Rosas Negras {Rosielle, Galadriel}

Sai sacó un cigarrillo. Buscó entre sus ropas algo con qué encenderlo, pero no llevaba nada. Suspiró y se volteó a ver a su acompañante. -¿Tendrás fuego, por casualidad? –dijo mientras hacía una mueca sabiendo la respuesta a tal interrogante.

-No… -contestó ella con simpleza –Te diría que dejaras de fumar, pero ni te va a hacer daño ni nada… además te ves sexy fumando… -había dicho eso girándose a verlo con una sonrisa en su rostro.

-Yo siempre soy sexy, con o sin ropa, con o sin cigarrillo… y lo sabes –remarcó lo último para escuchar la risa que eso provoco en ella. Ambos parecían ser totalmente superficiales la mayoría del tiempo.

-Yo y muchas personas más… ¿no es cierto? –Aquel chico era un mujeriego, aunque eso le venía valiendo un soberano comino a su creadora. Es más, le parecía divertido de alguna manera –Rosielle también… ¿no? –Había dicho eso para molestar y al ver cómo la expresión despreocupada en el rostro de Sai desaparecía supo que había logrado su cometido.

-Cállate, no la menciones de nuevo ¿quieres? –se pasó las manos por los brazos como si tuviese frío –No vayas a invocarla…
Ethevi sonrió divertida. Ya sabía que aquello parecía haber causado algo en él, la reacción cada vez que la mencionaba era la mismo. Si, si… era por eso mismo que no le había dicho que iban justo a encontrarse con ella. Y si lo averiguaba antes de llegar, era fácil hacerle quedarse. Su orgullo no le permitiría decir o hacer nada al respecto. Tarareó una melodía muy conocida mientras caminaban.

Él se preguntaba por qué no le había dicho a dónde se dirigían y la razón por la cual iban a pie y así de despacio. ¿Es que estaba haciendo tiempo? Cuando habían salido del lugar en el que se quedaban, resultó que le había dicho tranquilamente si le acompañaba, y como no tenía nada mejor que hacer había accedido sin preguntar nada. Pero ahora que estaban allí, comenzaba a pensar que algo no estaba del todo bien.

Se detuvieron frente a un edificio y el arqueó una ceja mientras veía a la chica sonreír como niña de cinco años. Cuando le conoció le parecía una persona seria, pero no tardo mucho en darse cuenta de que tenía ese lado infantil y que era totalmente una cosa algo anormal. Pero por eso le caía bien y podían soportarse mutuamente. Dudaba haber durado tanto tiempo de no ser de otro modo. Él se aburría rápido de la gente y como nunca buscaba nada serio con nadie, ya s ele había hecho costumbre ir con su creadora y contarle cosas, incluso lo que a ella no le interesaba escuchar, pero fingía prestar atención mientras hablaba, eso era suficiente. Era… ¿Cómo una familia? Quién sabe… era algo extraño…

Habían ido al bosque porque Ethevi estaba insistiendo en ir a ver los alrededores. Él peleaba que aquello no tenía mucho sentido, en el bosque no había nada interesante. Pero ahí estaban… -Vamos, contempla un rato la naturaleza, deja las superficialidades un rato…

Si, claro… mira quién lo dice… pensó Sai mientras le seguía con las manos metidas en las bolsas del pantalón. Le gustaban ese tipo de lugares, no decía que no, pero normalmente iba solo… para ir con ella ¿no era mejor el cementerio o algo así? Así ambos se divertirían

Ethevi río ante la ligera charla entre las hermanas, pero no era la primera vez que se suscitaba algo como aquello. Vio a su compañero verle de manera poco amable ante aquel gesto y le dirigió una clara mirada que significaba 'No me mires así o haré que esto sea aún peor para tí', supo que el chico había captado el mensaje cuando rodó los ojos, de cualquier forma no había tenido mucho tiempo cuando Rosielle se acercó más a él. Ethevi observaba divertida las reacciones de su juguete más duradero, el único de los vampiros que había creado y sobrevivido más de dos milenios. Claro aún quedaba otro de ellos, lamentablemente no había podido estar con él suficiente tiempo.

Sai evitó mostrar lo que las palabras de aquella mujer le provocaban. Ella sin duda era la única que podría hacerle retroceder en algún momento, pero es que no era para menos. Si Ethevi dejaba claro que estar cuerdo no era una opción para ellos, Rosielle lo llevaba al extremo. Al contrario de lo que haría en otras circunstancias, le sonrío -Lo siento, Rosielle querida, pero no creo ser un buen entretenimiento. -Era obvio que ella notaría el tono en que sus palabras habían sido dichas y probablemente no ayudaría en nada. Sutilmente intentó apartarla. No quería terminar como la vez anterior, encerrado en algún lugar que después no querría recordar. Bueno, el lugar no era exactamente el problema, más bien lo era la mente retorcida de aquella mujer que no poseía ni escrúpulos ni límites en su conciencia. Y eso que él tampoco los tenía y aún así pensaba que ella era demasiado cuando la veía.

Claro que eso no le quitaba lo atractiva. Debía decir que de no ser porque ella se ensañaba en aquellos juegos él habría ido de buena gana con ella... y con todo, no solo porque si se negaba aquellas dos le doblegarían de algún modo, de verdad había intentado disfrutar de lo que ella hacía con él, pero él no era esa clase de persona, lo cual era gracioso viniendo de un ser al que poco le importaba la mayoría de las cosas.

Ethevi por su lado solo lo consideraba una diversión, quien le conociera sabía que lo que más disfrutaba era ver las expresiones cambiar en el rostro de las personas, así, ver sufrimeinto o dolor en alguien en el que no solía reflejarse con facilidad era algoq ue valía la pena ver, por ello a veces causaba alguno que otro estrago sin pensar en si tendría o no consecuencias para los otros.