Tú estas a la altura, más no por el titulo[Adda Vinográdova]

por **Andy Steklov Chale** Miér Sep 07, 2011 7:16 am

Si bien aún no tenia tanto tiempo en París ya disponía de la soltura suficiente como para andar por allí sin perderme, París me había llenado de sorpresas, mi querida amiga Rusa Nizza se encontraba aquí también, para su suerte tenia el permiso de hacerlo, el cual yo no y así me arriesgaba, una mujer muy amable llamada Mimi la cual también era licantropa y se había vuelto algo así como una fiel compañera de raza, entre otras personas interesantes, más algo faltaba, quizá alguna persona que resulte ser especial de una forma diferente para Andy, desde su escape no había presenciado más aquel sentimiento, ese sentimiento de cariño mezclado entre atracción el que comúnmente se transforma a la larga en amor si todo se lleva bien, no es que lo buscara o quizá en el fondo sí, deseaba sentirse querido y querer a alguna mujer sin limites por quien era él y por quien era ella, no por el motivo común por el cual se le acercaban las damas, por el dinero y el titulo, se juraba así mismo que en cuanto encuentre a alguna persona que pudiera ser la indicada no le diría directamente que era el Duque de Rusia, aunque realmente tenía poca fe en encontrar a alguien, pero si lo hacía deseaba con todo el corazón que fuera ese amor que puede considerarse eterno, en los básicos conceptos humanos de inmortalidad, claro esta. Por algún motivo no especial se había enterado por alguno de sus guardias que más realeza rusa se encontraba en París, cosa que al principio le dio algo de desconfianza, estos hombres eran sus más cercanos y los que le ocultaban y le cumplían los caprichos como escapar de Moscú y venir a vivir a París, cosa que no tenia autorizada hacer por cierto, aunque luego de pensarlo un poco supuso que estaría bien, conocer a algún compatriota independientemente de su grado de nobleza o no, así que era cuestión de encontrarlos, quien podría descubrir si ya había hablado con una Duquesa a la cual ya conocía y no le costo nada encontrar a la pequeña niña Nizza, él siempre le vería así, tal vez el próximo noble real estaría a la vuelta de la esquina.

Jardín Botánico

El ambiente lucia aburrido como nunca para él, siempre estar rodeado de flores y animales le subían los ánimos en gran medida pero esta tarde no lo hacían, quizá un cambio de ambiente le haría bien a su rostro y así poder dibujar una sonrisa o sonreír para alguien, el sol golpeaba fuerte ese día, más que nunca, pronto el calor se hacía presa de Andy, cosa a la cual no estaba acostumbrado, París tenia un ambiente bastante diferente para él, un cambio drástico que le podría haber afectado a cualquier ser humano común más a Andy no, jamás se volvió a enfermar de absolutamente nada, luego de esa noche de luna llena nunca más sintió malestar físico, solo emocional ese que quizá sea más duro aún. No perdió más tiempo, para su fortuna Dred ya había llegado a su hogar francés así que por primera vez lo ocuparía para dar un buen paseo, entre sus idas y venidas había conocido un lugar hermoso, una laguna así que aprovechando el conocimiento que tenia de esta, se coloco ligeras ropas, tan solo una camisa de manga corta, un pantalón de lustre con tirantes negros y un bello lazo en el cuello que hacía las veces de corbata, sin olvidar claro el broche de mariposa de su madre que siempre llevaba en el pecho y jamás se lo quitaba al salir, una vez preparado sin preámbulos bajo hacía la zona trasera de la morada y ingreso al pequeño ambiente que se había creado para Dred, su hermoso caballo blanco, fino como la nieve de Moscú que aún no olvidaba ni un poco, ordeno a los sirvientes se abran las puertas y tras montar en el cuadrúpedo partió rumbo al Lago

Lago

Una vez cerca del lugar tranquilizo a Dred bajando así al velocidad con la que el cuadrúpedo azotaba los cascos contra el suelo, acaricio el lomo del animal unos segundos y le hizo avanzar a paso lento hasta llegar a la orilla de lago, continuo cabalgando unos momentos observando esta vez por completo el hermoso lugar, muchos animales de seguro tenia en su interior cosa que le fascinaba a Andy, siempre la naturaleza y sus seres le mantenían en completo ecandilamiento continuo, aunque claro no lo que podía hacer una mujer que le interesaba, contra aquella que el deseara querer no iba a poder nadie, pero nadie, ni nada tampoco. Perdido en su nebulosa mental la cual le hacía presa mientras observaba el lugar sin darse cuenta los sonidos brotaron de sus labios, una melodía rusa antigua salia de estos, una canción de cuna que le recordaba a su madre, como todas las que comúnmente sabia y cantaba, hasta que de pronto el caballo paro en seco debido a que una mujer se había cruzado ante este, Andy por su distracción no se percato de esto antes, tan solo atino a bajar del caballo interrumpiendo su cantar y se acerco a la mujer, una rubia bastante hermosa para su gusto, pero bueno solo era el físico, para Andy el físico era solo un plus, si era hermosa estaba bien, si no también, más contaban los sentimientos sinceros y la persona en su interior que lo hermosa que fuera quedaba un poco de lado.

-Lo lamento mucho señorita, no quise que este accidente ocurriera, fue todo mi culpa , no estibe atento a mi corcel, me deje llevar por lo majestuoso de este lugar.

Se excuso mientras le tendía la mano para así levantarle de entre la maleza, una vez la mujer en píe este ofreció brindarle su compañía solo si esta lo deseaba claro esta

-Disculpe, lo digo de nuevo, me gustaría poder pasar un rato ameno con usted, espero que no sea mucha molestia para usted darme el honor de hacerlo, mi nombre es Andy Chale y acabo de llegar de Rusia, mucho gusto en haberme topado con usted, aunque hubiera preferido que no fuera de la forma tan vergonzosa en la que sucedió

Bastante apenado aún por lo que paso, echo a Dred a las faldas del lago y se acerco a este ofreciendo a la mujer cobijo en el lado derecho del animal junto a él

-¿Le gustaría estar aquí frente al agua?, me resulta bastante acogedor y refrescante para este infernal calor, ¿no lo cree señorita?

Espero tan solo su respuesta y su actuar sonriéndole amablemente un poco cautivado por su persona, parecía tener algo especial que sin duda a él le atraía de ella, que podría ser, no lo sabía ni este mismo, tan solo deseaba conocerla un poco mejor y quizá tener la suerte de entablar al menos una amistad, aunque sin duda él podría estar dudando en si solo deseaba algo de esa índole.

por Invitado Vie Sep 16, 2011 1:25 am

Definitivamente tenia demasiadas cosas en su cabeza, durante todo el día había estado pensando en la noticia que con pesar aquejaba su corazón, tenia mucho que pensar al respecto aunque se debatía tanto en mantener su mente cerrada que a pesar de que tuviera que pensar prefería solo disfrutar del día y del lago que tan hermoso se veía.
Cada decorado, cada camino era espacioso en su medida, no había nada en aquel escenario que dijera que no pertenecía ahí, por fin, en Paris, había encontrado su hogar, el lugar donde se había sentido mas feliz que nunca en su vida, aunque los detalles extras prefería evadirlos, olvidarlos por un segundo, en cuanto pudo seguir caminando lo hacia y a medida que se adentraba mas por la fauna para llegar al denominado lago, los ruidos y el cielo azul celeste permitían que la calidez del lugar fuera increíblemente agradable, ni la brisa molestaba ni entumía la piel sensible de Adda, desde pequeña su madre le había reclamado eso y no pudiendo reprimir aquel recuerdo cerro sus ojos deliberando mientras se detenía en la rama de un árbol

"Mami me quedara la mancha siempre? –
mi madre solo sonríe y con esa sonrisa particular que hacia que jóvenes, varones, incluso damas admiraran la belleza de la mujer que me había dado vida, y aun seguían haciéndolo, los suspiros no eran para mi, en ese entonces solo tenia 6 años, con un futuro brillante por delante, una familia de gran renombre tenia que tener un matrimonio arreglado a la perfección, sin embargo nadie podría siquiera sospechar los eventos que sucedieron luego, a la pequeña de la cual veían un futuro, viéndola con un hombre por las noches y hablando de ella perdiendo el interés y por ultimo mi padre enviándome a un convento, en aquel convento también había recordado aquella vez que mi madre prometió que se borraría aquella picazón gracias a la alergia, y aun no lo había echo, mirando levemente mi brazo izquierdo, a orillas de el codo, se podía divisar, casi invisible, pero perfectamente delineado, se había quedado ahí, como la historia de mi corazón…”

Nada pudo hacerla detenerse a pensar al momento de sentir un fuerte galopeo y un golpe expulsándola unos metros mas allá del lugar en el que sus pensamientos desbordaban una mezcla de sentimientos, por un momento no supo que pensar, su estomago había recibido el impacto y por ende se sintió mareada, un joven hablaba, no podía saber realmente que era, ni concentrarse en tocarle, aunque no podía ser un demonio de la sangre, por que era un día en todo su esplendor, aun no escuchaba las voces de aquel joven, tampoco podía reconocerle, parecía un ser nuevo y lleno de vida, así como su caballo, lo había comprobado ella misma, por un momento su furia interna quiso escapar para dejar estragos como siempre y atacar su mente para preguntarle por que no se había fijado en el camino, aunque sabia muy bien que su furia interna y todo lo malo que tenia dentro no solo se hubiera calmado con un simple perdón del joven que preocupado por la situación demostraba sentirse culpable… -Solo rogaria que para una próxima vez mantenga sus ojos en el camino, recuérdelo en un día como hoy, mucha gente sale a disfrutar del lago ¿no ve que es una vista hermosa? –sonríe en respuesta y olvidando un poco su golpe aunque sabe que después de aquella caída su cuerpo tendría consecuencias notorias, al escucharle no pudo mas que cambiar su rostro, Adda sintió miedo ¿Qué tal si aquel joven de Rusia la reconocía o mas bien dicho, se enteraba de su nombre pero no reconocía al rostro que lo llevaba actualmente? Solo olvido ponerse nerviosa y tratando de ser natural respondió – En realidad iba camino para disfrutar del lago, como usted dice acogedor y refrescante, pero me temo que no podré disfrutar de el, no lo tengo permitido.- mas que mal era una condesa, tenia que cumplir su rol.

Monsieur… Chale… mi nombre es Adda… - inclina su rostro en señal de saludo solo por reverencia, aunque no estaba obligada a ello, había sido enseñada rigurosamente como actuar como parte de la realeza, y ya no podía echarse atrás, tratando de que aquel joven no hiciera mas preguntas sobre su apellido ni se informara observo hacia el lago y sonriendo miro al caballo de reojo - ¿es suyo? Es un muy lindo corcel, y se ve que esta bien cuidado, aunque… -sonríe de lado mientras vuelve su vista hacia el lago – me remo que tengo terror a subirme a ellos, supongo que es por que nunca lo e echo…

por **Andy Steklov Chale** Vie Sep 16, 2011 10:08 pm

La mujer se encontraba fastidiada por el fallo de Andy, él se sintió realmente un perdedor, pero de pronto todo cambio en la situación, la mujer mostró miedo, no, pavor, aunque trataba de disimularlo tras que Andy mencionara que era de Rusia, tan solo su nombre dio, lo cual le pareció sospechoso pero más aún, "Adda", ese nombre sin duda se le hacía conocido, no tenia idea de donde, pero de alguna forma lo tenia ligado a la nobleza, ¿otra noble de su país aquí?, sería realmente sorprendente, aunque le daba igual si era noble o no, la mujer le había atraído de entrada, cierto encanto por así decirlo, parecía magia

Ambas cejas se levantaron al notar sus palabras a lo que suspiro con suavidad, tomo aire, se sentía él un poco nervioso ante todo lo que se había mencionado e incluso sentía más curiosidad aún por la mujer

- ¿No lo tiene permitido?, ¿quién se lo impide o por qué? - En ese mismo momento pensó en si mismo, en lo poco que tenia libre por hacer al ser Duque de Moscú y lo estrictas que eran las reglas, que por cierto el mismo rompía -Le juro por este encuentro que por ahora resulta muy grato que no volverá a suceder, es solo una excusa la hermosura del lago, me distraje, fui muy torpe, lamento el daño que le haya causado de verdad - La culpa era muy grande, sabía que eso dejaría marca y deseaba intentar pagar la deuda de la forma que fuera -Mademoiselle "Adda" - repitió sutil, ya que el nombre se le hacía familiar, pero no podía asociarlo a ningún rostro, estuvo a punto de mencionar nobleza rusa, pero las palabras no llegaron a salir de la boca, no es que fuera de su incumbencia saberlo, además en cierto punto se estaría también desenmascarando - Su nombre se me hace muy familiar, pero no es algo que se deba hablar en esta ocasión - Se levanto sin más al escuchar los comentarios sobre Dred, así que solo tenia dos cosas en mente, irse si la mujer lo deseaba o ir con ella de paseo a caballo si así lo aceptaba, eso sería como una forma de compensar lo que había hecho, pero si no aceptaba, no iba a poder seguir viendole a los ojos que por cierto tenían "un no sé que" que hacían que Andy suspirara por dentro y se perdiera un poco ante estos - Me dijo antes que no tenía permitido disfrutar tanto del lago, ¿pero de un paseo a caballo?, sé que no fue el mejor pie para empezar esto, pero le propongo ayudarla a superar su miedo, solo tendría que subir conmigo, es lo único, para Dred sería un honor tener a una mujer como usted sobre él, es que de pronto el lago que parecía tan imponente paso a segundo plano al usted entrar en escena, pero no crea que lo físico me atrae demasiado, así que viene siendo solo un comentario sincero de mi parte lo antes mencionado y de una forma u otra, para mi también sería un honor montar a su lado - De forma tan sutil le había dicho que era hermosa, pero que la hermosura no era solo física, ya era momento para poder expresar lo que deseaba decir, levanto a Dred y lo puso en posición de carga - Le ofrezco una tarde sencilla, tranquila y a cuatro cascos, ¿me daría la dicha de aceptarla? - apreto un poco las riendas del caballo ya que de alguna forma deseaba que la mujer aceptara, no por la curiosidad de su nombre o su estado o si era de Rusia, aunque lo ultimo era casi un echo seguro, sino por ella misma, ella le generaba de cierta forma descubrir quien es, como es y así intento hacerlo, pero nuevamente la intriga se hacía un poco parte de su mente, ¿cuál sería su apellido?, busco mucho dentro de su subconsciente para intentar descubrir porque se le acordaba tanto aquel nombre, hasta que de pronto se le iluminaron los ojos justo antes de la respuesta de la mujer, "Vinográdova", Adda Vinográdova la Condesa de Rusia, era ella, no había tenido la dicha de conocerla en persona, tan solo su nombre, el cual tenía buena fama, pronto fue como una pila de naipes derrumbándose dentro de él, una mujer que le había interesado era nobleza y de su país, el cual en parte le había dado solo desdichas, en parte, quizá Adda sería la primera dicha de Rusia hacía Andy, ¿sería tan bueno como él pensaba?, por ahora solo tenía en mente una sola cosa, la aceptación de su propuesta, el deseo por continuar la charla y seguir pasando el buen rato a su lado era intenso.

por Invitado Jue Sep 22, 2011 11:26 am

Son muchas preguntas monsieur Chale..- susurra con una sonrisa de medio lado – pero no se preocupe, nadie me obliga, solo por ser un personaje reconocido de la corte se me hace casi imposible querer disfrutar del lago o de su agua, sentir con mis pies si esta fría o no, a no ser que… a no ser que estuviese vacío… -sonríe de lado mientras juega con la flor entre sus dedos – y aun así de vacío, perdería su encanto – le sonríe y al escucharle hablar disculpándose por la caída que aun afectaba su estomago de una manera no muy grave asiente- tranquilo Monsieur, usted esta disculpado – cuando el hablo de que el nombre de adda se le hacia conocido solo desvío la mirada, aunque el cambio de tema como si de pronto hubiera notado su cambio, ¿un paseo a caballo? No lo tenía planeado y había avisado que estaría temprano en palacio, por que los tramites militares exigían su firma por la noche que era cuando se reunirían.

¿Un paseo en su caballo monsieur? – le observa de medio lado mientras al verle apretar las riendas del caballo y mirarle fijamente asiente – Confío en usted… - esas palabras salían de la nada, y fue en ese preciso momento que al estirar su mano para tomarla y subirse al caballo que pudo sentir lo que no había sentido apenas le conoció, Un licántropo… que extraña y nueva sensación le traía, había olvidado la ultima vez que un licántropo había tocado la palma de su mano y aquella vez había sido la ultima, nunca mas se topo con un licántropo, después de Van… al cual ya no había visto hace… meses, aun con su mano sostenida hizo un impulso y de un solo impulso se sentó delante de Andy y de lado, no se sentía incomoda, mas bien muy junto a el, por un momento se vio desde otra perspectiva y parecían dos enamorados paseando un atardecer en su corcel blanco… casi de novelas, historias de cuentos de hadas… historias de amor, sonrió de lado mientras miro sonrojada hacia el paisaje y aun, con “cierto temor” por estar encima de un corcel -no me deje caer –susurro dedicándole una mirada antes de volver a sentir el fuego de sus mejillas quemar su rostro así que solo dedico sus miradas al paisaje que se les avenía, el prado al fondo mientras entre las montañas desaparecía o terminaba de irse el ultimo rayo de sol –es hermoso… ¿no cree?- sonríe fijándose en el atardecer y en el cielo que aun no quería oscurecer si no quedarse así claro, aun podía disfrutar del paisaje aunque claro, la alfombra que se venia de paisaje seria aun mas bella… la de sus estrellas y luz de luna.

“no ves que podría descubrirnos?! Ni siquiera me dejaste investigarlo
NO, no me meteré en su mente, quiero poder alguna vez en la vida confiar en alguien aparte… el se lo merece, viste sus ojos? Sinceros… fijos, agradables… casi perfectos como si no tuviera nada que ocultar, como si su vida fuera feliz y eso quiero yo, quiero saber sus secretos, quiero conocerlo, no conozco a nadie que sea feliz de ninguna manera, siempre tormentos, siempre desgracias, hasta su caballo se siente tan perfecto como su dueño, la prueba viviente de esto es que… no temí…”

Dígame monsieur Chale ¿Qué hace por Francia Paris si usted es de Rusia? –por fin se atrevió a hacer la pregunta que hubiera querido evitar, mas si la hacia ella, estaría controlada la situación, el no se daría cuenta que a ella le gustaría evadir el tema y continuaría con alguna siguiente pregunta – Tiene que reconocer que aquí hay belleza ¿no? –el galope del caballo era tan suave que apenas lo sentía, y casi en sus brazos se sentía cómoda por aquel paseo tan inesperado pero que estaba trayendo buenas nuevas o un día de tal comodidad como no hubiera pensado –cuando era pequeña… en realidad a mis 8 años recién cumplidos...-comenzó a hablar después de un largo silencio y sonriendo dedico una mirada a Andy fijamente – mi padre solía llevarme en su caballo, debe entender que mi padre era un hombre fuerte, rudo, cruel, pero en ese entonces yo era su pequeña y su futuro, es por eso que recibi dadivas que mis hermanos jamás pudieron disfrutar, mi padre me dio un trato muy especial desde que nací, bueno… una tarde/noche así como esta… salimos de paseo como todas las otras veces que lo habíamos echo, y fue cuando el caballo cayo… desespero y me boto llevándose a mi padre muy lejos, estuvieron tres días buscándome y al tercer día un viejo amigo… me encontró llevándome a casa donde ya me habían dado por fallecida, déjeme decirle que… este día gracias a usted, e perdido ese miedo por estos animales tan hermosos…

por **Andy Steklov Chale** Jue Sep 22, 2011 7:22 pm

Tras escuchar a Adda sonrió esta vez ampliamente, en su totalidad, podía tener consigo su preciada presencia, al menos para él lo era y en aquel momento no deseaba más nada, que increíble se sentía tan solo haber intercambiado pocas palabras y sentirse tan cautivado, no había momentos para razonamientos, solo para dejarse llevar y sentir felicidad, inconscientemente los brazos de Andy habían rodeado por completo la mujer, sentir su aroma, era afrodisíaco, todo era perfecto, ¿verdad?, él a caballo junto a esta hermosa mujer que no le daba un segundo de descanso mental, estaba bien, no le fastidiaba, en cambio, era hermoso estar lleno de aquello, por fin los malos pensamientos y sensaciones habían desparecido, tan solo satisfacción le generaba, en cuanto escucho que no le deje caer hablo o al menos intento hablar, los ojos de la mujer por ese instante mágico que tenían juntos, le había atontando al completo, el sonrojo de ella, provoco en Andy cierto confort al saber que no era el único nervioso por la situación, el abrazo se hizo un poco más afectivo, esta vez hablo - No podría dejarla caer señorita Adda, no me gustaría que este fuera de mis brazos - observo nuevamente prendido de sus labios, los cuales en algún punto comenzó a desear, pero claro que no la besaría, sería una falta de respeto y lo que menos quería era ofenderle, por lo contrarió, honrar su presencia era lo que deseaba - Vine a Francia para escapar de algo que por lo que veo usted también conoce, como dijo ser persona influyente en la corte, señorita Vonográdova, sí ya había escuchado su nombre, pero no creí que fuera correcto mencionarlo ya que antes note su incomodidad, yo soy el Duque de Moscú, Andy Steklov Chale, es mi nombre completo, quizá por aquello no me reconoció el titulo, aunque es algo que no le menciono a cualquiera, pero le devuelvo la misma confianza y más, nada más, no recuerdo el cargo que ocupa, ya que nunca le vi antes a la cara, mala suerte para mi, ya desearía con que locura haberle conocido antes -
Pero al oír sus ultimas palabras, sobre su padre, él mismo recordó al suyo y lo que hizo, su madre muerta.., la mano de Andy se retiro del rostro de la mujer que aún deseaba besar, la mirada cándida y perdida en los ojos de la mujer se torno..gris, no deseaba que le viera así, no pudo evitarlo, no pudo impedirlo, bajo la mirada para que ella no observara las lagrimas que iban poco a poco a chorrear, más tampoco pudo evitar los labios abrir y comenzar a cantar - Послушай,ты был прав, Послушай,мне не больно.
И сердце без тебя, Стучит спокойно, Послушай,я ушла, Послушай то,что было.
И скажет тишина, Что я любила, Припев, Ты сердце моё, Прости за любовь, Остыло...Послушай меня, Я просто любила...Всё время без меня, Всё время то,что лечит...И на прощанье взгляд, Тебе на плечи, Оставлю для тепла, Оставлю след над крышей, Сегодня я ушла, А ты не слышал -

Spoiler:

ese canto ruso era muy triste, demasiado triste, el ya no podía volver a la ventar la vista, a menos no por si mismo, la mano volvió al rostro de Adda, el buscaba algo a que aferrarse en ese momento, algo que le diera luz, algo que le calmara, algo no, alguien que le reconforte, alguien que le brinde de lo que carecía desde la muerte de su madre, eso era, cariño y amor, se aferro sin poder siquiera evitarlo, fue un impulso, abrazo con fuerza a la mujer con el rostro bajo frente al hombro de ella, quizá se sentía tonto, pero ya no podía cambiar lo echo, aunque a fin de cuentas, muy en el fondo, no sentía pena de mostrarse así ante ella, a pesar de ser solo una recién conocida, pero es que era demasiado especial... - me alegro que gracias a mi presencia haya superado su miedo - dijo tartamudeando intentando mantener el tono de voz firme, pero apenas y lo lograba.

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