La sabiduía y el saber son el verdadero poder... ¿Pero aún me falta aprender algo más? (Stanislav Belikov)

Mmmmm.... Un gran suspiro es inevitable, cuando te encuentras en un recinto como este, una biblioteca.
Al fin paz y silencio lejos del bullicio de todo París, además un buen libro no me vendría mal en estos momentos, sobre que tengo tiempo (como si eso no me sobrase) en fin primero quería observar a todas aquellas indefensa e ingenuas criaturas llamadas humanos que intetaban leer un libro.
Por un momento solo me concentre en ellas me quedé allí de pie en la puerta principal, girando la cabeza de un lado a otro observandolos con la mirada más fría que tenía en mi repertorio, vaya si que tenían pensamientos decadentes, muchos de ellos leían libros que sinceramente no responderían a sus dudas tan más simples que de no ser lo que soy, y no los odiara tanto quizás les aclararia todas y cada una de sus interrogantes.
En fin esa noche tenia ganas de leer a mi escritor favorito Shakespeare y perderme en alguna de sus tragedias, se venia a la mente Otelo, aunque ya me la habá aprendido de pies a cabeza queria volverla leer, simplemente por facinación que qeuedó impregnada en mí desde que la había leido en Palazzo de mi querido creador.
Deje mi capa que me abrigaba en el perchero, y camine en el estante donde se encontraban las tragedias escritas por varios autores, al llegar no la encontre, sin embargo tenia muchos deseos de leerla, y no me quedaría con ellas.
Busque de arriba a bajo pero mis esfuerzos fueron en vano no la encontré.
Decidí observar a mi alrededor, recorri las mesas donde cada vez había menos mortales, pero al llegar a una mesa retirada que se encontraba pegada hacia la pared, encontré algo que llamó estrictamente mi atención y no era precisamente un libro, no, era un caballero.
Pero yo percibía que no se trataba de cualquier caballero ¿Mortal? no era, era al igual que yo un ser de la noche... un vampiro, lo sentía, se escencia, su presencia, y su aura que emanaba de él me lo decía todo.
Pude observar que él de vez en cuando me analizaba con la mirada, pero esta volvía de regreso a las paginas del libro que tenía en sus manos, ¡Vaya sorpresa!.
Lo que más me impresiono fue que estaba leyendo, ¿Un vampiro leyendo?, bien, de acuerdo no era insólito, pero si algo extraño y pocas veces visto, desde que arribé a París no había visto a otro ser de mi especie leyendo, ¡Vamos! ni siquiera a los vampiros actores en el teatro donde trabajaba, si leian pero pro obligación no por su gusto, los unicos que habial visto con un libro entre las manos era a mis creadores y a mí.... bueno literalmente hablando, en relidad solo veia mis manos y las letras que llamaban mi atención hacia la lectura.
Pero volvamos a aquel vampiro, parecia tener un aire culto, sabio y de gran personalidad, percibía que era algo.... digamos solitario, su actitud me dio a entender que él preferia un buen libro a alguna presencia, o bien si entablaba alguna conversación debía ser con alguien a su mismo nivel, costumbres algo precidas a las mias.
¡Oh dios del sacro santo universo! esta era un oportunidad única que cambiara algo esta noche de la rutina a la que ya estaba acostumbrada.
Nesecitaba conocerle, saber sobre él, cada vez aumentaba más mi interés y curisidad, pero se veia tan tranquilo, ten adentrado en su lectura que una iterrogante me surgio de repente -¿Comó interrumpirlo?-, bueno ya lo interrumpia cuando me observaba, al parecer tambien el percibia que era in vampiro e igual para él, era inusual verme en un lugar como ese, sin embargo eso no justificaba mi intervención tan abrupta que lo interrumpiría de su consentración... ¿Qué hacer?
La respuesta llegó pronto, en su mesa tenía un pila de libros entre ellos el motivo de mi busqueda... asi que ya tenia la excusa perfecta, así que camencé a caminar hacia él.
Mirandoló con extrema curiosidad y algo de alegía pues al fín habia encontrado otro ser tan culto como yo le dirigí unas palabras: - Buenas noches monseuir- realicé un leve reverencia, -¿leerá ese libro o ya lo termino de ocupar?,por su mirada percibo que no me ha entendido, me refiero al titúlo de Otelo de Shakespeare- me observó algo sorprendido y sin decir alguna palabra, con su mano relizó un gesto pra que tomará asiento.
SIn pensarlo mucho asentí con la cabeza y tomé asiento, parecia quizas comenzaría una interesante conversación, la sabiduía y el saber son el verdadero poder ¿Pero aún me faltaba aprender algo más?, bien eso lo descubriria muy pronto...
-Me presento, mi nombre es Montserrat Shapplin Brigthman, ¿Y el suyo?-, un silencio inundo la habitación, el simplemente me analizaba y meditaba, para mí solo era insertidumbre no solo su nombre sino tambien las palabras que de el emanarian... pero ahora comprendo esta noche es unica... ¿Quizás una nueva lección por aprender haya en todo esto?, lo que venga quiero disfrutarlo y vivirlo....