Phrase ... {Asagi}

Sus manos recorriendo mi cuerpo, con dedicación, casi podría decir que siento su anhelo, sus labios y caricias sobre mi cuerpo desatan aquel cosquilleo que se extiende por todo mi cuerpo. Dejo escapar un suspiro al sentir sus labios sobre los míos y respondo lenta y torpemente, acariciando su rostro, y mi cuerpo reacciona al sentirle tocar aquella parte íntima de mi cuerpo, haciéndome perder el poco control que tengo. Mi ropa hace un momento fue despojada de mi cuerpo.

Su mirada insistente cobre mi me hizo sonrojar y no pude más que apartar la mirada en un intento de calmar mi corazón que latía tan rápido que creía que iba a detenerse en cualquier instante. Sus manos recorriendo mi pecho, estimulando mis tetillas, haciendo que mi cuerpo se moviese de manera que pudiese sentir un poco más de aquello. Mis manos aferradas a la sábana, mi voz siendo ahogada en mi garganta…

Su lengua recorriendo con lascivia mi cuerpo, dejando a su paso aquel camino con sus besos. Mis caderas moviéndose al compás de sus movimientos. Sus dedos tocando aquella cavidad, acariciando lentamente, sin llegar más que a hacerme desesperar. El sentir la humedad de su lengua, de su boca sobre mi piel me hace dejar salir aquel gemido que había intentado retener, al mismo instante en que uno de sus dedos se introduce en mí y se mueve lento en mi interior.

Respiro con dificultad, la sangre de ha agolpado en mi rostro y mis mejillas se han tornado de un rojo intenso… digo su nombre y un segundo dedo entra, haciéndome echar la cabeza hacia atrás. Me muerdo el labio inferior al sentir como las paredes de aquella cavidad responden ante aquellas caricias que se proponen dilatarme para poder dejarle entrar. Pero la paciencia me abandona, quiero sentirle a él y en una mirada suplicante ruego que me dé más. Me muevo para besarle, atrayéndolo hacia mí, evitando que sus manos o sus labios sigan estimulándome.

Mis manos recorren su firme pecho, la línea de su espalda, todo en una suave caricia, mientras acercó mi cuerpo, hasta que el espacio entre nosotros parece casi nulo. Siento su erección sobre mi y dejo escapar un leve jadeo. Me muevo, rozándole, con movimientos sensuales, con mi piel que se eriza al sentirle así, erecto y listo para lo que mi cuerpo pide en ese instante…. Sigo moviéndome provocándole, Sus manos sobre mis muslos me hacen perder la cabeza, con una leve caricia que les recorre, mis labios se rozan con los suyos, suplicantes… Él separa mis piernas con un movimiento sutil y se acomoda entre ellas; Rozó su miembro contra mi entrada, rogándole que llegue hasta lo más profundo, aunque sin palabras…

Aguanto la respiración cuando la punta entra, abriéndose paso, aunque no es sorpresivo los músculos se contraen al sentir que la invasión… Una estocada y me penetra totalmente. Un gemido ahogado en mi garganta… mi espalda se arquea en un acto reflejo y siento sus brazos sostenerme mientras mis manos se aferran a lo primero que encuentran. Intento relajarme para dejar que se mueva con mayor libertad, su voz susurrándome al oído me enloquece, me hace realmente querer aún más de él.
Sus movimientos, primero lentos y poco a poco aumentando de rapidez. Mi cuerpo moviéndose al compás marcado por su cuerpo, mis gemidos y suspiros al ir entrando en aquel vaivén que me envuelve en pasión, el placer que empieza a inundar mi cuerpo hasta que todo parece desaparecer… el éxtasis en aquel último movimiento antes de que la culminación me alcancé… Un orgasmo que me hace temblar, mientras el permanece en mi interior, sintiendo aquella sustancia liberarse dentro de mí, inundándome…

La sensación cuando sale me hace buscar otro tipo de cercanía con su cuerpo. Mis brazos le rodean y me acomodo en su hombro, aún sintiendo aquella agitación en todo mi ser.
Un beso y sus brazos sosteniéndome con fuerza… Le amo más que a nada en este mundo… Le deseo como no he deseado a nadie… y amo cada parte de él, cada simple gesto, cada palabra, cada detalle, cada uno de sus movimientos. Adoro su existencia. Le amo con desespero. Quiero estar junto a él cada momento…