Recordando [Kait A. Lockjurt]

por **Asagi Dunkelheit** Mar Jul 19, 2011 6:40 pm

La noche empezaba tranquila como siempre me aventure solo a escondidas de todos en la mansión para poder salir, a veces me aburría mucho estar ahí, no quería pelear con nadie, que claro siempre de política y sistemas económicos, camine lentamente por todas las calles de parís buscando algo atractivo en ellas, solo al lluvia que ahora me parecía melancólica se atravesó en mi camino, no deseaba mojarme, no ahora, así que el igual al resto de la gente busque un lugar para poder pasar la noche tranquilo y entretenido. Un restaurant, un buen café y solo eso.

Entre al lugar un poco infestado de la gente, claro mal día para estar ahí, me senté en el primer lugar junto a la ventana aprovechándome del barullo, cuando baje la mirada a mis zapatos asegurándome que nada de mi impecable persona estuviera desaliñada.

Pre visualice unos zapatos de mujer, frente a mí y dirigí mi vista a ese hermoso rostro, me quede en silencio, parecía que estaba perdido en mis propios pensamientos, más de lo normal.

por **Kait A. Lockjurt** Mar Jul 19, 2011 7:28 pm

Noche de lluvia, desafortunadamente se había topado con las pequeñas gotas qué habían empezado a caer más fuerte de lo normal en su intento de salir de su hogar, un lugar para cubrirse de los llantos de cielo había estado en la mente de Kait, un pequeño restaurante cerca, por el momento ahí estaba bien para ella. Camino despacio escuchando el bullicio del lugar, dolor de cabeza le provocaba estar con tanta gente en un lugar tan pequeño, ningún lugar disponible para ella, espero de pie mirando por la ventana como caían aquellas lagrimas, suspiro envolviéndole el aroma a tierra mojada qué entraba por las pequeñas rejillas de las ventanas, se volteo en busca de nuevo de algún lugar, su temperamento estaba incrementando para mal, giro la vista hacia a unos jóvenes qué hablaban sobre algo qué poco le interesaba -personas molestas – resoplo girando de nuevo la vista y topándose con un hombre de frente a ella – Buenas Noches – saludo al extraño, un aura diferente se pudo presenciar la vampiresa al verle frente a ella. Un hombre con clase, sin duda apuesto ante sus ojos, la expresión de su rostro cambio de un ceño fruncido a una leve sonrisa dedicada al... vampiro.

por **Asagi Dunkelheit** Mar Jul 19, 2011 7:57 pm

Una diosa, eso fue lo único que mi mente trajo antes de escucharle hablar, es que esos rasgos, esas facciones divinas, nunca había visto una mujer con tales características y aun mejor ese olor, ese tan preciado olor que nos hacia identificarnos. Pronto me levante.

- Buenas noches Madame, por favor permítame.

Le cedí mi asiento, realmente me admiraba, ya hacía tiempo no pasaba con los de mi especie, especialmente mujeres, aquellas que de por si tienen ese encandilamiento natural. La lluvia allá afuera se hacía intensa golpeaba los cristales con fuerza, me gustaba admirar de lejos los relámpagos. Las gotas resbalar en el cristal justo como lo hacía en la piel, si estuviera a fuera me encantaría empaparme de ellas.

- Espero no le moleste mi compañía, Dunkelheit Asagi, a su ordenes.

Le tome el dorso y le bese, después de extenderle aquella rosa típica de mí, al conocer a alguien. Sonreí al tomar asiento frente a ella, en cuanto ayude a que se acomodara, el ruido se iba aminorando o eso creía, al menos esta noche tendría compañía.

- ¿Es hermoso el clima no cree?

Dije tranquilamente mirando a la ventana, pero sin descuidar mi vista de ella. Ni un momento.

por **Kait A. Lockjurt** Miér Jul 20, 2011 2:38 pm

Un hombre caballeroso, se veía qué era atento ante cualquier mujer, el gesto qué tubo con ella le había provocado comportarse cortes con él, otra sonrisa se formo en sus gruesos labios, tomo asiento en el lugar qué le cedió el vampiro mirándole fijamente, siempre los de su misma especie tenían algo qué le llamaba la atención, eran delicados al tratar a una dama, aunque siempre tenía qué haber algo oculto detrás de tanta cordialidad. – Muy amable – replico ya estando sentada.

-Para nada, estar en compañía siempre es de mi total agrado… Mi nombre es Kait Lockjurt – extendió la mano presentándose, pero de nuevo le sorprendió el gesto de Asagi – hará qué me acostumbre a ser bien tratada – se escucho un trueno haciéndole exaltar un poco, los ruidos demasiado fuertes no congeniaban con ella, a pesar de tener un carácter algo fuerte se mantenía alejada de los ruidos, se permitió mirar hacia la ventada observando cómo caían las gotas de lluvia, nunca saldría mientras la lluvia le mojase, claro qué le gustaba ver como caían esas pequeñas gotas, le tranquilizaba mirarles pero no le apetecía mojarse, su vestido se arruinaría al igual que su peinado, Kait no quería sentirse anti femenina, por si fuera poco ya se sentía así mientras se alimentaba, su pregunta le hizo girarse de nuevo hacia Asagi – Por supuesto, la madre naturaleza nos enseña hasta dónde puede llegar, siempre qué hay este tipo de lluvias, recuerdo lo qué mi madre decía… - se detuvo asegurándose qué le prestaba atención – el cielo llora, siente al igual que nosotros y nos baña con su encanto – sonrió buscando algún mesero para pedir un buen chocolate caliente.

por **Asagi Dunkelheit** Miér Jul 20, 2011 5:19 pm

- Muy hermosa la comparación de su madre Madame, la verdad es que solo el clima puede entender las emociones que escondemos – sonreí mirando el cielo una vez más y recordar todo lo que habíamos pasado, esos desamores quizá, los malos tiempos también todo tan caótico, tan enfermo, la lluvia sin dudas me encantaba, era como parte de mí, no conocía el fin, latía a mil al sentir las gotas sobre mi piel, era una eterna sensación. – Bueno pues espero tratarle de la mejor manera que me sea posible, siempre me ha gustado hacerlo, porque de ese modo conozco bien a las personas, eso es lo que más me gusta, aunque ya tenía tiempo sin hacerlo – en cuanto un mesero se acerco ordene un delicioso café, mientras aquel ser humano le tomaba la orden a mi compañera, encandilado por su belleza, sonreí ante ese acto, ante “lo natural” que podía llegar a ser el encandilamiento de una mujer de esta especie. – Hermoso nombre Madame Kait, realmente bello como usted, le da ese toque, creo que ese nombre le fue perfecto. ¿Hace mucho que está en París? – me incline sobre la silla para profundizar en la conversación, sería interesante, saber muchas cosas, estaba ansioso a decir verdad.

por **Kait A. Lockjurt** Jue Jul 21, 2011 3:36 pm

-Le gustaba la poesía y el teatro… teníamos casi los mismos gustos pero algo qué fui perdiendo con el tiempo cambiando mis gustos por otros más aptos a mi persona – sonrió ante el comentario del vampiro mientras veía como se acercaba el mesero, un chocolate caliente sería lo mejor para aquella noche lluviosa qué parecía nunca terminar, aunque con una buena compañía el tiempo se le hacía más rápido a Kait, espero a qué se fuera el mesero, quería sentir el calor en su cuerpo con lo qué había pedido. – Gracias, Asagi es un nombre raro para mi, nunca lo había escuchado… ¿De dónde es? – Se suponía qué era extranjero por los rasgos del vampiro, pero era mejor asegurarse – Llevo poco, un par de semanas en París, un lugar muy hermoso aunque desde qué llegue el clima ha estado lluvioso – el mesero se acerco con sus pedidos dejándolos sobre la mesa para volver a irse. Kait puso ambas manos sobre la taza de porcelana llevándola a sus labios para darle un sorbo a aquella delicia de chocolate espumoso, limpio delicadamente con el pañuelo quitando el exceso. - ¿Tiene familia aquí en París señor Dunkelheit? – dejo la tasa sobre la mesa inclinándose hacia delante deteniendo su cabeza con sus manos con los codos sobre la mesa.

por **Asagi Dunkelheit** Jue Jul 21, 2011 5:58 pm

“Familia, nombre y Significado” Era mucho para mí, no recordaba con mucha exactitud toda mi historia ni mucho menos a mi ¿Familia?, no es que nunca tuve, ese fue el problema, pero no era algo triste al menos lo veía de otra forma, de un momento a otro se me había interesado, me había llevado a esas preguntas que sin duda tocarían temas más profundos, quizá esta noche nos conoceríamos y recordaríamos nuestros pasados. Atentamente escuche lo de su madre, mi opinión era respetable pues esas dos pasiones era de las más hermosas, todo un arte para el mundo, que con el paso del tiempo serian abandonadas como ahora. Debido a los cambios que lleva la humanidad con acelerada adrenalina – Me alegra saber que su madre tenía pasiones tan hermosas, créame también gusto de aquellas artes – mire el café, su olor penétrame la piel, los sentidos, todo lo delicioso de ello, el café sin dudas derrochaba elegancia. – Asagi…Asagi –musite pensando un poco en el origen y significado pero no hallaba nada en mi memoria y es que cuando me lo proponía borraba cosas del pasado. – La verdad no sé de donde sea el nombre, mi madre me lo ha puesto, significa “Azul del mar, un azul tan profundo como el cielo en verano” eso solía repetir. O quizá ella lo sigue haciendo, no lo sé, ella me puso el nombre dado que amaba el azul del cielo y de las aguas, eso está claro ¿No cree? – Entonces ella no pertenecía a estas tierras, dado su comentario lo aproveché para aclarar unas dudas que seguro al mirarme tendría – Yo llevo tiempo aquí, Vine hace poco, porque hace tanto tiempo nací en este lugar, me dio por conocer el origen de la tierra que me vio nacer, le aseguro que su estadía será de lo mejor. – Después de contemplar la taza frente a mí, la lleve a mis labios, con la pura elegancia que poseía, dejándola de nuevo frente a mí y tomando un pañuelo para pasarlo ligeramente sobre de estos. – Me temo que no, De mi padre nunca supe si tenía familia, según cuentan que no, de mi madre los conocí cuando era un pequeño mortal pero murieron uno a uno así que no, tampoco recuerdo a mis padres, ellos me dejaron con la fortuna de ambos atado a dos de mis más fieles sirvientes, un alquimista que seguro tendría más años que mi padre y un vampiro mucho más viejo que yo, ambos han de rebasar los más de diez mil años de vida incluso más… Pero ni yo mismo me atrevo a preguntar eso. – Sonreí, claro era yo un vampiro viejo, desafortunado no, pero me gustaba la historia que tuve desde mortal hasta ahora – Nunca quise formar una familia, ¿Usted la tiene?

por **Kait A. Lockjurt** Miér Ago 03, 2011 10:40 pm

La temperatura del lugar estaba cambiando, el chocolate caliente no había hecho su cuerpo caliente, ya qué nada lo podría hacer por ser una persona anormal. Le escucho atenta a sus preguntas regresando aquella taza a sus manos para darle otro pequeño sorbo, había sido de su agrado aquel chocolate, sosteniéndole aun la mirada al vampiro repitió ella igual su nombre.

*Asagi* - Retumbo en su cabeza con una sonrisa en los labios.

-Seria como el color azul de sus ojos, un azul tan profundo qué le permite al qué le conozca interesarse más de lo qué hay detrás de aquella mirada… – Kait continuaba con la mirada sobre la suya con su sonrisita dulce – esta mas qué claro qué eso era lo qué amaba, ¿sus gustos son parecidos a los de su madre? – bajo la taza a la mesa volviendo a limpiar delicadamente sus labios, una elegante dama era lo qué hacía, cuidaba su personalidad hasta el tope, sin ningún defecto a la vista de los demás. Giro su mirada tratando de no contemplarle tanto al vampiro, no quería incomodarle con su mirada curiosa sobre su rostro – Estoy segura qué mi estadía va a ser la mejor en este lugar, siento cierta fascinación por París, un lugar muy grande donde jamás se sabe qué es lo que en realidad se puede encontrar. – estaba claro qué Kait se refería a las criaturas sobrenaturales qué habitaban dicho lugar, no tenia aprecio por ninguna, esto se debía a qué no había tenido contacto con algún otro ser desconocido a lo normal, desconocido ante los humanos, incluso a seres de su misma especie.

-Pero me supongo qué ellos son como una familia para usted, siempre es bueno llegar a un hogar y saber qué alguien le espera con algo de preocupación si es qué llegara tarde… – algo de melancolía se podía notar en sus palabras – o saber qué tiene a alguien con quien conversar cuando se siente solo, pero pensándolo bien, gente como nosotros esta sola y así es nuestra naturaleza, permanecer bajo las sombras. – concluyo recargándose en la silla con las manos sobre su regazo, pensando en el dolor qué alguna vez sintió por haber estado sola en los momentos más difíciles de su inmortalidad. Escucho su pregunta haciéndole exaltarse y regresar la mirada hacia él – ¿familia?... – volvió al tema dejando atrás sus pensamientos – no…no, me supongo qué todos murieron, han pasado los años y los seres con los qué vivía y frecuentaba… -dudaba de sus palabras pero se sentía segura al hablar de el tema – dejaron de existir para mí o al menos eso fue lo qué intente hacer. – recordaba cada detalle de sus padres, a quienes extrañaba pero con el paso de los años había sabido dejar atrás el pasado, muchos pensamientos estaban surgiendo al tener aquella platica con Asagi, el vampiro elegante y agradable qué acababa de conocer.

por **Asagi Dunkelheit** Jue Ago 04, 2011 8:38 pm

Sus palabras hicieron que a mi mente llegaran miles de imágenes de los amaneceres, un inmenso recuerdo de cuando era niño, el azul del cielo bajo los rayos calientes sobre mi piel de aquel sol, ya no existían. “Mi madre y yo” las gotitas de agua que empezaban a caer fuera del suelo empedrado me dejaron inmerso en el pensamiento, el solo hecho de recordar su imagen era como un poema inalcanzable bajo la luz del sol al cual yo ya no podía acezar, a lo lejos el sonido del piano, alguien lo tocaba de una manera tan errónea que se me hacia bello. El café se había enfriado lo veía en su humeante sensación. Abrí mis labios en un gesto un poco confuso para contestarle – No lo sé – hice una pausa casi desviando la mirada hacía fuera – No recuerdo a mi madre, ella me abandono por mi padre cuando tenía unos cinco años, mis padres me ataron a una fortuna a dos sirvientes y a un destino con el que crecí desde la cuna – Sonreí grácilmente aunque gélido fuera el gesto – Así que en realidad no recuerdo mucho, no sé si herede gustos, manías o algo de ambos. Gracias por el cumplido, lo único que sé es que ella tenía el mismo color de ojos que yo… Así que eso representa mi parte humana – Hice un movimiento con la cabeza uno bastante gentil para dar gracias.

Sin dudas este lugar era especial, desde que llegue la experiencia fue única, no me creía un erudito del tema, pero si iba conociendo y anhelaba ser uno, pero sorpresas hay muchas, sin dudas una mujer como ella lo era, sus gestos, su educación, pocos logramos comprendernos mutuamente – Hay demasiados misterios, la experiencia que esta ciudad le ofrecerá es única. – bebí otro poco tomando la taza con aristocracia y elegancia, apenas mojando mis labios, mientras canalizaba sus movimientos, no hacía falta ser adivino para poder saber lo que pasaba en su cabeza – Lo siento pero se equivoca Mademoiselle, no converso con ellos, tampoco me esperan, porque son sirvientes al final y eso no cambiara aunque me hayan criado de niño – Pase la servilleta mientras pronunciaba palabra cerrando los ojos – Uno está solo, pero vera que estando aquí encontrara hasta lo que no se imagino, por ejemplo el amor… - una sonrisa juguetona se me dibujo, al recordar algo, podría haberme sonrojado, pero eso era demasiado estúpido, solo sonreí como idiota humano en plenitud del enamoramiento. – encontrara amigos, compañía, de todo y serán su nueva familia y vera que eso es lo mejor, ha venido a una hermosa ciudad, sin dudas encajara bastante bien.

por **Kait A. Lockjurt** Lun Ago 08, 2011 3:30 pm

-Lo siento creo qué no debería tocar esos temas, son muy personales – Esta vez su imprudencia había echo qué se sintiera algo torpe por recordarle a su acompañante recuerdos qué tal vez no quería volver a tenerlos en mente. – Sera mejor qué no hablemos de cosas tal vez tristes para ambos… - Sin duda no le gustaba notarse débil ante ningún individuo, odiaba sentir algo qué le impedía por socializar ya qué su pasado le atormentaba de tal forma qué le hacía desquiciarse haciendo qué sus instintos salieran a la luz, su tranquilidad regresaba cuando se había desquitado con algún par de presas, la tranquilidad llegaba a ella en ese momento.

-Eso espero, señor Dunkelheit… - recordó la fuerza qué le había atraído hasta aquí, un aura diferente al qué ella hubiese conocido, no le buscaba, el le iba a encontrar – la aventura y el misterio de París siempre ah sido de mi agrado, soy nueva aquí pero siento como si ya hubiese conocido todo en esta ciudad – murmuro siendo honesta, sentía como si ya tiempo atrás hubiese estado en este lugar.

Le escucho atenta - Disculpe mi comentario, pero ¿no cree qué son mas qué sirvientes?… - aclaro su garganta un poco poniendo ambas manos sobre la mesa con los dedos entrelazados – está claro qué en algún momento se sentiría solo si no les tuviese, incluso mas solo de lo qué se siente en este momento… - pensó detenidamente pasando su vista por el lugar para después volverle a mirar – sé qué ellos se preocupan, no les conozco pero cualquier persona, ya sea humano o no, siempre sentirá preocupación por alguien qué le interese – alzo la taza, esta vez no para mojar sus labios sino para probar un sorbo, un dulce chocolate.

Continuo escuchando al vampiro, sabía qué Asagi no era un vampiro inexperto, se notaba a simple vista qué ya llevaba años inclusive siglos siendo lo qué Kait es. Una mirada inquieta se poso en los ojos de Kait – No lo creo, el amor no es para mí… – río divertida por el comentario – pero para usted claro qué lo es, ¿cierto? – le miro juguetona sabiendo el porqué esa sonrisa había aparecido en el rostro de Asagi. – Claro, me encantaría encontrar a personas de fiar, personas qué valgan la pena, pero me mantendré alejada de las amistades con humanos, no siempre resultan buenas – suspiro sabiendo qué lo qué decía el vampiro era cierto – Gracias por sus palabras – un gesto gentil le había invadido al rostro de Kait, pero ¿Qué era lo qué estaba haciendo? Estaba sosteniendo una plática con alguien de su misma especie, era asombroso como sus sarcasmos no salían a flote, se mantenía siendo como en algún momento llego a ser antes, en su antigua vida.

-¿Existen muchos vampiros en este lugar? – otra pregunta salió de entre sus labios.

por **Asagi Dunkelheit** Lun Ago 08, 2011 10:35 pm

-No se preocupe, la verdad es que como le dije no recuerdo, no son temas delicados para mí – Sonreí ante ella ladeando un poco el rostro con un aura centrada en los pensamientos de algún monologo que se escribía dentro de mí – “Parezco cálido, débil y sentimental como un humano, pero la verdad es que soy más gélido de lo que muchos creen a simple vista” – Pase una mirada sobre sus manos y gestos, era cierto, no tenía esa pizca que muchos vampiros al recordar cómo habían sido de humanos, más bien yo dramatizaba en ciertos puntos, pero porque me gustaba la actuación – Lo importante es que estoy aquí, siendo lo que soy y con usted en esta noche maravillosa.- Mire atreves del cristal el suelo empedrado y la lluvia caer casi cesando por completo, para luego no perder conexión con mi compañera nocturna.

La vida de noctambulo era complicada, pero sin dudas divertida. – A veces llegan a nuestras mentes los recuerdos de otros lugares en los que no hemos estado, yo imagino que se debe a la sangre de nuestras victimas, porque la sangre transmite todo, quizá me equivoque, pero aun así Bienvenida Mademoiselle – tome su mano besando su dorso con suavidad. Helada como la nieve, roja como las rosas, toda una vampiresa.

Isaak y León, ¿Más que sirvientes?, lo pensé por un momento cuando sus palabras me vinieron de golpe – Si, quizá lo son, podría considerarlos mis padres, pero ellos no quieren que lo vea así, me han repetido que vienen a servirme, claro que hubiera muerto en soledad de no ser por ellos – Hice una pausa para beber un poco de café y continuar agudizando mi serena voz – Ahora no estoy del todo solo, “mis juguetes se rompieron tan rápido” pero al adquirir uno nuevo, descubrí que no era un simple objeto. – sonreí había caído en contradicción ahora – Tiene razón, hay personas que no son simplemente eso. A veces significan más y eso nos sorprende… o al menos a mí.

-El amor se manifiesta de distintas formas, no se dé por vencida, se lo dice un vampiro que pensaba lo mismo, a veces creemos conocerlo todo pero aparece… “Algo nuevo” y nos cambia por completo, allá fuera hay seres necios, dispuestos a enloquecer por uno – Recordé un poco, vaya que la experiencia servía en estos momentos, si hablaba era por algo, pero hasta que ella no lo comprobara, no podía demostrarle lo contrarío. – Ya le dije, a veces la personas son más para nosotros y nos sorprende, lo que yo veía como un juguete se convirtió en un amante, por primera vez caí donde jamás pensé. En los brazos del “amor” que tanto evite y luche porque no me alcanzaran… Así que de alguna manera, amo a alguien y pienso pasar gran tiempo así. Porque amo sorprenderme de un simple sentimiento que tiene cuatro palabras.

Dibujaba con el dedo esa palabra y el nombre de ella en medio de la servilleta, el mismo número de letras, le sonreí como si fuera un adivino, como si fuera un amigo de la señorita, que claro no era – Hay demasiados a decir verdad dominan la noche, y no solo ellos, mucho más. En cualquier momento se puede topar con ellos, si quiere demos un paseo a ver si encontramos algo interesante – Puse la invitación, esperando ansioso por la respuesta.

por **Kait A. Lockjurt** Jue Ago 11, 2011 4:32 pm

-Creo qué después de todo doy gracias al vampiro qué me convirtió, es bueno vivir por siempre, aunque ni nosotros siendo inmortales nos salvamos del eterno descanso – sus ojos brillaban con una sonrisa, era lo qué anhelaba, una muerte segura tendría qué tener, aunque sabía qué su muerte seria dolorosa si fuese en manos de alguien qué le despreciara.

-No había pensado en eso, algo nuevo acabo de aprender hoy – parpadeo rápido sabiendo qué el vampiro tenia la razón – nunca se me habría ocurrido esto, entonces ese es el caso por el qué siento qué ya eh estado en algún lugar – recalco lo qué el vampiro había dicho. – Gracias caballero – levanto su mano lentamente, si hubiera sido humana se hubiera sonrojado pero no era su caso – definitivamente había olvidado cómo era estar con un caballero, me ha hecho recordarlo con su educación, se qué pocos vampiros la poseen y podría contarlos con los dedos de una sola mano, hasta me sobrarían dedos – río divertida por su comentario.

Continuo escuchándole – Entonces ni como decirles algo, si ellos quieren servirle esa es su decisión – acabo su chocolate sin darse cuenta de lo rápido qué se había terminado aquel líquido. - ¿juguetes? -arrugo el ceño – no comprendo – los ojos de Kait se posaron sobre los de Asagi con una confusa sonrisa.

-El amor… - susurro recargándose en su silla de nuevo – no sé si deba pensar en eso por el momento, las personas no siempre son lo qué aparentan – suspiro ruidosamente – la mayoría del tiempo quieren recibir algo a cambio, pero bueno quien soy yo para ponerme en contra del amor, dejare qué llegue solo, si es qué así lo quiere el destino. – sus voz de nuevo se escucho – me alegro de escucharle hablar así, no todos disfrutamos de eso a lo qué le llaman amor. Espero qué esa sea la persona indicada para usted, y qué le haga más feliz de lo qué se ve qué está en estos momentos – ¿era ella la qué estaba hablando?, en su vida humana a muchos les hubiera sorprendido el tono de voz qué tenía hoy en día, incluso ni ella era así habitualmente, este día había sido un cambio para la vampiresa sintiendo un poco de felicidad al conversar con alguien qué le entendía.

Asintió con una sonrisa mientras buscaba a algún mesero para pedirle la cuenta y poder salir de aquel lugar qué con forme paso el tiempo comenzó a estar mas solo – Es la primera vez qué me topo con alguien como yo… bueno después de… - dudo en decirlo – al vampiro qué me creo – susurro mirando cómo se acercaba el mesero con la cuenta – esta vez yo invito – saco el dinero suficiente para pagar ambas bebidas y dejar propina, coloco el dinero sobre la mesa y se puso de pie esperando a su acompañante para salir a dar un paseo.

por **Asagi Dunkelheit** Vie Ago 12, 2011 12:20 am

Extendí el antebrazo, al momento de levantarme, con una muy grácil sonrisa en los labios, estaba interactuando mucho con una vampiresa, a decir verdad mis encuentros en la mayoría son con mujeres, pero de estas pocas son de nuestra ‘raza’, apenas salimos del establecimiento, pisamos las húmedas calles empedradas de parís, que increíble era el aroma que se respiraba, como si las hojas, el viento, la tierra y el toque sensacional de la sal del agua estuvieran presente, me agradaba ‘respirarlo’ hasta que mis pulmones se atascaran de ello. – Gracias, ahora me toca pagarle con un hermoso ‘Tour’ en parís, usted solo dígame, que desea y lo cumpliré…- Bastante tentador, era una forma de cortejar la amistad que ya se nos había presentado, de alguna forma, al escucharle anteriormente me sentí un poco conectado a ella.

La noche vislumbraba hermosa bajo las farolas de luz, una fuerte luz amarillenta, miraba el panorama alternándolo con la belleza de mi acompañante pero, no, no se comparaba, ella poseía una belleza que pasaba lo sobre natural. – Así que se quedo mucho tiempo con su creador, dígame, ¿Tuvo la opción de elegir, entre la vida y la eternidad? – Me daba curiosidad, es que pocos vampiros tienen la dicha de elegir y otros no tanto, desde siempre fui marcado por un destino que ni siquiera estaba vivo, solo escrito y el cual acate hasta el último de mis días.

-Siempre podemos aprender algo nuevo, aunque para eso nos queda mucho aun, esa es una de las ventajas que tenemos, aprender eternamente y hacernos más sabios – Le giñe el ojo en mi forma divertida cuando lo pronuncie, siempre estaremos en constante cambio. – Creo que lo ‘caballeros’ no se me quito con el paso del tiempo, me gusta preservar eso, en cualquier momento, eso es algo que como hombres no debemos dejar que cambie, pero hay de hombres a hombres, eso me consta – sonreí y mire un poco el panorama que nos rodeaba, lleno de humanos, una fúnebre tentación ante nuestros ojos. – Al parecer estamos en medio de parís. Mire las calles llenas de esos burgueses, y el bajo mundo es mejor que ellos…. – pensé por un momento. Pero a ¿Quién engañaba? Yo también era uno de ellos. Aunque no por gusto.

-Con lo de juguetes me refería a que siempre pensamos que todos son como muñequitas inservibles e iguales, pero la verdad es que no es así, siempre habrá alguien que nos haga sentir más allá que un juego, fue por eso que le dije que el amor estaba ligado a ello – Si, así era, me gusto tener en su tiempo muchos ‘juguetillos’ hasta que uno me cambio y me introdujo a mas de una pasión. – Es cierto que no todos tenemos la dicha de sonreír o de amar, pero al menos se hace el intento, lo dije una vez y lo repito ahora, no es la vida lo que nos hace sentir, si no los sentimientos los que nos hacen vivir, espero que viva tan intensamente, no como yo, porque hay dificultades en este tema, pero creo que lo hará – dedique otra sonrisa a ella, cuando pasábamos, cerca de varios establecimientos, cafés, comida, de todo un poco. Que mal que no pudiéramos deleitarnos con aquello – dígame, ¿Desea ir a aun lugar en especial?

por **Kait A. Lockjurt** Sáb Nov 05, 2011 6:34 pm

Al salir del lugar había notado como el agua se había desvanecido de ahí, la gran nube qué cubría París seguía encima de ellos pero ya la lluvia había parado – Se qué será muy interesante este recorrido… -sonrió alzando la vista disfrutando del frio aire qué acariciaba las partes descubiertas de su piel – será mejor qué usted elija los lugares, se qué tendrá buen gusto desde el principio hasta el final en este pequeño recorrido – había notado como sus parpados se cerraban gracias al aroma qué enamaba la ciudad, distintas variedades de aromas, desde dulces hasta agrios se metieron por los pequeños poros de su nariz. Suspiro volviendo a abrir los ojos esos segundos habían sido para ella una eternidad, quería recorrer París y qué mejor al lado de alguien con mas experiencia qué el mismísimo demonio.

-Mi creador fue un completo bastardo… – su voz sonó mas irritada de lo normal, este tipo de recuerdos no le atormentaban – Nunca me falto nada estando junto a él, pero si hubiera elegido entre ser lo qué soy o seguir siendo una mortal… - ahora su rostro había cambiado, su sonrisa maliciosa contemplaba a Asagi – sin duda pediría ser lo qué soy, aunque en aquel tiempo no fue mi decisión lo hubiera querido. No sé si esté de acuerdo conmigo pero la sangre tiene un sabor mucho mejor, incluso mejor qué la comida más fina qué pude haber saboreado en mis años de vida. – Admiraba la elegancia de su acompañante – Me atrevo a admitir qué es el primer vampiro con el qué sostengo una charla sin qué mi mal genio salga a flote, claro solo he tratado con dos vampiros, usted y mi creador – camino a su lado mientras qué la luna era su fiel acompañante.

-Aprendemos demasiado, supongo qué somos más qué unos simples inmortales, somos mas qué eso, somos más inteligentes y agiles… demonios – se consideraba a sí misma un demonio, pero un demonio mejor qué cualquier otro, no sabía si Asagi estaría de acuerdo con ella pero no le intimidaba mostrar sus ideas tal y como ella pensaba. – En eso estoy de acuerdo, pero aunque me guste mucho qué me traten como me lo merezco soy algo masoquista… creo que todos tenemos algo de masoquistas en nuestro ser, o qué opina usted? – sonrió mirándole.
Miro las calles dándose cuenta de lo qué él le decía – magia recorre estas calles.

-No creo que tengamos sentimientos, seres como nosotros pierden toda naturalidad humana, solo nuestra apariencia cree ser como alguien mortal pero en realidad ni eso es, es solo apariencia. Bueno véanos, con todo el dinero del mundo, tenemos lo qué queremos, pero la mayoría de nosotros solo viven para matar, la venganza invade lo qué creemos es nuestro corazón – sentía como si ella se estuviera describiendo, la venganza había sido un obstáculo para su felicidad, no había sido bueno esto ni en su vida, ni siquiera cuando obtuvo su venganza, ya qué lo qué era ahora había quedado lleno de obscuridad. Estaba pensando en buscarse un “juguete” como le había llamado Asagi, debía tener a alguien de quien alimentarse.

-¿Qué es lo qué hacen los vampiros aquí en París? – pregunto después de la pregunta qué el le hizo, así decidiría qué lugar sería mejor para ir.

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