La Dama del desierto más caliente

No es la mejor época para una personalidad como la suya. Una diva en potencia, recluída en una etapa en la que ellas aun están demasiado reprimidas, en la que te tachan de cortesana en cuanto te sales un poco de lo que está estipulado. Para ella, ser una estrella era uno de sus mayores sueños y lo sigue siendo. Los aplausos son alimento para su ego, le gusta sentirse admirada y que la alaben, le gusta sentir que es adorada y que reconocen su trabajo. Habría que distinguir como era antes de su conversión, cuando apenas era una muchachita de dieciocho años, que ansiaba más que cualquier otra cosa, poder triunfar. Era egocéntrica, fría, prepotente, resabida y bastante insoportable.

Tenía cualidades, era una muchacha con buen corazón a pesar de todo, pero tenía tanto amor propio, que esto a veces le cegaba, y por conseguir todo lo que deseaba, perdía el norte y corría el riesgo de hacer daño a las personas que eran importantes para ella. Aunque luego se arrepintiera, su ambición era demasiado grande. No fue raro que terminara siendo una presa fácil para aquel vampiro, que le prometió llevarla a la cima. Sylvanas siempre sentirá remordimientos por haber dejado atrás a su familia, lo cual afectaría a su personalidad, años más tarde.

A pesar de conseguir habilidades que deberían haber subido su ego hasta límites inalcanzables, el hecho de perder a quienes quería, de perder la misma luz del sol, hizo que se volviera un poco más humilde. Siempre ha seguido siendo una diva, una mujer que disfruta del escenario y de que la amen, pero también dejó de lado ser tan fría, centrándose en una faceta más cariñosa, amable y, sin duda, soportable. Siempre ha sentido un gran dolor por no poder ser madre, así que tiene un instinto maternal muy desarrollado, siente debilidad por los niños y se vuelca en complacerlos, no tolera tampoco a quienes se alimentan de ellos, le parece una monstruosidad.

Se muestra fría a la hora de cazar, evidentemente no le queda más remedio si quiere seguir con "vida". Es muy exquisita a la hora de elegir alimento y le gusta jugar con ellos, le gusta seducir a sus víctimas y sentir que la desean justo antes de comer. Si puede elegir, preferirá tener donantes, personas muy cercanas, que se presten a ser sus esclavos, hacia los que desarrolla un intenso cariño que les muestra con regalos, atenciones y palabras bonitas, son sus personas especiales y apenas las tiene, porque si fueran demasiadas, dejarían de ser especiales, ¿no? Con quienes le interesan, le gusta jugar a la seducción, ser coqueta y femenina, le gusta que le regalen la oreja con cosas bonitas, que la hagan sentir como una reina. Puede resultar bastante caprichosa, celosa y consentida. Pero trata de portarse lo mejor posible. Eso sí, no aguanta la competencia, en ningún sentido.