Tiempo de meditación (PRIVADO)

por **Nadezhda Krukova** Dom Jun 22, 2014 3:55 pm

La señora de París, se alzaba imponente y elegante, dominando la ciudad.

Era una visita obligada, Nadezhda quería saciar su curiosidad y observar los ritos catolicos, el cristianismo occidental, porque evidentemente, en sus días de humana, como buena rusa, había profesado la fe ortodoxa. Lutero se quejaba de la opulencia de los católicos, pero seguramente nunca había pisad un templo ruso, donde el oro y los mosaicos lo dominaban todo y, había un análisis más intelectual, no como los católicos que, a pesar de creerse el centro del mundo, estaban bastante por detrás.

Notre Dame era una catedral gótica, algo poco visto en Rusia. Estilizado, lleno de vidrieras y apuntando al cielo. Nadezhda sonrió al levantar la cabeza. Sin temor, puso un pie dentro del templo, sin quitarse la capa negra, que protegía su figura de las miradas indiscretas.

Antes se había parado a mirar la portada de piedra, más amable que el arte románico, protagonizada por la virgen, como intercesora del genero humano.

Nadezhda, una vez dentro del templo, se quedo mirando, anonadada por la belleza de la catedral, y todos los mensajes que emanaba. Se sentó en un banco, mirando al infinito.

por **Jerome De Bruyne** Miér Jun 25, 2014 5:14 am

Ya en días anteriores había escuchado rumores de entre la clase baja y media que se habían avistado casos de hombres con colmillos afilados que mordían a las personas para succionarles la sangre en el norte de la ciudad, evitando el rodeo de pronunciar la palabra "vampiro" pues parecía un tabú entre la gente, como si se tratara de una palabra prohibida, aún cuando ellos no podían garantizar su existencia al 100%, aunque desgraciadamente si fuesen tan reales como cualquier otro ser vivo (si es que se les puede llamar "vivos"), pero no era necesario que ellos se enteraran de tal cosa; como bien se decía en Suiza: Vive más el que pregunta menos.

Me dirigí hacia dicha zona durante el atardecer, en busca de algunas pruebas y cargando tan sólo lo más básico, que era varios cuchillos de plata y nada mas, escondidos en el pantalón, tapados sólo por la camisa, y otro par más pequeño bien escondido entre las botas. La gente al parecer no pretendía cooperar mucho, pues si bien el sitio lucía de lo más tranquilo posible, la mirada de la gente reflejaba un miedo terrible fácil de contagiar. Opté por ir hacia la catedral, con la esperanza de persuadir a algún monaguillo novato y sacarle información, pues un padre jamás hablaría de eso con un desconocido, además por añadir que no ven bien el hablar de esto con alguien más que no sean sus inquisidores. Para mi sorpresa, la catedral estaba vacía, tan sólo se encontraba una mujer joven y atractiva, la cual parecía estar bastante sorprendida con el arte de la catedral. No parecía una turista, pues llevaba ropa bastante casual Disculpe, señorita. Lamento interrumpirla, ¿se está hospedando muy lejos de aquí? Ya está anocheciendo y la ciudad no es actualmente de lo más segura-

por **Nadezhda Krukova** Mar Jul 01, 2014 5:02 am

Sin duda, el trabajo de las vidrieras era exquisito, una pena que fuese débil a la luz solar, porque la gracia de aquellos cristales de colores era observar como la luz dorada los penetraba y creer que se estaba ante la Jerusalen celeste.

Era una de las inconveniencias de ser vampiro, no disfrutar más de la luz del sol, aunque en su amada tierra tampoco es que el sol se dejase ver mucho, pero en tiempos siempre agradecía que el astro rey calentara un poco su piel. Ahora siempre estaba fría y vacía, causando algo de repelús a algunos seres humanos, pero, como nunca había gustado del contacto, no le preocupaba en absoluto.

Suspiro cuando un hombre se le acerco, advirtiéndole que esas horas no eran seguras.
El hombre en cuestión, no parecía peligroso y se había acercado amablemente a la dama, pero algo le decía que, no era recomendable para ella.

Nadezhda miro con curiosidad.

-Tal vez tenga razón, no es muy recomendable que una señorita vaya salo a estas horas- fallo para ella, pero no estaba dispuesta a requerir de compañía masculina para aparentar-Por suerte nunca suelo llevar mucho dinero, lo justo para alquilar una cochera-murmuro elegantemente, levantandose, aquel era un leve contratiempo.

P.D: siento la demora....

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