Un nuovo ospite [Kait A. Lockjurt]

Una vez más Kait rondaba por el puerto, una noche con una luna redonda se hacía presente sobre el lago, un hecho qué sin duda a la vampiresa le llamaba la atención. Sentada sobre una roca mirando la desembarcación como si solo de eso viviese, una mirada un tanto ida mirando a los humanos qué iban bajando del barco, quería un bocadillo, un apetecible bocadillo, diferente tipos de sangre, mientras que ese aroma se hacía más cercano camino más cerca observando a cada pasajero, todos involucrados en sus situaciones, su miserable vida debería de terminar en cualquier momento, paso su lengua por sus gruesos labios sintiendo ya el sabor de aquel liquido carmesí qué anhelaba sentir pasar por su garganta.

Tarareaba una canción improvisada muy bajo asechando a quien sería su presa, diferentes tipos de auras se podrían apreciar en aquel lugar, pero la sed de Kait no lo notaba aun, ya casi era su tercer día sin alimentarse por lo qué no iba a dejar otro día mas sin beber algo.

El tono de sus ojos fue cambiando con forme pasaban los segundos, una pequeña franja rojiza alrededor de sus pupilas completamente dilatadas apareció.

Sabía qué debía ser cuidadosa, no matar frente a humanos. Una corriente helada recorrió el lugar haciendo qué sus finos cabellos dorados se moviesen despeinándole un poco. El desespero se estaba haciendo ya notorio en ella, su belleza se estaba desplomando haciéndole ver más vieja de lo normal, la falta de sangre, eso era lo qué le atormentaba, sus parpados se volvían pesados. Paso su mano por su rostro parpadeando varias veces como si estuviera recién despertando de un largo sueño. No se dejaría vencer, lo principal de su noche seria una apetecible cena.

Varios pensamientos inundaban su mente como si estuviese en shock por la sed, sigilosa camino más cerca, un hombre elegante estaba bajando – Buenas noches – sonrió al humano – ¿Podría venir unos momentos? – el humano no respondió solo asintió, su don de persuasión le estaba ayudando demasiado en estos momentos. El hombre solo le siguió a ritmo lento sin negarse, estaba bajo su poder ahora mismo. Sabia a que lugar le llevaría para destrozarle la garganta sin piedad, donde los gritos hicieran un eco tan excitante para Kait, se envolveria de lagrimas y gritos ensordecedores disfrutando de ser lo que era, de ser lo que en realidad estaba destinada a hacer, matar, aniquilar a los bichos, aplastandolos con sus largos y delgados dedos regocijandose ante el dolor ajeno.

Algo hizo qué la mirada de Kait volviera al barco, un hombre o al menos eso era lo qué creía en ese momento, su mirada se poso sobre su rostro observándolo de manera misteriosa, algo en él, algo en el ambiente estaba presente, sin duda no era la fuerza qué la había atraído hasta París. Le miro bajar pero comenzando a caminar llevándose al humano con ella, su atención estaba siendo retraída del humano al vampiro- *Si, un vampiro* - pensó aun caminando despacio cuidando no tambalearse con las tablas de madera mal puestas en el suelo.

Sus pensamientos fueron confusos por unos momentos volviendo de nuevo la vista al otro vampiro. El simple hecho de no haber tenido antes el contacto con otro vampiro le hizo flaquear por unos instantes, mientras qué su seguridad estaba siendo invadida por el temor se quedo parada tratando de apartar aquel sentimiento qué no le gustaba en lo absoluto.

Cuando el vampiro hablo, Kait se quedo paralizada mientras qué su mirada no se apartaba de aquel rostro tan fino – Buenas noches – susurro sabiendo qué el humano no se apartaría de ella a menos qué ella se lo pidiera – ¿Demasiado tarde? No lo creo – volvió a escucharle hablar mirando ahora sus labios y el cómo fluían las palabras tan fácilmente – Kait Lockjurt – hablo despreocupada ya mostrando una sonrisa en sus labios – el placer es todo mío – una leve reverencia hizo, ante toda su educación no estaba tan gastada. Dejo de sentirse intimidada, qué más daba era una vampiresa y si esa noche fuera a caer en brazos de un vampiro qué quisiese matarle, estaría complacida.

*¿Qué es lo que realmente quiere?* - le respondió son su mente clavando la mirada aun en él. Telepatía, sus ojos brillaron de fascinación siendo disfrazada con despreocupación. No pensaba compartir a su presa con nadie, necesitaba toda la sangre en su cuerpo o moriría de hambre.

Kait no sabía qué intenciones tenía el vampiro pero tenía qué ser cuidadosa con lo qué decía. Su ceño se frunció observando como el humano comenzaba a alejarse de ella, sus ojos comenzaron como dos intermitentes pasando del humano a lo qué sería su acompañante esta noche y del vampiro al humano.

-¿Qué es lo qué le pasa? – replico mirándole molesta por lo qué había ocurrido. Y ahí iba su cena sin un rumbo fijo, el hombre había tenido suerte esa noche – Para mí no puede esperar, necesito algo de comer ahora mismo – ¡Vaya! casi tres días sin una sola gota de sangre le había dejado atontada, su mal genio estaba volviendo queriendo aniquilar tan solo con la mirada al vampiro – No sé a qué se refiere con sus palabras, pero me acaba de quitar mi cena – murmuro mirando de nuevo al barco observando a los últimos pasajeros qué bajaban, tendría qué ser rápida y salir de ahí para buscar alguna otra presa o dejarse engañar por alguien de su especie.

Alzo ambas cejas en total desacuerdo mientras veía como tomaba su maleta - ¿Qué es lo qué quiere de mi? – pregunto caminando un poco para salir del puerto esperando ser seguida por el vampiro. – Su apellido no me suena… - busco en su memoria la cantidad de apellidos qué había escuchado pero no le encontró.- *Cacciatore* - retumbo en su cabeza visualizando el rostro de Leandro en su mente - ¿De dónde viene, señor Cacciatore? ¿Qué es lo qué le trae a París? – paro de caminar para volver a verle pero ahora con sus propios ojos.