¿Porque sigues? [Priv. Jerarld Délvheen]

Esa noche caminaba por los bosques sintiendo el aire frio y fresco que me inundaba.
Aquellos días había previsto pasar esos días en las montañas, algo aburrido ya de la ciudad.
Había conseguido una cómoda cabaña, nada lujoso ni aparatoso, algo solo una cabaña acogedora y hogareña. No necesitaba nada más que un techo y una montaña de hojas en blanco pluma y tintero.
Iba decidido a encontrar la inspiración a los bosques. La naturaleza salvaje no podía traer nada malo consigo, todo lo contrario. Siempre era agradable escapar de la ciudad para ver un poco de verde. Me sentía optimista aquella noche, como si nada pudiese salir mal.
Definitivamente no tenía ni la menor idea de los incontrolables giros del destino. Ni lo que me deparaba esa noche…
Aquel día atardecía, las nubes tapaban el cielo y la brisa mecía los arboles. Recordé aquellos veranos en los que era pequeño. Que días aquellos, en los que podía salir y galopar a caballo por los bosques a pleno día, sin más compañía que mis sueños de escritor principiante, deseoso de conocer el mundo y vivir un sinfín de aventuras…
Sonreí al recordarlo e intente sacar esas ideas de mi cabeza, no recordar mas aquello.
Nunca me gusto la gente nostálgica, tenía que disfrutar del ahora! después de todo, el presente y la eternidad eran todo lo que yo tenía a ciencia cierta.
Deseaba escribir sobre algo vivo. Así que Salí a pasear por los alrededores con la idea de pasear y buscar inspiración en los frondosos bosques acompañado por la naturaleza, la luna y quizás una buena hoguera…
No había compañía, pero bueno, había pasado gran parte de la eternidad solo, ya comenzaba a acostumbrarme a ese hecho.
Camine por el sendero siguiendo al fin el cauce de un rio. Contemple las aguas aparentemente calmadas, ya que tenían una corriente que no era precisamente suave. De pronto un chapoteo, una mancha. Me acerque más para mirar aquello. Mis sentidos apreciaban algo, era posible? Parecía que había una figura en las aguas, una sombra oscura siendo arrastrada..
-Hey!! Hey!!! Grite…podía ser que hubiese alguien? Me sentí nervioso, era posible? Bueno…tampoco debía importarme...Pero me sentí intrigado…Observe con más atención hasta que vi aquella mano resurgir del agua para volver a hundirse…
Había una persona! Sin saber porque lo hacia corrí hacia el borde y salte hacia las aguas hundiéndome con rapidez. Deje de respirar y contemple aun siendo arrastrado por las aguas como aquella joven luchaba por salir a la superficie. Ella me vio allí, y yo nade hacia ella intentando tomar su mano mientras las aguas nos arrastraban violentas separándonos.
La joven se estaba quedando sin aire rápidamente, no había tiempo que perder. Así que le hable mentalmente aun sabiendo que con aquello no solo me descubriría y pondría en peligro mi anonimato sino que también le asustaría al entrar de alguna forma en contacto con su mente. Pero no tenía otra opción
-Escucha…escucha mi voz…Coge mi mano…Te sacare de aquí…Confía en mi…no te hare daño...
Mi voz resonaría en su mente como si fuera un susurro lejano. Esperaba que aun estuviese lo suficientemente consiente como para que extendiese su mano y me dejase tomarle.
Hasta que vi aquella mirada…Había temor y miedo en ellos, pero también culpa…Se habría arrojado ella? No lo podía saber a ciencia cierta, su mente acumulaba muchos sentimientos e ideas. Sin embargo entrar en contacto con su mente me había mostrado el miedo y el dolor que sentía por lo todo aquello, y ahora su dolor era mi dolor también, ya que podía sentirlo con fuerza en su mente. Tenía que llegar hacia ella como fuese.
Me acerque cuanto pude nadando contracorriente para que las aguas no nos separasen mas, estirando mi mano hacia la suya pudiendo rozar sus dedos… temeroso de los segundos, que parecían pasar demasiado rápidos, llevándose consigo el preciado aire…

Entre las atormentadas aguas ella logro tomar mi muñeca y en ese instante me apresure por tomar su brazo, quizás de forma algo brusca, pero tenía que empujarle hacia mi si no quería que las aguas se la llevasen otra vez.
Tirando de ella logre agarrarle de los ropajes para acercarle y comenzar a patalear hacia la superficie.
Las turbias aguas agitadas impedían ver con claridad, era como si quisieran tan solo hundirnos cada vez más. Así que tomándole de la cintura y apretándole contra mi subí todo lo rápido que podía, mientras las aguas agitadas parecían querer sumergirnos cada vez más, pero no estaba dispuesto a aceptarlo. Aquello era una cuenta atrás…
Había miedo en esos momentos, y ya no sabía si era de aquella joven a la que estaba sacando a la superficie o era ya el mío propio ante la fuerza de la naturaleza.
A veces pasaba eso al entrar en contacto con la mente de la gente, podías de alguna manera sentir lo que ellos sentían. Muchos dominaban este “arte” y no lograban sentir nada, pero este no era mi caso, la empatía formaba parte de mí y yo no podía hacer oídos sordos a un dolor ajeno, y mucho menos si de alguna forma lo podía sentir latente dentro de mi cabeza como si fuese mío…Era incluso un espécimen raro dentro de mi propia raza, que le iba a hacer?…
Logre al fin sacar la cabeza a la superficie y la de esta persona también, mientras con un brazo intentaba dirigirme hacia la orilla. Procure mantener su cabeza a flote y de esta forma al contemplarla mejor, pude ver por primera vez con claridad que se trataba de una chica.
La joven estaba casi inconsciente, así que nadé lo más rápido que pude hasta que visualice la orilla y me acerque hacia ella arrastrándola conmigo, sacándole de las aguas pesadamente, arrastrándonos hacia la preciada tierra firme. Mientras me apuraba en tomarle como podía en brazos para sacarle de las frías aguas con la mayor rapidez posible.
Ya en un lugar mucho más seco, me arrodille con la joven sobre las pequeñas rocas que formaban la orilla de aquel rio.
Descanse un momento aun con la joven agarrada, pero me apresure en tomarle atención.
La deje de espaldas y tome su pulso girando su rostro con suavidad, palpando su cuello con mis dedos. Su pulso era cada vez más débil.
Maldita sea! Porque no había estudiado medicina como mi padre? Me había enseñado todo lo que él sabía desde que yo era pequeño, pero los primeros auxilios no siempre eran suficientes!
Angustiado al ver la palidez de la joven presione su pecho lo más suave que pude ya que si usaba mi fuerza podría romperle algo y comencé a darle aire. quizás si lograba reanimarla un poco con aquel masaje cardiaco ella saldría de la inconsciencia.
-Vamos vamos…Aguanta!! Pareces muy joven aun! No puedes marcharte asi!!…
De pronto comenzó a toser violentamente para mi profundo alivio.
Le ayude a sentarse y frote su espalda para que expulsase con más facilidad toda el agua que había en sus pulmones.
-Tranquila…intenta respirar poco a poco... estas a salvo, ya paso, ya está…dije intentando calmarla de la mejor forma que se me ocurria. Mientras ella se estremecía ante la violencia de todo lo que acababa de ocurrir.
Mire a todos lados, el bosque tranquilo y totalmente ajeno a nuestro alboroto, me hacia recordar en donde estábamos. Y lo lejos que estábamos de la civilización…
¿Porque nunca había gente cuando más se le necesitaba? tenía que llevar a aquella joven a que le viese un medico o algo, quizás estaba herida, algo le había pasado de eso estaba seguro.
No le conocía de nada, pero me sentía preocupado por ella, ya que había compartido un instante en su mente, y sus recuerdos de alguna forma me eran familiares, pues había pérdidas y dolor en esas sensaciones.
Era un pensamiento absurdo, pero era como si al rescatarle a ella me hubiese rescatado a mí mismo también.
Los cabellos de la joven goteaban sobre su rostro mientras ella intentaba respirar con tranquilidad a pesar de que le estaba costando bastante.
Aparte sus cabellos intentando mirarle, aun sosteniéndola.
-Respira…Estas bien??
El viento por fin comenzó a soplar con mas fuerza…Como si quisiera decir que aun seguía allí, solo que a veces no le gustaba figurar cuando se le necesitaba…