un trapo o un buen baño todo salía tarde o temprano –oh si- le dijo un tanto sorprendido mas no asi demostrándolo –es de ahí de donde vengo- le indico tranquilamente escuchando su nombre “Eric” tan simple y sencillo como aquello el decía su nombre por mera educación pues un nombre no definía a nadie y nada se podia saber atraves de el si acaso quizá su procedencia como era su caso.
Enarco una ceja por su aseveración y orden, dejo de limpiarse las manos dejando únicamente el pulgar con aquella tonalidad obscura –la suciedad que debería importarle no es la que se percibe con los ojos- murmuro frunciendo el entrecejo un gesto imperceptible por aquella cascada de rojizos cabellos que caian sobre su perlada frente, sus palabras no le habían agradado mas tampoco pretendía juzgarle por ellas.
-si le molesta puedo marcharme e venido solo por esto- le indico mostrando el carboncillo entre sus dedos, mentia y decía la verdad porque si habia ido por uno de aquellos pero también para relevar a su compañera la soledad por una tangible y con voz propia una que no escuchase solo sino que expusiese también sus ideas –supongo que prefiere plasmar en soledad- murmuro encogiéndose de hombros con aquella calma tan propia en el como si tuviese un eterno sosiego.
Observo el cristalino lago y como la luna se reflejaba en este como un diamante era hermosa y también el verdugo de tantos seres, aquellos que solo bajo su brillo y aceptación podían rondar sobre los caminos aparentando ser lo que no eran aprovechando la ignorancia de las personas para hacerse pasar como uno mas de ellos. Regreso su mirada al joven esperando su respuesta.
Enarco una ceja por su aseveración y orden, dejo de limpiarse las manos dejando únicamente el pulgar con aquella tonalidad obscura –la suciedad que debería importarle no es la que se percibe con los ojos- murmuro frunciendo el entrecejo un gesto imperceptible por aquella cascada de rojizos cabellos que caian sobre su perlada frente, sus palabras no le habían agradado mas tampoco pretendía juzgarle por ellas.
-si le molesta puedo marcharme e venido solo por esto- le indico mostrando el carboncillo entre sus dedos, mentia y decía la verdad porque si habia ido por uno de aquellos pero también para relevar a su compañera la soledad por una tangible y con voz propia una que no escuchase solo sino que expusiese también sus ideas –supongo que prefiere plasmar en soledad- murmuro encogiéndose de hombros con aquella calma tan propia en el como si tuviese un eterno sosiego.
Observo el cristalino lago y como la luna se reflejaba en este como un diamante era hermosa y también el verdugo de tantos seres, aquellos que solo bajo su brillo y aceptación podían rondar sobre los caminos aparentando ser lo que no eran aprovechando la ignorancia de las personas para hacerse pasar como uno mas de ellos. Regreso su mirada al joven esperando su respuesta.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Misery [Anuar]
Comenzó pues a limpiarse los dedos con el pañuelo que le había dado y observé como lo hacía, sorprendiéndose sin exteriorizarlo al reconocer su origen. No había sido dificil, en mis 163 años había vagado por mil lugares, Rumanía había sido uno de ellos, y mi pasión por descubrir cientos de idiomas, no así de hablarlos, me llevó a reconcoer algunas palabras del idioma rumano. Me reí secamente y le miré ausente. Arqueó una ceja de pronto, supuse que por el tono de mis palabras, y dejó de limpiarse las manos, dejando aún uno de sus pulgares sin limpiar.
–La suciedad que debería importarle no es la que se percibe con los ojos.- murmuró frunciendo en un gesto casi imperceptible por los cabellos que caían sobre su frente. Me reí de forma casi torpe, ¿acaso le preocupaba a él ese tipo de suciedad? Porque entonces ya podía alejarse de mí. -Si le molesta puedo marcharme, he venido solo por esto.- señaló entonces el carboncillo que había tomado de mi caja. Sentí de pronto un extraño punzazo, quizá en otro momento habría preferido estar solo, pero no aquella noche. –Supongo que prefiere plasmar en soledad- murmuró de nuevo, encogiéndose de hombros con una calma que no resultó adivinar, era más que una fachada.
Me reí negando con la cabeza e intenté calmar mi propio carácter... o carácteres. Me senté cerca de la orilla y le ofrecí un sitio a mi lado con la mirada, nunca se me había dado bien lo de "ser amable". Me reí friamente cuando esa idea cruzó mi cabeza y coloqué mi cuardenillo para prepararme a dibujar.
-Sería muy interesante tenerte de acompañante al menos esta noche... nunca he compartido conversación con un pintor.- admití finalmente, con un tono más sosegado de lo que esperaba.
–La suciedad que debería importarle no es la que se percibe con los ojos.- murmuró frunciendo en un gesto casi imperceptible por los cabellos que caían sobre su frente. Me reí de forma casi torpe, ¿acaso le preocupaba a él ese tipo de suciedad? Porque entonces ya podía alejarse de mí. -Si le molesta puedo marcharme, he venido solo por esto.- señaló entonces el carboncillo que había tomado de mi caja. Sentí de pronto un extraño punzazo, quizá en otro momento habría preferido estar solo, pero no aquella noche. –Supongo que prefiere plasmar en soledad- murmuró de nuevo, encogiéndose de hombros con una calma que no resultó adivinar, era más que una fachada.
Me reí negando con la cabeza e intenté calmar mi propio carácter... o carácteres. Me senté cerca de la orilla y le ofrecí un sitio a mi lado con la mirada, nunca se me había dado bien lo de "ser amable". Me reí friamente cuando esa idea cruzó mi cabeza y coloqué mi cuardenillo para prepararme a dibujar.
-Sería muy interesante tenerte de acompañante al menos esta noche... nunca he compartido conversación con un pintor.- admití finalmente, con un tono más sosegado de lo que esperaba.
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Re: Misery [Anuar]
Aquella risa no le hizo mas que cuestionarse era inclusive mas aberrante que la suya porque habia aprendido a reir solo cuando esta era sincera de modo que no solia hacerlo demasiado ni frente a cualquier persona porque no cualquiera podia hacerle esbozar tal gesto que sacaba de la monotonía aquel letárgico rostro.
Se sento a su lado colocando el cuadernillo sobre su regazo y observando el lago con tranquilidad, aquel cuerpo de agua que era libre tanto cuanto las paredes de tierra que le delimitaban se lo permitiese, podia ir de aquí a alla y de alla a aca pero jamás saliendo de su lugar, libre pero no, bajo la mirada al cuadernillo apoyándolo sobre sus rodillas para comenzar a hacer el contorno de un algo con el carboncillo, con aquellos suaves trazos.
-sera entonces un placer ser el primero- murmuro ensimismado en lo que hacia y aun asi escuchándole, le era fácil retratar paisajes y no asi hacer retratos de personas aquellos en que se debía captar la esencia era demasiado laborioso se debía poder reflejar su alma en aquellas pinceladas de lo contrario quien lo observarse podría interpretarlo de forma errónea.
-¿por qué decidió venir al lago?- le cuestiono con tranquilidad curioseando el prefería el bosque si cavia decir pero la ultima vez que habia ido a inspirarse y dibujar habia terminado con un vampiro y un hombrelobo, habia terminado malherido en un hospital con un doctor que habia intentado asesinarle, la ultima vez que habia ido la noche no habia sido lo que habia esperado… por eso era que ahora habia decidido ir al laguna, un lugar a su parecer mucho mas tranquilo.
Se sento a su lado colocando el cuadernillo sobre su regazo y observando el lago con tranquilidad, aquel cuerpo de agua que era libre tanto cuanto las paredes de tierra que le delimitaban se lo permitiese, podia ir de aquí a alla y de alla a aca pero jamás saliendo de su lugar, libre pero no, bajo la mirada al cuadernillo apoyándolo sobre sus rodillas para comenzar a hacer el contorno de un algo con el carboncillo, con aquellos suaves trazos.
-sera entonces un placer ser el primero- murmuro ensimismado en lo que hacia y aun asi escuchándole, le era fácil retratar paisajes y no asi hacer retratos de personas aquellos en que se debía captar la esencia era demasiado laborioso se debía poder reflejar su alma en aquellas pinceladas de lo contrario quien lo observarse podría interpretarlo de forma errónea.
-¿por qué decidió venir al lago?- le cuestiono con tranquilidad curioseando el prefería el bosque si cavia decir pero la ultima vez que habia ido a inspirarse y dibujar habia terminado con un vampiro y un hombrelobo, habia terminado malherido en un hospital con un doctor que habia intentado asesinarle, la ultima vez que habia ido la noche no habia sido lo que habia esperado… por eso era que ahora habia decidido ir al laguna, un lugar a su parecer mucho mas tranquilo.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Misery [Anuar]
Sentí que se sentaba a mi lado y se colocaba su cuadernillo sobre su regazo para observar el lago tranquilamente. Tras recorrer el lugar con la mirada, comenzó a esbozar suaves trazos en su cuadernillo.
Me distraje mirándole, nunca había visto a otro pintor en acción. Observaba ausente como seguía trazando la forma de su diseño.
-Sera entonces un placer ser el primero.- dijo en un murmullo interrumpiendo mis pensamientos. Parecía ensimismado en su labor. -¿Por qué decidió venir al lago?.- inquirió con tranquilidad. Su pregunta me tomó por sorpresa y se me escapó una risa distante.
-No lo sé....- admití sin más, con tanta simpleza que me sentí tonto por un momento.-No sé que me ha traído... conocía el lugar y algo en mí pedía a gritos que le dedicase algo a este lugar....- mis palabras sonaban tan absurdas que fruncí el ceño avergonzado, ¿qué sentido podía tener que algo en mi interior me pidiera que le dedicara algo a un lugar? ¿Desde cuando dedicaba yo cosas a algo o a alguien? Resoplé molesto ante tantas preguntas y volví a observar al muchacho. Me pareció muy joven para ser pintor, pero la pintura es un arte, un don. Me decidí a inquirirle finalmente. -¿Y a ti? Seguro que tienes una razón más coherente que yo....- volví a reír distante y cogí un carboncillo.
Cerré los ojos mientras esperaba su respuesta. Una fugaz imagen apareció en mi mente. Una fiesta, trajes de alta costura, aristócratas, criados, comida y una mujer. Apreté fuerte los ojos ante el dolor que causó aquella imagen a mi mente y apoyé una de mis manos en mi frente para apaciguar el fuerte pinchazo. Acto seguido, sin pensar en nada, comencé a dibujar. A plasmar aquella escena que aparecía en mi mente en forma de cuadro, quizá de Tiziano, o de Botticelli. Perdí por un momento la idea de donde me encontraba para centrarme únicamente, en lo que necesitaba plasmar. Entonces lo entendí, había sido mi mente que me había llevado a un lugar tranquilo para poder regalarme una imagen que poder plasmar. Sonreí de medio lado y continué con lo que se convertía en mi meta de la noche... junto con conocer a aquel joven.
Me distraje mirándole, nunca había visto a otro pintor en acción. Observaba ausente como seguía trazando la forma de su diseño.
-Sera entonces un placer ser el primero.- dijo en un murmullo interrumpiendo mis pensamientos. Parecía ensimismado en su labor. -¿Por qué decidió venir al lago?.- inquirió con tranquilidad. Su pregunta me tomó por sorpresa y se me escapó una risa distante.
-No lo sé....- admití sin más, con tanta simpleza que me sentí tonto por un momento.-No sé que me ha traído... conocía el lugar y algo en mí pedía a gritos que le dedicase algo a este lugar....- mis palabras sonaban tan absurdas que fruncí el ceño avergonzado, ¿qué sentido podía tener que algo en mi interior me pidiera que le dedicara algo a un lugar? ¿Desde cuando dedicaba yo cosas a algo o a alguien? Resoplé molesto ante tantas preguntas y volví a observar al muchacho. Me pareció muy joven para ser pintor, pero la pintura es un arte, un don. Me decidí a inquirirle finalmente. -¿Y a ti? Seguro que tienes una razón más coherente que yo....- volví a reír distante y cogí un carboncillo.
Cerré los ojos mientras esperaba su respuesta. Una fugaz imagen apareció en mi mente. Una fiesta, trajes de alta costura, aristócratas, criados, comida y una mujer. Apreté fuerte los ojos ante el dolor que causó aquella imagen a mi mente y apoyé una de mis manos en mi frente para apaciguar el fuerte pinchazo. Acto seguido, sin pensar en nada, comencé a dibujar. A plasmar aquella escena que aparecía en mi mente en forma de cuadro, quizá de Tiziano, o de Botticelli. Perdí por un momento la idea de donde me encontraba para centrarme únicamente, en lo que necesitaba plasmar. Entonces lo entendí, había sido mi mente que me había llevado a un lugar tranquilo para poder regalarme una imagen que poder plasmar. Sonreí de medio lado y continué con lo que se convertía en mi meta de la noche... junto con conocer a aquel joven.
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Re: Misery [Anuar]
Las líneas comenzaron a tomar formas no era nada de otro mundo pero sus cuadros eran siempre memorias; la capacidad del alma para recordar cosas del pasado, la casa que tomaba forma en el cuadernillo no era otra sino el refugio de las zonas abandonadas del cual había sacado a alguien aquel lugar que parecía caerse con rapidez y que de querer se derrumbaría con quien dentro de el estuviese sin remediar en ello. Las paredes de piedras y los alrededores boscosos.
Que le dedicase…aquello sonaba extraño porque el mismo no le dedicaría nadie a nadie, habia comprendido que aquello significaba un aprecio y apreciar a alguien o algo no traia mas que momentos amargos y otros no tanto por lo menos para el asi lucia,mas quizá los buenos momentos compensaban aquellos golpes, si seguramente.
-no se si mas coherente…pero necesitaba olvidarme de algunas cosas, necesitaba desahogarme- le explico con los pensamientos en otro lado mientras seguía dibujando, necesitaba expresar todo aquello que se alzaba en su interior abucheando por poder salir, por poder ser escuchado y que le con tanto esmero pretendía acallar, porque a nadie le importaban ese tipo de cosas sino solo a el y con el se quedarían. A nadie le importaba si el ajeno sufría o estaba feliz, el mismo podia decir y asegurar que le importaba poco si algun transeúnte estaba al borde del suicidio el no haría nada al respecto porque asi de egoístas eran todos y asi de caprichosa la vida y mas aun con aquellos pensamientos bien sabido tenia que en escasas semanas habia rescatado a diversas personas de diversas situaciones, no comprendía y aun no lo hacia de donde habia salido aquella bondad en el, quien jamás se preocupo por otro que no fuese Angeliqueé.
Regreso su vista al cuadernillo, sin percatarse de ello habia pasado el carboncillo en arriba abajo acostado, dejando la hoja con una negrura que impedía ver el dibujo de fondo, entrecerró los parpados bufando dándole vuelta a la otra y no logrando ver otra imagen en su mente curioso en la obra ajena observando los trazos y como aquellos se iban uniendo comenzando a darle forma al arte porque a su parecer uno era artista o no, no era algo que pudiese estudiarse porque salía del alma y cada alma era diferente cada una tenia sus colores y trazos.
-¿es usted de la alta sociedad?- le cuestiono observando sus trazos.
Que le dedicase…aquello sonaba extraño porque el mismo no le dedicaría nadie a nadie, habia comprendido que aquello significaba un aprecio y apreciar a alguien o algo no traia mas que momentos amargos y otros no tanto por lo menos para el asi lucia,mas quizá los buenos momentos compensaban aquellos golpes, si seguramente.
-no se si mas coherente…pero necesitaba olvidarme de algunas cosas, necesitaba desahogarme- le explico con los pensamientos en otro lado mientras seguía dibujando, necesitaba expresar todo aquello que se alzaba en su interior abucheando por poder salir, por poder ser escuchado y que le con tanto esmero pretendía acallar, porque a nadie le importaban ese tipo de cosas sino solo a el y con el se quedarían. A nadie le importaba si el ajeno sufría o estaba feliz, el mismo podia decir y asegurar que le importaba poco si algun transeúnte estaba al borde del suicidio el no haría nada al respecto porque asi de egoístas eran todos y asi de caprichosa la vida y mas aun con aquellos pensamientos bien sabido tenia que en escasas semanas habia rescatado a diversas personas de diversas situaciones, no comprendía y aun no lo hacia de donde habia salido aquella bondad en el, quien jamás se preocupo por otro que no fuese Angeliqueé.
Regreso su vista al cuadernillo, sin percatarse de ello habia pasado el carboncillo en arriba abajo acostado, dejando la hoja con una negrura que impedía ver el dibujo de fondo, entrecerró los parpados bufando dándole vuelta a la otra y no logrando ver otra imagen en su mente curioso en la obra ajena observando los trazos y como aquellos se iban uniendo comenzando a darle forma al arte porque a su parecer uno era artista o no, no era algo que pudiese estudiarse porque salía del alma y cada alma era diferente cada una tenia sus colores y trazos.
-¿es usted de la alta sociedad?- le cuestiono observando sus trazos.
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Re: Misery [Anuar]
-No sé si más coherente…pero necesitaba olvidarme de algunas cosas, necesitaba desahogarme.- Su voz decía aquello como si anhelase que sus palabras se hicieran realidad, que haciendo aquello, pintando, su mente y su alma encontraran la tranquilidad aunque solo fuera por un momento. Medité un segundo en la posibilidad de que aquel joven hubiera sufrido algo muy grave en su vida, ¿tan joven? ¿Podía la vida ser tan cruel hasta con los más jovenes?
Recordé entonces las veces que había matado a hombres que habían violado a niñas, a jovencitas... yo podía ser un monstruo, pero no atacaba ni a niños ni a adolescentes. No prometía no atacarles en su madurez, pero al menos no lo hacía cuando eran tan jovenes, no me parecía justo. Pero parecía que a la vida, la edad le daba exactamente igual y el dolor llegaba cuando menos te lo esperabas.
Volví a perder la consciencia al continuar con aquel dibujo que no entendía, los rostros comenzaban a aparecer, pero ninguno con nitidez. Aquello debía ser un sueño o una ilusión de mi mente, porque yo jamás había estado en una fiesta con tanta clase. Sentía que odiaba a las clases altas por tratar a los demás con desprecio, con superioridad... a mis ojos, el único superior a todos ellos era yo junto mi maldad.
-¿Es usted de la alta sociedad?.- sentí que me preguntaba el joven observando los trazos de mi dibujo.
-¿Qué...?.- alcancé a decir, confundido. -No....- añadí con una risa amarga, no por no serlo, si no por la confusión que me producía pintar una cosa así con tantas nitidez sin jamás haberla vivido. -No soy de alta sociedad... soy tan pobre que podría vivir en el refugio que dibujabas.- reí mirándole, creo que no se había percatado de que había lanzado fugaces miradas a su dibujo y había alcazado a ver parte de él. -¿Vives en él o tienes suerte de vivir en un lugar más agradable?.- reí entre dientes sin dejar de pintar, haciéndolo casi de memoria.
Recordé entonces las veces que había matado a hombres que habían violado a niñas, a jovencitas... yo podía ser un monstruo, pero no atacaba ni a niños ni a adolescentes. No prometía no atacarles en su madurez, pero al menos no lo hacía cuando eran tan jovenes, no me parecía justo. Pero parecía que a la vida, la edad le daba exactamente igual y el dolor llegaba cuando menos te lo esperabas.
Volví a perder la consciencia al continuar con aquel dibujo que no entendía, los rostros comenzaban a aparecer, pero ninguno con nitidez. Aquello debía ser un sueño o una ilusión de mi mente, porque yo jamás había estado en una fiesta con tanta clase. Sentía que odiaba a las clases altas por tratar a los demás con desprecio, con superioridad... a mis ojos, el único superior a todos ellos era yo junto mi maldad.
-¿Es usted de la alta sociedad?.- sentí que me preguntaba el joven observando los trazos de mi dibujo.
-¿Qué...?.- alcancé a decir, confundido. -No....- añadí con una risa amarga, no por no serlo, si no por la confusión que me producía pintar una cosa así con tantas nitidez sin jamás haberla vivido. -No soy de alta sociedad... soy tan pobre que podría vivir en el refugio que dibujabas.- reí mirándole, creo que no se había percatado de que había lanzado fugaces miradas a su dibujo y había alcazado a ver parte de él. -¿Vives en él o tienes suerte de vivir en un lugar más agradable?.- reí entre dientes sin dejar de pintar, haciéndolo casi de memoria.
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Re: Misery [Anuar]
Sonrio de medio lado aquel no era su refugio ni mucho menos cuando minimo tenia el agrado de decir que podia pagar un piso, modesto y en un edificio que parecía caerse con la misma rapidez que aquello que estaba dibujando, no tenia intención ni ganas de mentir de modo hasta donde sus labios se lo permitiesen dejaría aflorar la verdad siendo la única participe aquella noche –no yo vivo en un modesto piso, en el refugio encontre un…gato- le indico suponiendo que decirle sobre Sophia no seria buena idea ¿Cómo sabia el si aquel hombre no conocía de esas cosas?...¿como sabia sino era uno de esos seres? Vampiros, licántropos, brujos, cambiaformas a todos tenia el agrado o desagrado de conocer.
-entonces compartimos esa suerte aunque…sino es de la alta sociedad ¿Cómo a hecho eso con tanta fluidez?- le cuestiono curiosamente porque el no conocía de eso mas que lo que en libros se expresaba y de historias leia, su presencia jamás habia sido requerida en esos espectáculos en que las personas se pavoneaban con inmensos y caros trajes, jactándose de las cosas banales que solo ellos comprendían, criticando a las demás personas congregadas, diciendo ambiguos chistes e intercalando vacias palabras y sinuosas miradas, prefería ser pobre si con eso podia seguir sus ideales prefería serlo, si asi no debía preocuparse por los demás, por el como lucia y el que diran.
Pero aquel hombre que aseguraba no ser de aquel estatus habia trazando con tanta facilidad su obra que parecía haber asistido a miles de esas reuniones como si su dia a dia se viese repleto de pomposos vestidos y señores con caras serias e intelectuales, con trajes de tela fina e importada, miro sus propias vestimentas por reflejo, nada mas que una camisa blanca manchada por el carboncillo y unos pantaloncillos negros aveces usaba de aquellos chalecos que con facilidad el mismo podría hacer, su vestimenta jamás variaba demasiado no gustaba de los encajes en los cuellos o los llamativos trajes, no le gustaban los moños ni los sombreros.
Inclino su rostro hacia el dibujo intentando vislumbrar con la falta de luz, a el le agradaba pintar bajo la luz de la luna o de las velas mas no asi le era fácil observar lo ajeno, porque lo que trazaba sobre el cuadernillo eran imágenes que se formulaban en su cabeza de modo que sabia como luciría pero no tenia la capacidad de leer mentes asi que sus ojos eran quienes le indicaban -aunque la suerte no es algo que tenga a menudo el infortunio es mas constante- entrecerró los parpados no sabiendo de donde habia salido aquello, cerro los parpados negando de forma imperceptible no debía permitirse hablar sin antes remediar en que decía le habia ocurrido ya con una persona y le habia dañado, como no lo habían hecho desde su huida de Rumania.
-¿trabaja usted?- le cuestiono porque suponía que al igual que el de su arte no podia solo vivir aunque quizá los ajenos no eran vistos con tan mala impresión como los propios.
-entonces compartimos esa suerte aunque…sino es de la alta sociedad ¿Cómo a hecho eso con tanta fluidez?- le cuestiono curiosamente porque el no conocía de eso mas que lo que en libros se expresaba y de historias leia, su presencia jamás habia sido requerida en esos espectáculos en que las personas se pavoneaban con inmensos y caros trajes, jactándose de las cosas banales que solo ellos comprendían, criticando a las demás personas congregadas, diciendo ambiguos chistes e intercalando vacias palabras y sinuosas miradas, prefería ser pobre si con eso podia seguir sus ideales prefería serlo, si asi no debía preocuparse por los demás, por el como lucia y el que diran.
Pero aquel hombre que aseguraba no ser de aquel estatus habia trazando con tanta facilidad su obra que parecía haber asistido a miles de esas reuniones como si su dia a dia se viese repleto de pomposos vestidos y señores con caras serias e intelectuales, con trajes de tela fina e importada, miro sus propias vestimentas por reflejo, nada mas que una camisa blanca manchada por el carboncillo y unos pantaloncillos negros aveces usaba de aquellos chalecos que con facilidad el mismo podría hacer, su vestimenta jamás variaba demasiado no gustaba de los encajes en los cuellos o los llamativos trajes, no le gustaban los moños ni los sombreros.
Inclino su rostro hacia el dibujo intentando vislumbrar con la falta de luz, a el le agradaba pintar bajo la luz de la luna o de las velas mas no asi le era fácil observar lo ajeno, porque lo que trazaba sobre el cuadernillo eran imágenes que se formulaban en su cabeza de modo que sabia como luciría pero no tenia la capacidad de leer mentes asi que sus ojos eran quienes le indicaban -aunque la suerte no es algo que tenga a menudo el infortunio es mas constante- entrecerró los parpados no sabiendo de donde habia salido aquello, cerro los parpados negando de forma imperceptible no debía permitirse hablar sin antes remediar en que decía le habia ocurrido ya con una persona y le habia dañado, como no lo habían hecho desde su huida de Rumania.
-¿trabaja usted?- le cuestiono porque suponía que al igual que el de su arte no podia solo vivir aunque quizá los ajenos no eran vistos con tan mala impresión como los propios.
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Re: Misery [Anuar]
Descansé un momento para poder mirar al joven y prestar completa atención a sus palabras. Sonrió de medio lado cuando le pregunté sobre si aquel refugio era su casa. Me imaginé, pues, que no lo era.
–No yo vivo en un modesto piso, en el refugio encontre un…gato.- le miré confuso arqueando una ceja, ¿un gato? Se me escapó una risa al imaginar que tipo de gato podía ser. ¿Se referiría en realidad a un cambiaformas?. -Entonces compartimos esa suerte aunque…sino es de la alta sociedad ¿Cómo ha hecho eso con tanta fluidez?.- su pregunta me cogió casi por sorpresa, estaba pensando en lo del cambiaformas y no me esperaba que me preguntaran algo así.
Bajé la mirada confundido, no tenía ni la más remota idea de cómo lograba pintar cosas así sin haber asistido nunca a una fiesta de alta sociedad. Un escalofrío me recorrió y cerré el cuardernillo de golpe, frunciendo el ceño. Todos mis dibujos eran así, siempre. Siempre dibujaba cosas relacionadas con la alta sociedad... grandes mansiones, vistas de éstas, gente en ellas en fiestas... y yo jamás había anhelado ser un ricachón sin personalidad, por eso la idea de pintar cosas así me perturbaba.
-Aunque la suerte no es algo que tenga a menudo el infortunio es mas constante.- escuché que decía de pronto, y me decidí a dedicarle una mirada dándole mi completa aprobación. Aunque en el fondo, a veces yo me convertía en ese "infortunio" para muchas personas... agité la cabeza y volví a mirarle. -¿Trabaja usted?-.- añadió tras unos segundos.
-Trátame de tú, las imágenes de mis dibujos son solo imaginaciones de mi pobre mente perturbada... soy demasiado pobre como para llegar a entrar algún día en una fiesta así y que me traten de usted.- me reí amargamente, apretando el cuadernillo contra mi cuerpo y perdiendo la mirada en el agua. -No trabajo, vivo la vida como puedo... vago por el mundo intentando recordar quién soy .- me asustó la tranquila sinceridad con la que le hablaba a aquel chico, ¿acaso él iba a poder entender mi locura? Le asustaría en cuanto descubriera que era un vampiro de lo más sanguinario y cruel.-No entiendo porqué te cuento todo esto...- admití frunciendo el ceño, odiaba el hecho de poder dar pena a alguien. -Es solo que tengo la extraña sensación de que algo en tu vida tuvo que llevarte a la pintura, como a mí....- le miré casi de forma ausente, no sabía bien donde se encontraba mi mente ni hasta donde me inundaba el miedo aquella noche.
–No yo vivo en un modesto piso, en el refugio encontre un…gato.- le miré confuso arqueando una ceja, ¿un gato? Se me escapó una risa al imaginar que tipo de gato podía ser. ¿Se referiría en realidad a un cambiaformas?. -Entonces compartimos esa suerte aunque…sino es de la alta sociedad ¿Cómo ha hecho eso con tanta fluidez?.- su pregunta me cogió casi por sorpresa, estaba pensando en lo del cambiaformas y no me esperaba que me preguntaran algo así.
Bajé la mirada confundido, no tenía ni la más remota idea de cómo lograba pintar cosas así sin haber asistido nunca a una fiesta de alta sociedad. Un escalofrío me recorrió y cerré el cuardernillo de golpe, frunciendo el ceño. Todos mis dibujos eran así, siempre. Siempre dibujaba cosas relacionadas con la alta sociedad... grandes mansiones, vistas de éstas, gente en ellas en fiestas... y yo jamás había anhelado ser un ricachón sin personalidad, por eso la idea de pintar cosas así me perturbaba.
-Aunque la suerte no es algo que tenga a menudo el infortunio es mas constante.- escuché que decía de pronto, y me decidí a dedicarle una mirada dándole mi completa aprobación. Aunque en el fondo, a veces yo me convertía en ese "infortunio" para muchas personas... agité la cabeza y volví a mirarle. -¿Trabaja usted?-.- añadió tras unos segundos.
-Trátame de tú, las imágenes de mis dibujos son solo imaginaciones de mi pobre mente perturbada... soy demasiado pobre como para llegar a entrar algún día en una fiesta así y que me traten de usted.- me reí amargamente, apretando el cuadernillo contra mi cuerpo y perdiendo la mirada en el agua. -No trabajo, vivo la vida como puedo... vago por el mundo intentando recordar quién soy .- me asustó la tranquila sinceridad con la que le hablaba a aquel chico, ¿acaso él iba a poder entender mi locura? Le asustaría en cuanto descubriera que era un vampiro de lo más sanguinario y cruel.-No entiendo porqué te cuento todo esto...- admití frunciendo el ceño, odiaba el hecho de poder dar pena a alguien. -Es solo que tengo la extraña sensación de que algo en tu vida tuvo que llevarte a la pintura, como a mí....- le miré casi de forma ausente, no sabía bien donde se encontraba mi mente ni hasta donde me inundaba el miedo aquella noche.
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Re: Misery [Anuar]
Su mirada se fijo en su propio cuadernillos esperando a que alguna otra imagen azotase sus pensamientos y se enganchase a estos como una imagen fija y casi tangible porque aun con los ojos abiertos y sin presenciar realmente las imágenes parecían cobrar vida, cada detalle y aspecto los sonidos inclusive que debían escucharse de encontrarse realmente en aquellos paisajes de estar con esas personas, de oler lo que en el lugar habia, recordó entonces el olor de humedad y tierra mojada del refugio de Sophia, recordó el sonido del viento ulular entre las piedrecillas que levantaban la estructura enfriando su interior, el cuerpo de la mujer en una esquina, escuchaba su sollozos y de pronto, asi como le parecía revivir el recuerdo se escapaba de sus manos permitiéndole ver el lugar en el que realmente estaba.
Las palabras de Eric le regresaron a la realidad bajando de esa nube de pintor que se creaba cuando creaba –el dinero no hace de la educación- le indico con tranquilidad por lo menos no asi lo creía el, trataría de usted tanto a un pobre como a un rico, le diría las verdades a todo mundo aunque cierto era que prefería ahorrarse los problemas, no huir mas tampoco acudir a ellos, era una persona con paciencia y un criterio que le impedía muchas veces cometer tonterías claro estaba se podia esperar mucho de el si se le daba el tiempo de razonar acciones rápidas, no solian ser asi de buenas.
-¿se ha perdido entonces?- le cuestiono y no refiriéndose precisamente a su cuerpo en el mundo sino a su esencia en su vida, el perderse estaba tan cerca del encontrarse que mucha gente confundía los caminos aquello era fácil de hacer hasta la persona mas inteligente podia caer en el error -¿tiene usted memorias?- cuestiono seguidamente necesitando y no solo anhelando saciar aquella curiosidad que mas parecía una fierecilla hambrienta carcomiéndole las entrañas intentando destruir la reja que le enjaulaba.
-aveces necesitamos contar nuestras penas…supongo que es mas fácil cuando no conoce a la otra persona muy posiblemente…se esta la primera y única ves que nos veamos- indico encogiéndose de hombros, muy posiblemente –y esta usted en lo correcto…- doblo las rodillas hasta tenerlas casi contra su pecho, ubicando el cuadernillo sobre estas y fijando sus ahora iris color de oro fijos en la blancura de la hoja –pero no planeo contar aquello ni quejarme…mi vida debe ser un paraíso en comparación de otras- asevero porque no era de quienes gustaban quejarse, lo hacia si mas nunca con la intención de causar pena en algun ajeno, jamás pretendiendo que alguien se apiadase de su desgracia –mas si usted quiere hablar le escuchare podría percatarse que se y conozco mas de lo que mi edad me permite aparentar- la vida misma se habia encargado de chaparlo a golpes y tropezones se preguntaba si aquel hombre habia tenido un infortunio mayor.
Las palabras de Eric le regresaron a la realidad bajando de esa nube de pintor que se creaba cuando creaba –el dinero no hace de la educación- le indico con tranquilidad por lo menos no asi lo creía el, trataría de usted tanto a un pobre como a un rico, le diría las verdades a todo mundo aunque cierto era que prefería ahorrarse los problemas, no huir mas tampoco acudir a ellos, era una persona con paciencia y un criterio que le impedía muchas veces cometer tonterías claro estaba se podia esperar mucho de el si se le daba el tiempo de razonar acciones rápidas, no solian ser asi de buenas.
-¿se ha perdido entonces?- le cuestiono y no refiriéndose precisamente a su cuerpo en el mundo sino a su esencia en su vida, el perderse estaba tan cerca del encontrarse que mucha gente confundía los caminos aquello era fácil de hacer hasta la persona mas inteligente podia caer en el error -¿tiene usted memorias?- cuestiono seguidamente necesitando y no solo anhelando saciar aquella curiosidad que mas parecía una fierecilla hambrienta carcomiéndole las entrañas intentando destruir la reja que le enjaulaba.
-aveces necesitamos contar nuestras penas…supongo que es mas fácil cuando no conoce a la otra persona muy posiblemente…se esta la primera y única ves que nos veamos- indico encogiéndose de hombros, muy posiblemente –y esta usted en lo correcto…- doblo las rodillas hasta tenerlas casi contra su pecho, ubicando el cuadernillo sobre estas y fijando sus ahora iris color de oro fijos en la blancura de la hoja –pero no planeo contar aquello ni quejarme…mi vida debe ser un paraíso en comparación de otras- asevero porque no era de quienes gustaban quejarse, lo hacia si mas nunca con la intención de causar pena en algun ajeno, jamás pretendiendo que alguien se apiadase de su desgracia –mas si usted quiere hablar le escuchare podría percatarse que se y conozco mas de lo que mi edad me permite aparentar- la vida misma se habia encargado de chaparlo a golpes y tropezones se preguntaba si aquel hombre habia tenido un infortunio mayor.
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Re: Misery [Anuar]
Hacía mucho tiempo que no sentía aquella sensación de vacío sin tener una de mis visiones ¿acaso podía yo llegar a sentirme solo? ¿Necesitaba un hombro en el que llorar? No pretendía dar pena a nadie, pero cuando me paraba a pensar en quién era y que me había llevado a ser la vida, me sentía completamente vacío. ¿Acaso todas mis búsquedas tendrían algún día un final feliz? ¿Y si sabía quién era... me gustaría saberlo? ¿De qué me serviría saberlo? ¿Qué haría después?
Desvié la mirada para volver a mirar al chico, que parecía salir de su nube de creatividad ante mis ausentes palabras.
–El dinero no hace de la educación.- dijo de pronto, con respecto a su manera de tratarme. Me reí, parecía un joven de fieles principios.-¿Se ha perdido entonces?.- comprendí la verdadera ensecia de la pregunta y bajé la mirada para perderme en una ausencia momentánea. Esperé a que formulase todas sus dudas para luego responderle, en medida de lo posible, sin nombrar el hecho de que era un vampiro.-¿Tiene usted memorias?.- preguntó seguidamente, a lo que me atreví a mirarle a los ojos. Me asombraba su curiosidad. -A veces necesitamos contar nuestras penas…supongo que es mas fácil cuando no conoce a la otra persona muy posiblemente…se esta la primera y única ves que nos veamos.- asentí a sus palabras con una leve risa, nunca se sabe a lo que puede llevarnos la vida. –Y esta usted en lo correcto….- Supe de inmediato que esa era su manera de confirmar mis sospechas, no había llegado a la pintura por casualidad, algo le había llevado a ello. –Pero no planeo contar aquello ni quejarme… mi vida debe ser un paraíso en comparación de otras.- su tono de voz se oscureció, haciéndole sonar más frío y seguro de lo que decía. –Mas si usted quiere hablar le escuchare podría percatarse que se y conozco mas de lo que mi edad me permite aparentar.
Me asombraba la madurez con la que hablaba... ¿cuantos años tendría? ¿21, 22? Su voz sonaba como si llevase 1000 años sufriendo una tortura, aunque por alguna razón parecía negarse a hablar de ello. Quizá no quería dar pena, y al igual que yo, prefería callar antes de darla o dar la oportunidad de darla. Sin darme cuenta repasé sus palabras mentalmente y me asombré al percatarme de que ya me había metido en un buen problema, ¿como iba a explicarle mi vida sin nombrar ninguna de mis maldades? No me gustaba fingir ni ocultar cosas, pero la presencia de aquel chico curaba la soledad de la que parecía aquejarse mi alma aquella noche. Intenté ingeniarmelas para encontrar las palabras ajustadas y así poder explicarle, de algún modo, mi penosa vida.
-Yo tampoco suelo hablar de mi vida... si lo hiciera, sentiría que intento dar pena, y no es así, no intento dar pena a nadie... pero creo que a veces es necesario decir esas cosas que tenemos encerradas bajo llave.- se me escapó una amarga risa. -Como respuestas a tus preguntas... sí, me he perdido, no sé a donde va mi vida ni si el destino tiene alguna sorpresa para mí... mis viajes tienen como propósito recordar algo pero....- dirigí mi mirada a la suya, por la madurez de sus palabras esperaba que comprendiese lo que iba a decirle. -¿Qué pasará cuando recuerde? ¿Qué sentido tendrá mi vida? Esto responde a tu segunda pregunta....- dije con otra amarga risa. -No tengo memorias... no sé quién soy, de donde vengo ni a donde se supone que debo ir... recuerdo que me llamo Eric, pero nada más... no sé más..- dudé por un momento en seguir hablando acerca de como había llegado a olvidarlo todo, pero preferí evitar el pequeño detalle de que era vampiro. -A veces tengo visiones....- admití, sabiendo lo ridículo que aquello sonaba. En ocasiones mi mente me juega malas pasadas y me hace ver cosas... imágenes sin sentido que nunca logro encajar... y duele. Duele no saber que quieren decir, qué son, o si son parte de mi vida... duele que mi mente tome el control y me torture de esa forma, me torture hasta el punto de llegar a sentir que estoy muerto en vida. Lo estaba, pero no me refería al hecho de ser vampiro, si no al hecho de que mi mente me dejaba en un estado patético, donde mis sentidos no respondían y solo tenía una cosa en mente, y era la sangre.
-Supongo que por eso llegué a la pintura... a veces me ayuda a evadirme... pero solo a veces.- me decidí a tomar mi cuardernillo y dárselo para que pudiera ver mis múltiples dibujos. -Pintar me calma... pero cuando me doy cuenta de lo que pinto, vuelvo a sentirme en ese patético estado de no saber quién soy... .- fijé mi mirada en el horizonte y hablé de forma casi automática. Siempre pinto escenas que parecen propias de la alta sociedad... fiestas, mansiones, grandes jardines, personas que no conozco... .- cerré los ojos y me reí amargamente. Tómame por un loco, pero ni yo mismo sé porqué pinto todo eso...
Le miré de nuevo y me sentí incómodo al haberle contado todo aquello sin conocerle. Fruncí el ceño avergonzado y bajé la mirada mientras esperaba oír su voz de nuevo, o al menos, el sonido del pasar de las hojas de mi cuardenillo. ¿Por qué lo había hecho? ¿Por qué le había contado todo aquello si parecía que su propia vida era dificil? Qué egoísta me sentí...
Desvié la mirada para volver a mirar al chico, que parecía salir de su nube de creatividad ante mis ausentes palabras.
–El dinero no hace de la educación.- dijo de pronto, con respecto a su manera de tratarme. Me reí, parecía un joven de fieles principios.-¿Se ha perdido entonces?.- comprendí la verdadera ensecia de la pregunta y bajé la mirada para perderme en una ausencia momentánea. Esperé a que formulase todas sus dudas para luego responderle, en medida de lo posible, sin nombrar el hecho de que era un vampiro.-¿Tiene usted memorias?.- preguntó seguidamente, a lo que me atreví a mirarle a los ojos. Me asombraba su curiosidad. -A veces necesitamos contar nuestras penas…supongo que es mas fácil cuando no conoce a la otra persona muy posiblemente…se esta la primera y única ves que nos veamos.- asentí a sus palabras con una leve risa, nunca se sabe a lo que puede llevarnos la vida. –Y esta usted en lo correcto….- Supe de inmediato que esa era su manera de confirmar mis sospechas, no había llegado a la pintura por casualidad, algo le había llevado a ello. –Pero no planeo contar aquello ni quejarme… mi vida debe ser un paraíso en comparación de otras.- su tono de voz se oscureció, haciéndole sonar más frío y seguro de lo que decía. –Mas si usted quiere hablar le escuchare podría percatarse que se y conozco mas de lo que mi edad me permite aparentar.
Me asombraba la madurez con la que hablaba... ¿cuantos años tendría? ¿21, 22? Su voz sonaba como si llevase 1000 años sufriendo una tortura, aunque por alguna razón parecía negarse a hablar de ello. Quizá no quería dar pena, y al igual que yo, prefería callar antes de darla o dar la oportunidad de darla. Sin darme cuenta repasé sus palabras mentalmente y me asombré al percatarme de que ya me había metido en un buen problema, ¿como iba a explicarle mi vida sin nombrar ninguna de mis maldades? No me gustaba fingir ni ocultar cosas, pero la presencia de aquel chico curaba la soledad de la que parecía aquejarse mi alma aquella noche. Intenté ingeniarmelas para encontrar las palabras ajustadas y así poder explicarle, de algún modo, mi penosa vida.
-Yo tampoco suelo hablar de mi vida... si lo hiciera, sentiría que intento dar pena, y no es así, no intento dar pena a nadie... pero creo que a veces es necesario decir esas cosas que tenemos encerradas bajo llave.- se me escapó una amarga risa. -Como respuestas a tus preguntas... sí, me he perdido, no sé a donde va mi vida ni si el destino tiene alguna sorpresa para mí... mis viajes tienen como propósito recordar algo pero....- dirigí mi mirada a la suya, por la madurez de sus palabras esperaba que comprendiese lo que iba a decirle. -¿Qué pasará cuando recuerde? ¿Qué sentido tendrá mi vida? Esto responde a tu segunda pregunta....- dije con otra amarga risa. -No tengo memorias... no sé quién soy, de donde vengo ni a donde se supone que debo ir... recuerdo que me llamo Eric, pero nada más... no sé más..- dudé por un momento en seguir hablando acerca de como había llegado a olvidarlo todo, pero preferí evitar el pequeño detalle de que era vampiro. -A veces tengo visiones....- admití, sabiendo lo ridículo que aquello sonaba. En ocasiones mi mente me juega malas pasadas y me hace ver cosas... imágenes sin sentido que nunca logro encajar... y duele. Duele no saber que quieren decir, qué son, o si son parte de mi vida... duele que mi mente tome el control y me torture de esa forma, me torture hasta el punto de llegar a sentir que estoy muerto en vida. Lo estaba, pero no me refería al hecho de ser vampiro, si no al hecho de que mi mente me dejaba en un estado patético, donde mis sentidos no respondían y solo tenía una cosa en mente, y era la sangre.
-Supongo que por eso llegué a la pintura... a veces me ayuda a evadirme... pero solo a veces.- me decidí a tomar mi cuardernillo y dárselo para que pudiera ver mis múltiples dibujos. -Pintar me calma... pero cuando me doy cuenta de lo que pinto, vuelvo a sentirme en ese patético estado de no saber quién soy... .- fijé mi mirada en el horizonte y hablé de forma casi automática. Siempre pinto escenas que parecen propias de la alta sociedad... fiestas, mansiones, grandes jardines, personas que no conozco... .- cerré los ojos y me reí amargamente. Tómame por un loco, pero ni yo mismo sé porqué pinto todo eso...
Le miré de nuevo y me sentí incómodo al haberle contado todo aquello sin conocerle. Fruncí el ceño avergonzado y bajé la mirada mientras esperaba oír su voz de nuevo, o al menos, el sonido del pasar de las hojas de mi cuardenillo. ¿Por qué lo había hecho? ¿Por qué le había contado todo aquello si parecía que su propia vida era dificil? Qué egoísta me sentí...
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Re: Misery [Anuar]
Escucho con atención cada una de sus palabras, le sorprendido un tanto el cambio del hombre de pasar de frívolas palabras y risas que parecían estar cargadas con sorna e indiferencia habia pasado a hablarle de una forma tal que habia pasado varios minutos en silencio escuchándole solo eso, escuchando porque necesitaba reflexionar lo que decía habían varios factores que podían impedir la comunicación, una cosa era la que se quería decir, la que se decía, la que se pensaba decir, la que se escuchaba, la que se quería escuchar y la que se ignoraba habia tanto por donde distraerse y mas sin embargo su mente se mantenía fija en lo que escuchaba.
-tendra el sentido que quiera usted darle- aseguro en voz baja y con tranquilidad, pensaba y reflexionaba como siempre el raciocinio estaba de su lado por eso le agradaba comprender era una forma de no sentirse tan desprotegido –porque no somos nuestro pasado sino nuestro presente este momento…- era difícil decir que era una persona, no era pensamientos sino sentimientos, nisiquiera era acciones sino emociones, era lo que hacia y dejaba de hacer lo que anhelaba y lo temia era todo y lo era nada.
Tomo el cuadernillo dudando unos instantes comenzando a hojearlo al final para fijar sus ojos color de miel sobre los dibujos y siluetas sobre las personas y ocasiones –ha pensando que quizá…¿este es tu pasado?- le cuestiono con demasiada obviedad por lo menos a su razonamiento asi era si su mente le hacia plasmar aquello era por que en algun lugar de ella aun estaba tangibles los recuerdos.
-lo que no recuerdas es lo que fuiste, ahora eres y seras…eres lo que te mueve, eres un pintor, eres pobre, eres una persona, eres…lo que quieres ser- mentiras uno era lo que aparentaba ser, lo que quería ser, lo que los demás creían que era y lo que realmente era, una gallina por ejemplo por mas que quisiese ser águila jamás llegaría a serlo…jamás pero siempre podia querer serlo, mentirse porque en ocasiones las mentiras se volvían verdades para algunos.
-pero- murmuro pensando, volteándole a ver con comprensión o algun sentimiento parecido a aquel en sus ojos, no sabia si era mejor conocer o ignorar el pasado…por lo menos el suyo estaba mas presente de lo que deseaba -¿ha intentado asistir a alguna de esas fiestas? Quizá logre asi recordar algo- aseguro calmo como usualmente lo estaba el ver en su rostro alguna clase de expresión o sentimiento no era nada usual sino mas bien efímeros momentos de su vida.
Le regreso el cuadernillo sacudiéndose las manos por el carboncillo –es un gran artista- le dijo sin mas dejando el propio a un lado las ganas de expresar su molestia con trazos se habia esfumado al escuchar las palabras ajenas, la curiosidad le habia embaucado, le habia cegado como una sutil oferta de lo mas preciado y no habia ya forma de parar, dejarla a medias seria solo una tortura –disculpe la pregunta pero…¿hace cuanto que no recuerda?- cuestiono sin mayor afán de nada, podia tener años, meses, semanas quizás días, podría tener décadas ¿décadas? ¿y siglos? Agito la cabeza disimuladamente alejando tales y cuales pensamientos.
-tendra el sentido que quiera usted darle- aseguro en voz baja y con tranquilidad, pensaba y reflexionaba como siempre el raciocinio estaba de su lado por eso le agradaba comprender era una forma de no sentirse tan desprotegido –porque no somos nuestro pasado sino nuestro presente este momento…- era difícil decir que era una persona, no era pensamientos sino sentimientos, nisiquiera era acciones sino emociones, era lo que hacia y dejaba de hacer lo que anhelaba y lo temia era todo y lo era nada.
Tomo el cuadernillo dudando unos instantes comenzando a hojearlo al final para fijar sus ojos color de miel sobre los dibujos y siluetas sobre las personas y ocasiones –ha pensando que quizá…¿este es tu pasado?- le cuestiono con demasiada obviedad por lo menos a su razonamiento asi era si su mente le hacia plasmar aquello era por que en algun lugar de ella aun estaba tangibles los recuerdos.
-lo que no recuerdas es lo que fuiste, ahora eres y seras…eres lo que te mueve, eres un pintor, eres pobre, eres una persona, eres…lo que quieres ser- mentiras uno era lo que aparentaba ser, lo que quería ser, lo que los demás creían que era y lo que realmente era, una gallina por ejemplo por mas que quisiese ser águila jamás llegaría a serlo…jamás pero siempre podia querer serlo, mentirse porque en ocasiones las mentiras se volvían verdades para algunos.
-pero- murmuro pensando, volteándole a ver con comprensión o algun sentimiento parecido a aquel en sus ojos, no sabia si era mejor conocer o ignorar el pasado…por lo menos el suyo estaba mas presente de lo que deseaba -¿ha intentado asistir a alguna de esas fiestas? Quizá logre asi recordar algo- aseguro calmo como usualmente lo estaba el ver en su rostro alguna clase de expresión o sentimiento no era nada usual sino mas bien efímeros momentos de su vida.
Le regreso el cuadernillo sacudiéndose las manos por el carboncillo –es un gran artista- le dijo sin mas dejando el propio a un lado las ganas de expresar su molestia con trazos se habia esfumado al escuchar las palabras ajenas, la curiosidad le habia embaucado, le habia cegado como una sutil oferta de lo mas preciado y no habia ya forma de parar, dejarla a medias seria solo una tortura –disculpe la pregunta pero…¿hace cuanto que no recuerda?- cuestiono sin mayor afán de nada, podia tener años, meses, semanas quizás días, podría tener décadas ¿décadas? ¿y siglos? Agito la cabeza disimuladamente alejando tales y cuales pensamientos.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Misery [Anuar]
Hubo un largo silencio donde no me atreví a mirar al chico. No entedía la idea de volverme de pronto tan sincero con un desconocido, ¿acaso le conocía y no lo sabía? O simplemente, ¿el hecho de interesarse en lo que se ocultaba bajo mi frialdad me volvía tan estúpidamente sincero? Sentí que un conflicto mental me invadía, no entendía porqué una parte de mí se mostraba tan sincera y la otra, simplemente tan hermética y negativa. ¿Se aprovecharía aquel chico de mi debilidad? ¡Pero cómo iba a aprovecharse!
Deseé que hablara ya y acallara aquellas voces internas que se empeñaban en torturarme.
-Tendrá el sentido que quiera usted darle- dijo finalmente, con voz baja y tranquiladad, como si fuera algo que se diese por hecho –Porque no somos nuestro pasado sino nuestro presente este momento…- aquellas palabras sonaron confusas en mi mente, el presente estaba vacío sin el pasado, ¿como sería entonces el futuro? ¿Qué es una persona si no sabe quién es? ¿Qué es una persona sin sus recuerdos, sin todo lo que le ha hecho crecer y cambiar? ¿Qué es una persona sin saber sus errores? ¿Qué es una persona sin saber que le ha hecho crecer?, me susurró una vez en mi mente.
Con dificultad me atreví a mirarle, para observar como tomaba el cuadernillo y comenzaba a hojearlo.
–Ha pensando que quizá…¿este es tu pasado?.- lo dijo con tanta obviedad que me sentí ridículo. Pero jamás había pensado en eso... Se llama miedo, dijo aquella voz en mí, aturdiéndome. Yo que pregonaba el miedo como una religión, y el miedo me invadía a mí. -Lo que no recuerdas es lo que fuiste, ahora eres y seras…eres lo que te mueve, eres un pintor, eres pobre, eres una persona, eres…lo que quieres ser.- aquello sonó a una mentira... o quizá a una media verdad. ¿Quién era yo? Un vampiro torturado por su propia mente, pero aparentaba ser un maldito demonio con el fin de acallar mis propios tormentos... -Pero.- murmuró interrumpiendo mis pensamientos, buscando alguna expresión en mis ojos. Le miré extrañamente nervioso, como un niño que espera la bendición de su madre. -¿Ha intentado asistir a alguna de esas fiestas? Quizá logre asi recordar algo.- aseguró con tranquilidad.
Me devolvió el cuadernillo sacudiéndose las manos por el carboncillo para luego añadir:
–Es un gran artista.- su comentario me abrumó por un momento, me sentí avergonzado y apreté el cuadernillo con fuerza. No supe bien como tomarme el comentario... todo aquello era muy extraño para mí. –Disculpe la pregunta pero…¿hace cuanto que no recuerda?.
Oh, oh.. ¿Como iba a explicarle de repente que yo era un vampiro? Todo era un poco difícil de decirle "Soy vampiro". Suspiré con fuerza apretando con ligereza el puente de mi nariz.
-Gracias....- comencé, señalando con la mirada el cuadernillo. -Pero, a tus palabras... he de decirte que no creo que una persona pueda llegar a ser nada sin sus recuerdos... ¿qué puedes llegar a ser si no tienes nada a lo que aferrarte? ¿Qué puedes llegar a ser si no conoces tus errores? No puedes ser nada... porque sin pasado, no puedes crecer... solo puedes estancarte y sufrir... y sobre todo, sufrir porque te da miedo descubrir quién eres... quizá por eso nunca había pensando que mis dibujos pueden ser una imagen de mi pasado... .- suspiré por un momento y volví a mirarle. -Creo que ese miedo que me corrompe me lleva a no enfrentarme a mi pasado... por ello, nunca he intentado ir a esas fiestas, aunque me he atrevido a buscar los paisajes que dibujo... sin éxito... hace mucho que no recuerdo... no sé cuanto.- mentí torpemente, y busqué un rápido cambio de conversación. -Pero desde entonces mi vida no ha tenido sentido... ni rumbo... quizá me haya superado el miedo a enfrentarme a la verdad, pero ¿y si descubro algo terrorífico en mi pasado? ¿Como viviré entonces?
Todo era muy confuso y mil preguntas me rondaban... las mil preguntas que atormentaban día a día mi existencia.
Deseé que hablara ya y acallara aquellas voces internas que se empeñaban en torturarme.
-Tendrá el sentido que quiera usted darle- dijo finalmente, con voz baja y tranquiladad, como si fuera algo que se diese por hecho –Porque no somos nuestro pasado sino nuestro presente este momento…- aquellas palabras sonaron confusas en mi mente, el presente estaba vacío sin el pasado, ¿como sería entonces el futuro? ¿Qué es una persona si no sabe quién es? ¿Qué es una persona sin sus recuerdos, sin todo lo que le ha hecho crecer y cambiar? ¿Qué es una persona sin saber sus errores? ¿Qué es una persona sin saber que le ha hecho crecer?, me susurró una vez en mi mente.
Con dificultad me atreví a mirarle, para observar como tomaba el cuadernillo y comenzaba a hojearlo.
–Ha pensando que quizá…¿este es tu pasado?.- lo dijo con tanta obviedad que me sentí ridículo. Pero jamás había pensado en eso... Se llama miedo, dijo aquella voz en mí, aturdiéndome. Yo que pregonaba el miedo como una religión, y el miedo me invadía a mí. -Lo que no recuerdas es lo que fuiste, ahora eres y seras…eres lo que te mueve, eres un pintor, eres pobre, eres una persona, eres…lo que quieres ser.- aquello sonó a una mentira... o quizá a una media verdad. ¿Quién era yo? Un vampiro torturado por su propia mente, pero aparentaba ser un maldito demonio con el fin de acallar mis propios tormentos... -Pero.- murmuró interrumpiendo mis pensamientos, buscando alguna expresión en mis ojos. Le miré extrañamente nervioso, como un niño que espera la bendición de su madre. -¿Ha intentado asistir a alguna de esas fiestas? Quizá logre asi recordar algo.- aseguró con tranquilidad.
Me devolvió el cuadernillo sacudiéndose las manos por el carboncillo para luego añadir:
–Es un gran artista.- su comentario me abrumó por un momento, me sentí avergonzado y apreté el cuadernillo con fuerza. No supe bien como tomarme el comentario... todo aquello era muy extraño para mí. –Disculpe la pregunta pero…¿hace cuanto que no recuerda?.
Oh, oh.. ¿Como iba a explicarle de repente que yo era un vampiro? Todo era un poco difícil de decirle "Soy vampiro". Suspiré con fuerza apretando con ligereza el puente de mi nariz.
-Gracias....- comencé, señalando con la mirada el cuadernillo. -Pero, a tus palabras... he de decirte que no creo que una persona pueda llegar a ser nada sin sus recuerdos... ¿qué puedes llegar a ser si no tienes nada a lo que aferrarte? ¿Qué puedes llegar a ser si no conoces tus errores? No puedes ser nada... porque sin pasado, no puedes crecer... solo puedes estancarte y sufrir... y sobre todo, sufrir porque te da miedo descubrir quién eres... quizá por eso nunca había pensando que mis dibujos pueden ser una imagen de mi pasado... .- suspiré por un momento y volví a mirarle. -Creo que ese miedo que me corrompe me lleva a no enfrentarme a mi pasado... por ello, nunca he intentado ir a esas fiestas, aunque me he atrevido a buscar los paisajes que dibujo... sin éxito... hace mucho que no recuerdo... no sé cuanto.- mentí torpemente, y busqué un rápido cambio de conversación. -Pero desde entonces mi vida no ha tenido sentido... ni rumbo... quizá me haya superado el miedo a enfrentarme a la verdad, pero ¿y si descubro algo terrorífico en mi pasado? ¿Como viviré entonces?
Todo era muy confuso y mil preguntas me rondaban... las mil preguntas que atormentaban día a día mi existencia.
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Re: Misery [Anuar]
Suspiro encogiéndose de hombros el tenia un pasado y su único problema era tenerlo aun demasiado presente seguramente estaría mejor sino recordase mas de no recordar muy posiblemente se negase a dejarlo ir, se esmeraría en conocerlo no sabiendo que era mejor olvidar.
Penso intentando poder explicar con palabras lo que en su mente tenia lugar una disputa entre dos ideas, ambas igual de validas, ambas igual de engañosas por un segundo pensó en decir Dios ¿Dios seria su amparo? Claro ni el mismo pensaba aquello porque aquel padre al que de forma tan devota le rendían rezos y habladurías solia abandonar a sus hijos, tener favoritismo, darle mucha suerte a unos y arrebatarle todo a otros, negro o blanco ¿no habia acaso nada intermedio?.
-uno puede intentar siempre mejorar- ¿Cómo explicarle que el mismo decidiría no recordar? No habia como sencillamente acallo –el pasado no nos forma sino las experiencias ¿no puedes acaso ahora sentir? Mmm…- murmuro ideando -¿y si fuiste en aquel entonces un ladrón? ¿lo serias ahora por saberlo? Aunque sin recordar no lo fueses…-se mordió el labio inferior con fuerza esforzando por acomodar sus ideas de forma elocuentes antes de dejarlas aflorar sin remediar en ello.
-¿no es entonces mejor dejar tu pasado atrás? Construir un aquí y un ahora- murmuro girando el cuerpo completo para poder verle mejor, aquella persona le confundía, alzaba en el una curiosidad poco propia y le incitaba a seguir cuestionándole, le incitaba a querer resolver aquel misterio –si te atormenta no saber deberías entonces indagar ¿pero que seria si lo que descubres no era lo que deseabas? Podrías mejorarlo…o podrías caer en el error nuevamente- seria entonces como aquel cuento, del hombre que por saber su fortuna habia terminado haciendo aunque no habia sido mas que una simple farsa.
-¿puede ser tu pasado mas terrorífico que tu presente?- le cuestiono observándole con fijeza con aquellos iris color de oro resplandecientes de curiosidad, no le conocía y por ende no podia decirle que era mejor o que era peor ¿y si por abrir la boca de mas Eric terminaba tomandola la decisión errónea? Mejor seria dejarle decidir el, seguirle únicamente en lo que decidiese ¿seguirle?¿planeaba acaso brindarle un “apoyo” para aquello? No claro que no…¿o si?.
Penso intentando poder explicar con palabras lo que en su mente tenia lugar una disputa entre dos ideas, ambas igual de validas, ambas igual de engañosas por un segundo pensó en decir Dios ¿Dios seria su amparo? Claro ni el mismo pensaba aquello porque aquel padre al que de forma tan devota le rendían rezos y habladurías solia abandonar a sus hijos, tener favoritismo, darle mucha suerte a unos y arrebatarle todo a otros, negro o blanco ¿no habia acaso nada intermedio?.
-uno puede intentar siempre mejorar- ¿Cómo explicarle que el mismo decidiría no recordar? No habia como sencillamente acallo –el pasado no nos forma sino las experiencias ¿no puedes acaso ahora sentir? Mmm…- murmuro ideando -¿y si fuiste en aquel entonces un ladrón? ¿lo serias ahora por saberlo? Aunque sin recordar no lo fueses…-se mordió el labio inferior con fuerza esforzando por acomodar sus ideas de forma elocuentes antes de dejarlas aflorar sin remediar en ello.
-¿no es entonces mejor dejar tu pasado atrás? Construir un aquí y un ahora- murmuro girando el cuerpo completo para poder verle mejor, aquella persona le confundía, alzaba en el una curiosidad poco propia y le incitaba a seguir cuestionándole, le incitaba a querer resolver aquel misterio –si te atormenta no saber deberías entonces indagar ¿pero que seria si lo que descubres no era lo que deseabas? Podrías mejorarlo…o podrías caer en el error nuevamente- seria entonces como aquel cuento, del hombre que por saber su fortuna habia terminado haciendo aunque no habia sido mas que una simple farsa.
-¿puede ser tu pasado mas terrorífico que tu presente?- le cuestiono observándole con fijeza con aquellos iris color de oro resplandecientes de curiosidad, no le conocía y por ende no podia decirle que era mejor o que era peor ¿y si por abrir la boca de mas Eric terminaba tomandola la decisión errónea? Mejor seria dejarle decidir el, seguirle únicamente en lo que decidiese ¿seguirle?¿planeaba acaso brindarle un “apoyo” para aquello? No claro que no…¿o si?.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Misery [Anuar]
Escuché de pronto un suspiro por su parte, y mirándole de reojo vi como se encogía de hombros. Por un momento pensé que su pasado parecía ser la causa de su dolor. ¿Habría hecho algo malo?
Algo peor que tú seguro que no, susurró una voz dentro de mí, haciendo que se me dibujase una fría sonrisa que logré disimular.
-Uno puede intentar siempre mejorar. - ¿mejorar? ¿Cómo podía mejorar un vampiro sin memoria? –El pasado no nos forma sino las experiencias ¿no puedes acaso ahora sentir? Mmm…- dijo en un murmullo, con aire pensativo -¿y si fuiste en aquel entonces un ladrón? ¿lo serias ahora por saberlo? Aunque sin recordar no lo fueses…-.- por un momento, me dio la impresión de que intentaba convercerme, como si su pasado fuera tan terrorífico que de algún modo, envidiase mi situación.- -¿No es entonces mejor dejar tu pasado atrás? Construir un aquí y un ahora- murmuró girándose por completo para mirarme, como si quisiera comprenderme, como si quisiera cesar su curiosidad pero a la vez... ¿ayudarme? Otra vez aquel debate mental –Si te atormenta no saber deberías entonces indagar ¿pero que seria si lo que descubres no era lo que deseabas? Podrías mejorarlo…o podrías caer en el error nuevamente.- Aquellas palabras me aturdieron. Solía torturarme tantas veces con esas preguntas... cerré los ojos molesto por un momento.
-¿Puede ser tu pasado mas terrorífico que tu presente?- sus palabras se clavaron en mi pecho como si se tratasen de dos cuchillos. ¿Podía serlo? ¿Podía ser peor de humano que de vampiro? ¿Habría cometido crímenes más atroces que los que ya cometía? ¿Qué clase de hombre podría haber sido?
Cerré los ojos con fuerza y me cubrí los ojos con las manos, subiéndolas luego para tirarme suavemente del pelo. ¿Significaban mis temores que había sido un monstruo mayor del que ya era? Apreté los dientes, desesperado. Me tiré de nuevo del pelo y suspiré con fuerza. ¿Por qué no podía recordar nada? ¿Era una maldición? ¿O un castigo?
-Ojalá pudiera responder a tus preguntas... ojalá pudiera hacerme una idea de qué clase de persona he sido....- susurré, atreviéndome a mirar a sus ojos. -Pero no lo sé... y la idea no deja de torturarme, el miedo a descubrir la verdad amarga mis días, pero la necesidad de saberlo obstruye mi pecho matando mis ganas de vivir... ¡qué demonios he hecho para merecerme esto!.- exclamé con voz débil y desesperada, ocultando la cabeza entre mis piernas. -No dejan de torturarme las preguntas... ¿qué será de mí cuando descubra la verdad? Las experiencias no me bastan si no sé quién soy... pero tampoco sé si cuando lo sepa, tendré un motivo para vivir, para crearme ese "aquí y ahora" del que me hablas... ¡esto es una maldita locura!.- volví las manos a mi pelo y tiré más fuerte que antes, la tortura mental parecía quedarse corta al expresar todos mis sentimientos
Algo peor que tú seguro que no, susurró una voz dentro de mí, haciendo que se me dibujase una fría sonrisa que logré disimular.
-Uno puede intentar siempre mejorar. - ¿mejorar? ¿Cómo podía mejorar un vampiro sin memoria? –El pasado no nos forma sino las experiencias ¿no puedes acaso ahora sentir? Mmm…- dijo en un murmullo, con aire pensativo -¿y si fuiste en aquel entonces un ladrón? ¿lo serias ahora por saberlo? Aunque sin recordar no lo fueses…-.- por un momento, me dio la impresión de que intentaba convercerme, como si su pasado fuera tan terrorífico que de algún modo, envidiase mi situación.- -¿No es entonces mejor dejar tu pasado atrás? Construir un aquí y un ahora- murmuró girándose por completo para mirarme, como si quisiera comprenderme, como si quisiera cesar su curiosidad pero a la vez... ¿ayudarme? Otra vez aquel debate mental –Si te atormenta no saber deberías entonces indagar ¿pero que seria si lo que descubres no era lo que deseabas? Podrías mejorarlo…o podrías caer en el error nuevamente.- Aquellas palabras me aturdieron. Solía torturarme tantas veces con esas preguntas... cerré los ojos molesto por un momento.
-¿Puede ser tu pasado mas terrorífico que tu presente?- sus palabras se clavaron en mi pecho como si se tratasen de dos cuchillos. ¿Podía serlo? ¿Podía ser peor de humano que de vampiro? ¿Habría cometido crímenes más atroces que los que ya cometía? ¿Qué clase de hombre podría haber sido?
Cerré los ojos con fuerza y me cubrí los ojos con las manos, subiéndolas luego para tirarme suavemente del pelo. ¿Significaban mis temores que había sido un monstruo mayor del que ya era? Apreté los dientes, desesperado. Me tiré de nuevo del pelo y suspiré con fuerza. ¿Por qué no podía recordar nada? ¿Era una maldición? ¿O un castigo?
-Ojalá pudiera responder a tus preguntas... ojalá pudiera hacerme una idea de qué clase de persona he sido....- susurré, atreviéndome a mirar a sus ojos. -Pero no lo sé... y la idea no deja de torturarme, el miedo a descubrir la verdad amarga mis días, pero la necesidad de saberlo obstruye mi pecho matando mis ganas de vivir... ¡qué demonios he hecho para merecerme esto!.- exclamé con voz débil y desesperada, ocultando la cabeza entre mis piernas. -No dejan de torturarme las preguntas... ¿qué será de mí cuando descubra la verdad? Las experiencias no me bastan si no sé quién soy... pero tampoco sé si cuando lo sepa, tendré un motivo para vivir, para crearme ese "aquí y ahora" del que me hablas... ¡esto es una maldita locura!.- volví las manos a mi pelo y tiré más fuerte que antes, la tortura mental parecía quedarse corta al expresar todos mis sentimientos
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Re: Misery [Anuar]
Se mordio nuevamente el labio inferior intentando hacerlo sentir mejor ¿Qué le importaba a el como se sentía? No debía porque y mas sin embargo se encontraba ahí, sentado alado de un completo extraño por el cual se preocupaba de una forma inusual, intentando ayudarle en su problema de memorias porque…¿Por qué? No habia una respuesta mas tampoco necesitaba una no por lo menos una de el mismo sino una ajena, aquella que saciase su curiosidad ¿tan egoísta era? No asi de egoísta lo hacia sentir por no querer creer que aquel lado humanístico se comenzaba a apoderar de su ser, quien acostumbraba a la soledad como única compañera, los años y la vida como fieles maestros, el infortunio como cuna de nacimiento y los azares como camino el, quien jamás se habia preocupado por otros y que sin embargo se encontraba ahí mordiéndose el labio inferior y dejando su mano a medio camino ¿debia tocarle? No…no.
-lamento no ser de ayuda- murmuro retrayendo el brazo por completo, pegándolo a su pecho donde su corazón latia aplaciblemente a pesar de la confusión escuchaba el tamboriteo que este producía y podia si cerraba los ojos sentir como bombeaba la sangre o imaginar poder sentir aquello, aquella sangre que Soren decía tanto añorar el como buen humano que era, si esque era bueno, no encontraba el motivo del deleite con aquello que a sus labios resultaba amarga y casi metalica, un sabor nada apetecible desde su parecer, negó ¿no habia ido a aquel lugar a olvidar?
-el aquí y ahora no se crea sino que se vive…lo lamento yo…- murmuro suponiendo que sus palabras solo le hacían confundirse mas, callarse no era parte de su naturaleza mas tampoco ayudar y se encontraba ahí con una mano sobre el hombro ajeno…¿Qué?...alejo con rapidez su mano al percatarse de ellos como si acabase de cometer el peor perjurio de todos –me callare- aseguro desviando la mirada azorado de si mismo, de sus pensamientos y comportamientos.
-¿Quién eres?- le cuestiono frunciendo levemente el entrecejo , volteándole a ver con gesto serio y curioso –no quien eras sino…¿Qué eres ahora? en este momento- explico ladeando el rostro en aquel ahora usual gesto de tangible curiosidad.
-lamento no ser de ayuda- murmuro retrayendo el brazo por completo, pegándolo a su pecho donde su corazón latia aplaciblemente a pesar de la confusión escuchaba el tamboriteo que este producía y podia si cerraba los ojos sentir como bombeaba la sangre o imaginar poder sentir aquello, aquella sangre que Soren decía tanto añorar el como buen humano que era, si esque era bueno, no encontraba el motivo del deleite con aquello que a sus labios resultaba amarga y casi metalica, un sabor nada apetecible desde su parecer, negó ¿no habia ido a aquel lugar a olvidar?
-el aquí y ahora no se crea sino que se vive…lo lamento yo…- murmuro suponiendo que sus palabras solo le hacían confundirse mas, callarse no era parte de su naturaleza mas tampoco ayudar y se encontraba ahí con una mano sobre el hombro ajeno…¿Qué?...alejo con rapidez su mano al percatarse de ellos como si acabase de cometer el peor perjurio de todos –me callare- aseguro desviando la mirada azorado de si mismo, de sus pensamientos y comportamientos.
-¿Quién eres?- le cuestiono frunciendo levemente el entrecejo , volteándole a ver con gesto serio y curioso –no quien eras sino…¿Qué eres ahora? en este momento- explico ladeando el rostro en aquel ahora usual gesto de tangible curiosidad.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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