unitamente verso la luna ( priv )

Domingo en la mañana , sol reluciente sin una sola nube en el cielo azul celeste que parecía vibrante , una leve brisa de viento refrescante acariciaba los cuerpos parisinos quienes caminaban tranquilamente el moreno estaba recargado en uno de esos faroles que acababan de apagar momentos antes , vestido con un traje negro sastre uno de los pocos que tenía en buen estado ya que la ocasión lo a meritaba con las manos en los bolsillos en un perfil francamente algo desgarbado esperaba .

sonrió con algo de diversión mientras pensaba en que decirle a su amore , que cara pondría al decirle que tenía una hija , y aunque era adoptada el quería y la sentía como propia suponía que así fue con el , no hacía mucho se entero que el también fue adoptado .

Suspiro sacando sus manos de los bolsillos para luego cruzarlos por sobre su pecho a pesar de que el sol brillaba en lo alto comenzaba a sentír una especie de frió , algo extraño dada que su naturaleza le daba una temperatura mucho mas alta de la común , bueno para un humano .

Aun lado de el descansaban algunos paquetes , algunos regalos para la pequeña Sabina de la hace tiempo no sabía nada , estaba algo preocupado ya que era pequeña y no estaba muy seguro de dejarla sola pero , hizo caso de las voces que susurraban en su interior ya que la niña había sobrevivido por mucho tiempo sin tenerlo a el siguiendo sus pasos , cerro los ojos sonriente , si así era la niña que había adoptado .

Regalos , si había infinidad de ellos , ropa en su mayoría pero tambíen había muñecas , zapatos , en fin una parafernalia de todos esos menjurjes para Kya había conseguido algo mas , una joya que consiguió en un mercado gitano una pieza realmente artistica una joya echa por un artesano , era un anillo de plata ( si tenía cierta fascinación masoquista por esta pieza ) con una media luna cubierta de dibujos grabados en ella , en el centro descansaban tres pequeñas piedritas , un rubí , una esmeralda y un diamente , los tres eran lo suficientemente discretos pero hacían un juego realmente bello , nunca le había gustado dar regalos amenos que la persona que los recibiera fuera importante así que si , estaba nervioso .

esperando -.

Me puse mi perfume favorito, el que me había regalado papi hace mucho. Olía a fresas, llevaba un vestido azul, el que me había comprado el día que papa me había adoptado. El había dicho que hoy había una sorpresa. Hace mucho que no lo veía, porque estaba en el hospital. Un médico, un amigo íntimo mío que sabía lo que yo era me curo. Ansiosa salí corriendo con mi bolsito.
-Papi, papi- grite mientras lo abrazaba por detrás. Te eh extrañado mucho papi- reí tiernamente.
Él se veía tan hermoso como siempre, recuerdo que cuando era chiquita pensaba que cuando sea más grande, me casaría con él, todas las noches le decía que me esperara.
Subí a su cuello y le bese toda la cara.
-Mira papi, me creció el cabello- dije contenta.

Me senté en el piso, al lado de él, abrazando su pierna -¿Que esperamos?- dije ansiosa, luego vi los paquetes que estaban a la derecha de el ¿qué era eso?

El hombre estaba mirando al frente sin mostrar mucho interés a la gente que pasaba , hacían ruido al arrastrar los pies , las damas sin embargo parecían flotar a un y con toda la ola de aromas que traían consigo sonrió ya que estos no afectaron su nariz como de costumbre seria tal ves por la suave brisa que se llevaba sus olores, pudo reconocer un ligero ruidito de pasos juguetones acompañados de un efluvio conocido para el , sonrió con mas amplietud y le dejo acercarse .

Miro por sobre su hombro bajando un poco el rostro para poder verla mientras pasaba sus manos por las de la pequeña , era extraño , ya que en algún rincón podía sentir que se amortiguaba la sensación de un ser monstruoso , sentía nuevamente la calides de una familia .

-Bueno picola , déjame verte hace tanto que no te veo .

Se giro tomando las manos de la niña entre las suyas, inclinandose un poco para verla mejor pasando sus dedos por los cabellos de ella con un cariñoso afecto le revolvió los cabellos .

-Si , me da gusto que estes muy linda , preciosa , estamos esperando a una persona muy importante .

En tono complice le sonrió y puso su dedo indice en los labios de la menor .

Rei cuando puse su dedo indice en mis labios.
¿Que eran esos paquetes? ¿QUE ERAN ESOS PAQUETES? ¿Son regalos? !quiero saber¡
La gente seguia caminando y yo estaba sentada en el piso. Bueno, mejor no pregunto, me gustaba el suspenso, ya me lo iba a decir. Pero ¿QUIEN IBA A VENIR?
Me levante, mi vestido se estaba ensusiando, odiaba eso. Tenia que entrecerrar mis ojos, los rayos del sol daba directo a mi cara.
-¿Como te fue en estos dias?- pregunto bailando a su alrededor.

El moreno sonrió al verla bailotear de aquí a aya , esperaba que ella le contara que había echo en todos esos días que no se vieron , pero fue ella quien lo interrogo y entre cerrando la mirada se inclino para quedar en cuclillas hasta alcanzar su altura .

-Bueno eh estado un poco ocupado , nada grave , y tu como as estado ?

Un coro de vocecitas comenzaron a reír algo burlonas , ya que no solo había estado jugando con su vida al ir otra ves a Italia practicamente a jugar a tentar al león , suspiro al recoradar en la infinidad de peligros en los que se vio involucrado , la cicatriz en su costado era la prueba de lo cerca que estuvo de la muerte .


- y bien picola donde te as estado escondiendo ?

-Oh oh oh!!! voy tarde- exclamé a cierto volúmen de coraje mientras tomaba del perchero la capa que estaba allí puesta siempre, lo seguía recalcando a más no poder, los vestidos vaporosos me hacían sentir como ballena o algo parecido, entre las miles de crinolinas costaba todo un trabajo espeluznante, ni modo, era el detalle para lucir presentablemente. ¿Cómo es que estaba pensando en esas tonterías? vería a Jamal y con ello se borraba absolutamente todo lo malo que podía habitar en mi babosa existencia, suspiré mientras caminaba recordando ése día al conocernos, mis manos comenzaron a sudar en modo excepcional ¿Todavía seguía sintiendo nervios como niña? al parecer era afirmativa esa respuesta.

Llevaba un vestido lila sin mucho volúmen, no como otros, un sombrero de la misma tonalidad dejando medio cabello a la vista con unos guantes blancos, el pequeño bolso prendía de mi muñeca bailoteando de un lado a otro, estaba hasta la médula en nervios, sabía que siempre que le veía terminaba un poco más atontada de lo normal. Mi corazón comenzando a acelerarse conforme llegaba al punto de encuentro latía más rápido todavía, respiré hondamente hasta que me detuve en seco al ver una imagen que no me esperaba, entrecerré los ojos intentando averguar si se traba de Jamal, pues una niña danzaba alrededor de un muchacho, no les veía bien a la lejanía, faltaba que me hubiera equivocado!, vaya despiste el mío!, si era en otro sitio estaría él esperándome y yo dando vueltas a lo estúpido!, me enfurruñé conmigo misma dispuesta a dal vuelta atrás convencida en que estaba perdida en todos lo sentidos -¿A quién quieres engañar?- de pronto soltó mi cabeza acechadora, tragué saliva y volví a mirar, caminé unos cuántos ´pasos más...era inevitable, sí era el hombre de mi vida con una pequeña rondándole.

Sin saber cómo actuar, ¿Quién era ella por principio de cuentas?. ¿Cómo debía y qué debía decir?, conforme fuí avanzando noté que la pequeña era realmente hermosa -No, tu no te veías así- recriminó burlonamente mi vocecilla, haciéndole caso omiso, suspiré encaminándome hasta ellos.


-Ah... ¿Hola?, pequeña mademoiselle y ¿Jamal?- fue lo primero que se había venido a mi cabeza, la última parte hizo notar a Jamal la interrogante que estaba conllevando por no saber qué estaba sucediendo, alrededor había un montón de paquetes, insegura, busqué la mano de mi novio a tientas sin apartar los ojos de la niña, le dediqué una leve sonrisa agachándome a su altura para poder mirarla mejor.


-Mademoiselle, permitidme presentarme con vos, mi nombre es Zaskya- le dije llevándome un mechón de cabello detrás del oído nerviosa haciendo una leve reverencia con la cabeza, qué ridículo tan más grande estaba haciendo, más en mi vida no había habido nunca niños, pues los pocos terminaban siendo cena de mi padre, solté un bufido ante tal pensamiento sacudiéndolo casi de inmediatamente pues no la imaginaba a ella precisamente siendo un banquete de esos colmillos, respiré hondo mirando a aquella escultura perfecta que me esperaba.

-¿Quién sois vos pequeñita?- le pregunté curiosa aún algo intrigada al respecto, de repente me sentía como en un libro esperando momento de tensión, sin embargo, la presencia de la pequeña era todo lo contrario...

-Yo eh estado paseando por ahi, visitando algunos amigos, especialmente al medico- le explique -Wow ya sueno como niña grande- rei y abraze las piernas de papa. -Papi, eres muy alto ¿quien te dio permiso de crecer antes que yo?- le pregunte algo enojada, luego rei.
Una señora se aserco a nosotros, algo nerviosa. Me saludo y yo sonrie. -Hola- dije timidamente y agarre la mano de Jamal, escondiendome detras de el.
-Mi... mi nombre es Sabina- Sonrei de nuevo.
-Yo soy la...- me calle, tal vez no deberia decirlo, tal vez lo deveria decir papi. Lo mire para que de el una respuesta, aprete su mano.

Jamal estaba divertido , le era francamente agradable el compartir tiempo con la niña lo que le impresiono ya que normalmente no e gustaban los niños , pero la pequeña Sabina era diferente , en todos los aspectos ya que no era una niña "normal" , el moreno había estado en una manada mucho tiempo antes de llegar a parís es por ello que gustaba de la compañía de los de su especie .

Le había puesto su mano en su cabecita revolviendo el cabello infantil pero sedoso de un brillo bastante hermoso, una caricia que le estaba siendo demasiado agradable y comenzaba a acostumbrarse , sorprendido había dado dos pasos atrás mientras miraba su mano con cierta preocupación , ¿Que sería de el ahora ? .

Fue cuando por obra divina pudo notar un ligero cambio en el ambiente , sutil y ...

El hombre embelesado por su delicioso perfume de la mujer que hasta ahora le robo el alma , giro el rostro de una lado a otro tratando de ubicar con la vista a su divina Diosa cuando apareció tan graciosamente divina como siempre , este sonrió atontado por obra de sabe Dios que cosa , solo atino a tomar de la mano a Sabina mientras se acercaba mas a Kya , sentía esa presión que ella ejercía sobre el , era como si fuera atraido por una onda gravitacional hacia ella , por instinto apretó ligeramente la mano tierna que sujetaba bajo la vista hasta la pequeña lycan y le sonrió invitandola a saludar .

-Siempre es un placer my lady , tan hermosa como siempre debo decir .

Se inclino haciendo su reverencia marcada y lo bastante elegante como para no perder la pose de caballero ( había que ser decentes de ves en cuando ) susurraron cerca de su oído pero no tomo reparo , ahora estaba en su puerto seguro , su ultima parada al alcance de su mano .

Espero alas presentaciones , pero al escuchar vacilar un poco a Sabina este carraspeo un poco , alargo la mano para tomar la de Kya la acerco un poco a el al devolverle la mirada este giro su mano para besar el revés con cariño , seguido tomo la manita de Sabina para pasarla al frente y poder presentarlas adecuadamente , este le sonrió se inclino a ella y besó su mano .

-Lady Zaskya le presento a mi hija adoptiva Sabina

Jamal espero un poco lo suficiente como para que ambas intercambiaran miradas u digirieran el contenido de sus palabras .

-Lady Sabina , piccola , esta es Zaskya , mi novia

Si estaba realmente feliz , no iba a ponerse todo cursi pero en realidad estaba que no cabía de alegría.

El tiempo parecía congelado entre los alrededores; las voces comenzaron a escucharse cada vez más a la lejanía, lo mercaderes y demás también estaban envueltos en cierto aire de eco pues mis oídos ya habían dejado la percepción para ese lado social. estaba en plena contemplación de la pequeña, sí que era toda un dulzura. Cómo estaba a su altura podía ver cuidadosamente la inocencia dibujada sobre su mirada, aquellas pequeñas mejillas rosadas incitando a una sonrisa invaluable, definitivamente era sumamente atrayente para una chiquilla como yo anonadándome por tal belleza.

Sí, esa belleza sin malicia ni escotes de por medio, esa niña reflejaba la hermosura simplemente de vivir, aún cuando se escondió detrás de las piernas de Jamal lucia divina por esa timidez tan característica, me pregunté si alguna vez había sido así -No, la verdad ni en sueños- argumentó mi terca vocecilla mofándose de mí pero era cierto, nunca había tenido la intención de mostrarme penosa con alguien era todo un caso pues dónde fuese terminaba conociendo a nuevas personas o de pequeña haciendo que todos me mimaran; por otro lado, mi padre y las circunstancias nada cotidianas en nuestras vidas me había hecho revelarme al respecto, sin embargo me sentí envuelta por esa burbuja unos momentos. Cuando por fin habló dibujé una sonrisa pequeña sobre mis labios escuchándola, las palabras salieron con algunas dificultades pues se quedó una frase en el aire, enarqué una ceja al respecto mirando al hombre sosteniendo nuestras manos una en cada una, sin embargo entre todo, me resultaba sumamente agradable esa sensación pues no me preocupaba sentirme incómoda algo no siendo muy común en mí -Pues si para todo repelas querida mía, de todo sóis quejumbrosa menos de vuestra miserable existencia ah no! os pido una disculpa, si es sobre lo que más berreaís- argumentó ese chillido nuevamente, a lo qu entre pensamientos comencé a cuestionar ¿Miserable? en realidad no lo era, estaba siendo mucho más de lo esperado y todo eso podía focalizarlo con suma facilidad pues estaba frente a mí lo que me hacía sentir en vida.

Los cumplidos de Jamal atrasaban un poco mis pensamientos, pues parecía cierto electroshock azotarme completita haciéndome desde tambalear hasta dejarme sólo en un segundo dejando a la merced sólo balbuceos ridículos incapaces de articular frases legibles, lo dejaba a la interpretación de cómo saliera, pero en ésta ocasión había logrado distraerme con la chiquita posando a la altura de su pierna. Titubeé un poco intercambiando miradas entre ambos pues parecían un par de cómplics recién salidos de un fechoría realizada, ella con aire de "yo no fuí" y él con una picardía haciendo más interesantela situación envuelta de más misterio. Pasó algún tiempo antes de lo que dijera Jamal hiciese que la saliva se quedara en medio de mi garganta ahogándome silenciosamente haciéndome carraspear ¿Qué era quién?, ¿Cómo demonios habíamos llegado a eso?, ¿Porqué se había callado tal detalle?, ¿Debía reaccionar molesta por ese hecho?, ¿Qué debía decirle?, ¿Tenía una hija así de la nada?, la respuesta era afirmativa; la realidad era la siguiente: mi novio era padre y su pequeña se encontraba resguardándose de la extraña detrás de su cuerpo imponente.

Conté alguno segundos antes de responder o por decir algo Jamal me presentó como su novia con Sabina, realmente tenía un lindo nombre y sí no pude evitar ser yo la que se sonrojara de tal modo en que podía sentir mis mejillas ardiendo como el fuego mismo o quizá un poco menos; los nervios comenzaron a invadirme -¿Qué os pasa Zaskya? es sólo una niña- argumentó regañándome aquél hilo de voz, ese no era el punto principal pues sabía que era alguien sin culpa alguna -Eso me ha quedado más que claro, acaso ¿No entendéis que se trata de la hija del hombre que amo?- repelé mentalente hasta darme cuenta del dolor en mi frente pues tenía el ceño fruncido, hice algunos gestos modulado mis facciones pues me imaginé con una cara poco agradable: una sonrisa congelada en mis labios, el ceño fruncido, el cuello estirado y las mejillas a parte de rojas acalambradas por no moverlas, reí de lado ante tal imagen por supuesto, volví la cabeza hacia Sabina y hacia Jamal una vez más mirando su sonrisa inminente, lo miré con algo de desdén antes de extender la mano hacia la chiquilla.

-Pequeña Mademoiselle, todo un placer en conoceros, sois todo un angelito- argumenté mirando su manita entre la mía, una corriente me azotó por la espalda, ese contacto jamás lo había sentido, era una dulzura impresionante, de pronto cierto setimiento de protección estaba alerta, acaricié su mejilla con el dedo índice notando cómo el ambiente volvía a lo habitual, la gente pasando, los niños corriendo, riéndose, los vendedores ofreciendo sus distintos productos.

-Sois toda una princesita verdaderamente, sólo mirad esos ojos tal cuáles escarlatas- aseguré levantándome poco a poco, sentía cómo las piernas pedían a gritos que terminara por pararme pues estaban acalambradas -Ya estáis anciana- sentenció sin cuidado mi cabeza, ¿Vieja? si claro cómo no!, estaba en la plenitud de mi juventud, pero... si él era su padre... ¿Yo qué sería?, ¿Sería madre adoptiva?, abrí los ojos con sorpresa ante tal término meditabunda. Tenía apenas unos años más de la pubertad y ser llamada "mamá" no era lo que realmente me esperaba, más por otro lado la repetí para mis adentros haciéndome reír casi instintivamente, era una palabra maravillosa, sabía a perfección que Sabina no me llamaría así pues recién la conocía, pero no podía esperar por saber más de ella.

-Amor, cuéntame cómo es que Sabina llegó a vuestra vida- le pregunté tendiéndole la mano a ella para que la tomara para caminar alrededor, era verdad, moría por escuchar la historia de principio a fin ¿Sería cómo él? ¿Ella sabría que su padre no era humano?; ésta última frase hizo que casi de inmediato reaccionara, deteniéndome en seco, yo también había sido adoptada, por una humana y una ciatura mítica en caso propio se trataba de un vampiro, en el caso de Sabina, yo era humana y Jamal un licántropo sin duda...aplicaba la frase de "tal palo tal astilla" pues estaba contemplando a mi posible futura familia, rara sin cuestionamiento alguno más al fin y al cabo una familia, el hombre que amaba y la niña que podía llegar a amar...



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Sonreia por cada palabra que decia, las palabras no salian de mi boca. Me escondia detras del brazo de mi padre.
¿Como nos habiamos conosido? dios santo ¿que le va a responder? ¿ella sabra que mi padre es un Licantropo?
Peine mi cabello con mis manos, un tic que tenia desde que tenia cabello.
Empece a caminar, a bailar y dar saltitos alrededor de ellos. Cuando era chica, mi hermana me habia explicado que si tenia algun problema, bailando se alejarian los problemas.