AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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El reloj es el grillete del tiempo. {Privado}
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El reloj es el grillete del tiempo. {Privado}
Tic , tac, tic ,tac...unos sonidos provocados por las agujas del reloj. Molestos y ruidosos, se apoderaban del tiempo . ¿No les bastaba solo el tiempo?. Ahora perturbaban también el silencio de Zillah. Sentada sobre aquella silla, tal cual un trono y ella una reina, observaban la nada de aquel comedor lujoso en el cual acababa de desayunar. El desayuno había transcurrido en el mismo silencio con el cual ella había comenzado a devorar aquellos manjares que se permitía. Le gustaba el silencio pero otras veces lo odiaba. ¿Por qué le gustaba el silencio?. Porque tenía la posibilidad de pensar en sus planes mucho mas a fondo . No le gustaba hacer nada erróneo y por eso mismo cada plan de caos tenía también un "plan B" , por si algo intervenía en sus acciones . Y ahora viene la pregunta..¿y por que demonios no le gusta el silencio?. Porque en aquel momento es cuando su conciencia habla. Le grita todo el daño que la bruja a echo , todo el mal y el sufrimiento de Turquía y también el de París.
Sus dedos, largos y delineados con la perfección de una estatua , sujetaban una taza de café ,con un líquido amargo. Nunca le había agradado el café dulce y sin embargo solía beberlo cuando su faceta de mujer sociable y humilde salía a flote en la sociedad. Así era la bruja, una mujer maligna que engañaba todo a su paso. La taza era fría ,los labios gruesos de la bruja fueron testigos de aquel contacto mientras que la lengua de la bruja intentaba saborear el café . Pero este quemaba . Tiró la taza al suelo con furia pronunciando un solo nombre en aquella mansión - HAVVA! - gritó la bruja con los ojos encendidos por la furia y con una de sus manos descansando en la mesa . Su esclava llegó en unos segundos deseando todas las buenas a su única ama - Buenos días ¿ a descansado bien ? - Zillah gruñió obligando a Havva cerrar la boca antes de que esta le hiciera daño por milésima vez - ¿Qué tiene de bueno este día , idiota? - preguntó frunciendo sus labios con rabia .
- ¿A pasado algo...? - preguntó la esclava mirando el desastre de la taza y el contenido por el suelo . Zillah chasqueó la lengua enfadada - ¿Por qué el café estaba tan ardiente? - preguntó levantándose de la silla con elegancia . Havva quiso responder pero la bruja adelantó - No, no me des explicaciones porque no me importan. Intenta hacer algo con ese reloj..me vuelve loca cada mañana y no lo soporto! Déstruyelo, llevátelo a tu habitación ...no me importa! - su tono de voz era frío , algo normal en ella - Si, mi señora - la esclava hizo una reverencia comenzando a limpiar todo el desastre causado por Zillah. ¿Acaso ella podía no hacer un desastre todas las mañanas?. No, no lo conseguía y no deseaba desayunar tranquila. Creaba caos hasta en su propia casa!. Fulminó con la mirada a Havva indicándole que no abriera la puerta a nadie mientras se dirigía hacía la calle.
Su cabello esta vez lucía unos gruesos y sanos rizos . El vestido poseía el porte necesario de la sensualidad pero a la misma vez la rebeldía de su alma. Un escote un poquito exagerado, ajustado a su cintura y un poco pomposo. Por supuesto lucía un color marrón pero sus guantes poseían un color oscuro , negro. El maquillaje no era tan abundante pero si mucho mas exagerado que el resto de los maquillajes normales. Cada mañana o al menos cuando el tiempo era bondadoso con ella y sus intenciones por destruir la humanidad y sus debilidades, solía visitar la Biblioteca. No precisamente para buscar hechizos, sabía de sobras y en la Biblioteca no existían ciertos libros y si existían entonces revelarían a las brujas con facilidad. La ciencia. Era otro término que volvía loca a la bruja y cada vez se alimentaba con muchas mas informaciones . Al entrar hizo un ruido con la puerta para que todo el mundo de aquella estancia se girase y se dieran cuenta de que ella, Zillah había llegado a la Biblioteca. Solo que ellos la conocían por otro nombre ,no tan manchado como Zillah. Se encaminó hacía la zona que mas frecuentaba , la zona de ciencias. Buscó con la vista y con la yema de sus dedos uno de los Volúmenes que había visto la última vez , con mucha atención. Hasta cuando prestaba atención en algo en particular, sus ojos parecían desprender la sensación negativa que yacía en su interior.
Sus dedos, largos y delineados con la perfección de una estatua , sujetaban una taza de café ,con un líquido amargo. Nunca le había agradado el café dulce y sin embargo solía beberlo cuando su faceta de mujer sociable y humilde salía a flote en la sociedad. Así era la bruja, una mujer maligna que engañaba todo a su paso. La taza era fría ,los labios gruesos de la bruja fueron testigos de aquel contacto mientras que la lengua de la bruja intentaba saborear el café . Pero este quemaba . Tiró la taza al suelo con furia pronunciando un solo nombre en aquella mansión - HAVVA! - gritó la bruja con los ojos encendidos por la furia y con una de sus manos descansando en la mesa . Su esclava llegó en unos segundos deseando todas las buenas a su única ama - Buenos días ¿ a descansado bien ? - Zillah gruñió obligando a Havva cerrar la boca antes de que esta le hiciera daño por milésima vez - ¿Qué tiene de bueno este día , idiota? - preguntó frunciendo sus labios con rabia .
- ¿A pasado algo...? - preguntó la esclava mirando el desastre de la taza y el contenido por el suelo . Zillah chasqueó la lengua enfadada - ¿Por qué el café estaba tan ardiente? - preguntó levantándose de la silla con elegancia . Havva quiso responder pero la bruja adelantó - No, no me des explicaciones porque no me importan. Intenta hacer algo con ese reloj..me vuelve loca cada mañana y no lo soporto! Déstruyelo, llevátelo a tu habitación ...no me importa! - su tono de voz era frío , algo normal en ella - Si, mi señora - la esclava hizo una reverencia comenzando a limpiar todo el desastre causado por Zillah. ¿Acaso ella podía no hacer un desastre todas las mañanas?. No, no lo conseguía y no deseaba desayunar tranquila. Creaba caos hasta en su propia casa!. Fulminó con la mirada a Havva indicándole que no abriera la puerta a nadie mientras se dirigía hacía la calle.
Su cabello esta vez lucía unos gruesos y sanos rizos . El vestido poseía el porte necesario de la sensualidad pero a la misma vez la rebeldía de su alma. Un escote un poquito exagerado, ajustado a su cintura y un poco pomposo. Por supuesto lucía un color marrón pero sus guantes poseían un color oscuro , negro. El maquillaje no era tan abundante pero si mucho mas exagerado que el resto de los maquillajes normales. Cada mañana o al menos cuando el tiempo era bondadoso con ella y sus intenciones por destruir la humanidad y sus debilidades, solía visitar la Biblioteca. No precisamente para buscar hechizos, sabía de sobras y en la Biblioteca no existían ciertos libros y si existían entonces revelarían a las brujas con facilidad. La ciencia. Era otro término que volvía loca a la bruja y cada vez se alimentaba con muchas mas informaciones . Al entrar hizo un ruido con la puerta para que todo el mundo de aquella estancia se girase y se dieran cuenta de que ella, Zillah había llegado a la Biblioteca. Solo que ellos la conocían por otro nombre ,no tan manchado como Zillah. Se encaminó hacía la zona que mas frecuentaba , la zona de ciencias. Buscó con la vista y con la yema de sus dedos uno de los Volúmenes que había visto la última vez , con mucha atención. Hasta cuando prestaba atención en algo en particular, sus ojos parecían desprender la sensación negativa que yacía en su interior.
Invitado- Invitado
Re: El reloj es el grillete del tiempo. {Privado}
Aquella noche Salí de casa nada más ponerse el sol, realmente estaba muy aburrido. Había dado unos días libres a mis propios criados porque no deseaba hablar con nadie, había pasado las anteriores noches escribiendo y no deseaba ser interrumpido con un –Desea cenar o beber algo?...Hay algunos hombres preguntando por usted…parecen muy mafiosos…Han llegado cartas a su nombre…Dicen que son urgentes…
Normalmente yo “cenaba fuera” eso ya lo sabían, pero era su deber ser serviciales, las cartas eran amenazas de algunos contactos. Y las visitas eran mafiosos directamente enviados para darme una lección, claro que yo tenía mis propios matones a sueldo, así que tampoco me preocupaba, la verdad es que fastidiar al prójimo había sido mi prioridad aquellos días y ahora lo único que quería era escribir en paz…
Después de unas tres noches dedicándome a ello resolví salir a tomar un poco de aire. Llevaba tanto en casa que comenzaba a pensar que me estaban saliendo telarañas.
Además pretendia tomar algun tentempié por ahi si la ocasion me lo permitia.
Como ciertamente no sabía dónde ir, resolví ir a la biblioteca, mi segundo hogar, no solo podía deleitarme con la lectura sino que siempre era un lugar agradable de visitar, la gente que visitaba aquel sitio siempre escondía algo, se podía oír en sus mentes, siempre buscando, tramando y eso también era fascinante.
Entre en el enorme recinto y comencé a pasear por las diversas estanterías. me dirigí al apartado de ciencias y tome uno de los libros. Me pasee por el lugar hojeándolo rápidamente. Era un volumen interesante, pero quizás esta noche buscaría algo de filosofía…me devolví por donde había venido y al entrar al pasillo de las ciencias encontré a una dama allí, ella seria y tranquila buscaba con una mirada penetrante un tomo en el lugar de donde yo había sacado el libro que reposaba sobre mis manos…
Me acerque a ella un poco curioso, normalmente no había muchas jóvenes féminas en esa sección, ellas solían preferir los apartados de novelas, sobre todo las de novelas rosas...deje el bastón que llevaba conmigo bajo mi brazo y tome su hombro con una de mis frías manos, ella se giro para ver quien osaba interrumpirla
- No estará buscando usted este libro, verdad? pregunte inocentemente. Quizás ella se había disgustado porque yo tomara contacto físico con ella. La verdad es que aquella mujer me intrigo, sus ojos penetrantes se fijaron en los míos un instante, definitivamente era una mujer de carácter, sus ropajes ceñidos, aquel escote decididamente llamativo, aquel maquillaje seductor, No era como las demás. Se le veía muy segura, muy decidida, y hasta el momento todas las damas (al menos las que estaban en esa planta en ese instante) no tenían ni la mitad de decisión en la mirada que la que tenia aquella mujer. Y por algún extraño motivo se me hacia ciertamente familiar.
-Disculpe…Nos conocemos de algo?
Recordé un instante un extraño sueño que había tenido hace muchos años, ahora que lo pensaba ella se parecía a alguien que parecía allí…pero eso era absurdo. Le conocía en sueños y en la realidad no?...Espere a que ella me dijese algo mientras nuestros ojos se miraban fijamente, para los demás quizás de forma desafiante, pero al menos para mí, simplemente asombrados e intrigados con tan misteriosa dama.
Normalmente yo “cenaba fuera” eso ya lo sabían, pero era su deber ser serviciales, las cartas eran amenazas de algunos contactos. Y las visitas eran mafiosos directamente enviados para darme una lección, claro que yo tenía mis propios matones a sueldo, así que tampoco me preocupaba, la verdad es que fastidiar al prójimo había sido mi prioridad aquellos días y ahora lo único que quería era escribir en paz…
Después de unas tres noches dedicándome a ello resolví salir a tomar un poco de aire. Llevaba tanto en casa que comenzaba a pensar que me estaban saliendo telarañas.
Además pretendia tomar algun tentempié por ahi si la ocasion me lo permitia.
Como ciertamente no sabía dónde ir, resolví ir a la biblioteca, mi segundo hogar, no solo podía deleitarme con la lectura sino que siempre era un lugar agradable de visitar, la gente que visitaba aquel sitio siempre escondía algo, se podía oír en sus mentes, siempre buscando, tramando y eso también era fascinante.
Entre en el enorme recinto y comencé a pasear por las diversas estanterías. me dirigí al apartado de ciencias y tome uno de los libros. Me pasee por el lugar hojeándolo rápidamente. Era un volumen interesante, pero quizás esta noche buscaría algo de filosofía…me devolví por donde había venido y al entrar al pasillo de las ciencias encontré a una dama allí, ella seria y tranquila buscaba con una mirada penetrante un tomo en el lugar de donde yo había sacado el libro que reposaba sobre mis manos…
Me acerque a ella un poco curioso, normalmente no había muchas jóvenes féminas en esa sección, ellas solían preferir los apartados de novelas, sobre todo las de novelas rosas...deje el bastón que llevaba conmigo bajo mi brazo y tome su hombro con una de mis frías manos, ella se giro para ver quien osaba interrumpirla
- No estará buscando usted este libro, verdad? pregunte inocentemente. Quizás ella se había disgustado porque yo tomara contacto físico con ella. La verdad es que aquella mujer me intrigo, sus ojos penetrantes se fijaron en los míos un instante, definitivamente era una mujer de carácter, sus ropajes ceñidos, aquel escote decididamente llamativo, aquel maquillaje seductor, No era como las demás. Se le veía muy segura, muy decidida, y hasta el momento todas las damas (al menos las que estaban en esa planta en ese instante) no tenían ni la mitad de decisión en la mirada que la que tenia aquella mujer. Y por algún extraño motivo se me hacia ciertamente familiar.
-Disculpe…Nos conocemos de algo?
Recordé un instante un extraño sueño que había tenido hace muchos años, ahora que lo pensaba ella se parecía a alguien que parecía allí…pero eso era absurdo. Le conocía en sueños y en la realidad no?...Espere a que ella me dijese algo mientras nuestros ojos se miraban fijamente, para los demás quizás de forma desafiante, pero al menos para mí, simplemente asombrados e intrigados con tan misteriosa dama.
Jerarld Délvheen- Vampiro/Realeza
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Fecha de inscripción : 14/08/2011
Edad : 794
Localización : Paseando por el techo de casa...
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Re: El reloj es el grillete del tiempo. {Privado}
La bruja frunció las cejas . ¿ Dónde demonios estaba aquel libro que había visto el día anterior?. Podía jurar que lo había dejado en aquel lugar. Y ahora parecía que no lo encontraba. Volvió al principio, tal vez se lo había saltado sin darse cuenta. Cuando la bruja fruncía sus cejas , su rostro delicado y maduro parecía transformarse en el rostro del propio Satanás. No , no estaba el libro que ella deseaba ojear y molesta, dio un suave golpe con el tacón en el suelo. Blasfemia en su mente a cualquier persona que pudiese tomarlo en aquella mañana. Pero fue interrumpida por una mano fría , demasiado fría . Relajó su rostro por completo intentando mostrar aquella amabilidad falsa con la gente. Giró su rostro ignorando la sensación provocada por la mano del hombre .
Cuando le escuchó hablar delineó su rostro con los ojos . Poseía una extraña apariencia , piel blanca , facciones perfectas. Parecía poseer una suave atracción, un encandilamiento. En aquel momento la bruja estaba tan absuelta en sus pensamientos y como conseguir el volumen que deseaba, sin darse cuenta de que aquel hombre era un vampiro. Por supuesto, las brujas poseían un don de sentir a todos los seres sobrenaturales y sin embargo Zillah parecía ignorarlos porque sus principios, sus deseos estaban en primera lugar - Si - respondió la morena con un tono de voz melódico - Es justo el libro que necesitaba ..ver - volvió a hacerse escuchada con la misma tranquilidad, aunque ella nunca estaba tranquila a no ser que alguno de sus planes dieran fruto.
La voz de aquel hombre volvió a sacarla de sus atenciones y lo máximo que pudo hacer fue sonreír de medio lado . Cínica pero endemoniadamente encantadora. Hizo un suave gesto con su hombro, apartando la mano del hombre con cierta elegancia en sus gestos. ¿De dónde podía conocer a tal hombre?. Lo dudaba aunque algo en el era familiar. La bruja ladeó el rostro pensativa sin borrar aquella sonrisa que iluminaba su rostro . En un final respondió mientras pasaba por su lado y se paraba a un costado del hombre - Es posible.. - su respuesta fue parcial . Dio unos cuantos pasos más , desapareciendo tras las estanterías llenas de libros. Jugar, volver locos a los hombres, todo aquello formaba parte de sus ideas y conceptos. Los hombres solo eran una diversión para ella y solo unos cuantos tuvieron la ocasión de tenerla mas de una vez. Esos hombres, habían muerto "accidentalmente".
Buscó con la mirada otros libros, con falsos intereses a sabiendas de que el hombre iba a estar tras de ella. Había captado su atención por la originalidad que desprendía . Aunque dentro de ella, muy en el fondo , el hombre también había despertado alguna curiosidad que mas tarde iba a saciar. Por el momento iba a conocer aquel rostro que había osado interrumpirla y al mismo tiempo tomar aquel volumen que había estudiado. Entrecerró los ojos mirando los títulos de algunos libros pero ninguno importante , solo estaba jugando el papel de una mujer interesada por los libros cuando en verdad solo la ciencia hablaba por ella. Y por supuesto, los hechizos y..los muertos.
Cuando le escuchó hablar delineó su rostro con los ojos . Poseía una extraña apariencia , piel blanca , facciones perfectas. Parecía poseer una suave atracción, un encandilamiento. En aquel momento la bruja estaba tan absuelta en sus pensamientos y como conseguir el volumen que deseaba, sin darse cuenta de que aquel hombre era un vampiro. Por supuesto, las brujas poseían un don de sentir a todos los seres sobrenaturales y sin embargo Zillah parecía ignorarlos porque sus principios, sus deseos estaban en primera lugar - Si - respondió la morena con un tono de voz melódico - Es justo el libro que necesitaba ..ver - volvió a hacerse escuchada con la misma tranquilidad, aunque ella nunca estaba tranquila a no ser que alguno de sus planes dieran fruto.
La voz de aquel hombre volvió a sacarla de sus atenciones y lo máximo que pudo hacer fue sonreír de medio lado . Cínica pero endemoniadamente encantadora. Hizo un suave gesto con su hombro, apartando la mano del hombre con cierta elegancia en sus gestos. ¿De dónde podía conocer a tal hombre?. Lo dudaba aunque algo en el era familiar. La bruja ladeó el rostro pensativa sin borrar aquella sonrisa que iluminaba su rostro . En un final respondió mientras pasaba por su lado y se paraba a un costado del hombre - Es posible.. - su respuesta fue parcial . Dio unos cuantos pasos más , desapareciendo tras las estanterías llenas de libros. Jugar, volver locos a los hombres, todo aquello formaba parte de sus ideas y conceptos. Los hombres solo eran una diversión para ella y solo unos cuantos tuvieron la ocasión de tenerla mas de una vez. Esos hombres, habían muerto "accidentalmente".
Buscó con la mirada otros libros, con falsos intereses a sabiendas de que el hombre iba a estar tras de ella. Había captado su atención por la originalidad que desprendía . Aunque dentro de ella, muy en el fondo , el hombre también había despertado alguna curiosidad que mas tarde iba a saciar. Por el momento iba a conocer aquel rostro que había osado interrumpirla y al mismo tiempo tomar aquel volumen que había estudiado. Entrecerró los ojos mirando los títulos de algunos libros pero ninguno importante , solo estaba jugando el papel de una mujer interesada por los libros cuando en verdad solo la ciencia hablaba por ella. Y por supuesto, los hechizos y..los muertos.
Invitado- Invitado
Re: El reloj es el grillete del tiempo. {Privado}
Aquella voz dulce no pegaba con aquella mirada penetrante.
Me quede un momento embobado con la situación. A pesar de que sus pensamientos parecían extramente cerrados para mi, note aquella sensación de juego. Su verdadero yo estaba allí encerrado, no habían ideas claras que pudiese sacar pero si fuertes emociones contrastadas. Que estaría planeando?
Definitivamente me dejo intrigadísimo. Estaba aquella hermosa dama jugando conmigo? Es que no sabía ella cuanto me gustaban a mí los juegos? Bueno, de momento ella no lo sabía, pero tarde o temprano lo descubriría.
Comencé a reírme allí mismo en medio de la estancia, llevándome más de una mirada de reproche y asombro. Pero a mí tampoco me importaba, aunque intente controlarme, tampoco quería ser desconsiderado con aquellos pobres que solo deseaban leer.
Me acerque hacia ella mientras meneaba la cabeza aun sonriendo.
-Y os vais así sin más? Dejándome con esa respuesta? Ella siguió con los ojos puestos en el libro sin tomarme en cuenta. Yo lo tome delicadamente de sus manos, arrebatándoselo. Mientras ella me miraba alzando una ceja. Ciertamente con un gesto que no pude identificar si era pícaro, dulce o aterrador.
Me incline un poco delante suyo. Para susurrarle.
-Que os parecería dar un paseo para que podáis insultarme como es debido por tener vuestro libro?...Lo estáis deseando verdad? Pero aquí nos pondrían muchas pegas si comenzamos a dialogar.
Además dije apoyándome en el respaldo de una estantería. Ese hombre de allí dije señalándole con el mentón, Se muere por invitaros a cenar…Y digo yo…Para que cenar si podemos disfrutar de una buena copa en un lugar tranquilo? comente a modo de invitación.
Por cierto. Tome su mano y la bese dulcemente, Mi nombre es Jerarld, si os quedáis aquel hombre os acosara, si venís conmigo yo os invitare a una copa, las opciones siempre están abiertas a aquellos que juegan sus mejores cartas, no cree? Estaré en los jardines....
Comente a modo de despedida mientras caminaba por los amplios pasadizos, nada me aseguraba que aquella extraña y mágica mujer fuese a aceptar mi invitación, aunque realmente deseaba que así fuera.
Me quede un momento embobado con la situación. A pesar de que sus pensamientos parecían extramente cerrados para mi, note aquella sensación de juego. Su verdadero yo estaba allí encerrado, no habían ideas claras que pudiese sacar pero si fuertes emociones contrastadas. Que estaría planeando?
Definitivamente me dejo intrigadísimo. Estaba aquella hermosa dama jugando conmigo? Es que no sabía ella cuanto me gustaban a mí los juegos? Bueno, de momento ella no lo sabía, pero tarde o temprano lo descubriría.
Comencé a reírme allí mismo en medio de la estancia, llevándome más de una mirada de reproche y asombro. Pero a mí tampoco me importaba, aunque intente controlarme, tampoco quería ser desconsiderado con aquellos pobres que solo deseaban leer.
Me acerque hacia ella mientras meneaba la cabeza aun sonriendo.
-Y os vais así sin más? Dejándome con esa respuesta? Ella siguió con los ojos puestos en el libro sin tomarme en cuenta. Yo lo tome delicadamente de sus manos, arrebatándoselo. Mientras ella me miraba alzando una ceja. Ciertamente con un gesto que no pude identificar si era pícaro, dulce o aterrador.
Me incline un poco delante suyo. Para susurrarle.
-Que os parecería dar un paseo para que podáis insultarme como es debido por tener vuestro libro?...Lo estáis deseando verdad? Pero aquí nos pondrían muchas pegas si comenzamos a dialogar.
Además dije apoyándome en el respaldo de una estantería. Ese hombre de allí dije señalándole con el mentón, Se muere por invitaros a cenar…Y digo yo…Para que cenar si podemos disfrutar de una buena copa en un lugar tranquilo? comente a modo de invitación.
Por cierto. Tome su mano y la bese dulcemente, Mi nombre es Jerarld, si os quedáis aquel hombre os acosara, si venís conmigo yo os invitare a una copa, las opciones siempre están abiertas a aquellos que juegan sus mejores cartas, no cree? Estaré en los jardines....
Comente a modo de despedida mientras caminaba por los amplios pasadizos, nada me aseguraba que aquella extraña y mágica mujer fuese a aceptar mi invitación, aunque realmente deseaba que así fuera.
Jerarld Délvheen- Vampiro/Realeza
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Re: El reloj es el grillete del tiempo. {Privado}
Zillah tomó entre sus manos uno de aquellos libros sin la mayor intención por abrirlo o llevarlo a casa. Tan solo leyó el título hasta que aquel hombre volvió a ella. No le extrañaba , su belleza siempre había sido como un imán para los hombres. En los segundos que traspasaron como una estrella fugaz, la bruja no dio importancia al moreno . Fingía una atracción hacía la portada del libro hasta que fue tomado suavemente de sus manos por su acompañante. Se mordió el labio inferior, debía recordar de que estaba en la sociedad y no en el infierno de su casa. Si fuese así, la bruja no tardaría en cortar las manos al hombre. Se contuvo y giró su rostro con una ceja arqueada. Su mirada fue aterradora ,como la mayoría de las veces - Es solo una coincidencia o nuestra imaginación - musitó ella apenas moviendo los labios pero con el tono un poco mas alto de lo normal. Varias miradas fueron arrastradas hacía la bruja en modo de reproche por el tono que había empleado. Aun así, ella sonrío de medio lado con maldad . Bendita musa malvada! Solo sabía sonreír cuando la gente la observaba.
Ante las palabras del hombre, la mujer sonrió. Una sonrisa de satisfacción , de oreja a oreja enseñando la blancura de sus perfectos dientes. Alzó uno de sus dedos, desaprobando en un gesto infantil - Si ,lo deseo..pero.. ¿quién a dicho que voy a insultaros ? - preguntó también acercando su rostro de tal manera que las respiraciones de ambos se intercambiaron. Se alejó con la misma sonrisa que antes para observar a otro hombre que fingía interés en una de las estanterías paralelas - ¿Está usted celoso? - preguntó ella en susurros divertida por la situación en la que estaba expuesta. "No sabes lo que te espera , mi querido amigo" pensó ella internamente . Los ojos siempre engañaba a la morena, pues brillaban cada vez mas y aquel brillo no era nada bueno.
El contacto con sus labios fríos provocaron en la bruja un estremecimiento que no mostró en lo absoluto. Frunció sus labios con disimulo sin pronunciar su nombre en ningún momento. Ser anónima no era nada mas ni nada menos que una provocación mas para el hombre. No pronunció palabra alguna , esperó a que el hombro se fuera hacía el jardín y ella aguardó unos cuantos minutos . Se giró una vez mas para observar al hombre que parecía devorarla de viva y en cuanto la vio sola se acercó a ella , algo tímido . Comenzó a reírse sin importarle de que estaba en una Biblioteca, un lugar que requería silencio - Cariño, lo siento mucho pero no me gustan los hombres tímidos. Tal vez la próxima aprenderás a dirigirte a una mujer - tras pasar por su lado , acarició la mejilla de este con falsa dulzura . Con la tranquilidad y elegancia de siempre, ella emprendió la marcha hacía el jardín.
- ¿Y cómo puedo confiar en usted? Puede que sea un acosador también - se escuchó detrás de Jerarld con entonación .
Ante las palabras del hombre, la mujer sonrió. Una sonrisa de satisfacción , de oreja a oreja enseñando la blancura de sus perfectos dientes. Alzó uno de sus dedos, desaprobando en un gesto infantil - Si ,lo deseo..pero.. ¿quién a dicho que voy a insultaros ? - preguntó también acercando su rostro de tal manera que las respiraciones de ambos se intercambiaron. Se alejó con la misma sonrisa que antes para observar a otro hombre que fingía interés en una de las estanterías paralelas - ¿Está usted celoso? - preguntó ella en susurros divertida por la situación en la que estaba expuesta. "No sabes lo que te espera , mi querido amigo" pensó ella internamente . Los ojos siempre engañaba a la morena, pues brillaban cada vez mas y aquel brillo no era nada bueno.
El contacto con sus labios fríos provocaron en la bruja un estremecimiento que no mostró en lo absoluto. Frunció sus labios con disimulo sin pronunciar su nombre en ningún momento. Ser anónima no era nada mas ni nada menos que una provocación mas para el hombre. No pronunció palabra alguna , esperó a que el hombro se fuera hacía el jardín y ella aguardó unos cuantos minutos . Se giró una vez mas para observar al hombre que parecía devorarla de viva y en cuanto la vio sola se acercó a ella , algo tímido . Comenzó a reírse sin importarle de que estaba en una Biblioteca, un lugar que requería silencio - Cariño, lo siento mucho pero no me gustan los hombres tímidos. Tal vez la próxima aprenderás a dirigirte a una mujer - tras pasar por su lado , acarició la mejilla de este con falsa dulzura . Con la tranquilidad y elegancia de siempre, ella emprendió la marcha hacía el jardín.
- ¿Y cómo puedo confiar en usted? Puede que sea un acosador también - se escuchó detrás de Jerarld con entonación .
Invitado- Invitado
Re: El reloj es el grillete del tiempo. {Privado}
Contemple los jardines con agrado, la brisa era agradable en el exterior.
Pasaron unos cuantos minutos mientras yo me deleitaba con el paisaje.
Poco a poco me estaba comenzando a convencer de que ella no iba a venir. Pero mi curiosidad seguía allí insistiendo. Me había llamado celoso! Sonreí al recordarlo. Pocas personas me decían tales cosas a la cara.
Camine por el lugar y recogí una pequeña flor algo marchita mientras seguía paseando en solitario.
Que me ocultaba? Habían cosas que por mas que analizaba no lograba comprender, y eso hacia a aquella mujer más fascinante aun. Se mostraba amable, pero sus ojos mostraban algo diferente.
Cuando escuche su voz atrás de mí sonreí mordiéndome los labios…un acosador…pensé.
Mafioso, monstruo, infeliz, hijo de Satanás, manipulador, corrupto,degenerado,desgraciado…me habían llamado tantas cosas en mi vida. Pero acosador aun no. Un apodo más para la larga lista. Las listas nunca eran demasiado largas.
Me gire para hablarle realmente alegre de que hubiese aceptado mi invitación.
-Algo me dice que usted podría hacer que un acosador temblase de miedo bella dama… Además un acosador intentaría engañarla para que le acompañase, y yo estoy siendo sincero con usted…aunque usted no lo está siendo conmigo…Dije mientras destruía la pequeña flor que había recogido instantes antes.
Aprecie aquella chispa de brillo en sus ojos al decir aquellas palabras. Esos ojos eran realmente peligrosos.
Le hice un gesto con la mano como si quisiera ofrecerle entrar al jardín y ambos comenzamos a caminar sobre la fresca hierba que se mecía tranquilamente bajo nuestros pies.
-Os importa que deje de trataros de usted? Pregunte sin esperar respuesta. Algo me decía que en esta ocasión las cortesías no servirían de nada.
-Supongo que ya sabrás lo que soy verdad?...habrás visto a muchos como yo…Tenemos tantísimos nombres…
Caminamos por la hierba hasta llegar a uno de los jardines traseros, una gran fuente descansaba en medio del lugar, mientras el débil susurro del agua llenaba el ambiente con una sutil melodia de fondo.
Caminamos dirigiéndonos hacia algunos bancos cercanos y vacios que parecían esperar la visita de alguien que no llegaba.
-Aun no me has dicho tu nombre…Aunque supongo que eso realmente no importa verdad? después de todo un nombre no es más que lo que nosotros queramos que signifique…Lo que yo me pregunto es…Quien eres tú?...Te preguntaría tu edad. Pero seguro que eso aseguraría los insultos que aun me debes…Porque te reprimes? pregunte complacido al mirarle. Yo esperaba alguna acción por su parte, y quizás ella sabía aquello y por eso no me lo daba.
Había una extraña chispa en los ojos de aquella dama, como si una sutil luz bailase en sus ojos, como si las llamas de una hoguera brillasen en sus pupilas, sin embargo no había tal fuego en ninguna parte, aquel brillo era propio.
Me dejaría ella descubrir lo que era?
Pasaron unos cuantos minutos mientras yo me deleitaba con el paisaje.
Poco a poco me estaba comenzando a convencer de que ella no iba a venir. Pero mi curiosidad seguía allí insistiendo. Me había llamado celoso! Sonreí al recordarlo. Pocas personas me decían tales cosas a la cara.
Camine por el lugar y recogí una pequeña flor algo marchita mientras seguía paseando en solitario.
Que me ocultaba? Habían cosas que por mas que analizaba no lograba comprender, y eso hacia a aquella mujer más fascinante aun. Se mostraba amable, pero sus ojos mostraban algo diferente.
Cuando escuche su voz atrás de mí sonreí mordiéndome los labios…un acosador…pensé.
Mafioso, monstruo, infeliz, hijo de Satanás, manipulador, corrupto,degenerado,desgraciado…me habían llamado tantas cosas en mi vida. Pero acosador aun no. Un apodo más para la larga lista. Las listas nunca eran demasiado largas.
Me gire para hablarle realmente alegre de que hubiese aceptado mi invitación.
-Algo me dice que usted podría hacer que un acosador temblase de miedo bella dama… Además un acosador intentaría engañarla para que le acompañase, y yo estoy siendo sincero con usted…aunque usted no lo está siendo conmigo…Dije mientras destruía la pequeña flor que había recogido instantes antes.
Aprecie aquella chispa de brillo en sus ojos al decir aquellas palabras. Esos ojos eran realmente peligrosos.
Le hice un gesto con la mano como si quisiera ofrecerle entrar al jardín y ambos comenzamos a caminar sobre la fresca hierba que se mecía tranquilamente bajo nuestros pies.
-Os importa que deje de trataros de usted? Pregunte sin esperar respuesta. Algo me decía que en esta ocasión las cortesías no servirían de nada.
-Supongo que ya sabrás lo que soy verdad?...habrás visto a muchos como yo…Tenemos tantísimos nombres…
Caminamos por la hierba hasta llegar a uno de los jardines traseros, una gran fuente descansaba en medio del lugar, mientras el débil susurro del agua llenaba el ambiente con una sutil melodia de fondo.
Caminamos dirigiéndonos hacia algunos bancos cercanos y vacios que parecían esperar la visita de alguien que no llegaba.
-Aun no me has dicho tu nombre…Aunque supongo que eso realmente no importa verdad? después de todo un nombre no es más que lo que nosotros queramos que signifique…Lo que yo me pregunto es…Quien eres tú?...Te preguntaría tu edad. Pero seguro que eso aseguraría los insultos que aun me debes…Porque te reprimes? pregunte complacido al mirarle. Yo esperaba alguna acción por su parte, y quizás ella sabía aquello y por eso no me lo daba.
Había una extraña chispa en los ojos de aquella dama, como si una sutil luz bailase en sus ojos, como si las llamas de una hoguera brillasen en sus pupilas, sin embargo no había tal fuego en ninguna parte, aquel brillo era propio.
Me dejaría ella descubrir lo que era?
Jerarld Délvheen- Vampiro/Realeza
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Re: El reloj es el grillete del tiempo. {Privado}
La bruja caminó con lentitud hacia Jerarld . La elegancia y sensualidad nunca se quedaban a parte, eran algo nativo en ella y sus gestos . En medio del jardín , una risa un tanto cínica resonó con suavidad . Zillah fue la causante de aquella risa que a pesar de ser algo diferente, sus carcajadas eran contagiosas. Estaba en lo cierto, Zillah era una bruja poderosa y podía dañar a la gente con la misma facilidad que lo haría un diablo. ¿Había alguna diferencia entre ella y un demonio?. No. No había ninguna. Mientras se acercaba a Jerarld , la risa desaparecía de a poco formando en un final una sonrisa falsamente dulce - Por favor, monsieur! No soy capaz de arrancar una flor... - ironizó ella pasando por unas cuantas flores de diferentes colores. Con la yema de sus dedos acarició los pétalos mientras caminaba junto a ellas. Estás al ser tocadas por la bruja, murieron - soy capaz de matarla completamente.. - finalizó mostrando una sonrisa inocente. Obviamente ella no tenía nada de inocencia.
La s palabras del vampiro eran directas y Zillah apreciaba aquel gesto aunque por una parte prefería que Jerarld, se guardase todas las opiniones dentro de el mismo. Chasqueó la lengua fingiendo estar ofendida - ¿Usted sincero? - preguntó ella volviendo a reírse pero esta vez mucho mas irónica - Perdone pero no esta en lo cierto. Además ..¿que le estoy ocultando .. - dejó la frase unos momentos en las nubes observando como destrozaba aquella flor marchita. Por instinto, en sus ojos apareció un brillo de maldad - yo?. ¿Sabe, monsieur? - preguntó ella humedeciéndose los labios con lentitud - Prefiero ser una persona misteriosa.. - susurró con un tono de voz que parecía haberle contado un secreto . Le guiñó el ojo coqueta , aunque la palabra "coqueta" era mucho decir , mas bien algo falsamente coqueta. Comenzaron a caminar con lentitud sobre aquella hierba verde que a las mañanas típicas de París. Las flores eran los cantantes, los que desprendían aquel perfume y aquella magia al estar sobre una escena y la hierba, era la bendita escena que las flores utilizaban para transmitir su perfume . Cada uno a su manera. Pero Zillah había destruido una parte de aquella orquesta y no se arrepentía en lo mas mínimo . Podía, con facilidad, volver a darles vida pero no.
En el acto siguiente, Jerarld preguntó algo que Zillah no se había esperado. Por eso mismo se tomó el tiempo necesario hasta llegar enfrente de unos bancos vacíos. En especial uno, que parecía en una oscura y alejada zona . Con la sombra y el frescor de un árbol viejo . Ella se posó delante del vampiro en un giro celestial , haciendo hondear su vestido pomposo - ¿Se refiere a su piel blanca como la nieve y fría, dientes afilados ,feroces y brillantes? ¿Elegantes y sensuales? - preguntó unos segundos con su tono de voz suave.Se respondió ella misma a las preguntas anteriores - Si, es usted un vampiro.. - entreabrió los labios mirando la expresión de su rostro. Ella se sentó en el banco girando su rostro para ver la fuente que parecía rayar a Zillah. No era amante de la naturaleza, no de aquella naturaleza con flores de colores diferentes. Prefería aquellos lugares oscuros y destrozados. Ruinas de un castillo o simplemente una casa abandonada cerca del cementerio o en el corazón del bosque. Aun sentada, giró el rostro para clavar sus ojos color miel en los del vampiro . Demostraban tantas cosas negativas su mirada.. - Yo?Soy yo.. una simple mujer. . -mintió ella soltando una risa irónica - Puede usted juzgar por si mismo quién soy.. y cuantos años tengo... - tras decir aquellas palabras estiró su mano hacía la fuente sin siquiera mirarla. Al tenerla extendida por completo, juntó sus dedos hasta formar un puño y en aquel momento la fuente secó en el instante y el color de mármol y de cristal cresparon . Aquello era solo una pequeña demostración. Sonrió aun mas relajando su brazo y juntó sus dedos sobre las piernas .
La s palabras del vampiro eran directas y Zillah apreciaba aquel gesto aunque por una parte prefería que Jerarld, se guardase todas las opiniones dentro de el mismo. Chasqueó la lengua fingiendo estar ofendida - ¿Usted sincero? - preguntó ella volviendo a reírse pero esta vez mucho mas irónica - Perdone pero no esta en lo cierto. Además ..¿que le estoy ocultando .. - dejó la frase unos momentos en las nubes observando como destrozaba aquella flor marchita. Por instinto, en sus ojos apareció un brillo de maldad - yo?. ¿Sabe, monsieur? - preguntó ella humedeciéndose los labios con lentitud - Prefiero ser una persona misteriosa.. - susurró con un tono de voz que parecía haberle contado un secreto . Le guiñó el ojo coqueta , aunque la palabra "coqueta" era mucho decir , mas bien algo falsamente coqueta. Comenzaron a caminar con lentitud sobre aquella hierba verde que a las mañanas típicas de París. Las flores eran los cantantes, los que desprendían aquel perfume y aquella magia al estar sobre una escena y la hierba, era la bendita escena que las flores utilizaban para transmitir su perfume . Cada uno a su manera. Pero Zillah había destruido una parte de aquella orquesta y no se arrepentía en lo mas mínimo . Podía, con facilidad, volver a darles vida pero no.
En el acto siguiente, Jerarld preguntó algo que Zillah no se había esperado. Por eso mismo se tomó el tiempo necesario hasta llegar enfrente de unos bancos vacíos. En especial uno, que parecía en una oscura y alejada zona . Con la sombra y el frescor de un árbol viejo . Ella se posó delante del vampiro en un giro celestial , haciendo hondear su vestido pomposo - ¿Se refiere a su piel blanca como la nieve y fría, dientes afilados ,feroces y brillantes? ¿Elegantes y sensuales? - preguntó unos segundos con su tono de voz suave.Se respondió ella misma a las preguntas anteriores - Si, es usted un vampiro.. - entreabrió los labios mirando la expresión de su rostro. Ella se sentó en el banco girando su rostro para ver la fuente que parecía rayar a Zillah. No era amante de la naturaleza, no de aquella naturaleza con flores de colores diferentes. Prefería aquellos lugares oscuros y destrozados. Ruinas de un castillo o simplemente una casa abandonada cerca del cementerio o en el corazón del bosque. Aun sentada, giró el rostro para clavar sus ojos color miel en los del vampiro . Demostraban tantas cosas negativas su mirada.. - Yo?Soy yo.. una simple mujer. . -mintió ella soltando una risa irónica - Puede usted juzgar por si mismo quién soy.. y cuantos años tengo... - tras decir aquellas palabras estiró su mano hacía la fuente sin siquiera mirarla. Al tenerla extendida por completo, juntó sus dedos hasta formar un puño y en aquel momento la fuente secó en el instante y el color de mármol y de cristal cresparon . Aquello era solo una pequeña demostración. Sonrió aun mas relajando su brazo y juntó sus dedos sobre las piernas .
Invitado- Invitado
Re: El reloj es el grillete del tiempo. {Privado}
Contemple sonriente como las aguas paraban y la fuente cambiaba ante un solo movimiento de la mano de aquella mujer…
Le observe sonriente, quizás sin que ella entendiese él porque.
-Una bruja!Encontrarse con un brujo era cuanto menos interesantísimo y fascinante para mí. Aunque sabía lo peligrosos que podían llegar a ser simplemente me fascinaban.
De hecho muchos de mis mejores amigos lo eran…Me sentía francamente bien con ellos.
Además siempre estaban tramando algo. La compañía a su lado era cuanto menos fuera de lo común.
-Oh madame, veis como si es que estabais mintiéndome? Os mostráis sumisa y delicada cuando podríais hacer que el edificio explotase si os diese la gana! Dije animado. Aunque me arrepentí de haberle soltado eso así de sopetón, a veces era demasiado espontaneo.
Me olvidaba que había que aparentar serenidad, calma y todas esas estupideces ante la sociedad.
Aquellas cosas eran como un extraño protocolo que les hacía pensar que eran mejores que el resto…que se le iba a hacer? Para ellos era importante, y si yo deseaba tener una vida dentro de la “normalidad” tenía que ser mas recatado…
Aprecie la noche tranquila ante nosotros, era como si por alguna extraña razón siempre todos aquellos que éramos en cierta forma sobrenaturales nos terminásemos encontrando. Como si ya no fuese suficiente caos que anduviésemos por ahí haciendo de las nuestras por nuestra cuenta.
Mire a la dama sonriendo. Sus ojos seguían siendo misteriosos, quizás ella pensaría que yo era un idiota, pero realmente no me importaba, al menos yo, estaba disfrutando de su compañía.
Contemple en la lejanía una figura, era un hombre. Parecía que buscaba algo.
Me mordí los labios intentando no reir, al descubrir que era el mismo hombre que miraba a mi acompañante antes, cuando nos habíamos encontrado en la biblioteca.
Me concentre en él para escuchar su mente.
Él estaba buscándole, quería demostrarle a mi acompañante cuyo nombre aun no sabía, que era un hombre decidido, deseoso de cortejarla… Mi curiosidad me hizo seguir escuchando su mente, algo ajeno a la dama.Queria saber que se traia entre manos...
“le demostrare que soy un buen partido…le hare saber que tengo una cuantiosa
fortuna y que le llenare de joyas si ella me lo permite…”pensaba aquel pobre iluso. Si supiese a que clase de dama queria cortejar se lo hubiese pensado muchisimo mejor...
-Madame…Dije mirando a la dama y posando mi mano sobre la suya para hablarle sin darme cuenta.
-me temo que vuestro admirador os está buscando…Que vais a hacer? Si queréis yo puedo distraerle…
-Usted me dijo hace unos instantes que si era yo acaso un celoso. Me temo que si que tiene usted algo de razón dije sonriéndole. Su compañía era tan intrigante para mi, que deseaba saber más cosas de ella, pero si su admirador estaba allí no podría descubrir más cosas de aquella bruja…
...Seria ella una de las buenas?...algo me decía que era una de las traviesas…
Le observe sonriente, quizás sin que ella entendiese él porque.
-Una bruja!Encontrarse con un brujo era cuanto menos interesantísimo y fascinante para mí. Aunque sabía lo peligrosos que podían llegar a ser simplemente me fascinaban.
De hecho muchos de mis mejores amigos lo eran…Me sentía francamente bien con ellos.
Además siempre estaban tramando algo. La compañía a su lado era cuanto menos fuera de lo común.
-Oh madame, veis como si es que estabais mintiéndome? Os mostráis sumisa y delicada cuando podríais hacer que el edificio explotase si os diese la gana! Dije animado. Aunque me arrepentí de haberle soltado eso así de sopetón, a veces era demasiado espontaneo.
Me olvidaba que había que aparentar serenidad, calma y todas esas estupideces ante la sociedad.
Aquellas cosas eran como un extraño protocolo que les hacía pensar que eran mejores que el resto…que se le iba a hacer? Para ellos era importante, y si yo deseaba tener una vida dentro de la “normalidad” tenía que ser mas recatado…
Aprecie la noche tranquila ante nosotros, era como si por alguna extraña razón siempre todos aquellos que éramos en cierta forma sobrenaturales nos terminásemos encontrando. Como si ya no fuese suficiente caos que anduviésemos por ahí haciendo de las nuestras por nuestra cuenta.
Mire a la dama sonriendo. Sus ojos seguían siendo misteriosos, quizás ella pensaría que yo era un idiota, pero realmente no me importaba, al menos yo, estaba disfrutando de su compañía.
Contemple en la lejanía una figura, era un hombre. Parecía que buscaba algo.
Me mordí los labios intentando no reir, al descubrir que era el mismo hombre que miraba a mi acompañante antes, cuando nos habíamos encontrado en la biblioteca.
Me concentre en él para escuchar su mente.
Él estaba buscándole, quería demostrarle a mi acompañante cuyo nombre aun no sabía, que era un hombre decidido, deseoso de cortejarla… Mi curiosidad me hizo seguir escuchando su mente, algo ajeno a la dama.Queria saber que se traia entre manos...
“le demostrare que soy un buen partido…le hare saber que tengo una cuantiosa
fortuna y que le llenare de joyas si ella me lo permite…”pensaba aquel pobre iluso. Si supiese a que clase de dama queria cortejar se lo hubiese pensado muchisimo mejor...
-Madame…Dije mirando a la dama y posando mi mano sobre la suya para hablarle sin darme cuenta.
-me temo que vuestro admirador os está buscando…Que vais a hacer? Si queréis yo puedo distraerle…
-Usted me dijo hace unos instantes que si era yo acaso un celoso. Me temo que si que tiene usted algo de razón dije sonriéndole. Su compañía era tan intrigante para mi, que deseaba saber más cosas de ella, pero si su admirador estaba allí no podría descubrir más cosas de aquella bruja…
...Seria ella una de las buenas?...algo me decía que era una de las traviesas…
Jerarld Délvheen- Vampiro/Realeza
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Re: El reloj es el grillete del tiempo. {Privado}
- No e mentido,monsieur - comenzó la bruja tras escuchar las palabras del vampiro - En esta sociedad, en el mundo de los humanos..nosotros somos los que estorbamos. Y me refiero también a usted, tan solo estoy escondiendo mi verdadero ser... - sus palabras parecían susurros . No estaban dentro de la Biblioteca, pero la naturaleza podía escuchar tan bien como unas paredes. La naturaleza era testigo de la maldad y la bondad de la humanidad -Es cierto, puedo hacer explotar el edificio... - comentó con una media sonrisa un tanto tétrica - pero no lo hago. Aun no...todo a su tiempo... - aquellos fueron murmullos que brotaron de sus labios. Aun no podía crear el caos sobre París, debía reclutar a mas soldados poderosos.
La tranquilidad de la noche acariciaban el rostro de ambos seres, ambos diferentes, bandos diferentes. Aunque ella era amante de los vampiros, varias veces había tenido ciertos roces con ellos. Les consideraba poderosos ,no les temía, les apreciaba. Quería unirlos a ella cuanto antes, así la humanidad estaría plagada de vampiros, brujos y solo seres que a ella le convenía. Su padre había estado demasiado en el infierno. Era hora de liberarlo, traerlo sobre la tierra para gobernar junto a sus hijos. Los planes de Zillah fueron esfumados al instante , cuando una mano fría fue la causante de un pequeño sobresalto de la bruja. Dirigió sus ojos hacía la mano del vampiro , si no fuese aquel vampiro , ella posiblemente intentaría matarle al instante. Pero era Jerarld y no lo haría.
Al escuchar sus palabras, volvió a estirar el brazo para volver a darle vida a la fuente - No - se negó la bruja con seriedad - Déjelo acercarse.. - prosiguió con la vista en aquel estúpido hombre que no hacía nada mas que molestarla. Pobre hombre, si supiese que aquella noche iba a ser la última sobre la tierra, no se acercaría mas a los dos. El hombre divisó a ambos y no dudó en acercarse aun mas. Zillah giró su rostro al vampiro, para observarle con cierta picardía en los ojos - Si esta celoso de ese - enseñó con la cabeza al que se acercaba -acabe con el - susurró acercando su rostro a Jerarld para observarle con detenimiento , intentando saber que era lo que pensaba . Se alejó cuando el hombre estuvo cerca de ambos , tan solo esperaba que Jerarld se alimentase de el y así poder seguir la conversación en paz - Escuche...madame..su ..su belleza ...me a..cautivado- el hombre tragó saliva , sin importarle la presencia del otro hombre que parecía divertido por la situación .
Zillah puso los ojos en blanco, dejando escapar de sus labios un suspiro profundo de aburrimiento - Por favor, Jerarld , no me tortures mas y házlo.. - murmuró entre dientes deseando ver al joven en el suelo, a su lado, sangrando como un río que despendía frescor .
La tranquilidad de la noche acariciaban el rostro de ambos seres, ambos diferentes, bandos diferentes. Aunque ella era amante de los vampiros, varias veces había tenido ciertos roces con ellos. Les consideraba poderosos ,no les temía, les apreciaba. Quería unirlos a ella cuanto antes, así la humanidad estaría plagada de vampiros, brujos y solo seres que a ella le convenía. Su padre había estado demasiado en el infierno. Era hora de liberarlo, traerlo sobre la tierra para gobernar junto a sus hijos. Los planes de Zillah fueron esfumados al instante , cuando una mano fría fue la causante de un pequeño sobresalto de la bruja. Dirigió sus ojos hacía la mano del vampiro , si no fuese aquel vampiro , ella posiblemente intentaría matarle al instante. Pero era Jerarld y no lo haría.
Al escuchar sus palabras, volvió a estirar el brazo para volver a darle vida a la fuente - No - se negó la bruja con seriedad - Déjelo acercarse.. - prosiguió con la vista en aquel estúpido hombre que no hacía nada mas que molestarla. Pobre hombre, si supiese que aquella noche iba a ser la última sobre la tierra, no se acercaría mas a los dos. El hombre divisó a ambos y no dudó en acercarse aun mas. Zillah giró su rostro al vampiro, para observarle con cierta picardía en los ojos - Si esta celoso de ese - enseñó con la cabeza al que se acercaba -acabe con el - susurró acercando su rostro a Jerarld para observarle con detenimiento , intentando saber que era lo que pensaba . Se alejó cuando el hombre estuvo cerca de ambos , tan solo esperaba que Jerarld se alimentase de el y así poder seguir la conversación en paz - Escuche...madame..su ..su belleza ...me a..cautivado- el hombre tragó saliva , sin importarle la presencia del otro hombre que parecía divertido por la situación .
Zillah puso los ojos en blanco, dejando escapar de sus labios un suspiro profundo de aburrimiento - Por favor, Jerarld , no me tortures mas y házlo.. - murmuró entre dientes deseando ver al joven en el suelo, a su lado, sangrando como un río que despendía frescor .
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