Un día rutinario.. [Libre]

Me encontraba entre el insufrible olor a tabaco y alcohol, algo inminente en el lugar en que estaba, al entrar en el lugar cada fin de semana mi naríz se encogía pero después de algunos minutos terminaba por acostumbrarse al olor, lo mismo sucedía con mis ojos, los cuales tenían que aprender a distinguir perfectamente en un ambiente oscuro, sombrío. Mis sentidos tenían que agudizarse y mi equilibrio debía mantenerse a la perfección, cosa que afortunadamente no me causaba conflictos a menudo, así pues mientras el humo desprendido por los puros se impregnaba en mi vestido rojo que dejaba entrever por el escote un poco de mis pechos, y mi cabello negro caía sobre mis hombros tomé una charola que tenía encima dos cervezas y me dirigí hacia la mesa a la cual había de atender.

.-Dos cervezas para vuesas merdcedes-. dije con un tono carente de sentimientos al ver a los dos hombres que disfrutaban de su vista al parecer, uno de los defectos mas insoportables de este trabajo, me dí la vuelta inmediatamente y caminé de regreso a la barra no prestando atención a los comentarios que hacían aquellos dos hombres que, por lo que pude apreciar, ya estaban ebrios, no era inusual, lo inusual era ver a alguien en sus cinco sentidos aquí, pero por fortuna el tiempo que llevaba trabajando aquí hacía de mí una mujer que podía lidiar con aquellos efímeros problemas, este era el ambiente usual, el ambiente que una simple cortesana tenía que pasar a diario, una realidad inminente de la que no podía escapar, pero al menos esa realidad no estaba tan truncada como algunas otras de las cuales yo tenía conocimiento.

.-Vamos niña, ¿pero qué haces ahí parada? no te he contratado para exibirte sino para trabajar, así que toma esta charola y mueve tu lindo cuerpo hacia la mesa del fondo y haz lo que te corresponde!....-. Me dí la vuelta antes de que el cantinero terminara de hablar, si no fuese porque él era mi jefe ya le hubiese respondido como se merecía, sin embargo, tampoco él me era tan importante como para tener en cuenta sus estúpidas palabras, hice lo que tenía que hacer y me dirigí de nuevo a cumplir con mis deberes....

Dejé la orden del muchacho sobre su mesa el pobre hombre ya ni siquiera podía mantenerse en pie, yacía tirado sobre la silla apenas pudiendo abrir los ojos con esfuerzo, lloraba, y ni sus lágrimas lastimeras lograban que alguien se apiadara de él, era muy jóven y me dio lástima, pero sus problemas no eran los míos, aún así, era penoso ver que personas tan jóvenes hecharan por la borda su vida, así sin más. Cuando me dí la vuelta el chico se quejó y tomo con pesadez el tarro de cerveza, momentos después se oyó un estruendoso ruido y me imaginé lo que había pasado, pero no voltee a ver, me segui de largo y le dije al encargado de la limpieza que había que retirar cerveza del piso y probablemente algún vómito de aquel pobre ser. Era difícil, lastimero observar estas situaciones, pero así era la vida, cada quien elige como vivirla, y si unos decidían tirarse al alcohol sin importarles acabar con su existencia no me incumbía, eran cobardes, eso simplemente, siempre había remedio, pero al parecer muchos de nosotros eramos muy débiles en esta situación.

Volví a dejar la charola en la barra esperando nuevos pedidos, entonces la ví, una silueta blanquecina que se movía grácilmente por entre todos los demás, su vestimenta delataba su nivel social, probablemente la dueña, porque no cualquier dama de clase alta se paseaba por estos lugares, aunque.... probablemente "una de ellos" si lo haría sin importarle que la vieran, la mayoría no se daba cuenta porque en este mundo nadie sabía de la existencia de lo sobrenatural, y de cualquier forma todos estaban ebrios, y era de noche, el mejor momento para salir, el mejor momento de "ellos".

Incliné la cabeza al saludarla e hhice una pequeña reverencia, tal cual debía hacer una sirvienta ante su amo, pero esto simplemente se debía al protocolo social, y a que tenía cierto recelo ante la presencia de los vampiros, eso era general, debido a que uno había marcado mi existencia con anterioridad.
.-Elianisse milady-. contesté con un tono suave, ella me oiría a la perfección aún con todo el ruido a nuestro alrededor, no mencioné mi apellido, para alguien de clase baja eso era irrelevante, bastaba con que supiesen tu nombre. Levante la vista entonces y mire su pálido rostro carente de sentimientos, inescrutable, indiferente pero a la vez sus ojos profundos intimidaban a cualquiera, su complexión era delgada tanto de su rostro como de su cuerpo, facciones finas y movimientos gráciles impropios de un simple humano, esperé a que ella volviera a hablar o a que me dejara marchar a algun lado. Mientras tanto pose mi mano en mi cabello y lo pase hacia adelante para que tapase un poco la marca de la vena en mi cuello, era un movimiento involuntario que tenía desde hace algunos años cuando me encontraba cerca de alguno de esos seres.

Hay algo en esa vampiresa que no es normal, o tal vez es que no conozco a todos, no me obliga a hacer reverencias, no quiere que las haga frente a ella, realmente me sorprende que alguien hable así tratandose porsupuesto de alguien que es por mucho más en la sociedad que tú.
.-Disculpe milady, es solo que no me puedo comportar de otra forma ant usted, pero si no tiene a bien que haga eso no se repetira-. contesté con el mismo tono de sutileza, como ya había sospechado, había oido sin problemas lo que le había dicho antes, así que bien oiría lo que le acababa de decir. .-Un gusto.... Lorraine-. resultaa extraño llamar por su primer nombre y sin anteponer un "lady" a una dama como ella, pero bueno, cada uno tenía sus propios gustos, y por otro lado, debía comportarme al menos en mi trabajo, como los dueños quisieran, eso claro respetando algunos de los acuerdos a los que hhubiesemos llegado.

La mire un rato y contesté sinceramente a su interrogante, no había mentiras que decir ni cosas que ocultar, mi trabajo como mesera era eso simplemente, y era lo único que poseía a mi alcance y con lo que recibía una paga con la que bien me podía mantener.
.-Servicio milady, cuando me entere de la vacante para el empleo de Mesera decidí tomarlo, y hare únicamente lo que eso implique, llevar bebidas de aquí para alla toda la noche o hasta que todos se vayan o sean sacados, tomar ordenes y llevarlas al cantinero, recibir la paga y darsela, y las propinas que ellos tengan a bien darme, solo eso, pero creo que mis palabras sobran, no se puede decir mucho de una humilde mesera-. mencioné lo de "ser sacados" recordando al jóven que probablemente al día siguiente estuviese tirado afuera aún y con muchísima suerte vivo, ya sabía el modo de operar en este lugar, aunque llevaba pocas semanas viniendo era observadora en cosas que necesitaba, y saber como se trabajaba aquí era una de ellas.