Ficha de Daria Alexéyevna Olsánskaya

-Nombre del Personaje:
Daria Alexéyevna Olsánskaya.

Apodos:
Dasha, Dariusha, Nina.

-Edad:
20 años.

-Especie:
Humana, bruja.

-Tipo y Clase Social:
Extranjera de clase alta.

-Orientación Sexual:
Bisexual.

-Lugar de Origen:
Rusia.

-Habilidad/Poder:
Hechicería: Según Dasha, es algo casi indispensable para una bruja. Ella tiene en su casa toda una habitación llena de pociones, hierbas, libros, objetos mágicos... todo lo necesario para realizar sus hechizos.

Empatía: Esto es una bendición y también una maldición. Daria Odia con toda su alma sentir las emociones de los demás mortales a cada instante, es algo que la vuelve loca aunque con el tiempo ha aprendido a forjarse algunas barreras que amortiguan un poco los sentimientos. Por este don, ella odia estar reunida con mucha gente.

Necromancia: Desde muy pequeña la bruja se sintió tentada por la Nigromancia. Es magia oscura y su familia no la aprueba, pero a ella siempre le ha dado igual lo que piensen los demás y esta no es la excepción. Habla con los muertos, estos la ayudan y obedecen e incluso le permiten ver lo que puede suceder en un futuro, aunque eso es algo que Daria no le gusta ver demasiado.

-Descripción Física:
Es una chica alta y de pómulos anchos, su boca es grande y está provista de unos labios carnosos y rojos. Su nariz es algo respingada, las cejas son finas y su piel blanca como el mármol, tersa y sin pecas. Su pelo es largo, liso y con mucho volumen de un color negro brillante que le llega hasta casi las caderas. Los ojos, profundos y penetrantes son azules como los zafiros y desprenden picardía y una extraña comprensión fuera de lo común... Es de complexión normalita, tirando para delgada. Desde luego no posee una belleza mortal, pero tampoco está mal. De caderas un poco estrechas, sus piernas son largas y bien formadas. Los senos tienen un tamaño normal, nada que destaque grandemente. Pertenece a la alta sociedad, así que sabe vestirse adecuadamente y siempre va a la última moda, pero igualmente sabe usar ropas indecentes y vestirse para pasar por alguien de clase media o baja, algo que hace con frecuencia. Sus encantos residen en los movimientos, tan elegantes, sensuales y llenos de gracia, los realiza con una naturalidad única y ni se da cuenta. Sus ojos azules ocultan una picardía y una seducción sin límites, y coronados por unas largas pestañas que le dan un aire medio angelical podrían derretir el mismo hielo con una mirada. Y su cabello moreno lacio, suave y sedoso invita a ser acariciado hasta el cansancio. Sabe pasar desapercibida, pero también sabe destacar en una habitación llena de gente. Sus manos son finas y delicadas, de muñecas delgadas pero firmes y dedos largos y ágiles. Posee mucha elasticidad en su cuerpo, de manera que consigue ponerse en posturas inimaginables.

-Descripción Psicológica:
Es una chica alegre, de voz dulce y musical. Tiene muchísimo carácter y cuando lo saca a relucir es imparable. Ante la sociedad se muestra como una chica de mirada fría y calculadora, inteligente y sin demasiados escrúpulos a la hora de conseguir lo que quiere. Sus amistades entre ese grupo son relativamente pocas, al menos las íntimas. Es reservada en cuanto a sí misma y le cuesta un poco hablar de su pasado y de sus cualidades como bruja, pero su confianza es fácil ganársela. Si alguien consigue adentrarse en su corazón descubrirá que es una persona leal hasta la muerte a sus amigos, principios y todo lo que considere de importancia para ella. Es seductora, atrevida, rebelde, elegante, risueña, amante de lo oscuro y lo prohibido. Tiene cierto orgullo, pero sabe dar su brazo a torcer cuando la situación se lo requiere. Dado el caso, también sabe ser seria y severa. Es vengativa y si la traicionan le cuesta mucho dar segundas oportunidades, lo pasa muy mal y especialmente si es por culpa de alguien muy importante para ella. Odia que le digan qué hacer. A veces es sarcástica, negativa y muy exigente consigo misma. Lo que sí es cierto es que tiene cambios de humor muy repentinos, en un momento está alegre y al siguiente tiene una depresión enorme.

-Historia:
Daria Alexéyevna Olsánskaya nació en el seno de una familia rusa de clase alta, sus padres eran Alexey Nikoláyevich Olsanski y su madre Svetlana Ivánovna Olsánskaya (Smirnova de soltera). Se crió en un ambiente ni feliz ni triste, sus padres solo estaban casados por conveniencia pero eran buenos amigos y querían lo mejor para ella. Tenía una hermana, Yulia Alexéyevna que era 5 años mayor. Yulia era la más guapa, la más popular, la más mayor. Pero le tenía envidia, según Dasha pudo descubrir porque era más poderosa que ella y porque sus padres la querían más (Yulia practicaba la magia negra y ella no, o eso creían). En su inocencia de niña trató de hablar con Yulia para calmar su odio, pero fue en vano. Las constantes peleas de ambas hermanas crearon una situación que con el pasar de los años se hacía insostenible, Yulia la provocaba y ella al principio no se defendía, pero más tarde comenzó a hacerlo y a contraatacar como se debía. Sus padres, artos de aquello, mandaron a la mayor a un internado. Desde el punto de vista de Dasha esto fue una mala acción, puesto que Yulia le cogería más odio. Pero dejando esto atrás, la menor de los Olsanski era feliz.

Nunca podría adaptarse a las costumbres y modales de la alta sociedad porque ella era un alma libre, rebelde, que odiaba las ataduras y no estaba hecha para aquello aunque sí preparada para aceptarlo. Creció entre etiqueta y demás cosas necesarias en su aprendizaje, conocía varios idiomas además del ruso: francés, inglés, italiano y algo de rumano. Además tenía una voz muy dulce y bonita para cantar o por lo menos eso aseguraba su madre, por ello le gustaba mucho cantar cuando estaba sola o en la ducha. También presentaba aptitudes para el violín y decidió que quería aprender a tocarlo. Era muy educada, todos en la casa la adoraban y los amigos de sus padres decían que era una chiquilla maravillosa.

Su padre pertenecía a una familia de brujos y brujas. Todos muy poderosos... Por el contrario, su madre era una humana normal y corriente que ni entendía ni quería entender de esas cosas, pero Yulia y Daria habían nacido con la brujería en la sangre. Adiestradas por su padre, ambas niñas eran muy poderosas. Sin embargo cuando conocieron a Olga, una de las hermanas de su padre esta les habló de la magia oscura. Yulia aprendió con ella, pero Dasha no se fiaba y aprendió nigromancia en secreto y a escondidas de todos. Tenía un don natural con esa habilidad y por ello jamás se le presentaron problemas.

No tuvo muchos amigos en su infancia, su empatía no solía dejarla relacionarse correctamente con los demás humanos. Cuando cumplió los 15 años fue a estudiar a un internado, convirtiéndose en una de las mejores estudiantes de su curso. Yulia se había marchado con su novio a California, y según se creía iban a casarse pronto. A la hora de empezar, Daria Alexéyevna nunca pensó que lo malo estaba por suceder.

Una de sus compañeras la odiaba a muerte y estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para destruirla. Y todo porque había mirado más de la cuenta a su novio... que sí, que era muy atractivo, pero nada más. Tendría que tener cuidado, si no era prudente cualquiera podría descubrir que era bruja sin esfuerzo. Fue allí donde aprendió a construir barreras para su empatía y a aislar algunos sentimientos fuertes como los de su compañera, pero le costaba horrores y mucha concentración mantener todo aquello por mucho tiempo.

Se pasaba las horas en la biblioteca, lejos de la gran mayoría de la gente. Esto le dio fama de sabelotodo y cerebrito. Estaba sola, y eso le gustaba porque así no tenía que evitar a nadie, ni mantener sus barreras ni nada parecido. Supo que cuando Yelena decía que le haría la vida imposible era cierto; le robaban cosas, se reían de ella, se burlaban... Ella no aguantaba más, tenía que hacer algo... y lo hizo, vaya que si lo hizo.

Le mandó una nota de advertencia a Yelena, diciéndole muy claramente que ese era el primer aviso. Al segundo, tal vez podría pasar algo malo. La receptora del mensaje no se asustó, aunque sí se sorprendió pero decidió hacer caso omiso... craso error.

El segundo aviso; Daria usó un hechizo para transformarla en una zorra (animal, lógicamente). Después la abandonó a su suerte durante unas horas encerrada en el cuarto de limpieza, y al regresarla a su forma humana se terminaron las rivalidades. Yelena estaba completamente atemorizada, juró guardar el secreto y no volver a molestarla. Si lo hacía, el susto de aquella tarde sería una pequeñez.

Fue en el internado donde también conoció el amor, casualmente en una vampira de nombre Inna Andréyevna Petrova. Al no poder sentir sus emociones, todo fluía de forma increíble. Ambas entablaron una relación sin importar lo que pensaran las demás personas, Dasha intuía que Inna no la amaba realmente, pero ella sí que lo hacía y confiaba en que su pareja se pudiera enamorar de ella, algo que no sucedió. Ella siempre supo inconscientemente que solo era una diversión para la vampira, pero no terminó de aceptarlo jamás... hasta que, repentinamente, Inna se marchó. Se llevó todas sus cosas excepto las que ella le había regalado, desapareció sin decir siquiera adiós y nada supo de ella desde entonces. Quedó destrozada, aprobó el último curso que le quedaba casi por puro milagro y volvió a su hogar.

Su madre había caído muy enferma, su padre estaba muy ocupado con el trabajo y ella estaba sola, como siempre. Su depresión alcanzaba límites inimaginables, pero nadie se dio cuenta en un principio. Por lo menos Yulia no había vuelto...

Cuando su padre descubrió lo que le sucedía a su hijita adorada no supo que hacer, intentó animarla pero apenas pasaba tiempo en casa por culpa del trabajo. Entonces decidió darle algo por lo que luchar, y le confesó que años atrás, en un viaje a París había conocido a una mujer y con ella había tenido un hijo, su medio hermano. Siempre había querido encontrarlo, pero nunca había podido. En aquel momento, el chico debería tener la edad de Dasha pero no sabía ni su nombre, ni el apellido de su antigua amante ni nada. Así fue como Daria Alexéyevna Olsánskaya, desanimada pero con esperanza partió hacia París en una misión que seguramente ni siquiera lograría cumplir satisfactoriamente. Solo ansiaba escapar de Rusia, su madre estaba al borde de la muerte y ni la hechicería podría salvar su dañado organismo y su padre... bien, no estaba precisamente unida a él.

Cuando llegó no sabía qué hacer o por donde empezar, así que se hizo pasar por una parisina de nombre Nina Roseau. Sería de clase baja, nadie repararía en ella y su francés era bastante bueno. Ni se le pasó por la cabeza hacerse cortesana, sería un fracaso total por culpa de su empatía. Aparte, la idea no le gustaba ni un pelo. Así que iba mendigando por la calle y tratando de buscar información. Al año siguiente se presentó como Nina Blanchard, una vendedora de clase media. Tampoco encontró nada.

Finalmente se dio por vencida y ya con 20 años se puso a examinar toda su vida. Aquellos dos años habían sido una pérdida de tiempo horrorosa, tal vez ese hermano suyo ni siquiera existía y su padre solo había querido distraerla con algo; tal vez su misterioso hermano había muerto, desaparecido o se había marchado de la ciudad; o tal vez, dios no lo quisiera, se había convertido en algún degenerado y se dedicaba a perseguir chicas y a... "No, Dariusha, no debes pensar esas cosas", se dijo, y sin más tardanza tomó una decisión.

Días más tarde, Daria Alexéyevna Olsánskaya se daba a conocer a los parisinos y ocupaba su lugar en la alta sociedad. Nadie conseguiría relacionarla jamás con Nina Roseau o Nina Blanchard.

-Datos Extras:

·Canta desde que era muy pequeña.
·Tiene un violín que sabe tocar desde que era una niña.
·Le gusta dibujar en su rato libre cada cosa que sueña, le resulta liberador.
·Cuando está muy furiosa tiende a dejar salir toda la rabia de golpe en un tremendo grito que, de haber gente delante, hace bastante daño a los oídos sensibles.